12 ago 2007

Investigación en el TEPJF

Boletín de Prensa No. 067/2007
México, D.F., a 12 de agosto de 2007
En cumplimiento con el compromiso frente a la transparencia y a la rendición de cuentas, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) informa en torno al estado que guarda la denuncia de hechos sobre posibles irregularidades cometidas durante el proceso de búsqueda de un inmueble para albergar diversas oficinas administrativas y la Sala Regional correspondiente a la Cuarta Circunscripción Plurinominal.
Con fecha 6 de julio de 2007 se presentó ante el entonces presidente del TEPJF una denuncia en la que se le hizo del conocimiento la comisión de posibles actos de corrupción durante la búsqueda del inmueble de referencia.
El Dr. Flavio Galván remitió, en la misma fecha, a la Contraloría Interna del TEPJF dicha denuncia a efecto de que procediera como en derecho corresponde, la cual inició el procedimiento administrativo procedente.

Lula Da Silva

Sin embargo, sólo al 10 por ciento de los norteamericanos les suena el nombre de Lula da Silva.
Un estudio, dado a conocer este doming, y realizado por el grupo Zogby International y el centro de estudios Diálogo Interamericano, muestra que a tan solo el 10 por ciento de los entrevistados les sonaba el nombre Luiz Inacio Lula da Silva, presidente de Brasil. En el caso de México, el porcentaje de personas que reconocían estar familiarizados con el nombre del jefe de Estado, Felipe Calderón, ascendía al 20 por ciento.
Luis Inacio Lula Da Silva: Un mito viviente/José Vales, corresponsal de El Universal.
El Universal, Domingo 12 de agosto de 2007
BUENOS AIRES.— ¿Qué más se puede decir de un hombre que construyó su liderazgo con pobreza, derrotas electorales y una invulnerabilidad para las denuncias, en proporciones similares y que no lo rozan por más letales que éstas sean? Lo que dicen muchos brasileños, incluso respetados analistas y hasta enemigos políticos, es que el presidente es un “mito político”, solo diferenciado de Getulio Vargas (1930-1945 y 1950-54) y Juscelino Kubischek (1956-61), que él es “un mito viviente”, revestido con el aura de aquellos que nada los tumba o los lastima y actor preponderante de la escena política de su país y de la geopolítica regional.
Luiz Inacio da Silva, apellido común si los hay en Brasil, es el séptimo hijo de una pareja de campesinos analfabetos del pequeño poblado de Garanhuns, en el sertao pernambucano. Como el resto de la familia, tenía un sobrenombre: Lula (Calamar), el que con el tiempo no sólo añadió legalmente a su identificación, sino que supo convertirlo en la marca registrada de una forma de hacer política en el país del subcontinente sudamericano.
La de Lula es una historia digna de novela. El joven surgido de los extractos más bajos de la sociedad que llega a la Presidencia vía el sindicalismo. Fue en 1980 cuando su nombre comenzó a sonar en Brasil, durante la huelga del ABC paulista e industrial contra la dictadura militar. Un Lula, más gordo y joven, líder de los metalúrgicos quedó grabado en el inconsciente de la sociedad brasileña subido en el palco arengando a más de 100 mil obreros en el estadio de Vila Euclides. A partir de ahí, la creación de la Central Única de Trabajadores (CUT), la fundación del Partido de los Trabajadores, sus tres derrotas en elecciones presidenciales y su bulliciosa llegada al poder el 1 de enero de 2002, sólo comparada con la de Nelson Mandela en 1994. El Lula presidente que no perdió ese carisma a prueba de todo, pero sí el pudor para confesar que nunca fue de izquierda, como casi todo el mundo creía. Un político que, fiel a su origen sindical, hizo de la negociación un arte. Lo que explica que haya convencido a empresarios y banqueros, al establishment en su conjunto, de que un gobierno suyo no sería un peligro o de mantener una relación de cercanía con George Bush.
Su primer mandato estuvo signado por haber reducido el número de pobres (11 millones), si bien no al ritmo que lo había prometido, y por sucesivas denuncias de corrupción en su entorno.
Sus primeros meses de su segundo mandato, que comenzó en enero, están marcados por el Plan de Aceleración del Crecimiento Económico (PAC) —con el que busca mejorar los índices de crecimiento y de pobreza— y la crisis área que ya se cobró (en dos accidentes) 352 víctimas.
Por tamaño y por peso económico, Brasil lidera en Sudamérica. Lula se propuso revitalizar ese liderazgo en hechos concretos. Pero en esa empresa sufrió sucesivos traspiés. Las cada vez más frecuentes desavenencias con su par venezolano, Hugo Chávez, y la promocionada nacionalización del gas boliviano anunciada el 1 de mayo de 2006 por Evo Morales.
En estos días fueron los primeros efectos del acercamiento a la administración de Felipe Calderón. Chávez sorprendió al anunciar el restablecimiento del nivel de las relaciones con México, al advertir la jugada del “amigo Lula”, como lo llama cuando quiere poner distancia con Brasil, cuyo Congreso viene impidiendo el ingreso de Venezuela al Mercosur.
Ese es justamente el rol que Washington esperaba de su principal aliado sudamericano. El de articular una política que contenga las sobreactuación de Caracas.

