Condena
el Congreso asesinato de Gisela Mota; pide que el acto no quede impune
Por
unanimidad, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión condenó el
asesinato de Gisela Raquel Mota Ocampo, presidenta municipal de Temixco,
Morelos.
El
diputado Jesús Zambrano Grijalva, presidente
de la Mesa Directiva, dio lectura a un acuerdo a través del cual se exhorta al
gobierno del estado a reforzar y mantener la coadyuvancia y coordinación con
las autoridades federales en la investigación y esclarecimiento del crimen.
A
petición de Zambrano Grijalva, quien también es presidente de la Cámara de
Diputados, se guardó un minuto de silencio por la alcaldesa morelense.
Enseguida, los grupos parlamentarios fijaron su posicionamiento en torno a este
tema.
El Presidente diputado José de
Jesús Zambrano Grijalva: El siguiente punto del orden del día es la propuesta de acuerdo de la
Comisión Permanente, por el que se condena el asesinato de Gisela Raquel Mota
Ocampo, presidenta municipal de Temixco, Morelos.
Primero. La Comisión
Permanente del Congreso de la Unión condena el asesinato de Gisela Raquel Mota
Ocampo, presidenta municipal de Temixco, Morelos.
Segundo. La Comisión
Permanente del Congreso de la Unión exhorta al gobierno del estado de Morelos,
a reforzar y mantener la coadyuvancia y coordinación con las autoridades
federales, en la investigación y esclarecimiento de este crimen, para que en el
ámbito de las facultades de los órganos de procuración de justicia, entre ellos
la Procuraduría General de la República, se castigue con todo el rigor de la
ley a los responsables de este artero crimen y así evitar que quede en la
impunidad.
Dado en el Salón de Sesiones
de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, a los siete días del mes de
enero de 2016. Firmamos los integrantes de la Mesa Directiva.
Consulte la Secretaría a la
asamblea si se aprueba el acuerdo.
La Secretaria diputada Teresa
de Jesús Lizárraga Figueroa: En votación económica se pregunta a la asamblea si se aprueba el acuerdo.
Las legisladoras y los legisladores que estén por la afirmativa sírvanse
manifestarlo (votación). Las legisladoras y los legisladores que estén por la
negativa sírvanse manifestarlo (votación). Mayoría por la afirmativa, señor
presidente.
El Presidente diputado José de
Jesús Zambrano Grijalva: Aprobado, comuníquese. Pido a las presentes y a los presentes nos pongamos
de pie para brindar un minuto de silencio por el asesinato y la muerte desde
luego de Gisela Raquel Mota Ocampo.
(Minuto de silencio)
Gracias. Y para referirse al
tema y al acuerdo recién aprobado por esta soberanía, se han inscrito
compañeras y compañeros integrantes de esta Comisión Permanente, y en
consecuencia tiene la palabra el senador David Monreal Ávila, del Grupo
Parlamentario del PT por cinco minutos.
El senador David Monreal Ávila:
Con el permiso, presidente. El
asesinato de la presidenta municipal de Temixco, Morelos, Gisela Raquel Mota,
representa para el Estado mexicano una provocación para las fuerzas de
seguridad pública del municipio y no solamente del municipio sino de todo el
país, para la impartición de justicia, pero, sobre todo, es un ataque a la
democracia ya que contrario a la voluntad popular, las organizaciones
criminales a punta de pistola buscan imponer su ley y sus condiciones para
gobernar.
La acción de gobernar en los
últimos años se ha convertido en una labor peligrosa, ya que lamentablemente,
desde presidentes municipales, síndicos, regidores, diputados locales,
federales, funcionarios estatales, funcionarios federales y hasta ex
gobernadores han sido víctimas de ataques por parte del crimen organizado.
Además de ser lamentable, es
preocupante que en los tres órdenes de gobiernos y funcionarios de todos los
niveles se encuentren entre las víctimas, ya que es una muestra de la debilidad
y la vulnerabilidad del Estado. Asimismo, son muestras de cómo el crimen
organizado se ha infiltrado en todos los espacios del ámbito público y no
conformes con eso buscan tomar un control más directo.
Por todo esto, el asesinato de
la presidenta municipal de Temixco, Morelos, Gisela Raquel, es condenable, en
sí mismo el asesinato es indignante y sobremanera por la función pública que
desempeñaba. Porque entonces significa que los grupos criminales quieren hacer
valer su propia ley e imponer en las presidencias municipales a quien mejor les
parezca y esto no se puede permitir.
Por otro lado, estos hechos
revelan una vez más, en la fallida estrategia de seguridad del gobierno
federal, lo más afectado son los municipios, porque mientras las fuerzas
federales combaten a sangre y fuego el crimen organizado, los municipios son
víctimas de la extorsión y del narcotráfico, al ser el eslabón más endeble de
los tres niveles de gobierno.
Es decir, el hecho de que la
estrategia de seguridad priorice más acciones armadas y menos acciones de inteligencia
y de integración social generan que el crimen organizado busque protegerse en
los municipios y por ello lo somete a sus intereses y de manera indirecta
secuestra a toda una sociedad.
Cuando esto sucede, hablar de
democracia pierde todo sentido, ya que de nada sirve que el Congreso de la
Unión desate extensos debates para construir instituciones electorales,
instituciones de impartición de justicia, instituciones de derechos humanos que
llegan a considerarse de clase mundial, si de los hechos la voluntad popular es
segregada a un segundo punto y lo único que se respeta es la voluntad del
crimen organizado.
En ese sentido, además de
condenar la muerte de Gisela Raquel, es necesario hacer un serio análisis
introspectivo tanto desde este Congreso de la Unión, pero también desde el
gobierno federal, ya que en la última década han sido asesinados casi 100
alcaldes, más de mil funcionarios municipales, lo que sustenta la idea de que
la estrategia de seguridad no ha funcionado y sería mejor replantearla en nuevos
términos y con menores daños colaterales para la ciudadanía.
