Nadadores
a contracorriente/Juan Manuel de Prada
Publicado
en ABC, 17/10/09):
Escribía
Chesterton que
sólo quien nada a contracorriente sabe con certeza que está vivo. Se trata,
desde luego, de un ejercicio nada plácido, pues la energía que el nadador a
contracorriente emplea en cada brazada no se corresponde con un avance
proporcional; y basta con que flojee en su ímpetu para que la tentación del
desistimiento haga mella en él. Quien
nada a favor de la corriente, en cambio, no tiene que molestarse en bracear; y ni siquiera es preciso que esté vivo,
pues la corriente seguiría arrastrándolo como si tal cosa. Las grandes batallas
del pensamiento, las conquistas que han
ensanchado el horizonte humano, siempre se han librado a contracorriente;
y, con frecuencia, quienes se atrevieron a protagonizarlas fueron contemplados
por sus contemporáneos como retrógrados, incluso como peligrosos delincuentes.
Pero, junto al rechazo o incomprensión de su época, estos pioneros que osaron
contrariar el «espíritu de los tiempos» pudieron proclamar con orgullo que
estaban vivos; y con su sacrificio irradiaron vida en un mundo acechado por la
muerte, convocaron a la vida a quienes por cobardía, por estolidez, por
conformidad con las ideas establecidas nadaban a favor de la corriente.