12 oct 2008

Ingrid Betancourt: entrevista


Juan José Millás entrevista a Ingrid Betancourt
El infierno según Ingrid/JUAN JOSÉ MILLÁS
Pubicado en El Pais Semanal (www.elpais.com) , 2/10/2008;
Tristeza. Enfermedad. Animalización. Lucha. Resignación. Amistad y hasta milagros. Todo eso vivió en la selva Ingrid Betancourt durante sus seis años, cuatro meses y nueve días de cautiverio en manos de las FARC. Un largo viaje a los límites que la premio Príncipe de Asturias de la Concordia de 2008 rememora, con dolor, en estas páginas.
Ingrid Betancourt, que posee más de una nacionalidad y se defiende en tres o cuatro idiomas, ha vivido también varias vidas, todas dichosas e intensas, excepto la que corresponde a su cautiverio en la selva, que sólo fue intensa (y dolorosamente lenta, al contrario de las otras, marcadas por la velocidad). Hija de una familia acomodada, culta y cosmopolita, nació en 1961 en Bogotá, donde pasó sus primeros años y en cuyo Liceo Francés hizo la secundaria. Luego estudió Ciencias Políticas en París, especializándose en comercio exterior y relaciones internacionales. Allí se casó con el diplomático Fabrice Delloye, de quien tuvo a Melanie y a Lorenzo, sus dos hijos, y allí fijó su residencia (que alternó con estancias en Seychelles, Montreal o Los Ángeles) hasta que en 1989, tras separarse de su marido, regresó a Colombia para iniciar una fulgurante carrera política que en apenas cinco años la llevó a la Cámara de Representantes, donde se convirtió en un azote de la clase política, a la que denunció por sus vínculos con el narcotráfico. Entretanto se casó por segunda vez y escribió La rage au coeur (La rabia en el corazón), originalmente aparecido en Francia, donde devino en un fenómeno de ventas. En Colombia, y como el libro volviera sobre los casos de corrupción y tráfico de influencias, disgustó a algunos sectores por la imagen que se daba del país en el extranjero. Su modo de hacer, descarado, rebelde, callejero, tan alejado de las convenciones al uso, hizo de Betancourt un personaje popular cuyos movimientos despertaban gran interés en algunos sectores de la opinión pública. En otros se la observaba con desconfianza, pues habiendo tenido una existencia privilegiada en un país donde no se concebían más privilegios que los de clase, se entendía mal que diera lecciones de moral a todo el mundo.
En 2001, tras calificar al Senado de "nido de ratas", renunció a su escaño y presentó su candidatura a las elecciones generales de 2002. El 23 de febrero de ese año, en el transcurso de un arriesgado viaje electoral a San Vicente del Caguán, donde su partido (Verde Oxígeno) había obtenido la alcaldía en las elecciones regionales de 1999, fue raptada por las FARC, recibiendo la calificación de "canjeable", lo que quería decir que la guerrilla aspiraba a cambiarla por un número determinado de guerrilleros detenidos. Durante los seis años, cuatro meses y nueve días que duró su secuestro intentó escapar en cinco ocasiones, convirtiéndose en una presa incómoda para sus captores, que la mantuvieron encadenada durante gran parte de su cautiverio. En diciembre de 2007, el diario Tiempo hizo pública una carta de Ingrid Betancourt, dirigida a su madre, que conmovió al mundo por su dramatismo. Contaba en ella que se encontraba mal físicamente, que había dejado de comer y que el pelo se le caía en grandes cantidades. "Aquí estoy", añadía, "escribiéndote, mi alma tendida sobre este papel. No tengo ganas de nada, creo que eso es lo único que está bien; no tengo ganas de nada porque aquí, en la selva, la única respuesta a todo es no. Es mejor entonces no querer nada para quedar libre al menos de deseos. Hace tres años estoy pidiendo un diccionario enciclopédico para leer algo, aprender algo, mantener la curiosidad intelectual viva. Sigo esperando que al menos por compasión me faciliten uno, pero es mejor no pensar en eso".
En la carta relataba también sus condiciones de vida: "Vivo o sobrevivo en una hamaca tendida entre dos palos, cubierta con un mosquitero y con una carpa encima, que oficia de techo, con lo cual puedo pensar que tengo una casa. Tengo una repisa donde pongo mi equipo, es decir, el morral con la ropa y la Biblia, que es mi único lujo. Todo listo para salir corriendo. Aquí nada es propio, nada dura, la incertidumbre y la precariedad son la única constante. En cualquier momento dan la orden de empacar y duerme uno en cualquier hueco, tendido en cualquier sitio, como cualquier animal".
Por esas fechas, el Ejército colombiano incautó a la guerrilla, junto a la carta citada anteriormente, unas fotografías en las que se veía a Ingrid Betancourt sumamente delgada, demacrada, envejecida, con síntomas de enfermedad y agotamiento. Aparecía encadenada a una silla rudimentaria y miraba tercamente al suelo, como si aquella prueba de que se encontraba viva estuviera obteniéndose contra su voluntad. Todo presagiaba lo peor, pues también los testimonios de algunos liberados hablaban de una Ingrid consumida, aniquilada, rota. Este cúmulo de malas noticias logró movilizar a las fuerzas políticas de medio mundo, que tomaron como cosa suya la liberación de la política franco-colombiana.
Por fin, el 2 de julio de 2008 fue rescatada, junto a otros 14 prisioneros, en el transcurso de una operación militar de las Fuerzas Armadas colombianas. La Ingrid liberada tenía poco que ver físicamente con la de las fotografías de 2007. Tampoco desde el punto de vista psicológico se parecía a la que habíamos deducido de la carta dirigida a su madre. Había ganado peso y se mostraba eufórica. De hecho, apenas alcanzada la libertad y tras dedicar un tiempo a su familia, emprendió una actividad frenética dirigida a recordar al mundo que todavía quedaban muchos secuestrados. En apenas tres meses la hemos visto, entre otros líderes mundiales, con Ban Ki-moon, con Rodríguez Zapatero, con Benedicto XVI, con los Reyes de España y el príncipe Felipe, además, claro, de Sarkozy, que es su anfitrión en Francia, donde se ha instalado de momento, aunque asegura que regresará a Colombia cuando se den las condiciones de seguridad para ese regreso. No hay jefe de Estado, presidente de Gobierno o rey que no quiera fotografiarse con Ingrid Betancourt, a quien se le acumulan los premios, que casi no tiene tiempo de recoger. En España se le ha otorgado el Príncipe de Asturias de la Concordia y el Gobierno chileno la ha postulado para el Nobel de la Paz.
Invitada por el Gobierno de las islas Seychelles, que también le ha concedido la nacionalidad de ese país, pasó allí parte del verano con sus hijos, entregada al descanso y a la vida familiar. Pero apenas comenzado septiembre recuperó la actividad viajera anterior. Así, el 23 de septiembre llegó a España para presentar Infierno verde, libro de Luis Eladio Pérez, político colombiano y compañero de cautiverio durante cuatro años, al que le une gran amistad. Con él inició precisamente una de sus fugas, aunque al sexto día de vagar por la selva, y debido en parte a la debilidad de Luis Eladio, que estaba muy enfermo, tuvieron que desistir y entregarse de nuevo a la guerrilla, por la que fueron castigados con gran dureza. En Infierno verde, escrito en colaboración con el periodista Darío Arizmendi, Luis Eladio narra la vida cotidiana de los secuestrados, deteniéndose en detalles escalofriantes, como cuando al referirse a las enfermedades más comunes de la selva describe, por ejemplo, la leishmaniasis, causada por la intervención indolora de un mosquito. Cuando uno descubre la costra provocada por la picadura y la levanta, aparece un hueco, un agujero, ya que la larva depositada por el insecto hace túneles en la carne como la carcoma en la madera, sin provocar ninguna molestia (de ahí su peligro). Ingrid Betancourt aún no ha sido capaz de leer Infierno verde. Tampoco ha podido hablar de la experiencia del secuestro con nadie, ni siquiera con su madre o con sus hijos. Dice que tiene, en relación a este asunto, un bloqueo por el momento insuperable.
El día de su llegada a España cenó con Luis Eladio y con Darío, que había reservado mesa en un conocido restaurante madrileño. A punto ya de salir, Ingrid recordó que en la selva, cuando tenían mucha hambre, Luis Eladio le hablaba de un restaurante madrileño, El Sobrino de Botín, donde servían un cochinillo asado excelente y que él describía con gran detalle hasta que Ingrid, con el estómago inundado de jugos gástricos, le pedía por favor que se callara. De modo que decidieron cambiar la reserva y acudir a El Sobrino de Botín, donde pasaron una de las noches más felices de su vida, llorando y riendo al recordar las imágenes de aquel cochinillo imaginario que de súbito se había hecho real ante sus ojos. Al regresar al hotel, el escolta de Ingrid se acercó a ella y le dijo: "Señora, es la primera vez que la he visto reír de verdad desde su liberación".
Al día siguiente, a las 9.30, comenzó su jornada con una entrevista para Cuatro realizada por Iñaki Gabilondo. Después acudiría al programa radiofónico de Carles Francino, y más tarde, hacia el mediodía, a la Casa de América, donde se habían acreditado más de 200 periodistas para asistir a la presentación de Infierno verde. Si la imagen de la Ingrid Betancourt de antes del secuestro evocaba algunos aspavientos del mayo del 68 francés, la de después de la liberación remitía a la elegancia estática de Jackeline Kennedy. Como todos los fenómenos mediáticos (e Ingrid Betancourt lo es en un grado difícil de superar), despide un magnetismo que viene de todas las partes de su ser y de ninguna, quizá por eso provoca adhesiones extraordinarias y rechazos exagerados, que en la mayoría de las ocasiones carecen de base racional.
Al magnetismo señalado se añade la dificultad de atraparla en un solo registro desde el que tratarla o describirla. Por utilizar una imagen del mundo subatómico, cuando te diriges a ella como materia, se comporta como energía, o al revés. Y cuando te has convencido de que es completamente europea, se manifiesta como una latinoamericana integral, o viceversa. Impecablemente vestida, con el pelo estirado y recogido en un elegante y sugestivo moño, se sienta siempre con la espalda muy recta y los brazos caídos, sin abandonarse jamás, y cruza las piernas con un gesto que tiene algo de movimiento de prestidigitación. Habla pausadamente, con sintaxis, llevando las oraciones compuestas hasta el final, con un vocabulario escogido (no en vano, en Colombia se habla el mejor español del mundo), provocando en el interlocutor una fascinación de la que resulta difícil sustraerse. La Ingrid Betancourt madura parece más ingenua que la joven, pero da la impresión de tratarse de una ingenuidad trabajada, elaborada, como si fuera el resultado de una conquista moral. Aunque en las entrevistas a las que se sometió no eludió ninguna pregunta, y dio las gracias por todas, uno se quedaba con la impresión de que sabía más de lo que decía, lo que es frecuente en el trato con personas misteriosas o que han vivido experiencias extremas, como si en las situaciones límite se adquirieran enseñanzas imposibles de transmitir a quienes llevamos existencias normales.
