Comunicado del Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario, 30/08/2007;
AL PUEBLO DE MÉXICO.
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO.
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES.
A LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS.
¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!
Se dice que la esperanza muere al último, pero con el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa impuesto con un fraude electoral ni siquiera nació, para nosotros simplemente no existió la esperanza de que pudiera haber justicia alguna. Vienen a confirmar esta afirmación la política de defensa de los intereses de la burguesía en contra del pueblo mexicano con la continuidad del TLCAN, el PPP y el ASPAN, las cínicas declaraciones de su Secretario de Gobernación Francisco Ramírez Acuña en relación a poner en duda “las fuentes de información” con las que Amnistía Internacional elaboró el informe de Oaxaca, tratando de ignorar a los detenidos, torturados y asesinados en dicho estado y la detención-desaparición de nuestros compañeros Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez Misma posición que adoptó Ulises Ruiz Ortiz ante la Sra. Irene Khan Secretaria General de Amnistía Internacional.
Ya en los años 70 Luis Echeverría Álvarez, aplicó la misma política que Felipe Calderón Hinojosa está desarrollando, legitimarse con el reconocimiento y la relación diplomática con otros gobiernos latinoamericanos (Argentina, Chile, Brasil, Venezuela y hasta Cuba) mientras reprimía al movimiento estudiantil (1971) encarcelaba, torturaba y ejercía la desaparición forzada de luchadores sociales. No es ocioso que la Secretaria General de Amnistía Internacional, Sra. Irene Khan, haya calificado su política hacia los Derechos Humanos de esquizofrénica.
Ulises Ruiz Ortiz, en desplegado pagado en La Jornada del día 2 de agosto del año en curso a través de su Procurador General de Justicia del Estado negó categóricamente que nuestros compañeros Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, “...hayan sido detenidas por alguna autoridad local, dado que no obra en los archivos de la Procuraduría General de Justicia del Estado ninguna orden de presentación, detención, comparecencia o de aprehensión respecto a ellas...” para luego exigir “...a quien los tenga que los presenten con vida de forma inmediata.”
Lo que no dice es que sus funcionarios y él saben perfectamente quiénes los detuvieron dado que grande fue su enojo por el hecho de “no haber sido avisado por miembros de la AFI y PFP al respecto”. Luego, le corresponde pagar otro desplegado en el que dé a conocer públicamente quienes fueron los que los detuvieron para conocer a los responsables directos de dicha detención-desaparición y deslindarse si no es cómplice, de un crimen de lesa humanidad como lo es la detención-desaparición de nuestros compañeros. Mientras Ulises Ruiz Ortiz no dé ese paso, no dejará de tener responsabilidad y seguirá dando lugar a la exigencia de nuestro Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario, PDPR-EPR, de presentar con vida y en libertad a Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez.
Mientras Ulises Ruiz Ortiz no diga públicamente quiénes se los llevaron son responsables directos, en primer lugar el mismo Ulises Ruiz Ortiz, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, Procurador de Justicia del estado de Oaxaca; el General Juan Alfredo Oropeza Garnica, Comandante de la Octava Región Militar, en Ixcotel, Oaxaca; el General Brigadier Martín Morfín, Comandante de la sección de Inteligencia del Estado Mayor de la SEDENA en Oaxaca; Francisco Garduño Juárez coordinador de la AFI; Miguel Ángel Quezada Colombo, Coordinador de la PFP; Guillermo Valdés, Director del CISEN y su representante en ese estado; Francisco Ramírez Acuña, Secretario de Gobernación; Eduardo Medina Mora, Procurador General de Justicia; Genaro García Luna, de la SIEDO; Guillermo Galván Galván Secretario de la Defensa Nacional.
Y mientras Felipe Calderón Hinojosa se escuda en el federalismo para no frenar la masacre con la que Ulises Ruiz Ortiz se está manteniendo en la gubernatura rodeado de sus cómplices, viola flagrantemente la soberanía del estado de Oaxaca con la detención-desaparición de nuestros compañeros. Ulises Ruiz Ortiz y Felipe Calderón Hinojosa, están dando lugar al despertar de la solidaridad del pueblo mexicano, por lo que no se sorprendan si al crecer ésta involucra a todo tipo de ONG´s nacionales e internacionales como Amnistía Internacional y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; a organizaciones políticas populares del país que enfrentando el riesgo de ser injustamente perseguidas y acosadas por sus gobiernos continuarán denunciando todo tipo de violación de los derechos humanos en el país.
A la petición de Organismos No Gubernamentales, la Secretaría de la Defensa Nacional, el 14 del presente mes, presionada, abrió las puertas de una de las prisiones existentes en el Campo Militar Numero Uno para que Jesús Urióstegui, Director del programa de presuntos desaparecidos de la CNDH realizara una visita de unos cuantos minutos y “confirmara” que nuestros compañeros Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez no se encuentran en el Campo Militar Número Uno. Lo cual no es creíble porque en el Campo Militar Número Uno no sólo existe la prisión visitada, existen otras prisiones conocidas sólo por personal militar y sótanos, cuyo conocimiento es aún más restringido, que han sido y siguen siendo utilizadas desde que fueron construidos para “desaparecer” a los luchadores sociales que han osado oponerse al Estado mexicano.
Sabemos que aún están con vida y que se encuentran en una casa de arraigo clandestina. Señor Felipe Calderón Hinojosa, a usted corresponde hacer valer la legalidad si aún existe, demuéstrelo haciendo que sus subordinados los presenten. De usted depende.
No podríamos dejar de manifestar nuestro repudio a la instrumentación del “Plan México” que está siendo negociado a espaldas de nuestro pueblo como concreción del ASPAN Acuerdo de Seguridad para América del Norte, ya que obedece a los intereses de seguridad sólo de Estados Unidos y porque abre la puerta a la intervención norteamericana tan repudiada en el mundo entero.
Al mismo tiempo hacemos del conocimiento público que actualmente el principal objetivo de nuestro accionar político militar es la presentación con vida y libertad de nuestros compañeros Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, oaxaqueños ambos.
La caída o expulsión de Ulises Ruiz Ortiz, sólo será obra de todos los que organizados, amados o no, en unidad con el pueblo oaxaqueño en cuanto exista quien lo sustituya y represente los intereses de nuestro pueblo y garantice la justicia inmediata, por lo que su salida no depende de los buenos deseos ni de actos voluntaristas.
En el Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario PDPR-EPR, no amenazamos con acciones de hostigamiento de mayor o menor envergadura, no se trata de dejarse llevar por las emociones sino de ser racionales y nuestra acción siempre estará enmarcada dentro del análisis político exhaustivo, en donde lo local es parte de lo nacional como un todo, por lo que la entrevista del día 15 de agosto publicada en el diario nacional La Jornada, no corresponde a nuestras concepciones. Damos a conocer que: temporalmente desde este momento los únicos voceros de nuestro partido serán la Comisión Nacional de Prensa y Propaganda, el Comité Central y la Comandancia General, que dentro de esta temporalidad todo Comunicado que no sea suscrito por estas instancias será apócrifo.
