¿Razones o corazones?/XAVIER GUIX
Publicado en El País Semanal, 4/09/2011;
Hablamos y hablamos, aunque en realidad no decimos nada porque lo que sucede verdaderamente se encuentra en planos más sutiles: el lenguaje no verbal, la energía que emanamos, las intenciones y motivaciones profundas. Sin embargo, necesitamos de las palabras para comunicar y dar sentido y contexto a la experiencia. La realidad no se desprende directamente de estas, sino de las maneras que utilizamos para explicarlas y comunicarnos mediante ellas. Wittgenstein, el filósofo vienés, acarició esta idea al decir que la palabra no era la cosa y que para interpretarla era necesario contextualizarla y entender su función. En una línea parecida, J. L. Austin recuerda que con las palabras no solo decimos, sino que hacemos cosas, jugamos con ellas con el propósito de influenciar en los demás.