Con pruebas puede indagarse a Nieto/Roberto Zamarripa entrevista a Pablo Gómez
Reforma, Cd. de México (16 noviembre 2021).- ;
Santiago Nieto Castillo, de 48 años de edad, fue destituido de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) luego de difundirse detalles de su boda en Antigua, Guatemala, calificados como "extravagancias" por quien ordenó su cese, el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
En su lugar llegó Pablo Gómez Álvarez, de 75 años de edad, un dirigente político histórico de la izquierda partidista.
-Pablo Gómez: ¿tienes planes de boda?
El nuevo titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), responde con sorna: "de momento no, digamos. Puede ser que dentro de 25 años lo piense".
-¿Y no harías un festejo extravagante? --se le sigue el juego, pero Gómez Álvarez ahora sí habla en serio.
"Este País está cambiando. Pero unos se resisten, combaten el cambio, se entiende; otros, no quieren entender, porque no creen mucho en qué tanto está cambiando México. Entonces, parece que las dinámicas de antes han de ser las mismas. Creo que están equivocados".
Líder del movimiento estudiantil en 1968, dirigente de dos partidos de la izquierda (PSUM y PRD), tres veces diputado, una senador y otra asambleísta capitalino, Pablo Gómez Álvarez llega a la UIF tras el escándalo de la boda de Santiago Nieto y de los 35 mil dólares encontrados en el avión privado de uno de los invitados.
La boda fue el colofón. Santiago Nieto Castillo, un joven abogado queretano, que se ostentaba como el zar anticorrupción de la 4T, cayó en desgracia política en medio de turbulencias.
Estaba confrontado con el titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz, y llevó esa tensión al límite; quiso ser candidato a Gobernador por Morena en su natal Querétaro y, al final, desistió del intento. Sostenía frecuentes encuentros con actores políticos para hablar más allá del tema del lavado de dinero o delitos financieros. Y no ocultaba el incremento de su patrimonio.
Nieto habló, antes de casarse, de haber adquirido una casa de 24 millones de pesos, que no sé cuántos funcionarios del Gobierno actual pueden adquirir. ¿Se va a investigar a Santiago Nieto? ¿Se va a investigar su posible fortuna personal?
Si la Unidad de Inteligencia Financiera tiene conocimiento de movimientos irregulares fuera de lo normal, que inmediatamente en nuestro sistema los captura, los capta y los reporta, iniciaríamos un procedimiento. Para él y para cualquier otro. No sólo porque él es él, es una persona.
Ahora, si el Fiscal General de la República tiene elementos y le pide ayuda a la UIF, está obligada a concurrir para aportar los elementos que el Ministerio Público requiera y esa es su obligación, no porque se trate de ese o del otro, sino porque tenemos que hacerlo.
Si el Procurador Fiscal de la Federación, que pertenece a la misma estructura de la Secretaría de Hacienda, donde está inscrita la UIF, requiere colaboración para ver algún asunto relacionado con recursos no declarados al fisco, con muchísimo gusto en este caso y en cualquier otro, porque no hay patentes de impunidad. Ya no existe eso. No puede ser. Eso ya se tiene que acabar.
La existencia del Estado corrupto es la tesis de Gómez. Su fundamento para operar en la UIF.
¿Seguimos hoy, insertos en la Cuarta Transformación, en un Estado corrupto?
Aunque el Gobierno no sea corrupto, el Estado mexicano sigue siendo en gran medida corrupto, porque el Estado corrupto es una forma de gobernar que se ensancha a cada momento, porque necesita incorporar a más y más y más instituciones, personas, clases, medios de comunicación, etcétera. Todo el tiempo tiene que estar incorporándolo para poder funcionar como tal.
En el momento de la ruptura, en 2018, lo que nos encontramos como una gran madeja. El Estado corrupto es una gran madeja, no es un acontecimiento aquí y allá, como en cualquier otro país, que la corrupción es endémica, va y viene . No, no, aquí es un sistema.
Por primera vez en la historia, en una elección como la de este año, el Gobierno federal no compró votos o dio dinero para comprar votos. Nunca había ocurrido, nadie dio cuenta, nadie lo aplaudió, lo vieron como algo normal. Sin embargo, es un golpe fuerte al Estado corrupto, pero no es suficiente.
¿Qué otras cosas se han desmantelado?
Por ejemplo, el día que llegamos a la Cámara de Diputados, hace tres años y pico, se acabaron los moches. Llamamos a todos los partidos y le dijimos a sus coordinadores: 'el sistema de encapsulamiento de fondos, de etiquetamientos se acabó'. Iban y cobraban el moche o canalizaban al constructor, al contratista que iba a hacer la obra, así operaban los moches. Estamos hablando de 50 mil millones de pesos de un solo golpe.
