Aprobación de Punto de Acuerdo en El Senado de la República:
Primero.- El Senado de la República lamenta el fallecimiento de jóvenes mexicanos en el campamento de las FARC, en Ecuador;
Segundo.- El Senado exhorta al titular del Poder Ejecutivo Federal a efecto de solicitar formalmente al gobierno colombiano, en su caso, promover la reparación del daño con la firme convicción de que no volverá a ocurrir un evento similar, procurando resolver esta situación de injusticia condenando enérgicamente el ataque militar a civiles desarmados;
Tercero.- El Senado, emite un enérgico repudio a la violación de los derechos humanos, por parte de las FARC, específicamente en cuanto a las personas que permanecen privadas de su libertad, expresando su solidaridad con todas ellas, y haciendo un llamado para que sea liberada la señora Ingrid Betancourt Pulecio, en virtud de su delicado estado de salud —y agregaríamos nosotros— y de todos los que están secuestrados, privados injustamente de su libertad.
En tanto, en la Cámara de Diputados se pidió un minuto de silencio por la muerte de los cuatro connacionales en el campamento de las FARC, :
La prouesta fue de la diputada Maricela Contreras Julián, quien pidió a la presidencia "solicito a usted que, en su oportunidad, pida un minuto de silencio en memoria de las personas mexicanas asesinadas que son: Juan González, Verónica Natalia Velásquez Ramírez, Fernando Franco Delgado y Sorén Áviles Ángeles (...)
La Presidenta diputada Ruth Zavaleta Salgado: Gracias diputada Maricela Contreras. Voy a solicitarle al pleno el minuto de silencio, como lo ha solicitado la diputada Maricela Contreras, para respetar el luto de estos jóvenes que fueron muertos en esa acción.
(Minuto de silencio)
Posicionamientos encontrados en El Senado a saber:
EL C. PRESIDENTE GONZALEZ MORFIN: Tiene ahora la palabra el senador Ramón Galindo Noriega, del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, para presentar punto de acuerdo por el que extiende un pronunciamiento de solidaridad con la señora Ingrid Betacourt Pulecio y las demás personas que han sido privadas de su libertad.
-EL C. SENADOR RAMON GALINDO NORIEGA (PAN): Este punto de acuerdo está siendo presentado por el compañero senador José Luis García Salvidea (PRDD) y un servidor.
Hemos distribuido en las curules de cada uno de ustedes un documento que explica la situación de la señora compañera senadora colombiana, Ingrid Betancourt. La foto que ustedes estén viendo en la hoja que distribuimos no es la foto de una anciana, es la foto de una dama de 46 años de edad, casada, con dos hijos, candidata presidencial, senadora colombiana con licencia que tiene secuestrada seis año, un mes y dos días, hasta el día de hoy.
¿Cuál fue el delito cometido por la senador Betancourt? ¿Asesinó a alguien? No. ¿Robó a alguien? No. ¿Cometió algún fraude? No. Seis años privada de su libertad por el solo hecho de ser una figura pública, aspirante a la presidencia de Colombia, incluso con una bandera electoral de combate abierto a la corrupción.
De cualquier cosa podría señalársele a Ingrid Betancourt, menos de ser una candidata oficialista en su momento, al contrario, su mensaje fue de cambio esencial, fundamental en Colombia, y todo lo que hizo fue presentar un propuesta de un nuevo país, a partir de esta propuesta, a partir de esta presencia de vida política ha sido privada de su libertad durante seis años.
A propósito de la liberación de rehenes a fines del mes pasado, y el reciente aniversario del secuestro de la política colombiana, Ingrid Betancourt, la Comunidad Internacional se ha pronunciado con relación a la constante violación de los derechos humanos que han venido perpetrando las FARC.
No será materia de discusión por parte mía la naturaleza de las FARC, ni siquiera la forma en que presuntamente financia sus operaciones, lo que es de provocar indignación, a grado tal que rebasa fronteras entre las naciones, es el atropello a los derechos más elementales del ser humano, que ha perpetrado y sigue perpetrando una organización que nada más por el ello merece el calificativo de ilegal.
Hace unos días, en una carta escrita por Ingrid Betancourt se comenta lo siguiente: Después de seis años de secuestro, abro comillas, esta carta fue enviada por Ingrid Betancourt a su madre: “No tengo ganas de nada porque aquí, en esta selva la única respuesta a todo es no, la vida aquí no es vida, es un desperdicio lúgubre de tiempo, no he vuelto a comer, el apetito se me bloqueó, el pelo se me cae en grandes cantidades.
