10 jul 2009

Colombia, Ecuador e Interpol

Comunicado de Interpol
10 de julio de 2009
La normativa de INTERPOL prohíbe la publicación de una notificación azul a nombre del antiguo Ministro de Defensa colombiano
Tras la serie de declaraciones realizadas por las autoridades ecuatorianas en relación con el rechazo por parte de INTERPOL de su solicitud de publicación de una notificación azul sobre el ex Ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos Calderón, la Secretaría General de INTERPOL desea difundir la siguiente respuesta pública por afán de transparencia y precisión.
El compromiso contraído por INTERPOL para con sus
187 países miembros le obliga a mantener la objetividad y respetar el Estatuto y la normativa de la Organización en todas sus actuaciones. Y este es especialmente el caso cuando un país le solicita que tome medidas en contra de un ciudadano o un dignatario público de otro país.
Además, el Estatuto de INTERPOL prohíbe a la Organización participar en cualquier asunto que tenga carácter predominantemente político, militar, racial o religioso.
La Oficina de Asuntos Jurídicos de INTERPOL estudió con detenimiento la solicitud remitida el 3 de julio de 2009 por Ecuador para la publicación de una notificación azul con miras a localizar al ex Ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos Calderón. Debe quedar claro que Ecuador no ha pedido en ningún momento la publicación de una notificación roja para proceder a la detención de esta persona.
Después de examinar la información facilitada y el fundamento de la solicitud de publicación de una notificación azul, la Oficina de Asuntos Jurídicos concluyó que se trata de un asunto de carácter predominantemente militar y político. Concretamente, la solicitud se refiere a actos presuntamente cometidos por el Sr. Santos Calderón en su calidad de Ministro de Defensa de Colombia. La Oficina de Asuntos Jurídicos determinó que “él dio las presuntas órdenes a un grupo militar que realizaba una operación del Ejército en el territorio de otro país, lo cual pone de relieve el carácter tanto político como militar del caso”.
Al denegar la solicitud presentada por Ecuador para la publicación de una notificación azul, INTERPOL ha respetado su propia normativa. De conformidad con esa misma normativa, Ecuador
puede recurrir esa decisión ante el Comité Ejecutivo de INTERPOL y, en última instancia, ante la Asamblea General, en la que están representados los 187 países miembros de la Organización.
INTERPOL comprende y respeta la existencia de interpretaciones distintas de situaciones delicadas. La Organización no responderá a los ataques infundados que ciertos altos cargos públicos mal informados han dirigido contra INTERPOL.
La razón por la que INTERPOL ha podido servir con total satisfacción a sus países miembros durante muchos años y en asuntos muy diversos radica en el respeto estricto de su Estatuto y de su normativa interna.
La Secretaría General ha trabajado en estrecha cooperación con las autoridades ecuatorianas desde 1962, año en que este país entró a formar parte de INTERPOL, y seguirá atendiendo con la mayor solicitud sus peticiones, siempre que no sean contrarias al Estatuto de la Organización ni a las facultades que le han sido otorgadas.

La boda de los Fox

Boda de Fox y Marta no cumplió requisitos: Diócesis de León.
Nota de XOCHITL ALVAREZ
El Universal On line, León, Guanajuto Viernes 10 de julio de 2009;
Las bodas deben ser en un recinto sagrado, ante Dios y ante los hombres, dijo el vocero de la Arquidiócesis de León, Jorge Raúl Villegas Chávez
El ex presidente Vicente Fox Quesada y Marta Sahagún Jiménez se casaron por la Iglesia sin cumplir con las formalidades que exige la jerarquía Católica, que prohíbe bodas en privado y en jardines, como la que protagonizaron.
"Las bodas deben ser en un recinto sagrado", ante Dios y ante los hombres, dijo el vocero de la Arquidiócesis de León, Jorge Raúl Villegas Chávez.
Marta Sahagún y Vicente Fox contrajeron nupcias la noche del jueves en los jardines de la Hacienda San Cristóbal, en una ceremonia "fue muy intima, muy privada", reveló la vocera de la ex primera dama, Cristina Romo. Los novios guardaron en secreto la fecha de su unión ante Dios.El padre dominico Alejandro Latapí, primo de Vicente Fox, ofició la misa a la que asistieron sólo familiares y amigos cercanos de los novios.
"Nuestros obispos lo han expresado pública y oficialmente que los sacerdotes no podemos hacer bodas privadas en lugares privados y mucho menos tener restricciones; debe ser un lugar público y un lugar donde cualquier católico pueda entrar o salir", enfatizó el vocero de la Arquidiócesis.
Cabe citar que la Aquidiócesis primada de México declaró nulo el enlace religioso de José Alberto Castro y la actriz Angélica Rivera, La Gaviota, actual novia del gobernador Enrique Peña Nieto
, por incumplir los requisitos de la institución eclesiástica, por haber sido celebrado en una playa.
Este viernes, el vocero de la Arquidiócesis, dijo que fue sorpresivo el matrimonio eclesiástico de Fox y Sahagún, porque la celebración fue privada y en un lugar no autorizado por la jerarquía de la Iglesia católica.
"Sabemos que no es correcto que se haya hecho en un lugar privado, así que no puedo decirte nada, porque todo fue de improviso, todo fue de repente", dijo asombrado el clérigo.
Incluso, dudo del matrimonio de Vicente y Marta: "realmente no sé ni siquiera si fue boda, o nada más una bendición o una oración, no sé qué haya sido, no me consta que haya sido boda", dijo Villegas Chávez.
-Padre independientemente de que fue apresurado, ¿está prohibido que estas ceremonias se realicen en espacios que no sean recintos sagrados?
"Sí está prohibido, lo repito".
En consecuencia, comentó que la boda de Vicente Fox no cumple con las formalidades religiosas. Dijo desconocer sí el padre Latapí solicitó permisos especiales.

Eduardo Ruiz Healy

Militante o periodista
Columna El asalto a la razón/Carlos Marín
Milenio Diario, 2009-07-10
Ya que Ciro Gómez Leyva difundió ayer el incidente que recuerda al periodista que dejó de serlo cuando lanzó sus zapatos a Bush, Eduardo Ruiz-Healy puede hoy, en su noticiario del 104.1 del cuadrante, disculparse con su ofendido y con el público de Radio Fórmula.
Definido en su página electrónica como “el más controvertido en el estilo más explosivo de la radio”, quizás admita que se excedió (¡pero de calle!), al increpar así a López Obrador:
“Eres un mentiroso, Andrés Manuel
. Tres años invitándote a mi programa y no aceptas. Eres un mentiroso, López Obrador. ¡López Obrador es un mentiroso, no acepta invitaciones a mi programa, porque es cobarde y no quiere responder! ¡Responde, López Obrador! ¿Cuándo vienes a mi programa, Andrés Manuel? ¡No seas cobarde, da la cara! ¡Enfréntate a la mafia! ¡Cobarde, cuándo vienes a mi programa! ¡Estás cordialmente invitado a mi programa, López Obrador…!”
Como es lógico, el aludido ni siquiera lo miró.
Ojalá rectifiques, Eduardo. La regaste y resígnate: AMLO no tiene por qué (y ahora menos) exponerse a ti.cmarin@milenio.com