Frente a los que piensan que con la guerrilla no hay que hablar porque son terroristas, Betancourt cree que hay que hacerlo precisamente por eso, porque son terroristas ("Hay que echarles una mano para sacarlos de ahí; si no, ellos se enconchan en su locura"), y así lo afirmó entrevista tras entrevista aquella mañana del 23 de septiembre. Al referirse a los muchachos de 13 o 14 años que forman parte de las FARC, aseguró que no hay lugar para ellos en la sociedad colombiana, que se meten en la guerrilla porque allí son alguien y comen tres veces al día ("La guerrilla les da cosas que no sabe darles el Estado"). Dijo de Uribe que había sido un buen presidente para la guerra, pero que le parecía inhábil para la construcción de la paz. Aseguró que no volvería a la política, al menos al modelo de política vigente, marcado por la confrontación y en la que los políticos, más que servir, se sirven ("Es un mundo de intereses escondidos, de mentiras, de agendas ocultas"). Aseguró que en la selva se había dejado mucha impaciencia, mucha bobada, y se había traído a Dios.
En este punto, su discurso adquirió un registro algo místico, un punto iluminado, que contrastaba con la racionalidad (y con la sabiduría diplomática) con la que se refería al resto de las cosas. Puntualizó, no obstante, que hay poca tolerancia para las manifestaciones de orden espiritual, por otra parte muy íntimas, y que era consciente de lo fácil que resultaba rozar el ridículo hablando de ellas. Transmitió la idea de que es posible un tipo de actividad política diferente a la conocida e insinuó (o eso nos pareció) que ella podría inaugurarla. Manifestó que de momento iba a dedicar su vida a sus hijos, a su madre y a la liberación de los otros secuestrados, por este orden, para que no los olvidemos, ya que, y tal como suele afirmar Luis Eladio Pérez, ellos fueron secuestrados dos veces, una por la guerrilla y otra por el silencio de la sociedad colombiana. Las preguntas relacionadas con el proceso de animalización vivido en la selva le provocaron, indefectiblemente, lágrimas.
Ingrid Betancourt tenía programada ese día una comida con Luis Eladio Pérez, Darío Arizmendi y los responsables de Aguilar, la editora de Infierno verde, que tuvo que suspender porque recibió una llamada del palacio de la Zarzuela: los Reyes querían verla (y quizá, pensamos nosotros, absorber parte de su magnetismo).
Al día siguiente concedió a El País Semanal la entrevista que reproducimos a continuación. Durante el encuentro, que se llevó a cabo en una sala del hotel Palace, donde se alojaba, se mostró cordial y colaboradora. En ocasiones lloró y en ocasiones respondió al cabo de un largo silencio. Al terminar, dijo que le gustaría que volviéramos a encontrarnos dentro de un año, cuando haya roto el bloqueo emocional que aún le provocan ciertos recuerdos.
-¿Cómo se encuentra?
-Magníficamente bien. Físicamente me encuentro bien y psicológicamente equilibrada. Tengo fragilidades, pero capacidad para afrontarlas. Las vivo sin angustia.
-¿Qué reflexiones le provocó la decepción de algunas personas por su buena forma física y su excelente estado de ánimo tras la liberación?
-No he tenido tiempo para leer todos los comentarios. Me he preservado de las críticas. Entiendo que las personas tengan reflexiones de todo tipo y me parece bien que se hagan preguntas. Esa reflexión también es útil.
-En la carta de 2007 a su madre, usted se muestra abatida, desesperada, entregada. Por otra parte, todas las noticias sobre su salud eran muy malas. Aún tenemos en la memoria aquella foto en la que aparece delgada, demacrada y triste. ¿Qué ocurrió entre esa carta (y la foto) y su liberación para que se produjera en usted un cambio tan espectacular?
-Es el resultado de una serie de milagros. Cuando escribo esa carta y se toma esa foto, yo estoy en una situación muy complicada física y psicológicamente. El aspecto físico siempre es la parte visible de nuestra alma. Cuando escribo esa carta estoy muy enferma del cuerpo, que ya no aguantaba más. Tenía incapacidad para comer. Vomitaba todo lo que comía y vomitaba sangre. Toda mi relación con el mundo era sangrienta. Tenía una debilidad muy grande que produjo en cascada enfermedades graves de tipo viral. A la enfermedad del cuerpo y a la tristeza infinita del alma llegó también la resignación de la muerte. No llegaba respuesta, sabía que me estaba apagando y me pareció que tenía que aceptar y preparar a mis niños y a mi mamá. Yo creo que esa carta fue prácticamente un testamento, quería decirles lo que yo les amaba. Sobre todo quería que supieran que estaba feliz y agradecida a Dios de lo que había vivido y no quería que ellos tuvieran culpabilidad ni remordimientos. Quería prepararlos. Sucedió que en esos días yo vivía muy sola, pese a estar entre mis compañeros de cautiverio, porque llegó un momento en que me postré en la hamaca, dejé de ir al baño, no lavaba la ropa, la comida tampoco la recibía... Al cabo del tiempo, uno de estos compañeros, William Pérez, al que yo llamo "mi Willy" y que era enfermero, tuvo el gesto de acercarse a hablar conmigo y se dio cuenta de que necesitaba tratamiento. Peleó mucho con la guerrilla, pues tenía que ser un tratamiento especial y consiguió que me dieran antivirales y suero intravenoso, que fue para mí una tortura adicional, pues tuve flebitis inmediatamente. El cuadro era muy complicado. En esa situación, cuando el comandante llega y nos dice como gran noticia que vamos a hacer pruebas de supervivencia, yo no quería porque tenía la experiencia de que la guerrilla usaba esas pruebas a su acomodo, las manipulaba y no quería prestarme a ese circo. Hasta que el comandante dijo que no era un regalo, sino una orden. Procederían a filmarnos lo quisiéramos o no. Entonces yo le dije que estaba dispuesta a escribir una carta, pero que no estaba dispuesta a más. Tuvo que consultar con los mandos y la respuesta fue que me autorizaban una carta, pero que de todos modos me iban a filmar. Para mí era muy importante la carta porque yo quería que las palabras mías fueran sólo para mi mamá y que no fueran utilizadas de otra manera. Pensaba que se iba a respetar la intimidad de esa carta. También pensé que iban a grabar y que esa carta no la iban a dar. Y de hecho fue lo que sucedió, porque si usted recuerda, fue el ejército colombiano el que encontró ese material y lo hizo público. Curiosamente, dos días antes de esa prueba me habían puesto un tratamiento intravenoso. Entonces llega el comandante, con su enorme cinismo, y dice que me ve muy bien y que mi familia iba a ponerse muy contenta de verme. Yo no era muy consciente de mi estado, lo sentía en el interior, pero no... Cuando poco antes de la liberación vi esa foto en una revista vieja, porque allí no teníamos espejos, entendí el impacto que había tenido. Yo misma me asusté y en ese momento estaba un poco mejor de como había estado.
-¿Había tirado usted la toalla?
-No era tanto tirar la toalla como resignarme a haber llegado al final del camino. Yo no me rendí, pero acepté la muerte como una realidad y de pronto pensé también que era una liberación. En esas primeras imágenes nuestras tras la liberación, nuestro rostro es completamente distinto al del cautiverio. Hay en todos mis compañeros una gran belleza. El anuncio de la libertad nos transformó a todos. Ése es uno de los milagros.
-Para quienes no conocemos la selva más que por referencias, es difícil imaginar cómo era su cautiverio. Pensamos en las grandes privaciones cuando quizá las realmente graves eran las en apariencia pequeñas. Tengo entendido que uno de los castigos más frecuentes de los guerrilleros era privarles de papel higiénico, por ejemplo. De otro lado, y como cuenta en Infierno verde Luis Eladio Pérez, el olor a selva es muy particular, una mezcla de tierra y de humedad que lo impregna todo y que se manifiesta incluso en el sudor.
-Nosotros llevábamos el dolor del mundo a cuestas en todas sus expresiones. En la selva llevábamos una cruz completa. Conocimos el dolor en todas sus dimensiones. Primero, el dolor del alma por la pérdida de la libertad, que es como perder la dignidad. Lo que nos hace seres humanos es la posibilidad de tomar decisiones, todo el día estamos tomando decisiones, decisiones de a qué hora nos levantamos, qué comemos, adónde vamos, a quién vemos, qué palabras usamos, cómo nos vestimos, cómo priorizamos nuestras actividades del día. En un momento, el secuestrado pierde todo, no toma decisiones y se vuelve una cosa, un objeto al que llevan y traen y al que ninguna decisión le pertenece, ni la decisión de ir al baño, porque tienes que pedir permiso, ni la decisión de acostarte o levantarte, porque te la imponen, ni la de hablar con otro ser humano, porque también te lo condicionan, te lo prohíben o te lo permiten. Esa ausencia de uno mismo es el primer dolor que se lleva en el alma. A ése se le suman todos los demás dolores, los pequeños y los grandes. La selva es un lugar hostil. Todo duele en ella. La piel no es un espacio de protección, sino de dolor. En la selva, todo pica, todo rasca, todo incomoda. Tener un cuerpo en la selva es tener un peso adicional, porque el cuerpo es simplemente un espacio de dolor. Comer duele, ir al baño duele, bañarse duele, vivir duele, respirar duele, no ver el cielo duele, no ver a las personas que uno ama duele.
-Para mucha gente, la idea de estar preso en la selva es la de un cautiverio al aire libre, cuando lo cierto es que ni siquiera les llegaba la luz del sol porque se encontraban siempre en lugares muy tupidos, para no ser vistos. Creo que incluso tenían que secar la ropa al fuego.
-La selva es la prisión. En la selva no hay horizonte, estás rodeado de una vegetación espinosa, agresiva, que te cierra el espacio. No hay caminos, no puedes salir...
-¿Qué sonidos se escuchan en la selva?
-Sonidos lúgubres. También es cierto que uno hace pasar esos sonidos por el tamiz de su dolor. En la selva no hay flores, no hay color, todo es verde: el verde con el que se viste la guerrilla, el mismo verde con el que lo visten a uno. Es un verde de enfermedad, es un verde de dolor. No es el verde de la alegría, no es el verde esmeralda ni el verde del mar, es el verde de los preámbulos de la muerte. No hay flores, no hay colores. No hay cantos de pájaros, hay gritos de pájaros. No es el canto melódico de un ruiseñor, es el grito desgarrador de una guacamaya, el aullido de un mico, el zumbido incesante de los insectos, que lo agobian a uno. En la selva quieres silencio y no lo encuentras. Me cuesta trabajo hablar de ello, todavía no he podido [lágrimas]. Yo pienso que el diablo vive en la selva [gran silencio]. Por las noches está uno rodeado del gemido de los compañeros que lloran dormidos y gritan sus pesadillas. Hay un inmenso sufrimiento y se puede hacer muy poco por aliviarlo.