Como una medida a los hechos
ocurridos en Temixco, el gobernador de Morelos decretó la implantación del
mando único policiaco en 15 municipios de este estado. Independientemente del
debate que esto ha generado entre la población morelense, es necesario
garantizar que los mandos únicos no sean infiltrados por el crimen organizado,
ya que hay muestra de sobra del poder que tienen para penetrar en la estructura
del Estado mexicano.
En el caso de Morelos, es
urgente dar salida al problema de inseguridad, porque de acuerdo con el Índice
de Paz en México de 2015, esta entidad federativa es la segunda menos pacífica
de México, ya que entre los años 2007 y 2009 experimentó un gran aumento de
violencia y desde entonces cuenta con la peor tasa de delitos con violencia en
México.
En este sentido, me uno a la
condena del ataque contra la presidenta municipal de Temixco, todo acto de
violencia debe ser rechazado y condenado, pero cuando se comete en contra de
funcionario público para tratar de impedir su labor debe ser doble la condena,
porque es una forma de atentar en contra de toda la ciudadanía y en este caso
el de Gisela Raquel, representaba al pueblo de Temixco y por lo tanto es
atentar en contra de un pueblo. Es cuanto, señor presidente.
El Presidente diputado José de
Jesús Zambrano Grijalva: Gracias, senador Monreal. Tiene ahora la palabra el diputado Alejandro
González Murillo, del Grupo Parlamentario de Encuentro Social hasta por cinco
minutos.
El diputado Alejandro González
Murillo: Con su permiso, presidente.
Compañeras y compañeros legisladores. El 2016 es un año atípico marcado
transversalmente por un calendario electoral en estados y municipios que pondrá
a prueba extraordinariamente la capacidad de las instituciones del Estado
mexicano para promover y garantizar la vivencia de la gobernabilidad
democrática y el estado de derecho aun en tiempos de anormalidad.
La penosa y excesiva
experiencia de un crimen político y los excesos criminógenos de la penosa
inexperiencia política en los municipios del estado de Morelos, fueron
epicentro de la noticia y sobrecogieron a la sociedad mexicana en tan solo una
semana.
Paralelamente las fuerzas
políticas nacionales y en alguna medida las locales, se encuentran desde las
postrimerías del año que recién concluyó estableciendo acuerdos y tejiendo
alianzas de todo tipo, desde las naturales y esperables hasta las más amorfas e
impensables.
Los Congresos locales y éste,
nuestro honorable Congreso de la Unión, serán cajas de resonancia y disonancia
de las posturas políticas mediatizadas por la coyuntura política y social, así
como por las conveniencias del momento. Por lo anterior, los tiempos que
vivimos de turbulencia y agitación político social deben ser tiempos de clara e
indubitable definición.
En Encuentro Social si bien no
incurrimos en el exceso de desconfianza que pudiese ser confundible con
ingenuidad respecto a lo que se puede y debe o no esperar del comportamiento y
tendencias de opinión de los distintos actores corrientes, facciones y partidos
políticos representados en el Congreso de la Unión, queremos sin duda fijar
claramente en esta oportunidad la perspectiva de nuestro grupo parlamentario,
tan joven como sólido y plural, que no se olvida ni pretende olvidarse de sus
principios y dinamismo que le dan forma y lo distinguen por su apertura y
honestidad.
Para Encuentro Social con, sin
o a pesar de la inminencia de lo electoral, no dudamos nunca en llevar a cabo
todas las acciones que permitan fortalecer al Estado, pues ello representa
fortalecer y multiplicar las oportunidades para las personas. Ningún cálculo
político determina o deforma esta visión.
En consecuencia la lid contra
la delincuencia organizada nos merece todo nuestro respaldo con la distancia
crítica pero edificante que cada lista nos demanda.
Lo que ocurre en Morelos nos
interpreta y nos invita a cerrar filas con las instituciones y contra la lacra
del crimen organizado que cada vez más busca cómo lesionar al estado y comprar
votos, voluntades y conciencias para fortalecer su influencia destructiva.
El Ejecutivo de la unión en el
último lustro, con la comisión de los peligros que para México se ciernen, no
únicamente en lo político, sino en lo social, presentó en dos momentos
distintos sendas propuestas constitucionales y legislativas para dar una
respuesta extraordinaria a una situación muy extraordinaria: el escalamiento de
la violencia y la desintegración social provocada por el crimen organizado.
La noción del mando único
policial en ambos casos, salvadas las diferencias de estilo y profundidad
jurídica, representa una solución de emergencia ante la cada vez mayor y más
violenta infiltración de carteles y grupos delincuenciales en los gobiernos
municipales.
El cobro del derecho de piso a
la protección de fuertes sectores de la administración pública municipal,
pasando, incluso, por el aprovechamiento indebido de nuestras industrias
extractivas, sin olvidar, por supuesto, el acceso electoral a las presidencias
municipales.
La obra del crimen organizado
se hace presente extorsionando, usurpando, secuestrando, mutilando, matándose
adversarios y a la población civil, la que muchas veces se topa con
corporaciones policiacas municipales absolutamente cooptadas, las que lejos de
vigilar y perseguir los ilícitos, los prohíjan o ejecutan, respetando
únicamente las fronteras geográficas de los municipios de distinto color, pero
con iguales dinámicas.
En tales circunstancias el
mando único constituye una respuesta enérgica que rescata el imperio del
Estado; para proteger la función de seguridad pública municipal y restañar el
tejido social.
La coordinación del Ejecutivo
de la unión con los estatales, amén de los mejores recursos financieros
materiales y humanos que al efecto cuentan, no es un asunto de colores o de
facciones.