Obama y la Iglesía católica

Antiguo teólogo del Papa destaca puntos en común entre Obama y la Iglesia
El cardenal Georges Cottier analiza los discursos en la Notre Dame y El Cairo
Hay aspectos del pensamiento político del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y de su "realismo humilde", que podrían acercarse a la doctrina social de la Iglesia, reconoce el antiguo teólogo de Juan Pablo II y Benedicto XVI.
El cardenal Georges Cottier, OP, teólogo emérito de la casa pontificia, prestigioso experto en ética, ha publicado un artículo en la revista
"30 Días", en el que comenta los dos discursos del mandatario estadounidense pronunciados en las universidades de Notre Dame, el pasado 17 de mayo, y en la Universidad islámica Al-Azhar de El Cairo, el pasado 4 de junio.
La publicación de 3o días.
La política, la moral y el pecado original
Los discursos del presidente estadounidense Barack Obama en la University of Notre Dame y en la Universidad islámica Al-Azhar de El Cairo se pueden confrontar útilmente con elementos de la fe y de la doctrina social cristiana
Por el cardenal Georges Cottier, op teólogo emérito de la Casa Pontificia
En las últimas semanas Barack Obama pronunció dos importantes discursos oficiales en dos contextos universitarios muy distintos. El 17 de mayo habló en la University of Notre Dame, la universidad católica de Indiana donde había sido invitado para recibir el doctorado honoris causa con ocasión de la tradicional ceremonia de graduación de 2.900 estudiantes. El pasado 4 de junio, en El Cairo, desde la Universidad islámica Al-Azhar, considerada el principal centro de enseñanza religiosa del islam suní, pronunció un largo discurso dirigido especialmente al mundo islámico.
No quiero hacer un comentario político, que no es de mi competencia. Pero me llamaron la atención muchos acentos contenidos en las dos intervenciones del presidente de Estados Unidos. Más allá de los temas tratados, los discursos han manifestado una mirada sobre el hecho político que podemos confrontar útilmente con elementos fundamentales de la doctrina social de la Iglesia católica.
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En el discurso de Notre Dame me llamaron enseguida la atención las palabras que Obama dirige ya desde el incipit a la juventud. El presidente advierte que estamos atravesando un momento histórico particular, y describe esta circunstancia como un privilegio y una responsabilidad para los jóvenes. Ya en este enfoque positivo hay algo de cristiano. Las tareas de cada generación son tareas en las que la Providencia de Dios no está ausente.
Para valorar completamente el alcance de las dos intervenciones hay que tener presentes dos premisas. Ante todo hay que decir que sus discursos conciernen a problemas de la sociedad temporal. Y la Iglesia ha reconocido, también en importantes encíclicas y documentos del magisterio, la autonomía de las sociedades temporales. Autonomía no significa separación, antagonismo, aislamiento u hostilidad entre la sociedad temporal y la Iglesia. Simplemente, la Iglesia reconoce que la sociedad temporal tiene su propia consistencia, con sus propios fines. En el diálogo con esta realidad, la aportación ofrecida por la Iglesia –que representa el Evangelio y los valores de la gracia– no niega ni oscurece sino que al contrario valoriza esta autonomía de la sociedad temporal.
La segunda premisa es que Obama habla del mundo tal y como es hoy. Sus palabras se refieren a los Estados Unidos, pero con los grandes movimientos de poblaciones que han tenido lugar en los últimos decenios, sus palabras pueden aplicarse a todas esas áreas del mundo –especialmente en Occidente– actualmente habitadas por sociedades pluralistas. Obama es un jefe de gobierno que tiene que vérselas con una sociedad pluralista. Este es un dato que hay que tener presente si de verdad se quieren comprender sus palabras.
De hecho, el discurso en la University of Notre Dame está sembrado de referencias tomadas de la tradición cristiana. Hay, por ejemplo, una expresión que aparece con frecuencia, «terreno común», que corresponde a un concepto fundamental de la doctrina social de la Iglesia, el del bien común.
En la mentalidad actual se da la tendencia a pensar que la moral concierne sólo al ámbito de la vida y de las relaciones privadas. En cambio, también la búsqueda del bien común interpela la referencia a criterios y normas morales (cf. Pacem in terris, n. 80). La moral es siempre la misma, no se modifica según si se aplica a la esfera pública o a la privada. Pero la moral siempre tiene en cuenta el objeto, la realidad a la que se aplica. En este caso, se trata de la búsqueda del bien común en una sociedad pluralista.
Obama toma como punto de partida un dato que la tradición cristiana siempre ha reconocido y tomado en consideración: las consecuencias del pecado original. «Parte del problema está en las imperfecciones del hombre, en nuestro egoísmo, en nuestro orgullo, en nuestra obstinación, en nuestra avidez, en nuestras inseguridades, en nuestros egoísmos: todas nuestra crueldades grandes y pequeñas que en la tradición cristiana se entienden arraigadas en el pecado original»
El problema es más que nunca complejo: cómo buscar juntos el bien común en una sociedad en la que existen ideas diferentes e incluso conflictivas acerca de lo que es bien y lo que es mal. Y cómo proseguir juntos en dicha búsqueda sin que nadie esté obligado a sacrificar nada de sus propias convicciones esenciales. Me parece que podemos estar de acuerdo con su modo de enfocar la búsqueda de soluciones. También porque, al proponerlo, Obama toma como punto de partida un dato que la tradición cristiana siempre ha reconocido y tomado en consideración: las consecuencias del pecado original. «Parte del problema está en las imperfecciones del hombre, en nuestro egoísmo, en nuestro orgullo, en nuestra obstinación, en nuestra avidez, en nuestras inseguridades, en nuestros egoísmos: todas nuestras crueldades grandes y pequeñas que en la tradición cristiana se entienden arraigadas en el pecado original».
En un punto de su discurso dice Obama: «La ironía última de la fe es que necesariamente admite la duda. Conocer con certeza lo que Dios ha previsto para nosotros, o lo que Él nos pide, supera muestras capacidades humanas. Y aquellos de nosotros que creen, deben confiar en el hecho de que su sabiduría [la sabiduría del Señor, n. de la r.] es superior a la nuestra». Aparentemente, hay en este fragmento palabras que parecen desentonar con las enseñanzas de la Iglesia. Como escribe santo Tomás, la fe en cuanto don de Dios es infalible. En la fe no existe la duda. La fe no se equivoca. Pero el creyente puede equivocarse cuando su juicio no procede de la fe. Además, es un hecho que el creyente, sobre todo frente a algunas decisiones prácticas, se plantea preguntas sobre cómo debe actuar, sobre qué criterios le sugiere la fe. Y ante casos concretos de la vida, estos criterios pueden no parecerle siempre tan evidentes y claros, pueden surgir casos de conciencia.
La segunda parte de la frase aclara el sentido que Obama quiere dar a sus palabras: saber con certeza lo que Dios quiere de nosotros «supera nuestras capacidades humanas», pero debemos confiar «en el hecho de que su sabiduría es superior a la nuestra».
Por su parte, la Iglesia católica mantiene y enseña que Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza mediante la luz natural de la razón humana a partir de las cosas creadas. Pero el hombre, en las condiciones históricas en que se encuentra, halla muchas dificultades para usar con provecho esta capacidad natural, para llegar únicamente con sus fuerzas a un conocimiento verdadero y cierto de un Dios personal, así como de la ley natural puesta por el Creador en nuestras almas. Como explica también el Catecismo de la Iglesia católica en los parágrafos 37 y 38, en los que se cita la encíclica Humani generis, el hombre necesita ser iluminado por la revelación de Dios, no solamente acerca de lo que supera su comprensión, sino también sobre las «verdades religiosas y morales que de suyo no son inaccesibles a la razón», porque en el estado actual del género humano, «a causa de los malos deseos nacidos del pecado original», estas verdades no pueden ser conocidas «sin dificultad, con una certeza firme y sin mezcla de error».
En la doctrina cristiana, tener en cuenta las consecuencias del pecado original no quiere decir convertirse en cómplices del pecado, o renunciar a proponer a todos los hombres también las verdades morales cuyo conocimiento, en la concreta condición histórica que viven los hombres sobre esta tierra, parece como ofuscado para muchos.
Tampoco Obama sugiere en su discurso que se hayan de esconder las propias certezas morales, como si se debiera considerar imposible o por lo menos inoportuno afirmar la existencia de verdades objetivas en el contexto de una sociedad pluralista. Lo único que hace es señalar que la experiencia de nuestro límite, de nuestra propia fragilidad, de nuestra miseria, «no debe empujarnos fuera de nuestra fe», sino que simplemente debe «hacernos más humildes», permaneciendo «abiertos y curiosos» incluso en situaciones de confrontación y de contraposición sobre temas éticamente sensibles.
De este modo, la enseñanza tradicional sobre el pecado original sugiere un enfoque de la realidad humana que puede resultar útil, en las actuales circunstancias históricas vividas en las sociedades pluralistas.
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Todas las sociedades pluralistas viven tensiones, contrastes, divisiones acerca de lo que es justo y lo que es injusto. Pero hay un modo democrático de vivirlas, que Obama describe en su discurso y que puede estar en sintonía con una concepción cristiana de las relaciones entre los hombres. Dice Obama: debemos estar convencidos, como pre-juicio (dándole por una vez a esta palabra una acepción positiva), que el otro actúa de buena fe. Incluso quien no piensa como yo. Hemos de evitar la caricatura del otro, respetar al otro, no demonizarlo. La democracia vive de esta inspiración di raíz íntimamente cristiana. Cuando leí los discursos, pensé enseguida en esa encíclica tan hermosa de Pablo VI, la Ecclesiam Suam, donde el papa Montini escribe que el camino de las relaciones humanas en la sociedad es el del diálogo, incluso sobre verdades vitales, por las que se puede llegar a dar la vida.
No se trata de interpretrar a nuestro modo estos discursos, sino de buscar puntos de contacto. El discurso en la University of Notre Dame me recordó también la Dignitatis humanae, gran texto de la doctrina social de la Iglesia, en el que se reconoce el deber de las personas de buscar la verdad, que es un deber ante Dios y nace de la naturaleza humana. Por tanto, cuando respeto al otro, yo respeto en él esta capacidad de verdad.