Después vino el asunto de los sueldos. Cada servidor público se ponía, los jefes se ponían el sueldo que querían. Como lo sigue haciendo Lorenzo Córdova en el INE, se ponen el sueldo que quieren. Ganan más que el Presidente 300 personas y la Constitución dice que está prohibido.
También los Ministros de la Corte, los Magistrados del Tribunal Electoral...
Claro, por eso digo que no hemos resuelto el problema, todavía hay remanentes, no pocos. Pero ¿quién gana más que el Presidente en el Gobierno federal? ¿en los organismos directamente controlados? Nadie. Está vigente la Ley de Remuneraciones. ¿Cuántos años tenía congelada? Seis, siete. Fue la primera ley que votó el Congreso en la nueva Legislatura en 2018, y no querían que se aprobara.
Empezaron a utilizarse las instituciones, como la Procuraduría Fiscal, para perseguir a los evasores fiscales; prohibimos la condonación fiscal, se modificó la Constitución para eso. Tenemos que seguir y ya vamos a llegar a la Unidad de Inteligencia Financiera. ¿Se acuerdan de esa Unidad antes de este Gobierno?
Estuvo en ella Alberto Bazbaz, que fue el Procurador de Peña Nieto, en el Estado de México.
Pues sí, ya se acuerdan qué cosas hacía y qué dejaba de hacer. ¿Para qué servía eso? ¿Cuál era la función de esa Unidad en defensa de los intereses públicos? Se conocían cosas, tenía información privilegiada, pero también se extorsionaba a los transgresores para no actuar contra ellos, no era mal negocio.
En este momento, esa Unidad ya tiene otro perfil, ya tiene otras personas. Está en la línea de la lucha contra el Estado corrupto, no es producto del Estado corrupto. Está puesta al servicio de la lucha en contra de operaciones con recursos de procedencia ilícita y el terrorismo, y está puesta al servicio, más a fondo, de la lucha en México contra el Estado corrupto.
¿Qué se necesita ya en este momento?
Necesitamos una mejor articulación, porque tenemos el mismo objetivo, que es el objetivo del nuevo Gobierno, de lo que nosotros llamamos la 4T.
Pueden tener el mismo propósito, pero el anterior titular de la UIF estaba reñido con el Fiscal, eso era un hecho público. Quizá el mismo objetivo, pero estaban peleados los titulares.
Eso ya se acabó. No digo que sea cierto lo que acabas de decir, pero, bueno, por si acaso, eso ya no existe. Se acabó.
Pero el clamor tiene que ver con la impunidad; quien debe ejercer la autoridad y debe aplicar la ley no lo hace, es cómplice de actos corruptos ¿los mexicanos pueden confiar en ti, en la aplicación de la ley?
Quisiera que sí, pero no es problema de confiar antes de ver cómo actuar, vamos a ver, vamos a ver qué sale. Lo importante es que se entienda por todos, opositores y partidarios del Gobierno de Morena y de la Cuarta T, que tenemos un fenómeno que se llama un Estado corrupto, y que, al menos en eso, la mayoría debería unirse. No andar inventando fantasmas o descalificando la acción de los demás.
Estoy de acuerdo en que la impunidad forma parte del Estado corrupto. No solamente por complicidad, sino también por omisión. Y la omisión casi siempre fue política. Pero también hay incapacidad. Porque los instrumentos de lucha contra la corrupción nunca se desarrollaron. Es ahora cuando los estamos desarrollando.
¿Incluso para los políticos de la 4T?
Principalmente para ellos.
De su labor como responsable de la UIF, Gómez Álvarez la ubica como una fase más de su lucha política.
"Es como cualquier otra trinchera. Yo lucho por estas cosas desde 1973, no solamente en contra del Estado corrupto, ese es un tema, hay otros: lo que tiene que ver con el trabajo, con la concentración del ingreso. Así que voy a seguir en lo mismo, no tengo por qué cambiar mi dirección. Algunos me acusan de que voy a usar este puesto para venganzas. No tengo motivos para vengarme de nadie, nadie me ha hecho algo que requiera mi venganza.
"Andrés Manuel López Obrador pensó que yo podía tomar esa estafeta. Yo no pedí ese puesto, pero lo acepto. La idea es responder. Hemos luchado más de 50 años para llegar al poder, y el día que llegamos, pues no podemos escondernos en la casa, hay que gobernar, esa era la idea.
¿Generas temor a los políticos?
No veo yo porque me tengan miedo. Si yo nunca les he tenido miedo a ellos, por qué me van a tener miedo a mí.