Así cabecea la nota en primera plana el periódico La Jornada, en su edición de este jueves 16 de agosto.
La declaración la dio en el marco de una conferencia magistral que dicto el subprocurador de Derechos Humanos, Atención a Víctimas y Servicio a la Comunidad de la Procuraduría General de la República, Juan de Dios Castro Lozano.
Vale la pena a quienes les interese, leer la ponencia completa, pero sobretodo las preguntas y respuestas.
La versión estenográfica completa puede consultarse en http://www.pgr.gob.mx/Prensa/2007/coms07/150807.shtm
Por cierto, las declaraciones no gustaron a el gobierno de Oaxaca.
Dice la nota signada por Georgina Saldierna que un funcionario del gobierno de Oaxaca -Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva, secretario técnico del gobierno- señaló categórico: "rechazamos señalamientos infundados y dolosos en los que se ponga en duda la autonomía de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como también aquellos donde se emitan juicios a priori que buscan confundir a la opinión pública" (manifestó el secretario técnico del gobierno de Oaxaca Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva). E incluso exigió a la PGR aclarar el sentido de las declaraciones del subprocurador y exhortó a los funcionarios federales a conducirse con respeto a las instituciones de las entidades federativas, así como a abstenerse de hacer declaraciones irresponsables que puedan perjudicar la coordinación que debe privar entre los diferentes niveles de gobierno.
Preguntas y respuestas de la conferencia magistral “La Democracia en México y los Derechos Humanos”, dictada por el doctor Juan de Dios Castro Lozano, Subprocurador de Derechos Humanos, Atención a Víctimas y Servicio a la Comunidad de la PGR, llevada a cabo en el Auditorio “Jesús Reyes Heroles” de la Secretaría de Gobernación.
Pregunta: -Qué tal. Muy buenas ya tardes prácticamente. Muchas gracias por esta apertura para este tipo de preguntas.
Habla usted de la libertad de expresión, la libertad de la que ahora los mexicanos gozamos. Me deja la impresión de que a su vez quiere dejarnos a nosotros, como auditorio, el hecho de que esto se logró gracias a la llegada del PAN a la gubernatura, que fue obra y gracia de ustedes. ¿La libertad de expresión no al conquista un pueblo? La primera pregunta.
Y en este mismo sentido de la libertad de expresión, hubo alguien que tuvo la osadía, el valor de decir que no había tiempo para un formato de debate entre el Presidente Felipe Calderón Hinojosa con los partidos políticos en el Congreso de la Unión y ni tardos ni perezosos, en menos de 24 horas, ¡zas!, se le cayó la cabeza, ya no está en la Jefatura de la Unidad de Gobierno de la Secretaría de Gobernación Mario Escárcega.
¿Qué me podría comentar al respecto, si es tan amable?
También inició su alocución mencionando un hecho vergonzoso, de que un presidente municipal ahora, antes diputado, orinara en vía pública.
Me gustaría también que me hiciera la diferencia, en la medida de lo posible y de la manera también de mi parte mucho muy respetuosa, cuál es la diferencia de este acto a que un legislador legisle en beneficio de la nación y, al mismo tiempo, litigue en contra de la nación y cobre millonarias sumas de dinero, caso específico Diego Fernández de Cevallos. Muy amable, con todo el respeto, por supuesto.
Juan de Dios Castro Lozano: Claro, y voy agarrar el toro por los cuernos y le voy a pegar sin odio. Miren, señores, voy empezar por la última.
Primero, creo que yo no mencioné al PAN o sí lo mencioné. ¿Verdad que no?
No, yo no creo que un partido político sea el único artífice de un régimen democrático. Yo pienso que Acción Nacional luchó desde 1939 pero miren: Vasconcelos no era del PAN -y a él sí lo mencioné- y Vasconcelos se enfrentó al abuelo del PRI, que era el PNR, Partido Nacional Revolucionario, en 1929. Fue al que mencioné.
Y creo que la libertad de prensa, la primera etapa en que hablé de la libertad de prensa -y de todas las libertades, ¿eh?: de asociación, de expresión- me acuerdo que dije que había sido en la época de Madero. Creo que dije eso, ¿verdad? ¿O no lo dije?
Bueno, porque a veces, como tengo 66 años, me da Alzheimer y se me olvidan las cosas.
No, yo no menciono al PAN porque luego, luego me dicen: “está haciendo usted propaganda al PAN”.
Yo puedo darle destacadísimos dirigentes sociales como el doctor Salvador Nava, en San Luis Potosí, que jamás perteneció al PAN y levantó un movimiento estatal en una época dictatorial que le valió la cárcel en las mazmorras del Ejército Mexicano.
Y quiero darles también otros movimientos: los movimientos del 68, de los cientos o miles de jóvenes que fueron asesinados el 2 de octubre.
Y puedo darles también los muertos de 1971, del Jueves de Corpus, donde su asesino está ahorita procesado, muy bien defendido, con un abogado de mucha lana también -porque no nada más en el PAN hay abogados de mucha lana; también en el PRI don Salvador Rocha Díaz, que es del PRI, tiene lana y es un excelente abogado- y está ahorita recluido en su domicilio porque hay una reforma legal que dice que si sube usted de 75 años, el arresto y la penalidad la cubre usted dentro de su domicilio.
Entonces, primera rectificación: yo no le atribuí al PAN. Primero mencioné la época de Madero y luego mencioné la época del 2000. Y en 2000, usted no me negará eso: que hay libertad de prensa, que hay federalismo, que hay división de Poderes.