Otra problemática que a veces causa tensiones en las sociedades pluralistas es la reivindicación de la libertad religiosa de los individuos frente al Estado. Esta reivindicación no comporta como opción obligatoria para el Estado el indiferentismo religioso, sino la conciencia de los límites de sus propias competencias.
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Me ha impresionado que Obama no dejara de afrontar la cuestión más espinosa, la del aborto, sobre la que había recibido muchas críticas también de los obispos estadounidenses. Por un lado estas reacciones están justificadas: en las decisiones políticas respecto al aborto están implicados valores no negociables. Para nosotros está en juego la defensa de la persona, de sus derechos inalienables, entre los cuales el primero es precisamente el de la vida. Ahora bien, en la sociedad pluralista hay diferencias radicales acerca de este punto. Están los que como nosotros consideran el aborto un intrinsece malum; están los que lo aceptan, e incluso algunos que lo reivindican como un derecho. El presidente no toma nunca esta última postura. Al contrario, me parece que da sugerencias positivas –lo subrayó también L’Osservatore Romano del 19 de mayo–, proponiendo de nuevo en este caso la búsqueda de un terreno común. En esta búsqueda –advierte Obama– nadie debe censurar sus propias convicciones, sino que al contrario debe mantenerlas ante todos y defenderlas. El suyo no es para nada el relativismo malentendido de quienes dicen que se trata de opiniones que se contraponen a otras opiniones , y que todas las opiniones personales son inciertas y subjetivas, y, por tanto, conviene dejarlas a un lado cuando se habla de estas cosas.
Tampoco Obama sugiere en su discurso que se hayan de esconder las propias certezas morales, como si se debiera considerar imposible o por lo menos inoportuno afirmar la existencia de verdades objetivas en el contexto de una sociedad pluralista. Lo único que hace es señalar que la experiencia de nuestro límite, de nuestra propia fragilidad, de nuestra miseria, «no debe empujarnos fuera de nuestra fe», sino que simplemente debe «hacernos más humildes», permaneciendo «abiertos y curiosos» incluso en situaciones de confrontación y de contraposición sobre temas éticamente sensibles
demás, Obama reconoce la gravedad trágica del problema; que la decisión de abortar «desgarra el corazón de la mujer». El terreno común que propone es el siguiente: trabajar todos juntos para reducir el número de mujeres que tratan de abortar. Y añade que toda reglamentación legal de esta materia debe garantizar de manera absoluta la objeción de conciencia a los agentes sanitarios que no quieran dar su asistencia a prácticas abortivas. Sus palabras van en la dirección de disminuir el mal. El gobierno y el Estado deben hacer de todo para que el número de abortos sea el menor posible. Ciertamente es sólo un minimum, pero es un minimum precioso. Me recuerda la actitud de los primeros legisladores cristianos que no abrogaron inmediatamente las leyes romanas sobre prácticas no conformes o incluso contrarias a la ley natural, como el concubinato y la esclavitud. El cambio se dio mediante un camino lento, marcado muchas veces por marchas atrás, a medida que el número de cristianos aumentaba en la población, y, con ellos, el impacto del sentido de la dignidad de la persona. Al principio, para garantizar el consenso de los ciudadanos y conservar la paz social, se mantuvieron en vigor las llamadas «leyes imperfectas», que evitaban perseguir acciones y conductas en contraste con la ley natural. El mismo santo Tomás, que no tenía dudas sobre el hecho de que la ley debe ser moral, añade que el Estado no debe poner leyes demasiado severas y “altas”, porque serán despreciadas por la gente que no será capaz de aplicarlas.
El realismo del hombre político reconoce el mal y lo llama por su nombre. Reconoce que hay que ser humildes y pacientes, que hay que combatirlo sin la pretensión de desarraigarlo de la historia humana mediante instrumentos de coerción legal. Es la parábola de la cizaña, que también vale a nivel político. Por otra parte, esto en él no se convierte en justificación de cinismo o de indiferentismo. El esfuerzo por disminuir en lo posible el mal es persistente. Es una obligación.
También la Iglesia ha percibido siempre como lejana y peligrosa la ilusión de eliminar totalmente el mal de la historia por vía legal, política o religiosa. La historia, también la reciente, está sembrada de desastres causados por el fanatismo de quienes pretendían secar las fuentes del mal en la historia de los hombres, acabando por transformar todo en un gran cementerio. Los regímenes comunistas seguían exactamente esta lógica. Así como el terrorismo religioso, que mata incluso en nombre de Dios. Y cuando un médico abortista es asesinado por militantes antiaborto –ocurrió recientemente en Estados Unidos– hay que admitir que incluso los impulsos ideales más altos, como la sacrosanta defensa del valor absoluto de la vida humana, pueden corromperse y transformarse en su contrario, convirtiéndose en palabras de orden a disposición de una ideología aberrante.
Los cristianos son portadores en el mundo de una esperanza temporal realista, no de un vano sueño utópico, incluso cuando dan testimonio de su propia lealtad a valores absolutos como la vida. Santa Juana Beretta Molla, la médico que muere por negarse a seguir el tratamiento que habría podido hacerle daño a la hija que llevaba en su seno, con su heroísmo ordinario y silencioso toca los corazones no sólo de los cristianos; recuerda a todo el mundo el destino común hacia el que tendemos. Es una forma profética del estilo evangélico del testimonio cristiano.
Obama, en su discurso a la University of Notre Dame, hace una alusión muy importante precisamente sobre este aspecto. Cuenta de cuando participó en un proyecto de asistencia social en los barrios pobres de Chicago –financiado por algunas parroquias católicas– en el que participaban también voluntarios protestantes y judíos. Allí se encontró con personas acogedoras y comprensivas. Vio el espectáculo de las obras buenas alimentadas por el Señor entre ellos. Y en este espectáculo se sintió «atraído por la idea de formar parte de la Iglesia. Fue mediante este servicio», concluye, «como fui conducido a Cristo». Hace también un elogio conmovedor del gran cardenal Joseph Bernardin, que entonces era arzobispo de Chicago. Lo define «un faro y una encrucijada», amable en su modo de persuadir y en su intento continuo de «acercarse a las personas y encontrar un terreno común». En aquella experiencia, dice Obama, «palabras y obras de las personas con las que trabajé en las parroquias de Chicago tocaron mi corazón y mi mente». El espectáculo de la caridad, que viene de Dios, tiene la fuerza de tocar la mente y los corazones de los hombres. Y esta es la única semilla de cambio real en la historia de los hombres. Obama cita también a Martin Luther King, de quien se siente discípulo.
Que sólo cuarenta y un años después del asesinato de King sea precisamente él el presidente de los Estados Unidos es una señal, un signo y una prueba de la eficacia histórica de la confianza en la fuerza de la verdad. En estos mismos decenios, hemos visto tantas ideologías fundar sus pretensiones de cambio en la violencia, desde los programas revolucionarios hasta el proyecto de exportar la democracia con la fuerza militar. Y hemos registrado sólo fracasos trágicos y pasos atrás. El realismo humilde de Obama abre nuevos escenarios también a nivel geopolítico, como confirmó su intervención en la universidad islámica Al-Azhar de El Cairo.
También en este discurso Obama trató de individuar un «terreno común» sobre el que hacer progresar las complicadas relaciones entre islam y mundo occidental, con especial referencia a los Estados Unidos. En esta búsqueda, según el presidente, cada uno está llamado a mirar dentro de su propia tradición para encontrar los valores fundamentales y los intereses comunes sobre los que construir el respeto recíproco y la paz. Un enfoque de este tipo desmiente radicalmente las tesis del choque de civilizaciones y es un antídoto contra la tendencia a aplicar estereotipos negativos a los demás. Obama en su discurso, escuchado por cientos de millones de musulmanes, siguió otra línea, otorgando confianza total a la buena fe y a la capacidad de discernimiento de los interlocutores. Precisamente por eso pudo tratar con valor y claridad todos los puntos controvertidos: el extremismo violento –que afecta a todos, empezando por los musulmanes–, las expediciones occidentales en Afganistán e Irak, la utilización de la tortura, la cuestión israelí-palestina, respecto a la cual reafirmó el derecho de los dos pueblos a vivir con seguridad en su propia patria y definió «intolerable» la situación del pueblo palestino, en sintonía con lo que dijo el Papa durante su reciente visita a la tierra de Jesús. Acerca del tema nuclear, refiriéndose a Irán, Obama explicó que no se le puede negar a nadie el derecho a usar la energía nuclear para fines pacíficos. Reafirmando que hay que inclinarse por una situación en la que ninguna nación –comenzando por la suya– cultive el proyecto de recurrir a la energía nuclear en ámbito militar. En su discurso de El Cairo, el presidente americano reafirmó también que no se puede imponer la democracia desde el exterior, y que en la marcha hacia la democracia cada pueblo debe encontrar su propio camino. Subrayó que la libertad religiosa es fundamental para la paz. Y en tierra islámica habló también de los derechos de las mujeres. Entre las citas de los textos sagrados –la Torah, el Corán y la Biblia– me asombró que del texto bíblico eligiera citar el Sermón de la montaña, que está dirigido directamente a los discípulos de Cristo. No está hecho in primis para la sociedad temporal, política y civil. Pero Obama ha percibido su reflejo positivo y su inspiración sobre la vida de la civitas. Esto me ha recordado la intuición de Juan Pablo II sobre el reflejo político del perdón y de las peticiones de purificación de la memoria. No se ve cómo se puede salir de situaciones intolerables, como las que se viven en Oriente Medio, si los dolores de los hombres por las maldades y ofensas padecidas no son abrazados y disueltos por la fuerza reconciliadora del perdón.
Imagino que este hombre, Obama, ha sentido todas estas cosas, cuando tuvo que preparar sus dos discursos. Esto me sorprende. Y lo veo como un hecho interesante, también para el compromiso político de los cristianos en nuestro mundo global y pluralista.