Hoy día que tenemos gobiernos
en los estados de diferente partido, color, y coalición originaria e incluso un
gobernador independiente, las posibilidades de coordinación con el gobierno de
la República se multiplican y ello redunda, sin duda, en beneficio de la
sociedad. Volvemos aquí a insistir, tratándose del bien de México y sus
habitantes, los colores no deben importar.
Para Encuentro Social
municipio libre no significa feudalismo o inexperiencia política; no exime
torpeza ni falta de tacto que deriven en protagonismos y confrontaciones
estériles e impresentables.
Bien vemos las muestras de
cordura y serenidad que parecen estar asomando en la administración de la
capital de Morelos. En Encuentro Social sabemos que saber mandar es saber
escuchar, y saber rectificar, esto es, mandar obedeciendo. Esta ocasión, desde
la tribuna más alta de la nación, y sin una mezquindad político-electoral lo
venimos a dejar claro, respaldamos en estos momentos especialmente difíciles al
gobernador de Morelos y al presidente de la República, así como a sus
respetivos gobiernos.
Y si con la permanente
vigilancia y revisión de la LXIII Legislatura al Congreso de la Unión y la
décima época del Poder Judicial Federal, apoyamos la aplicación del mando único
para combatir –reiteramos– la lacra, el crimen organizado y restaurar el tejido
social. Es cuanto, presidente.
El Presidente diputado José de
Jesús Zambrano Grijalva: Gracias, diputado González. Tiene ahora loa palabra el diputado Luis Alfredo
Valles Mendoza, del Grupo Parlamentario de Nueva Alianza, hasta por cinco
minutos.
El diputado Luis Alfredo
Valles Mendoza: Con
el permiso de la Presidencia. Compañeras y compañeros legisladores, en Nueva
Alianza condenamos el artero asesinato de Gisela Raquel Mota Ocampo, presidenta
municipal de Temixco.
Con profunda indignación
manifestamos nuestra preocupación por este acto, que no sólo es un hecho de
violencia e inseguridad, sino un hecho lamentable que atenta contra la
gobernabilidad en México.
El asesinato de Gisela Mota,
no sólo es un hecho de violencia e inseguridad, es un acto que atenta contra la
estabilidad social y la vida democrática de nuestro país. Para nadie es
desconocido que en los últimos años se ha incrementado la violencia causada por
organizaciones criminales, lo que ha puesto a México en una de las mayores
crisis de seguridad pública.
El aumento de la
violencia en contra de los servidores públicos representa un grave peligro para
el correcto desarrollo de las funciones constitucionales a cargo del Estado.
Actualmente ser presidente municipal es un trabajo de alto riesgo, ya que como
lo han indicado las autoridades competentes, se han convertido en objetivos de
la delincuencia organizada.
Por ello, exigimos que se
continúe la investigación para deslindar las responsabilidades de los autores
materiales e intelectuales, y en su momento sean castigados con todo el rigor
de la ley.
Compañeras y compañeros, la
seguridad es un derecho humano que nuestro país está en grave peligro. Este cobarde
asesinato, así como la violencia que se vive a diario en nuestro país, es un
desafío al Estado mexicano. Es un reto que solo podemos enfrentar en la unidad
de estrategia y operación, dejando de lado ideologías y posturas mediáticas. Lo
único que debe ocuparnos es el desarrollo y la seguridad de las y los millones
de mexicanos que enfrentan a diario el rostro de la violencia y la inseguridad
de nuestro país.
Por ello, en Nueva Alianza
continuaremos apoyando y buscando nuevas formas de coordinación institucional
para combatir este problema que tanto daña el tejido social y la estabilidad de
nuestro país. Por su atención, muchas gracias. Es cuanto, señor presidente.
El Presidente diputado José de
Jesús Zambrano Grijalva: Gracias, diputado Valles. Tiene ahora la palabra la senadora Martha
Angélica Tagle Martínez, hasta por cinco minutos.
La senadora Martha Angélica
Tagle Martínez: Compañeras
legisladoras y compañeros legisladores, este 2016 lo iniciamos con muy malas
noticias. El asesinato de Gisela Mota es algo que nos debe poner sin duda a
reflexionar. A Gisela Mota no la mataron en una plaza pública, tampoco en la
calle, entraron a su casa, la mataron frente a sus familiares y amigos. Cuando
la inseguridad llega hasta las puertas de tu casa algo estamos haciendo mal.
La principal razón de ser del
Estado es garantizar la seguridad de sus habitantes y en eso, como Estado, como
Poder Legislativo, estanos fallando. Miles de asesinatos, desde que inicio la
guerra contra el narcotráfico y que aunque ahora no sean parte de la noticia
cotidiana, se siguen dando dado a que la errática política en materia de
seguridad continúa, son muestra de que hay un Estado fallido en materia de
seguridad.
Al menos 100 ediles muertos,
varios funcionarios públicos y también candidatos han sido asesinados durante
los últimos años. Y, bueno, la respuesta generalmente de la clase política es
pedir seguridad para los políticos y se generan medidas cautelares para
protegerlos, ¿pero qué estamos haciendo para garantizar la seguridad de la ciudadanía?
Me temo que muy poco.
Al paso de los días después
del cobarde asesinato de Gisela hemos estado presenciando lamentables dimes y
diretes en el estado por un tema, que es el mando único y que quizás vale la
pena recordar aquí que el mando único también surgió como respuesta a una de
las peores crisis que estamos viviendo.
Si ustedes no recuerdan, fue
uno de los temas fundamentales del Decálogo del presidente de la República
cuando se presentó el tema de los 43 de Ayotzinapa. El mando único como instrumento
de seguridad no puede ser impuesto por una sola persona, cualquiera que sea su
cargo; ni el presidente de la República ni los gobernadores, porque viola la
Constitución.
