El Presidente de la República, Lic. Felipe Calderón , convocó a los integrantes del sector turístico público y privado, a promover la imagen de México, tanto a nivel nacional como internacional, con el fin de seguir proyectando al país como uno de los mejores destinos turísticos del mundo.
Discurso en Los Pinos/
"Hoy queremos poner a consideración de ustedes una nueva propuesta o una propuesta, más bien, que renueve el impulso al turismo en México a partir de hoy. Una propuesta que está abierta, como siempre, a las opiniones, a la participación de todos a lo largo de las reuniones de trabajo que hoy dan inicio.
Insisto, sé que con el compromiso de ustedes, reflejado en la asistencia a esta reunión, y agradezco mucho su participación en el ejercicio que hoy se realiza, vamos a consolidar a México como un líder a nivel mundial en el turismo.
Sé que no han sido tiempos fáciles para nadie y particularmente para el sector turístico. No podemos soslayar que la crisis económica mundial del año pasado fue la crisis más grave de que se tenga registro desde la crisis del 29, y desde luego, la crisis más grave que cualquiera de nosotros, de las generaciones presentes, le haya tocado vivir.
Es la primera vez en muchos, muchos años, en décadas, por ejemplo, que el Producto Interno Bruto mundial registra una contracción; y que se contraen, al mismo tiempo, varias de las mayores economías del mundo, lo mismo Estados Unidos, que Japón y que Europa.
Eso afectó, sin lugar a dudas, la actividad económica en general y, desde luego, la actividad turística en particular. Implicó una reducción, también, drástica, además, en los niveles de consumo del mayor mercado de visitantes turísticos a México, que es el de Estados Unidos; una reducción en la captación de divisas internacionales, tanto por la caída en el número, como en el gasto promedio de los visitantes.
La alerta sanitaria significó otro nuevo descenso a nivel de la ocupación nacional y alcanzó en esas fechas niveles cercanos al 30 por ciento.
Como lo he dicho, y lo repito, amigas y amigos, no estaba en manos nuestras el evitar que ocurrieran tales choques externos, ni evitar que ocurriera la crisis económica a nivel mundial, ni evitar que ocurriera el brote del virus pandémico, como fue clasificado por la Organización Mundial de la Salud, de la Influenza A/H1N1. Pero sí podíamos sumar esfuerzos y tomar acciones firmes y oportunas para aminorar su impacto.
Y así, autoridades, trabajadores, empresarios, pusimos en marcha medidas contracíclicas hasta el límite, estoy seguro, de las capacidades de todos.
Pusimos en marcha una fuerte campaña de reactivación del turismo, la Campaña Vive México, que ha permitido que esa actividad pueda irse recuperando de manera gradual, sí; pero también de manera segura.
Programas de atención especializada a microempresarios del sector turismo, Programas de Empleo Temporal y Emergente en las zonas turísticas del país.
En concordancia, además, con medidas contracíclicas tomadas en diversos sectores de la economía. El dato que insistentemente menciono es que la crisis de 95 fue de aproximadamente a una caída del 6 por ciento; la crisis del 2009 fue una caída del 6.5; es decir, fue una crisis mayor la del año pasado, y pudo serlo más, si no es que empezamos a registrar ritmos de recuperación en el segundo semestre.
Pero, recuerden ustedes, amigas y amigos, que hace un año caía la economía mexicana a tasas del 10 por ciento anual, e incluso mayores, en el segundo trimestre del año.
Sin embargo, en 95, con una crisis menor, perdimos casi 10 veces más empleo formal. Se perdió más del 10 por ciento de los trabajos registrados en el Seguro Social. Se perdió uno de cada 10 empleos, entonces, siendo una crisis menor.
En la del 2009, en las cifras del Seguro Social, sin embargo, se perdió un poco más del uno por ciento del empleo formal. Esto quiere decir que en lugar de uno de cada 10, se perdieron poco más de uno de cada 100 empleos.
Por qué razón.