Libro de Michael Reid

El desafío latinoamericano
MAITE RICO
Babelia El País, 11/07/2009;
Hubo un día en que un periodista británico decidió contar América Latina. La América Latina que desbrozaba, en medio de enormes escollos, el camino hacia la democracia y que registraba, pese a los lastres, avances sociales y económicos nunca vistos. La América Latina sin estridencias que él conocía bien y los medios se empeñaban en ignorar, quizás porque no encajaba en los topicazos al uso, o quizás porque estaban muy ocupados con las salidas de tono de Hugo Chávez. Y el periodista escribió uno de esos libros que te reconcilia con la profesión.
Michael Reid se aventuró en su empresa con pudor y solvencia, sintiéndose "como un invasor" que se arriesga a "recibir una bofetada de los propietarios del territorio violado". Difícilmente, El continente olvidado ofenderá a los interesados: es una reivindicación de la mayoría de edad de América Latina frente a la condescendencia con la que reporteros, académicos y no pocos políticos de Europa y EE UU suelen tratar a la región. El proyecto es ambicioso: Reid explica una realidad continental a partir de múltiples realidades fragmentadas, viajando de lo general a lo particular, y viceversa. Y engarza el presente de Latinoamérica con su historia y con las corrientes de pensamiento que han conformado idiosincrasias e instituciones.
El autor sale airoso del reto gracias a su propio bagaje: como corresponsal en Brasil, Perú y México para The Guardian y la BBC, ha pateado el terreno durante dos décadas. Como editor, a partir de 1999, de la sección Américas del semanario The Economist, se ha sumergido en los recovecos de la alta política y los análisis financieros. Reid nos conduce desde la barriada limeña de San Juan de Lurigancho a los debates sobre el Consenso de Washington; desde los pasillos del FMI a los cambios en Brasil. Se trata de un recorrido esclarecedor, tejido con una prosa ágil y sobria, en la línea del buen periodismo anglosajón (a la que, lamentablemente, la traducción al español no hace justicia).
La cita de Octavio Paz que abre el libro -"Lo primero es curarnos de la intoxicación de las ideologías simplistas y simplificadoras"- es toda una declaración de intenciones. Armado con datos, Reid desmonta lugares comunes y falacias que han alimentado la percepción de América Latina, como la "teoría de la dependencia", que responsabiliza de todos los males al voraz capitalismo mundial y que sigue gozando de predicamento en el discurso antiglobalización.
En ese sentido, el texto deja algunos damnificados: aquellos profetas del infortunio que han hecho del victimismo la marca de la casa. O aquellos que se empeñan en perpetuar una visión caricaturesca de América Latina, poblada de estereotipos ("buenos salvajes" rousseaunianos, abnegados revolucionarios y ONG justicieras asediados por oligarcas, multinacionales, militares, la CIA y unos cuantos pastores evangélicos). O aquellos intelectuales que aplauden con las orejas cualquier alarde de fusiles y pasamontañas, mientras miran con displicencia los esfuerzos de los Gobiernos reformistas democráticos, de izquierda o de derecha, por combinar la estabilidad económica, la apertura a la inversión y una sólida política social.
Los esquemas de la guerra fría son inservibles para explicar una región que ha cambiado en los últimos 20 años, y que, junto a Europa y EE UU, recuerda Reid, constituye el tercer gran grupo de democracias del mundo. De las dictaduras que atenazaban Latinoamérica en los setenta, sólo pervive Cuba. Las mujeres han ocupado el Ministerio de Defensa en Chile, Colombia o Argentina mucho antes que en España. México forma más ingenieros al año que EE UU, China o India. Nueve de cada diez hogares tienen acceso a agua potable y electricidad. El crecimiento económico y la movilidad social han permitido la expansión de la clase media y el surgimiento de una élite mestiza. Lejos del autor, sin embargo, caer en la complacencia. Dos quintas partes de la población latinoamericana viven en la pobreza. La fragilidad institucional y las carencias educativas amenazan con hipotecar el futuro. Por eso es importante mantener el apoyo a esa "revolución silenciosa", y más ahora que asistimos a una nueva batalla "por el alma de América Latina": la del reformismo democrático frente a la autocracia populista que emerge beligerante, cargada de diagnósticos equivocados y recetas caducas.
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http://www.elpais.com/elpaismedia/ultimahora/media/200907/11/cultura/20090711elpepucul_1_Pes_PDF.pdf

Nuevo obispo de Cuernavaca

El Papa nombra a monseñor Alfonso Cortés Contrera obispo de Cuernavaca
Sustituye a monseñor Floencip Olvera Ochoa que había presentado la renuncia por motivos de edad,
Perfil del nuevo obispo:
Monseñor Cortés Contreras nació en la ciudad de La Luz, en la diócesis de Zamora, México, el 16 de julio de 1976.
Fue ordenado sacerdote el 26 de octubre de 1972.
Ejerció como
formador y profesor en el Seminario de Zamora y como profesor de antropología teológica en la Universidad Pontificia de México.
Fue llamado al Colegio Pontificio Mexicano de Roma para asumir el cargo de padre espiritual, primero, de ecónomo después y de rector, de los años 1999 a 2005.
Cuando residía en Roma, fue elegido presidente de la Asociación de Rectores del Colegio Eclesiástico de Roma.
Fue nombrado obispo auxiliar de Monterrey, y obispo titular de Acque regie, el 24 de junio de 2005 y dos meses después recibió la ordenación episcopal.
La diócesis de Cuernavaca fue erigida en 1891. Abarca una superficie de territorio de casi 5,000 kilómetros cuadrados, con 109 parroquias, y tiene una población de 2,121,000 habitantes, de los cuales 1,8333,954 son católicos.

Ling Altamirano ante el Papa

Convergencias entre México y la Santa Sede, según el nuevo embajador
Discurso al Papa de Héctor Federico Ling Altamirano, durante la ceremonia de presentación de cartas credenciales que tuvo lugar este viernes.
* * *
Su Santidad Benedicto XVI,
Es un honor acudir ante su presencia para hacer entrega de las Cartas Credenciales que me acreditan como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de México ante la Santa Sede. Hago propicia esta solemne ocasión para hacerle llegar el saludo cordial del Presidente Felipe Calderón Hinojosa, así como el respeto, la admiración y el cariño del pueblo mexicano.
Se trata de un momento significativo que coincide con la publicación de su Carta Encíclica "Caritas in veritate", documento de gran trascendencia que ofrece una invaluable aportación e impele a repensar el modelo de relaciones y estructuras sociales que nos conduzca a alcanzar la justicia social y la paz. Creo importante subrayar el hecho de que dicha Encíclica haya visto la luz en esta difícil encrucijada.
La aguda crisis financiera y económica, el deterioro del medio ambiente, la proliferación de las pandemias, la agudización de la marginación y la pobreza de un creciente número de personas, sobre todo en los países en vías de desarrollo nos impone, a los gobiernos, a las comunidades y a los individuos, la necesidad de instrumentar acciones urgentes y decididas para corregir las enormes desigualdades y los desequilibrios existentes en el mundo.
Es necesario volver a levantar las banderas casi olvidadas de la libertad y la justicia con sentido social profundo; es preciso construir prontamente compromisos ciertos y verificables entre naciones y gobiernos; es menester edificar nuevas sociedades sobre las inmutables bases de las virtudes cívicas; y, en especial, es imprescindible renovar la voluntad constante y permanente de realizar el bien común.
La joven relación entre México y la Santa Sede está afianzada en estos objetivos; se ha mostrado abierta a explorar caminos nuevos y a estudiar en los territorios de los foros y las organizaciones internacionales los mecanismos para hacer socialmente exigibles las normas de convivencia pacífica y el respeto de los derechos y de la dignidad de la persona humana.
El mutuo apoyo en las causas fundadas en valores universales, ha ido dejando en claro que no somos ajenos al proceso civilizatorio de la humanidad.
México considera que la era de la globalización es también la era de la responsabilidad compartida y de la suma de esfuerzos en todos los ámbitos.
Por ello, adquieren relieve las amplias convergencias entre México y la Santa Sede para la construcción de la paz mundial y en la defensa de los derechos humanos, particularmente los de los grupos más vulnerables de la sociedad como son los pueblos indígenas, los niños, los ancianos y las personas con discapacidad y entre estos, en especial, los prójimos con rostro de migrantes.
El Gobierno de México, en su lucha cotidiana por hacer valer los derechos humanos de los migrantes y de sus familias, tiene en alta estima los pronunciamientos de Su Santidad en favor de las personas que buscan mejores condiciones de vida allende las fronteras y en contra de la construcción de muros que lo impiden.
Los mexicanos asumimos que éstos mismos principios por los que luchamos en el mundo, deben corresponder con las acciones en el ámbito nacional. El Gobierno de México trabaja para garantizar una vida digna a la población y para lograr el desarrollo sustentable del país, en un clima de plena vigencia del Estado de Derecho.
En este mismo espíritu de solidaridad compartida, nos alienta el reconocimiento de Su Santidad por el compromiso del gobierno del Presidente Felipe Calderón de luchar sin cuartel contra el flagelo de las drogas y el narcotráfico.
En la tarea cotidiana para afrontar los enormes retos que tiene ante sí la sociedad mexicana, las acciones de la Iglesia católica han sido constructivas y solidarias, y tiene mucho que aportar desde su propio ámbito.
Las leyes que nos hemos dado los mexicanos constituyen los pilares para trabajar con las Iglesias de manera conjunta en
favor del bien común. Por convicción y tradición, México encuentra en el estado laico la mejor manera de garantizar a las religiones y al conjunto de la sociedad el ejercicio pleno de sus derechos.
Su Santidad,
Desde su establecimiento en 1992, los vínculos diplomáticos entre México y la Santa Sede se han fortalecido a través del diálogo y la colaboración recíproca, y hemos logrado consolidar una relación amistosa, armónica y ordenada.
La visita del Presidente Calderón Hinojosa a la Santa Sede en junio de 2007, la visita oficial a México de Mons. Dominique Mamberti, Secretario para las Relaciones con los Estados, en el marco de la conmemoración del XV aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre México y la Santa Sede en octubre de 2007, y la presencia en México del Secretario de Estado, S.E.R. el cardenal Tarcisio Bertone, como Legado Pontificio, para asistir al VI Encuentro Mundial de las Familias en enero pasado, constituyen la expresión de nuestras voluntades para continuar por este camino de cooperación y de respeto recíproco.
La elevada misión de representar a todos los mexicanos ante la Santa Sede se inspira en el deseo de impulsar aún más las buenas relaciones de amistad, con la convicción de que, como nunca antes, la verdadera solidaridad entre pueblos y naciones no puede ser virtud de algunos sino obligación de todos.
Al formular los más altos votos por su bienestar le reitero que su Santidad es y será siempre bienvenido en México.