En vísperas del primer informe de Felipe Calderón Hinojosa, a pesar de todos los horrores que ha hecho y mandado hacer con el ejército: las violaciones sexuales y tumultuarias, las detenciones injustas, los asesinatos, la desaparición forzada, la criminalización de las luchas sociales; a pesar de tener en el desempleo a medio país, en la desgracia al campo, en la hambruna a más de la mitad de nuestro pueblo por el robo constante y la corrupción de su gobierno; a pesar del intento de finiquitar la venta de PEMEX, de la Comisión de Electricidad, busca por todas las formas legitimarse, primero haciéndose pasar como el vencedor de la lucha contra el crimen organizado y de vanagloriarse de haber cooptado a algunos que se dicen de izquierda, sin embargo, la verdad que vive el país es la del subsidio permanente y cínico a los grandes empresarios que sostienen a su gobierno y el país está en una constante debacle que se agudizará con el hambre de millones de mexicanos debido a los desastres producidos por los fenómenos naturales que Felipe Calderón cree se arreglarán con una cobija, un kilo de frijoles, azúcar, arroz y agua, cree que no podrán suceder pandemias de las que acarrean los desastres de este tipo de fenómenos naturales, haciendo de esto un show mediático en el que lo central es su lucimiento grotesco con gorra de cinco estrellas y el consuelo personal como si con eso se resolvieran los problemas y carencias existentes con desastres producidos por fenómenos naturales o sin ellos, habiendo millones de mexicanos que también nos debatimos en la miseria y el hambre debido a la existencia de unos cuantos multimillonarios, y son estos millonarios los que lo sostienen y están haciendo fuerzas paramilitares para que a los millones de miserables y luchadores sociales nos asesinen para evitar la protesta social porque para ellos eso es más moral que “verlos sufrir”
¿Dónde están los generales y oficiales del ejército que son honestos que sabemos todavía existen y que todavía no se han rebelado?, ¿Dónde están los demócratas, los progresistas, los de la izquierda que se atrevan a cuestionar la política calderonista en su rostro, sobre todos los detenidos-desaparecidos y nuestros compañeros desaparecidos Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez?,¿Dónde están los que se dicen que representan al pueblo?
Sr. Calderón, usted es el de la doctrina fascista que ante los fenómenos naturales invoca a Dios y ante las protestas sociales hipócritamente llama al diálogo, pero al voltearse es el que cree que desde el vientre de la madre hay que asesinar al comunista, al judío y que a todo luchador social hay que desaparecerlo, para luego acudir con Norberto Ribera Carrera para que le dé la absolución, Usted sí que es un obcecado fascista que insiste en destruir este país.
Por lo tanto, seguiremos insistiendo: Señores de los gobiernos federal y estatal, presenten con vida y libertad a nuestros compañeros Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, sólo ustedes son responsables de la desaparición-forzada de la que están siendo objeto y sólo a ustedes corresponde la responsabilidad de presentarlos.
¡NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS, NO NOS RECONCILIAMOS,
VIVOS LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
(Retomado de H.I.J.O.S.)
¡PRESENTACIÓN CON VIDA Y LIBERTAD DE NUESTROS COMPAÑEROS EDMUNDO REYES
AMAYA, GABRIEL ALBERTO CRUZ SÁNCHEZ Y TODOS LOS DETENIDOS-DESAPARECIDOS DEL
PAIS!
¡ALTO A LOS MALOS TRATOS A LOS LUCHADORES SOCIALES EN CARCELES DE MÁXIMA
SEGURIDAD!
¡LIBERTAD INMEDIATA A TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS Y DE CONCIENCIA DEL PAIS!
¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARA!
COMITÉ CENTRAL
DEL
PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO.
PDPR
COMANDANCIA GENERAL
DEL
EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
CG-EPR
Año 43
República Mexicana, a 30 de agosto de 2007.
Fuente: Cedema.
Entrevista apocrifa según el comunicado: La Jornada, 15 y 16 de agosto.
Niega que la detención sea resultado de una purga o diferencias con la APPO
Se hostigará al Estado hasta que presente a los desaparecidos: EPR
La Comandancia Militar de Zona llama al movimiento magisterial y popular a incluir en sus demandas la liberación de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez
OCTAVIO VELEZ ASCENCIO / I
Oaxaca, Oax., 14 de agosto. El Ejército Popular Revolucionario (EPR) descartó que la detención-desaparición de dos de sus militantes: Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, ocurrida el 25 de mayo pasado en esta capital, sea producto de una "purga" al interior de su organización político-militar o de "contradicciones" con la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).
"La desaparición de nuestros compañeros es producto de la guerra sucia que el Estado aplica como parte de su esencia fascista", afirmó la Comandancia Militar de Zona del EPR, en entrevista concedida a La Jornada mediante correo electrónico.
Advirtió que "no se cansará" de exigir la presentación con vida y la libertad inmediata de sus dos integrantes y, en consecuencia, continuará con sus acciones de hostigamiento político militar.
"Si ellos continúan diciendo que nadie sabe dónde están nuestros compañeros, pues nosotros seguiremos con nuestro accionar político-militar hasta lograr nuestros objetivos", asentó.
De igual manera, convocó al movimiento magisterial y popular que integra la APPO, a exigir también la presentación con vida y la libertad inmediata de Reyes Amaya y Cruz Sánchez, por principio de solidaridad.
Estrategia contrainsurgente
La Comandancia Militar de Zona del grupo armado sostuvo que la detención-desaparición de Reyes Amaya y Cruz Sánchez "forma parte de la estrategia de guerra contrainsurgente que el Estado aplica a los luchadores sociales, y a todo movimiento político-social que se oponga al régimen neoliberal y a la ultraderecha panista.
"La desaparición forzada de nuestros compañeros es parte de la guerra sucia que los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) aplican desde el sexenio foxista hasta el día de hoy, teniendo como resultado, hasta el momento, varios desaparecidos, cientos de detenidos en Oaxaca, más de 20 muertos y un incontable número de torturados", agregó.
Destacó que la "defensa del poder autoritario" que hacen el presidente Felipe Calderón Hinojosa y el gobernador Ulises Ruiz Ortiz "no es más que la defensa del terrorismo de Estado, lo que hace que Oaxaca y el país estén entrando a un callejón sin salida".
De este modo, descartó las versiones difundidas en varios medios de comunicación, "y en los pasillos de (la Secretaría de) Gobernación, en la Casa de Gobierno de Ulises y en el Campo Militar número 1, de que la desaparición de nuestros compañeros ha sido por una 'purga' o por las contradicciones con la APPO.
"Negamos categóricamente esas versiones, como ya lo hemos hecho durante más de mes y medio; las mentiras de esa índole han sido filtradas por el Cisen (Centro de Investigación y Seguridad Nacional) e inteligencia militar, y pretenden que se conviertan en una verdad para lavarse las manos ante la opinión pública y los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos, manteniendo de esta manera en la impunidad a los verdaderos responsables de este acto criminal", acotó.