Porque esas medidas, la preservación del empleo a través de los paros técnicos en la industria exportadora, que evitaron el despido de trabajadores a cambio de repartir entre el trabajador, el Gobierno Federal y la empresa, la carga de la masa salarial transitoriamente, evitó casi medio millón de despidos, de salarios en actividades económicas exportadoras.
En los Programas de Empleo Temporal, incluyendo el del sector turismo, en brechas contra fuego, limpieza de carreteras y limpieza de zonas arqueológicas, implicó generar un empleo temporal entre tres y seis meses a casi 700 mil personas más.
Y el Programa de Apoyo a Pequeñas y Medianas Empresas, de crédito, que lanzamos, implicó crédito para 80 mil empresas de menos de 10 trabajadores en todo el país, con lo cual se preservó también más de un millón de ingresos familiares.
Quiero decirles, amigas y amigos, que la acción decidida de los empresarios turísticos, la acción decidida de muchos mexicanos, reconocidos y destacados, y de millones y millones más anónimos, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, que participaron, por ejemplo, en la Campaña Vive México, dio resultados.
Sin duda, ello tuvo que ver, así sea en parte, con la recuperación que estamos viendo en algunos indicadores. Por ejemplo, en la ocupación hotelera. A pesar de la fuerte caída del año pasado, 2009, ha alcanzado promedios positivos en el país.
Hace unos días estuve, por ejemplo, en la Riviera Maya, en Cancún, para dos eventos singulares. Por ejemplo, para Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe y la para la Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo, eventos, por cierto, que trajimos a México, justo en el momento de la crisis para ayudar a incentivar la ocupación hotelera.
Y vienen más: la Cumbre Mundial de Energía, por ejemplo, la próxima semana. La Cumbre de las Partes, la Conferencia de las Partes de Medio Ambiente, que será de una dimensión extraordinaria; y otras más hacia el final del año.
Estamos trabajando en eso. Pero decía, que en esa visita, el nivel de ocupación, que era de menos del 20 por ciento en esas zonas, el año pasado, a propósito de la influenza, rebasó, para la Cumbre de la Unidad, 93 por ciento en la Riviera Maya.
Junto con la Asamblea del BID, la ocupación en Cancún llegó a 86 por ciento. Y tanto para la Regata de la Copa México, no sólo en honor del Bicentenario, sino también para estimular el turismo; y el lanzamiento, la inauguración del desarrollo del Litibú, auspiciado por FONATUR, la ocupación hotelera, también en la Riviera Nayarita, era de arriba del 90 por ciento,.
Me acaba de comentar el gobernador de Baja California Sur que la semana pasada también en Los Cabos, la ocupación era del 90 por ciento. En fin.
Amigas y amigos.
Hay datos positivos, pero no debemos bajar la guardia, sino todo lo contrario, hay que redoblar esfuerzos para que la recuperación sea sostenida y se traduzca en más y mejores empleos y, desde luego, en una vigorosa recuperación del sector.
Ya la Secretaria Guevara ha mencionado que vamos a redoblar esfuerzos en diversos frentes. En primer lugar, vamos a seguir consolidando la infraestructura del país, a fin de consolidar, entre otras cosas, la oferta turística de México.
Un ejemplo es la ampliación del Aeropuerto de Cancún, que ahora tiene dos pistas, que permiten operaciones simultáneas, por primera vez en México, y que ya ha sido clasificado recientemente por revistas especializadas como el más eficiente en América Latina.
O el anuncio que hice, hace unos pocos días también, que es el inicio de la licitación del nuevo Aeropuerto de la Riviera Maya, entre Tulúm y Cobá, también en Quintana Roo.
Esto se sumará a la construcción de dos nuevos aeropuertos: uno en el Mar de Cortés, ya en funcionamiento, y la ampliación de otros 26 en el país.
Desde luego, lo que estamos haciendo en materia carretera, donde hemos casi triplicado el gasto de infraestructura, el gasto público, sumado a las obras público-privadas en el país, que está permitiendo grandes obras de infraestructura en México.