El Papa ofrece a México

Cooperación contra la delincuencia organizada
Los desafíos de México, según Benedicto XVI
Discurso que entregó Benedicto XVI este viernes al nuevo embajador de México ante la Santa Sede, Héctor Federico Ling Altamirano.
* * *
Señor Embajador:
1. Me complace recibir a Vuestra Excelencia en el solemne acto en el que me hace entrega de las Cartas que lo acreditan como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de los Estados Unidos Mexicanos ante la Santa Sede. Le agradezco cordialmente las deferentes palabras que me ha dirigido, rogándole al mismo tiempo que tenga la bondad de transmitir al Señor Presidente de la República, Licenciado Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, a su Gobierno y a todas las nobles gentes de su País mis mejores deseos, que acompaño con mi oración ferviente, para que, afrontando con valentía, decisión y unidad las vicisitudes del momento presente, el querido pueblo mexicano pueda seguir avanzando por los caminos de la libertad, la solidaridad y el progreso social.
2. Vuestra Excelencia viene como Representante de una gran Nación, cuya identidad se ha ido forjando a lo largo de los siglos en fecunda relación con el mensaje de salvación que la Iglesia católica proclama, como se puede ver en muchas de sus costumbres y fiestas populares, en su arquitectura y otras diversas manifestaciones. La fe en Jesucristo ha engendrado en México una cultura que brinda un sentido específico y completo de la vida y una visión esperanzada de la existencia, ilustrando al mismo tiempo una serie de principios sustanciales para el desarrollo armónico de toda la sociedad, como son la promoción de la justicia, el trabajo por la paz y la reconciliación, el fomento de la honradez y la transparencia, la lucha contra la violencia, la corrupción y la criminalidad, la constante tutela de la vida humana y la salvaguarda de la dignidad de la persona.
3. La celebración hace unos meses del VI Encuentro Mundial de las Familias en la Ciudad de México ha puesto de relieve, además, la importancia de esta institución, tan estimada por el pueblo mexicano. En efecto, la familia, comunidad de vida y amor, fundada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer, es la célula básica de todo el tejido social, por lo que es de suma transcendencia que se le ayude adecuadamente, de modo que los hogares no dejen de ser escuelas de respeto y entendimiento mutuo, semilleros de virtudes humanas y motivo de esperanza para el resto de la sociedad. En este contexto, deseo reiterar mi satisfacción por los frutos de ese importante Encuentro eclesial, a la vez que quiero agradecer nuevamente a las Autoridades de su País, y a todos los mexicanos, la diligencia mostrada en su organización.
4. Me es grato constatar las buenas relaciones entre la Santa Sede y México, tras los importantes avances que se han ido produciendo en estos años en un clima de recíproca autonomía y sana colaboración. Esto nos debe animar a esforzarnos por estrecharlas en el porvenir, teniendo en cuenta el puesto relevante que la religión ocupa en la idiosincrasia y la historia de vuestra Patria. Precisamente, con motivo del XV aniversario del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre su País y la Santa Sede, se organizaron en la Ciudad de México una serie de actos conmemorativos en los que se ahondó en diversos temas de interés común, como la manera correcta de entender un auténtico Estado democrático y su deber de amparar y favorecer la libertad religiosa en todos los aspectos de la vida pública y social de la Nación. En efecto, la libertad religiosa no es un derecho más, ni tampoco un privilegio que la Iglesia católica reclama. Es la roca firme donde los derechos humanos se asientan sólidamente, ya que dicha libertad manifiesta de modo particular la dimensión trascendente de la persona humana y la absoluta inviolabilidad de su dignidad. Por ello, la libertad religiosa pertenece a lo más esencial de cada persona, de cada pueblo y nación. El significado medular de la misma no consiente limitarla a una mera convivencia de ciudadanos que practican privadamente su religión, o restringirla al libre ejercicio del culto, sino que se ha de asegurar a los creyentes la plena garantía de manifestar públicamente su religión, ofreciendo también su aportación a la edificación del bien común y del recto orden social en cualquier ámbito de la vida, sin ningún tipo de restricción o coacción. A este respecto, la Iglesia católica, a la vez que sostiene e impulsa esta visión positiva del papel de la religión en la sociedad, no desea interferir en la debida autonomía de las instituciones civiles. Ella, fiel al mandato recibido de su divino Fundador, busca alentar las iniciativas que beneficien a la persona humana, promuevan integralmente su dignidad y reconozcan su dimensión espiritual, sabiendo que el mejor servicio que los cristianos pueden prestar a la sociedad es la proclamación del Evangelio, que ilumina una genuina cultura democrática y orienta en la búsqueda del bien común. Se pone así de manifiesto que la Iglesia y la comunidad política están y deben sentirse, aunque por diverso título, al servicio de la vocación personal y social de los mismos hombres (cf. Gaudium et spes, 76).
5. Muchos son los pasos que desde diversas instancias de vuestra Nación se están dando para fomentar un orden social más justo y solidario y superar las contrariedades que continúan atenazando al País. En este sentido, merece la pena destacar la atención y el empeño con que las Autoridades de vuestra Patria están encarando cuestiones tan graves como la violencia, el narcotráfico, las desigualdades y la pobreza, que son campo abonado para la delincuencia. Es bien sabido que para una solución eficaz y duradera de esos problemas no son suficientes medidas técnicas o de seguridad. Se requiere una anchura de miras y la eficiente conjunción de esfuerzos, además de propiciar una necesaria renovación moral, la educación de las conciencias y la construcción de una verdadera cultura de la vida. En esta tarea, las Autoridades y las distintas fuerzas de la sociedad mexicana encontrarán siempre la leal cooperación y solidaridad de la Iglesia católica.
6. Nunca se insistirá bastante en que el derecho a la vida debe ser reconocido en toda su amplitud. En efecto, toda persona merece respeto y solidaridad desde el momento de su concepción hasta su muerte natural. Esta noble causa, en la que valientemente se han comprometido muchos hombres y mujeres, debe estar sostenida también por el esfuerzo de las Autoridades civiles en la promoción de leyes justas y políticas públicas efectivas que tengan en cuenta el altísimo valor que posee todo ser humano en cada momento de su existencia. A este respecto, deseo saludar con gozo la iniciativa de México, que en el año 2005 eliminó de su legislación la pena capital, así como las recientes medidas que algunos de sus Estados han adoptando para proteger la vida humana desde su comienzo. Estas apuestas decididas en una cuestión tan fundamental han de ser un emblema de vuestra Patria, del que debe sentirse justamente orgullosa, pues en el reconocimiento del derecho a la vida "se fundamenta la convivencia humana y la misma comunidad política" (Juan Pablo II, Carta Encíclica Evangelium Vitae, 2).
7. Señor Embajador, antes de concluir este encuentro, quisiera felicitar a Vuestra Excelencia, a su familia y a los demás miembros de esa Misión Diplomática, así como reiterarle que en mis colaboradores hallará siempre la cooperación que precise en el alto cometido de representar a su querida Nación ante la Sede Apostólica.
Suplico a Dios, por intercesión de María Santísima, Nuestra Señora de Guadalupe, que bendiga, proteja y acompañe a todos los mexicanos, tan cercanos al corazón del Papa, para que en su País resplandezca incesantemente la concordia, la fraternidad y la justicia.
Agencia Zenit.