Además, la Comandancia Militar de Zona del EPR culpó de la detención-desaparición forzada de Reyes Amaya y Cruz Sánchez a Calderón Hinojosa y a Ruiz Ortiz, así como al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, y al comandante de la octava Región Militar, con sede en la ciudad de Oaxaca, Juan Alfredo Oropeza Garnica.
"Reiteramos que la desaparición de nuestros compañeros no ha sido ni será por un problema entre revolucionarios", afirmó.
Asimismo, el EPR consideró que la presentación con vida y la libertad inmediata de sus compañeros "no depende de la misericordia del gobierno ultraderechista", sino de su accionar político-militar y de la exigencia de las organizaciones sociales, organismos de derechos humanos nacionales e internacionales y de la sociedad en general.
Acciones político-militares para frenar tortura y asesinatos impunes
"Sabemos hasta el momento que el Estado no tiene intención alguna de presentarlos, pues sigue negando que los tiene, y da argumentos que a todas luces muestran la total impunidad con la que operan sus cuerpos represivos, ya que la desaparición forzada tiene como propósito torturar y asesinar en la impunidad, es por ello que no nos deja otro recurso más que continuar con el accionar político-militar", agregó.
Igualmente, dio a conocer que a la par del hostigamiento militar "contra instalaciones de la oligarquía", el EPR actualmente desarrolla un trabajo político entre las masas, como parte de su campaña nacional por la presentación con vida y libertad de sus dos militantes.
"Los gobiernos federal y estatal, y los generales del Ejército (Mexicano), han implementado como método para solucionar cualquier brote de descontento popular el terrorismo de Estado, por lo que nosotros, apegados a nuestro legítimo derecho, recurrimos a la autodefensa armada, impulsamos también la organización y movilización de todo el pueblo, así como la educación política y la organización en cada uno de todos sus sectores", señaló.
El accionar político-militar, subrayó, "es inherente al desarrollo de la lucha popular (y) para nosotros es imprescindible la formación política en las bases, pues es donde la lucha revolucionaria germina y permanece".
Así, consideró que no sería "una alternativa honesta, ni mucho menos tendría respuestas militares contundentes, sin el apoyo de la gente y del pueblo.
"Nuestra campaña nacional no está desligada de las masas, para que la llama revolucionaria permanezca en el corazón y en la memoria de los oaxaqueños", insistió.
La Comandancia Militar de Zona del EPR también llamó a la APPO y a la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, "que son organizaciones sociales y pacíficas, y no organizaciones armadas", a incorporar dentro de su pliego petitorio la exigencia de presentación con vida de sus compañeros.
"Al movimiento magisterial-popular le decimos que la solidaridad es un principio, y es en la praxis donde se cristaliza la certeza de nuestra ideología y conciencia", indicó.
Pide al movimiento popular oaxaqueño no caer en manos de políticos "pro oligárquicos"
Impulsará el EPR "todas las formas de lucha" hasta que caiga Ulises Ruiz
OCTAVIO VELEZ ASCENCIO /II, ULTIMA
Oaxaca, Oax., 15 de agosto. El Ejército Popular Revolucionario (EPR) afirmó que la "claridad política" del pueblo oaxaqueño y la actitud represiva del gobierno estatal no solamente han fortalecido su estructura, sino también "la alternativa de impulsar todas las formas de lucha hasta que caiga el cacique" Ulises Ruiz Ortiz.
"El desarrollo de nuestra estructura clandestina continúa en pleno crecimiento; no hay que olvidar que en Oaxaca el gobierno de Ulises Ruiz ha cerrado todo espacio legal y pacífico", asentó. Además, consideró que el movimiento magisterial y popular "no debe caer en el desgaste organizativo ni dejarse absorber por la coyuntura de los políticos pro oligárquicos".
En entrevista con La Jornada mediante correo electrónico, la Comandancia Militar de Zona del EPR expuso que el aumento de su base social y política "ha sido continuo, porque se ha trabajado desde la clandestinidad hasta las escuelas en vivo en todo este gran proceso de lucha del pueblo oaxaqueño".
La base social, añadió, "se ha extendido en diversas regiones y esto nos permite actuar y desarrollar las tareas que el momento político actual exige".
Explicó que el fortalecimiento de sus estructuras "se debe también a la claridad política de los oaxaqueños", como lo demostró el histórico abstencionismo en las elecciones para diputados locales del pasado 5 de agosto, "en las cuales más de millón y medio de oaxaqueños dio la espalda a Ulises Ruiz y a la clase política".
Reconoció que si bien el trabajo realizado en los años recientes "ha sido de mucha perseverancia", también ha habido "algunos tropiezos y mucha autocrítica", pero siempre "en apego al principio de la honestidad".
Sin duda alguna -anotó-, "la reflexión, admitir errores y aciertos, tener una actitud correcta ante la vida e impulsar los más altos valores humanos en nuestra militancia han sido la clave de nuestro desarrollo. Admitir que no es un individuo o un pequeño grupo de hombres los que cambiamos nuestra realidad, sino que es el pueblo el que a partir de su esfuerzo, de su sencillez, de su creatividad y de su honestidad el único que puede transformar nuestra sociedad".
Sobre el movimiento magisterial y popular, el grupo armado opinó que la lucha del pueblo oaxaqueño "no debe caer en el desgaste organizativo ni dejarse absorber por la coyuntura de los políticos pro oligárquicos, porque solamente se interesan por el pueblo en los procesos electorales, meramente como suma de votos".
Tampoco se debe "hacer que los planes de trabajo sean determinados por los intereses de alguna fuerza política en particular y no por las necesidades e intereses de las bases, (así como) no permitir que la autocrítica sea letra muerta en la discusión y el análisis, pues en la actualidad es de suma importancia la reflexión política.
"Fortalecer la independencia del movimiento magisterial-popular, llevar a cabo la educación política interna, construir desde abajo para que de ahí salgan y se tomen las orientaciones más correctas. En fin, se trata de impulsar la estrategia con base en la congruencia y en la honestidad", asentó.
Se requiere nuevamente, insistió, "propiciar barricadas de ideas que permitan no sólo defenderse, sino también aglutinar y llegar nuevamente a las colonias, a los barrios, a las fábricas, a la comunidad, a los pueblos y a las escuelas.
"Se necesita, pues, reorganizar para que, con nuevos bríos y mayor fuerza, se continúe con este histórico movimiento. En estos momentos ya no es tiempo de vacilaciones o de resignación; es el momento de ser congruentes con la lucha revolucionaria."
Ante esto, el EPR remarcó que arreciará su accionar frente a "cualquier agresión" en contra del pueblo o de cualquier luchador social o militante revolucionario, y por "el empecinamiento del Estado de no presentar vivos y en libertad" a sus compañeros Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Cruz Sánchez. "Ante cualquier respuesta represiva de (Felipe) Calderón, Ulises (Ruiz) y el general (Guillermo) Galván, no vamos a titubear en dar una respuesta revolucionaria de mayor envergadura", advirtió.
