El Presidente Calderón en el mensaje a medios de comunicación
Miércoles, 17 de Diciembre de 2008 Conferencia de Prensa
Sauípe, Bahía, Brasil
Gracias, Presidente Lula. Bueno, van varias cosas.
Yo comparto la alegría que han externado mis compañeros Presidentes en esta reunión, en esta rueda de prensa, reiterada, por la importancia de la reunión que hemos tenido.
Y evidentemente hay mucho que hacer. Uno, es constituir un grupo de trabajo que permita a los países miembros especializar ya propuestas de manera tal que nos permitan integrar una estrategia frente a la crisis financiera y económica que se está viviendo en el mundo y, en particular su impacto en América Latina.
Evidentemente esta reunión que hemos aceptado bajo la conducción de Chile, y creo que la experiencia chilena nos servirá, por lo menos a México, y creo que a muchos países para esbozar alternativas, prácticas útiles, positivas, de políticas públicas y políticas económicas a nuestros países.
Nos va a permitir, además, a los países que participamos en el Grupo de los 20 por parte de América Latina, que somos Brasil, Argentina y México, el esbozar propuestas conjuntas.
De hecho, también, debo decir que hemos ya conversado en una bilateral con el Presidente Lula, de reunirnos los Presidentes, previamente a la reunión del G-20 para tratar de concretar una propuesta común de estos tres países integrantes.
Esta propuesta común debe tener medidas que ya hemos esbozado, y simplemente plantearía algunas que México planteó en la Reunión del Grupo de los 20.
Primero. Un saneamiento rápido que detenga o que contenga la hemorragia financiera que se está viviendo en el mundo, es decir, detener la caída de los mercados y la determinación de los riesgos financieros que actualmente se están corriendo y que eso tiene que ver, particularmente con los países desarrollados donde se ha generado la crisis y su capacidad de respuesta financiera, de respaldo a los sistemas financieros de sus propias naciones.
Segundo. Una reforma profunda a los organismos financieros internacionales, particularmente el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el propio Banco Interamericano de Desarrollo, quizá en nuestra región, los diversos bancos regionales, porque ha quedado en evidencia su incapacidad de respuesta, o por lo menos de respuesta oportuna, ante una crisis de la magnitud, que estamos enfrentando.
Otro elemento que sostuvimos y que fue recogido en la Reunión del G-20 es evitar el resurgimiento del proteccionismo, porque precisamente el marginar, en este caso a los países de América Latina y del Caribe de la posibilidad de acceder a mercados mucho más completos e integrados de nuestros productos, evidentemente sólo agravaría la crisis y se reducirían las posibilidades de inversión, crecimiento y empleo.
Y finalmente, el poder estructurar una nueva regulación que evite, precisamente, los abusos en los que se incurrió, que provocaron esta crisis, y que evidentemente tienen que ver con una regulación financiera que evite que se cometan las quiebras o los abusos financieros, para decirlo con esas palabras, en el mundo. Es evidente que ahí la mano del mercado, la mano invisible falló y se requiere una mano fuerte, visible y clara del Estado, que regule, precisamente, un mundo financiero que apostó equivocadamente a la autorregulación.
En segundo lugar. Respecto de la reunión próxima, déjenme decirles lo siguiente. En nuestra reunión que tuvimos en Dominicana, del Grupo de Río, en marzo pasado, cuando estaba, prácticamente, cuando discutíamos incluso la propia extinción del Grupo de Río, acordamos renovarlo en su infraestructura para revitalizarlo y lo que acordamos fue hacer reuniones de Presidentes bianuales, es decir, cada dos años, y en el ínterin hacer reuniones de Ministros de Relaciones Exteriores cada año, para poder darle agilidad al Grupo de Río.
Afortunadamente la propia circunstancia internacional nos ha colocado en una tesitura muy positiva. En la reunión de Dominicana, al asumir la Presidencia del Grupo de Río o la Secretaría Pro Témpore, propusimos y nos comprometimos a buscar la integración de una Organización de Estados Latinoamericanos y del Caribe, una propuesta en la que ha insistido el Presidente Rafael Correa y muchos otros Presidentes, que se ha planteado hoy.
