7 feb 2007

La salida del brozero del PRD

Dos días después de los escándalos del vocero del PRD, Gerardo Fernández Noroña, el valiente dirigente el secretario de Capacitación, Fernando Belaunzarán, de la corriente Nueva Izquierda, pidió la remoción del vocero del partido, alegando que no se podían permitir más desfiguros políticos.
"No es posible mantener la vocería como está con una personas que muestra una actitud pendenciera, desesperada y hasta cierto punto ridícula, que ha dado una imagen contraria al PRD", dijo Belaunzarán.
Y no le falta razón a Belauzarán.
Estos excesos del vocero quien se declara "marxista lennista" deberán ser analizados y resolverse en el Consejo Nacional a realizarse el próximo fin de semana.
En respuesta, fernández Noroña calificó como una 'mera grilla interna' la petición de Belaunzarán. "Es como una especie de desafuerito- dijo-; existe la posibilidad de que se diera un enroque en mi caso para llegar a la secretaría de Organización; pero para que esto ocurra se necesita que el 60 por ciento de los consejeros lo apruebe.
"Estatutariamente la vocería corresponde al presidente del partido que en este caso a delegado ese cargo en mi persona", sostuvo. Y en efecto, el vocero sólo obedece a su Leonel Cota Montaña o en su defecto a AMLO, ¡No más!
Al parecer si habrá cambios, en otras cartera. Y en la vocería se aceptan apuestas.

Otra oleada en Medio Oriente




  • Otra "oleada": ¿funcionará?/Edward N. Luttwak, experto del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), Washington DC.
Traducción: José María Puig de la Bellacasa
Tomado de LA VANGUARDIA, 07/02/2007);
Cuanto antes pueda desplegar -aunque sea transitoriamente- el presidente Bush sus tropas adicionales en Iraq (la nueva y tan comentada oleada de más de 21,000 soldados), antes podrá anunciar que las tropas estadounidenses empiezan a volver a casa, tras el fracaso ineluctable del Gobierno de Iraq a la hora de “cumplir con su parte correspondiente del acuerdo”. En realidad, no resulta siquiera probable que mediara un verdadero acuerdo antes de que el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki se viera inducido a emitir determinadas promesas que, seguramente, no podrá cumplir. Da la sensación de que Al Maliki, simplemente, accedió a todo lo que se le pidió a fin de complacer a la Casa Blanca y seguir contando con el respaldo estadounidense un poco más.
Al Maliki tendría que haber sido un auténtico Stalin o como mínimo un Sadam Husein para ordenar a las fuerzas armadas y de seguridad iraquíes que desarmaran a las milicias chiíes (como prometió); debería haber sido capaz de aplicar un régimen de terror y obediencia personal a los soldados y policías iraquíes, de modo que se enfrentaran a las distintas milicias con las que simpatizan o a las que han de rendir pleitesía para proteger tanto a sus respectivas familias como a sí mismos.
Sin embargo, Al Maliki no goza de semejante autoridad sobre los soldados y policías iraquíes; de hecho, ejerce escasa autoridad sobre su Gobierno de 39 miembros, representantes de los intereses de diversas facciones con sus correspondientes milicias. De hecho, la situación es aún peor, porque sólo las milicias kurdas obedecen indefectiblemente a sus líderes políticos; uno es nada menos que el presidente de Iraq, Jalal Talabani, en tanto que en lo concerniente a los demás se adecuará más a la verdad afirmar que las milicias iraquíes cuentan con líderes que les representan. De forma especial, las más numerosas y crueles milicias chiíes y en particular las del ejército de Al Mahdi, dirigido por el belicoso Moqtada al Sadr, obedecen a diversos jefes locales, algunos de los cuales sólo obedecen a Al Sadr intermitentemente. Si acaso, el primer ministro Al Maliki puede aspirar a no interferir -como hizo anteriormente- cuando las tropas estadounidenses detienen a sospechosos y se enfrentan a las milicias: tibio cumplimiento, en todo caso, de las promesas que se presupone hizo en su día.
Al Maliki no se halla tampoco en condiciones de cumplir su otra promesa, la de encabezar un nuevo esfuerzo para reconciliar a las sectas y facciones enfrentadas en Iraq. Al Maliki no es otro Gandhi, sino un líder del sectario partido Al Daua y en su caso quien habla, ante todo, es el militante chií que llega incluso a amenazar a los diputados suníes.