Señaló que el desarrollo de acciones político-militares con otros grupos armados para demandar la presentación con vida y libertad de Reyes Amaya y Cruz Sánchez no lo decide el EPR. "Eso no depende de nosotros; la solidaridad, simplemente, es un principio, un deber moral", subrayó
Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.
2 sept 2007
Post-Kioto
Pos-Kioto/editorial, El País: 03/09/2007;
Expertos de 151 países se han reunido estos días en Viena para preparar la cumbre prevista para fin de año en Bali con el objetivo de evaluar los resultados y dar continuidad a partir de 2012 a los compromisos del Protocolo de Kioto sobre la emisión de gases de efecto invernadero (esencialmente, dióxido de carbono) y su efecto sobre el cambio climático.
Los modestos objetivos marcados en ese protocolo son insuficientes para cambiar la tendencia al alza de las emisiones, pese a lo cual no han sido firmados por algunos de los países más contaminantes del mundo, como EE UU. Se acepta generalmente que es sólo el comienzo de una serie de acuerdos para fijar objetivos más ambiciosos. La mayoría de los científicos coincide en que la perturbación producida por las emisiones de estos gases, generados en la utilización de los combustibles fósiles, está contribuyendo al cambio climático, y que, más allá de cierto límite (un aumento de más de dos grados en la temperatura media del planeta), el cambio puede producir consecuencias irreversibles y potencialmente devastadoras.
Ese límite será alcanzado si no se modifica la tendencia actual de consumo energético, y de ahí la importancia de asegurar acuerdos pos-Kioto que involucren a todos los países. Se ha fijado la fecha de 2009 para poner a punto los nuevos compromisos, pero las reticencias de algunos países hacen poco verosímil que éstos se produzcan. A finales de este año se reunirá en Bali una nueva cumbre (reunión de las partes del Convenio Marco sobre Cambio Climático de la ONU) para ir fijando los objetivos, pero la marcha de la reunión preparatoria de Viena induce al pesimismo.
Europa plantea objetivos ambiciosos (un 30% de reducción de las emisiones respecto de 1990 para 2020), pero algunos de los países más contaminantes, entre los que se cuentan Canadá, Japón o Rusia, pretenden que los objetivos se conviertan en indicadores no vinculantes, mientras que EE UU, que no firmó los acuerdos de Kioto, continúa planteando iniciativas propias que por el momento están teniendo pocos efectos concretos sobre su política energética.
Una de estas iniciativas es convocar a los países del G-8 y a otros en vías de desarrollo pero con un elevado nivel de emisiones, como China o India, para llegar a acuerdos al margen de la ONU. Estos últimos países no estuvieron obligados a adoptar compromisos de reducción de emisiones debido a que los desequilibrios climáticos están siendo producidos por las emisiones de los países más ricos, pero la situación está cambiando con rapidez debido a su acelerado desarrollo económico, lo que implica que deberán estar afectados también por las limitaciones que se fijen en el futuro. El caso de China es paradigmático. El crecimiento de los últimos años está requiriendo fuertes aumentos en el consumo de energía, el cual está siendo asegurado a partir de todas las fuentes disponibles, singularmente carbón, muy abundante pero también el más contaminante de todos los combustibles fósiles. Hasta el punto de que hoy está ya igualando a EE UU en cuanto a emisiones brutas, con la salvedad de poseer una población cuatro veces mayor.
Justamente, las emisiones de gases de efecto invernadero (función del consumo energético) per cápita deberían ser el parámetro decisivo a la hora de establecer cuotas por países, de forma que las poblaciones de los más poblados no estuvieran discriminadas respecto del resto. Tal es la propuesta de Angela Merkel, sugerida ya anteriormente por otras personas. El problema es que cambiar de criterio respecto del más simple adoptado en Kioto, teniendo en cuenta las dificultades para cumplirlo, podría complicar la discusión. Sin duda debemos avanzar hacia el criterio per cápita, pero quizá no en estos momentos en los que lo crucial es definir acuerdos y cumplirlos, dejando abierta la posibilidad de perfeccionarlos en el futuro.
Puede ocurrir que la sociedad asista a estas discusiones con la sensación de que son cosas de políticos o de grandes grupos empresariales. Pero lo cierto es que nos afecta a todos, porque el consumo energético es la suma de los consumos de todos, cuando vamos en coche, y dependiendo de qué coche, o cuando encendemos el aire acondicionado, y dependiendo de la temperatura del termostato. A veces, activistas de algunos de los países más renuentes a comprometerse en medidas efectivas hacen actos de protesta imaginativos cuyo destinatario no se adivina, y quizá luego vuelvan a sus ciudades, industrias y hogares pensando que pueden continuar con sus hábitos de consumo energético porque toda esta discusión afecta a otros.
La realidad es que la mentalidad de exigencia de energía abundante, segura y barata, venga de donde venga, con tal de que las industrias productoras no estén cerca, debe cambiar si queremos que nuestros representantes se atrevan a fijar objetivos ambiciosos y los representados se apresten a colaborar en su cumplimiento.
Expertos de 151 países se han reunido estos días en Viena para preparar la cumbre prevista para fin de año en Bali con el objetivo de evaluar los resultados y dar continuidad a partir de 2012 a los compromisos del Protocolo de Kioto sobre la emisión de gases de efecto invernadero (esencialmente, dióxido de carbono) y su efecto sobre el cambio climático.
Los modestos objetivos marcados en ese protocolo son insuficientes para cambiar la tendencia al alza de las emisiones, pese a lo cual no han sido firmados por algunos de los países más contaminantes del mundo, como EE UU. Se acepta generalmente que es sólo el comienzo de una serie de acuerdos para fijar objetivos más ambiciosos. La mayoría de los científicos coincide en que la perturbación producida por las emisiones de estos gases, generados en la utilización de los combustibles fósiles, está contribuyendo al cambio climático, y que, más allá de cierto límite (un aumento de más de dos grados en la temperatura media del planeta), el cambio puede producir consecuencias irreversibles y potencialmente devastadoras.
Ese límite será alcanzado si no se modifica la tendencia actual de consumo energético, y de ahí la importancia de asegurar acuerdos pos-Kioto que involucren a todos los países. Se ha fijado la fecha de 2009 para poner a punto los nuevos compromisos, pero las reticencias de algunos países hacen poco verosímil que éstos se produzcan. A finales de este año se reunirá en Bali una nueva cumbre (reunión de las partes del Convenio Marco sobre Cambio Climático de la ONU) para ir fijando los objetivos, pero la marcha de la reunión preparatoria de Viena induce al pesimismo.
Europa plantea objetivos ambiciosos (un 30% de reducción de las emisiones respecto de 1990 para 2020), pero algunos de los países más contaminantes, entre los que se cuentan Canadá, Japón o Rusia, pretenden que los objetivos se conviertan en indicadores no vinculantes, mientras que EE UU, que no firmó los acuerdos de Kioto, continúa planteando iniciativas propias que por el momento están teniendo pocos efectos concretos sobre su política energética.