Sobrevivo en una hamaca tendida entre dos palos, cubierta con un mosquetero y con una carpa encima que hace de techo, con la cual puedo pensar que tengo casa, tengo una repisa donde mi equipo, es decir, el morral con la ropa y la Biblia son mi único lujo.
Todo listo para salir corriendo, aquí nada es propio, nada dura. La incertidumbre y la precariedad son la única constante, en cualquier momento dan la orden de empacar y duermo en cualquier hueco, tendida en cualquier sitio, como cualquier animal.
Las marchas son un calvario porque mi equipo es muy pesado, y no puedo con él aunque, y además todo es estresante. Trato de guardar silencio, hablo lo menos posible para evitar problemas, la presencia de una mujer en medio de tantos prisioneros, algunos con ocho o diez años de cautivos, es un problema, es mejor entonces no querer nada para quedar libre, al menos de deseos.
Durante muchos años he pensado que mientras viva, mientras siga respirando tengo que seguir albergando la esperanza, pero ya no tengo las mismas fuerzas”.
Damas y caballeros, pudiera decir muchas cosas sobre este asunto, y por supuesto que agregamos nuestra preocupación y nuestro dolor por el hecho tan penoso de las familias mexicanas, cuyos hijos han perdido la vida en esta situación tan desgarradora y triste.
No podemos quedarnos callados, no podemos dejar hacer, dejar pasar, es por eso que el senador García Salvidea y un servidor estamos presentando este punto de acuerdo, señor presidente, de urgente y obvia resolución porque el Senado Mexicano no puede dejar de solidarizarse, primeramente con los mexicanos muertos en esos hechos de sangre, y con sus familias.
Y número dos. Con una compañera senadora que tiene seis años secuestrada sin haber cometido ningún delito. Hago un llamado general a todos ustedes para que el Senado Mexicano no haga un regateo de la justicia ni de la razón, para que el Senado Mexicano se manifieste en un sentido humano y cristiano de solidaridad al prójimo por una mujer que se está muriendo en este momento, y que no ha cometido ningún crimen para estar en esa situación.
Les pedimos, el senador García Salvidea y un servidor que votemos unánimemente a favor de este punto de acuerdo y para lo cual le pido al presidente que sea sometido a discusión para hacer votado, discutido y en su caso como urgente y obvia resolución. Gracias. (Aplausos).
-EL C. PRESIDENTE GONZALEZ MORFIN: Gracias, senador Galindo, y como ha sido solicitado, y con fundamento en lo que disponen los artículos 59 y 60, del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General, voy a pedir a la secretaría consulte a la asamblea, en votación económica si el asunto se considera de Urgente u obvia resolución y se pone a discusión de inmediato.
-EL C. SECRETARIO ZOREDA NOVELO: Por instrucciones de la presidencia, consulto a la asamblea, en votación económica si ele anterior asunto se considera de urgente y obvia resolución, y se pone a discusión de inmediato.
Quienes estén por la afirmativa, favor de levantar la mano. (La asamblea asiente).
Quienes estén por la negativa, favor de levantar la mano. (La asamblea no asiente).
Sí se considera de urgente y obvia, señor presidente.
-EL C. PRESIDENTE GONZALEZ MORFIN: Gracias, en consecuencia está a discusión la propuesta. Y para hablar a favor, se concede la palabra al senador José Luis Máximo García Salvidea, del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática. Dígame, senador Tomás Torres Mercado.
-EL C. SENADOR TOMAS TORRES MERCADO: (Desde su escaño). Gracias, ciudadano presidente. Para rogarle a usted si no hay impedimento en cuanto a la solicitud, si le puede dar lectura al texto del punto resolutivo, o puntos resolutivos específicos contenido en la proposición con punto de acuerdo, para ilustrar con mayor profundidad sobre el tema, señor presidente.
-EL C. PRESIDENTE GONZALEZ MORFIN: Con gusto, senador Tomás Torres Mercado. Entonces antes de que haga uso de la palabra el senador García Salvidea, voy a pedir a la Secretaría consulte, perdón, de lectura a los puntos resolutivos propuestos en la proposición presentada por el senador Ramón Galindo.
Y entiendo que posteriormente será adicionada, o propondrá una adición el senador García Salvidea. Pero por lo pronto de lectura a los puntos que ya han sido propuestos, y a los que ya se les concedió la urgente resolución.
