7 abr 2010

La visita de Sherer al infierno

Columna Juegos de Poder/Leo Zuckermann
Excélsior, 7 de abril de 2010;
Bonita visita de Scherer al infierno
Ha causado revuelo la entrevista que le hizo Julio Scherer al narcotraficante Ismael El Mayo Zambada publicada en Proceso. Se ha desencadenado un debate de si el periodista debió o no haberse entrevistado con uno de los enemigos más peligrosos de la sociedad. Un mafioso que ha secuestrado y matado a quién sabe cuántas personas, incluidos, seguramente, periodistas.
Hay quienes han criticado severamente a Scherer por su decisión y hay quienes le han dedicado loas por su oficio. Pero creo que el debate no es si el fundador de Proceso debió haberse entrevistado o no con uno de los peores criminales de la historia nacional. Me parece que lo más criticable de la entrevista es su carácter anodino. Lo poco que aporta para conocer al personaje en cuestión.
El texto comienza presumiendo de que Scherer iría a los infiernos si el diablo le ofreciera una entrevista. Comparto la postura. Pero se pierde una gran oportunidad si se le pregunta a Satanás sobre el calor en el infierno. Creo que un periodista tiene que aprovechar la ocasión para hacerle cuestionamientos difíciles a los personajes malditos: ¿cómo operan?, ¿qué justifica sus acciones?, ¿cómo se sienten?, en fin, tratar de obtener respuestas para entender a un individuo detestable que daña tanto a la sociedad.

Reunión en CU

Columna Arsenal/Francisco Garfias
Excélsior, 7 de abril de 2010;
Jalón de orejas
Los universitarios René Drucker, Rafael Loyola y Bolívar Huerta enviaron a este diario una carta en la que acusan a este reportero de abrir espacio a rumores o “interpretaciones que escapan a la voluntad de los suscritos”, sobre la creación de un movimiento para impulsar la candidatura presidencial del ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente.
Ni rumores ni interpretaciones. Son datos duros. Ellos lo saben perfectamente. Juan Ramón de la Fuente también. Tan es así que el ex rector de la UNAM dejó entrever, en la conversación telefónica que tuvimos la semana pasada, que el doctor Drucker andaba en un movimiento de esas características.
Por si fuera poco, guardo los correos que me fueron enviados por asistentes a la reunión celebrada el pasado 17 de marzo en la zona cultural de Ciudad Universitaria, donde se trató el tema. No voy a revelar la fuente. La ética y el compromiso asumido me lo impiden.
Pero voy a agregar algunos datos, para ver si se les refresca la memoria. A ese cónclave asistieron una decena de personas. Allí se acordó la creación de una red civil para impulsar candidaturas ciudadanas a la Presidencia de la República y a la Jefatura de Gobierno del DF.
La fuente nos dijo con claridad que la tirada es impulsar la candidatura de De la Fuente. Hay incluso una lista de notables que serían invitados al lanzamiento de la citada red: Alejandro Martí, Juan Villoro, Javier Solórzano, Gloria Contreras…
La carta, eso sí, dice que “desde el segundo semestre del año pasado hemos impulsado una iniciativa para reunir un número significativo de firmas con el objeto de que el Legislativo promueva y apruebe reformas que permitan candidaturas independientes a todos los puestos de elección popular”.
“El propósito se resume en posibilitar tales candidaturas y sumarnos a una sentida preocupación ciudadana por renovar la clase política y dar paso a nuevas y vitales capacidades para sacar al país del peligroso letargo en el que se encuentra.”
¿Qué pasó? ¿Por qué esa reacción de los distinguidos universitarios? Lo que sabemos es que Juan Ramón les jaló fuertemente las orejas por adelantar las “especulaciones” a esta columna. Pero de eso, con el respeto y la admiración que siento por el doctor Drucker, yo no tengo la culpa.
A propósito, le preguntamos a José Narro Robles si los universitarios ya tenían candidato para 2012. En forma mordaz e inteligente, el actual rector sacó a la UNAM del juego sucesorio. “El centenario de la Universidad es muy importante para nosotros. Lo vamos a celebrar con gran júbilo”, nos dijo, en medio de una carcajada general.
n Los miembros del grupo del PAN en Xicoténcatl no ocultaban ayer su molestia por el hecho de que la iniciativa de ley contra los monopolios haya sido enviada por el Ejecutivo a la Cámara de Diputados, cuando en el Senado llevan más de un año trabajándola, y ya tenían el respaldo de todos los partidos, salvo del PRI.
“Es una operación absurda del gobierno. Josefina Vázquez Mota no tenía ni idea de que le iba a llegar. La presentaron en diputados sin plancharla. Van a estrellar la iniciativa”, alertó uno de los senadores azules. Hay quien piensa, incluso, que la decisión de enviarla a San Lázaro es un mensaje personal contra Santiago Creel, quien ha sido uno de los arquitectos de la iniciativa para la libre competencia.
El tema se trató en la reunión previa de la bancada en el Senado, y hasta el coordinador de la misma, Gustavo Madero, calderonista de hueso colorado, manifestó su extrañeza por el hecho de que se escogiera a diputados como Cámara de origen.
n La noticia se expandió como reguero de pólvora. Martín Orozco, candidato del PAN a gobernador de Aguascalientes, fue inhabilitado como funcionario público durante 14 años. El ex alcalde de la capital del estado habría sido sancionado por adquirir un terreno de mil 200 metros, perteneciente al municipio, en forma irregular.
Pero el hombre no se inmuta. Dice que el contralor municipal, Guillermo Avendaño, no tiene facultades para inhabilitar a un ex alcalde y que mañana mismo va a interponer un amparo, seguido de un juicio de nulidad, con el fin de quitarse el problema de encima. “Es un ataque político, porque el candidato del PRI no levanta”, asevera.

El diablo y don Julio; que pena

Columna Razones/Jorge Fernández Menéndez
Publicado en Excélsior, 7 de abril de 2010;
El diablo y don Julio
“Si el diablo me ofrece una entrevista, voy a los infiernos…”, se puede leer en el último número de Proceso como una suerte de justificación de la entrevista que le hace don Julio Scherer a Ismael El Mayo Zambada. Para buscar una entrevista quizás sí haya que descender hasta los infiernos, pero no sé si hay que hacerlo cada vez que alguien la ofrece. Y dudo que en esta ocasión se haya tenido que llegar tan bajo. Scherer no tiene nada que demostrar luego de su larga carrera en este oficio, es parte de la historia del periodismo nacional, pero en esta labor no puede haber intocables. En lo personal, con toda la admiración que siento por su trabajo, me dio pena ajena verlo en la portada de Proceso, abrazado por El Mayo Zambada, y más pena me dio comprobar que publicara una pieza periodística tan fallida, que la entrevista no fuera tal, que se limitara a una suerte de recreación literaria de un diálogo con el narcotraficante en donde don Julio dejó constancias de las preocupaciones existenciales de éste.