Una de estas iniciativas es convocar a los países del G-8 y a otros en vías de desarrollo pero con un elevado nivel de emisiones, como China o India, para llegar a acuerdos al margen de la ONU. Estos últimos países no estuvieron obligados a adoptar compromisos de reducción de emisiones debido a que los desequilibrios climáticos están siendo producidos por las emisiones de los países más ricos, pero la situación está cambiando con rapidez debido a su acelerado desarrollo económico, lo que implica que deberán estar afectados también por las limitaciones que se fijen en el futuro. El caso de China es paradigmático. El crecimiento de los últimos años está requiriendo fuertes aumentos en el consumo de energía, el cual está siendo asegurado a partir de todas las fuentes disponibles, singularmente carbón, muy abundante pero también el más contaminante de todos los combustibles fósiles. Hasta el punto de que hoy está ya igualando a EE UU en cuanto a emisiones brutas, con la salvedad de poseer una población cuatro veces mayor.
Justamente, las emisiones de gases de efecto invernadero (función del consumo energético) per cápita deberían ser el parámetro decisivo a la hora de establecer cuotas por países, de forma que las poblaciones de los más poblados no estuvieran discriminadas respecto del resto. Tal es la propuesta de Angela Merkel, sugerida ya anteriormente por otras personas. El problema es que cambiar de criterio respecto del más simple adoptado en Kioto, teniendo en cuenta las dificultades para cumplirlo, podría complicar la discusión. Sin duda debemos avanzar hacia el criterio per cápita, pero quizá no en estos momentos en los que lo crucial es definir acuerdos y cumplirlos, dejando abierta la posibilidad de perfeccionarlos en el futuro.
Puede ocurrir que la sociedad asista a estas discusiones con la sensación de que son cosas de políticos o de grandes grupos empresariales. Pero lo cierto es que nos afecta a todos, porque el consumo energético es la suma de los consumos de todos, cuando vamos en coche, y dependiendo de qué coche, o cuando encendemos el aire acondicionado, y dependiendo de la temperatura del termostato. A veces, activistas de algunos de los países más renuentes a comprometerse en medidas efectivas hacen actos de protesta imaginativos cuyo destinatario no se adivina, y quizá luego vuelvan a sus ciudades, industrias y hogares pensando que pueden continuar con sus hábitos de consumo energético porque toda esta discusión afecta a otros.
La realidad es que la mentalidad de exigencia de energía abundante, segura y barata, venga de donde venga, con tal de que las industrias productoras no estén cerca, debe cambiar si queremos que nuestros representantes se atrevan a fijar objetivos ambiciosos y los representados se apresten a colaborar en su cumplimiento.
Los biocombustibles
Los biocombustibles deben beneficiar a los pobres/Jacques Diouf, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO
Tomado de El País, 02/09/2007
Gran parte del actual debate sobre la bioenergía -al concentrarse sobre aspectos negativos como la fuerte alza del precio de los alimentos y la pérdida de biodiversidad- deja de lado el enorme potencial del sector para reducir el hambre y la pobreza. Si se utiliza de forma adecuada, la bioenergía nos ofrece una oportunidad histórica de acelerar el crecimiento de muchos de los países más pobres del mundo, posibilitar un renacimiento de la agricultura y suministrar una energía moderna a un tercio de la población mundial.
Sin embargo, esta meta de enorme importancia podrá cumplirse solamente si ahora se toman las decisiones adecuadas y se establecen las políticas correctas. Necesitamos desarrollar con urgencia una estrategia internacional para la bioenergía. En su ausencia, corremos el riesgo de que produzca los efectos contrarios: una mayor pobreza y mayor daño al medio ambiente. De forma específica, esta estrategia debe asegurar que una parte importante de la bioenergía producida por este mercado multimillonario sea generada por los trabajadores agrícolas del mundo en desarrollo, que representan el 70% de los pobres del planeta.
También debe incluir esta estrategia colectiva una serie de políticas que promuevan el acceso de los pobres del ámbito rural al mercado internacional de la bioenergía. En primer lugar, se requiere la eliminación de las barreras comerciales que algunos países de la OCDE aplican a las importaciones de etanol.
En segundo lugar, necesitamos garantizar que los pequeños campesinos puedan organizarse entre ellos para producir, procesar y comercializar los cultivos para suministrar bioenergía a la escala necesaria. En la práctica, ello supone que tengan acceso al crédito y al micro-crédito y se les ayude a organizarse en cooperativas.
Por último, se requiere un sistema de certificación que asegure que los productos bioenergéticos pueden venderse tan sólo si reúnen una serie de requisitos medioambientales. Así se promovería la producción por parte de pequeños campesinos, que tradicionalmente utilizan sistemas agrícolas complejos y biodiversificados, al contrario de las grandes explotaciones industriales que practican el monocultivo.
Estas medidas permitirían a los países en desarrollo -que en general poseen ecosistemas y climas más adecuados para la producción de biomasa que los países industrializados, y cuentan a menudo con grandes reservas de tierra y mano de obra- aprovechar sus ventajas comparativas.
Pero tal y como están ahora las cosas, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que en 2030 los biocombustibles supondrán entre el 4% y el 7% del total de combustible utilizado para el transporte; permaneciendo Estados Unidos, la Unión Europea y Brasil como principales productores y consumidores. Si es así, significará que tuvimos una oportunidad para cumplir nuestras promesas solemnes de acabar con el hambre y la pobreza, pero que preferimos mirar para otro lado.
Hasta ahora, el debate sobre los biocombustibles se ha centrado casi de forma exclusiva en la substitución del petróleo en el transporte. Pero en la actualidad, los biocombustibles para el transporte representan menos del 1% de la producción mundial de energía. Un porcentaje mucho mayor de la energía a nivel mundial, el 10%, procede de la "bioenergía tradicional": la leña, el carbón vegetal, el estiércol y los residuos de las cosechas, que calientan las casas y permiten cocinar en gran parte del mundo en desarrollo.
Centrar el debate exclusivamente en los biocombustibles para el transporte supone, por lo tanto, dejar de lado una gran parte del potencial que tiene la bioenergía para la reducción de la pobreza. Este potencial reside más en ayudar a dos mil millones de personas a producir su propia electricidad y cubrir otras necesidades energéticas que en mantener 800 millones de automóviles y camiones circulando por las carreteras.
La electricidad es lo que impulsa el desarrollo: no se pueden establecer redes informáticas con excrementos de vaca secos. Pero, gracias a la tecnología moderna, es posible transformar esos excrementos en biogás. Ayudar a los dos mil millones de personas que viven con menos de dos dólares diarios a obtener una bioenergía accesible, hecha en casa y sostenible a nivel medioambiental, representaría un espectacular paso adelante en su desarrollo.
