La
contención empieza en casa/Nina L. Khrushcheva is a dean at The New School in New York, and a senior fellow at the World Policy Institute, where she directs the Russia Project. She previously taught at Columbia University’s School of International and Public Affairs, and is the author of Imagining Nabokov: Russia Between Art and Politics and The Lost Khrushchev: A Journey into the Gulag of the Russian Mind.
Traducción: Esteban Flamini.
Project
Syndicate | 2 de agosto de 2015…
A
mediados de julio, Muhammad Youssef Abdulazeez, un ciudadano estadounidense de
24 años de edad con ascendencia árabe, abrió fuego en dos centros militares en
Chattanooga (Tennessee, EE. UU.) y mató a cinco personas. Además de horrorizar
a los vecinos de esta ciudad, este acto adquirió relevancia nacional, ya que
dio la razón al fallecido diplomático y estratega estadounidense George F.
Kennan, cuando advertía que los encargados de la política exterior de su país
debían sofrenar su tendencia a actuar apresuradamente (especialmente en forma
militar). Según Kennan, uno nunca sabe cuándo vendrá el contragolpe, pero
llegará.
De
hecho, a Kennan le preocupaban las consecuencias imprevisibles de las
embestidas de Estados Unidos sobre Afganistán en 2001 y sobre Irak dos años
después. A fin de cuentas, no era coincidencia que muchos de los enemigos de
Estados Unidos en Afganistán (incluido el mismo Osama bin Laden) hubieran
tenido vínculos con los muyahidines, las unidades guerrilleras de combatientes
musulmanes entrenadas por fuerzas estadounidenses para actuar como insurgentes
durante la ocupación soviética de 1979 a 1989. Asimismo, Estados Unidos dio
armas al Irak de Saddam Hussein para la guerra con Irán en los ochenta.