-EL C. SECRETARIO ZOREDA NOVELO: Punto de acuerdo. Primero. El Senado de la República lamenta el fallecimiento de jóvenes mexicanos en el campamento de las FARC en Ecuador.
Segundo. Exhorta a la Secretaría de Relaciones Exteriores a fin de acelera las investigaciones, en torno al operativo militar en territorio ecuatoriano, con la finalidad de deslindar responsabilidades y apoyar a las familias afectadas; así como para garantizar el respeto a sus derechos humanos y, en caso de ser procedente, promover la reparación del daño con la firma convicción de que no volverá a ocurrir un evento similar.
Procurando resolver esta situación de injusticia, condenando enérgicamente el ataque militar a civiles desarmados.
Tercero.- Emita un enérgico repudio a la violación de los derechos humanos por parte de las FARC, específicamente en cuanto a las personas que permanecen privadas de su libertad, expresando su solidaridad, con todas ellas, y haciendo un llamado para que sea liberada la señora Ingrid Betancourt Pulecio, en virtud de su delicado estado de salud.
Es cuanto, señor presidente.
-EL C. PRESIDENTE GONZALEZ MORFIN: Gracias, compañero secretario.
En consecuencia, tiene, ahora, la palabra el senador García Zalvidea, para hablar a favor de la propuesta, y entiendo también para hacer una propuesta de adición a la misma.
-EL C. SENADOR JOSE LUIS GARCIA ZALVIDEA: Gracias, presidente.
Y desde luego que todos aquí estamos de acuerdo, en reprobar esa práctica cobarde del secuestro, que significa la muerte en vida, para las personas que lo sufren y para sus familiares, nunca más el secuestro como solución para cualquier tipo de problemas o de diferencias.
Nos declaramos nosotros partidarios de la liberación de todas las personas que se encuentren secuestras; y esto vale también, para solicitar inmediatamente la liberación de otro tipo de secuestrados, que son los presos políticos, que todavía abundan en este país.
En ese aspecto, nosotros, en el Partido de la Revolución Democrática, nos declaramos fervientes partidarios de la libertad.
También nos declaramos solidarios con esas personas secuestradas que están en Colombia, particularmente en el caso de la senadora Ingrid Betancourt, cuya fotografía se expresa por sí misma, sin mayor comentario al respecto; pero quisiéramos hacer nosotros, una precisión al respecto.
Ya se ha tocado este tema, y se ha puesto particular énfasis en las repercusiones políticas y jurídicas para nuestra región; derivadas del operativo militar realizado por el ejército colombiano, en contra de un campamento de las FARC.
Sin embargo, me parece que hemos dejado de lado la cuestión más importante para nosotros. Me refiero al asesinato de ciudadanos mexicanos, a manos de un gobierno extranjero, y de manera más específica, al compromiso que tiene el Estado mexicano con las familias, de quienes desafortunadamente perdieron la vida.
Independientemente de si coincidimos o no con la orientación ideológica o las prácticas políticas de los jóvenes que se encontraban en el departamento de las FARC, localizado en el Ecuador, el Gobierno mexicano no puede seguir evadiendo la responsabilidad moral, de condenar abierta y contundentemente la actuación del gobierno de Colombia.
Incluso desde la perspectiva estrictamente humanitaria, y con base en el principio de responsabilidad internacional, estamos más que convencidos de que el Estado mexicano debería estar solicitando ya al gobierno de Alvaro Uribe, la reparación del daño a las familias de las víctimas.
Lo que pasó en el campamento de las FARC en Ecuador, más allá de las filias y fobias ideológicas, fue un asesinato de Estado; en el que además de violarse la soberanía de un nación, presumiblemente se violentaron normas elementales del derecho internacional humanitario y se realizaron prácticas absolutamente inadmisibles.
La misión de observación de la Organización de Estados Americanos, encargada de llevar a cabo una investigación en el lugar, ha comenzado a documentar que el ejército colombiano, utilizó armamento prohibido por la Organización de la Naciones Unidas; es el caso de las granadas de fragmentación y las balas expansivas; procediendo posteriormente a rematar, disparando a quemarropa y dando el tiro de gracia, a aquellos heridos que lograban sobrevivir.
Desde la perspectiva con que se quiera ver lo descrito con anterioridad, no cabe duda que nos encontramos ante situaciones y prácticas absolutamente injustificables, desde cualquier punto de vista.
