17 ene 2010

Las mentiras

REPORTAJE: PSICOLOGÍA
Atrapar a los mentirosos
FERRAN RAMÓN-CORTÉS
Publicado en El País Semanl, 17/01/2010;
Corrupción, estafas, dobles vidas… Tanto en la vida pública como en la privada, vivimos rodeados de engaños. Mentir es fácil, pero las mentiras no duran siempre. Éstas son algunas pistas para desenmascararlas.
Mentir es un acto consciente y deliberado, no un accidente como a menudo el mentiroso nos quiere hacer creer. Hay dos formas básicas de mentir: la primera es ocultar, y consiste en retener cierta información sin decir nada que no sea verdad. La segunda es falsear, y se basa en presentar la información falsa como si fuera cierta. El ocultamiento es pasivo, mientras que el falseamiento es activo. Desde esta perspectiva, la persona que oculta suele sentirse menos culpable que la que falsea, aunque en ambos casos las consecuencias pueden ser igual de perjudiciales para sus víctimas.
Por lo general, la gran mentira se teje con el tiempo. Se empieza con un engaño banal, al que sigue un segundo engaño algo mayor. No pasa nada, y el mentiroso no es detectado. Esto le da alas para cometer un engaño todavía mayor, en un proceso que no conoce límite hasta que comete algún error y es desenmascarado.
El mentiroso habitual se crece hasta que, creyéndose más listo que los demás, relaja el control y baja la guardia, momento en el que comete un desliz y es descubierto. Como afirma el profesor Ekman, “la práctica del engaño, así como el éxito reiterado en instrumentarlo, reducirá siempre el recelo a ser detectado”.
Mentir no es complicado. Lo que es complicado es aguantar una mentira en el tiempo. Alexander Pope decía que el que dice una mentira está obligado a decir veinte más para sostenerla, y Abraham Lincoln declaró en una ocasión que no tenía suficiente memoria como para ser un buen mentiroso. Cuando uno miente, puede tener preparada una buena explicación para quien le interpele, pero va a tener que recordarla porque en el momento menos pensado alguien volverá a preguntar, y si no somos rápidos en la respuesta, quedaremos en evidencia.
Además, en el curso de una mentira solemos improvisar respuestas a preguntas que no habíamos previsto, creando un montón de mentiras adicionales. Se requiere una habilidad prodigiosa para recordarlas a fin de evitar delatarnos.
Así pues, no es fácil que la mentira –especialmente la mentira reiterada– dure siempre. Sófocles afirmaba que “una mentira nunca vive hasta hacerse vieja”, porque el mentiroso no puede controlar ni esconder todas sus conductas. Parece haber también una relación entre el tiempo en que se aguanta una mentira y el número de gente a la que se quiere engañar, ya que a más gente por engañar, más posibilidades hay de cometer un desliz. Como dijo J. F. Kennedy, “se puede engañar a muchos poco tiempo, o a pocos mucho tiempo. Pero no se puede engañar a todos todo el tiempo”.
Desenmascarando la mentira. La mentira se desenmascara por errores que comete el mentiroso. No hay garantía de que los cometa, sobre todo si la mentira se sostiene por un corto periodo de tiempo, con lo que no todas las mentiras necesariamente fallan. Pero lo normal es que lo haga. Aunque hay verdaderos “profesionales de la mentira” que evitan cualquier signo delator, la mayoría de nosotros cometeremos más bien pronto que tarde errores evidentes que desenmascararán nuestro engaño. Y aun en el caso de grandes mentirosos, nadie puede controlar todo lo que ocurre a su alrededor ni evitar que un suceso fortuito le delate.
Hay, según el profesor Ekman, dos indicios fundamentales del engaño: los indicios revelatorios y los indicios de comportamiento mentiroso. En el primer caso se trata de manifestaciones que hacemos sin querer y que ponen de manifiesto la verdad (por ejemplo, mentimos afirmando que estamos reunidos con el jefe, y a los tres días accidentalmente negamos haber hablado con él). En el segundo caso, el mentiroso, sin decir nada que le delate específicamente, se comporta de manera que revela que lo que nos está diciendo no es cierto.
Los indicios revelatorios son más fáciles de controlar que los de comportamiento. Saber lo que uno está diciendo es relativamente fácil, mientras que conocer lo que nuestra expresión verbal o facial revela es complicado. Además, la expresión facial está conectada con zonas del cerebro vinculadas a las emociones, que son de difícil control voluntario.
En la voz y en los gestos encontraremos grandes pistas para detectar la mentira. Dentro de los indicadores de voz, pausas demasiado largas o frecuentes, y vacilaciones al empezar a hablar cuando nos interpelan, nos han de poner en alerta. Y dentro de los gestos, un parpadeo inusualmente rápido o la incapacidad de sostener la mirada serán claramente delatores. El mentiroso puede hacer gestos muy elocuentes que contradigan lo que dice o reducir notablemente la gesticulación, señalando que inventa lo que dice.
Es importante tener en cuenta dos aspectos: el primero, que hay gente entrenada a lo largo de los años para mentir que no caerán en los errores obvios. El segundo, que la valoración de todas las expresiones corporales sólo puede hacerse en comparación con el nivel habitual del sujeto: si uno vacila habitualmente al hablar y no lo sabemos, podemos estar pensando que miente por un comportamiento que es natural en él.
Las pistas que no engañan y escapan del control del mentiroso son las relacionadas con la alteración fisiológica del cuerpo: respiración entrecortada, sudoración, enrojecimiento… pero aun así los mentirosos compulsivos aprenden a no sentir la tensión de estas reacciones.
A veces, sin darse cuenta, el que engaña da muchas más explicaciones de las solicitadas. Y otra técnica consiste en decir la verdad de forma inverosímil para que no se crea (por ejemplo, admito haber pasado la noche fuera no con una, sino con tres mujeres, y describo una gran cantidad de detalles de la fiesta).
CONSECUENCIAS DE LA MENTIRA. Mentir no es neutro y tiene fatales consecuencias para las relaciones. La confianza se teje poco a poco, y se rompe con una sola mentira. Tras una mentira podemos obtener el perdón, pero seremos objeto de sospecha en adelante. Se necesitarán muchas verdades y mucho tiempo para volver a merecer la confianza de aquel a quien hemos mentido. Como afirmó Nietzsche, “lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que de ahora en adelante ya no podré creer en ti”.