Pero vamos a hablar de mi amigo Diego, porque le dije que iba a agarrar el toro por los cuernos, ¿verdad? Cómo me defiendo de lo que él dijo, cómo me defiendo.
Un abogado que es legislador y que dice él que por ser legislador ha hecho dinero; ¿por qué no menciona también a Fauzi Hamdam, del PAN, por qué no han sido mencionados los dos?; ¿y por qué no mencionan también a Lozano Gracia, del PAN, que también litiga y fue legislador también?
Bueno, pero también mencióneme a Salvador Rocha Díaz, que es del PRI, que ha sido Senador, que lo puso Miguel de la Madrid de Ministro de la Corte -él mismo lo dijo en la Tribuna del Senado- y que es del PRI y que cobra un dineral.
¿Y sabe usted?
Pues yo estoy en contra -y voy a argumentarlo- de quienes pretenden que un legislador, si es abogado, no litigue.
Dirán: “oiga, ¿entonces usted está a cargo del influyentismo?”.
No. Lo que le está prohibido a un legislador, de acuerdo con las leyes -y el protesta cumplir con las leyes- es intervenir en las Comisiones, en la discusión de una ley en la que tenga interés personal.
Pero dije que iba a tomar el toro por los cuernos, hasta ahora mi argumentación es endeble para defender a don Diego. No lo estoy defendiendo, defiendo a todos los legisladores que litiguen.
Dígame, señor: ¿hay o no hay una Suprema Corte de Justicia de la Nación que ha dictado fallos históricos desde la reforma del 95, en la época de Zedillo a la fecha?
Y fíjese, le dictó fallos contra Fox, dictó fallos contra el Presidente de la República. Dictó fallos a favor de pequeños municipios del país contra leyes emitidas por el Congreso.
Pues no me diga que Diego tiene más influencia que el Presidente de la República, o que Diego tiene más influencia que el Congreso de la Unión para manipular al Poder Judicial, porque quién es, repito, quién es quien dicta las sentencias: el Poder Judicial.
Se litiga ante el Poder Judicial, se litiga ante los tribunales federales en una doble jurisdicción, en el juicio ordinario, jurisdicción ordinaria y en el juicio de amparo.
¿Y qué no le pegó la Corte a Diego hace poquitito, que yo sepa? Cuando reclamaba, no sé cuántos millones de pesos en un asunto, y la Corte resolvió que la cantidad grandotota se reducía a una cantidad chiquitita. ¿Qué no lo dijo la Corte?
Perdóneme, respeto, respeto su manera de pensar. Respeto el derecho que tiene de opinar de Diego, como usted acaba de opinar, pero yo también le digo que ya tenemos un Poder Judicial con división de poderes.
Que haya uno que otro juez rata, lo hay. Pero también tenemos un Consejo de la Judicatura que hace una labor de supervigilancia.
Le voy a decir dónde no hay y dónde sí hay influencia, terrible, mi estimado. En los pocos estados, un tercio, creo, donde todavía se sigue el sistema antigüito de que el gobernador maneja al Congreso y maneja al Poder Judicial. El gobernador tiene mayoría en lo diputados, pone los magistrados del tribunal superior y pone todos los jueces del estado, y ahí sí se hace lo que el gobernador dice.
Como todavía no llegamos a esa etapa, en esos estados, ahí sí le concedo toda la razón. Pero hasta donde yo sé el señor Fernández de Cevallos, del PAN, y el señor Salvador Rocha Díaz, que usted no mencionó, no sé por qué, que es del PRI. Ah, y otro excelente abogado capaz, brillante: Trinidad Lanz Cárdenas. Que fue ministro de la Corte, que fue senador, mi compañero, y que litigó asociado con Salvador Rocha Díaz en asuntos de millones de pesos.
¿Eso está mal? No, no está mal. Sencillamente son muy buenos abogados, los ven los clientes. Ganan y pierden juicios.
Y respecto del señor Subsecretario, que usted mencionaba. Me rajo, no contesto la pregunta, porque formo parte de este gobierno y no sé los detalles, no sé lo que hizo, lo que dejó de hacer. Yo también lamentablemente he tenido que degollar, hace poco degollé a uno de mis colaboradores porque rasuraba sueldos.
¿Saben qué es rasurar sueldos? ¿Nadie sabe qué es rasurar? Ah, pues usted que gana cinco mil allá en Lerdo, donde yo vivo. Digo: véngase a colaborar conmigo, le voy a pagar 80, firma por 80. Y luego cuando ya firmó el recibo por 80, por debajito le agua usted me da 40 ó 45. Usted sale ganando, porque de cinco gana 40, y yo salgo ganando. Eso se llama rasurar sueldos, y lo corrí. Y algunos me llaman injusto, tal por cual, etcétera, porque lo corrí.
En este caso me rajo porque no sé las razones por las cuales le hayan al señor privado del cargo.
Y ahí sí no intervengo. Cada jefe tiene sus razones, y pueden ser ésas. A veces son muchas y una es la que colma el vaso y se toma la decisión. Ni modo.
Dejé de contestar algunas, repítamela y se la contesto.
¿Alguna otra pregunta que quieran entrarle, yo estoy listo, tengo pólvora en la canana?
También inició su alocución mencionando un hecho vergonzoso, de que un presidente municipal ahora, antes diputado, orinara en vía pública.