El crimen no se puede combatir con otro crimen. La violencia sólo genera más violencia. El terrorismo y la delincuencia no pueden combatirse con recurso de terrorismo y más delincuencia.
Por ello, creemos que el gobierno de Colombia le debe una disculpa y una explicación al pueblo de México; las simples condolencias no son suficientes. Además estamos convencidos de que el gobierno de nuestro país, debe asumir una posición de mayor firmeza y compromiso con aquellos a los que está obligado a proteger, más allá de su situación jurídica e independientemente de su perspectiva política e ideológica.
En el Ecuador perdieron la vida 24 seres humanos. Hasta el momento se presume que cinco de ellos eran ciudadanos mexicanos.
Se desconoce el paradero y la identidad de otro número importante de connacionales.
Los senadores han presentado ya algún punto de Acuerdo integral, que abarca las diversas aristas que, sin duda, deben de investigarse y esclarecerse, particularmente el senador Ricardo Monreal.
En días pasados se presentó en la Cámara de Diputados, solicitó a la Cancillería, apoyar a las familias para la repatriación de los cadáveres de Juan González del Castillo, Verónica Natalia Velázquez Ramírez, Soren Aviles Angeles y Fernando Franco Delgado. Hoy, con profundo respeto por las memorias de estos jóvenes universitarios, así, sin mayor calificativo para no propiciar una discusión sin sentido, me permito poner a su consideración y reitero esta preocupación con carácter estrictamente humanitario y apegado a la aspiración elemental de justicia.
Por eso yo, personalmente, me adhiero, suscribo, este punto de Acuerdo que ha presentado mi antecesor, el senador Ramón Galindo, en el cual condenamos está práctica del secuestro; y al mismo tiempo quisiera hacer una modificación, que pongo a su consideración.
Primeramente, el artículo primero, seguiría igual: “El Senado de la República lamenta el fallecimiento de jóvenes mexicanos en el campamento de las FARC, en Ecuador.”
El segundo punto, tiene un asunto muy delicado que quisiera poner a su consideración. Me parece que estamos cayendo en una injerencia, en los asuntos internos de otro gobierno, con la situación, yo no soy un experto jurídico, confieso mi ignorancia, pero quisiera poner a su consideración esto: Al solicitar que se lleven a cabo investigaciones en Ecuador o en Colombia, de asuntos que, ciertamente, afectaron a nuestros connacionales; pero me parece que aquí existen los cauces jurídicos correspondientes.
Por eso yo preferiría, anotar el segundo punto, en los términos siguientes: “El Senado exhorta al titular del Poder Ejecutivo Federal, a solicitar formalmente al gobierno colombiano —en el caso que proceda— a promover la reparación del daño, con la firme convicción de que no volverá a ocurrir un evento similar”.
Y en las investigaciones que procedan, nuestra intención es: que se deslinden responsabilidades y apoyar a las familias afectadas. Procurando resolver esta situación de injusticia, condenando enérgicamente el ataque militar a civiles desarmados.
Tercero.- Emite un enérgico repudio a la violación de los derechos humanos, por parte de las FARC, específicamente en cuanto a las personas que permanecen privadas de su libertad, expresando su solidaridad con todas ellas, y haciendo un llamado para que sea liberada la señora Ingrid Betancourt Pulecio, en virtud de su delicado estado de salud —y agregaríamos nosotros— y de todos los que están secuestrados, privados injustamente de su libertad.
Es cuanto, presidente. Muchas gracias.
-EL C. PRESIDENTE GONZALEZ MORFIN: Gracias, senador.
Le pido que me deje, por favor, aquí la propuesta de modificación al segundo resolutivo.
-EL C. SENADOR RICARDO FIDEL PACHECHO RODRIGUEZ: (Desde su escaño) Señor presidente.
-EL C. PRESIDENTE GONZALEZ MORFIN: Dígame, senador Pacheco.
-EL C. SENADOR RICARDO FIDEL PACHECO RODRIGUEZ: (Desde su escaño) Señor presidente, solamente para solicitar a la Mesa Directiva, nos hiciera a favor, en virtud de que leemos un punto resolutivo y ha habido algunas modificaciones, pudieran leer el punto resolutivo, que está propuesto de manera final.
-EL C. PRESIDENTE GONZALEZ MORFIN: De acuerdo. De hecho la propuesta de modificación del senador García Zalvidea, tiene que ver con el segundo de los resolutivos.