EXPLICACIONES Y COARTADAS
1. un libro.
El psicólogo Paul Ekman (Washington, 1934) ha dedicado una buena parte de su trabajo de investigación a la mentira. En su libro ‘Cómo detectar mentiras’ (Paidós, 2005) nos ofrece una completa guía de cómo desenmascarar a los mentirosos, y en su página ‘web’ (www.paulekman.com) ofrece programas de entrenamiento para detectar las expresiones faciales.
2. una teleserie.
La serie ‘Miénteme’ (Antena 3) ofrece casos de investigación que son resueltos a partir de la capacidad de un grupo de expertos de detectar las mentiras a través de las microexpresiones faciales.
3. una película.
‘La cortina de humo’ es una excelente sátira sobre la mentira y el poder. Tras ser pillado ‘in fraganti’ en un desliz amoroso, el presidente de EE UU inventa una guerra en Albania para distraer a la prensa de su ‘affaire’.

¿Qué me aporta mi actual trabajo?

¿Qué me aporta mi actual trabajo?/Borja Vilaseca
Publicado en El País Semanal, 17/01/2010;
Para muchos profesionales, trabajar significa estrés y rutina, no sentirse dueño de la propia vida. Pero quienes buscan y conectan con su verdadera vocación pueden desarrollar una función útil y creativa que les permita disfrutar y aportar riqueza a la sociedad. Tercera y última entrega de la serie sobre crecimiento personal.
Irene Orce "Creer en mí me ha llevado a hacer lo que amo y amar lo que hago"
25 años. Vive en pareja. Periodista especializada en desarrollo personal y 'coaching'. Dejó un trabajo que no le llenaba en plena crisis económica.
"Comencé a trabajar como periodista durante la carrera y al poco tiempo me vi envuelta en el estrés y la vorágine de la actualidad. Aprendí mucho, pero aquello no me llenaba. Los horarios maratonianos recortaron al mínimo mi vida social, y apenas tenía tiempo para mí. Cada vez sonreía menos. Esta situación me llevó a ahondar en mí misma, formándome con herramientas de autoconocimiento como el eneagrama, la PNL y el 'coaching'. Poco a poco comencé a aplicar estos conocimientos en mi vida diaria, pero aún me resistía a cambiar mi dimensión profesional. Me aferraba a la seguridad que me ofrecía el tener un trabajo fijo. Lo cierto es que di el salto definitivo debido a una saturación de malestar. Tras una profunda crisis dejé de centrar la atención en aquello que sucedía fuera y comencé a escucharme y a confiar en mí misma. Así fue como conecté con mi verdadera vocación: escribir, y cuestionar el modo que tenemos de ver y de vivir la vida, como seres humanos y como sociedad. Lancé por la ventana el autoengaño y el miedo, dejé mi puesto de trabajo y presenté el proyecto del 'blog' Metamorfosis, que me aporta mi dosis de creatividad con flexibilidad. Y nació en mí una nueva pasión: acompañar a otras personas que quieran descubrir y aprovechar su potencial para vivir más conscientemente. Creo en el despertar de la consciencia y la asunción de la responsabilidad personal como pilares de la felicidad. Por eso decidí involucrarme en un proyecto pionero e inspirador: el máster en Desarrollo Personal y Liderazgo de la Universidad de Barcelona, que actualmente tengo el privilegio de coordinar. La decisión de cambiar de trabajo no fue fácil, pero por primera vez me siento verdaderamente libre. Hago lo que amo y amo lo que hago".
El año 2009 pasará a la historia como el año en que Occidente comenzó a darse cuenta de que el capitalismo salvaje es insostenible. E incluso de una verdad todavía más incómoda: que la crisis económica y financiera que padece el sistema es un reflejo de la crisis de valores y de consciencia que vive desde hace tiempo la sociedad. Parece como si hubiéramos perdido el rumbo. Y al no saber hacia dónde vamos, la vida nos está revelando una dirección a seguir por medio de profundas modificaciones estructurales.
Aunque necesarios, los cambios que no elegimos de forma voluntaria y consciente no suelen ser nada fáciles de asumir ni de aprovechar. Por eso, en general, no nos gustan, e incluso los tememos. Pero hay una ley en la naturaleza que dice que nada muere ni se pierde, sino que todo se transforma. Y que para construir lo nuevo, primero debe destruirse lo viejo, lo que sobra, lo que ya no es útil y ha dejado de tener sentido. El resultado... Empresas que quiebran. Oficinas bancarias que cierran. Sectores que desaparecen. Despidos masivos. Y a nivel psicológico, una contagiosa epidemia de incertidumbre, inseguridad y miedo.
Muchos economistas coinciden en que este proceso de regeneración del sistema no ha hecho más que empezar. Y aunque nadie sabe exactamente qué va a pasar, conceptos como confianza, equilibrio, ética, sostenibilidad, humanismo, felicidad y sentido son cada vez más pronunciados y demandados por los individuos y las organizaciones como solución real al escenario psicológico y económico actual.
De ahí que, por más que sigan mirando hacia otro lado, a lo largo de la próxima década las empresas van a tener que humanizar su manera de gestionar a los trabajadores, así como minimizar el impacto negativo que tienen sus actividades sobre el medio ambiente. Y por más que nos resistamos, a los ciudadanos de a pie no nos va a quedar más remedio que modificar muchos aspectos de nuestro estilo de vida materialista.
Los sociólogos más visionarios predicen que los cuatro pilares del nuevo paradigma económico emergente van a ser la responsabilidad personal, el ahorro consciente, el comercio justo y el consumo ecológico. Y no sólo eso. Una minoría cada vez más mayoritaria empieza a hacerse escuchar, cuestionando la correlación entre el crecimiento económico que genera el sistema capitalista y el bienestar de la sociedad.
Más allá de caer en el victimismo, o incluso en el fatalismo, la crisis puede convertirse en una oportunidad de cambio, crecimiento y evolución, tanto individual como colectiva. Al igual que hizo Irene Orce, es hora de asumir la responsabilidad de nuestra propia vida, debemos redescubrir quiénes somos verdaderamente y emprender proyectos profesionales útiles, creativos y, sobre todo, con sentido. Por todo ello, 2010 puede ser el primer año de una nueva etapa social y económica, basada no en lo que tenemos, sino en lo que somos.
