Un puente sobre el Ebro/ César
Antonio Molina es director de La Casa del Lector y fue ministro de
Cultura.
El País |
30 de diciembre de 2015..
Los
puentes se construyen, se destruyen y, con suerte, otros se conservan. El que
levantó el arquitecto otomano Mimar Sinan, a fines del siglo XVI, por encargo
del gran visir Mehmed Pashá Sokolovic, no solo está en pie sino que dio motivo
a una de las más grandes novelas del siglo XX, Un puente sobre el Drina, del
premio Nobel de Literatura serbio Ivo Andric. Un largo puente de piedra sobre
11 ojos, entre Oriente y Occidente. Andric relató magistralmente este cruce de
culturas, lenguas y civilizaciones a través de multitud de historias
personales, muchas de las cuales él mismo escuchó de niño al atravesar el
puente. Un espacio geográfico que aparece repetidamente en las películas de
Emir Kusturica. Una de sus más famosas lleva por título La vida es un milagro.
Está sacado de esta frase de Andric: “La vida es un milagro incomprensible. Se
va gastando, pero se mantiene firme como el puente sobre el Drina”.