-Usted nació un 25 de diciembre, lo que por una parte parece una redundancia, y por otra, el anuncio de un destino, pues da la impresión, repasando su biografía, de que ha nacido varias veces, de que ha tenido varias existencias.
-Todas esas vidas son la misma. Todo lo que viví antes era una preparación para esto, yo no veo los cortes que usted señala. Es todo un proceso de crecimiento. Yo entendí muchas cosas en la selva. Entendí que todo lo que había vivido antes era necesario para esto que he construido hoy. Uno es el producto de sus decisiones y sus decisiones reflejan quién es. Uno carga con el peso de sus decisiones. Todas son el producto de uno y también la preparación de lo que uno anhela ser, porque todos tenemos una imagen de ese yo ideal que quisiéramos ser y en la búsqueda de ese ser nos vamos puliendo. No hay coincidencias, no hay azar, uno carga con el peso de sus decisiones. Uno es el producto de todas ellas.
-Se pasó la mitad de su cautiverio pidiendo que le proporcionaran un diccionario enciclopédico, lo que es una buena metáfora de su curiosidad, de su afán de saber, pero encierra también un deseo algo loco de abarcarlo todo, ¿no?
-Cuando yo era chiquita estuve enferma de bronconeumonía. Yo debía de tener cinco años, pero me veo sentada en el suelo, jugando con algo, y llega mi mamá, me mira y me dice: "Niña, estás enferma, tienes los labios morados". Yo le contesto que no estoy enferma, que estoy aburrida. Ésa es la clave para entender lo del diccionario enciclopédico, porque en esos años de cautiverio, hechos de segundos infinitos, desesperadamente aburridos, la idea de poseer un diccionario enciclopédico era lo que para un niño el juguete más deseado que se pueda imaginar. Un diccionario era, en esas circunstancias, como Disneylandia, era el mejor juguete.
-Consiguió sin embargo una Biblia que cambió su vida. ¿Podemos hablar un poco de esa transformación espiritual que sufrió en la selva?
-Me secuestraron el 23 de febrero y el 23 de marzo murió mi padre. Mi padre era y es el gran amor de mi vida... La manera en que me enteré, unos meses después, fue terrible. Eso fue un disparo, porque cuando uno siente que... [lágrimas, silencio]. Yo siempre me había sentido bendecida por la vida, consentida por la vida. Cuando me llega todo esto -el secuestro, la muerte de mi padre, la soledad de mi madre- hay dos caminos: uno es el de negar a Dios y, por tanto, pensar que todo es fortuito, absurdo, un caos sin explicación ni respuesta. El otro camino es buscar a Dios. En el dolor de la selva no puedes aceptar a cualquier Dios. El Dios ritual infantil no te basta. No te basta con pensar que Dios es amor o que no puedes explicarlo. En la selva necesitas un Dios racional. Si tu fe no es racional, si no estás seguro de que Dios existe, no puedes entablar una relación con Él. No te basta la tradición. La religión católica no nos ha abierto a leer la Biblia, como si los creyentes fuéramos minusválidos intelectuales, sin capacidad para grandes búsquedas teológicas, y eso estuviera reservado a los intelectuales.
Pero la Biblia es un instrumento extraordinario. Hay que leer la Biblia con tranquilidad, sin orejeras que te condicionen a leerla por encima, sin entender el retrato humano de la relación de Dios con el hombre. Es muy difícil de explicar, pero lo que quiero decir es que entendí, leyendo la Biblia, que Dios no es energía, ni luz ni partículas de gas en el cosmos, sino que Dios es un ser humano, en otras palabras, que lo que nosotros tenemos de humanos es lo que tenemos de Dios, y, por tanto, que su relación con nosotros es una relación de palabras, y creo que eso es fundamental: entender que somos seres de palabras. Entonces, a través de la Biblia llega la palabra de Dios con una riqueza infinita de códigos humanos y con unos retratos psicológicos impresionantes, como el de Abraham. Todos los personajes de la Biblia están retratados con sus debilidades, sus miserias, sus pequeñeces. Todos estamos retratados ahí. Yo descubrí un Dios con sentido del humor, con sentido de la autoridad, un Dios que educa, un Dios que ama, pero sobre todo, que es un Dios en el sentido de que lo puede todo. Y pudiéndolo todo, Dios podría haber hecho, en vez del ser humano, un robot perfecto, sin defectos, un robot programado para hacer el bien. La pregunta es por qué Dios hizo al hombre libre, por qué no lo hizo como un robot. La respuesta es muy hermosa, y es que un robot puede estar programado para amar, pero si no tiene la libertad de no hacerlo, el amor no tiene valor.
-¿Qué Dios le gusta más, el del Antiguo o el del Nuevo Testamento?
-Son el mismo, es un espejo. Lo que sucede es que el Nuevo Testamento nos hace el camino hacia Dios mucho más fácil. El Antiguo Testamento es Dios hacia el hombre. El nuevo es el hombre hacia Dios. En el Antiguo Testamento, Dios nos busca; en el Nuevo Testamento, nosotros buscamos a Dios. Esa transformación ha cambiado mi vida porque si uno es consecuente y su racionalidad acepta a Dios, todo cambia, porque deja uno de ser pasivo y se vuelve activo frente a uno mismo. Es una enorme liberación pensar que uno es libre, que puede cambiar, que puede ser mejor humano.
-Usted respetaba en un principio el pensamiento que dio origen a las FARC, no así su evolución ni los medios empleados posteriormente para lograr sus fines, que las han deslegitimado. Cuando usted comenzó su carrera política, el poder establecido también estaba deslegitimado porque había creado, con sus abusos y su corrupción, las condiciones para que apareciera la guerrilla. ¿Cree que ese poder oficial, al contrario que el que representa la guerrilla, está hoy más legitimado que entonces? ¿Es más justa la sociedad colombiana actual, más equilibrada, menos corrupta?
-[Tras pensar mucho la respuesta] Yo pensaba que las FARC eran una respuesta a las contradicciones del sistema. Después de vivir dentro de las FARC he comprendido que son un subproducto de ese sistema, ésa es la gran decepción. Cuando yo hacía política en Colombia, pensaba que había que cambiar las estructuras del poder. Hoy pienso que hay que cambiar el alma del pueblo colombiano, del pueblo colombiano como entidad colectiva y, más aún, la de cada uno de nosotros en nuestra identidad individual. Cuando pienso en Colombia, pienso que somos el resultado de una civilización que tiene un inmenso malestar. Entonces acabas pensando que no sólo hay que cambiar los corazones, sino que también hay que cambiar el mundo. Lo increíble de esto es que pienso que es posible, además de necesario y urgente.
-Se lo pregunto de otro modo: ¿está hoy más clara la línea que separa a los malos de los buenos?
-Hace años, las cosas me parecían claras: había blanco y había negro. Hoy día me doy cuenta de que no hay ni negro ni blanco, sino una situación en la cual todos podemos aportar, todos podemos ser víctimas, pero todos podemos ser parte de la solución. Por eso en mi corazón no hay rencor ni deseo de venganza; más allá del perdón, hay un inmenso amor por el ser humano.
-El recuerdo que tenemos de la Ingrid Betancourt de antes del secuestro es el de una rebelde permanentemente enfrentada al poder, al que calificaba de corrupto. Desde algún punto de vista se podría pensar que la guerrilla nos ha devuelto a una mujer sumisa a ese poder. Me explico: desde su liberación, usted no ha hecho otra cosa que fotografiarse con los seres más poderosos del planeta. No hay jefe de Gobierno ni ministro ni rey que no quiera aparecer junto usted. Esos poderosos la colman de honores, de premios, de agasajos. Podríamos decir que usted ha hecho muchos gestos al poder, pero muy pocos a los desfavorecidos, a la gente humilde, la que rezaba por su liberación y llenó las calles con su alegría cuando fue liberada.
-En estos casi tres meses de libertad me he tomado muchas fotos con gente que encuentro por la calle y que se abraza a mí. Esas fotos están en los álbumes familiares, pero no las reproduce la prensa. La visión que tiene el mundo es probablemente la que da la prensa. La visión que tengo yo es la visión de ese amor infinito de mucha gente, unos muy potentes, unos muy conocidos, otros mucho menos, otros ciudadanos de a pie, y para mí todos son iguales y a todos les agradezco por igual.
-¿Dónde hay más peligro para la integridad intelectual y moral, en la selva o en los grandes salones?
-Yo creo que el peligro está en uno mismo, en perderse, en salir de foco. El ser humano es un ser social. Lo que se ve en la selva, a nivel humano, no difiere mucho de lo que se ve fuera, salvo porque el contraste es mayor porque las relaciones son más dramáticas. Yo soy muy consciente de que en la selva fui utilizada, fui instrumentalizada, fui manipulada, y soy consciente de que aquí, en el mundo real, hay quien quiere probablemente también manipular, instrumentalizar. Pero ése es un nivel que no me interesa. Lo que estoy haciendo, lo que hago, es la consecuencia de decisiones que se nutren de las prioridades de mi corazón. Entonces me siento inmune. Estoy en un espacio donde cosas que cuentan para muchas personas ya no cuentan para mí. Tengo una gran libertad.
-Cuando era una activista política, usted se movía muy bien en el registro simbólico. Parte de su éxito se debía a actuaciones (como la huelga de hambre que llevó a cabo en el Congreso o el reparto de condones por las calles de Bogotá) que conectaban de forma directa con una parte del electorado. Ahora, quizá de tanto utilizar los símbolos, ha devenido usted misma en un símbolo. Precisamente le han concedido el Príncipe de Asturias de la Concordia como "símbolo" de la lucha por la democracia y por la libertad, además de por la fortaleza, dignidad y valentía con que se enfrentó a su cautiverio. Resulta curioso que de tanta gente como ha secuestrado la guerrilla y de tanta como, por unos medios u otros, ha sido liberada, le haya tocado a usted ese papel de símbolo. ¿A qué cree que se debe?
-No sé, no lo sé. Cuando estaba en la selva, ser símbolo se pagaba a un precio muy alto. Uno no escoge ser símbolo, pero tampoco puede quedarse en la parte negativa del símbolo, diciendo yo no soy esto, yo no soy lo otro, por qué me toca a mí... Yo lo tomo de manera diferente. Sin entender las razones por las que me tocó a mí, entiendo que es una responsabilidad. Ese espacio especial que me ha conseguido el mundo no me lo ha conseguido a mí. Como ser humano, no tengo ninguna característica especial o diferente a la de los miles de secuestrados en Colombia o en el mundo. Sobre alguien tenía que caer, como ha sucedido con otros que también son símbolos. Lo que sí tengo claro es que es una responsabilidad y, por tanto, implica ponerse al servicio de los demás, lo que me viene muy bien porque lo único que me hace a mí feliz es ayudar a los demás.
-Dígame, para terminar, ¿no se ha cortado el pelo todavía?
-Hablando de simbolismos, el pelo es un símbolo, es un calendario. Son días de secuestro, meses, años. Es una forma de recordar que los otros siguen allá, de que no se me olvide a mí, de que no se le olvide al mundo.