Comunicado oficial de la visita de Obama

Comunicado vaticano sobre la visita de Obama al Papa
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 10 de julio de 2009;
* * *
En la tarde de este viernes, 10 de julio de 2009, Su Santidad Benedicto XVI ha recibido en audiencia al presidente de los Estados Unidos de América, su excelencia el señor Barack H. Obama. Anteriormente, el presidente ha mantenido un encuentro con su eminencia el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, acompañado por su excelencia el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados.
En el transcurso de los cordiales coloquios, se han analizado ante todo cuestiones del interés de todos y que constituyen el gran desafío para el futuro de cada nación y para el verdadero progreso de los pueblos, como la defensa de la promoción de la vida y el derecho a la objeción de conciencia.
Se ha mencionado también la inmigración con particular atención al aspecto de la reunificación familiar.
Han estado también en el centro del encuentro temas de política internacional, analizando también los resultados de la Cumbre del G8. Se han analizado las perspectivas de paz en Oriente Medio, en las que se registran convergencias, y otras situaciones regionales. Se ha pasado revista a algunos argumentos de mayor actualidad, como el diálogo entre culturas y religiones, la crisis económico-financiera a nivel global, y sus implicaciones éticas, la seguridad alimentaria, la ayuda al desarrollo sobre todo a África y América Latina y el problema del narcotráfico. Por último, se ha subrayado la importancia de la educación a la tolerancia en cada país.
Agenzia Zenit

Encuentro Obama Benedicto XVI

Charla de 35 minutos
El Papa y Obama ponen en común su visión del mundo
Ambos impulsan la ética en el capitalismo, pero discrepan en el aborto y en las células madre
A. CAÑO Roma (ENVIADO ESPECIAL) El País, 10/07/2009;
El encuentro entre dos de las más grandes figuras de este comienzo de siglo, el papa Benedicto XVI y Barack Obama, fue, como tenía que ser, una oportunidad para destacar las múltiples coincidencias entre ambos, especialmente en la voluntad de un mundo más justo y pacífico, dejando a un lado otras diferencias importantes en materia de doctrina y moral.
Ésta no era una visita cualquiera para Obama. La prueba es que, por primera vez en su historia como presidente, llegó a una cita en punto, ni un minuto más tarde. Sabía que enfrente tenía, tal vez, al único hombre que le puede hacer sombra hoy en cuanto a universalidad, influencia y número de seguidores.
El Papa y el presidente de Estados Unidos conversaron a solas durante alrededor de media hora en la biblioteca del Vaticano, donde al final se sumó la primera dama norteamericana, Michelle Obama. El Papa preguntó a su invitado sobre los resultados de la reunión del G-8, a lo que Obama contestó que había sido "muy productiva". Ante el ruido incesante de las cámaras fotográficas, el Papa le comentó al presidente que todavía no acaba de acostumbrarse a ser fotografiado.
Aunque protestante, Obama sabe de la importancia de la Iglesia católica, que le subvencionó y ayudó considerablemente durante su etapa como activista social en Chicago. También conoce sus normas de fe, que aprendió en una escuela católica en Indonesia.
La agenda de la reunión incluía muchos de los temas que Obama había tratado poco antes en L'Aquila: la lucha contra el hambre, el deterioro del medio ambiente, el peligro de la proliferación nuclear y otras amenazas para la paz mundial, especialmente en Oriente Próximo. El Papa elogió el discurso pronunciado por Obama en El Cairo el pasado 4 de junio y animó al presidente a trabajar juntos por el diálogo interreligioso. También conversaron sobre Cuba y Honduras. Además, el presidente le entregó una carta, cuyo contenido no fue desvelado, del senador Edward Kennedy, gravemente enfermo en la actualidad.
"Hay asuntos en los que están de acuerdo, otros en los que están en desacuerdo y otros en los que están de acuerdo en seguir trabajando", explicó el viceconsejero nacional de seguridad de la Casa Blanca, Denis McDonough. Si, en efecto, hubo desacuerdos, quedaron muy bien disimulados por un ambiente de gran cordialidad. Aunque podría creerse que el Papa, un conservador en materia doctrinal, se sentía más a gusto con George Bush, lo cierto es que, posiblemente, se ha creado una relación mucho más cálida y productiva con el actual presidente. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, aseguró que Obama había quedado "muy impresionado", si bien ni recibió la bendición ni rezó con el pontífice.
El mensaje de Obama frecuentemente tiene un tono de espiritualidad y trascendencia que coincide con el de esta institución. La biografía del presidente norteamericano está influida por su fe, que él ha vivido tanto desde la perspectiva social como personal. Es un hombre que conecta con la tradición religiosa de su sociedad, aunque defienda el carácter laico de su legislación, y que ha pronunciado memorables discursos sobre el hecho religioso, incluido uno en la universidad de Notre Dame, un símbolo del poder católico en EE UU. Para decepción de la izquierda de su partido, Obama no ha eliminado, por ejemplo, las ayudas oficiales que Bush aprobó para las organizaciones religiosas con fines sociales.
Obama está impulsando, además, algunos de los proyectos que mejor caben en la agenda de la Santa Sede: la paz entre israelíes y palestinos, el desarme, la multilateralidad de las relaciones internacionales y, más a corto plazo, la reforma del sistema financiero.
Precisamente a la humanización del capitalismo aludía la última encíclica del Papa, que le regaló al presidente. Un texto sobre la necesidad, compartida por Obama, de imponer mayores controles a la actividad financiera para evitar la codicia y desastres como la actual crisis financiera.
Pero hay otros asuntos en los que la relación entre estos hombres inteligentes y pragmáticos será más difícil, que tienen que ver con las responsabilidades de los Gobiernos en los temas que la Iglesia considera de moral personal, como el aborto o la investigación con células madres. Obama es partidario de proteger legalmente ambos derechos. El Papa, por el contrario, los considera un atentado a la dignidad del ser humano. Pero también en esto hicieron un acercamiento.
***
La defensa de la vida, tema central de la visita de Obama al Papa
El presidente ratifica su compromiso por la reducción de los abortos
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 10 de julio de 2009 (
ZENIT.org).- La defensa de la vida ha estado en el centro de la visita que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, realizó en la tarde de este viernes a Benedicto XVI.
Otros temas del encuentro han sido los resultados de la Cumbre del G8, que justificó la visita a Italia del presidente
, la inmigración, la paz en Oriente Medio, el diálogo entre religiones y la crisis económico-financiera, precisa un comunicado difundido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Antes de la audiencia privada celebrada en la biblioteca del Papa, de unos 35 minutos, el presidente estadounidense había sido recibido por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, acompañado por su excelencia el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados.
En los cordiales coloquios, "se analizaron ante todo cuestiones del interés de todos y que constituyen el gran desafío para el futuro de cada nación y para el verdadero progreso de los pueblos, como la defensa de la promoción de la vida y el derecho a la objeción de conciencia", comienza subrayando el comunicado vaticano.
Desde que llegó a la Casa Blanca, Obama ha tomado decisiones controvertidas sobre temas que afectan a la vida humana, en particular, al levantar restricciones que prohibían la financiación federal de la investigación de células madre embrionarias (que implica la eliminación de vidas humanas), así como las restricciones a las subvenciones públicas a favor de las asociaciones que promueven el aborto en el extranjero.
El Papa regaló al presidente Obama un ejemplar de su última encíclica "
Caritas in veritate", en la que también se afrontan estas cuestiones, y lo que es más inusual, otro de la instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre algunas cuestiones de bioética "Dignitas personae" (firmado el 20 de junio de 2008), en el que se reitera la oposición de la Iglesia al aborto y a las investigación con células madre.
El padre Federico Lombardi, S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, explicó a los micrófonos de "Radio Vaticano", que el regalo de la instrucción es "muy significativo".
"En los Estados Unidos de hoy se da un gran debate sobre los valores fundamentales de la defensa de la vida, y en esto la perspectiva de la Iglesia y la política del presidente Obama muestran diferencias, a veces bastante significativas", siguió explicando el portavoz.
El padre Lombardi reveló que il presidente confirmó en su visita al Vaticano "que tiene toda la intención, con el compromiso del gobierno, de reducir lo más posible el número de los abortos".
Inmigración, G8, Oriente Medio, crisis...
Según la nota, en la primera visita de Obama al Papa "se hizo referencia también a la inmigración con particular atención al aspecto de la reunificación familiar".
La Santa Sede explica que en el encuentro también ha surgido temas de política internacional, en particular "los resultados de la Cumbre del G8", que como afirma la portada de la edición italiana del 11 de julio de "L'Osservatore Romano", en su declaración final "recoge el desafío de África".
En los encuentros con el Papa y sus colaboradores se analizaron, además, "las perspectivas de paz en Oriente Medio, en las que se registran convergencias, y otras situaciones regionales".
"Se ha pasado revista a algunos argumentos de mayor actualidad, como el diálogo entre culturas y religiones, las crisis económico-financiera a nivel global, y sus implicaciones éticas, la seguridad alimentaria, la ayuda al desarrollo sobre todo a África y América Latina y el problema del narcotráfico", aclara el comunicado.
"Por último, se ha subrayado la importancia de la educación a la tolerancia en cada país", revela la Santa Sede.
Obama regaló a Benedicto XVI una estola de John Neumann (1811-1860), santo redentorista, nacido en Bohemia, que se convirtió en el primer obispo canonizado de los Estados Unidos (fue pastor de Filadelfia).
A su llegada al Patio de San Dámaso, en el Vaticano, el presidente fue acogido por el prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo y compatriota James Michael Harvey, con quien conversó en varios momentos de la visita.
El coloquio con el cardenal Bertone tuvo lugar en la "Sala d'Angolo".
El encuentro con el Papa tuvo lugar en tres fases. Primero, el diálogo cara a cara en la biblioteca privada, luego un encuentro privado ampliado a la esposa, Michelle, y a sus dos hijas, las pequeñas Malia y Sasha, y por último el encuentro con la delegación presidencial.
No hubo discursos públicos, como sucede en este tipo de audiencias.
La esposa del presidente llegó una hora antes que su marido al Vaticano, para visitar junto con las dos hijas y su madre la basílica de San Pedro.
Posteriormente bajaron a las Grutas Vaticanas donde están las tumbas de los papas, entre ellas las de San Pedro y Juan Pablo II. Después visitaron la Capilla Sixtina, cerrada en ese momento al público.