Y me parece que la feliz convocatoria que ha tenido Lula, hoy en Brasil nos encamina, esa sería, además, probablemente materia a discutir entre todos los Presidentes, nos encamina a que ojalá podamos tener en nuestra próxima reunión, una reunión, como acordamos hoy, que sean reuniones, Cumbres hermanas nuevamente: Grupo de Río y Grupo de América Latina y el Caribe, que podamos pasar a formar lo que usted plantea, una Organización de Estados Latinoamericanos y del Caribe, que yo incluso anticiparía que ojalá se nombrara la Unidad Latinoamericana y del Caribe, o la Unión Latinoamericana y del Caribe, que nos permita, verdaderamente, tener ya no sólo un esquema de cumbres, sino una organización con nuestras propias reglas y nuestros propios sistemas de representación e integración, y de ser posible avancemos a lo que ha mencionado Hugo, a lo que ha mencionado Rafael, a lo que ha mencionado Evo, Lula. En fin, todos. Que avancemos verdaderamente a la gran aspiración latinoamericana, que es una unidad real, formal, sobre bases políticas, sociales, económicas y culturales, que le den a América Latina la solidez que necesita para, en un mundo global, hacer valer su propia identidad, su propia fuerza y sus propias potencialidades.
Y esa reunión la tendremos, como ahora está acordado, en el 2010; la anticiparemos, además, hacia, no marzo, sino febrero de 2010, que será además un punto de coordinación de varias presidencias latinoamericanas, el inicio de las conmemoraciones del Bicentenario de las Independencias, que en el caso de México inició en 1810, al igual que otros países, Chile, Centroamérica.
Y seguiremos al año siguiente con otra reunión cumbre en Venezuela, según hemos comentado, precisamente, a conmemorar también el Bicentenario de la Independencia venezolana en 2011.
De manera tal que esa es la agenda que tenemos, y en el ínterin habrá una reunión de ministros este mismo año, próximo perdón, el próximo año, como se ha acordado, para darle cauce a estas solicitudes, entre otras la incorporación de Jamaica y otros países al Grupo de Río, como ocurrió en el caso de Cuba, en Zacatecas, en México; la reunión de Ministros analiza y dictamina estos temas de incorporación al Grupo de Río.
Y el siguiente paso será no sólo la Cumbre América Latina y el Caribe y la Cumbre de Río, conjuntas, sino ojalá podamos avanzar y formalizar la Organización de Estados Latinoamericanos y del Caribe o la Unión Latinoamericana y del Caribe, como he referido, como un punto culminante, y me parece muy valedero a 200 años de independencia de América Latina, que demos este paso.
Como dijo el Presidente Lula, como dijo Hugo, nos tardamos muchos años, 200 años son muchos, pero más vale llegar, más vale tarde que nunca, más vale el poder celebrar este Bicentenario de nuestras independencias con una verdadera Unión Latinoamericana y del Caribe.
Y eso es lo que vamos a hacer.
Miércoles, 17 de Diciembre de 2008 Conferencia de Prensa
Sauípe, Bahía, Brasil
Gracias, Presidente Lula. Bueno, van varias cosas.
Yo comparto la alegría que han externado mis compañeros Presidentes en esta reunión, en esta rueda de prensa, reiterada, por la importancia de la reunión que hemos tenido.
Y evidentemente hay mucho que hacer. Uno, es constituir un grupo de trabajo que permita a los países miembros especializar ya propuestas de manera tal que nos permitan integrar una estrategia frente a la crisis financiera y económica que se está viviendo en el mundo y, en particular su impacto en América Latina.
Evidentemente esta reunión que hemos aceptado bajo la conducción de Chile, y creo que la experiencia chilena nos servirá, por lo menos a México, y creo que a muchos países para esbozar alternativas, prácticas útiles, positivas, de políticas públicas y políticas económicas a nuestros países.
Nos va a permitir, además, a los países que participamos en el Grupo de los 20 por parte de América Latina, que somos Brasil, Argentina y México, el esbozar propuestas conjuntas.
De hecho, también, debo decir que hemos ya conversado en una bilateral con el Presidente Lula, de reunirnos los Presidentes, previamente a la reunión del G-20 para tratar de concretar una propuesta común de estos tres países integrantes.
Esta propuesta común debe tener medidas que ya hemos esbozado, y simplemente plantearía algunas que México planteó en la Reunión del Grupo de los 20.
Primero. Un saneamiento rápido que detenga o que contenga la hemorragia financiera que se está viviendo en el mundo, es decir, detener la caída de los mercados y la determinación de los riesgos financieros que actualmente se están corriendo y que eso tiene que ver, particularmente con los países desarrollados donde se ha generado la crisis y su capacidad de respuesta financiera, de respaldo a los sistemas financieros de sus propias naciones.
Segundo. Una reforma profunda a los organismos financieros internacionales, particularmente el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el propio Banco Interamericano de Desarrollo, quizá en nuestra región, los diversos bancos regionales, porque ha quedado en evidencia su incapacidad de respuesta, o por lo menos de respuesta oportuna, ante una crisis de la magnitud, que estamos enfrentando.