Entonces, yo voy a pedir que se vuelvan a leer los tres resolutivos originales, y después la propuesta de modificación del senador García Zalvidea, y preguntaremos, posteriormente, a la Asamblea, si esa propuesta de modificación se admite a discusión.
-EL C. SECRETARIO ZOREDA NOVELO: Doy lectura a los puntos resolutivos planteados, originalmente, por el senador Galindo.
Punto de Acuerdo:
Primero.- El Senado de la República lamenta el fallecimiento de jóvenes mexicanos en el campamento de las FARC, en Ecuador.
Segundo.- Exhorta a la Secretaría de Relaciones Exteriores, a efecto de acelerar las investigaciones en torno al operativo militar en territorio ecuatoriano, con la finalidad de deslindar responsabilidades y apoyar a las familias afectadas; así como para garantizar el respeto a sus derechos humanos y, en caso de ser procedente, promover la reparación del daño, con la firme convicción de que no volverá a ocurrir un evento similar. Procurando resolver esta situación de injusticia, condenando enérgicamente el ataque militar a civiles desarmados.
Tercero.- Emita un enérgico repudio a la violación de los derechos humanos por parte de las FARC, específicamente en cuanto a las personas que permanecen privadas de su libertad, expresando su solidaridad con todas ellas y haciendo un llamado para que sea liberada la señora Ingrid Betancourt Pulecio, en virtud de su delicado estado de salud.
Doy lectura a la propuesta del segundo punto de acuerdo presentada por el senador García Zalvidea.
Propone quede redactado en los siguientes términos.
Segundo.- Exhorta al titular del Poder Ejecutivo Federal a efecto de solicitar formalmente al gobierno colombiano, en su caso, así en su caso promover la reparación del daño con la firme convicción de que no volverá a ocurrir un evento similar, procurando resolver esta situación de injusticia condenando enérgicamente el ataque militar a civiles desarmados.
Es cuanto, señor presidente.
-EL C. PRESIDENTE GONZALEZ MORFIN: Ahora voy a pedir a la secretaría consulte a la asamblea, en votación económica, si la propuesta de modificación presentada por el senador García Zalvidea se admite a discusión.
-EL C. SECRETARIO ZOREDA NOVELO: Consulto a la asamblea, en votación económica, si la propuesta de modificación presentada por el senador García Zalvidea se admite a discusión.
Quienes estén por al afirmativa, favor de levantar la mano.
(La asamblea asiente)
Quienes estén por la negativa, favor de levantar la mano.
(La asamblea no asiente)
Sí se admite a discusión la modificación, señor presidente.
-EL C. PRESIDENTE GONZALEZ MORFIN: En razón de que entiendo que hay consenso, voy a pedir a la secretaría consulte a la asamblea si se acepta la propuesta de modificación para que ya modificado el punto de acuerdo se someta a discusión.
-EL C. SECRETARIO ZOREDA NOVELO: Consulto a la asamblea, en votación económica, si se acepta la modificación propuesta por el senador García Zalvidea al punto de acuerdo propuesto por el senador Galindo.
Quienes estén porque se acepte, favor de levantar la mano.
(La asamblea asiente)
Quienes estén porque se rechace, favor de levantar la mano.
(La asamblea no asiente)
Sí se acepta la propuesta, señor presidente.
Gracias, senador. En consecuencia está a discusión la propuesta modificada y ha solicitado y se le concede la palabra a la senadora Rosario Ybarra de la Garza, para fundamentar su voto para hablar sobre este asunto.
-LA C. SENADORA MARIA DE ROSARIO YBARRA DE LA GARZA: Compañeras y compañeros senadores. Creo que en algún momento me torno fastidiosa, terca, con un tema del cual tengo 33 años de estar tocando.
Me duele mucho lo que le pasa a la señora Betancourt. Es más, en noviembre yo vine aquí con un punto de acuerdo para decir que se liberara esa señora, de todo mi respeto. Y además, eso no es cosa que lo sepan, pero yo lo hice, le mandé una carta a las FARC para que la liberaran y estaba muy contenta porque en algún momento hasta me habían pedido que fuese parte de una comisión para liberar a toda la gente que tienen por allá.
Pero es terrible lo que pasa en este país de simulación. Aquí se pide enfáticamente que se apoye esto para la señora Betancourt.