Me gustaría también que me hiciera la diferencia, en la medida de lo posible y de la manera también de mi parte mucho muy respetuosa, cuál es la diferencia de este acto a que un legislador legisle en beneficio de la nación y, al mismo tiempo, litigue en contra de la nación y cobre millonarias sumas de dinero, caso específico Diego Fernández de Cevallos. Muy amable, con todo el respeto, por supuesto.
Juan de Dios Castro Lozano: Claro, y voy agarrar el toro por los cuernos y le voy a pegar sin odio. Miren, señores, voy empezar por la última.
Primero, creo que yo no mencioné al PAN o sí lo mencioné. ¿Verdad que no?
No, yo no creo que un partido político sea el único artífice de un régimen democrático. Yo pienso que Acción Nacional luchó desde 1939 pero miren: Vasconcelos no era del PAN -y a él sí lo mencioné- y Vasconcelos se enfrentó al abuelo del PRI, que era el PNR, Partido Nacional Revolucionario, en 1929. Fue al que mencioné.
Y creo que la libertad de prensa, la primera etapa en que hablé de la libertad de prensa -y de todas las libertades, ¿eh?: de asociación, de expresión- me acuerdo que dije que había sido en la época de Madero. Creo que dije eso, ¿verdad? ¿O no lo dije?
Bueno, porque a veces, como tengo 66 años, me da Alzheimer y se me olvidan las cosas.
No, yo no menciono al PAN porque luego, luego me dicen: “está haciendo usted propaganda al PAN”.
Yo puedo darle destacadísimos dirigentes sociales como el doctor Salvador Nava, en San Luis Potosí, que jamás perteneció al PAN y levantó un movimiento estatal en una época dictatorial que le valió la cárcel en las mazmorras del Ejército Mexicano.
Y quiero darles también otros movimientos: los movimientos del 68, de los cientos o miles de jóvenes que fueron asesinados el 2 de octubre.
Y puedo darles también los muertos de 1971, del Jueves de Corpus, donde su asesino está ahorita procesado, muy bien defendido, con un abogado de mucha lana también -porque no nada más en el PAN hay abogados de mucha lana; también en el PRI don Salvador Rocha Díaz, que es del PRI, tiene lana y es un excelente abogado- y está ahorita recluido en su domicilio porque hay una reforma legal que dice que si sube usted de 75 años, el arresto y la penalidad la cubre usted dentro de su domicilio.
Entonces, primera rectificación: yo no le atribuí al PAN. Primero mencioné la época de Madero y luego mencioné la época del 2000. Y en 2000, usted no me negará eso: que hay libertad de prensa, que hay federalismo, que hay división de Poderes.
Pero vamos a hablar de mi amigo Diego, porque le dije que iba a agarrar el toro por los cuernos, ¿verdad? Cómo me defiendo de lo que él dijo, cómo me defiendo.
Un abogado que es legislador y que dice él que por ser legislador ha hecho dinero; ¿por qué no menciona también a Fauzi Hamdam, del PAN, por qué no han sido mencionados los dos?; ¿y por qué no mencionan también a Lozano Gracia, del PAN, que también litiga y fue legislador también?
Bueno, pero también mencióneme a Salvador Rocha Díaz, que es del PRI, que ha sido Senador, que lo puso Miguel de la Madrid de Ministro de la Corte -él mismo lo dijo en la Tribuna del Senado- y que es del PRI y que cobra un dineral.
¿Y sabe usted?
Pues yo estoy en contra -y voy a argumentarlo- de quienes pretenden que un legislador, si es abogado, no litigue.
Dirán: “oiga, ¿entonces usted está a cargo del influyentismo?”.
No. Lo que le está prohibido a un legislador, de acuerdo con las leyes -y el protesta cumplir con las leyes- es intervenir en las Comisiones, en la discusión de una ley en la que tenga interés personal.
Pero dije que iba a tomar el toro por los cuernos, hasta ahora mi argumentación es endeble para defender a don Diego. No lo estoy defendiendo, defiendo a todos los legisladores que litiguen.
Dígame, señor: ¿hay o no hay una Suprema Corte de Justicia de la Nación que ha dictado fallos históricos desde la reforma del 95, en la época de Zedillo a la fecha?
Y fíjese, le dictó fallos contra Fox, dictó fallos contra el Presidente de la República. Dictó fallos a favor de pequeños municipios del país contra leyes emitidas por el Congreso.
Pues no me diga que Diego tiene más influencia que el Presidente de la República, o que Diego tiene más influencia que el Congreso de la Unión para manipular al Poder Judicial, porque quién es, repito, quién es quien dicta las sentencias: el Poder Judicial.
Se litiga ante el Poder Judicial, se litiga ante los tribunales federales en una doble jurisdicción, en el juicio ordinario, jurisdicción ordinaria y en el juicio de amparo.
¿Y qué no le pegó la Corte a Diego hace poquitito, que yo sepa? Cuando reclamaba, no sé cuántos millones de pesos en un asunto, y la Corte resolvió que la cantidad grandotota se reducía a una cantidad chiquitita. ¿Qué no lo dijo la Corte?
Perdóneme, respeto, respeto su manera de pensar. Respeto el derecho que tiene de opinar de Diego, como usted acaba de opinar, pero yo también le digo que ya tenemos un Poder Judicial con división de poderes.
Que haya uno que otro juez rata, lo hay. Pero también tenemos un Consejo de la Judicatura que hace una labor de supervigilancia.