De los Zetas a la Ndrangheta

Publicado en Excélsior (www.exonline.com.mx) 12-Octubre-2008;
'Violencia' en Italia se escribe con ZETA
Cynthia Rodríguez, reportera.
Lo peor que le puede pasar a este país europeo es la llegada de los narcotraficantes mexicanos. Lo dice Nicola Gratteri, procurador de Calabria, región donde opera la ‘Ndrangheta, la actual reina de las mafias italianas y con la que el cártel del Golfo ha entablado contactos. El miedo no es gratuito: los sicarios nacionales han desplazado a los colombianos como proveedores de cocaína, y su desmedida violenza cada vez les da más presencia y poder entre los capos del Mediterráneo
Los zetas toman el control por la forza
Nicola Gratteri, zar antimafia de Reggio Calabria
REGGIO CALABRIA, Calabria, Italia.— A partir del Operativo Solare, en el que se descubrió que Los Zetas vendían droga a células de la mafia calabresa —la ‘Ndrangheta— las autoridades italianas han encendido la alerta por la presencia de los narcos mexicanos en esta parte del mundo.
Nicola Gratteri, procurador distrital antimafia de Reggio Calabria, asegura en entrevista exclusiva con Excélsior que lo peor que le puede pasar a Italia, con las bandas que aquí ya existen, es que ahora lleguen los traficantes mexicanos.
“Si nosotros pensáramos por un momento que en Italia pudieran llegar los mexicanos... Además de las mafias que ya tenemos, además de las colonias de colombianos y venezolanos, también hay que esperar a los mexicanos, es muy duro, pues resulta cada vez más difícil de combatir este fenómeno criminal (del trasiego de enervantes)”, señala Gratteri.
Ahora, de acuerdo con varias investigaciones, muchas de ellas conducidas por este magistrado, es la ‘Ndrangheta la organización criminal que maneja el tráfico de cocaína en Europa y cuyas ganancias representan alrededor de tres por ciento anual del Producto Interno Bruto (PIB) en Italia.
De ahí que la presencia de mexicanos preocupe a las autoridades de este país, ya que eso seguramente incrementará el consumo.
“La llegada de los mexicanos es significativa porque ha hecho bajar los costos de la droga, eso aumentaría el ingreso de cocaína en Europa y por eso estaría más grave, por lo que tenemos que pensar de manera seria este fenómeno, tanto de la parte europea como de la parte americana”, explicó .
Desde su oficina en la capital calabresa, Gra-tteri, que hace dos semanas encabezó personalmente el operativo desde Atlanta, asegura que los cárteles colombianos han delegado la distribución de droga a los mexicanos, especialmente el cártel del Golfo.
“En los últimos cinco o seis años el gobierno colombiano ha hecho una labor importante para combatir el tráfico de droga. Se comenzaron a dar duros golpes a los cárteles de Cali y Medellín. Entonces, cuando la droga ya no puede salir desde ahí, los narcotraficantes la envían a Estados Unidos desde países más al sur, como Bolivia, Perú, Chile, Brasil, Argentina y Venezuela, porque son Estados que combaten menos el tráfico de drogas.”
Explica que la relación de la ‘Ndrangheta con Sudamérica, además de con Australia y con América del Norte, es muy vieja, pues con los flujos migratorios de los siglos XIX y XX también salieron mafiosos, no sólo los millones de trabajadores que, provenientes del sur de Italia —Sicilia, Calabria o Campaña—, llegaron durante esas centurias a diversas naciones, para redefinirlas culturalmente.
“Hombres de la Cosa Nostra, de la ‘Ndrangheta, de la Sacra Corona Unita y de la Camorra son quienes han implantado sus estructuras mafiosas con los mismos usos y costumbres. En el caso de la ‘Ndrangheta, sobre todo en Canadá, en Toronto, en Estados Unidos, en Melbourne, Australia, son prácticamente clanes clonados de la ‘Ndrangheta que existe en Gioiosa Jonica —provincia de Reggio Calabria— y, entonces, es obvio que en estos lugares se hayan presentado encuentros e intercambios con la criminalidad local”.
El negocio con sudamericanos Gratteri acepta el negocio de la droga de la ‘Ndrangueta tratando de no revelar investigaciones en curso: “En el lapso de diez años nos hemos concentrado sobre los colombianos. ¿Por qué? Porque la ‘Ndrangheta logra comprar, por ejemplo, el kilo de cocaína en mil 200, mil 300 o hasta mil 800 euros, dependiendo la calidad. Todo esto se hace en la zona rosa de Bogotá, es el primer paso.
“De un kilo, cuando la cortan, se pueden producir hasta cuatro kilos y medio. La pueden rebajar tanto porque, finalmente, con 23 o 24 por ciento (de coca pura), la mezcla que vendan mantiene sus propiedades de estupefaciente.
“Ya cuando llega al resto de Italia, el gramo rebajado cuesta 50 o 60 euros; entonces, las ganancias son sorprendentes. La droga arriba a Europa, y cada vez que la ‘Ndrangheta compra la cocaína, compra de tres mil a cuatro mil kilos por vez.
“Tenemos identificados consorcios de hasta cinco familias que se juntan para estas adquisiciones. Cada una llega a comprar de 300 a 500 kilos y lo hacen continuamente, porque hay hombres de la ‘Ndrangheta que se encuentran en Bogotá trabajando como brokers”, detalló el procurador local antimafia.
El funcionario policial explica que del momento de la compra hasta la llegada al punto final pueden pasar hasta cuatro meses, pues sólo el viaje en barco implica alrededor de 22 días. “Se necesita tiempo, por eso continuamente organizan estos traslados”.
Así, la mayor parte de la droga entra vía marítima. “Llega a todos los puertos de Europa, Italia, Ámsterdam, Róterdam y, sobre todo, a España, donde hay grandes colonias de colombianos que cuidan esta mercancía. Otra frontera es África. En todo esto, hace un par de años comenzamos a ver la presencia de los mexicanos.”
—¿Quiere decir que la entrada de narcos sudamericanos en el negocio de la droga ha sido importante para que el negocio de la ‘Ndrangheta creciera en los últimos años?
Claro, porque podemos decir que el mayor negocio de la ‘Ndrangheta es la importación de la cocaína en Europa. Obviamente también se ocupan de usura, extorsiones... pero siempre son pequeñas cosas comparadas con el negocio del narcotráfico, porque la ‘Ndrangheta compra la droga en Bogotá, la cocaína a mil 800 euros el kilo; luego, ellos cortan el kilo y lo convierten en cuatro kilos y medio, que llega a las plazas de Roma, Milán o Ámsterdam a 50 euros el gramo.
—¿Cuándo se dieron cuenta de que los mexicanos estaban involucrados?
Desde hace un par de años, pero tampoco le puedo decir mucho porque son investigaciones en curso. El problema es que los colombianos han delegado a los cárteles mexicanos, específicamente al del Golfo, la distribución de grandes cantidades de droga para los Estados Unidos de América.
“Entonces, en Estados Unidos, desde hace un par de años, se dieron cuenta de que los mexicanos eran quienes ayudaban a los de la ‘Ndrangheta a distribuir la droga, entre otras cosas porque los mexicanos son más feroces, y eso los hace más famosos que los colombianos, actualmente. De esta manera, en este mercado se inmiscuyeron algunas familias de la ‘Ndragnheta en Nueva York, las cuales hicieron contactos con los mexicanos. Con esta mafia famosa por lo sanguinaria, hasta ahora han matado a más de tres mil policías. La peligrosidad es notable.”
—El procurador Piero Grasso dijo el día de la operación que lo que sobresalía era el papel de México, pero usted dice que ya desde hace unos dos años se habían dado cuenta de la participación de los mexicanos, ¿me puede decir exactamente cuál ha sido este rol?
Se sabía desde el punto de vista investigativo, pero hoy la novedad es que los cárteles colombianos han delegado los encargos a los cárteles mexicanos para el manejo de droga, es decir, su distribución, en Estados Unidos. Ahí han concretado las familias de la ‘Ndragnheta esta compra-venta de cocaína.
—¿En este operativo en especial, el Solare, participó la policía mexicana? Ellos sí, con Estados Unidos.
—¿Después de este operativo se podría decir que han acabado con la relación entre Zetas y ‘Ndrangheta? Absolutamente no. Con la entrada de los mexicanos tenemos que empezar a observar de distinta manera lo que ya veíamos, porque si antes nuestras investigaciones se concentraban en los colombianos, ahora con la presencia de los mexicanos debemos tener mucho cuidado porque comienzan a tener un papel muy importante en la distribución de cocaína, por ahora en Estados Unidos, y hay que estar atentos, concentrarse mucho más.
Lo peor que le puede pasar a este país europeo es la llegada de los narcotraficantes mexicanos. Lo dice Nicola Gratteri, procurador de Calabria, región donde opera la ‘Ndrangheta, la actual reina de las mafias italianas y con la que el cártel del Golfo ha entablado contactos. El miedo no es gratuito: los sicarios nacionales han desplazado a los colombianos como proveedores de cocaína, y su desmedida violenza cada vez les da más presencia y poder entre los capos del Mediterráneo
Los zetas toman el control por la forza
Nicola Gratteri, zar antimafia de Reggio Calabria