Yo les quiero preguntar a ustedes cuánto habrían anhelado ustedes que uno de sus hijos o de sus hermanos o de sus compañeros pudiera sacar del Campo Militar Número Uno, una carta como la de la señora Betancourt.
He añorado un mensaje, un mensaje, unas líneas de mi hijo y nunca me han llegado.
¿Cómo pudo salir la carta de la señora Betancourt? Y no puede salir en este país ninguna carta de los 557 desaparecidos que todavía les reclamo a los diferentes gobiernos.
Aquí hay señores gobernadores, que fueron gobernadores, aquí hay muchos que supieron de los 50 y tantos desaparecidos de Sinaloa, de los más de 300 de Guerrero, de los de Chihuahua, aquí hay también desaparecidos de Chihuahua. Y acabo de recibir la noticia de tres desaparecidos en Monterrey en enero de este año, tengo todo el expediente en mi casa, ya me lo tienen completo. Y qué se hace por los de aquí, por los secuestrados de este país, nada.
Si supieran ustedes lo que duele, si supieran ustedes lo que se siente, no estarían tan enfáticos en condenar a quienes desaparecen. A lo mejor por razones de miseria de sus pueblos como las FARC, y que los tienen, pero no desaparecidos, que los tienen ahí en una hamaca, en cierta, vamos a decir, cierta libertad y no en sótanos con celdas de dos metros por uno treinta, de dos metros de largo por uno treinta, cuyo único inmueble es un excusado del cual beben agua, del tanque beben agua y con esa agua se bañan con un puñado de detergente que les llevan los soldados y los maltratan y los torturan, y no sabemos qué habrá pasado con ellos.
Y me irrita que se pida reparación del daño, porque es como dar permiso a seguir matando.
Con qué, con qué le van a reparar el daño a una madre, a un padre, a un hermano, a una esposa, con qué le van a reparar el daño. Con monedas, con dinero arrojado, como les dé su regalada gana.
Protesto y quiero que liberen a la señora Betancoturt, pero todo lo demás me parece un insulto a la inteligencia del pueblo y un insulto a lo que sufrimos la desaparición de nuestros seres queridos.
Perdón el tono y perdonen la repetición de algo que tengo 33 años exigiendo.
Muchas gracias.
(Aplausos)
-EL C. PRESIDENTE GONZALEZ MORFIN: También para referirse a este tema, tiene la palabra el senador Francisco Javier Castellón Fonseca, del Grupo Parlamentario del Partido Revolución Democrática.
-EL C. SENAOR FRANCISCO JAVIER CASTELLON FONSECA: Gracias, señor presidente. Este tema es un tema que ha repercutido en muchos ámbitos de la vida nacional, no solamente el de relación que nuestro país tiene con los diferentes países latinoamericanos, sino también y por consecuencia lógica de que los jóvenes que murieron en el campamento de las FARC en la frontera entre Ecuador y Colombia eran jóvenes universitarios.
En México se generó de parte de muchos escritores oficiosos, pero sobre todo generado también por la posición del gobierno de Colombia que los calificó de terroristas y guerrilleros a nuestros connacionales, la idea de que estos jóvenes eran jóvenes guerrilleros mexicanos que combatían junto las FARC.
Este asunto es un asunto que no lo han tratado y que también ha generado que nuestro gobierno haya guardado un vergonzoso silencio acerca de la situación que guardan los jóvenes que murieron y la joven herida en el Ecuador. No quiere decir la capacidad de libertad que tendrían esos jóvenes mexicanos que estar realizando cualquier actividad, incluso una actividad de solidaridad de acuerdo a su libertad como personas y como ciudadanos.
Por eso el gobierno ha guardado ese silencio y desde aquí en lo personal y seguramente con el apoyo de varios de mis compañeros les exigimos no solamente que defiendan la integridad de los ciudadanos mexicanos en el extranjero, sino que por razones obvias de el derecho y la obligación que tiene un gobierno de defender a sus ciudadano se ponga de parte de los ciudadanos mexicanos en ese conflicto.
Por otro lado también quiero advertir que en este caso, en los diarios mexicanos aparecían notas muy extrañas, donde se hablaba de que la inteligencia mexicana había detectado que estos grupos que eran dirigidos por Lucía Moret o por quienes estaban allá, eran los grupos de apoyo a las FARC, o sea la inteligencia mexicana, yo quiero pensar que es el CISEN, estaba dándoles a los diarios la información para poder decir que los jóvenes universitarios mexicanos estaban allá, apoyando a la guerrilla colombiana, que finalmente, si eso lo decidieron ellos, es parte de su derecho como ciudadanos.