La carretera, por ejemplo, comentábamos también con el Gobernador de Durango, la Mazatlán-Durango, que es una carretera que tiene un valor cercano a los 19 mil millones de pesos; y que incluye, por ejemplo, el Puente Baluarte, el puente que va a tener el claro más grande en su tipo, probablemente, en el mundo; es decir, un puente de un kilómetro 200 metros de largo, pero que en la parte central tiene una altura respecto del río que pasa de casi 600 metros, y que el claro central del puente, por ejemplo, entre columna y columna, va a medir también casi 600 metros.
Una obra de infraestructura enorme, por no hablar de otras que estamos impulsando, que tienen una incidencia turística relevante. Infraestructura de carreteras en todo el país, infraestructura portuaria, en fin. Entonces, estamos facilitando la infraestructura para facilitar también las inversiones en el país.
La meta, por otra parte, es desregular a la economía y en particular al sector turístico; todo trámite innecesario tiene que desaparecer. Una de las instrucciones que tiene la Secretaría de Turismo es que antes que finalice este mes, justo les quedó en medio de Semana Santa el plazo, para que tengan tiempo de poderlo hacer, es entregar lo que llamamos el equipaje de mano en materia regulatoria.
Cuáles son las leyes que verdaderamente son las indispensables; más bien, cuáles son los reglamentos indispensables, lo que es del ámbito del Ejecutivo. Cuáles son las normas, las circulares, los oficios que verdaderamente sean indispensables para el manejo del sector. No olvidemos que una ley bien hecha, una buena ley, no necesita reglamento.
Y ya con ese material, con ese equipaje de mano indispensable, todo lo demás que no esté considerado ahí, va a ser derogado por un decreto del Ejecutivo Federal. Lo mismo en turismo, que en todas las demás dependencias de la Administración Federal.
En tercer lugar. He instruido a las instancias responsables de aplicar la política migratoria, en particular, al Instituto Nacional de Migración, cuya Directora está aquí presente; a la Secretaría de Relaciones Exteriores, también está presente la Canciller, para que adopten, a la mayor brevedad posible, medidas adicionales que faciliten la llegada de viajeros internacionales al país.
En cumplimiento de esta instrucción, deberán fomentar especialmente el arribo de turistas de países, que tienen de manera garantizada altos estándares de seguridad, que es una preocupación fundamental para México, de modo que logremos simplificar los procesos de internación e incrementar la llegada de visitantes extranjeros, con plena confianza y con plena seguridad.
Estas medidas deberán enfocarse prioritariamente, por ejemplo, a viajeros procedentes de Estados Unidos, que es de donde proviene la mayor parte de turistas extranjeros.
Sé que con esto no digo mucho, pero lo voy a decir más claro.
Después del 11 de septiembre, amigas y amigos, en México, por ejemplo, se incrementaron diversas medidas de seguridad, concernientes, desde luego, no sólo a la seguridad propia, sino especialmente, y hay que decirlo, a la de Estados Unidos, que llevaron a la imposición de Visas para muchos países que tienen un fuerte potencial de afluencia turística a México.
Ahora bien. La imposición de Visas obedecía, obedece a dos factores. Uno es el de la seguridad, particularmente en Norteamérica, después de aquellos atentados. Y otro, es del probable flujo migratorio a través de México hacia Estados Unidos. Sin embargo, amigas y amigos, en la parte de seguridad, qué duda cabe, que se han incrementado sustancialmente los estándares, en México, ya no digamos en Estados Unidos, en materia de emisión de visas y registro de visitantes. Y, por otra parte, quien tiene una Visa de Estados Unidos no necesita hacer una vía de tránsito y la hace oculta a través de México para llegar a Estados Unidos.
Por lo tanto, he dispuesto que, entre otras medidas de desregulación que tenemos que hacer, que faciliten el turismo y que se orienten, precisamente, a elevar visitantes extranjeros de ciertos países clave que nos interesan, he dispuesto que preparen una nueva regulación, tanto Migración como Relaciones Exteriores, a fin de que los ciudadanos de otros países a los cuales les pedimos Visa, pero que ya tienen una Visa de los Estados Unidos, no se les exija Visa para entrar a nuestro país.