El caso de Alejandro Ortíz

Seguimiento a la muerte de Alejandro Ortíz en la frontera norte.
Ramiro Cordero, vocero de la Patrulla Fronteriza en el sector de El Paso, Texas, dijo este viernes 10 de agosto que la acción realizada por los elementos de la "Border" se justifica, ya que ellos aplicaron las normas vigentes porque solamente repelieron la agresión que realizaron en su contra al arrojarles piedras. (¡Increíble!); agregó que "(Alejandro) Castillo ya contaba con registros por internación ilegal en los Estados Unidos, no sólo de su persona, sino por el tráfico de personas, por lo cual es señalado como un pollero muy activo".
Comentó que era él quien lideraba al grupo de personas que intentaban cruzar la línea fronteriza de manera ilegal por el río Bravo y el agente de la Patrulla Fronteriza no accionó su arma sino hasta después de la agresión recibida por parte del ahora occiso.El cadáver de Jorge Alejandro Castillo Ruiz, también identificado como Jorge Delgado Ortiz Castillo, de 22 años, fue encontrado la noche del miércoles a la orilla del cauce del río Bravo, cerca de la avenida Pérez Serna, de Ciudad Juárez, con cuatro lesiones de armas de fuego en el tórax y en el antebrazo derecho,

Lágrimas de San Lorenzo


Todos los años, del 25 de julio al 17 de agosto, la Tierra atraviesa la polvorienta nebulosa dejada por el cometa "Swift Tuttle", que prende al contacto con la atmósfera y da lugar a la lluvia de meteoros en la constelación de Perseo.
La "lluvia de estrellas" de verano conocida como Las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo alcanzan entre el 12 y 13 de agosto su máxima intensidad.
Este año, el fenómeno coincide con fase de Luna Nueva y por tanto la ausencia de luz lunar y la máxima oscuridad favorecerán su observación.
Las lluvias de estrellas son pequeñas partículas de polvo cósmico depositadas por algún cometa y que, en su viaje anual alrededor del Sol, se encuentran con la Tierra.
Las partículas de polvo entran en la atmósfera terrestre a gran velocidad y se desintegran, brillando en su caída. En el caso de las Perseidas, la nube de partículas que se encuentra la Tierra ha sido producida por el 'Swift-Tuttle', un cometa descubierto en 1862 y que nos visita cada 120 años.
Las pequeñas partículas, que pesan alrededor de 0.07 gramos, entran a nuestra atmósfera a 61 kilómetros por segundo (3.660 Km/hr)y se consumen a una altura de 80 kilómetros. En su corta vida, de apenas pocos segundos, rasgan la oscuridad del cielo dejando una fugaz cicatriz luminosa, llamada por los científicos meteoro
El nombre de 'Perseidas' procede de la constelación en la que tiene su origen. La zona del cielo en la que aparentemente se originan las trazas brillantes de una lluvia de estrellas se denomina 'radiante'.
Para esta lluvia, el radiante se produce en la constelación de Perseo, muy cerca del famoso cúmulo doble de Perseo y casi a medio camino entre esta constelación y la de Casiopea.
Para observar las Perseidas es conveniente alejarse de las zonas urbanas iluminadas y contemplar el cielo desde una posición cómoda.
Llevan e nombre de San Lorenzo (Laurentius) porque casi coincide con la fecha que se celebra (10 de agosto) la muerte de este diácono cristiano martirizado por los romanos en el año 258. Según la leyenda, Lorenzo fue quemado vivo en una hoguera, concretamente en una parrilla, cerca del campo de en Roma.
Se dice que entre los tesoros de la Iglesia confiados a San Lorenzo se encontraba el Santo Grial, la copa usada por Jesús y los Apóstoles en la Última Cena y que antes de morir consiguió enviarlo a Huesca, junto a una carta y un inventario, donde fue escondido y olvidado durante siglos. Es el patrón de la Ciudad de Huesca.
Foto: Imagen del fenómeno tomada de la web de la NASA y realizada en 2004 por Ivar Hamberg desde Estocolmo.- NASA
Fuente: Agencias

Ojalá Octubre de Juan Cruz



El Padre de uno ¡Qué maravilla!