José Luis Montes "Fracasar también es lograr el éxito social a costa de la felicidad"
44 años. Separado, vive en pareja. Ex directivo de multinacionales, escritor y fundador del movimiento social Wikihappiness. El detonante de su fortalecimiento fue el sentimiento interno de fracaso vital.
"Desde pequeñito te llenan la cabeza de mentiras acerca de cómo debes vivir la vida. Te meten miedo diciéndote que has de estudiar ciertas carreras universitarias para no pasar hambre. Te condicionan para triunfar a toda costa, para tener prestigio y respetabilidad, para tener mucho dinero... Parece como si el éxito consistiera en cumplir una serie de estereotipos impuestos por la sociedad. Te venden que cuando hayas subido todos esos escalones entrarás en el 'templo de la felicidad'. Pero es una gran mentira. Yo he vivido en ese lugar y está vacío. La felicidad no está relacionada con lo que poseemos, sino con lo que somos y con nuestra capacidad para vivir en coherencia con nosotros mismos. He verificado que si tu principal objetivo es conseguir éxito, reconocimiento, estatus, poder y dinero, necesitas poner tus intereses antes que tus principios, lo que termina por destruir la humanidad innata que hay en ti. Te desconecta de tu esencia y al alejarte de ti mismo te olvidas de los valores y de los proyectos que sí valen la pena. Después de 20 años de triunfos externos, terminé por tomar consciencia de mi vacío interno: no estaba siendo feliz. ¿Acaso hay mayor fracaso que desperdiciar tu vida? Doy gracias al hecho de haber fracasado porque me dio la oportunidad de reconstruir las cosas de nuevo: vendí mi compañía y empecé a apostar por mí mismo y por los demás. No hay mayor fracaso que fijar objetivos equivocados y conseguirlos. Por eso hay tantas personas de éxito que son infelices: porque han hecho lo que el sistema les ha dicho que hagan y no lo que les dicta su corazón. Una cosa sé seguro: si no aprendes a ser feliz por ti mismo, seguro que terminas sintiéndote un fracasado. Estoy tan convencido de ello que he terminado publicando el libro 'El hombre que tuvo la fortuna de fracasar".
Dado que formamos parte de una sociedad edificada sobre un sistema monetario, cada semana nos vemos forzados a competir entre nosotros para ganar dinero. Eso fue precisamente lo que le pasó a José Luis Montes. Y lo cierto es que muchos historiadores coinciden en que se trata de una nueva forma de esclavitud, mucho más refinada que la de épocas anteriores.
Según el portal de ofertas de empleo Monster, el 15% de la población activa española dedica más de 50 horas semanales a su profesión, sin contar las horas extra, el tiempo destinado a comer o los desplazamientos in itínere. La mitad de los asalariados, por otra parte, pasa en su entorno laboral más de 40 horas; el 25%, entre 25 y 40 horas, y el 10% restante, menos de 25 horas.
Y por más que en los últimos años los expertos en management hayan introducido en España conceptos como "humanismo empresarial", "responsabilidad social corporativa" o incluso "liderazgo en valores", la precariedad y el malestar siguen siendo la realidad más común para la gran mayoría de trabajadores. Y es que una cosa es la teoría y otra bien distinta la puesta en práctica.
Así, para el 65% de la población activa española, la principal fuente de tensión y preocupación laboral es "el insuficiente salario que se percibe en relación con la función que realiza", según un estudio elaborado por un equipo de psicólogos del trabajo de la Universidad de Alcalá de Henares. Aunque el sistema capitalista genera mucha riqueza económica a través del papel que desempeñan las empresas, ésta no beneficia ni por asomo al colectivo mayoritario de la sociedad: los propios trabajadores. Ahora mismo, casi seis de cada 10 asalariados (unos 11 millones de españoles) cobran alrededor de 1,000 euros cada mes, según los últimos datos de la encuesta de población activa. En cambio, el sueldo medio de un director general en España ronda los 13,227 euros brutos mensuales, según un estudio de la firma Deloitte. Y en esa misma esfera se sitúan el resto de salarios directivos. En el caso de las empresas del Ibex 35, la desproporción se multiplica: los altos ejecutivos cobran de promedio unos 56.250 euros brutos mensuales entre la parte fija y la variable, cuya cuota anual la establece la propia cúpula directiva.
Nadie pone en duda que el exceso de trabajo, la competitividad, la ambición, la codicia o el afán de reconocimiento permiten lograr el éxito profesional y la respetabilidad social. Pero, como bien sabe el ex directivo José Luis Montes, en el camino por alcanzar la cima de la vida material solemos perder algo mucho más importante: nuestra salud y nuestro bienestar emocional. La paradoja es que, cubiertos unos mínimos, la búsqueda obsesiva de dinero y de riqueza material, más allá de incrementar la felicidad, nos la quita.
Javier Martínez de Marigorta "Mi compromiso laboral es crear valor a través de mis valores"
29 años. Soltero. 'Coach' y profesor especializado en cambio personal y profesional. El detonante de su fortalecimiento fue darse cuenta de la falta de sentido de su trabajo.
"A los 25 años fui contratado por una gran multinacional, alcanzando así lo que pensé que sería el principio de una carrera imparable hacia el éxito. Tras la euforia inicial, pronto mis eternas jornadas laborales me empezaron a llenar de estrés y cansancio. Por aquel entonces estaba convencido de que ése era el precio que había que pagar por alcanzar la felicidad. Además, veía que lo que me estaba pasando a mí también le pasaba a todos los demás. A pesar de la resignación generalizada, comencé a abrir los ojos. Y al empezar a ver las cosas desde una nueva perspectiva, observé la diferencia entre los valores que se predicaban en la empresa y los que realmente se practicaban. Esta visión tuvo un efecto inesperado dentro de mí. Ya no creía en mis jefes ni en los proyectos que me encargaban. De hecho, había dejado de creer en lo que hacía, dejando de dar lo mejor de mí mismo. Apareció un gran vacío. No encontraba ni un motivo para seguir yendo a trabajar. Y fue precisamente la falta de sentido en el ámbito laboral, acompañada de momentos de angustia y malestar, la que me dio la oportunidad de hacer conscientes mis valores más profundos. En este camino hacia mi interior, la herramienta del 'coaching' me fue de gran utilidad. Finalmente, la revelación que andaba buscando llegó en forma de pregunta: ¿para qué quiero que sirva lo que hago? La respuesta fue clara y rotunda: para servir a los demás, utilizando mi profesión para inspirar a las personas a descubrir su verdadera esencia. A través de mi propia experiencia de cambio, crecimiento y evolución he descubierto los beneficios existenciales y profesionales que empiezan a llegar a tu vida cuando te comprometes con tu autoconocimiento y desarrollo personal".