Le voy a decir dónde no hay y dónde sí hay influencia, terrible, mi estimado. En los pocos estados, un tercio, creo, donde todavía se sigue el sistema antigüito de que el gobernador maneja al Congreso y maneja al Poder Judicial. El gobernador tiene mayoría en lo diputados, pone los magistrados del tribunal superior y pone todos los jueces del estado, y ahí sí se hace lo que el gobernador dice.
Como todavía no llegamos a esa etapa, en esos estados, ahí sí le concedo toda la razón. Pero hasta donde yo sé el señor Fernández de Cevallos, del PAN, y el señor Salvador Rocha Díaz, que usted no mencionó, no sé por qué, que es del PRI. Ah, y otro excelente abogado capaz, brillante: Trinidad Lanz Cárdenas. Que fue ministro de la Corte, que fue senador, mi compañero, y que litigó asociado con Salvador Rocha Díaz en asuntos de millones de pesos.
¿Eso está mal? No, no está mal. Sencillamente son muy buenos abogados, los ven los clientes. Ganan y pierden juicios.
Y respecto del señor Subsecretario, que usted mencionaba. Me rajo, no contesto la pregunta, porque formo parte de este gobierno y no sé los detalles, no sé lo que hizo, lo que dejó de hacer. Yo también lamentablemente he tenido que degollar, hace poco degollé a uno de mis colaboradores porque rasuraba sueldos.
¿Saben qué es rasurar sueldos? ¿Nadie sabe qué es rasurar? Ah, pues usted que gana cinco mil allá en Lerdo, donde yo vivo. Digo: véngase a colaborar conmigo, le voy a pagar 80, firma por 80. Y luego cuando ya firmó el recibo por 80, por debajito le agua usted me da 40 ó 45. Usted sale ganando, porque de cinco gana 40, y yo salgo ganando. Eso se llama rasurar sueldos, y lo corrí. Y algunos me llaman injusto, tal por cual, etcétera, porque lo corrí.
En este caso me rajo porque no sé las razones por las cuales le hayan al señor privado del cargo.
Y ahí sí no intervengo. Cada jefe tiene sus razones, y pueden ser ésas. A veces son muchas y una es la que colma el vaso y se toma la decisión. Ni modo.
Dejé de contestar algunas, repítamela y se la contesto.
¿Alguna otra pregunta que quieran entrarle, yo estoy listo, tengo pólvora en la canana?
Pregunta: Sí, buenos días. Señor, buenos días, primero preguntarle; bueno, únicamente una sola pregunta, preguntarle: El Coordinador de los Senadores del PRI ayer mencionaba, ante todo este jaloneo sobre al Reforma Fiscal, que en México si no se pone atención se va incendiar el país.
Tienen identificadas las zonas pobres del país, según los legisladores priístas, y le advertía esto al Secretario de Hacienda, en virtud de que si no se hace con estos recursos que está pidiendo el Gobierno Federal, a partir de una eventual Reforma Fiscal, si no se utilizan estos recursos para gasto social se puede incendiar el país y esto evidentemente tiene que ver con le violación a los derechos humanos.
¿Cuál es su opinión concretamente sobre este tema, por favor?
Juan de Dios Castro Lozano: Se lo digo con toda honradez que he tenido una gravísima preocupación por mejorar, cuando he sido legislador, las condiciones de justicia social del pueblo de México. México y muchos otros países, vaya usted a Cuba, cómo los médicos ganan 30 dólares al mes y no los dejan salir de la isla. Mi guía en Cuba tenía dos licenciaturas. Allá el problema de vivienda es gravísimo, terriblemente grave; seis, siete, ocho familias hacinadas en una sola vivienda.
Cuando subí a uno de esos carritos que arrastra un caballo, ¿cómo se llaman? Le pregunté al dueño: Oiga, ¿de quién es este carrito? Dijo: Es del Estado. Y lo que le pago es suyo: No, dice, eso es del Estado; el Estado me paga a mí un sueldo.
La injusticia social en casi toda Latinoamérica es terrible. Y efectivamente nadie puede negar que el problema para los cambios los da la clase media.
Los pobres no tienen nada qué perder. Cualquier cambio les beneficia.
Los muy ricos se van con todo el dinero que tienen, pero la clase media es la que es obstáculo porque quiere conservar su estatus y es legítimo.
Yo nada más le digo lo siguiente: No se ha hecho una reforma fiscal lamentablemente por razones políticas.
Hacer pagar a la gente más impuestos no le agrada a nadie y a ningún partido le da ganancia electoral.
Tan es así que en los países donde hay el referéndum y el plebiscito lo hay en todas las leyes, menos en las fiscales, porque si ponen a referéndum una ley fiscal que aumente impuestos la mayoría del pueblo dice que no.
Y cuando usted pone una Reforma Fiscal le ponen peros. No, sí, pero este sector no. Y luego lo otro: Bueno, pero este sector tampoco, quítalo; y este sector tampoco, quítalo.
Yo nada más le digo, mi estimado amigo, tres datos, usted me dijo concretamente y se los voy a dar.
Lo único que va dar justicia al pueblo de México es el empleo y lo único que le va dar empleo al pueblo de México es el crecimiento económico; y lo único que puede darle crecimiento económico al pueblo de México es la Reforma Fiscal.
Se paga el 33 por ciento de Impuesto Sobre a Renta en México; en los países asiáticos se paga el 15 por ciento de Impuesto Sobre la Renta.
A dónde, mi querido amigo, se van las inversiones que querámoslo o no, nos guste o no, son las que dan empleo.