Debe de quedarnos claro que el
artículo 115 constitucional le da a los municipios la facultad de velar por su
seguridad pública, y si lo relacionamos con el artículo 21 constitucional en
materia de Ley de Seguridad Pública, tiene que haber necesariamente un acuerdo
que sea ratificado por los presidentes municipales. Pero además es importante
considerar que en el tema del mando único las realidades de las policías en el
país no son las mismas en todos los estados y municipios.
Hay municipios que cuentan con
policías fuertes, estructuradas y funcionales, pero hay estados, policías estatales
donde es conocido de sobra la corrupción que existe en esos cuerpos policiacos.
Establecer un mando único
homologado no es la solución. Lo que es cierto es que no podemos seguir igual.
Hoy en día la suplente de Gisela duda en tomar protesta y con toda razón, la
inseguridad sigue presente. Y ahí quiero retomar otro tema que es fundamental,
que tiene que ver con la violencia política hacia las mujeres, del cual también
los legisladores tenemos un pendiente, porque a varios años de que la senadora
Lucero Saldaña presentó una iniciativa, seguimos sin avanzar en la
dictaminación de la ley que tipifique finalmente la Ley de Violencia Política
por Razones de Género.
Condenar el asesinato de
Gisela no es suficiente, compañeros; exhortar a que las autoridades hagan lo
que tienen que hacer tampoco es suficiente. Sin embargo, ese es el acuerdo
político al que se ha llegado hoy y eso es lo que estamos emitiendo en esta
Comisión Permanente.
Les hago un llamado a que ese
otro tercer punto que venía en la propuesta original de darnos el tiempo de
debatir y analizar sobre la política en materia de seguridad, no sea eliminado.
Requerimos los legisladores también hacernos cargo de la parte que nos toca en
materia de seguridad, por ser parte del Estado mexicano. Es cuanto, compañeros
legisladores.
El Presidente diputado José de
Jesús Zambrano Grijalva: Gracias, senadora Tagle. Tiene ahora la palabra la diputada Norma Xochitl
Hernández Colín, del Grupo Parlamentario de Morena, por cinco minutos.
La diputada Norma Xochitl Hernández
Colín: Con su venia, diputado
presidente. El Grupo Parlamentario de Morena condena enérgicamente el asesinato
de Gisela Mota Ocampo, ex diputada federal y alcaldesa en funciones de Temixco,
Morelos, hecho terrible que nos llena de indignación y profundo pesar. Para
nosotros sí se trata de un feminicidio.
México vive la crisis de
inseguridad y derechos humanos más grande de su historia, lo que ha
incrementado dramáticamente los índices delictivos y las tasas de homicidios.
La ausencia de una estrategia pública integral del combate al narcotráfico y el
crimen organizado en la administración actual ha provocado un incremento de
asesinatos, producto de la violencia y la inseguridad en el país. Solo en lo
que va de este sexenio la cifra ronda los 57 mil 410 homicidios dolosos,
mientras en el sexenio anterior el Semanario Zeta documentó 83 mil 191
ejecuciones.
En los números se refleja que
la estrategia de la aprehensión de las cabezas criminales no disminuye la
inseguridad y la violencia en el país. Lo que ha variado en este sexenio es la
movilidad de la violencia. Si en la pasada administración la sangrienta guerra
de carteles y delincuencia organizada estaba en el norte del país, actualmente
la inseguridad se mudó al centro y al sureste. Salieron de los primeros cincos
sitios del estado con mayor violencia, Sinaloa, Baja California, pero entro
Jalisco y Michoacán.
La impunidad en México es el
primer factor que permite a los sicarios de los carteles de la droga y de las
organizaciones criminales continuar su estrategia. El gobierno no ha logrado
disminuir la incidencia delictiva relacionada con los homicidios dolosos, tal
como se prometió en la campaña y en los primeros meses de la administración.
Lamentablemente la estrategia
durante estos 36 meses ha sido decretar a través de discursos repetidos en
2013, 14 y 15, una incidencia delictiva a la baja que se ha reducido en sus
máxima expresión. En el foro de Davos, el Ejecutivo expreso: Ha habido una
disminución real en el número de homicidios que se cometen en nuestro país, una
disminución de prácticamente el 30 por ciento de homicidios vinculados al
crimen organizado, lo cual nos resulta alentador.
Luego en el 2014, el
secretario de gobernación declaro el 29 de julio: La violencia se ha reducido a
su mínima expresión. Y en el 2015 continuamos con la misma perorata: Sin duda,
los niveles de violencia que se están registrando están disminuyendo, sobre
todo, los homicidios y secuestros.
La administración llegó a su
tercer informe ignorando el verdadero problema de la violencia que se evidencia
todos los días en el país con homicidios dolosos. En el gobierno se continúa en
su afán de ocultar la cantidad real de asesinatos.
Por su lado, los gobiernos
estatales hacen lo mismo, todos insisten en dejar de lado al único dato que es
consiente y consistente, la falta de denuncias por parte de la ciudadanía en un
90 por ciento de los delitos. El resultado es la inseguridad, porque la
seguridad nunca llega a los ciudadanos.
Lo que tenemos no es seguridad
coproducida entre gobierno y gobernados, como orienta el paradigma democrático,
es la seguridad impuesta mediante un formato que hace del abuso una rutina.
En 2016 comenzó de manera
trágica para la vida política de México la violencia sistemática que ha sufrido
nuestro país en las últimas décadas, ha dejado decenas de miles de muertos,
desaparecidos y desplazados.
En la actualidad resulta
evidente que en Morelos y otros estados del país existe un mando único. El
crimen organizado ha conquistado espacios de poder y la toma de decisiones. Se
puede decir que el narco poder, donde se ha implantado, cumple las funciones
del Estado, legisla, gobierna y ejecuta.