Paz pide Fox

Fox saca la bandera blanca
Nota Andrés Guardiola
Excélsior 10 de julio de 2009;
RANCHO SAN CRISTÓBAL, Gto. Vicente Fox rechazó ayer haber atacado al presidente Felipe Calderón, a quien considera, afirmó, su amigo y compañero de causa, por lo que solicitó un “borrón y cuenta nueva” dos días después de que envió una carta a Jorge Fernández Menéndez, columnista de Excélsior,en la que marcó distancias con la administración calderonista.
“Desde luego que no es un ataque al Presidente (Calderón) ni nada. Él es mi amigo y nos conocemos y trabajamos en el mismo propósito. Así que borrón y cuenta nueva”, comentó el ex mandatario federal en el Centro Fox.
El miércoles pasado, un día después de la columna en la que Fernández Menéndez mencionó la reacción de abatimiento de Fox tras los resultados adversos para el PAN en los comicios intermedios de 2003 y comentó que no espera una reacción similar de Calderón, este diario publicó íntegra la misiva del político guanajuatense, en la que éste indica:
“El presidente Vicente Fox durante su mandato trabajó permanentemente con la ciudadanía. Hoy la gente reclama esa cercanía a las autoridades.”
Es decir, sin mencionar a Felipe Calderón, dio a entender que esa política de trabajar con la ciudadanía no ha tenido continuidad en la administración federal actual.
En su misiva, en la que se refiere a sí mismo como “Presidente” y siempre en tercera persona, enumera los logros económicos de su sexenio, el primero encabezado por un político del PAN, y deja la impresión de que marca distancias con la administración de Calderón, también de extracción panista.
“El presidente Vicente Fox actuó con sensatez, como un verdadero demócrata, con respeto a los poderes y con tolerancia ante los de-sacuerdos. Mantuvo al país en paz y con desarrollo económico”, agregó en la carta.
Ayer, dijo aquí a Excélsior sobre esa parte del documento: “A mí me parece que hay que ver la realidad de las cosas en cada caso, y losnúmeros”.
La carta también indica: “Estimado Jorge, en tu columna comparas al presidente Felipe Calderón con el presidente Fox, efectivamente Fox no es Calderón”.
Ante esa comparación, agregó el guanajuatense ayer que sí debe haber un deslinde entre su administración y la de Calderón, ya que los logros son diferentes y eso fue lo que lo impulsó a enviar la carta.
—Qué lo motivó a mandarla.
—El mismo artículo de Jorge, el mismo artículo de él y la manera como expuso las cosas.
“A mí me parece que sí hay que deslindar claramente una administración de la otra. Y simple y sencillamente fue una aclaración
dirigida a él (Jorge Fernández Menéndez).”
En su columna del pasado martes, Fernández Menéndez comenta: “El presidente Calderón debe recordar los errores que cometió su antecesor (Fox) en 2003, en unos comicios que tuvieron resultados menos dolorosos para el panismo que los de anteayer (el domingo 5 de julio)”.
Esto en referencia a que la administración calderonista, ante la recuperación del PRI y su reposicionamiento en la Cámara de Diputados, debe tener una estrategia para trabajar con el Poder Legislativo.
Después de los comicios de 2003, escribió, “el presidente Fox cayó en un estado de abatimiento porque había sido convencido, con encuestas mal realizadas en Los Pinos, de que podría ratificar la mayoría en el Congreso y tardó varios meses en replantearse una estrategia que jamás dio frutos”.
Más adelante señala que “Felipe Calderón no es Vicente Fox y no creo que vaya a caer en el abatimiento.”
Y en su columna de ayer, luego de conocer la carta, afirma que “lo desconcertante es que (Fox) no debate los puntos abordados en mi columna (...) No hace un deslinde con el columnista, sino con su sucesor, con Felipe Calderón”.

La ficha roja de Lucía Andrea Morett

Ficha Roja:
Wanted: MORETT ALVAREZ, Lucia Andrea
Legal Status
Present family name: MORETT ALVAREZ
Forename: LUCIA ANDREA
Sex: FEMALE
Date of birth: 24 May 1981 (28 years old)
Place of birth: CIUDAD DE MEXICO, Mexico
Language spoken: Spanish Castilian
Nationality: Mexico
Physical description
Colour of eyes: BROWN
Colour of hair: BLACK
Offences Categories of Offences:
ORGANIZED CRIME /TRANSNATIONAL CRIME, TERRORISM
Arrest Warrant Issued by:
JUZGADO 32 PENAL MUNICIPAL DE BOGOTA / Colombia
IF YOU HAVE ANY INFORMATION CONTACT
YOUR NATIONAL OR LOCAL POLICE**
Ven inminente arresto de Morett
Nota de Georgina Olson
Excélsior, 10 de julio de 2009;
Hugo Rosas, abogado de Lucía Morett, dio a conocer que solicitará “respetuosamente” a la Interpol que retire la “Ficha Roja” alerta mundial para detener a un presunto fugitivo en contra de Morett, que pide a sus 179 países miembros su detención.
Aunque Rosas reconoció que por la gravedad de las acusaciones que hizo contra ella la Fiscalía General de Colombia acusada de pertenecer a la comisión internacional de las FARC y de terrorismo internacional no habrá forma de evitar que se ejecute la orden de aprehensión.
La Interpol emitió la Ficha Roja contra Morett el viernes pasado, pero hasta que la PGR tenga un indicio de dónde podría estar Morett, podrá solicitarle a un juez federal que emita una orden de aprehensión contra ella y la podrán detener.
Rosas aseveró que en el momento en el que la PGR solicite al juez federal que emita la orden de aprehensión contra Morett, él como su abogado interpondrá un amparo, pero reconoció que aun cuando se le concediera el amparo, no hay forma de que la orden de aprehensión quede sin efecto.
“Desafortunadamente, aun cuando concedan el amparo las autoridades mexicanas eso no protegería a Lucía contra una posible detención, por el tipo de delitos de los que se le acusa en Colombia: concierto para delinquir y terrorismo internacional. Esos delitos están señalados como graves por la ley mexicana, y la propia Ley de Amparo señala que tratándose de ese tipo de delitos no se puede suspender la orden de aprehensión”, aseveró.
Durante la rueda de prensa que dieron los padres de Lucía, Jorge Morett y María de Jesús Álvarez, el abogado Rosas sostuvo una y otra vez que las autoridades colombianas no tienen pruebas fehacientes contra Lucía. En ese sentido, cabe recordar que la Fiscalía General de Colombia ha reiterado que Lucía Morett tenía el alias de Ana y que ese alias aparece en los correos electrónicos que Raúl Reyes segundo al mando de las FARC hasta el 1 de marzo de 2008 le enviaba a Miguel Ángel Beltrán, alias Jaime Cienfuegos, colombiano que estuvo en la UNAM como académico y que fue extraditado a Colombia en mayo pasado.
Las autoridades colombianas afirman que tanto Cienfuegos como Lucía Morett forman parte de la Comisión Internacional de las FARC y que estaban tratando de reclutar simpatizantes en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Jorge Morett dijo durante la rueda de prensa que, hasta el viernes pasado, él y su familia desconocían que existía un proceso legal contra Lucía Morett en Colombia y aseveró que el delincuente es el presidente de Colombia, Álvaro Uribe.
“Él cometió delitos de lesa humanidad refiriéndose al bombardeo al campamento de las FARC el 1 de marzo de 2008
, y donde murieron cuatro jóvenes mexicanos y el gobierno que intentó matarla ahora le finca procesos judiciales…son sus victimarios los que la están juzgando”, expuso.
La madre de Lucía dio a conocer que hace dos días la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, les dijo que se reunirá con ellos, pero aún no les ha precisado la fecha.
Por su parte, Jorge Morett dijo que su hija, cuando estuvo en Ecuador, permaneció legalmente y que múltiples periodistas y estudiantes han entrado a campamentos de las FARC, lo que aseveró, no es un delito.
Acerca de las acusaciones que han hecho contra ella las autoridades colombianas, Rosas planteó que se trata de una estrategia del presidente Álvaro Uribe.

