¡Paisano ese no soy yo, me estás confundiendo!, le dije cariñosamente.
Formo parte desde hace años de una red de sinaloenses radicados en la Ciudad de México; de "amigos" del Puerto de Mazatlán.
Nos reunimos una vez al mes -el último sábado-, para beber café, desayunar, charlar, cantar, escuchar y, a veces hasta para recitar poemas.
Y cuando la noche del jueves 27 de marzo de 2008, Susana Thompson, me habló por teléfono para recordarme que no faltara al compromiso, me sorprendió no lo tenía agendado, confieso: mea culpa.
Había hecho un compromiso distinto -no siempre voy a esos encuentros,-, pero -siempre hay un pero-, cuando supe que la reunión era con el escritor sinaloense Elmer Mendoza cancelé todo y llegue más que puntual..
Había hecho un compromiso distinto -no siempre voy a esos encuentros,-, pero -siempre hay un pero-, cuando supe que la reunión era con el escritor sinaloense Elmer Mendoza cancelé todo y llegue más que puntual..
Y es que Elmer y yo teníamos que habernos conocido hace tiempo.
Pero bueno, así son las cosas y ese día se dieron.
Elmer es dramaturgo, cuentista, y sobre todo un promotor cultural; ama a Sinaloa como muchos.