Gisela Mota ganó la
presidencia municipal de Temixco, Morelos en las elecciones del 2015 y asumió
el puesto el 1 de enero de este año. Duró apenas un día, pues a la mañana
siguiente fue asesinada a balazos en la sala de su casa.
En su discurso enfatizó que el
combate a la delincuencia sería frontal. Probablemente este discurso designó,
desafortunadamente, su sentencia de muerte.
El asesinato de la alcaldesa
ocurre en un contexto de deterioro en las condiciones de seguridad de Morelos.
En 7 años el nivel de homicidios se triplicó y la entidad pasó de estar por
debajo de promedio nacional de asesinatos, a ocupar el cuarto lugar.
Según datos de la asociación
de autoridades locales de México, durante el gobierno actual se han cometido 41
asesinatos de alcaldes, lo que implica que no estamos ante un hecho aislado sino
ante una emergencia nacional en materia de seguridad. Y en México tampoco
existen protocolos de protección para alcaldes o integrantes de los cabildos,
no obstante la larga lista de autoridades municipales asesinadas.
El gobernador de Morelos no ha
entendido ni el reclamo de la sociedad ni el rol que desempeña como jefe del
Ejecutivo en aquella entidad. Ante la inseguridad que priva en el estado
responde a un autoritarismo al imponer una medida de dudosa constitucionalidad.
Incluso se han presentado controversias
constitucionales para poner en entredicho su manotazo autoritario, con el que
intenta eludir toda responsabilidad política ante el fracaso de su
administración. Solo es una distracción y mal hace al confrontarse con las
autoridades municipales, esto en nada beneficia a los ciudadanos, la política
es el arte de convencer, no vencer.
Por último, el Grupo
Parlamentario de Morena, expresa su más sincera condolencia a los familiares de
Gisela Mota Ocampo, al mismo tiempo que ofrece su apoyo y solidaridad. Ni una
más, ni uno más. Es cuanto, señor presidente.
El Presidente diputado José de
Jesús Zambrano Grijalva: Gracias, diputada Hernández. Tiene ahora la palabra, la diputada Jorgina
Gaxiola Lezama, del Grupo Parlamentario del Verde Ecologista, hasta por cinco
minutos.
La diputada Jorgina Gaxiola
Lezama: Gracias. Con la venia de la
Presidencia. Las estrategias encaminadas a combatir la amenaza que significa el
crimen organizado se erigen como una de las prioridades del Estado mexicano,
como se ha demostrado con la implementación de diversas políticas de seguridad
aplicadas en los tres niveles de gobierno, entre las que destacan la creación
de la Gendarmería Nacional y la propuesta de aplicar un modelo de mando único
policial.
Este último tema ha generado
mayor atención e interés público debido a los hechos recientes suscitados en el
municipio de Temixco, Morelos, en donde fue asesinada frente a su familia la
presidenta municipal Gisela Raquel Mota Ocampo, quien apenas había cumplido 24
horas de haber asumido el cargo.
El homicidio de cualquier ser
humano nos impacta como sociedad, pero sobre todo nos indignan los ataques de
criminales quienes buscan consolidar un poder alterno al gobierno
institucional, porque quieren perpetuar sus actividades ilícitas a fuerza de
amenazar y corromper a los funcionarios públicos.
La trayectoria de Gisela Mota,
le permitió conocer el complicado mundo de la administración pública y la
política, ocupó diversos cargos al interior del partido en el que militó
siempre y que la llevó a ocupar un escaño en la anterior LXII Legislatura de
esta Cámara de Diputados. Todos, señor presidente, compañeros ciudadanos, lamentamos
su muerte y el dolor de sus familiares.
Lejos de intimidarnos vamos a
trabajar juntos y hacemos un llamado urgente a las fuerzas de seguridad pública
para que coordinadamente persigan, capturen y castiguen a los autores
materiales e intelectuales de este condenable acto. Sin importar la afiliación
política, aquellos quienes trabajamos dentro de la estructura gubernamental,
lamentamos la violencia que se padece en distintas regiones del territorio
nacional y tenemos la obligación de trabajar todos los días en contra de los
problemas que afectan a los mexicanos y para los cuales reclaman mayores
soluciones, entre ellos el tema de la seguridad. Es inadmisible que los
mexicanos vivan con miedo a perder la vida.
El trabajo honrado es un pilar
de nuestra sociedad. Que no quede duda que la mayoría de los mexicanos que
realizamos labores desde las más humildes hasta las más encumbradas,
representan lo mejor de nosotros, lo mejor de nuestro país, y estas actividades
que se contraponen a aquellos que solo desean el beneficio propio a costa de la
seguridad y la vida de los demás, ellos que no representan lo que somos y lo
que exigimos los ciudadanos que nos esforzamos por salir adelante todos los
días por el bienestar de nuestras familias y por el de nuestro país.
A nombre de mis compañeros
integrantes del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México,
aprovecho el espacio en la tribuna para expresar nuestro pesar por el
fallecimiento de Gisela Mota Ocampo y enviar nuestras condolencias a sus
familiares y amigos.
Compañeros legisladores,
dejemos atrás nuestras diferencias y honremos la memoria de Gisela Mota y de
otras mexicanos que han perdido la vida a manos del crimen organizado.
Es tiempo de decisiones,
vayamos con determinación a legislar el modelo de Mando Único Policial para
dotar al Estado mexicano de más y mejores herramientas para lograr la paz y la
convivencia social que todos anhelamos, que todos merecemos para nuestros
hijos. Es cuanto, señor.
El Presidente diputado José de
Jesús Zambrano Grijalva: Gracias, diputada Gaxiola. Tiene ahora la palabra el senador Luis Humberto
Fernández Fuentes, del Grupo Parlamentario del PRD.
