El pasado dos de diciembre el Promotor de Justicia del Tribunal del Estado de la Ciudad del
Vaticano, Gian Piero Milano, se reunió con el procurador general de la
República Dominicana, Francisco Domínguez Brito, que había pedido un encuentro
en el marco de su viaje europeo para establecer contactos directos en Polonia y
en el Vaticano.
“El encuentro –explicó el vocero
vaticano– se sitúa en el marco de la cooperación internacional a nivel de
órganos de investigación en relación con el proceso contra mons. Wesolowski y
con las relativas averiguaciones en curso, y fue útil para ambas partes, dada
la complejidad de la investigación y la eventualidad de una rogatoria
internacional por parte vaticana para adquirir mayores elementos“.
El ex-nuncio en la República
Dominicana, Jozef Wesolowski, reducido en primer grado al estado laico por la
Congregación para la Doctrina de la Fe, está esperando el proceso penal en su
contra por abusos sexuales y por posesión de material pedopornográfico.
Wesolowski, que hasta el momento se encuentra en arresto domiciliario en el Vaticano por abuso de menores y por estar en posesión de material pedopornográfico, fue sometido a un primer interrogatorio por parte de la magistratura vaticana. El vocero papal Federico Lombardi confirmó que, al haberse cumplido el plazo de la custodia preventiva y en consideración de sus condiciones de salud, Wesolowski obtuvo la autorización para una cierta libertad de movimiento, pero con la obligación de permanecer dentro del Estado y con limitada comunicación con el exterior.
Mmm.
12/ 5/2014
El caso Wesolowski y la voluntad de
justicia del Papa
Con el caso del ex nuncio en la
República Dominicana, procesado por abusos sexuales contra menores en los
tribunales civiles del Vaticano, la Santa Sede se juega su credibilidad
internacional
Nota de ANDRÉS BELTRAMO ALVAREZ
CIUDAD DEL VATICANO
El diálogo entre ambos fue clave, en el
marco de la colaboración inédita entre los jueces vaticanos y dominicanos por
el caso del clérigo polaco. El pontífice expresó su deseo porque las
autoridades judiciales de ambos Estados “actúen con plena libertad y dentro del
marco de las normas (vigentes)”. Y antes de despedirse del procurador le
insistió: “Siéntase con la libertad para actuar”.
El proceso Wesolowski no tiene
precedentes. Nunca antes un diplomático vaticano enfrentó la justicia con
posibilidades reales de terminar tras las rejas. Reviste mayor gravedad por los
delitos adscritos al imputado: abuso a menores y posesión de material de
pornografía infantil.
Al menos tres jóvenes han prestado
testimonio contra aquel hombre mayor con quien tuvieron encuentros ocasionales,
en una zona turística de Santo Domingo. Al momento de los hechos lo conocían
sólo como “Giuseppe” o, simplemente, “el americano”. Por sus cabellos rubios y
su extraño acento. Nunca hubiesen imaginado que se trataba del representante
papal en el país.
Las andanzas de Wesolowski se salieron
de control. Por eso en agosto de 2013 Francisco lo removió de su puesto y lo
convocó a Roma, donde fue sometido a un juicio eclesiástico que lo halló
culpable y lo condenó a perder su calidad de sacerdote. No obstante el parecer
desfavorable de su abogado, el ex nuncio apeló la sentencia. La Congregación
para la Doctrina de la Fe aún no estudia su recurso de revisión y mientras no
lo haga, la condena a la dimisión del estado clerical no es ejecutiva, se encuentra
en suspenso.
Mientras tanto, en septiembre pasado y
a instancias de Francisco, inició un proceso penal en los tribunales civiles
del Estado Vaticano y se determinó la medida cautelar de arresto domiciliario
contra el imputado, mientras se llevan a cabo las pesquisas de la
“investigación previa”.
Dominicana está dispuesta a facilitar
todo lo necesario para asegurar un castigo ejemplar contra el ex nuncio. Y
confía en el Vaticano. Por eso el procurador Domínguez Brito viajó esta semana
a Roma para reunirse con Gian Piero Milano, promotor de justicia (fiscal)
asignado al caso, con quien sostuvo (el martes 2) un encuentro de más de una
hora sobre aspectos técnicos de colaboración. Después fue recibido durante 30
minutos por Angelo Becciu, sustituto para los Asuntos Generales de la
Secretaría de Estado.
No obstante la buena voluntad de las
partes, ya se registró el primer cortocircuito el en canal de comunicación. Al
salir de su reunión con Milano, el procurador Domínguez Brito aseguró a la
prensa que el arresto domiciliario contra Wesolowski había sido “ratificado” y,
en virtud de esa medida cautelar, el clérigo no podía abandonar por ningún
motivo su habitación dentro del Vaticano.
Pero unas horas después el portavoz de
la Santa Sede, Federico Lombardi, señaló a los periodistas que tras vencerse
los términos de la custodia preventiva y “en consideración a sus condiciones de
salud”, le fue autorizada “una cierta libertad de movimiento” pero “con
obligación de permanencia en el interior del Estado y sujeto a oportunas
limitaciones en las comunicaciones con el exterior”.
Esa declaración cayó como un balde de
agua fría al nuncio actual en Dominicana, Jude Thaddeus Okolo, artífice de la
visita del procurador a Roma y entre quienes empujan para que prevalezca la
justicia. Esa contradicción interna no lo dejó bien parado. Detalles como ese
pueden echar por tierra un proceso que requiere máxima atención, seriedad y
profesionalismo de parte de la Santa Sede.
Según pudo saber el Vatican Insider,
Wesolowski puede moverse con cierta libertad dentro del Vaticano. Se le permite
ir a la farmacia, a la clínica y al supermercado. Esto no obstante hasta ahora
nadie ha aclarado oficialmente cuál es su padecimiento físico, su enfermedad o
el mal que lo aqueja (por el cual se le concedió el arresto domiciliario y no
la prisión preventiva).
Por lo pronto la magistratura vaticana
continúa sus investigaciones y ya cumplió un primer interrogatorio del
imputado, al cual seguirán otros. En los próximas semanas los jueces podrán
requerir información a la República Dominicana y después de un “tiempo
prudencial” los magistrados decidirán –con base en las pruebas recopiladas- si
envían o no al imputado a juicio.