No es una coincidencia que Sadam Husein fuera juzgado, condenado y ejecutado por sus matanzas de represalia en 1982 tras un atentado fallido de Al Daua contra su vida en Duyail, para no hablar de otros asesinatos anteriores y posteriores. Sería una gran noticia que Al Maliki llegara a reconciliarse con sus rivales chiíes, y no digamos con los insurgentes suníes.
Afortunadamente, el presidente Bush dispone del recurso oportuno para el momento en que decida olvidarse de su última ocurrencia consistente en esta nueva oleada del envío de tropas adicionales a Iraq: la desvinculación. No consistiría únicamente en una retirada gradual ni desde luego un salto en la oscuridad del abandono puro y simple. No. Daría comienzo con un cambio táctico. Los soldados estadounidenses ya no patrullarían ciudades y pueblos, ni se dedicarían a acordonar y registrar áreas o a efectuar controles. La mayoría de los soldados destacados en Iraq ya no serían necesarios y podrían volver a casa, empezando por los sobrecargados reservistas y unidades de la Guardia Nacional. Contingentes estadounidenses -incluyendo unidades terrestres- permanecerían en Iraq pero en bases seguras y alejadas de los focos conflictivos más virulentos a fin de respaldar al Gobierno electo iraquí, garantizar su estabilidad, disuadir a posibles agentes de una eventual invasión o interferencia y golpear eficazmente núcleos yihadistas que pudieran surgir en el país. Por otra parte, el personal militar estadounidense - en reducido número- se limitaría a instruir selectivamente a las fuerzas iraquíes con garantías de seguridad.
Esta desvinculación no revertiría en un incremento de la violencia que aflige a la población iraquí. La cifra total de tropas estadounidenses en Iraq - incluida la tan publicitada nueva oleada de tropas adicionales- es tan reducida y sus conocimientos lingüísticos y otros conocimientos relativos al país tan limitados que apenas pesan en el grado de seguridad cotidiana. No pueden proteger a unos iraquíes de los ataques de otros. Alo sumo, su presencia en un lugar se limita a desviar los ataques a otro lugar, salvo cuando los propios soldados estadounidenses son atacados, triste procedimiento de reducción de víctimas iraquíes.
Los servicios de inteligencia son a la contrainsurgencia lo que la potencia de fuego es a la guerra convencional: simplemente carecemos de ellos en este caso, con lo cual resulta generalmente estéril el sacrificio de los soldados estadounidenses: por ello, en realidad la desvinculación rebajaría la cifra de operaciones estériles, no ya eficaces.
Por otra parte, y desde el punto de vista político, la desvinculación debería contribuir a reducir efectivamente el nivel de violencia en el país. Las fuerzas estadounidenses se han esforzado por interponerse entre suníes y chiíes; no obstante, tal actitud ha resultado en una especie de desresponsabilización de la mayoría chií hasta tal punto que algunos chiíes, sobre todo de Jaysh al Mahdi, se han sentido libres de atacar a las tropas estadounidenses y británicas por más que éstas protegían a la comunidad chií en su conjunto frente a los ataques suníes. Otros grupos chiíes que no han atacado a las tropas estadounidenses se han dedicado a perseguir sus fines sectarios sin renunciar, naturalmente, al amparo estadounidense.
Estados Unidos, por otra parte, es un enemigo a ojos de los suníes por la sencilla razón de que este país respalda a la mayoría gobernante, siendo así que consideran que son ellos, los suníes, los facultados para gobernar legítimamente el país aun estando en minoría: bajo la ley musulmana, sólo musulmanes pueden gobernar un Estado musulmán, y los chiíes son, a sus ojos, herejes.
Mediante la citada desvinculación, tanto los chiíes como los suníes se responsabilizarían de su propia seguridad, como los kurdos. Todas las facciones no separadas de forma natural por circunstancias geográficas se verían obligadas a regularizar y estabilizar sus relaciones recíprocas. Y ello quiere decir que se abordarían cuestiones como la de la violencia, la necesidad de entablar conversaciones y las consecuencias de los movimientos de población de las distintas comunidades.
Una razón para el optimismo estriba en que la propia violencia ha separado poblaciones antes mezcladas, lo que reduce motivaciones y ocasiones de futuros ataques.