El senador Luis Humberto
Fernández Fuentes: Con
su venia, su señoría. Compañeras y compañeros legisladores. Los hechos
sucedidos el pasado 2 de enero, cuando Gisela Mota, presidenta municipal de
Temixco, Morelos, fue asesinada en su casa apenas un días después de haber
tomado protesta, merecen nuestra condena y apoyamos la propuesta que hace la
Mesa Directiva en este sentido.
También expresamos nuestra
solidaridad y condolencia a su familia. Los acompañamos en su dolor. Pero
también nos lleva a una reflexión obligada no solo sobre el mando único, sino
sobre la estrategia nacional de seguridad que se ha implementado en los últimos
años.
Este hecho, lamentable y
reprobable, es un desafío más de la delincuencia al Estado mexicano, pero
tampoco es un hecho aislado. Tenemos que recordar que más de 40 presidentas y
presidentes municipales han muerto en los últimos tres años.
Nos muestra un Estado
vulnerado, con capacidades limitadas, ya no sólo para proteger el patrimonio y
garantizar la vida de los ciudadanos, sino también ya no podemos suponer ni dar
por hecho la integridad y el actuar de las propias autoridades, sobre todo
cuando son honestas.
Confirmo mi dicho con el
informe del 2015 de Alfonso Ortiz, que es un instrumento que se realiza con
apoyo de Naciones Unidas, donde nos muestra la fragilidad del Estado mexicano
que ocupa un lugar número 100 entre 178 naciones. Compañeras y compañeros, el
tema es la vulnerabilidad del Estado mexicano.
En cuanto al decreto, y quiero
abordarlo de una vez, queremos afirmar que el gobernador hizo lo correcto al
implementar el mando único. ¿Por qué lo afirmamos? Porque ¿cuál era la
alternativa? Era eso ¿o la nada?
Entendemos también que el
mando único no es una solución única ni universal, pero en Morelos, por lo
menos la evidencia que se presenta con los datos de Conago y del mismo gobierno
del estado, ha tenido resultados. Pero el mando único no puede ser el eje de la
estrategia nacional, no es el eje del debate. La realidad de Temixco no es una
realidad aislada; cuando hablamos de Temixco hablamos de todo el país.
Frente a esto es necesario
pensar diferente. El eje de la estrategia no debe de ser sólo un tema de
instrumentos policiacos, el punto es fortalecer la capacidad de actuar y
responder del Estado mexicano.
Permítanme presentar los
argumentos, acotando que este debate no puede partir de una aproximación o de una
interpretación partidista y que debemos de revisar con madurez los datos con
que contamos
En primer lugar me gustaría
poner a su consideración el tema de los resultados. Si bien reconocemos que
varios de los principales cabecillas del crimen organizado han sido capturados
en los últimos años, también estamos obligados a reconocer que una vez
capturados se han fugado o han sido puestos en libertad por deficiencias en la
integración de expedientes.
Pero el tema de fondo es que
hoy los carteles de la droga no han visto mermada su potencia económica ni su
capacidad delincuencias.
En segundo término quiero
también comentar con ustedes que reconocemos un compromiso y una intención de
combatir estos carteles, tenemos también que reconocer que el Estado mexicano
hoy no cuenta ni con mejores herramientas ni con más para enfrentar las redes
delincuenciales.
El crimen organizado en este
país es hoy una ingeniería compleja, que incluyen desde el pago de derechos de
pisos del taquero en el barrio, en la esquina, hasta operaciones
multimillonarias en el sistema financiero internacional, pasando por el
secuestro, incluso, han tomado actividades productivas como la agricultura, la
ganadería, la pesca e, incluso, algunas consideradas estratégicas como la
minería.
El control y la potencia
económica de estos carteles no son un producto de la suerte, son estructuras
construidas con la complicidad, y en algunos casos con la complacencia y
alimentados por la corrupción y la impunidad.
Es un grave error pensar que
corrupción y crimen organizado son dos fenómenos diferentes, son dos caras de
la misma moneda. Ante tal escenario se requiere una estrategia de
fortalecimiento del Estado y seguridad pública, que no tenga sólo como
componente principal el combate a la corrupción, sino que considere elementos
como el desarrollo económico y social, la atención a las víctimas y la
reintegración productiva.
El decálogo propuesto por el
Ejecutivo federal para fortalecer la seguridad y la justicia, debe de ser
debatido y atendido, pero entendiendo que esta fórmula pudiera llegar a ser
útil, pero no representa la única solución para la delicada situación.
Estamos obligados a una
reflexión profunda y seria, madura sobre qué está funcionando y qué tenemos que
hacer para mejorar esta situación. Apoyamos –como hemos dicho– la condena que
hace esta comisión permanente, pero la condena sin acción y sin consecuencia no
es útil, y tenemos que reconocerlo, las palabras no frenan las balas.
Por eso, en el PRD, creemos
que debemos entrar en un diálogo urgente con el titular del Ejecutivo, la
gobernadora, gobernadores y jefe del gobierno de la Ciudad de México, el
Congreso de la Unión y los principales actores nacionales vinculados con
el tema para construir una nueva política de seguridad, fortalecimiento del
Estado y combate a la corrupción.
Estamos seguros que con un
diálogo incluyente y maduro, podemos construir fórmulas más eficaces y que nos
den mejores resultados. Estamos seguros que con esta nueva política que
dialoguemos todos y con estas condiciones, daremos un gran servicio a nuestra
nación. Es cuanto, señores.
El Presidente diputado José de
Jesús Zambrano Grijalva: Gracias, senador Fernández. Tiene ahora la palabra el diputado Edmundo
Javier Bolaños Aguilar, del Grupo Parlamentario del PAN, hasta por cinco
minutos.
