Trump está perdiendo la jugada contra Comey
Amenaza con cancelar las ruedas de prensa y advierte al ex director del FBI que no haga filtraciones; pobre de él, o sea el presidente se cura en salud, ¿hay pecados cometidos?
Por un lado, dijo que decidió echar a James Comey "por esta cosa de Rusia", después dijo plo hizo por iniciativa propia
¡Pinocho!
Ha usado la red social Twitter para emitir opinión.., ya no le funciona como antes, ha perdido la calma.., aun con las recomendaciones de sus asesores como Kissinger.
Por otro lado, La prensa de EU - New York Times-., y el propio FBI han dejado estos días en evidencia las contradicciones de la Casa Blanca sobre las razones del despido de Comey.
"¡Más le vale a Comey que no haya 'cintas' de nuestras conversaciones antes de que empiece a filtrar a la prensa!", tuiteó Trump, después de que el diario The New York Times publicara que el presidente exigió a Comey "lealtad".
In a Private Dinner, Trump Demanded Loyalty. Comey Demurred.
Nota de MICHAEL S. SCHMIDT, MAY 11, 2017
President Trump and James B. Comey during a reception at the White House for law enforcement officials days after the inauguration. Credit Al Drago/The New York Times
@realDonaldTrump
...Maybe the best thing to do would be to cancel all future "press briefings" and hand out written responses for the sake of accuracy???
07:07 - 12 May 2017
Según el presidente, Comey le dijo en tres ocasiones que no era objeto de la investigación, empero, personas cercanas al ex director del FBI aseguran que es imposible que lo hiciera porque el FBI no suele informar a las personas de si están siendo o no objeto de una investigación.
Trump volvió este viernes12 de mayo a criticar a la prensa que lo crítica; los acusó de trabajar "horas extra" para publicar noticias falsas. Y amenazó a los medios con suspender todas las ruedas de prensa de la Casa Blanca.
Uy que miedo!. le dijeron.
@realDonaldTrump
The Fake Media is working overtime today!
06:53 - 12 May 2017
"Como presidente tan activo que soy, y con tantas cosas como están pasando, es muy difícil que mis subordinados comparezcan en el podio de prensa con perfecta exactitud. ¿Sería quizás mejor que canceláramos todos las futuras rueda de prensa y entregáramos respuestas escritas, en aras de la exactitud?", preguntó Trump en Twitter.
"Quizá lo mejor sería dejar de mentir", le contestó el hispano Tom Pérez, el presidente del Comité Nacional Demócrata, el aparato del Partido Demócrata (Nota de Beatriz Juez de El Mundo,
La prensa -agrega el reportaje-. ha dejado en evidencia en varias ocasiones las contradicciones y la falta de exactitud de los portavoces de la Casa Blanca, Sean Spicer y Sarah Huckabee Sanders.
Es difícil ser portavoz de un presidente que dice todo el rato cosas contradictorias.
Trump dijo primero que había decidido despedir a Comey por recomendación del fiscal y del vicefiscal general del Estado, pero después dijo que lo hizo por iniciativa propia y que lo quería despedir de todas maneras.
Trump también dijo que el despido de Comey no tenía nada que ver con la investigación que estaba realizando sobre los posibles lazos entre su campaña y los rusos
Pero en una entrevista con NBC reconoció que decidió echar a Comey "por esa cosa de Rusia".
Incluso el director en funciones del FBI, Andrew McCabe, contradijo el jueves a la Casa Blanca. Dijo que su ex jefe gozaba de "un amplio apoyo" dentro del FBI. A la hora de justificar su despido, la Casa Blanca había dicho que Comey había perdido la confianza de sus subordinados dentro de la agencia.
McCabe también dijo que la investigación de los lazos entre la campaña y los rusos era muy significativa para la agencia, mientras que la Casa Blanca sostiene que es de baja prioridad.
Mmm.
Trump insiste en que todo es una "cacería de brujas" contra él montada por los demócratas como "excusa por perder las elecciones". "Cuando el mismo James Clapper (ex director de la Oficina Nacional de Inteligencia de Estados Unidos) y virtualmente todo el mundo al tanto de la cacería de brujas dicen que no hubo confabulación, ¿cuando termina esto?", se preguntó en Twitter.
@realDonaldTrump
Again, the story that there was collusion between the Russians & Trump campaign was fabricated by Dems as an excuse for losing the election.
06:51 - 12 May 2017
Trump no tiene ingresos de Rusia salvo "pocas excepciones"
Dos abogados del presidente aseguraron hoy que sus declaraciones de impuestos de los últimos 10 años no muestran "ningún ingreso de ningún tipo de fuentes rusas", con "pocas excepciones", entre ellas la venta de una mansión en Florida a un millonario ruso por 95 millones de dólares.