Por lo demás, así es como se consumen - a veces- las guerras civiles en su propio rescoldo. En cualquier caso, es hora de que los iraquíes escriban su propia historia.

Duro ataque del crimen organizado en Acapulco

Sujetos vestidos con ropas verde olivo tipo militar y con boinas rojas, que viajaban en una camioneta Suburban verde, dieron muerte con rifles de asalto R-15 y pistolas 9 milímetros a un agente del Ministerio Público del fuero común, a dos secretarias y cuatro agentes de la Policía Investigadora Ministerial, en dos ataques a instalaciones de la corporación ubicadas en las colonias Ciudad Renacimiento y Zapata, en la periferia de Acapulco, Guerrero.
La Procuraduría General de la República (PGR) informó mediante un boletín (No. 60) que se atrajo la investigación del caso - SIEDO inició de inmediato las pesquisas correspondientes- e indicó que “informa de los avances de las investigaciones realizadas hasta el momento junto con la Secretaría de la Defensa Nacional, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de esa entidad y la Policía Federal (Agencia Federal de Investigación-Policía Federal Preventiva). Y que “de los elementos acreditados en la indagatoria aún no se desprende una hipótesis definitiva pero todo pareciera indicar que se trata de un ajuste de cuentas entre bandas de la delincuencia organizada que operan en el Estado de Guerrero, y de la probable infiltración de estos delincuentes en corporaciones policiales.
Concluye que “la Procuraduría General de la República continúa integrando en la averiguación previa los diversos elementos periciales y de investigación policial que se vienen recabando en el marco del trabajo de plena coordinación interinstitucional y con el Gobierno del Estado de Guerrero”.
Primeras reacciones de los actores políticos:
Martes 6 de febrero:
En su calidad de presidente de la mesa directiva de la Cámara de Senadores, Manlio Fabio Beltrones, señaló que “no es hora de regatear apoyo (al Presidente Calderón por lo que), ofrecemos todo el respaldo”. pero demandó también ''no amedrentarse'' ante una delincuencia que se resiste a aceptar que no habrá ya ''la tolerancia que se les brindó en el sexenio pasado''.
Carlos Navarrete, coordinador de la bancada del PRD, consideró que se deben revisar los operativos policiacos, pero para hacerlos más eficientes. "Compartimos la lucha y sólo recomendamos más eficiencia y menos espectacularidad", comentó.
Alejandro Zapata Perogordo (PAN), se pronunció por el reforzamiento de los operativos y la aplicación de la ley a la delincuencia.
En tanto, en la Cámara de Diputados, Marco Antonio Bernal (PRI), reconoció que las primeras acciones de la administración federal generaron expectativas pero ahora ''con el tiempo observamos que ha sido insuficiente la estrategia, no se ven resultados y es gravísimo que en medio de los operativos del Ejército se presente un hecho como el ocurrido en Acapulco. Demandamos resultados efectivos y no los que el marketing y la manipulación de los medios pretenden que veamos''.
Luis Sánchez, vocero de la fracción del PRD dijo que '' la delincuencia organizada ha resultado más inteligente que el Ejército, la PGR y la AFI. Con la mera intención y los mensajes propagandísticos no se logrará desarticular a las bandas delictivas.”
Javier González Garza, coordinador de la bancada del PRD, no se fue por la crítica del marketing. Señaló que la movilización policiaco-militar ha generado una serie de detenciones y, para no caer en asuntos de una crítica ligera, dijo: ''Exigimos información de los encargados de las instituciones'' de procuración de justicia y combate al delito.”
Leonel Godoy (PRD) dijo que es lamentable lo ocurrido en Acapulco y lamentable también que los operativos no funcionen. Aclaró que hasta ahora sólo han tenido efecto mediático, por lo que es necesario que el gobierno federal se aplique más.
El dirigente local del (PRI), en Guerreo, Marco Antonio Leyva Mena, exigió la destitución del procurador Eduardo Murueta Urrutia, así como del secretario de Seguridad Pública, Heriberto Salinas Altés, a quienes acusó de incompetentes.
Hoy, miércoles 7 de febrero
El crimen organizado no puede estar por encima del Estado y, a pesar de los recientes atentados en Acapulco, las fuerzas de seguridad no deben bajar la guardia ni dejarse intimidar por este tipo de ataques, que podrían ser respuesta de las organizaciones criminales que se reagrupan, tras la extradición a Estados Unidos de capos mexicanos.