El diputado Edmundo Javier
Bolaños Aguilar:
Muchas gracias. Y con su venia, diputado presidente. Amigas legisladoras y
amigos legisladores, vengo hoy hablar ante ustedes como diputado federal,
representante del municipio de Cuernavaca, pero sobre todo como ciudadano
morelense.
El artero crimen que privó de
la vida a una joven política de Morelos, cuando recién había asumido el cargo
de presidenta municipal en Temixco, sin duda indigna y agravia a la sociedad
morelense y a todo México.
De inmediato condenamos este
crimen cobarde y manifestamos nuestro pésame y solidaridad con los deudos, así
como con los policías heridos en ese día de los que casi nadie habla.
Pero este lamentable hecho no
es un caso aislado, más bien parece ser la gota que derramó el vaso. Parce ser
un eslabón más de la ya larga cadena de delitos que vienen ocurriendo en
Morelos.
En ese aciago día, con una
celeridad que envidiaría las más prestigiadas corporaciones policiacas del
mundo, a escasos minutos de haber ocurrido este terrible crimen ya el Ejecutivo
del estado tenía el móvil y a los culpables. Habían sido, así se dijo, los
carteles que se disputan esa plaza y que no quieren el Mando Único en Temixco
ni en Morelos.
Les informo que el Mando Único
en Temixco tenía más de 3 años y tenía el apoyo de la presidenta municipal y de
las autoridades, pero a partir de ahí se ha venido tejiendo una trama que sería
digna de admirarse, si no se tratara de toda una estrategia que busca de forma
desesperada desviar la atención sobre la terrible realidad que atraviesa mi
estado.
No. No, amigas legisladoras y
amigos legisladores. No, amigos de los medios de comunicación. El debate en
Morelos no es si el mando único es viable o no; la voz se alza para que de una
vez se reconozca que no ha dado el resultado que se esperaba.
En Morelos, el 86 por ciento
de la gente no se siente segura. El debate no es si el mando único permanece o
no, la pregunta es por qué ahora sí debemos creer que las cosas van a cambiar,
si después de casi tres años con mando único en prácticamente todo el estado,
Morelos ocupa el cuarto lugar en homicidios dolosos, el cuarto lugar en
secuestros y un deshonroso tercer lugar por el delito de extorsión.
La pegunta es, ¿por qué, si
han declarado en todos lados que detrás de este artero crimen está la
delincuencia organizada, por qué no han solicitado ya que la PGR atraiga el
caso e investigue con toda la capacidad institucional que tiene?
El debate no es mando único sí
o mando único no, lo que preguntan los presidentes municipales recién asumidos
en cargo es quién les va a explicar cómo opera la estrategia, pues se sienten
solos y con los cuerpos de seguridad municipales desmembrados. Lo que quieren
saber es qué pasó con los cerca de mil 200 millones de pesos que durante tres
años quitaron de sus prerrogativas y de los que nadie les ha entregado cuentas.
No, amigas y amigos
legisladores, el debate no es en el tema del mando único. La pregunta que nos
hacemos en Morelos es por qué, si ya sabían que la delincuencia organizada se
confrontaba en Temixco, como lo han venido diciendo, ¿por qué en esos momentos
de coyuntura que se significa cuando cambian los poderes, no incrementaron la
presencia de la policía del mando único en Temixco y protegieron a la
presidenta municipal?
Más aún. Si sabían, como lo
han venido diciendo, que algunos presidentes municipales y los equipos de
trabajo que los acompañan están ligados a la delincuencia organizada, ¿por qué
no los denunciaron antes de que protestaran el cargo? Y no es un asunto de voluntad
política, en Morelos la Ley de los Servidores Públicos obliga a que un servidor
público denuncie ante la autoridad correspondiente cuando presuma que otro
servidor púbico está cometiendo algún acto fuera de la ley.
Este crimen se suma a otros
muchos que han venido ocurriendo en Morelos, como el que ocurrió el 17 de enero
de 2013 en Tlaquiltenango, donde fue asesinado en su domicilio Ignacio
Domínguez Carranza, su esposa y su pequeño hijo de dos años. Él había sido
candidato de Acción Nacional a la Presidencia Municipal, y ese día se ofreció
que no habría impunidad y a más de mil días de ese terrible acto, no ha pasado
nada.
Se suma al asesinato de Ulises
Sánchez, hermano del actual presidente de Yecapixtla, ocurrido apenas en julio
del año pasado. Y se suma a cientos de personas ejecutadas, cuyas familias
desde el anonimato siguen esperando justicia.
No puedo concluir sin
referirme a esta lamentable novela que se ha venido entretejiendo en los
últimos días y que ha ocupado grandes espacios, sobre todo en los medios de
comunicación, me refiero a la inaceptable disputa que existe actualmente entre
el gobierno del estado y, sobre todo, el presidente municipal de la capital de
Morelos.
Respetuosamente desde aquí les
pido que dejen de lado protagonismos, que dejen de lado la soberbia, que de una
vez por todas se sienten a trabajar, que de una vez por todas reconozcan que en
Morelos las cosas no están bien, que Cuernavaca es punto nodal para que podamos
despuntar.
Que se entienda que la
política no es un juego ni mucho menos se puede hacer estrategias para engañar
al árbitro. Esto es política y en política el interés de la gente está sobre
cualquier interés particular o de grupo. Les conmino a que se pongan a
trabajar. Con la seguridad no se juega. Y en esta trama que les platico el
único que pierde son los ciudadanos y a ellos nos debemos. Es cuanto, diputado
presidente.
El Presidente diputado José de
Jesús Zambrano Grijalva: Gracias, diputado Bolaños. Tiene ahora la palabra la senadora Diva
Hadamira Gastélum Bajo, del Grupo Parlamentario del PRI, hasta por cinco
minutos.