Por supuesto, esto no va orientado sólo a un país, sino que lo haremos con países que tienen convenios y certificados de alta seguridad, que sean avalados por autoridades mexicanas y que tengamos la manera, también, de verificar no sólo la identidad, sino la autenticidad de esos documentos, con registros en línea y otros mecanismos.
Segundo. También y con la misma lógica, los visitantes que vengan en vuelos registrados y ya autorizados en aeropuertos de Estados Unidos, también podrán entrar al país para efectos turísticos, sin requerirles más que el pasaporte para que puedan entrar a México.
En el caso de ciudadanos de otros mercados que nos interesan y, por lo pronto, vamos a avanzar con el caso de Brasil y de Rusia, vamos a poner en práctica algo que ya se había dispuesto, pero que no se ha aplicado con toda claridad y vamos a avanzar un poco más.
Por ejemplo, ciudadanos de Brasil y de Rusia van a poder tramitar su Visa, no sólo a través del Consulado Mexicano, sino a través de las agencias de viajes especializadas y acreditadas, precisamente, que podrán hacer el trámite para los ciudadanos ellas mismas.
Vamos a facilitar que esos turistas puedan solicitar su Visa en línea; es decir, a través de Internet y que les podamos contestar a través de Internet y otorgarles electrónicamente un documento que les pueda acreditar, y que no necesiten ir a los consulados mexicanos, porque es impensable que un brasileño que vive en Mato Grosso tenga que hacer ocho o nueve horas de vuelo para ir a Sao Paulo o a Brasilia, mejor que se venga directamente a México. En fin. Amigas y amigos, estamos trabajando fuertemente para desregular.
En cuarto. Estamos promoviendo, en coordinación con la Banca de Desarrollo y el sector financiero, más crédito para los emprendedores del sector.
En 2009, como ya decía, hicimos un fuerte apoyo a pequeñas y medianas empresas. Nunca, nunca en la historia del país se habían otorgado más de 80 mil créditos a pequeñas y medianas empresas, y menos en situación de la gravísima crisis económica que tuvimos.
A través de convenios de colaboración que hemos firmado con entidades federativas, destinamos más de mil 700 millones de pesos y que se logró detonar una inversión cercana a los cuatro mil millones en apoyo a proyectos turísticos.
Precisamente, para reforzar las estrategias de promoción turística del país a nivel nacional e internacional, creo que debemos ir cerrando la dicotomía y las deficiencias en coordinación, que pudieran presentarse entre la propia la cabeza de sector, la Secretaría de Turismo, y por ejemplo, el Consejo de Promoción Turística.
Por eso, he decidido que quien es responsable y tiene que rendir cuentas de ello, que es la Secretaría de Turismo, he decidido que la Secretaria de Turismo, la maestra Gloria Guevara Manzo, sea también la nueva Directora del Consejo de Promoción Turística de México.
Y esto permitirá, además de mecanismos de cooperación y supervisión, dar un impulso más efectivo a las campañas que se realizan para conocer los atractivos turísticos del país.
Por supuesto, no se trata de que ella haga sola el trabajo, sino que también he nombrado a otro profesional, como ella, del sector turismo, al maestro Rodolfo López Negrete, como Director General Adjunto del Consejo de Promoción Turística de México, y que cuenta con una amplia trayectoria en materia, no sólo de mercadotecnia, sino durante muchos, muchos años, en materia hotelera y turística del país.
Les he instruido también para que diseñen una estrategia efectiva para atraer visitantes y con ello generar más crecimiento económico para el país.
Al respecto, déjenme decirles, amigas y amigos, que la promoción de la imagen de México, que es un elemento, coincido, clave para multiplicar el turismo, es una tarea que compete al Gobierno Federal, sí, pero no sólo al Gobierno Federal.