Así coincidieron en señalar legisladores del PRI, PAN, y Convergencia luego de la reunión de la Comisión de Seguridad Pública. En entrevista, externaron su confianza en que el Gobierno saldrá victorioso en “esta guerra”, y además reconocieron la voluntad del Ejecutivo Federal por hacer frente a la delincuencia.
El presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados, Rodrigo Medina de la Cruz (PRI), explicó que quienes trabajan con decisión y compromiso en contra del crimen organizado saben que siempre habrá represalias, pues “es una guerra que estamos librando, y que estoy seguro que el Estado va a triunfar, a pesar de que esto cueste lo que cueste.
Destacó que existe compromiso por parte del gobierno federal, y muestra de ello son las acciones que se han implementado. Por parte del Poder Legislativo, dijo, se duplicarán los esfuerzos para trabajar de manera más coordinada con el Senado, y dotar de instrumentos y herramientas al Ejecutivo para que pueda desempeñar un mejor papel.
Señaló que los operativos que emprendió el Ejército Mexicano a principios de 2007 no fueron acciones aisladas del gobierno para el combate al crimen organizado.
“Los operativos fueron encaminados a recuperar terreno, espacios que el crimen había captado, pero no deben ser las únicas acciones que se deben emprender; paralelamente se deben depurar los cuerpos policiacos, fortalecer las policías civiles, locales y municipales de los estados para que se pueda tener una mayor capacidad de respuesta en contra del crimen organizado y dignificar la labor y el entorno laboral de los encargados del orden”.
El diputado José Manuel del Río Virgen (Convergencia), comentó que a raíz de la extradición de varios capos hacia EE UU, ya se preveía “que iba a haber reacciones de las mafias organizadas, pero el Estado Mexicanos es más fuerte que los mafiosos que han querido hacer del territorio nacional el gran negocio”.
Por su parte, el senador Ulises Ramírez Núñez (PAN), presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Senadores, precisó que los asesinaros son respuesta de la delincuencia organizada en contra de las medidas que se han venido tomando.
En tanto, el dirigente nacional del PRI, Mariano Palacios Alcocer, pidió al gobierno federal poner más empeño en la lucha contra el crimen organizado. Al tiempo que lamentó el asesinato de siete personas en Acapulco, refirió que las muertes suceden en lugares en donde el gobierno federal realiza operativos contra el crimen organizado. “Más que lanzar campanas al viento por los operativos que hasta hoy se han montado, o por la extradición de algunos presos sentenciados por delitos contra la salud, se requiere de una política de Estado más a fondo”, expuso.
Por su parte e gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca (¿PRD?), rechazó que el operativo conjunto sea light o suave pese a la ejecución del día de ayer. Dijo desconocer si llegarán más elementos de las fuerzas federales al estado y urgió que se profundice el trabajo de investigación e inteligencia para desmantelar al crimen organizado en Guerrero.
Un asunto de confianza:
En tanto, el Procurador de Guerrero, Eduardo Murueta, en declaraciones a la emisora W-Radio, pidió al Ejecutivo federal que tenga más confianza en las autoridades regionales: “espero que todos los procuradores de los estados le merezcan, indudablemente, confianza a las autoridades federales porque es la única manera en que la federación pueda trabajar.”
Añadió que es necesario “tener un poco más de coordinación para que, por lo menos, los (mandos) medios-altos de las procuradurías de los estados en su momento puedan avalar la presencia de elementos militares”.
Zetas- ERPI-la captura de Díaz Parada.
Jorge Fernández Menéndez
en su columna Razones en Nuevo Excelsior, comenta que lo de ayer fue “la mayor acción terrorista ocurrida en territorio nacional desde aquellos atentados del EPR en La Crucecita y Tlaxiaco, en Oaxaca, en 1996.”
Agrega que “no es casualidad que esos ataques se produzcan en Guerrero, donde las estructuras del narcotráfico se han logrado enquistar en muchos ámbitos del poder local y establecer relación con los grupos armados que operan en la entidad.” “Los muy duros del perredismo, cuyas relaciones con grupos armados y en ocasiones con sectores del crimen organizado son inocultables, amenazan al gobernador con generarle una nueva Oaxaca en el estado, con la diferencia de que Zeferino no tendría, como sí tuvo Ulises Ruiz, una fuerte fracción de su partido que lo respalde.”
