Enfocar la alarma/Jesús Silva-Herzog Márquez /
REFORMA, 22 abril 2024
Estamos ante una batalla democrática decisiva. Algo podríamos aprender del box. Quien se pone los guantes necesita estudiar a fondo las fortalezas del que tiene enfrente. El boxeador podrá fanfarronear ante las cámaras, pero solo será capaz de dar la pelea si se percata de la fuerza y de la agilidad del contrincante. Un buen pugilista estudia con atención al contrario y advierte sus méritos. Sabe cuál es su gancho más poderoso y su reflejo más ágil. Solo así podrá enfrentarlo. No se prepara para la pelea quien se convence de que su contrincante no tiene fuerza alguna.