Promover esta transformación es hoy más urgente que nunca debido al aumento del 300% en los precios del petróleo registrado en los últimos años, que supone una carga abrumadora para las economías de los países más pobres del mundo.
Es necesario abordar con urgencia estas cuestiones para evitar más daños. Nuestro objetivo debería ser una reunión de alto nivel, como muy tarde el próximo verano, para establecer las reglas básicas del mercado internacional de la bioenergía.
Hay que garantizar que la bioenergía alcance su potencial de promover crecimiento sostenible y progreso, evitando al mismo tiempo que los ricos se hagan aún más ricos, empobreciendo más a los que sufren de pobreza crónica y produciendo un daño mayor a un medio ambiente cada día más frágil.
Tomado de El País, 02/09/2007
Gran parte del actual debate sobre la bioenergía -al concentrarse sobre aspectos negativos como la fuerte alza del precio de los alimentos y la pérdida de biodiversidad- deja de lado el enorme potencial del sector para reducir el hambre y la pobreza. Si se utiliza de forma adecuada, la bioenergía nos ofrece una oportunidad histórica de acelerar el crecimiento de muchos de los países más pobres del mundo, posibilitar un renacimiento de la agricultura y suministrar una energía moderna a un tercio de la población mundial.
Sin embargo, esta meta de enorme importancia podrá cumplirse solamente si ahora se toman las decisiones adecuadas y se establecen las políticas correctas. Necesitamos desarrollar con urgencia una estrategia internacional para la bioenergía. En su ausencia, corremos el riesgo de que produzca los efectos contrarios: una mayor pobreza y mayor daño al medio ambiente. De forma específica, esta estrategia debe asegurar que una parte importante de la bioenergía producida por este mercado multimillonario sea generada por los trabajadores agrícolas del mundo en desarrollo, que representan el 70% de los pobres del planeta.
También debe incluir esta estrategia colectiva una serie de políticas que promuevan el acceso de los pobres del ámbito rural al mercado internacional de la bioenergía. En primer lugar, se requiere la eliminación de las barreras comerciales que algunos países de la OCDE aplican a las importaciones de etanol.
En segundo lugar, necesitamos garantizar que los pequeños campesinos puedan organizarse entre ellos para producir, procesar y comercializar los cultivos para suministrar bioenergía a la escala necesaria. En la práctica, ello supone que tengan acceso al crédito y al micro-crédito y se les ayude a organizarse en cooperativas.
Por último, se requiere un sistema de certificación que asegure que los productos bioenergéticos pueden venderse tan sólo si reúnen una serie de requisitos medioambientales. Así se promovería la producción por parte de pequeños campesinos, que tradicionalmente utilizan sistemas agrícolas complejos y biodiversificados, al contrario de las grandes explotaciones industriales que practican el monocultivo.
Estas medidas permitirían a los países en desarrollo -que en general poseen ecosistemas y climas más adecuados para la producción de biomasa que los países industrializados, y cuentan a menudo con grandes reservas de tierra y mano de obra- aprovechar sus ventajas comparativas.
Pero tal y como están ahora las cosas, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que en 2030 los biocombustibles supondrán entre el 4% y el 7% del total de combustible utilizado para el transporte; permaneciendo Estados Unidos, la Unión Europea y Brasil como principales productores y consumidores. Si es así, significará que tuvimos una oportunidad para cumplir nuestras promesas solemnes de acabar con el hambre y la pobreza, pero que preferimos mirar para otro lado.
Hasta ahora, el debate sobre los biocombustibles se ha centrado casi de forma exclusiva en la substitución del petróleo en el transporte. Pero en la actualidad, los biocombustibles para el transporte representan menos del 1% de la producción mundial de energía. Un porcentaje mucho mayor de la energía a nivel mundial, el 10%, procede de la "bioenergía tradicional": la leña, el carbón vegetal, el estiércol y los residuos de las cosechas, que calientan las casas y permiten cocinar en gran parte del mundo en desarrollo.
Centrar el debate exclusivamente en los biocombustibles para el transporte supone, por lo tanto, dejar de lado una gran parte del potencial que tiene la bioenergía para la reducción de la pobreza. Este potencial reside más en ayudar a dos mil millones de personas a producir su propia electricidad y cubrir otras necesidades energéticas que en mantener 800 millones de automóviles y camiones circulando por las carreteras.
La electricidad es lo que impulsa el desarrollo: no se pueden establecer redes informáticas con excrementos de vaca secos. Pero, gracias a la tecnología moderna, es posible transformar esos excrementos en biogás. Ayudar a los dos mil millones de personas que viven con menos de dos dólares diarios a obtener una bioenergía accesible, hecha en casa y sostenible a nivel medioambiental, representaría un espectacular paso adelante en su desarrollo.
Promover esta transformación es hoy más urgente que nunca debido al aumento del 300% en los precios del petróleo registrado en los últimos años, que supone una carga abrumadora para las economías de los países más pobres del mundo.
Es necesario abordar con urgencia estas cuestiones para evitar más daños. Nuestro objetivo debería ser una reunión de alto nivel, como muy tarde el próximo verano, para establecer las reglas básicas del mercado internacional de la bioenergía.
Hay que garantizar que la bioenergía alcance su potencial de promover crecimiento sostenible y progreso, evitando al mismo tiempo que los ricos se hagan aún más ricos, empobreciendo más a los que sufren de pobreza crónica y produciendo un daño mayor a un medio ambiente cada día más frágil.
Primer encuentro ecológico de la iglesia
Benedicto XVI reunió este fin de semana a 500,000 jóvenes en el santuario italiano de Loreto, los que con un lenguaje directo y cercano pidió que cambien el mundo y protejan el medioambiente.
Este era el segundo gran encuentro del Papa con los jóvenes, el anterior fue la localidad alemana de Colonia, en la Jornada Mundial de la Juventud de 2005. Benedicto XVI se mostró cercano con su audiencia y en diversas ocasiones formuló llamamientos en favor del medioambiente y les involucró en esta misión.
El evento católico es el primer encuentro juvenil ecológico, a diferencia de reuniones anteriores que dejaron toneladas de basura y daños al suelo.
En esta ocasión el equipo de los participantes incluía mochilas elaboradas con material reciclable, una linterna operada por manivela en lugar de baterías, bolsas de basura catalogadas por colores para que los desechos pudieran ser reciclados. Además, las comidas fueron servidas en platos biodegradables.
La misa, celebrada en la explanada de Montorso de Loreto y transmitida por televisión, fue uno de los actos de los dos días de visita del Papa al Santuario, donde el proyecto eclesial italiano Agorá, celebra su reunión anual en la que han participado jóvenes de todo el mundo.
Durante la homilía, Benedicto XVI, con voz fuerte y decidida, pidió a los jóvenes que no sigan "el camino del orgullo, sino el de la humildad", que es la "vía de la valentía", el resultado de la victoria del amor sobre el egoísmo; !¡Sed vigilantes, sed críticos!", exhortó.