La senadora Diva Hadamira
Gastélum Bajo:
Con su permiso, señor presidente. A nombre del Grupo Parlamentario del PRI, que
nuestras primeras palabras sean realmente de solidaridad y de una condolencia a
un asesinato tan artero, como el de Gisela, una mujer que hace muy poco estaba
en esta Congreso.
Fue diputada federal,
presidenta de la Comisión de Reforma Agraria, una mujer joven, luchadora,
valiente, que solamente las balas la pararon, porque en vida demostró que la
violencia política en contra de las mujeres sí se puede parar, y sí puede este
muro de contención poder brincar y seguir adelante.
Gisela viene de una familia
que ha demostrado ser valiente, por eso ella lo era. Lo que hizo doña Juanita,
el querer entregar su vida por su hija, manifiesta de que estaba hecha Gisela,
pero más aún, lo que hizo su padre, ir a atrás de los que le quitaron la vida
hasta lograr su captura. Eso es un verdadero ejemplo y que el PRI resalta y que
el PRI pone en la mesa con un abrazo muy solidario a este pueblo y al estado de
Morelos.
La violencia política en
contra de las mujeres es peor que el ántrax, tenemos que desterrarla, tenemos
que hablar claro y tenemos que demostrar la voluntad política que todas las fuerzas
tenemos para poder ponerla en la mesa. Pero más aún, desde esta tribuna le
tomamos la palabra a la reacción, y subrayo reacción del gobernador Graco
Ramírez, al hablar de un tema que ha sido un debate constante en el Senado de
República, que es el plan integral, y repito, plan integral, no sé si por
economía verbal le nombran mando único, pero es un plan integral que va más
allá de una situación que tiene que ver con la policía, va mucho más allá.
El Presidente Enrique Peña
Nieto lo presentó y en su idea clara habla que ninguna fuerza política nos
podemos sustraer de un tema tan importante en donde antes de cualquier política
tiene que estar la seguridad de las y los mexicanos. Antes de cualquier
política la seguridad de las y los mexicanos.
Y esto obedece a la
descomposición que han tenido y la incapacidad que han demostrado las policías
municipales. Tenemos que reconocerlo, ahí está el gran cáncer que ha
propiciado, no solamente la muerte de Gisela, sino otros temas que han
convulsionado a este país. Pero también esta propuesta de mando único surge
como respuesta al abandono financiero que tienen los municipios y que es
urgente que se cambie tecnología, que se capacite a las fuerzas policiacas,
pero sin denostar, este policía es estatal y este es federal y este es
municipal. Las grandes diferencias han traído el caos de la seguridad
pública en este país. ¿Dónde está nuestra policía municipal?
El debate del mando único está
puesto en la mesa. No debemos sustraernos y empecemos a analizarlo. Allá en el
Senado de la República se ha suspendido por varias veces. Unas voces dicen que
sí, otras dicen que no. Lo interesante en el centro tiene que estar la
seguridad de los y las mexicanas.
Fíjense lo inevitable que es
analizar en este plan integral la situación de las policías municipales. El
policía municipal, vulnerable por su sueldo, por sus prestaciones, porque es el
que está en el territorio y es el que no se puede sustraer a la problemática
real del crimen organizado en este país.
Puede el estado, de alguna manera
la federación, pero el que está en el territorio es el que padece seriamente
este conflicto que tenemos que poner en la mesa de la discusión.
Esta iniciativa del presidente
Enrique Peña Nieto tiene subrayadamente un tema que es el servicio de carrera
profesional de la policía.
Esto les va a dar seguridad no
solamente económica sino en su familia. Y si un policía está seguro, pues está
segura la sociedad. Si un policía está inseguro, dígame usted qué puede
proteger un policía que no cuenta con las herramientas necesarias para la
defensa de lo más preciado que es la seguridad.
Quiero traer aquí las palabras
de doña Juanita. Cómo me ha llamado la atención la madre de Gisela. Seria,
serena, cierta a que Gisela hizo lo que le correspondía. Ella sabía que algo
pasaba. Lo dijo pero se sostuvo fuerte, como somos las mujeres. Y doña Juanita
ahora fuerte como es dijo, y subrayo su expresión, la muerte de mi hija debe
servir para que Morelos no siga siendo el estado más violento de este país.
Y el PRI retoma las palabras
de doña Juanita y decimos, no queremos que Morelos sea el estado que tiene más
alto índice de secuestro. Que Cuernavaca sea uno de los siete municipios con el
robo con violencia más alto de este país.
Señoras y señores, ése es el
debate, no nos distraigamos. El reparto de culpas no le sirvió a Gisela. El
reparto de culpas no le sirva a los y a las ciudadanas. Empecemos a debatir
sobre lo sustantivo, Plan Integral de Mando Único. Y desde aquí el PRI condena
este asesinato y hago propicio para decir que si el mando único está en la
mesa, el tema de violencia política por motivos de género no lo podemos bajar
de la mesa, ¿cuántas mujeres más asesinadas? ¿Por qué nuestros derechos
políticos no los podemos ejercer en plenitud? La ciudadanía plena de las mujeres
no puede seguir estando regateada.
Desde aquí un abrazo muy
fuerte a Morelos y a Temixco. Un abrazo muy fuerte a la familia valiente de
Gisela. Y le digo a Gisela desde aquí donde esté, que su vida y muerte va a
servir para discutir la seguridad que es lo que vale la pena y para luchar por
la causa de las mujeres. Muchas gracias. Muy buenas tardes.
El Presidente diputado José de
Jesús Zambrano Grijalva: Gracias, senadora Gastélum. Con esta intervención se concluye la lista de
oradoras y oradores.
El Presidente diputado José de
Jesús Zambrano Grijalva (13:51 horas): Se levanta la sesión y se cita para la próxima que tendrá
lugar el miércoles 13 de enero de 2016 a las 11 horas.
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