El escritor Juan Cruz habla del recuerdo de su Padre.

"Me gusta tanto este mes que ojalá siempre fuera octubre": Truman Capote.

Vargas Llosa dedica su artículo semanal al escritor. Antes una entrada:

El padre inmortal/reportaje de Pablo Guimón.En su nueva novela, 'Ojalá octubre', Juan Cruz emprende la búsqueda de la felicidad a través de sus recuerdos familiares.

Tomado de El País, 25/05/2007;

Detrás de un libro se oculta siempre una historia. Y ésta empezó una tarde de verano, bajo el sol de Ibiza, en una conversación entre cuatro buenos amigos. Aquella tarde, tomando arroz caldoso y vino blanco, Juan Cruz Ruiz descubrió que una palabra puede ser un lema de vida. Y la suya era ojalá. "Una palabra que te inclina a pensar que vas a vivir siempre, y que vas a ser feliz".Días más tarde, en aquel mismo escenario ibicenco, Juan Cruz leía las cartas de Truman Capote y una frase capturó poderosamente su atención: "Me gusta tanto este mes que ojalá siempre fuera octubre", le escribía Capote a un amigo. Y aquella frase, y todo lo que puede evocar, es el punto de partida de Ojalá octubre (Alfaguara), la nueva novela de este periodista apasionado que nació en Tenerife hace 59 años.
Ojalá octubre es una novela sobre la felicidad. Y también sobre un pa

La Base de Manta

De plano, ¡ya esta decidido!
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, expresó ayer su negativa a que EU continúe utilizando la base de Manta para operaciones antidrogas.
''En el 2009, cuando fenezca ese convenio, olvídense, primero me corto la mano antes que firmar la continuación. No perdamos el tiempo con eso'', dijo el mandatario en su programa semanal y sugirió que la base sea montada en Colombia, donde se produce la droga.
En noviembre de 1999, EU y Ecuador suscribieron un acuerdo de cooperación por diez años, que permite a Estados Unidos el uso de una base de la Fuerza Aérea Ecuatoriana en el puerto pesquero de Manta para actividades aéreas antinarcóticos.
Algunos sectores de Manta han mostrado preocupación por la posible caída de la inversión en esa zona ante la salida de los estadounidenses.
Correa sentenció que en ese caso su gobierno inyectará recursos, pero aseguró que ''se van''.