Más allá de la desigualdad salarial, los empleados españoles también se quejan del mal ambiente laboral, marcado por jefes tóxicos y horarios rígidos, que les impiden disfrutar de su profesión y conciliar su vida personal, familiar y laboral. Y esta reclamación no tiene nada que ver con el apretón de cinturón provocado por la crisis, sino que viene de lejos.
Según otro estudio de la Universidad de Alcalá de Henares, cerca de ocho millones de españoles sufrían en 2006 algún trastorno psíquico como consecuencia de sus nefastas condiciones laborales. Así, por aquellos años de bonanza económica, "casi el 40% de la población activa padecía estrés, acoso laboral, adicción al trabajo, estaba quemadísimo o directamente iba deprimido a la oficina".
Sin embargo, estar en el trabajo no es lo mismo que estar trabajando. "Al ser tratados como máquinas sin necesidades ni sentimientos, muchos españoles sufren su jornada laboral de cuerpo presente y mente ausente", reconoce el psicólogo del trabajo Iñaki Piñuel, autor de Mi jefe es un psicópata. "Y al desconectarse de sí mismos durante tantas horas, tantos días a la semana y tantos meses al año, corren el riesgo de convertirse en autómatas que existen, producen y consumen por pura inercia".
De hecho, dos de cada 10 empleados consideran que su empleo es "psicológicamente tóxico", según una encuesta del Instituto IEDDI. A pesar de esta situación, "la mayoría sigue fichando cada lunes, considerándose víctima y esclavo de sus circunstancias", afirma Piñuel. A su juicio, "estas personas son en realidad víctimas y esclavas de sí mismas, de sus temores e inseguridades, lo que les lleva a apegarse a ciertas excusas para no atreverse a cambiar de trabajo". Pero, tal como muestra la historia de Javier Martínez de Marigorta, el cambio es posible.
Jordi Roig Juyol "Me siento libre porque he asumido la responsabilidad de mi vida"
42 años. Soltero. Ex ingeniero, en proceso de reinvención profesional. El detonante de su fortalecimiento fue el dolor provocado por seguir un camino profesional que no era el suyo.
"Mientras desarrollaba mi carrera profesional como ingeniero, completé mi formación haciendo un máster en una prestigiosa escuela de negocios. Me sentía en la cima. Todos estaban orgullosos de mí, pero yo sentía que me faltaba algo. No acababa de sintonizar con aquella vida. Por dentro me sentía insatisfecho. Y guiado por el malestar y la falta de sentido en el trabajo, terminé en el paro. Paradójicamente, fue un golpe durísimo, pues al quitarme el vestido de profesional, no tuve ni idea de quién era yo. Fue como si me hubieran arrancado la piel. Sentí un profundo sufrimiento, que me condujo hasta el sótano de mi alma. Y en medio de aquella oscuridad, de pronto empecé a ver la luz. Me di cuenta de que había seguido inconscientemente el rumbo que la sociedad esperaba de mí, dedicando toda mi energía al trabajo, alejándome de mis propios sueños. Comprendí que era mucho más que un profesional: un explorador, un aprendiz, un maestro, un amigo, un amante, un peregrino y un niño. Y que las contradicciones que surgían en mí no eran señales de duda, sino de riqueza. Fue como un despertar. Comencé a conectar con la auténtica fuerza impulsora de mi vida, que, más allá de estar fuera, la encontré dentro de mí mismo. Y descubrí que la mejor forma de darle un sentido intenso a mi existencia era vivirla jugando. No me arrepiento de nada de lo que he hecho. Ha sido justo lo que he necesitado para llegar a donde estoy ahora. La inconsciencia me llevó hasta el dolor, y gracias a éste me he comprometido con existir conscientemente. Estoy lleno de entusiasmo e ilusión, enfocando toda mi energía a reorientar mi carrera profesional hacia la creatividad, la comunicación y la formación. Estoy aprendiendo a tomar las decisiones con el corazón".
Tras apostar por sí mismo, Jordi Roig Juyol disfruta mucho más del tiempo libre, de la familia y los amigos. Y no es el único. Existe un movimiento social en auge denominado downshifting, que en inglés significa "reducir la marcha de un vehículo". Metafóricamente representa la opción de reducir el nivel de vida para incrementar su calidad. Su impulsor, el directivo John J. Drake, autor de Vivir más, trabajar menos, afirma que "esta simplicidad voluntaria tiene la finalidad de redescubrir lo verdaderamente valioso de la vida para recuperar el contacto con la felicidad".
Drake propone "trabajar para cubrir las necesidades reales, desenmascarando las que no lo son", e invita a "cuidar la salud, la alimentación, el descanso físico y mental, así como las relaciones personales". Y gracias al aumento del tiempo libre, este experto también motiva a "desarrollar actividades creativas, constructivas y beneficiosas tanto para uno mismo como para los demás y el entorno del que se forma parte".
Llegados a este punto, Drake plantea las siguientes preguntas: "¿De qué te sirve todo lo que tienes si no gozas de tiempo para disfrutarlo? ¿De qué te sirve el éxito y la respetabilidad si te pasas el día estresado y cansado? ¿De qué te sirve ganar mucho dinero si no eres feliz?". Y por último, y tal vez más importante: "¿Quién o qué te impide cambiar de estilo de vida?". A juicio de Drake, "no hay nada irreversible" y "nunca es tarde para atreverse a cambiar". Y concluye: "Nuestro mayor enemigo es el autoengaño, pues para dejar de ser infelices el cambio es sin duda nuestro mejor aliado".