Yo, si fuera, no soy economista, pero cuando uno es legislador tiene que saber un poco de Historia, de Psicología de Economía, yo diría que el camino, querámoslo o no es incrementar el impuesto al consumo y disminuir el Impuesto Sobre la Renta para ser competitivos.
¿Saben por qué?
Porque somos un mundo glo-ba-liza-do. Y si yo soy muy humanista y digo: “Señores, todo mi grupo parlamentario tenemos mayoría en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores y vamos a poner en la Ley Federal del Trabajo que las empresas le den el 50 por ciento de sus utilidades a sus trabajadores”. Fifty / fifty.
¿Pero díganme cuántos capitales van a poner empresas en México, cuántas empresas se están yendo a Centroamérica?
¿Saben qué hacen los chinos?
Tienen esclavos en los barcos. Y los chinos -como esclavos- fabrican muebles en el propio barco y ya cuando llegan, ya están fabricados.
Por Long Beach, en Estados Unidos, nos llegan todos los productos taiwaneses, tailandeses, de Taiwán, de China, a precios más bajo que lo que nos cuesta fabricarlos a nosotros.
Yo comparto con usted y con don Manlio Fabio la preocupación de la pobreza en el país pero se requiere una Reforma Fiscal consensada y que cada partido sea lo bastante generoso de que aunque le cueste votos, aceptarla en bien del país porque el país está por encima del interés de los partidos. Incluyo también al PAN, que sea también generoso.
El PAN no aceptó la Reforma Energética, fue un gravísimo error, en la época de Zedillo. ¿Y la Reforma Energética saben qué significa?
No privatizar -como dicen- la CFE. Yo no estoy de acuerdo en que se privatice CFE. No.
Que el inversionista privado pueda: ejemplo, voy a poner una enorme industria: “permítame producir mi propia electricidad y no comprársela a la Comisión Federal de Electricidad y hacer yo todas las instalaciones”.
Se llama autogeneración y autoconsumo.
Me dirán: “Señor, ¿no hay leído la Ley de la Comisión Federal?; ahí está, la hizo Salinas”.
Sí, ahí está, pero el Congreso la puede cambiar en cualquier momento y el inversionista privado lo que quiere es seguridad, quiere que esté en la Constitución y los partidos no aceptan por no tener costos electorales. Termino.
Moderadora: ¿Se le puede hacer una pregunta más?
Cuando subí a uno de esos carritos que arrastra un caballo, ¿cómo se llaman? Le pregunté al dueño: Oiga, ¿de quién es este carrito? Dijo: Es del Estado. Y lo que le pago es suyo: No, dice, eso es del Estado; el Estado me paga a mí un sueldo.
La injusticia social en casi toda Latinoamérica es terrible. Y efectivamente nadie puede negar que el problema para los cambios los da la clase media.
Los pobres no tienen nada qué perder. Cualquier cambio les beneficia.
Los muy ricos se van con todo el dinero que tienen, pero la clase media es la que es obstáculo porque quiere conservar su estatus y es legítimo.
Yo nada más le digo lo siguiente: No se ha hecho una reforma fiscal lamentablemente por razones políticas.
Hacer pagar a la gente más impuestos no le agrada a nadie y a ningún partido le da ganancia electoral.
Tan es así que en los países donde hay el referéndum y el plebiscito lo hay en todas las leyes, menos en las fiscales, porque si ponen a referéndum una ley fiscal que aumente impuestos la mayoría del pueblo dice que no.
Y cuando usted pone una Reforma Fiscal le ponen peros. No, sí, pero este sector no. Y luego lo otro: Bueno, pero este sector tampoco, quítalo; y este sector tampoco, quítalo.
Yo nada más le digo, mi estimado amigo, tres datos, usted me dijo concretamente y se los voy a dar.
Lo único que va dar justicia al pueblo de México es el empleo y lo único que le va dar empleo al pueblo de México es el crecimiento económico; y lo único que puede darle crecimiento económico al pueblo de México es la Reforma Fiscal.
Se paga el 33 por ciento de Impuesto Sobre a Renta en México; en los países asiáticos se paga el 15 por ciento de Impuesto Sobre la Renta.
A dónde, mi querido amigo, se van las inversiones que querámoslo o no, nos guste o no, son las que dan empleo.
Yo, si fuera, no soy economista, pero cuando uno es legislador tiene que saber un poco de Historia, de Psicología de Economía, yo diría que el camino, querámoslo o no es incrementar el impuesto al consumo y disminuir el Impuesto Sobre la Renta para ser competitivos.
¿Saben por qué?
Porque somos un mundo glo-ba-liza-do. Y si yo soy muy humanista y digo: “Señores, todo mi grupo parlamentario tenemos mayoría en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores y vamos a poner en la Ley Federal del Trabajo que las empresas le den el 50 por ciento de sus utilidades a sus trabajadores”. Fifty / fifty.
¿Pero díganme cuántos capitales van a poner empresas en México, cuántas empresas se están yendo a Centroamérica?
¿Saben qué hacen los chinos?
Tienen esclavos en los barcos. Y los chinos -como esclavos- fabrican muebles en el propio barco y ya cuando llegan, ya están fabricados.
Por Long Beach, en Estados Unidos, nos llegan todos los productos taiwaneses, tailandeses, de Taiwán, de China, a precios más bajo que lo que nos cuesta fabricarlos a nosotros.
Yo comparto con usted y con don Manlio Fabio la preocupación de la pobreza en el país pero se requiere una Reforma Fiscal consensada y que cada partido sea lo bastante generoso de que aunque le cueste votos, aceptarla en bien del país porque el país está por encima del interés de los partidos. Incluyo también al PAN, que sea también generoso.