REGGIO CALABRIA, Calabria, Italia.— A partir del Operativo Solare, en el que se descubrió que Los Zetas vendían droga a células de la mafia calabresa —la ‘Ndrangheta— las autoridades italianas han encendido la alerta por la presencia de los narcos mexicanos en esta parte del mundo.
Nicola Gratteri, procurador distrital antimafia de Reggio Calabria, asegura en entrevista exclusiva con Excélsior que lo peor que le puede pasar a Italia, con las bandas que aquí ya existen, es que ahora lleguen los traficantes mexicanos.
“Si nosotros pensáramos por un momento que en Italia pudieran llegar los mexicanos... Además de las mafias que ya tenemos, además de las colonias de colombianos y venezolanos, también hay que esperar a los mexicanos, es muy duro, pues resulta cada vez más difícil de combatir este fenómeno criminal (del trasiego de enervantes)”, señala Gratteri.
Ahora, de acuerdo con varias investigaciones, muchas de ellas conducidas por este magistrado, es la ‘Ndrangheta la organización criminal que maneja el tráfico de cocaína en Europa y cuyas ganancias representan alrededor de tres por ciento anual del Producto Interno Bruto (PIB) en Italia.
De ahí que la presencia de mexicanos preocupe a las autoridades de este país, ya que eso seguramente incrementará el consumo.
“La llegada de los mexicanos es significativa porque ha hecho bajar los costos de la droga, eso aumentaría el ingreso de cocaína en Europa y por eso estaría más grave, por lo que tenemos que pensar de manera seria este fenómeno, tanto de la parte europea como de la parte americana”, explicó .
Desde su oficina en la capital calabresa, Gra-tteri, que hace dos semanas encabezó personalmente el operativo desde Atlanta, asegura que los cárteles colombianos han delegado la distribución de droga a los mexicanos, especialmente el cártel del Golfo.
“En los últimos cinco o seis años el gobierno colombiano ha hecho una labor importante para combatir el tráfico de droga. Se comenzaron a dar duros golpes a los cárteles de Cali y Medellín. Entonces, cuando la droga ya no puede salir desde ahí, los narcotraficantes la envían a Estados Unidos desde países más al sur, como Bolivia, Perú, Chile, Brasil, Argentina y Venezuela, porque son Estados que combaten menos el tráfico de drogas.”
Explica que la relación de la ‘Ndrangheta con Sudamérica, además de con Australia y con América del Norte, es muy vieja, pues con los flujos migratorios de los siglos XIX y XX también salieron mafiosos, no sólo los millones de trabajadores que, provenientes del sur de Italia —Sicilia, Calabria o Campaña—, llegaron durante esas centurias a diversas naciones, para redefinirlas culturalmente.
“Hombres de la Cosa Nostra, de la ‘Ndrangheta, de la Sacra Corona Unita y de la Camorra son quienes han implantado sus estructuras mafiosas con los mismos usos y costumbres. En el caso de la ‘Ndrangheta, sobre todo en Canadá, en Toronto, en Estados Unidos, en Melbourne, Australia, son prácticamente clanes clonados de la ‘Ndrangheta que existe en Gioiosa Jonica —provincia de Reggio Calabria— y, entonces, es obvio que en estos lugares se hayan presentado encuentros e intercambios con la criminalidad local”.
El negocio con sudamericanos Gratteri acepta el negocio de la droga de la ‘Ndrangueta tratando de no revelar investigaciones en curso: “En el lapso de diez años nos hemos concentrado sobre los colombianos. ¿Por qué? Porque la ‘Ndrangheta logra comprar, por ejemplo, el kilo de cocaína en mil 200, mil 300 o hasta mil 800 euros, dependiendo la calidad. Todo esto se hace en la zona rosa de Bogotá, es el primer paso.
“De un kilo, cuando la cortan, se pueden producir hasta cuatro kilos y medio. La pueden rebajar tanto porque, finalmente, con 23 o 24 por ciento (de coca pura), la mezcla que vendan mantiene sus propiedades de estupefaciente.
“Ya cuando llega al resto de Italia, el gramo rebajado cuesta 50 o 60 euros; entonces, las ganancias son sorprendentes. La droga arriba a Europa, y cada vez que la ‘Ndrangheta compra la cocaína, compra de tres mil a cuatro mil kilos por vez.
“Tenemos identificados consorcios de hasta cinco familias que se juntan para estas adquisiciones. Cada una llega a comprar de 300 a 500 kilos y lo hacen continuamente, porque hay hombres de la ‘Ndrangheta que se encuentran en Bogotá trabajando como brokers”, detalló el procurador local antimafia.
El funcionario policial explica que del momento de la compra hasta la llegada al punto final pueden pasar hasta cuatro meses, pues sólo el viaje en barco implica alrededor de 22 días. “Se necesita tiempo, por eso continuamente organizan estos traslados”.
Así, la mayor parte de la droga entra vía marítima. “Llega a todos los puertos de Europa, Italia, Ámsterdam, Róterdam y, sobre todo, a España, donde hay grandes colonias de colombianos que cuidan esta mercancía. Otra frontera es África. En todo esto, hace un par de años comenzamos a ver la presencia de los mexicanos.”
—¿Quiere decir que la entrada de narcos sudamericanos en el negocio de la droga ha sido importante para que el negocio de la ‘Ndrangheta creciera en los últimos años?
Claro, porque podemos decir que el mayor negocio de la ‘Ndrangheta es la importación de la cocaína en Europa. Obviamente también se ocupan de usura, extorsiones... pero siempre son pequeñas cosas comparadas con el negocio del narcotráfico, porque la ‘Ndrangheta compra la droga en Bogotá, la cocaína a mil 800 euros el kilo; luego, ellos cortan el kilo y lo convierten en cuatro kilos y medio, que llega a las plazas de Roma, Milán o Ámsterdam a 50 euros el gramo.
—¿Cuándo se dieron cuenta de que los mexicanos estaban involucrados?
Desde hace un par de años, pero tampoco le puedo decir mucho porque son investigaciones en curso. El problema es que los colombianos han delegado a los cárteles mexicanos, específicamente al del Golfo, la distribución de grandes cantidades de droga para los Estados Unidos de América.
“Entonces, en Estados Unidos, desde hace un par de años, se dieron cuenta de que los mexicanos eran quienes ayudaban a los de la ‘Ndrangheta a distribuir la droga, entre otras cosas porque los mexicanos son más feroces, y eso los hace más famosos que los colombianos, actualmente. De esta manera, en este mercado se inmiscuyeron algunas familias de la ‘Ndragnheta en Nueva York, las cuales hicieron contactos con los mexicanos. Con esta mafia famosa por lo sanguinaria, hasta ahora han matado a más de tres mil policías. La peligrosidad es notable.”
—El procurador Piero Grasso dijo el día de la operación que lo que sobresalía era el papel de México, pero usted dice que ya desde hace unos dos años se habían dado cuenta de la participación de los mexicanos, ¿me puede decir exactamente cuál ha sido este rol?
Se sabía desde el punto de vista investigativo, pero hoy la novedad es que los cárteles colombianos han delegado los encargos a los cárteles mexicanos para el manejo de droga, es decir, su distribución, en Estados Unidos. Ahí han concretado las familias de la ‘Ndragnheta esta compra-venta de cocaína.
—¿En este operativo en especial, el Solare, participó la policía mexicana? Ellos sí, con Estados Unidos.
—¿Después de este operativo se podría decir que han acabado con la relación entre Zetas y ‘Ndrangheta? Absolutamente no. Con la entrada de los mexicanos tenemos que empezar a observar de distinta manera lo que ya veíamos, porque si antes nuestras investigaciones se concentraban en los colombianos, ahora con la presencia de los mexicanos debemos tener mucho cuidado porque comienzan a tener un papel muy importante en la distribución de cocaína, por ahora en Estados Unidos, y hay que estar atentos, concentrarse mucho más.
Lo peor que le puede pasar a este país europeo es la llegada de los narcotraficantes mexicanos. Lo dice Nicola Gratteri, procurador de Calabria, región donde opera la ‘Ndrangheta, la actual reina de las mafias italianas y con la que el cártel del Golfo ha entablado contactos. El miedo no es gratuito: los sicarios nacionales han desplazado a los colombianos como proveedores de cocaína, y su desmedida violenza cada vez les da más presencia y poder entre los capos del Mediterráneo