María José Dunjó "El coraje de vivir mi sueño me reveló mi auténtica vocación"
47 años. Soltera. Socia de la consultora Acambio, especializada en procesos de desarrollo y transición profesional. Una crisis existencial le llevó a un cambio radical de profesión y de vida.
"Siempre me gustó estudiar, y quizá por eso elegí la carrera de Ingeniería de Telecomunicaciones. Fue un reto y una inversión. Me proporcionó un buen trabajo y cierto éxito, al menos aparentemente. Con el tiempo empecé a viajar dos veces al año. Y un buen día me di cuenta de que aquellos viajes eran mucho más importantes y gratificantes que lo que estaba haciendo con el resto de mi vida. Esta toma de consciencia me hizo cuestionarlo todo. Y descubrí que yo misma me había encerrado en una 'jaula de oro': me sentía prisionera en un trabajo que reforzaba mi imagen de éxito, pero a costa de mi bienestar. Fue entonces cuando decidí renunciar a mi mundo de privilegios en favor de mí misma, de mi sueño: viajar por el mundo libre de ataduras. Y lo curioso es que la vida enseguida se puso de mi parte. Nada más tomar la decisión dentro de mí, mi empresa me ofreció una salida incentivada. Y no lo dudé. Me fui un año de viaje por Latinoamérica, una experiencia que se ha convertido en la clave de todo lo que soy y de lo que he hecho desde entonces con mi vida profesional. Si bien estuve a punto de tirar la toalla muchas veces y de volver a lo que hacía antes, por el camino se reveló mi auténtica vocación. Me di cuenta de lo útil que hubiera sido encontrar a algún profesional que me orientara en este proceso de transición. Y en eso me he convertido. Junto con mi equipo de Acambio nos dedicamos a identificar el proyecto profesional de futuro de las personas para ayudarles a gestionar su transición. He descubierto que no hay nada más poderoso e inspirador que sentir pasión por lo que haces".
Al igual que María José Dunjó, "muchos han descubierto que no hay nada más gratificante que poder servir de una u otra forma para mejorar la vida de los demás", sostiene el coach personal y ejecutivo Raimon Samsó, autor de El código del dinero. Conquista tu libertad financiera. Y para lograrlo "es necesario ejercer profesiones con sentido, es decir, que verdaderamente mejoren la calidad de vida del entorno del que formamos parte".
Así, "ganar dinero no puede ser el objetivo principal de nuestra actividad laboral. Lo que hemos de descubrir es cuál es nuestra misión, nuestro propósito, aquello que queremos hacer con nuestra existencia", afirma Samsó. Y añade: "Una vez lo sepamos, el dinero será un indicador de que nuestra función realmente contribuye a mejorar la sociedad".
Eso sí, por el camino es necesario cambiar de mentalidad. "Muchos profesionales suelen realizar una búsqueda laboral reactiva, considerándose a sí mismos como la demanda, quedando a merced de las ofertas que el sistema les ofrece". Sin embargo, "la conquista de la responsabilidad personal permite a las personas promover una creación proactiva de su profesión, viéndose a sí mismas como lo que en realidad son: la oferta". Y concluye: "Otra finalidad de este viaje hacia dentro es redescubrir qué es para cada uno de nosotros el éxito".
Según los dos filósofos más destacados del management actual, Steven Covey y Fredy Kofman, estamos frente al despertar de la "economía consciente", en la que el verdadero éxito implicará tres cosas: "Hacer lo que amamos" (estrechamente relacionado con lo que somos en esencia, de ahí que nos apasione y nos haga vibrar), "amar lo que hacemos" (vivir nuestra función con coraje, compromiso y entusiasmo, lo que depende, sobre todo, de nuestra actitud) y concebir dicha profesión con "vocación de servicio", siendo muy conscientes de que la auténtica felicidad brota de nuestro interior al hacer felices a los demás.
Judit Peyrón "Estar en el paro me ha dado la oportunidad de reinventarme"
47 años. Soltera. Coordinadora de eventos. El detonante de su fortalecimiento fue la entrada forzada en el desempleo.
"Después de 26 años trabajando en el mundo empresarial, de un día para otro me encontré en el paro. Me quedé atónita. Tras el choque inicial, me obligué a dialogar conmigo misma sobre el rumbo que había tomado mi vida. Hice un intenso análisis de mi andadura laboral y concluí que lo más importante de un trabajo es que me permitiera dos cosas: estar a gusto conmigo misma y aportar mi granito de arena a la felicidad de los demás. De pronto descubrí que mi situación de crisis profesional era en realidad una gran oportunidad para reinventarme y reenfocar mi actividad laboral. Decidí apostar por un proyecto que verdaderamente me entusiasmara. ¿Quién me iba a decir a mí que el paro iba a convertirse en una bendición? Me sentía libre de cualquier excusa. No tenía nada que perder. Tan sólo quería disfrutar, aprendiendo y creciendo como persona, siendo yo misma en el trabajo. Todo este proceso de cambio me hizo conectar con la necesidad de conocerme mejor. Y este autoconocimiento trajo consigo un gran descubrimiento: ¡saber qué quería ser de mayor! Aunque suene a tópico, nunca es tarde para volver a empezar. Esta actitud positiva me abrió las puertas de un nuevo trabajo como coordinadora de eventos, mucho más coherente con mis valores. Además, acabo de empezar un posgrado de relaciones públicas y comunicación, con el que estoy fortaleciendo mis conocimientos y habilidades. A día de hoy estoy muy ilusionada con esta nueva etapa de mi vida. Ahora sé que nuestra verdadera profesión es encontrar el camino hacia nosotros mismos, descubrir quiénes somos para saber qué podemos aportar a la sociedad".
Confiar en uno mismo y en la vida no es fácil. Pero, tal como dice Judit Peyrón, merece la pena. Y esto es algo que también afirma el veterano emprendedor Steve Jobs, fundador de Apple Computer y de Pixar Animation Studios, considerado como uno de los visionarios más importantes de nuestro tiempo: es el creador de Macintosh, iPod e iPhone.