El PAN no aceptó la Reforma Energética, fue un gravísimo error, en la época de Zedillo. ¿Y la Reforma Energética saben qué significa?
No privatizar -como dicen- la CFE. Yo no estoy de acuerdo en que se privatice CFE. No.
Que el inversionista privado pueda: ejemplo, voy a poner una enorme industria: “permítame producir mi propia electricidad y no comprársela a la Comisión Federal de Electricidad y hacer yo todas las instalaciones”.
Se llama autogeneración y autoconsumo.
Me dirán: “Señor, ¿no hay leído la Ley de la Comisión Federal?; ahí está, la hizo Salinas”.
Sí, ahí está, pero el Congreso la puede cambiar en cualquier momento y el inversionista privado lo que quiere es seguridad, quiere que esté en la Constitución y los partidos no aceptan por no tener costos electorales. Termino.
Moderadora: ¿Se le puede hacer una pregunta más?
Dr. Juan de Dios Castro Lozano: Yo, las que quieran. El problema es que tengan paciencia. Es una virtud maravillosa.
Pregunta: -Usted hablaba de la Corte, la Corte como garante constitucional. Está nombrando una Comisión que investigue las violaciones graves y sistemáticas tanto en Oaxaca como en Atenco.
¿Usted considera como una solución, en el caso de Oaxaca, la salida o la renuncia de Ulises Ruiz? Sobre todo porque está considerado por su proclividad a la represión y no al diálogo.
Juan de Dios Castro Lozano: Bueno, agarro al toro por los cuernos también.
Miren, en el priato era facilísimo resolver el problema. El Presidente le decía: “Ulises, renuncia o te va como en feria, tú sabes a lo que te atienes”; y al día siguiente, Ulises renunciaba. Así lo hizo Díaz Ordaz, así lo hizo Luis Echeverría, así lo hizo López Portillo con Flores Tapia, pero lamentablemente vivimos un régimen federal.
Cuando me visitan de Derechos Humanos, de los organismos internacionales, no tienen respuesta a lo que yo les pregunto.
Les digo: miren, México es una República Federal. ¿Puede el Presidente quitar un Gobernador? No, porque violaría el Artículo 40 Constitucional que dice que los Estados son libres y soberanos en su régimen interno.
Pero alguien me dirá:
“Oiga, pero el Senado sí puede” y por eso los de la APPO se plantaron afuera del Senado, ¿no es así, Senador? Hasta lo secuestraron.
Y yo dije, yo era entonces Consejero Jurídico del Presidente y le dije: “oiga, Presidente, pero esto es absurdo, me parece kafkiano porque si leemos el Articulo 76 de la Constitución -abro comillas-: “Artículo 76, Facultades exclusivas del Senado. El Senado tiene facultad para declarar cuando hayan desaparecidos los poderes en un estado que ha lugar a nombrar gobernador provisional”.
Ojo, el Senado no desaparece poderes, no tiene esa facultad. Sólo si al gobernador le dio un infarto, porque en una noche tomó demasiado vodka o demasiado alcohol y le dio un infarto, o hacia otras cosas y le dio un infarto, y se muerte, ya no hay gobernador. Y todos los señores legisladores se van a la Costa Azul, en Francia, y abandonan el Congreso y no hay Permanente, y los jueces dicen: pues si lo hicieron los legisladores también nosotros nos vamos, y se queda el estado sin poderes. Entonces el Senado le nombre un gobernador provisional, ah, dice: siempre y cuando la legislación local no prevea esa situación. Y además tenemos una legislación secundaria que regula eso.
En el caso de Oaxaca, con todo respeto ni el ejecutivo ni el legislativo ni el judicial pueden hacer nada, para obligar al señor Ulises Ruiz a que vaya.
Y le voy a dar algo más, ¿qué pueden hacer? Juicio político o declaración de procedencia. ¿Saben qué es la declaración de procedencia? Cometió delitos, que lo juzgue la Cámara de Diputados.
¿Pero saben qué dice el 110, 111 de la Constitución? Si el señor gobernador sometido a procedimiento de declaración de procedencia resulta culpable la resolución se manda al congreso local de Oaxaca, para que resuelva lo que él quiera.
Y Oaxaca, ahí coincido con usted, y no tengo empacho en decirlo, como en mi estado Durango, es todavía de los estados donde el gobernador manda al congreso y manda al poder judicial.
Ahí es una decisión, con todo respeto, del partido al cual pertenece el señor Ulises Ruiz. Yo hablo desde el punto de vista legal únicamente.
¿Que hubo violación de derechos humanos, me preguntaban ayer o antier los periodistas, en Oaxaca? Sí, de los dos lados. No de uno, de los dos lados.
Cuando ayer se sorprendió Excélsior que le dijera: coincido con la señora de Amnistía que dijo que los derechos humanos en México era una esquizofrenia. La esquizofrenia, señores, es una enfermedad donde se desdobla la personalidad. Hay una doble esquizofrenia. Primero, ¿se excedieron las autoridades del estado de Oaxaca? Sí. ¿Violaron derechos humanos las autoridades de Oaxaca? Sí.
¿Afectaron propiedades de muchos ciudadanos oaxaqueños que no tenía nada que ver con el pleito los señores de la APPO? ¿Qué no vimos los camiones incendiados? ¿No vimos los explosivos que manejaban? Yo estoy de acuerdo con mi estimado amigo, el doctor Soberanes, Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en Oaxaca hubo excesos de las dos partes.