De Italia a Michoacán



La Familia-Los Zetas-La Ndrangheta
ARRAIGO EN CONTRA DEl Wencho y compañía
Domingo, 12 de Octubre de 2008 Boletín 834/08
La Procuraduría General de la República informa que el Fiscal de la Federación adscrito a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), que derivado de la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/338/2008 solicitó y obtuvo del Juez Federal Quinto de Procesos Penales Federales la orden cautelar de arraigo por un término de 20 días en contra de Wenceslao Álvarez Álvarez, "Wencho" y/o "W" y/o "Doble", Fernando Pérez Vázquez alias "El Gordo", Jorge Espejo alias "Notas", Fidel Herrera Paz alias "Fide" o "Pille" y Mario Botello Rivera alias "Botello", a quienes se les investiga por los delitos de Delincuencia Organizada y los que resulten.
La información policial, de inteligencia y de investigación judicial señala que Wenceslao Álvarez Álvarez controla operaciones de compra, recepción, transporte y trasiego de marihuana y cocaína hacia los Estados Unidos de América; es uno de los negociadores de la organización criminal de "La Familia" para comprar drogas en México y en otros países; de coordinar la recepción de envíos de dinero de los Estados Unidos hacia México, y realizar diversas transacciones financieras para ocultar y lavar capitales provenientes del tráfico de drogas transnacional.
El intercambio de información de inteligencia, judicial y operativa que tiene México con otros países para combatir las operaciones internacionales de drogas y capitales ilícitos, señala que la célula de Wenceslao Álvarez también está asociada de tiempo atrás con la organización criminal del "Cartel del Golfo", y apoya las operaciones de este grupo para introducir marihuana y cocaína a los Estados Unidos y realizar transacciones financieras, suministrándole estupefacientes y manejo de dinero de esa organización. En ese sentido, la información disponible indica que a la célula operativa que comanda Wenceslao Álvarez Álvarez, le fueron asegurados 7.6 millones de dólares el pasado 16 de septiembre en la ciudad de Atlanta, Georgia, en el marco del "Operativo Project Reckoning", coordinado por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) en el vecino país del norte, y que culminó con el arresto de individuos identificados como "La Familia" y el "Cartel del Golfo". Cabe mencionar que el Gobierno de los Estados Unidos de América, a través del Procurador de Justicia Michael Mukasey, anunció ese mismo día el inicio de dos juicios criminales en su país –indictments- en contra de diversos miembros de la organización criminal del "Cártel del Golfo", agradeciendo públicamente el intercambio de información judicial y de inteligencia de México e Italia, que había permitido tanto la realización del Operativo, como el inicio de los juicios.
En este marco de colaboración mutua y alianzas estratégicas entre la justicia de ambos países, es importante subrayar que la PGR tiene ordenes de aprehensión vigentes, en contra de prácticamente todos los miembros del "Cartel del Golfo" mencionados en el juicio criminal iniciado en septiembre pasado en el país del norte. Un antecedente de un mecanismo similar de cooperación judicial binacional entre México y Estados Unidos tuvo lugar en el año del 2003, cuando se anunció el inicio de un juicio criminal en la Corte Federal del Distrito Sur de California, en San Diego, en contra de la organización criminal "Arellano Félix".
En virtud de esa colaboración binacional de las instituciones de justicia de ambos países, a la fecha han sido llevados a juicio varios de los integrantes de esa organización, capturados por las corporaciones de seguridad estadounidenses, y México ha otorgado la extradición de otros criminales del mismo grupo "Arellano Félix", para comparecer ante el Juzgado de California y, en la cobertura estratégica binacional impulsada por las instituciones de procuración de justicia de ambos países, la PGR mantiene vigentes las ordenes de aprehensión en contra de los integrantes del "Cartel Arellano Félix" que no han sido detenidos, para llevarlos ante la autoridad judicial mexicana que los reclama.
A partir de la información disponible y de la identificación de sus movimientos y transacciones, Wenceslao Álvarez venía siendo investigado por la PGR y cuando se conoció que vendría a la ciudad de México acompañando a un club deportivo profesional -al parecer de su propiedad- a jugar un encuentro en el sur de la ciudad, fue desplegado un operativo para cumplir una orden de localización y presentación girada por el Fiscal de la Federación de SIEDO, tras la aprehensión se le llevó a comparecer ante el Ministerio Publico de la Federación en las instalaciones de la Subprocuraduría, por elementos de la Agencia Federal de Investigación. La Procuraduría General de la República reitera que continuará desplegando todo su esfuerzo contra toda organización criminal que atente contra la seguridad, confianza y tranquilidad de la sociedad, sin distinción alguna.
Sobre Projet Reckoning (proyecto cálculo).
http://fredalvarez.blogspot.com/2008/09/projet-reckoning-clculo.html)
***

Wencho’ tenía un año en la mira

Wenceslao Álvarez Álvarez, alias El Wencho o El Wuenchis, recién detenido y presunto dueño del equipo de futbol Mapaches de Nueva Italia, de la Segunda División del futbol mexicano, estaba ubicado desde hace un año por los servicios de inteligencia del gobierno mexicano como el principal operador del cártel del Golfo en el municipio michoacano de Múgica

Nota de Alejandro Jiménez El Universal Sábado 11 de octubre de 2008;

