Los
límites de las encuestas/Kiko Llaneras es ingeniero y analista de datos.
En
estas elecciones, además de las encuestas fallamos los analistas. Entre todos
—periodistas, politólogos, comentaristas— casi dimos por sentado un resultado,
aunque sabíamos, ¡por experiencia!, que los sondeos ni son precisos ni son
exactos.
Es
evidente que las encuestas fallaron. Infraestimaron al Partido Popular y
sobrestimaron a Unidos Podemos, que logró cuatro puntos menos de lo presagiado
por los sondeos. En el debate público se dio el sorpasso casi por seguro, pero
en realidad el sorpasso no se produjo.
Pero
esos errores no debieron cogernos tan por sorpresa. En 2011, el PSOE mejoró los
datos de las encuestas en dos o tres puntos. En 2014, Podemos entró en el
Parlamento Europeo batiendo a los sondeos por cinco puntos y el PP se quedó
siete por debajo. En 2015, Podemos obtuvo dos puntos menos de lo previsto en
las elecciones andaluzas, y Ciudadanos tres más en las catalanas. Unos meses
antes, Ada Colau batió a las encuestas por tres puntos y Manuela Carmena casi
por diez.