En una carta enviada a Trump y distribuida hoy a la prensa por la Casa Blanca, los abogados del mandatario afirmaron que han revisado sus declaraciones de la última década y no ven ingresos procedentes de Rusia, "con unas pocas excepciones" que en su mayoría conciernen a sumas "irrelevantes". La Casa Blanca trató así de rebajar las sospechas sobre posibles lazos con Moscú y también acallar a quienes piden que Trump publique sus declaraciones de impuestos de los últimos años. (Fuente: El Mundo...).
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Trump amenaza al destituido director del FBI para que no hable
El presidente en un tuit: "Será mejor para Comey que no haya grabaciones de nuestras conversaciones antes de que empiece a filtrar a la prensa". Trump pidió en una cena privada lealtad al director del FBI y este se desmarcó
Nota de JAN MARTÍNEZ AHRENS/ El País, Washington 12 MAY 2017 - 12:16 CDT
No hay barreras para Donald Trump. En un nuevo estallido en Twitter, el presidente de EEUU cruzó una de las últimas líneas rojas que le faltaba y amenazó al destituido director del FBI, James Comey, para que no hable: “Será mejor para Comey que no haya grabaciones de nuestras conversaciones antes de que empiece a filtrar a la prensa”, escribió. El mensaje y su inquietante carga de espionaje mostraron el rostro más feroz de Trump y sólo consiguieron engrandecer la sombra de la trama rusa. La crisis crece.
Donald J. Trump
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@realDonaldTrump
James Comey better hope that there are no "tapes" of our conversations before he starts leaking to the press!
07:26 - 12 May 2017
Trump está perdiendo la jugada. La destitución de Comey se ha vuelto en su contra. Desde que lo fulminó el martes, cada paso que da resulta más incendiario que el anterior. Primero atribuyó el despido a un informe de la Fiscalía sobre la conducta irregular del director del FBI al cerrar el caso de los emails de Clinton en julio pasado, luego reconoció que ese escrito no le importaba lo más mínimo y que le hubiese descabezado igual. Pasó entonces a recordar que había preguntado directamente a Comey si estaba siendo investigado y finalmente disparó un tuit destinado a la historia del matonismo.
Fue una erupción inesperada y contraproducente. Nadie en Washington, ni siquiera sus más acérrimos seguidores salieron en su defensa. Pero el tiro buscaba diana. La noche anterior The New York Times había revelado una misteriosa cena privada entre Trump y Comey en la Casa Blanca. Fue el 27 de enero pasado. El presidente apenas llevaba una semana en el cargo. En la reunión, Trump no se anduvo con titubeos. Encaró al director de FBI, principal encargado de la investigación de los supuestos vínculos entre el equipo del mandatario y el Kremlin, y le preguntó si iba a serle leal. ”Seré honesto”, fue la contestación. Una negativa, educada pero firme, que dejaba en el aire la principal exigencia del republicano para sus cargos de confianza: la fidelidad.
La reconstrucción, procedente del entorno de Comey, alarmó a la Casa Blanca. Hasta ese momento, el director del FBI había guardado su silencio. Incluso en su mensaje de despedida a sus subordinados había llamado a la calma: “Siempre he creído que un presidente puede despedir a un director del FBI por cualquier motivo e incluso sin motivo. No voy a perder el tiempo en ello”.
Esta equidistancia se vino abajo al publicarse la conversación. Podía tratarse de un gesto defensivo de Comey ante los insultos que estaba recibiendo de Trump, que no dudó en llamarle “fanfarrón” y vapulear su mandato. Pero si era una advertencia, la posibilidad de una nueva crisis se disparaba. Comey declara el próximo martes a puerta cerrada ante el Comité de Inteligencia del Senado. Un lugar donde su despido y las presiones presidenciales que pudo recibir serán tratados con detalle.
Sea cual sea la causa, Trump respondió como mejor sabe. Disparando. Amenazando veladamente con hacer públicas grabaciones. Ese es su estilo. Nunca lo ha ocultado. “Si alguien te ataca, le atacas de vuelta diez veces. Así, al menos, te sientes a gusto”, escribió en su best seller El arte del trato.
La máxima le ha llevado a romper todas las barreras de la corrección política y le dio buenos rendimientos como candidato, pero ahora en la Casa Blanca espanta a sus correligionarios. Es ese Trump hosco y brutal que lanza motes contra sus rivales, insulta a vecinos como México o directamente humilla al director del FBI después de despedirle a cajas destempladas y bajo argumentos que ni él mismo respeta.
“Es un error mayúsculo de Trump y su equipo, no lo han podido hacer peor y muestra una vez más su falta de experiencia en el campo político”, explica a este periódico Larry J. Sabato, director del Centro para la Política de la Universidad de Virginia.
La embestida ha sido un fracaso. La crisis abierta por el despido de Comey es la mayor de su mandato. Y la amenaza ha dado nuevos bríos a las sospechas sobre esa oscura madeja de vínculos entre el equipo de Trump y el Kremlin que el FBI está investigando. Un caso en el que aún no hay ningún indicio contra el presidente pero que él mismo, día tras día, tuit tras tuit, no deja de agigantar.