Cambios en el IMER

Varias opiniones:
Cambios, ruido, incertidumbre/Jenaro Villamil
Tomado de Proceso, No. 1606, pag 32-34, 12/08/2007;
Los recientes cambios en la programación del Instituto Mexicano de la Radio generan polémica. Algunos conductores y exconsejeros temen que se desvirtúe el perfil de la radio pública y se cancele la pluralidad de voces. A su vez, el director del instituto, Héctor Villarreal, afirma que sólo desea hacer sustentable al grupo radiofónico. En todo caso, su proyecto no se advierte con claridad en las transmisiones actuales.
Los cambios en la programación de dos de las 17 estaciones que conforman el Instituto Mexicano de la Radio (Imer) generaron en los últimos días una polémica entre los exconductores del suprimido Café Encuentro –programa de análisis político con 20 años de transmisiones en el 107.9 de FM– y el director de este sistema de radio pública, Héctor Villarreal.
De hecho, en la última emisión, el jueves 9 de agosto, Villarreal debatió públicamente con los conductores Alan Arias y José María Rodríguez.
En paralelo con el fin de estas emisiones, exintegrantes del Consejo de Programación han expresado su preocupación por el futuro de La Radio de los Ciudadanos, un modelo único destinado a 46 organizaciones no gubernamentales en la estación 660 AM, una de las siete concesiones que pertenecen al Imer y que, por tanto, tiene posibilidades de comercialización.
Las diferencias entre la mayoría de los 10 conductores de Café Encuentro y Villarreal surgieron a raíz de la notificación de que se suspendía el programa para “optimizar recursos” y ampliar el tiempo del noticiario matutino, conducido ahora por Mario Campos, en sustitución de Héctor Zamarrón.
Alan Arias, María Elena Cantú y Ricardo Becerra coinciden en la “forma abrupta” y la falta de una interlocución directa con Héctor Villarreal para notificarles el fin de las emisiones de Café Encuentro.
“El tema no es tanto que queramos quedarnos, sino cuáles van a ser los criterios para renovar la barra programática”, afirma Arias, quien coordinó durante 13 años una de las emisiones diarias del programa.
Al igual que Arias, María Elena Cantú lamenta la decisión del cierre de la emisión y subrayó que “lo verdaderamente importante es que el cierre de Café Encuentro no signifique el fin de espacios abiertos a la pluralidad, al libre debate de ideas, a la libertad de expresión y al derecho a la información”.
“El Imer no debe abandonar el papel que le corresponde, como medio de Estado, en la consolidación de la democracia en México. ¿Cómo sabremos que el Imer no va en esa dirección? La respuesta es simple: por el contenido y la política editorial que ofrezcan a los ciudadanos a partir de los cambios en su programación”, afirma en entrevista, quien también fue conductora de la tercera emisión del Sistema Nacional de Noticias.
Por su parte, Ricardo Becerra, actualmente funcionario de Enlace Ciudadano en el IFAI, destaca que “las razones del cambio fueron mal explicadas” y manifestó su deseo de que el Imer “siga siendo un espacio libre, sin censura y, sobre todo, no oficialista”.
Ante esta polémica y el debate público del jueves 9, el director del instituto, Héctor Villarreal, declara a Proceso que estos cambios no fueron sólo para optimizar recursos, sino para “reforzar la oferta noticiosa ante la audiencia del Imer”. Argumenta que, de acuerdo con el índice de medición de audiencias radiofónicas, el rating de este programa era el penúltimo lugar en el horario matutino.
“Este formato no está funcionando. En el marco de una sociedad tan diversa, el análisis no se puede limitar solamente a 10 voces”, indica Villarreal, quien descarta que se trate de un asunto personal o que haya un intento de censura.
El funcionario responde a otras críticas que se han expresado en columnas periodísticas a raíz de los cambios en la programación: “No queremos vender el tiempo ni poner música para sustituir las noticias. Mantendremos las columnas radiofónicas que se realicen diariamente en el noticiario con periodistas que nos distinguen con su colaboración. Ninguna de estas voces está alineada al gobierno de Calderón. Es injusto decirlo”.
Sobre el papel de la radio pública en el país, Villarreal insiste en que no busca alienar la programación ni convertir al Imer en una radio “oficialista”, pero también precisa: “Tenemos que demostrar para qué servimos. Tenemos que fortalecer la oferta informativa, hacer un periodismo diferente a la radio comercial y orientarnos hacia una radio de servicios”.
En medio de esta polémica, Villarreal anuncia que a partir de este lunes 13 se iniciará un programa en la XEB, La B Grande, destinado a atender a personas con discapacidad. Se llamará Entre Nos.
Adelantó que antes de terminar este año el Imer destinará una de sus frecuencias a la programación de servicios en los rubros de salud, desarrollo social, educación, cultura y ecología.
“No será una frecuencia para educar o pontificar, sino para discutir sobre los distintos temas de interés público. No se trata de que vengan las dependencias oficiales a explicar sus acciones, sino a problematizar y abordar temas como la sexualidad, el calentamiento global, etcétera”, afirma.
“Será una especie de laboratorio de programación y le vamos a apostar a un estándar de calidad”, promete.
La radio ciudadana