El 12 de junio de 2005 dio una conferencia en la Universidad de Stanford en la que confesó haber invertido los ahorros de sus padres en la matrícula de una prestigiosa universidad, para, medio año más tarde, decidir abandonarla por "no encontrarle sentido". Meses después, "sin apenas dinero y coqueteando con la indigencia" -dormía en el suelo de las habitaciones de sus amigos y recogía botellas de Coca-Cola por cinco céntimos para pagar la comida-, Jobs se apuntó a unas clases de caligrafía. Una década más tarde, dicho aprendizaje sentaría las bases de los diseños del ordenador Macintosh, copiados después por Windows.
"No se puede comprender el sentido de las cosas mirando hacia delante sólo mirando hacia atrás", afirmó Jobs. "Tenéis que confiar en algo: en vuestro instinto, en el destino, en el karma o en lo que sea. Porque creer que los puntos se unirán os dará la fuerza para confiar en vuestro corazón, yendo más allá de cualquier miedo. Esta forma de actuar ha marcado la diferencia en mi vida". Este visionario también habló sobre la importancia de encontrar la vocación. "El trabajo va a llenar gran parte de vuestra vida. Es necesario que encontréis eso que amáis. Si todavía no lo habéis encontrado, seguid buscando. No os conforméis ni os resignéis. Como todo lo que tiene que ver con el corazón, lo sabréis cuando lo hayáis descubierto".
Y por último reflexionó sobre la función de la muerte. "Cada mañana me miro en el espejo y me pregunto: 'Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?'. Y si la respuesta es 'no' durante demasiados días seguidos, entonces sé que necesito cambiar algo. Así es como he tomado las mejores decisiones de mi vida. Porque prácticamente todo, las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso, se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante". Y concluyó: "Vuestro tiempo es limitado. Así que no lo desperdiciéis viviendo la vida de otro. No dejéis que el ruido de las opiniones de los demás ahogue vuestra propia voz interior. Y lo más importante, tened el coraje de seguir a vuestro corazón y a vuestra intuición. De algún modo ellos ya saben lo que vosotros realmente queréis ser".
Estamos condenados a tomar decisiones. Y lo podemos hacer de forma consciente, basándonos en nuestros valores y en nuestro verdadero propósito, o podemos simplemente seguir el camino que nos ha sido impuesto por la sociedad, yendo de un lado a otro como boyas a la deriva.
Lo que está en juego es nuestra libertad para convertirnos en las personas que podemos llegar a ser. Y el primer paso para conseguirlo es hacernos responsables de nuestra propia vida.
Imprescindibles
1. LIBRO Sonrisas de Bombay, de Jaume Sanllorente (Plataforma). Este libro autobiográfico y filosófico narra su propio viaje de autodescubrimiento, que le llevó a abandonar su confortable existencia en Barcelona para fundar una ONG en Bombay, dedicando su vida al servicio de los más desfavorecidos.
2. PELÍCULA Revolutionary road, de Sam Mendes. Protagonizada por Leonardo Di Caprio y Kate Winslet, esta película narra lo que sucede cuando las personas se niegan a seguir su propio camino en la vida, conformándose y resignándose a vivir según las creencias, normas y convenciones impuestas por la sociedad en cada época.

El caso de Pilar Juárez

El cadáver atribuido a Pilar Juárez no es el de la española desaparecida
La familia se muestra "absolutamente disgustada" por la gestión de la Embajada española y califica de "gravísimo" el error.

- Exteriores asegura que la información sobre la identificación fue suministrada por Naciones Unidas
AGENCIAS / ELPAÍS.com - Madrid - 18/01/2010
El cadáver atribuido a Pilar Juárez, localizado el sábado en la sede de Naciones Unidas en Puerto Príncipe, no se corresponde con el de la funcionaria española de la UE desaparecida en el terremoto de Haití al derrumbarse el edificio de la ONU en el que se encontraba. Así lo comunicó este domingo el Ministerio de Exteriores español tras realizarse el análisis de las huellas dactilares.
Exteriores explica que la información de que había sido hallado el cuerpo sin vida de Juárez fue suministrada por UNPOL, el cuerpo de policías dependiente de Naciones Unidas. El propio ministro Miguel Ángel Moratinos se puso en contacto con la familia "personalmente" para informarles del error en la identificación y pedir disculpas en nombre del Gobierno, además de "dar su palabra" de seguir buscando a todos los desaparecidos.
A Pilar Juárez, segoviana de 53 años, le sorprendió el terremoto en la cuarta planta de la sede de la ONU en Puerto Príncipe, donde participaba en una reunión en su calidad de segunda de la Embajada de la UE. Su marido, Luis Valverde, y su hijo, Bruno Valverde Juárez, resultaron ilesos en el seísmo y evacuados posteriormente a República Dominicana, desde donde impulsaron una campaña para localizar el cuerpo de la funcionaria. En declaraciones a Europa Press, Valverde asegura estar "absolutamente disgustado" por la gestión de la Embajada española y califica de "gravísimo" el error en la identificación. Además, la familia reclama al Gobierno que no vuelva a dar por buena cualquier información que apunte al hallazgo del cadáver de un desaparecido hasta que se realicen las pruebas de ADN oportunas.
En una nota remitida a EFE, los familiares de la desaparecida señalan que ahora "lo único que esperan es encontrar a Pilar" y que, pese a la indignación inicial por el error en la identificación, ven en ello "una luz, por pequeña que sea", que les devuelve la esperanza de encontrarla con vida. Explican también que "han pedido al Gobierno que la búsqueda de Pilar y el resto de españoles no sólo se haga en Haití, sino también en Santo Domingo y en todos los hospitales de los países a los que están llegando cuerpos".
Ya el pasado viernes, antes de que se le comunicara la localización del cuerpo de su mujer, el marido de Juárez denunciaba en conversación con EL PAÍS la "desinformación total" tras el terremoto. "El problema es que la Organización de Naciones Unidas está descabezada, nadie sabe nada, dónde hay que llevar la ayuda. Es preciso que se monte un gabinete de crisis colegiado a nivel de todos los donantes, no que cada uno tome una iniciativa por separado", declaró.
Un día después, dando por confirmada la muerte de su esposa, Valderde seguía lamentando lo que consideraba una "situación caótica". Su intención, según él mismo explicó a EL PAÍS, era volar con su hijo y los restos de su mujer en el avión que prepara el Gobierno para repatriar los cadáveres de los españoles fallecidos en el terremoto.