Para que impere el Estado de Derecho se requiere, primero, que la autoridad sancione a las autoridades ejecutoras que se excedieron en sus funciones, que catearon sin orden judicial.
Segundo, que también se sancione a los líderes de esa organización que también afectaron libertades, afectaron propiedades y afectaron derechos, de los dos lados.
La Corte, en el Artículo 97, tiene el derecho de oficio o a petición de investigar si hubo violación grave a las garantías individuales. Su decisión no vincula, pero tiene un gran peso moral, que en todos los casos en que lo ha hecho las autoridades involucradas han tenido que renunciar. Esperemos que eso suceda en el caso de la Corte.
En el caso de la Comisión Nacional de Derechos Humanos sus decisiones no vinculan, tiene peso moral.
En el caso de mi Subprocuraduría solamente en tratándose de la comisión de delitos federales cometidos por funcionarios de la Procuraduría. Y es todo.
Pregunta: Buenas tardes. Ante el panorama que usted plantea, donde ya hay una división de poderes, el federalismo, la libertad de expresión, ya no hay un partido hegemónico ni un presidencialismo, ¿la ciudadanía ha pasado de ser un habitante a un ciudadano? ¿El mexicano ha pasado de ser un espectador a actor? ¿Sólo le corresponde ir a las urnas y votar?
Juan de Dios Castro Lozano: No tenemos, como en algunos contones suizos, la posibilidad de que todos los ciudadanos se junten y voten a favor de una ley.
Tenemos una República representativa. Efectivamente usted, ciudadana, ejercita su derecho cuando vota; pero no solamente tiene esos derechos, mi estimada compañera y colaboradora del Gobierno Federal.
Cuando usted se dé cuenta que tiene un funcionario rata aquí, en Gobernación, denúncienlo a Contraloría.
El problema es que la gente no tiene la cultura de la denuncia, porque ¡ay!, ¿y qué me va pasar? Me van a degollar, me van a correr.
Mire, en todos los pueblos del país toda la gente sabe dónde se vende droga. ¿Sabe cuántos denuncian? Ni uno.
Se requiere lo que se llama valor civil; necesitamos educar valores en toda la ciudadanía de México, para que tengan valor civil.
Como decían unos letreros grandotes que yo vi en el Distrito Federal: Si es ladrón, llámalo como se llama, dile ladrón.
Y esos también son deberes de la ciudadanía, porque comete más injusticia el que la tolera, que el que la comete y la infringe.
Y, lamentablemente, vemos muchas injusticias y nos quedamos callados.
Cuando la ciudadanía se organice en su colonia, en su barrio y con todo respeto le pida a la autoridad y le exija que cumpla su deber, verá que van ir poco a poco cambiando las cosas.
Pero además no se extraña de los tumultos y manifestaciones. Decía un escritor sobre la Historia de Roma, que las dictaduras son tranquilas y plácidas, nadie protesta y nadie habla, que sólo en la democracia hay tumulto, hay opiniones, hay discrepancias.
Esta discrepancia incipiente, yo soy optimista, va ir mejorando poco a poco.
Y el cambio se viene con nosotros y sin nosotros, pero si llega sin nosotros, pobres de nosotros.
Moderadora: Agradecemos al maestro Juan de Dios Castro Lozano la respuesta a las preguntas planteadas.
Pregunta: -Usted hablaba de la Corte, la Corte como garante constitucional. Está nombrando una Comisión que investigue las violaciones graves y sistemáticas tanto en Oaxaca como en Atenco.
¿Usted considera como una solución, en el caso de Oaxaca, la salida o la renuncia de Ulises Ruiz? Sobre todo porque está considerado por su proclividad a la represión y no al diálogo.
Juan de Dios Castro Lozano: Bueno, agarro al toro por los cuernos también.
Miren, en el priato era facilísimo resolver el problema. El Presidente le decía: “Ulises, renuncia o te va como en feria, tú sabes a lo que te atienes”; y al día siguiente, Ulises renunciaba. Así lo hizo Díaz Ordaz, así lo hizo Luis Echeverría, así lo hizo López Portillo con Flores Tapia, pero lamentablemente vivimos un régimen federal.
Cuando me visitan de Derechos Humanos, de los organismos internacionales, no tienen respuesta a lo que yo les pregunto.
Les digo: miren, México es una República Federal. ¿Puede el Presidente quitar un Gobernador? No, porque violaría el Artículo 40 Constitucional que dice que los Estados son libres y soberanos en su régimen interno.
Pero alguien me dirá:
“Oiga, pero el Senado sí puede” y por eso los de la APPO se plantaron afuera del Senado, ¿no es así, Senador? Hasta lo secuestraron.
Y yo dije, yo era entonces Consejero Jurídico del Presidente y le dije: “oiga, Presidente, pero esto es absurdo, me parece kafkiano porque si leemos el Articulo 76 de la Constitución -abro comillas-: “Artículo 76, Facultades exclusivas del Senado. El Senado tiene facultad para declarar cuando hayan desaparecidos los poderes en un estado que ha lugar a nombrar gobernador provisional”.
Ojo, el Senado no desaparece poderes, no tiene esa facultad. Sólo si al gobernador le dio un infarto, porque en una noche tomó demasiado vodka o demasiado alcohol y le dio un infarto, o hacia otras cosas y le dio un infarto, y se muerte, ya no hay gobernador. Y todos los señores legisladores se van a la Costa Azul, en Francia, y abandonan el Congreso y no hay Permanente, y los jueces dicen: pues si lo hicieron los legisladores también nosotros nos vamos, y se queda el estado sin poderes. Entonces el Senado le nombre un gobernador provisional, ah, dice: siempre y cuando la legislación local no prevea esa situación. Y además tenemos una legislación secundaria que regula eso.
