Aquel miércoles negro de agosto/ Fred Alvarez Palafox
La Silla Rota, 8 de septiembre de 2016.
Donald Trump, candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos llegó a tierra mexicana la mañana del miércoles 31 de agosto..., acompañado de un selecto séquito -entre ellos el ex fiscal de hierro
Rudolph Giuliani III, y el senador Jeff Sessions-, en un viaje relámpago y sorprendente. No podíamos creerlo, el gobierno mexicano le dio trato especial, de Jefe de Estado, puso a su disposición equipo de seguridad y un helicóptero del Estado Mayor Presidencial.
Apenas unas horas antes nos enteramos del secreto mejor guardado a través de una filtración del periódico The Washington Post y la red social…, @EPN lo confirmó en Twitter justificándolo:
Aún así, todos pensamos que se trataba de una broma de esas que ocurren el 28 de diciembre, día de los Santos inocentes, pero no; fue una triste realidad: una pesadilla que ha tenido graves consecuencias políticas, y de la que aún no despertamos.
¡Y nada lo justifica!
Aunque el Presidente diga una y otra vez que era necesario y que él asumía los costos...
Por lo pronto ya hubo una baja, renunció al cargo de secretario de Hacienda, el presumiblemente autor de la travesura, Luis Videgaray Caso, su lugar lo ocupa hoy el señor José Antonio Meade ¿el caballo negro para el 2018?
Lo más grave de todo ese miércoles negro es que Trump fue recibido en la casa oficial de Los Pinos como si fuera jefe de Estado. Y no sólo eso se le puso pista especial en el aeropuerto, hangar, helicópteros, seguridad y etcétera... Además se le dio oportunidad de armar una conferencia de prensa y él mismo llevó la batuta como si fuera el amo y señor de Los Pinos...
¡Error garrafal de quienes armaron la agenda!