Wenceslao Álvarez Álvarez, alias El Wencho o El Wuenchis, recién detenido y presunto dueño del equipo de futbol Mapaches de Nueva Italia, de la Segunda División del futbol mexicano, estaba ubicado desde hace un año por los servicios de inteligencia del gobierno mexicano como el principal operador del cártel del Golfo en el municipio michoacano de Múgica.
De acuerdo con una radiografía de los cárteles de la droga que tienen su sede y disputan el estado de Michoacán, Álvarez aparece adscrito a una de las células de trasiego de droga y lavado de dinero en ese municipio, que hace un año servían al cártel del Golfo, encabezado a nivel nacional por el hermano de Osiel Cárdenas, Ezequiel, Tony Tormenta hoy aliado de los hermanos Beltrán Leyva.
Con los reacomodos internos dentro de ese cártel, producto de la detención, en enero de 2008, de Héctor Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo y de la cada vez más autónoma operación de su brazo armado, Los Zetas, los cabecillas del narcotráfico que operaban en Michoacán se fueron reubicando, de tal manera que El Wuenchis quedó dentro de una célula de Los Zetas adscrita a su vez a una de las cuatro escisiones que sufrió el cártel de La Familia conocida como de los “históricos”, llamada así porque tuvo su origen en el cártel del Golfo.
Esta facción es la misma a la que pertenecen los sicarios detenidos en Apatzingán, confesos de haber lanzado las granadas que mataron a ocho personas la noche de la ceremonia del Grito en la plaza Melchor Ocampo de Morelia, el pasado 15 de septiembre.
Se dedican a mover grandes cantidades de marihuana y precursores químicos para elaborar drogas sintéticas y disputan la plaza al cártel del Milenio y sobre todo al de Sinaloa, del Chapo Guzmán, que en la entidad incluso armaron un comando conocido como de Antizetas, lo que ha hecho que la disputa por la plaza sea cruenta.
El seguimiento oficial al Wencho y a los demás operadores del cártel del Golfo, municipio por municipio, no implicaba su detención inmediata, sino el seguimiento de sus movimientos delincuenciales y el entendimiento de su red de lavado de dinero, vía la adquisición de establecimientos comerciales con apariencia lícita y la compra venta de divisa extranjera.
Fue precisamente la adquisición del equipo de Mapaches de Nueva Italia, del municipio de Múgica, Michoacán, lo que confirmaría uno de los negocios para lavado de dinero por parte de La Familia, quien habría encargado su administración a El Wuenchis. El equipo acababa de ascender a Segundo División, proveniente de la Tercera, apenas en 2007.
Wenceslao Álvarez y seis personas más, continúan en las instalaciones de la SIEDO, rindiendo su declaración, bajo la averiguación previa AP/PGR/SIEDO/UEIDCS/338/2008.

Le Clezio

¿Francés o mexicano?/Jean Meyer,
Publicado por El Universal (www.eluniversal.com.mx), 12 de octubre de 2008;
Octavio Paz estará contento de saber que el Nobel de Literatura ha sido otorgado a Jean-Marie Le Clezio; hace muchos años, él, que acababa de recibir la misma distinción, confiaba que algún día le tocaría a un Le Clezio que consideraba como el mejor prosista de la lengua francesa en la segunda mitad del siglo XX. Pero el nuevo Nobel es mexicano más allá de la bendición del gran Octavio. Lo es desde su llegada accidental a la capital de México, de la Nueva España, de la antigua confederación azteca, en 1967.
La lista sería demasiado larga de los libros, capítulos de libros y textos variopintos escritos por él sobre México, sin contar una tesis de doctorado sobre “La relación de Michoacán”, que nos remite al mundo prehispánico y también a la Conquista. Tiempos y lugares de la América indígena, mestiza, criolla se encuentran en una vasta obra que abarca tanto a los indios huicholes como a los del Darien, a los campesinos de Michoacán como a los habitantes de la megalópolis mexicana.
Ciudadano del mundo que escribe con la misma fuerza generosa sobre Nigeria o el Sahara, el océano Índico, el Mediterráneo de Niza o el Atlántico de Bretaña, Le Clezio, quien ha pasado muchos años con su familia en la provincia mexicana, ha resucitado para el lector el mundo maya de los rebeldes indómitos del siglo XIX en Yucatán, y también al México ensangrentado del 2 de octubre de 1968.
Evoca como nadie el silencio del día, el verdadero silencio del altiplano mexicano, así como el ruido vesperal, ruido de agua, de viento, pasos sobre las piedras del callejón, ruido de los caminos en los cuales camiones pesados se esfuerzan. Y también los olores, de la tierra mojada, del moho en los cuartos fríos, de los caballos, puesto que México es todavía un país de caballos. Cito: “Como en todas partes en las regiones tradicionales, el hombre, de repente, a la vuelta de un camino, se vuelve centauro… En México los sueños son infinitos como los pasos de los danzantes”.
Autor de El sueño mexicano, Tres ciudades santas, Revoluciones, La fête chantée, ha dedicado libros enteros, cuentos y fragmentos a nuestro país. Adolfo Castañón lo recuerda “atravesando los largos pasillos de madera oscura del pequeño Fondo de Cultura antiguo en avenida Universidad. Va vestido de blanco. Es alto, rubio y silencioso. Camina lentamente pero sin detenerse. Va a visitar a Jaime García Terrés. No habla con nadie. Es como una aparición. Le gusta recorrer el desierto, el campo. Apenas pasa unos días en la ciudad y vuelve a desparecer. Es rubio pero tiene algo de indígena, como si no fuese en realidad francés sino un indio albino o como si hubiese perdido el color y estuviese pálido de tanto habitar en el fondo de una gruta”. Efectivamente, tan pronto como había terminado con ciertas visitas en la ciudad de México, por ejemplo con el muy querido Louis Panabière, un día director de una Alianza francesa, el otro director del IFAL, corría a Chan Santa Cruz o a San José de Gracia, Michoacán.
México en general, Michoacán en particular, pueden sentirse felices con ese premio Nobel porque les toca y nos toca. San José de Gracia, el pueblo en vilo de Luis González (y Armida de la Vara, la sonorense de Opodepe, naturalizada michoacana), Zamora, sede de El Colegio de Michoacán, fundado por don Luis, un colegio que durante largas temporadas, cada año, frecuentó Le Clezio; Jacona, con su casa, Tarecuato, que lo veía visitar muy seguido a don Daniel, su profesor en lengua purépecha, la meseta tarasca que recorría sin cansarse nunca.
Hay que saber que en 1963, a los 23 años, él ganó con su primera novela un premio parisino de mucho prestigio. No por eso, sino porque era un gran lector, el general De Gaulle, entonces presidente de Francia, manifestaba su admiración a sus visitantes y les recomendaba la lectura del joven Le Clezio.
Veinte años después, con 20 libros publicados, nuestro Nobel descubrió con admiración a “Mama Rosa”, Rosa Verduzco, la madre poderosa de la Gran Familia, un orfanato que contaba entonces con 300 niños, bebés y adolescentes, niños y niñas (hoy son 600 y Mama Rosa sigue en la raya): “No lo decía a nadie, pero lo pensaba sin parar y la idea crecía, con ella, se volvía más fuerte, más precisa. Algún día tendría niños. No tendría niños de propietarios y notarios, futuros doctores o negociantes de fresas. No, éstos iban a ser sus hijos, estos pequeños maleantes con la cara ennegrecida, enfermos y flacos como gatos perdidos, éstos que sabían sólo palabras feas y blasfemas, que eran capaces de mentir, robar, hasta matar”. Un premio Nobel que conoce y ama a nuestro México profundo.
jeanmeyer@cide.edu
Profesor investigador del CIDE