El cambio en la programación de la XEQK, La Radio de los Ciudadanos, generó también polémica por el cambio en las poco más de 40 organizaciones y un período de cinco semanas durante las cuales se transmitió música en lugar de contenidos informativos y de servicios.
Junto con la sustitución de los programas se produjo el cambio en el Consejo de Programación, un organismo que funciona como órgano consultivo de los contenidos de esta emisora. De este organismo salieron Vicente Aranda y Beatriz Solís, quienes participaban a título individual, así como Javier Esteinou, en representación del Consejo Nacional de Escuelas e Institutos de Comunicación (Coneic), y Aleida Calleja, de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (Amarc). Permanecen en el consejo Virgilio Caballero, a título individual; Elio Villaseñor, de Equipo Pueblo, y Javier Vargas, de la Fundación Vamos.
En sustitución de los consejeros que abandonan el organismo entrarán Gabriel Sosa, especialista en radiodifusión; Patricia Ortega, académica de la Universidad Autónoma Metropolitana; Marco Levario, director de la revista Etcétera, y José Buendía.
Beatriz Solís consideró como “desafortunado” el cambio abrupto de la programación. Desde la reunión previa a que se aplicaran, Solís propuso que “los cambios fueran escalonados para que la gente no se sintiera sorprendida”.
En la minuta de la reunión del Consejo de Programación correspondiente al 13 de marzo pasado, de la cual Proceso obtuvo una copia, Javier Esteinou comentó que percibía “una tensión en la emisora” por estos cambios y propuso revisar “la noción y el concepto de lo que queremos como radio ciudadana”.
Durante esa sesión, Héctor Villarreal les pidió a los integrantes del consejo que plantearan la posibilidad de que la radio ciudadana “genere recursos que le permitan la sustentabilidad, tomando en cuenta que se trata de una emisora concesionada”, y recomendó que cada consejero adoptara “dos o tres programas para buscar patrocinios, de acuerdo al conocimiento y la experiencia que cada consejero tiene”.
Virgilio Caballero le rebatió a Villarreal señalando que “no es el papel de los consejeros buscar recursos que debe aportar el Estado”, aunque reconoció la necesidad de buscar patrocinios y establecer un sistema mixto de financiamiento para allegarse los recursos requeridos.
En la misma sesión se acordaron los cambios y la sustitución escalonada de los consejeros, ya que, de acuerdo con los lineamientos internos del funcionamiento del consejo, cinco de sus integrantes ya habían superado los tiempos de colaboración establecidos.
Consultado sobre el futuro de La Radio de los Ciudadanos, Villarreal insiste en que “el espacio del Imer es de todos, no para los que llegaron primero” y que la sustitución de los programas y de las organizaciones se realizó a partir de un concurso en el cual se presentaron 536 proyectos y se eligieron 46, encabezados por igual número de agrupaciones ciudadanas.
–Existe un temor de que este espacio se transforme –se le comenta.
–El proyecto de radio ciudadana hay que protegerlo. No se va a desmantelar, se va a fortalecer aunque a algunos les resulte amenazante o preocupante.
Explica que las cinco semanas que se suspendió la programación fueron aprovechadas para capacitar a las organizaciones ciudadanas que tendrán a su cargo los próximos programas.
El director del Imer insiste en buscar la sustentabilidad de la emisora, que al ser una concesión tiene posibilidades de comercializar y buscar patrocinios.
Presupuesto y plan de austeridad
A lo largo de la entrevista, Villarreal reconoce que una de las prioridades de su gestión al frente del Imer es optimizar sus recursos. El instituto tiene un presupuesto anual de 101 millones de pesos, de los cuales, hasta el primer semestre de 2007, se han ejercido 69.3 millones. Además, se han destinado 12.1 millones de pesos al pago de adeudos de ejercicios anteriores, como servicios de energía eléctrica, pago de impuestos y de servicios como telefonía.
El Imer le solicitó a la Secretaría de Educación Pública, de la que depende presupuestalmente, una ampliación de 22.8 millones de pesos para disminuir el déficit y cumplir con el pago de pasivos que ascienden a 23.5 millones de pesos.
Al mismo tiempo, Villarreal se compromete a generar 40 millones de pesos por la vía publicitaria: “Necesitamos salir a buscar agresivamente spots en la iniciativa privada, para depender menos del presupuesto público y sin distorsionar el objetivo de la radio pública”.
Las medidas de austeridad para disminuir el déficit también han implicado reducción de los gastos en viáticos, en telefonía y en el uso de vehículos, pero aún no se ha mejorado el nivel salarial de la plantilla conformada por alrededor de 700 trabajadores.
El Imer fue creado en 1983 durante el gobierno de Miguel de la Madrid y constituye, junto con el Canal Once, del Instituto Politécnico Nacional, y el Canal 22, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, uno de los medios públicos que aún sobreviven a pesar de las crecientes presiones de los medios comerciales, que reclaman su desaparición.
En busca de su sustentabilidad, durante el primer trimestre de 2007 el Imer registró una facturación total de 3 millones 373 mil 625 pesos, de los cuales 10% correspondieron al sector público y 90% provinieron de empresas privadas.