Por eso también, en medio del vergonzoso silencio que oficialmente guardó el Gobierno Mexicano, también había una maniobra de información para poder linchar a los jóvenes universitarios mexicanos.
Por otro lado, también en la discusión se generó una sospecha que fue generada por esa información pasada por las fuentes de inteligencia, decían algunos diarios, de que la Universidad Nacional Autónoma de México o en las universidades públicas mexicanas eran nidos de guerrilleros o que ahí se incubaba el apoyo a los grupos organizados de las guerrillas latinoamericanas. Nada más falso, compañeros, si hay algún espacio de libertad en nuestro país donde se pueda y deba discutir de una manera abierta todas las posiciones, por más difíciles que nos parezcan, son las universidades públicas mexicanas, y el hecho de esa información y de esas filtraciones a la prensa, provocaron de nueva cuenta que la sombra de la sospecha y el linchamiento hacia la Universidad Nacional Autónoma de México y hacia las universidades públicas mexicanas comenzara a darse, como que ahí al interior de las universidades hay y se incuban grupos de guerrilleros o se incuban la subversión como ocurría en los años 60’s.
No saben ustedes lo difícil que es para alguien que dirige una universidad mantener un equilibrio en términos políticos cuando eso ocurre, porque cuando el gobierno o alguna información oficial empieza a generar la idea de que ahí hay grupos de subversivos, hay grupos que piensan distintos, que quieran sacar luego a los grupos esos que dicen que son amigos de los guerrilleros.
Creo que, y desde aquí hago un llamado al gobierno o a las fuentes de inteligencia, esas que decían en los diarios o a los grupos que luego tienen un tufo fascista, que sean respetuosos con la Universidad Nacional Autónoma de México, y las universidades públicas mexicanas.
Yo se los digo con toda la experiencia del mundo, el 5 de julio de 1988, algunos deben de tener esa fecha presente, un día antes de la elección donde participó Cuauhtémoc Cárdenas contra Carlos Salinas de Gortari, un pelotón de soldados fue a revisar la escuela de economía de la Universidad Autónoma de Nayarit, de la cual yo era director, y el teniente que iba a cargo lo hicieron sin ningún recato, el teniente que iba a cargo me dijo que era porque habían recibido información, que ahí estábamos guardando armas para poder tronar la elección de 1988.
Bueno, eso es prácticamente provocado por toda esta idea de que las universidades pueden ser no solamente nidos de guerrilleros, sino también nidos de subversivos.
Cuidado, alertamos a la sociedad mexicana que de repente grupos con ese tufo fascista acusen a las universidades públicas de que son nidos de subversión, y yo quiero, desde aquí mandarle un mensaje de respeto a la Universidad Nacional Autónoma de México, pero a todas las universidades públicas mexicanas para que sigan manteniendo el ambiente de libertad que nunca deben de perder, muchas gracias.
-EL C. PRESIDENTE GONZALEZ MORFIN: Gracias, senador.
Consulte la Secretaría a la Asamblea, en votación económica si la proposición con Punto de Acuerdo es de aprobarse.
-EL C. SECRETARIO ZOREDA NOVELO: Consulto a la Asamblea, en votación económica, si el punto de acuerdo ya modificado es de aprobarse.
-Quienes estén porque se apruebe, favor de levantar la mano. (La Asamblea asiente)
-Quienes estén porque se rechace, favor de levantar la mano. (La Asamblea no asiente)
-Sí se aprueba, ciudadano senador Presidente.
-EL C. PRESIDENTE GONZALEZ MORFIN: Gracias. Aprobada la propuesta.
Comuníquese.
Antes, la Senadora Rosario Ybarra de la Garza, del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, había presentado un punto de acuerdo sobre el respeto a los derechos humanos de la ciudadana mexicana Lucía Andrea Morett Alvarez, en Quito, Ecuador.