Pero, agrega “la relación, que no es nueva, de los Zetas con los grupos armados derivados del ERPI se ha consolidado. La forma de actuar de estos grupos, los atentados de las semanas pasadas y los ocurridos ayer parecen, dejar pocas dudas al respecto. Con un agregado. Mientras los Zetas tienen problemas serios para mantenerse en Michoacán, sí han podido hacerlo en Guerrero, y existe la versión de que la captura de Pedro Díaz Parada en Oaxaca, después de muchos años de protección de autoridades estatales y de relación estrecha del narcotraficante con un ex gobernador (¿?), fue propiciada por el actual gobierno para debilitar a ese antiguo aliado y para propiciar un cambio de hegemonía del crimen organizado en el estado, ya que los grupos del Chapo Guzmán, con los que estaba aliado Díaz Parada, estarían dando paso, ante la detención del jefe regional, a la organización del cártel del Golfo, que estarían dispuestos a apostar políticamente en las elecciones de este año en el estado para conservar sus nuevas prerrogativas.”
Concluye que “esa sería la verdadera respuesta de los Zetas y el cártel del Golfo a la extradición de Osiel Cárdenas y a las operaciones que buscan romper sus redes.”
En tanto, Marcela Gomez Zalce en Milenio Diario, dice con su especial característica que la caracteriza que los “delicados hechos sucedidos(…) deben ser tomados con mucha cautela en momentos donde si el río (del organizado crimen) suena, es que agua (de mensajes) lleva.”
La firme decisión de Felipe Calderón (…) de incorporar a nuestro Ejército en esa lucha que finalmente tendrá costos altísimos, pero no sólo en vidas humanas de soldados comprometidos, sino en el terreno de lo político con la única institución que cuenta con altos índices de credibilidad, será devastador por ser el último recurso utilizado ante un flagelo que da mortales coletazos y que dista mucho de estar amedrentado, acobardado o temeroso ante las acciones de este régimen.”
“Ejecutar el pasado viernes a dos militares en Culiacán, presentarse ayer martes en Chilpancingo como integrantes de los reconocidos Gafes portando el uniforme distintivo, ejecutar en dos distintas operaciones, con minutos de diferencia, a policías ministeriales ostentándose como militares y además grabar los asesinatos, mi estimado, es no sólo una provocación sino rompe reglas no escritas que tendrán un costo… porque el que se ríe se lleva, y el que se lleva se aguanta.”
La Columna Bajo Reserva de El Universal comenta: que “pugnas políticas están actuando como telón de fondo de la violencia criminal en Acapulco y Sinaloa. Autoridades federales reportan con creciente estupefacción acercamientos de bandas rivales con el gobierno municipal del perredista Félix Salgado, alcalde del puerto guerrerense”.
Comentario:
El ataque de este martes en Acapulco y Sinaloa fue durísimo, sin duda, pero era de esperarse algo así.
El mismo Presidente Calderón lo ha venido diciendo una y otra vez en estos dos meses de su gobierno. Por ejemplo, el día primero de diciembre, después de protestar en San Lázaro, pronunció dos discurso; el primero, durante la salutación de las Fuerzas Armadas, y el otro en el Auditorio Nacional al "pueblo de México"; en el segundo dijo:
"Hoy la delincuencia pretende atemorizar e inmovilizar a la sociedad y al Gobierno; la inseguridad pública amenaza a todos y se ha convertido en el principal problema de estados, ciudades y regiones enteras. Una de las tres prioridades que voy a encabezar en mi Gobierno es, precisamente, la lucha por recuperar la seguridad pública y la legalidad; las instituciones responsables de la seguridad pública requieren transformaciones profundas para incrementar sustancialmente su eficacia.”
Reconoció que “restablecer la seguridad no será fácil ni rápido, que tomará tiempo, que costará mucho dinero, e incluso y por desgracia, vidas humanas. Pero ténganlo por seguro, esta es una batalla en la que yo estaré al frente, es una batalla que tenemos que librar y que unidos los mexicanos vamos a ganar a la delincuencia. Pongamos fin a la impunidad, a la impunidad de los delincuentes que amenazan nuestras vidas y familias.”
La sesión ordinaria de mañana en las Cámaras el tema será discutido intensamente y seguramente pedirán las comparecencias de los funcionarios encargados del combate al crimen organizado.