Los anulistos

Los anulistos/Soledad Loaeza
La Jornada, 10 de julio de 2009;
Así se autodenominan muchos de los jóvenes que decidieron anular su voto. La primera respuesta de los políticos profesionales a este movimiento, incluidos quienes hacen política con la pluma, fue el desdén. Conforme esta protesta singular fue cobrando fuerza les fue ganando la irritación; para ilustrar esta reacción no hay más que citar al siempre elegante Vicente Fox, quien afirmó que eso del voto en blanco es una jalada; luego, los partidos mostraron miedo; y ahora, ante el muy significativo resultado que obtuvieron los anulistos –poco menos de 6 por ciento a nivel nacional, cerca de 11 por ciento en el Distrito Federal, y en algunos distritos, como el 2 de Ciudad Juárez, 12 por ciento–, se les acusa de haber devuelto el poder al PRI. Ninguna interpretación más descabellada que ésta. Los responsables de esta regresión son los panistas, los perredistas y sus aliados. Unos, por ineficientes; otros, por desconfiables; todos por abusivos. Lo han sido tanto que ahora muchos pensamos que todos los partidos son iguales y anulamos simplemente porque votar por uno de ellos daba igual. Como son indistinguibles, mi voto por un partido no hubiera expresado mi preferencia, sino simplemente mi aceptación para que sigan como van.
Contrariamente a los críticos del voto nulo que insistían en que no decía nada quien elegía esa opción, creo que la furia que alcanzaron a provocar los anulistos tiene que ver precisamente con el mensaje que enviaban, pues era bien claro. En este tiempo de canallas y de creciente cinismo de una clase política dizque plural, la anulación del voto fue una sanción de índole moral que pintó una raya. Fue un Hasta aquí a los atropellos que han venido cometiendo los miembros de la partidocracia, uno de cuyos grandes pecados ha sido desvirtuar el principio de representación, y convertir el voto en una complicidad entre el elector y ellos mismos. Los anulistos les marcaron el alto con un sonoro No.
Aquí no se trata de presentar a los ciudadanos como santos, libres de toda mácula. Cuando uno vota por determinado partido, está expresando cierta afinidad con esa organización y sus miembros. A nadie puede reprocharse que no se sienta afín a gobernadores como Emilio González Márquez y Francisco Garrido; el primero, con la elegancia de un Fox, ha intentado llevar a Jalisco al siglo XIX, y el segundo ha utilizado libremente los recursos públicos para sus gustos personales. Tampoco es reprobable que los habitantes de la delegación Álvaro Obregón hayamos considerado que el nepotismo del PRD y los Luna es un exceso, o que el monopolio de ese partido sobre la ciudad es indeseable. Y, francamente, en muchos casos se necesita mucho estómago para identificarse con un candidato o con un partido que han ignorado reglas, leyes, han hecho y recibido acusaciones gravísimas, y siguen todos tan campantes.
El buen funcionamiento de la democracia requiere una buena dosis de escepticismo, que no es lo mismo que el cinismo. Un escéptico es aquel que mantiene distancia frente a políticos e instituciones, reconoce sus limitaciones y las del sistema en el que operan. Esta actitud le permite abrir un espacio entre la razón y la pasión, que sostiene el sentido común y defiende así a la democracia de los efectos corrosivos de la desilusión. En cambio, el cínico es aquel que justifica la situación existente con el pobrísimo argumento de que así es la política, desprecia los valores morales, o no les encuentra lugar en la lucha por el poder, y se considera a sí mismo un realista porque parte del supuesto de que los seres humanos somos esencialmente corruptos, o corruptibles.
No quiero dar clases de moral. Sin embargo, no puedo dejar de anotar que una de las dificultades que veo en nuestra vida política es la falta de imaginación de nuestros políticos que son incapaces de construir ofertas atractivas de futuro. Repasemos los mensajes de la campaña electoral: Seguridad o renuncio, Pena de muerte a los secuestradores, ¿No tienes para medicinas? ¡Que te las pague el gobierno! ¿Quién puede sentirse medianamente inspirado por estas sandeces y otras platitudes cuya inútil difusión pagamos los contribuyentes.
No puede acusarse a los anulistos de la lamentable estrategia panista que se dedicó a denostar al PRI, a rememorar su versión de nuestra historia reciente, que, quedó bien demostrado, no es compartida por muchos de los que ahora están felices con el retorno de ese partido, cuya gestión comparan con la de los gobiernos panistas, y concluyen con un Qué diferencia. Tendrían que reconocer el juicio mayoritariamente negativo que se hace del gobierno de Fox, para guardarlo en su rancho por un buen rato, en lugar de exhibirlo como si le fuera a ganar votos al PAN. Los críticos de los anulistos deberían reconocer que el cinismo de los partidos que ellos defienden en abstracto son los verdaderos responsables del mal nombre que está adquiriendo la democracia en México.
http://soledadloaeza.com.mx

La coalición es posible

Columna Razones/Jorge Fernández Menéndez
Excélsior 10 de julio de 2009;
Calderón, de 2006 a 2009: la coalición posible
Felipe Calderón me lo dijo hace casi exactamente tres años, el 12 de julio de 2006, apenas diez días después de las elecciones presidenciales, está publicado en nuestro libro Calderón presidente: la lucha por el poder (Grijalvo, 2007) y hoy podría recuperarse la propuesta prácticamente en su totalidad: “Se puede construir una alianza legislativa, me dijo ese día Calderón, como la que he venido proponiendo en la estructura de un gobierno de coalición que me permita tener mayoría en torno a un programa de gobierno consensuado, que quiero negociar con la oposición incluso antes de tomar posesión. Eso no lo intentamos con el presidente Fox y yo lo quiero hacer, quiero construir un gobierno de coalición a partir de negociar sobre la mesa programas de gobierno e incluso estoy dispuesto a negociar la integración del gabinete, siempre y cuando esto implique un apoyo legislativo estable y permanente de la oposición”.
Ya sabemos que en las negociaciones posteriores la idea del gobierno de coalición no prosperó pero se siguió trabajando en la propuesta de una agenda legislativa común que no fue todo lo fructífera que se hubiera deseado pero que por lo menos desazolvó el trabajo en el Congreso. El resultado del pasado domingo debería volver a colocar sobre la mesa esos temas. El PRI no irá a un gobierno de coalición, pero sí puede haber, como lo dijo Beltrones el miércoles, un gobierno de responsabilidades compartidas. ¿Es posible? Por supuesto, se debe establecer, como proponía el presidente Calderón en 2006 y luego no se dio, una agenda común con los capítulos más urgentes, como la economía y la seguridad, para sacarla adelante en estos tres años. Algo así hicieron el PRI y el PAN en el trienio 1991-94 y fue la última ola de reformas estructurales profundas que se realizaron en el país. Se podrá argumentar que la situación ahora es diferente y por supuesto que lo es, pero básicamente estamos ante un escenario similar, con la diferencia de que la Presidencia de la República no está en manos del partido que tiene la mayoría en el Congreso, y que éste aspira a quedarse con el control del Ejecutivo en 2012. Pero esa diferencia es un incentivo adicional para lograr los acuerdos. Uno necesita gobernar para competir, el otro debería preferir que las reformas se hicieran antes de asumir el poder.
La pregunta es cómo avanzar en ellos. Y la respuesta está en los mismos puntos que planteaba en aquella entrevista Felipe Calderón: debe haber acercamientos, acuerdos, se tiene que trabajar sobre esa agenda en forma explícita y se deben hacer las adecuaciones imprescindibles, incluso en términos de gabinete, para sacarla adelante. Las condiciones para comenzar en el primer periodo ordinario de la nueva Legislatura son idóneas: hay que definir un presupuesto para 2010 en un contexto económico muy difícil, con precios del crudo que estarán casi a la mitad de los que se estimaron para 2009 y ello implicará la necesidad de realizar tanto reformas fiscales como recortes en el gasto público. Involucra al gobierno federal, pero también a las 19 entidades gobernadas por el tricolor. En Hacienda está Agustín Carstens, un hombre que ha trabajado en administraciones priistas y tiene el respeto de ese partido. Y en las bancadas del PRI aparecerán ahora varios economistas con amplia experiencia en el manejo de la hacienda pública y que tienen interlocución con Carstens: Óscar Levín Coppel, el sinaloense Óscar Lara (aunque podría estar poco tiempo en el Congreso por la próxima sucesión en su estado), David Penchyna, Francisco Rojas, entre otros, que no abandonarán un escenario económicamente responsable.
Se deben establecer definiciones estratégicas en seguridad con las nuevas atribuciones que se encargan a los gobernadores según las pasadas reformas. Y hay algunos funcionarios en esas áreas con buena interlocución con el priismo, mientras que éste en su bancada también contará con personajes con muchas experiencias de gobierno, desde Emilio Chuayffet hasta Alfonso Navarrete Prida
, pasando por Rogelio Cerda. No tendría por qué no haber acuerdos. Y si bien no puede haber inclusión de priistas en el gabinete, sí puede darse, como ya existe en algunos cargos, la de interlocutores que ese partido considere válidos en varias carteras. Hoy varios no tienen interlocución alguna con el PRI. Pero, además, no olvidemos que de aquí a fin de año se deberán decidir muchos nombramientos que le dan su fisonomía al andamiaje institucional, más allá de los sexenios: habrá que designar a dos ministros para la Suprema Corte de Justicia, lo que podría alterar el actual equilibrio en ella; hay que designar al auditor superior de la Federación; también, al nuevo gobernador del Banco de México; se deberá nombrar al nuevo presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; habrá que renovar parte del IFE. Son, entre otros, espacios que pueden servir como base para esa distribución de “responsabilidades compartidas” y como cartas de negociación con el objetivo de definir la agenda común.
Para ello habría que erradicar dos tentaciones: la del PRI de querer impedir el funcionamiento del gobierno para tratar de asegurarse el poder en 2012 (una estrategia que casi siempre los electores castigan) y la del gobierno federal de tratar de aprovechar estos tres años para dejar sembrados en las posiciones del Estado a personajes comprometidos con su proyecto aunque ello tenga consecuencias directas en la capacidad de gobernar al país y sacar adelante las agendas. Si se imponen esas dos tentaciones, tendremos tres años más de confrontación y parálisis. Si se toma la experiencia de 91-94 y se asume el discurso que hace tres años, inmediatamente después de las elecciones, esgrimía el presidente Calderón, se podrá avanzar sabiendo que quien gane en 2012 tendrá un escenario de estabilidad y gobernabilidad mucho más firme que el actual.
PD: Nos tomaremos unos días de descanso, Razones volverá a publicarse el 23 de julio. Gracias.

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