El Ejecutivo español trabaja para agilizar las gestiones de repatriación del matrimonio compuesto por María Jesús Plaza e Ives Baltroni, cuyos cuerpos fueron identificados entre los escombros de Puerto Príncipe. Los cuerpos se encuentran aún en Haití, por lo que en primer lugar deben ser trasladados a la vecina República Dominicana y, desde allí, se habilitará un avión para traerlos a España "lo antes posible". En ese vuelo viajarán también dos hijas del matrimonio, supervivientes del terremoto, junto con otros dos familiares.

Colombia

El Consejo Superior de la Judicatura tiene delirio de poder": Ibañez
Entrevista, reproducida en la revista Semana, 27 de octubre de 2009;
Revista de radio El presidente de la Corte Suprema de Justicia sugirió que es mejor acabar con este tribunal que ha tumbado varias sentencias de la Corte. La presidenta del CSJ defendió los fallos recientes.
Un nuevo episodio se le agregó al choque entre el Consejo Superior de la Judicatura y la Corte Suprema de Justicia. La gota que rebosó la copa fue la decisión de la Sala Disciplinaria del CSJ de sustituir un fallo en el que el Alto Tribunal había condenado a la representante Sandra Arabella Velásquez, a tres años de prisión por haber utilizado indebidamente un avión de la Fuerza Aérea Colombiana.
La magistrada María Mercedez López, presidenta del Consejo Superior de la Judicatura, reiteró, en diálogo con La W, su posición frente al fallo de la tutela en el caso de la representante Sandra Arabella y defendió las funciones que han asumido.
Sin embargo, la absolución de Arabella fue interpretada por la Corte Suprema de Justicia como un “deliro de poder”. Esta mañana en Caracol Radio, Augusto Ibáñez, presidente del Alto Tribunal explicó cuáles han sido los casos puntuales en que el CSJ ha tomado funciones que no le corresponden, entorpeciendo los procesos y llevando todos los casos por parapolítica a un escenario de impunidad.
Ibáñez indicó que con este nuevo hecho, lo que primero se debe hacer es revisar la sugerencia del presidente Álvaro Uribe, durante su primera candidatura, de acabar con el Consejo Superior. “Es el primer punto que vamos a analizar, porque antes tenía dudas, pero ahora estoy seguro de que se debe hacer”. Escuche por qué se debe tomar esta decisión.
El presidente del Alto Tribunal se mostró indignado con el nuevo papel que ha querido jugar el Consejo Superior de la Judicatura, indicó que el primer enfrentamiento entre los dos tribunales se dio en el caso de Yidis Medina. Explicó que el CSJ falló una tutela impuesta por el ministro de la Protección Social, Diego Palacio, porque la ex senadora lo involucró en su proceso y a él se le violó el derecho a la presunción de inocencia.
La decisión tomada por el CSJ fue quitar del caso el nombre de Palacio y no involucrarlo en esa investigación. Ibáñez aseguró que “afortunadamente" este proceso pasó a la Corte Constitucional y que ésta revocó el fallo.
El segundo enfrentamiento entre estos dos tribunales se dio durante el proceso de Iván Díaz Mateus. En esta oportunidad la Corte Suprema de Justicia indicó que el ex congresista debía ser juzgado el alto tribunal por el delito de cohecho, sin embargo, el CSJ “cambio de la noche a la mañana” quién debería juzgar este caso y lo pasó a la justicia ordinaria, pues durante el tiempo en que Díaz Mateus cometió el delito, no estaba ejerciendo su cargo político.
Este caso está actualmente en la Corte Constitucional quien tendrá la última palabra.
Augusto Ibáñez señaló que los problemas que tiene el Consejo Superior se dan porque su nombramiento lo hace el Congreso a partir de una terna que entrega el Presidente.
"Es un desvío de poder que busca acabar con el proceso de la parapolítica. Tú me eliges yo te absuelvo", agregó.
En el caso de Sandra Arabella, la magistrada López salvó su voto pues consideró que la Judicatura no puede asumir facultades que solo le corresponden a la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia. Sin embargo, la posición mayoritaria de la Sala Disciplinaria de la Judicatura fue la de tumbar el fallo de la Corte contra Arabella.
La magistrada dijo que la manera más sencilla de resolver el problema de que la Judicatura se metiera en los terrenos de la Corte era que la Sala de Casación Civil decidiera asumir las tutelas contra sus propias sentencias. Explicó que las demás salas de la Corte, como la Penal y la Laboral sí revisan las tutelas contra sus sentencias, pero que hasta ahora la Civil se niega a hacerlo pues ha hecho carrera el argumento de que las tutelas contra las sentencias no proceden. Escuche los argumentos de la Magistrada López.
En otras noticias...
En La FM, la secretaria de Gobierno de Bogotá, Clara López, dijo que este martes hay una nueva reunión con los representantes de los parqueaderos de Bogotá para hablar sobre las tarifas que están cobrando.
Pese a que hay un decreto que ordena que se deben cobrar 87 pesos por minuto, algunos están cobrando más.
“Nos vamos a convocar porque no es lógica una rebeldía generalizada contra una norma. En caso de ser necesario, adoptaremos medidas de otra índole. Vamos a seguir con los operativos, visitando parqueadero por parqueadero, verificando el tope de la tarifa”, dijo la Secretaria.
De acuerdo con López, todavía no se sabe cuántos ni cuáles son los parqueaderos que están incumpliendo la norma. “porque apenas empezamos la ronda ayer, pero a mí me comentaba, por ejemplo, el alcalde de Teusaquillo que tiene un cumplimiento en el 90 por ciento de los parqueaderos, de 20 que visitó encontró dos que no estaban cumpliendo."
López explicó que algo semejante le pasó al alcalde de Usaquén. "En Chapinero creo que era menos generalizado el cumplimiento, encontramos algunos parqueaderos que no habían alcanzado a cambiar aún el sistema de cobro porque lo hacen de manera computarizada. Vamos a ver hoy cómo nos va en Chapinero, pero en términos generales, el reporte que tengo es un cumplimiento amplio, no digo que total”.
