Bajo
Reserva/El Universal
Kate del
Castillo se convirtió en una suerte de publirrelacionista de Joaquín El Chapo
Guzmán y la cabeza del proyecto fílmico del narcotraficante más buscado en
México. No
sólo eso: la relación de la actriz con el capo tomó una ruta más íntima, en la
que Guzmán le enviaba regalos, nos informan. De hecho, doña Kate fue el enlace
para que el actor Sean Penn hiciera una entrevista al fugado jefe del Cártel de
Sinaloa para una revista. Ahora, ella es investigada por la Procuraduría
General de la República y por las autoridades federales de Estados Unidos, en
el caso del vecino país por obstrucción de la justicia y conspiración. Y el tema
apunta para un gran escándalo, pues la actriz tiene la ciudadanía
estadounidense. ¡Agárrense!
Chapo, asunto
personal de EPN
Aquel
julio de 2015 y desde París, cuando le informaron de la fuga de El Chapo
Guzmán, el presidente Enrique Peña Nieto asumió un compromiso que se volvió
personal: atrapar al capo. Habían pasado seis horas desde su llegada a Francia
y tenía el reporte detallado de la segunda evasión del líder del Cártel de
Sinaloa. Antes y en una escala en Gander, Canadá, el secretario de Gobernación,
Miguel Ángel Osorio Chong, le informó de la fuga y su primera reacción fue de
un “enojo brutal”, nos dicen. Al llegar a París, asumió el liderazgo de la
cacería del capo, en todo momento escuchando y dando instrucciones a Osorio
Chong. Casi seis meses después, Peña Nieto dio la noticia. Los responsables del
bloque de búsqueda le informaron de manera directa en su calidad de comandante
supremo de las Fuerzas Armadas, nos comentan.
Mala noche del
capo