La misa, celebrada en la explanada de Montorso de Loreto y transmitida por televisión, fue uno de los actos de los dos días de visita del Papa al Santuario, donde el proyecto eclesial italiano Agorá, celebra su reunión anual en la que han participado jóvenes de todo el mundo.
Durante la homilía, Benedicto XVI, con voz fuerte y decidida, pidió a los jóvenes que no sigan "el camino del orgullo, sino el de la humildad", que es la "vía de la valentía", el resultado de la victoria del amor sobre el egoísmo; !¡Sed vigilantes, sed críticos!", exhortó.
Les dijo que vayan a "contracorriente" sin escuchar las "voces interesadas y persuasivas" que publicitan "modelos de vida marcados por la arrogancia y la violencia, la prepotencia y el éxito a toda costa, el parecer y el tener, en detrimento del ser", palabras acogidas con entusiasmo y aplausos entre los jóvenes.
Insistió en el mensaje a los jóvenes de cuidar y preservar al medio ambiente, pues es a las nuevas generaciones a las que está confiado el futuro del planeta, que lleva las señales de un desarrollo que "no siempre ha sabido proteger los delicados equilibrios de la naturaleza".
Al final del servicio religioso invitó a los jóvenes a participar en la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en Sydney, y les pidió que se preparen espiritualmente para esa "gran manifestación de fe juvenil".
Insistió en el mensaje a los jóvenes de cuidar y preservar al medio ambiente, pues es a las nuevas generaciones a las que está confiado el futuro del planeta, que lleva las señales de un desarrollo que "no siempre ha sabido proteger los delicados equilibrios de la naturaleza".
Al final del servicio religioso invitó a los jóvenes a participar en la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en Sydney, y les pidió que se preparen espiritualmente para esa "gran manifestación de fe juvenil".
Pablo Biffi entrevista a Raúl Reyes de las FARC
ENTREVISTA EXCLUSIVA CON EL SEGUNDO COMANDANTE DE LA GUERRILLA COLOMBIANA
Publicada en el bonarense Clarín, 26 y 27 de agosto de 2007;
"Las FARC no entregaremos a los prisioneros en Venezuela"
Raúl Reyes hizo esa advertencia, hoy clave, aunque agradeció la mediación de Chávez, quien había ofrecido una zona de despeje en su país. El jefe guerrillero insistió en que Colombia debe abrir un área para el intercambio.
Pablo Biffi*, REPORTERO. SELVA DEL SUR DE COLOMBIA. ENVIADO ESPECIAL
Raúl Reyes hizo esa advertencia, hoy clave, aunque agradeció la mediación de Chávez, quien había ofrecido una zona de despeje en su país. El jefe guerrillero insistió en que Colombia debe abrir un área para el intercambio.
Pablo Biffi*, REPORTERO. SELVA DEL SUR DE COLOMBIA. ENVIADO ESPECIAL
"comandante" Raúl Reyes es el número dos de las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y uno de los siete miembros del Secretariado del Estado Mayor, conducido por el mítico Manuel Marulanda Vélez, Tirofijo, quien lleva casi 60 años en la clandestinidad. Creadas en 1964, las FARC se definen marxistas leninistas y "campesinas y bolivarianas".
En una entrevista exclusiva con Clarín en un campamento transitorio montado para el encuentro con este diario en la selva del sur de Colombia, Reyes dio la bienvenida al aporte del venezolano Hugo Chávez para un canje de unos 50 rehenes -entre ellos la ex candidata Ingrid Betancourt- por 400 guerrilleros presos. Pero aclaró que no aceptan entregar a sus prisioneros en Venezuela, tal como propuso el líder bolivariano quien el viernes se reunirá en Bogotá con su colega Alvaro Uribe.
"El está haciendo su aporte y lo agradecemos. Nosotros pensamos que es un inicio, es un nuevo impulso, un nuevo oxígeno que se le puede dar al tema del intercambio humanitario. Pero seguimos sosteniendo que el canje, por ser un problema derivado del conflicto interno, debe solucionarse en Colombia. No vamos a entregar prisioneros en Venezuela", dijo.
Con 30 años dentro de la organización -el grupo cuenta con alrededor de 17.000 hombres en armas-, un pasado vinculado al Partido Comunista y como concejal de un pueblo en Caquetá, Reyes tiene tres hijos de un matrimonio en la vida civil -cuando era Luis Edgar Devia Silva- y dice estar "cerquita de los 60 años". Para el líder guerrillero, Ingrid Betancourt no está en carácter de "secuestrada" desde febrero de 2002, sino como "prisionera política, por ser parte de un régimen que nosotros combatimos".
A lo largo de un día, Clarín compartió con Reyes un extenso diálogo en el que negó los vínculos de las FARC con el narcotráfico y rechazó que sean una organización terrorista.
-¿Por qué es tan difícil un acuerdo humanitario para liberar rehenes que algunos ya llevan 10 años prisioneros?
-Es que este gobierno no tiene la más mínima intención de hacerlo. Las FARC han insistido desde hace más de 5 años para conseguir el acuerdo, un canje entre unos 50 rehenes y 400 presos guerrilleros. Y hay que recordar que en los diálogos de paz con el gobierno de Andrés Pastrana liberamos unilateralmente a más de 300 soldados y policías. Y sólo obtuvimos la liberación de 14 guerrilleros enfermos. El resto de los rehenes que teníamos quedaron en nuestro poder para buscar un acuerdo humanitario.
-¿Por qué insisten en el despeje militar de dos municipios de 800 kilómetros cuadrados, Florida y Pradera, para el canje?
-Cuando asumió este gobierno en 2002 le propusimos el despeje de dos municipios en Caquetá, que eran San Vicente del Caguán y Cartagena del Chairá. Pero Uribe dijo que proponíamos esos sitios porque las FARC se sentían acosadas militarmente y querían recuperar terreno. Nosotros dijimos entonces: bueno, que sean otros así el gobierno no cree que queremos sacar ventaja. -
-¿Pero no se puede hacer de otra manera el intercambio?
-No, no se puede hacer de ninguna manera porque las FARC no tienen la más mínima confianza en los representantes de Uribe, porque es un gobierno ilegítimo, narco paramilitar, un gobierno que no tiene un interés distinto al de la guerra. Además, pensamos que es poca cosa desmilitarizar dos municipios por 45 días para un acuerdo de tanta envergadura.
-Pero el gobierno insiste en que no desmilitarizará y Uds., que sin desmilitarización no hay canje ¿Cómo se sale de esa trampa?
-Pensamos que de esto se sale con la presión nacional e internacional, para sensibilizar a Uribe que entienda que la única forma de llegar al acuerdo es desmilitarizando los municipios. No es Uribe el que ha hecho la propuesta, son las FARC las que la hicieron. Por eso es que hemos valorado muchísimo el papel que jugaron y juegan Francia, Suiza y España buscando el acuerdo. Pero la política de Uribe es la del rescate por la fuerza, sin importarle lo que les pase a los prisioneros, ya que él lo que quiere es mostrar resultados en la ejecución del Plan Patriota y el Plan Colombia financiados por Estados Unidos, y demostrar que está derrotando a las FARC.