Según la funcionaria, hay sanciones amplias para quienes incumplan. Hasta tres salarios mínimos legales mensuales se deben pagar por la primera infracción. La reiteración puede obligar al pago de hasta 20 salarios mínimos y posteriormente puede haber hasta cierre del establecimiento.



Los generales de Obama

Los generales de Obama/Manuel Castells
Publicado en LA VANGUARDIA, 16/01/10;
El presidente Obama heredó tres guerras. Desde el 2002 mostró su oposición a la de Iraq, que consideró innecesaria, costosa en dinero y vidas y gravemente perjudicial para la conducción de la segunda guerra, la de Afganistán, esta sí, considerada legítima, porque fue desde donde se atacó a Estados Unidos. La tercera es la guerra global contra Al Qaeda. No son guerras independientes, pero requieren tratamientos distintos y constituyen el desafío de seguridad más importante que tiene ante sí Obama. La guerra de Iraq estaba en vías de solución cuando llegó al poder. Tras una política desastrosa de represión a los suníes en favor de los chiíes, que permitió el desarrollo de Al Qaeda en un país donde antes era perseguida y provocó una feroz resistencia suní, desde el 2007 una nueva política dio vuelta a la situación. La clave fue reconocer el poder suní, armar y pagar a sus milicias tribales, asegurar que los chiíes no utilizaran el gobierno para ajustes de cuentas y aislar a Al Qaeda. Con Al Qaeda privada de su entorno suní, el aumento sustancial de tropas estadounidenses permitió reducir a Al Qaeda a mortíferos ataques suicidas y normalizar paulatinamente el país.
La nueva política de contrainsurgencia fue elaborada por el general David Petraeus, que asumió el mando en Iraq en la primavera del 2007. Es un militar de la nueva generación (tiene 58 años), formada en el análisis de las lecciones de la guerra de Vietnam. Son militares altamente educados, que utilizan el conocimiento de la política y la sociedad para cubrir sus objetivos utilizando la fuerza como instrumento de la política. Petraeus es doctor en Relaciones Internacionales por Princeton, con una tesis sobre las relaciones civiles-militares en el periodo de la guerra de Vietnam. Fue profesor en la academia militar y escribió un nuevo manual de contrainsurgencia donde se prioriza la relación con la población civil, rechazando la noción de ocupación en favor de la de reconstrucción del país y la devolución del poder a los dirigentes locales. Su frase más famosa: “El dinero es munición”. No son sólo palabras. Pacificó Mosul a principios de la guerra de Iraq combatiendo la corrupción en la policía y respetando a las autoridades kurdas. Cuando asumió la jefatura de Iraq llegó con colaboradores del mismo cuño, como el coronel Messe, profesor en el departamento de ciencias sociales de West Point. Su éxito en poco más de un año le valió un enorme prestigio en la opinión pública. Revistas como Time, Newsweek, Prospect y otros lo calificaron de uno de los más importantes “intelectuales públicos” y Foreign Policy lo incluyó en su lista de los 100 “pensadores globales”. En el 2009 fue promovido como jefe del comando central que engloba a los países de Oriente Medio y Asia Central con el objetivo de pacificar Afganistán. En Afganistán puso a otro hombre suyo, el general Stanley McChrystal, algo más joven, brillante graduado de la academia militar y con periodos de estudio en Harvard y Georgetown. Pero con una vertiente operativa marcada como jefe de las fuerzas especiales en el Golfo y en Iraq. Personifica la nueva táctica de obtener información precisa y utilizar comandos y aviones sin piloto para liquidar a los líderes guerrilleros. Él capturó a Sadam Husein y fueron sus fuerzas las que mataron a Al Zarqaui, el carismático jefe de Al Qaeda en Iraq.
Pero McChrystal tiene otra reputación: la de las torturas practicadas en el campo Nara en Iraq por su fuerza de intervención 6-26. Y su encubrimiento de la muerte del patriótico y famoso futbolista estadounidense Tilman por “fuego amigo”. El Congreso pidió su inculpación pero sus servicios eran demasiado valiosos y Gates y Petraeus lo salvaron y lo enviaron a Afganistán.
Ahora su misión es doble: reproducir en Afganistán lo que funcionó en Iraq y matar a Bin Laden y Al Zauahiri. De momento, ya mató al líder talibán pakistaní Mehsud. Pero los talibanes no son las milicias suníes. Son un movimiento religioso político enraizado en las tribus pastunes a caballo entre Kandahar, Helmand y Pakistán. El gobierno de Karzai no tiene existencia real sin su alianza con los señores de la guerra que controlan diversas provincias y se venden al mejor postor, incluyendo los talibanes. Obama ya no aspira a reformar Afganistán, quiere simplemente un gobierno estable y de unidad que abandone a Al Qaeda. Para eso primero tiene que imponer una relación de fuerza. Y McChrystal aprovechó para pedir 40.000 soldados, aunque dictando nuevas medidas para atenuar los bombardeos civiles. La filtración de su informe a los medios fue un claro gesto de indisciplina por parte del general. Pero Obama no puede ahora abrir una cuarta guerra, contra sus propios militares. Sabedores de la situación, algunos militares están decididos a no perder esta guerra como se perdió la de Vietnam, aunque la quieren ganar políticamente más que militarmente. Y no sólo en Afganistán, sino en Estados Unidos. Ya hay un claro movimiento de los republicanos para convencer a Petraeus de que sea su candidato a presidente en el 2012. Petraeus ha negado cualquier ambición política y además se operó recientemente de cáncer de próstata, aunque sigue en su puesto. Pero con la falta de líderes creíbles republicanos bien pudiera ser una alternativa popular. Si se pacifica la región, por haber sido el líder de esa operación. Y si no puede hacerlo porque Obama mantiene su idea de retirarse en el 2011, por representar una alternativa al pacifismo inoperante de Obama. Obama respeta a sus generales porque conoce su profesionalidad y sabe que la solución está en esa combinación de política, espionaje yuso selectivo de la fuerza para ir saliendo de los avisperos islámicos. Pero también sabe que están lentamente imponiendo una política propia. Al revés de la famosa máxima de Clausewitz, en este caso es la conducción de la guerra a través de la política. Si la cuerda se sigue tensando, habrá crisis, y según cómo se desarrolle puede abortar la presidencia de Obama.