-LA C. SENADORA MARIA DEL ROSARIO YBARRA DE LA GARZA: Con su permiso, señor presidente.Es por todos conocido que el pasado primero de marzo el Ejército Colombiano perpetró un ataque en territorio ecuatoriano sobre un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
En dicho ataque murieron 23 personas, entre ellas varios mexicanos estudiantes y egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México, y del Politécnico Nacional, resultado herida además Lucía Andrea Morett Alvarez, egresada también de nuestra máxima casa de estudios, y que convalece en un hospital de Quito, Ecuador.Tanto Lucía como los mexicanos que lamentablemente fueron asesinados no eran miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, sino que se encontraban circunstancialmente en el campamento bombardeado. Resulta profundamente triste que haya habido personas que se escandalicen por la presencia de mexicanos en un campamento de dichas fuerzas colombianas, prejuzgando sobre su línea de pensamiento o preferencias políticas, cuando lo que debe de escandalizarnos es la forma atroz en la que perdieron la vida y el terrible sufrimiento por el que ahora atraviesan sus familiares.
No conforme con los asesinatos, el gobierno colombiano pretende que se extradite a Lucía Andrea Morett Alvarez para incoarle una causa penal. Al gobierno de Ecuador le pido en un afán humanitario que no ceda a las ignominiosas presiones del gobierno de Colombia que busca desconocer los derechos humanos de Lucía.La acción militar del gobierno Colombiano constituye a un terrible agravio a la soberanía de Ecuador y al pueblo ecuatoriano, pues además de destrozar la más elemental esencia de respeto a los derechos humanos, abre peligrosamente la puerta al unilateralismo en las relaciones internacionales, en especial en nuestra región latinoamericana.
Como senadora de la República y habitante de nuestra entrañable América Latina condeno enérgicamente la posición belicista y autoritaria del gobierno Colombiano puesta en evidencia con este acto de agresión a un país hermano de cultura y de idioma. Al pueblo y al gobierno ecuatoriano les expreso mi solidaridad ante el acto de barbarie del que fueron objetos, manifestación del imperialismo irracional que pretende socavar nuestras relaciones, pero que jamás se ampliará en nuestros pueblos latinoamericanos.
Según pasan los días, en vez que desde la Cancillería y el gobierno que representa hubiera un pronunciamiento que condene a la agresión del Ejército Colombiano a territorio ecuatoriano, y que la masacre cometida incluyera el asesinato de connacionales mexicanos, recientemente la Cancillería ha dicho que entregará la información que le proporcione Colombia a la SIEDO, y el propio Procurador General ha declaro que pretende investigar la presencia de mexicanos en ese campamento como si hubiera delito que perseguir, destrozando el principio de buena fe que debe de regir la actuación de esa representación social.
Protesto ante la pretensión de convertir a los mexicanos, víctimas de esa masacre, en presuntos delincuentes. El gobierno ecuatoriano ha dicho explícitamente que después de conocer la declaración de Lucía Morett en el hospital donde convalece, no hay cargos contra ella y los otros mexicanos que entraron legalmente al país, y participaron en actividades públicas y legales, sin cometer delito alguno.
El escándalo que se hace, buscar, más bien criminalizar la sociedad internacionalista entre los pueblos latinoamericanos. Es parte de la dinámica autoritaria que hemos visto recientemente.
Condenar la bárbara agresión colombiana, es más necesario ahora que se pretenda traer el debate como parte del problema, la liberación de rehenes de manos de Las FARC.
Hay que recordar, que precisamente Raúl Reyes estaba encargado de promover y negociar la liberación de Ingrid Betancourt, y que el Gobierno de Uribe ha estado permanentemente boicoteando la negociación y los conocimientos a los intermediarios para ese objetivo.
Desde noviembre lo dije en este mismo estrado. Por ello es que resulta claro que la masacre buscaba también frustrar la liberación de Betancourt al cometer un bombardeo indiscriminado contra ese campamento que asesinara al encargado y promotor de la liberación de rehenes aún a costa de que hubiera ya en ese campamento alguno de los rehenes.
El Presidente Correa, hay que recordar, en la cumbre de dominicana, denunció que Uribe sabía del papel de Raúl Reyes y su presencia en ese campamento. Esa es parte de la gravedad del incidente y sus repercusiones nacionales e internacionales.
Muchas gracias. (Aplausos).
-EL C. PRESIDENTE GONZALEZ MORFIN: Gracias a usted, senadora Ybarra.
Se turna la propuesta a la Comisión de Derechos Humanos para sus efectos correspondientes.
También se recibió de los senadores Silvano Aureoles Conejo, y de la senadora Adriana González Carrillo, punto de acuerdo por el que el Senado de la República lamenta el fallecimiento de los jóvenes mexicanos en el campamento de Las FARC en Ecuador, el cual se turna a la Comisión de Relaciones Exteriores, América Latina y el Caribe.....,