El
obispo de Autlán, Jalisco Gonzalo Galván Castillo, renunció a sus labores eclesiásticas, informó este jueves el
Vaticano. Cometió el pecado de encubrimiento.
La
renuncia de monseñor Galván Castillo fue aceptada por el papa Francisco de
conformidad con el artículo 401.2 del Código de Derecho Canónico, informó la Santa Sede mediante un comunicado. Dicho
artículo prevé la renuncia al oficio de obispo “si por enfermedad u otra causa
grave quedase disminuida su capacidad para desempeñarlo”.
ES la segunda renuncia en menos de una semana en México, la primera fue de don Alejo Zavala.
El
caso de Galván Castillo estalló en 2009 cuando un joven de 24 años denunció al sacdrdote Horacio López, quien profesaba en la misma diócesis, por haber abusado de
él cuando tenía 11 años. A pesar de la denuncia, el sacerdote sólo fue
trasladado a otra parroquia donde siguió ejerciendo.
Las
renuncias de obispos han aumentado desde que el papa Francisco autorizó el pasado 10 de junio la creación de un tribunal para juzgar por el delito de
"abuso de poder" a los obispos que han encubierto a sacerdotes
pederastas.
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