Compete a las autoridades, también locales, compete a los empresarios, compete a los legisladores, compete a los medios de comunicación, a los analistas. Todos los mexicanos tenemos que asumirnos como promotores y embajadores de nuestro país en el exterior.
Y efectivamente, amigas y amigos, tenemos problemas de percepción y de imagen. Tenemos problemas reales, innegables, por supuesto. Y no se trata, amigas y amigos, de ocultar los problemas que tenemos. Al contrario, hay que decir que tenemos esos problemas, y que los estamos enfrentando, con determinación y con firmeza, y que los vamos a resolver.
Sí, sí tenemos un problema serio en materia de seguridad. Recientemente se publicó un estudio del Brookings Institute, en Estados Unidos, que habla precisamente de los problemas de seguridad en México y en el mundo.
Y revela que, el último dato disponible del Brookings, en México hay 11.5 homicidios por cada 100 mil habitantes. Una cifra alta, sí. Una cifra preocupante que, precisamente, motiva la acción y la atención del Gobierno.
Y, desde luego, que muchos amigas y amigos vinculados o no con el sector dicen: bueno, es que para que hubiera turismo ojalá no tuviéramos el problema que tenemos y estuviéramos más o menos igual que Brasil o Dominicana, o Jamaica, que reciben mucho turismo.
Vale la pena ver este análisis, amigas y amigos. Porque la tasa de homicidios de México, 11.5 por cada 100 mil, si bien es cierto, es alta para lo que queremos para los mexicanos, hay que recordar que Jamaica tiene 60 homicidios por cada 100 mil, al año. Sólo comparable, en el último lugar en la lista, con Honduras, que tiene 61.
El Salvador tiene 52 por cada 100 mil; Guatemala, 47 por cada 100 mil; Trinidad y Tobago, 40 por cada 100 mil; Colombia, con todo el excelente de trabajo que ha hecho mi amigo Álvaro Uribe, tiene 39 por cada 100 mil; Brasil tiene 22 homicidios por cada 100 mil, casi el doble que México; Panamá, 19 homicidios por cada 100 mil; Nicaragua, 13 homicidios por cada 100 mil; Paraguay, 12; y Costa Rica, al igual que México, tiene 11.5. Sólo superado por Uruguay, Argentina, Perú y Chile, con menores tasas de homicidio.
Sí, señores, sí tenemos un problema de inseguridad. Pero también se vale poner en perspectiva las cosas. También se vale poner, con objetividad, lo que está ocurriendo en México y en el mundo. También se vale, aunque no faltará a quien le suene inadecuado, también se vale hablar bien de México, porque eso sí, nosotros tenemos un problema, que es la mitad, en términos de homicidios por cada 100 mil, que Brasil.
Pero no sólo es el problema real. El problema también, que nos está afectando, y en especial al turismo, es la percepción y la imagen. Porque, eso sí, México es satanizado y recriminado por su problemática, por los propios mexicanos, además; pero Brasil, teniendo el doble, se lleva la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos a una ciudad, por cierto, que es también de las que mayores homicidios por cada 100 mil tienen en toda la región y en el mundo.
Sin embargo, lo he dicho y lo reitero, amigas y amigos, yo jamás, jamás en mi vida profesional y como Presidente de la República, jamás he escuchado a un brasileño hablar mal de Brasil. Y en el caso nuestro, hay que hablar bien de México. Se vale también hablar bien de México. Y hay que salir y promover la realidad del país, sin ocultar nuestros problemas; pero, insisto, señalando su exacta magnitud y también la determinación que tenemos para resolverlos.
Tenemos que difundir por diversos medios la experiencia de los visitantes que vienen a México, que es una experiencia cálida, que es una experiencia irrepetible en otras regiones, que es una experiencia humana y que, también paradójicamente, es en muchos de los casos, no digo que en todos, pero es una experiencia también segura.