Otro elemento que sostuvimos y que fue recogido en la Reunión del G-20 es evitar el resurgimiento del proteccionismo, porque precisamente el marginar, en este caso a los países de América Latina y del Caribe de la posibilidad de acceder a mercados mucho más completos e integrados de nuestros productos, evidentemente sólo agravaría la crisis y se reducirían las posibilidades de inversión, crecimiento y empleo.
Y finalmente, el poder estructurar una nueva regulación que evite, precisamente, los abusos en los que se incurrió, que provocaron esta crisis, y que evidentemente tienen que ver con una regulación financiera que evite que se cometan las quiebras o los abusos financieros, para decirlo con esas palabras, en el mundo. Es evidente que ahí la mano del mercado, la mano invisible falló y se requiere una mano fuerte, visible y clara del Estado, que regule, precisamente, un mundo financiero que apostó equivocadamente a la autorregulación.
En segundo lugar. Respecto de la reunión próxima, déjenme decirles lo siguiente. En nuestra reunión que tuvimos en Dominicana, del Grupo de Río, en marzo pasado, cuando estaba, prácticamente, cuando discutíamos incluso la propia extinción del Grupo de Río, acordamos renovarlo en su infraestructura para revitalizarlo y lo que acordamos fue hacer reuniones de Presidentes bianuales, es decir, cada dos años, y en el ínterin hacer reuniones de Ministros de Relaciones Exteriores cada año, para poder darle agilidad al Grupo de Río.
Afortunadamente la propia circunstancia internacional nos ha colocado en una tesitura muy positiva. En la reunión de Dominicana, al asumir la Presidencia del Grupo de Río o la Secretaría Pro Témpore, propusimos y nos comprometimos a buscar la integración de una Organización de Estados Latinoamericanos y del Caribe, una propuesta en la que ha insistido el Presidente Rafael Correa y muchos otros Presidentes, que se ha planteado hoy.
Y me parece que la feliz convocatoria que ha tenido Lula, hoy en Brasil nos encamina, esa sería, además, probablemente materia a discutir entre todos los Presidentes, nos encamina a que ojalá podamos tener en nuestra próxima reunión, una reunión, como acordamos hoy, que sean reuniones, Cumbres hermanas nuevamente: Grupo de Río y Grupo de América Latina y el Caribe, que podamos pasar a formar lo que usted plantea, una Organización de Estados Latinoamericanos y del Caribe, que yo incluso anticiparía que ojalá se nombrara la Unidad Latinoamericana y del Caribe, o la Unión Latinoamericana y del Caribe, que nos permita, verdaderamente, tener ya no sólo un esquema de cumbres, sino una organización con nuestras propias reglas y nuestros propios sistemas de representación e integración, y de ser posible avancemos a lo que ha mencionado Hugo, a lo que ha mencionado Rafael, a lo que ha mencionado Evo, Lula. En fin, todos. Que avancemos verdaderamente a la gran aspiración latinoamericana, que es una unidad real, formal, sobre bases políticas, sociales, económicas y culturales, que le den a América Latina la solidez que necesita para, en un mundo global, hacer valer su propia identidad, su propia fuerza y sus propias potencialidades.
Y esa reunión la tendremos, como ahora está acordado, en el 2010; la anticiparemos, además, hacia, no marzo, sino febrero de 2010, que será además un punto de coordinación de varias presidencias latinoamericanas, el inicio de las conmemoraciones del Bicentenario de las Independencias, que en el caso de México inició en 1810, al igual que otros países, Chile, Centroamérica.
Y seguiremos al año siguiente con otra reunión cumbre en Venezuela, según hemos comentado, precisamente, a conmemorar también el Bicentenario de la Independencia venezolana en 2011.
De manera tal que esa es la agenda que tenemos, y en el ínterin habrá una reunión de ministros este mismo año, próximo perdón, el próximo año, como se ha acordado, para darle cauce a estas solicitudes, entre otras la incorporación de Jamaica y otros países al Grupo de Río, como ocurrió en el caso de Cuba, en Zacatecas, en México; la reunión de Ministros analiza y dictamina estos temas de incorporación al Grupo de Río.
Y el siguiente paso será no sólo la Cumbre América Latina y el Caribe y la Cumbre de Río, conjuntas, sino ojalá podamos avanzar y formalizar la Organización de Estados Latinoamericanos y del Caribe o la Unión Latinoamericana y del Caribe, como he referido, como un punto culminante, y me parece muy valedero a 200 años de independencia de América Latina, que demos este paso.
Como dijo el Presidente Lula, como dijo Hugo, nos tardamos muchos años, 200 años son muchos, pero más vale llegar, más vale tarde que nunca, más vale el poder celebrar este Bicentenario de nuestras independencias con una verdadera Unión Latinoamericana y del Caribe.
Y eso es lo que vamos a hacer.