En el caso de Oaxaca, con todo respeto ni el ejecutivo ni el legislativo ni el judicial pueden hacer nada, para obligar al señor Ulises Ruiz a que vaya.
Y le voy a dar algo más, ¿qué pueden hacer? Juicio político o declaración de procedencia. ¿Saben qué es la declaración de procedencia? Cometió delitos, que lo juzgue la Cámara de Diputados.
¿Pero saben qué dice el 110, 111 de la Constitución? Si el señor gobernador sometido a procedimiento de declaración de procedencia resulta culpable la resolución se manda al congreso local de Oaxaca, para que resuelva lo que él quiera.
Y Oaxaca, ahí coincido con usted, y no tengo empacho en decirlo, como en mi estado Durango, es todavía de los estados donde el gobernador manda al congreso y manda al poder judicial.
Ahí es una decisión, con todo respeto, del partido al cual pertenece el señor Ulises Ruiz. Yo hablo desde el punto de vista legal únicamente.
¿Que hubo violación de derechos humanos, me preguntaban ayer o antier los periodistas, en Oaxaca? Sí, de los dos lados. No de uno, de los dos lados.
Cuando ayer se sorprendió Excélsior que le dijera: coincido con la señora de Amnistía que dijo que los derechos humanos en México era una esquizofrenia. La esquizofrenia, señores, es una enfermedad donde se desdobla la personalidad. Hay una doble esquizofrenia. Primero, ¿se excedieron las autoridades del estado de Oaxaca? Sí. ¿Violaron derechos humanos las autoridades de Oaxaca? Sí.
¿Afectaron propiedades de muchos ciudadanos oaxaqueños que no tenía nada que ver con el pleito los señores de la APPO? ¿Qué no vimos los camiones incendiados? ¿No vimos los explosivos que manejaban? Yo estoy de acuerdo con mi estimado amigo, el doctor Soberanes, Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en Oaxaca hubo excesos de las dos partes.
Para que impere el Estado de Derecho se requiere, primero, que la autoridad sancione a las autoridades ejecutoras que se excedieron en sus funciones, que catearon sin orden judicial.
Segundo, que también se sancione a los líderes de esa organización que también afectaron libertades, afectaron propiedades y afectaron derechos, de los dos lados.
La Corte, en el Artículo 97, tiene el derecho de oficio o a petición de investigar si hubo violación grave a las garantías individuales. Su decisión no vincula, pero tiene un gran peso moral, que en todos los casos en que lo ha hecho las autoridades involucradas han tenido que renunciar. Esperemos que eso suceda en el caso de la Corte.
En el caso de la Comisión Nacional de Derechos Humanos sus decisiones no vinculan, tiene peso moral.
En el caso de mi Subprocuraduría solamente en tratándose de la comisión de delitos federales cometidos por funcionarios de la Procuraduría. Y es todo.
Pregunta: Buenas tardes. Ante el panorama que usted plantea, donde ya hay una división de poderes, el federalismo, la libertad de expresión, ya no hay un partido hegemónico ni un presidencialismo, ¿la ciudadanía ha pasado de ser un habitante a un ciudadano? ¿El mexicano ha pasado de ser un espectador a actor? ¿Sólo le corresponde ir a las urnas y votar?
Juan de Dios Castro Lozano: No tenemos, como en algunos contones suizos, la posibilidad de que todos los ciudadanos se junten y voten a favor de una ley.
Tenemos una República representativa. Efectivamente usted, ciudadana, ejercita su derecho cuando vota; pero no solamente tiene esos derechos, mi estimada compañera y colaboradora del Gobierno Federal.
Cuando usted se dé cuenta que tiene un funcionario rata aquí, en Gobernación, denúncienlo a Contraloría.
El problema es que la gente no tiene la cultura de la denuncia, porque ¡ay!, ¿y qué me va pasar? Me van a degollar, me van a correr.
Mire, en todos los pueblos del país toda la gente sabe dónde se vende droga. ¿Sabe cuántos denuncian? Ni uno.
Se requiere lo que se llama valor civil; necesitamos educar valores en toda la ciudadanía de México, para que tengan valor civil.
Como decían unos letreros grandotes que yo vi en el Distrito Federal: Si es ladrón, llámalo como se llama, dile ladrón.
Y esos también son deberes de la ciudadanía, porque comete más injusticia el que la tolera, que el que la comete y la infringe.
Y, lamentablemente, vemos muchas injusticias y nos quedamos callados.
Cuando la ciudadanía se organice en su colonia, en su barrio y con todo respeto le pida a la autoridad y le exija que cumpla su deber, verá que van ir poco a poco cambiando las cosas.
Pero además no se extraña de los tumultos y manifestaciones. Decía un escritor sobre la Historia de Roma, que las dictaduras son tranquilas y plácidas, nadie protesta y nadie habla, que sólo en la democracia hay tumulto, hay opiniones, hay discrepancias.
Esta discrepancia incipiente, yo soy optimista, va ir mejorando poco a poco.
Y el cambio se viene con nosotros y sin nosotros, pero si llega sin nosotros, pobres de nosotros.
Moderadora: Agradecemos al maestro Juan de Dios Castro Lozano la respuesta a las preguntas planteadas.