Niza, un polvorín
Familiares
de las víctimas del atentado en Niza. Foto: AP / Luca Bruno Familiares de las
víctimas del atentado en Niza. Foto: AP / Luca Bruno
Niza,
un polvorín/POR
ANNE MARIE MERGIER
APRO, 26 JULIO, 2016
PRISMA INTERNACIONAL
Detrás
de la fachada de glamur, Niza –joya del turismo francés– esconde tensiones cada
vez más explosivas entre políticos de derecha y ultraderecha y un
fundamentalismo islámico en pleno desarrollo. No es casual que esa ciudad haya
albergado a alguien como Mohamed Lahouaiej Bouhlel, el chofer repartidor
tunecino que lanzó su camión contra la multitud que celebraba la fiesta del 14
de julio en el famoso malecón del balneario.
PARÍS
(Proceso).- Bolsas y botellas de plástico vacías, pañuelos de papel sucios,
colillas, madera calcinada, hojas de cartón y piedras en las que manos rabiosas
escribieron insultos… Los desechos se amontonan en el lugar donde la policía
ultimó a Mohamed Lahouaiej Bouhlel el pasado 14 de julio, después de que el
terrorista mató a 84 personas e hirió a más de 300 en el malecón de Niza.
En
un video que circula en las redes sociales se ve a paseantes escupir sobre el
siniestro cenotafio o tirando en él más basura. Son escenas mudas. Nadie habla.
Nadie grita. Unos escupen. Otros los observan.
Otro
video muestra a un grupo de musulmanas cubiertas con burkas blancas en señal de
luto. Caminan sin ostentación, con una mezcla de determinación y dignidad.
Depositan flores en uno de los múltiples memoriales improvisados en el Paseo de
los Ingleses. Quienes las rodean las miran con respeto.