Porque si bien es cierto, tenemos puntos de especial preocupación en el país, en ciudades y estados en materia de seguridad, también tenemos en muchas zonas turísticas de México tasas de criminalidad que no sólo son menores a las de otras partes del mundo, sino, incluso, equiparables a las de algunos Estados de la Unión Europea.
Sí, sí tenemos problemas, pero si México tiene 11.5 homicidios por cada 100 mil, incluso, donde está un punto de análisis importante sobre México, en la Ciudad de Washington, hay 31 homicidios por cada 100 mil; y en la Ciudad de Nueva Orleáns, por cierto un punto turístico del mundo, hay 95 homicidios por cada 100 mil.
Es tiempo, amigas y amigos, también de que hagamos un esfuerzo de promoción de la imagen de México integral, porque la imagen del país, la marca México, el nombre de México, amigas y amigos, es único y es indivisible; porque tenemos que promover a México y su imagen de manera integral, no sólo para el turismo y no sólo sobre pirámides y playas.
Necesitamos promover la imagen de México para atraer más inversión económica. Necesitamos promover la imagen de México para abrirle espacio a nuestros productos. Necesitamos promover la imagen de México por razones de liderazgo y de fuerza, y de diplomacia, que son benéficos, necesarios para los mexicanos y que tiene México todo, todo para ser, precisamente, no sólo para ser, porque lo es, para ser reconocido como la gran Nación que somos y que ahora, orgullosamente, cumplimos 200 años de ser libres e independientes.
He dado instrucciones a la Secretaria de Turismo para que dé, insisto, un impulso renovado al sector. Que se concentre en prioridades claras que compartirá con ustedes, incrementar la competitividad del sector, garantizando la experiencia positiva del país y, por supuesto, para la cual es vital renovar y fortalecer la imagen de México. Hacer una labor de promoción, sobre todo enfatizada y orientada a convertir la promoción turística, a través del Internet, un área que no hemos cuidado adecuadamente, para convertir a México en un vigoroso país, líder en la promoción turística a través de Internet, acorde con los nuevos tiempos.
Y para promover, facilitar el proceso de inversión en el sector nacional y extranjero, y un área de especial interés para mí, promover zonas, regiones y rutas turísticas sustentables en las diversas regiones del país, que aprovechen nuestra enorme riqueza natural, cultural, histórica, social y humana, que no hemos aprovechado a toda cabalidad.
Finalmente, amigas y amigos, a todos, a todas y a todos ustedes, al Congreso, a los estados, a los municipios, a las y los empresarios del sector, a los trabajadores, a todos los convoco a que iniciemos una nueva etapa para el turismo en México.
Que iniciemos una nueva etapa para el turismo en México y, para hacerlo, yo reitero mi compromiso de hacer del turismo un motor fundamental para el crecimiento económico y la generación de empleo para más familias mexicanas.
Les pido que defendamos la imagen de México, que es nuestra imagen y nuestro futuro. Les pido que sigamos trabajando para mejorar la oferta turística del país, a fin de que los visitantes lleven claramente una experiencia única, que nos permita traer más visitantes de todo el mundo.
En 2010, decía, celebramos 200 años de ser orgullosamente mexicanos, y ello representa, también, una ocasión poderosa para mostrar al mundo las bellezas naturales, los centros arqueológicos, la riqueza culinaria, la amabilidad y el gran corazón de los mexicanos, las tradiciones milenarias y todo lo que México tiene que dar, que es mucho, mucho, mucho más de lo que he comentado, al visitante.
Yo les reitero, amigas y amigos, nuestra disposición y nuestra invitación a que trabajemos unidos, hombro con hombro; que sigamos proyectando a México como uno de los mejores destinos turísticos del mundo.
Cuentan ustedes con el apoyo y el compromiso del Gobierno Federal, con el mío, personal, para hacer realidad nuestra visión de poner a México a la vanguardia del turismo de calidad a nivel global.
Hagamos que la recuperación del sector sea sostenida y construyamos juntos, construyamos con confianza y determinación un futuro distinto y mejor para todos los mexicanos.
Muchas gracias y buena suerte.