Reflexiones sobre ética, economía y asistencia

El arzobispo de Dublín saca lecciones de la crisis financiera
Reflexión sobre ética, economía y asistencia
Reflexiones de monseñor Diarmuid Martin, arzobispo de Dublín (Irlanda), a raíz de la crisis financiera global, publicado por la agencia Zentit; 12/10/2008;
* * *
La economía tiene una función social. El desarrollo económico, no importa lo importante que sea, simplemente nunca es un fin en sí mismo. Debería llevar a la equidad social, a un desarrollo equitativo de la sociedad y a mejorar a la gente y a las estructuras humanas que consolidan la sociedad. El desarrollo económico trae siempre consigo responsabilidad social. El desarrollo descontrolado rara vez ha producido sostenibilidad.
Si me pidieran una descripción del desarrollo económico descontrolado, volvería mi vista a la Torre de Babel. El relato bíblico habla de personas que sintieron que tenían la capacidad de construir una torre que pudiera unir el cielo y la tierra. Cuando la gente piensa que puede mantener un desarrollo descontrolado, con demasiada frecuencia lo que ocurre es aquello que ocurrió en Babel - la torre se colapsa y la gente acaba dividida.
No querría caer en el "ya lo había dicho"; lejos de mí. El mercado es vital, pero el mercado tiene una función esencialmente social. Sólo puede funcionar en un marco ético y jurídico donde se proteja al vulnerable y se frene la arrogancia natural del poderoso. Hoy vemos cómo la mala conducta individual burda y sin control en la actividad del mercado afecta la estabilidad de las empresas, pero también de los países y luego de los hombres y mujeres que componen la sociedad en la que vivimos. Los hombres de negocios irresponsables no sólo juegan con el futuro de una gran empresa multinacional - están afectando quizá las vidas de todas las personas del mundo.
Es necesario que el gobierno y que el mundo de los negocios trabajen juntos. El gobierno y los negocios tienen el mismo interés, en muchos sentidos, cuando se habla de desarrollo económico. Esto significa que puede haber un interés corporativo legítimo en limar aspectos del ambiente político-económico. Pero este interés puede fácilmente volverse dañino si existen insuficientes mecanismos reguladores. La especulación del mercado sin regular o la interferencia injusta en el derecho de competencia dañan la economía. Pero los gobiernos poderosos pueden también caer presas de la corrupción. Necesitamos a ambos, al mercado y al gobierno.
Necesitamos el mercado y necesitamos un mercado que tenga la libertad de operar como debe. Necesitamos también al gobierno. Un gobierno menor puede ser más deseable que algunas de las experiencias pasadas de interferencias gubernamentales masivas e improductivas en la sociedad y en el mercado. Pero la falta de un gobierno eficaz es igualmente desastrosa, tanto como un gobierno ineficaz. El gobierno es esencial para garantizar el marco ético y jurídico dentro del cual el mercado puede florecer y dentro del cual se puede fomentar un comportamiento ético en el mercado.
Algunos dirían - y, hasta cierto punto, con razón - que llevar adelante un buen negocio significa asegurar las ganancias de los accionistas, logrando un beneficio a base de proporcionar un producto o servicio de calidad y que, por supuesto, esto implica también crear empleo. El mercado implica riesgo, dirían, y nadie debe quejarse cuando la persona que asume el riesgo logre un buen beneficio. Esa ha sido la manera en que tradicionalmente los hombres de negocios han considerado los buenos negocios. Y a cualquier persona que ha desafiado dicho punto de vista se le ha recordado - y con razón - que acabar con el negocio aumentando los costes no ayuda a nadie.
Por otra parte, hay muchos, yo mismo incluido, cuya conciencia está inquieta por el malestar de los enormes beneficios y subrayan que los negocios debe estar enmarcados en la realidad de la sociedad y comparten su responsabilidad con la sociedad. De alguna forma, parte de dichos beneficios deberían dirigirse no sólo a los accionistas sino también a preocupaciones más amplias de la sociedad en la que se encuadran los negocios y de la que ellos se benefician. La inversión se verá atraída por aquellos lugares donde esté disponible una fuerza de trabajo creativa e innovadora. ¿Pero pueden simplemente los negocios dar esto por sentado y pedir menos gobierno, lo que hará que éste sea menos capaz de proporcionar la inversión necesaria en el campo de la educación e investigación que hace posible en primer lugar un desarrollo sólido? Cada uno debe asumir su responsabilidad.
Necesitamos también la ley, necesitamos la aplicación de la ley, y necesitamos ambas cosas en una arquitectura de negocios que se ha vuelto internacional y que va más allá de las fronteras nacionales- Es interesante observar que el crimen organizado fue el primero en darse cuenta de las ventajas de la globalización. No me refiero sólo a los traficantes de drogas y de armas, sino también a las nuevas formas de especulación irresponsable y comportamiento deshonesto dentro de la comunidad empresarial. Un marco ético no es sólo palabras bonitas en un pedazo de papel o la declaración de una misión sino que es algo que debe integrarse en el trabajo de la gente y en su papel en la sociedad. La nueva naturaleza globalizada de la economía requiere nuevas estructuras a nivel internacional para combatir el comportamiento irresponsable.
¿Qué puede y qué debe decir un líder religioso en la actual situación? ¿Debería dejárselo a los "expertos" y encerrarse en la sacristía? ¿Pueden influir los valores religiosos en la estabilidad económica y social?
La labor de las iglesias cristianas es predicar el mensaje del Evangelio. Este es un mensaje que va dirigido a cada individuo y que tiene implicaciones sociales para quienes siguen el mensaje de Jesucristo. El mensaje básico de las iglesias cristianas es el amor de Dios, y hay dos características del amor de Dios que creo que son especialmente interesantes en el mundo moderno. Una es la gratuidad.
Dios ama a las personas sin ninguna condición. Basta recordar el relato del Hijo Pródigo, que vuelve a casa para encontrarse que su padre está allí, esperándole. El hijo tiene preparado su pequeño discurso de excusa, pero no tiene que usarlo. El hijo es acogido - esa es la gratuidad, ir más allá de lo que se espera o de lo necesario. La otra es la sobreabundancia. El amor de Dios te sorprende - es tan generoso que te hace que caigas de cabeza.
Estos dos valores se encuentran opuestos a la sociedad de consumo dirigida por el mercado en el que cada cosa se mide de forma precisa. Si la etiqueta dice 16 onzas, no quieras una onza más. Si viviéramos verdaderamente en un ambiente como éste, donde sólo tiene lo que has pagado y nada más, ninguno de nosotros estaríamos donde estamos hoy. El mundo necesita los valores que crean generosidad; que hacen que te preocupes de otra persona aunque sea débil; que te motivan a hacer una enorme inversión en una persona.
El mercado es un instrumento extraordinariamente eficaz. Pero hay necesidades humanas básicas que no pertenecen al mundo del mercado, que no pueden comprarse o venderse como productos. Para ellas necesitamos algo más. La economía cumplirá su pape si está complementada por un gobierno eficaz, pero también por una sociedad con corazón y con generosidad. Estos últimos se necesitarán cada vez más en estos tiempos difíciles.
Traducción de Justo Amado

Lectura de la Biblia

Los frutos de "La Biblia, de día y de noche
"Durante una semana se han recitado pasajes bíblicos en una iglesia de Roma
ROMA, domingo, 12 de octubre de 2008 (
ZENIT.org).-Una pantalla gigante, un puesto grande de venta de la Biblia en varios idiomas, decenas de policías y religiosos voluntarios que controlan la entrada y una fila de peregrinos y turistas de todas las edades, es el ambiente que se percibía en la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén en la ciudad de Roma.
Del 5 al 11 de octubre este templo ha permanecido abierto al público para transformarse en escenario de un hecho sin precedentes: la lectura ininterrumpida de la Biblia.
El evento se ha realizado en el contexto del Sínodo de Obispos sobre la Palabra de Dios y que comenzó el domingo pasado. La lectura comenzó cuand Benedicto XVI leyó el primer capítulo del Génesis y terminó este sábado hacia la una de la tarde con la lectura del último capítulo del Apocalipsis, acargo del secretario de estado, el cardenal Tarcisio Bertone.
"Me ha impresionado cómo esto ha convocado a tanta gente. Tal vez vienen unos por curiosidad pero de una u otra manera se comienza a hacer evangelización", dijo a Zenit la hermana mexicana Julia Araceli de la comunidad de Religiosas Franciscanas de Nuestra Señora del Refugio.
Voces con diferentes tonos y acentos se han hecho durante una semana portadoras de la Palabra de Dios en medio de este templo rodeado de arte, espiritualidad e historia, donde se encuentran, según dice la tradición, las reliquias de la cruz de Jesús, que santa Elena, la madre del emperador Constantino, trasladó de Jerusalén a Roma en el siglo VI. El evento se ha transmitido por Internet por el canal público de la televisión italiana,
www.rai.it.
"Descubro que este maratón de La Biblia de día y de noche, es un óptimo encuentro para escuchar los textos sagrados simplemente haciendo clic en la computadora en cualquier momento sea de día o de noche. ¿Qué otra oportunidad tienes para escuchar de día y de noche la Palabra de Dios? En el fondo se trata de un amigo que te habla interiormente", dice Henriette Sacchetti, una de las personas que han leído pasajes que pertenece a la Asociación de María Inmaculada.
Una Palabra universal
Durante la jornada inaugural un anciano, una mujer, un joven y una niña llevaron la Biblia al atril, por donde han pasado 1.200 lectores --cada uno ha leído un capítulo y algunos lo han hecho en pareja o en familia-- de 50 países distintos.
No ha habido distinción de raza, edad, trabajo, e incluso de religión --en la lectura han participado judíos, ortodoxos, luteranos, adventistas del séptimo día entre otros credos--.
Cada 90 minutos había una intervención musical con cantos que hacían alusión a pasajes bíblicos. La primera estuvo a cargo del cantante italiano Andrea Bocelli.
Otras personas del mundo del arte, la política, el deporte y la Iglesia también participaron como el actor y director de cine Roberto Benigni, los deportistas Maurizio Sarmento y Veronica Calibrese, ambos medalla de plata en taekwondo; el embajador de Israel ante la Santa Sede, Mordechay Lewy, así como 40 padres sinodales.
Igualmente han leído varios fundadores y presidentes de movimientos eclesiales como Kiko Arguello, del Camino Neocateumenal, don Julián Carrón, presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación, y Maria Voce, presidente del Movimiento de los Focolares.
Ismael, un paciente marroquí, de 17 años, leyó desde el hospital del Niño Jesús, en directo por teléfono, el primer capítulo de la primera carta de San Pablo a Timoteo.
"Para mí es un honor prestar mi voz a la lectura de la Palabra de Dios --dijo a Zenit el profesor Cosmo Gallustio, director del periódico La Attualità, quien leyó el pasaje de la multiplicación de los panes y la curación del ciego de nacimiento--. Estos textos me dicen a mí que no me debo preocupar tanto por los bienes terrenales. Son cosas que van y vienen. Debemos preocuparnos por entender el Reino de Dios y su justicia. Todo lo demás nos será dado por el amor inmenso del Creador".
También participaron en la lectura directores de otros periódicos como "Il Messaggero" de Roma, Roberto Napolitano; "Il Tempo" de Roma, Giuseppe Sanzotta, o "L Osservatore Romano", diario de la Santa Sede, el profesor Giovanni Maria Vian.
Entre 4 y 8 minutos duró la intervención de cada lector. La convocatoria se hizo a través de Internet desde el pasado mes de agosto.
"Recuerdo que hace unos 20 años, en una penitencia, mi director espiritual en una confesión me dijo que leyera un texto en una misa familiar. Esto me costó muchísimo. En cambio ahora leer la Palabra de Dios es un servicio que hago con gratitud para responder a las oraciones que pido por mis intenciones. Por eso, esta vez he entendido que se trata de una nueva misión", aseguró la lectora Henriette Sacchetti.
El secretario general del Sínodo de los Obispos, el arzobispo Nikola Eterovic, quien también participó en la iniciativa, informó a la asamblea sinodal que los confesores de la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén han confesado a muchos penitentes durante esta semana de lectura bíblica.
Por Carmen Elena Villa Betancourt

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