Episodio Imer: conservadurismo burocrático/ Alan Arias
Tomado de Milenio Diario, 12/08/2007;

A partir de mañana en la programación del Instituto Mexicano de la Radio (Imer) desaparecerá la barra de análisis político posterior al noticiario matutino, llamada malamente Café Encuentros, históricamente Encuentros a secas (18 años). El grupo de analistas independientes, algunos con más de 13 u 11 años en el Imer, ha sido despedido fulminantemente mediante una carta falaz (“optimizar recursos” y “la extensión del espacio informativo”), que deliberadamente ocultaba los verdaderos motivos de la decisión, como quedó constatado en la tardía y oportunista intervención al aire del director, Héctor Villarreal (“bajo rating” y renovación), en el penúltimo programa del espacio, conducido por Alán Arias Marín y José María Rodríguez.
El episodio —no concluido— de la eliminación discrecional e infundada de un espacio plural y de crítica independiente, parece ser expresión de una política regresiva respecto del pluralismo alcanzado en los medios públicos. La serie de acciones para cancelar el espacio y despedir a los analistas (Jorge Javier Romero, Ricardo Becerra, María Elena Cantú, Jorge Buendía, Rose Mary Elías, Teresa Jiménez, además de los ya mencionados), lo ideológico de los argumentos y la actitud prepotente, esquiva y oportunista del director, propia del que cree tener potestad sobre la institución, se articula con una serie de acciones concertadas en el Imer, la Secretaría de Gobernación y, en general, del comportamiento del gobierno federal respecto de los medios masivos de comunicación.
Una política que no se atreve a decir su nombre, probablemente carente de concepto, pero que apunta una intención de control y acotamiento de la crítica. Está en el talante ideológico conservador del presidente Calderón, en el militantismo del grupo que domina la Secretaría de Gobernación y que contrariamente a la legalidad —debiera ser la SEP— dirige y coordina la radio pública. Se entiende, además, por las difíciles condiciones políticas del país: incapacidad para procesar la alta conflictividad política (incluso armada), legitimidad vulnerada (defectuosas elecciones y resultados electorales que claman por pluralismo y acuerdos políticos) e incapacidad de articular procesos de legitimación efectivos (limitación de la reforma ISSSTE, miscelánea fiscal en el limbo, reforma política atada a intereses de partidos y sin viabilidad mayor); para colmo en un contexto económico de estancamiento crónico del crecimiento, turbulencias financieras, declinación de la producción de petróleo y precios a la baja. Panorama crítico, disfuncionalidad gubernamental, alta conflictividad… se antoja el control y domesticación de la discusión pública.
El grosero episodio de autoritarismo conservador en el Imer, relativamente documentado gracias a la protesta y exigencia deliberativa del público y de los analistas (hasta hoy el director Villarreal no recibe a los despedidos), alerta sobre el riesgo de un debate público restringido, controlado, en virtud del sometimiento y compromisos del gobierno con los grandes empresarios de la comunicación y que el difícil tránsito de los medios estatales del oficialismo al pluralismo sufra una regresión.
No se trata de la defensa de los intelectuales agraviados, ni de su permanencia, como ellos mismos han aclarado, sino de reclamar al gobierno la explicitación de sus criterios de política comunicativa, la exigencia de pluralidad política y cultural, el respeto irrestricto a la crítica independiente. El Imer está obligado legal y moralmente a difundir información socialmente relevante (no necesariamente comercializable), a ofrecer argumentos críticos sobre el sentido de las acciones y el discurso del gobierno.
El argumento del rating para la cancelación del espacio de análisis es deleznable y muestra la orfandad intelectual del director. ¿Cuánto ha invertido en la promoción de los programas para exigir que reditúen audiencia comercializable?, ¿no sabe de la ecuación inversión-audiencia-ganancia implicada en el rating y la publicidad?, ¿es empresario, o funcionario público? Parece sólo pensar (mal y sin éxito) en la comunicación para ganar votos.
Más allá del episodio de conservadurismo burocrático en Imer, está en juego la naturaleza del debate público. La clásica dialéctica que enfrenta al conservadurismo histórico mexicano, de matriz religiosa, pensamiento unificado y jerárquico, su repudio a la diferencia y la crítica de cara al discurso liberal, de matriz laica, diversidad pluralista y arraigo a la libertad de expresión. Hay batallas cruciales, antiautoritarias, por venir. El arma de la crítica será indispensable.
PS. Nunca he usado este espacio para dirimir algún asunto personal. He hecho una excepción; pienso que el tema trasciende la coyuntura.