-¿No le parece que es un juego de fuerza entre gobierno y FARC usando a los rehenes?
-Lo que pasa es que en Colombia hay un conflicto interno, una confrontación de más de 43 años sólo con las FARC, donde el Estado ha querido acabar con la guerrilla. Cada presidente utilizó cantidad de hombres y de recursos en buscar liquidar a las FARC. No lo lograron. Hemos crecido y hoy tenemos presencia en todo el país. Esto hace que la clase gobernante se preocupe.
-Insisto ¿No es un juego de fuerza con los rehenes de por medio?
-Es que el gobierno quiere hacerle creer al país y al mundo que nos está derrotando y que nos va hacer negociar bajo presión. Nosotros estamos fuertes y no negociamos bajo presión.
-Hace unos meses el gobierno liberó un centenar de guerrilleros y por pedido del presidente francés se liberó al "canciller" de las FARC Rodrigo Granda. Se esperaba un gesto recíproco de ustedes como dejar libre a Ingrid Betancourt, pero no hubo nada.
-Es que fue un hecho unilateral del gobierno en el marco de una campaña mediática para tapar el escándalo de la "parapolítica" que lo complica, y no producto de una negociación. Y en cuanto a la liberación de Granda, nosotros agradecimos el gesto del presidente Nicolas Sarkozy. Pero tampoco hubo un compromiso de las FARC con Sarkozy para que Granda fuera liberado.
-¿Pero no hubiera sido importante liberar a Ingrid o a Clara Rojas y su hijo de tres años, que nació en cautiverio?
-El problema del acuerdo humanitario deriva del conflicto interno colombiano y cualquier acuerdo debe hacerse en Colombia. Cualquier intervención en favor del canje es provechosa. Pero quienes deciden son el gobierno de Bogotá y las FARC.
-Chávez ofreció su país y una zona despejada para el canje ¿Aceptarían hacerlo en Venezuela?
-Yo quiero agradecer a través de Clarín al presidente Chávez por ese gesto, por esa generosidad, por ese sentido de solidaridad con Colombia, y con los familiares de los prisioneros, y las FARC. Pero es necesario aquí recordar que el presidente Chávez hace esta oferta después de que la senadora Piedad Córdoba, del Partido Liberal y opositora a Uribe, le pidiera que contribuyera con el acuerdo. Y él está haciendo su aporte, que nosotros pensamos que es un inicio, un nuevo impulso que se le puede dar a este tema del intercambio humanitario. Pero seguimos sosteniendo que, por ser un problema derivado del conflicto interno, el canje debe solucionarse en Colombia.
-¿Entonces ustedes rechazan entregar rehenes en Venezuela?
-Sí, nosotros lo que seguimos solicitando es la desmilitarización de Pradera y Florida y le pediríamos al presidente Chávez que, dado su peso político, contribuya para que se logre ese despeje que nos lleve a sentar a las partes a una mesa y concertar el acuerdo que ponga fin al cautiverio de los prisioneros.
-¿Van a negociar en Venezuela?
-Sí, nosotros no tenemos problemas en dialogar en cualquier sitio, pero la entrega de prisioneros debe ser en Colombia.
-¿No es un acto demencial tener personas retenidas durante tanto tiempo como Betancourt, que lleva más de 5 años en manos de las FARC?
-Para nosotros en ningún caso hay secuestro, porque se trata del resultado de una confrontación del pueblo en armas, las guerrillas revolucionarias en Colombia, y un Estado que tiene una ramificación en los tres poderes, Ejecutivo, Judicial y Legislativo. Los soldados en nuestro poder son prisioneros de guerra y el resto prisioneros políticos. En el grupo que nosotros denominamos "canjeables", está Ingrid Betancourt, una candidata a la presidencia y antes senadora, pero del sistema que combatimos. Por eso no es una secuestrada.
-¿Y en el caso de los tres estadounidenses que tienen desde febrero de 2003?
-Ellos son agentes norteamericanos. Las FARC no los fueron a capturar en Washington, Nueva York, Texas o Boston, sino que los tomó prisioneros en territorio colombiano cuando hacían espionaje en nuestro país.
-El gobierno y Estados Unidos dicen que eran contratistas civiles...
-Esa es la gran mentira. Eran agentes que hacían espionaje en Colombia, violando nuestra soberanía, violando nuestra independencia. Pese a ello, los incluimos entre los canjeables y aspiramos a liberarlos una vez que sean liberados los camaradas Simón Trinidad y Sonia, presos en Estados Unidos y todos los guerrilleros y guerrilleras que tenemos en las cárceles de Colombia.
-¿Por qué toman como rehenes a empresarios?
-No. ¿Cuáles empresarios?
-¿No hay empresarios?
-Que yo conozca, no. Y si hay es porque ellos no han pagado el impuesto de nuestra Ley 02, que es un impuesto que cobran las FARC a los empresarios, que son los mismos que financian la guerra contra el pueblo colombiano. Hay muchos que pagan ese impuesto sin necesidad de hacerlos prisioneros y otros que no lo pagan. Y como no lo hacen entonces los hacemos prisioneros. Esos no están incluidos dentro del paquete de canjeables porque una vez que paguen la deuda con la organización quedan libres.
-¿Cuánto tienen que pagar?
-El 10 por ciento de las utilidades que obtengan cada año.
-Usted habló de Simón Trinidad y Sonia, presos en EE.UU. ¿Cree posible una negociación con Washington para canjear a ellos por los tres estadounidenses?
-Habría que ver en qué términos, pero nosotros no tendríamos problemas, en la medida en que se haga a través del gobierno colombiano. En definitiva, Uribe no es más que un empleado de ellos y hace lo que le mandan.
-¿No es un mito eso?
-No, eso es real.
-¿Cómo se manifiesta?
-Los mismos norteamericanos lo reconocen. Es una realidad que se expresa en que ellos saben perfectamente quién es Uribe y sin embargo lo apoyan a sabiendas de su pasado bastante oscuro de paramilitar, de narcotraficante. Lo apoyan a pesar de conocer el fraude que ha hecho siempre, la compra de votos, a pesar de conocer quiénes estuvieron en las listas con él y de dónde vienen sus votos. Y lo acompañan a pesar de las mentiras que les dice diariamente con supuestos triunfos que no tiene. Le han dado mucho dinero para el Plan Colombia, y no les ha podido mostrar los resultados que se comprometió a entregarles. El les ofreció acabar con las FARC muy rápido en su primer gobierno, se comprometió también a rescatar a sus prisioneros sin necesidad del acuerdo. Tampoco lo logró.
-Nunca quedó claro cómo murieron el 18 de junio los 11 diputados en poder de las FARC ¿Qué pasó realmente?
-Dijimos que una fuerza no determinada causó la muerte de los diputados. Hasta hoy no hemos podido identificar qué ocurrió.
-¿Por que?
-Porque en la región donde estaban los 11 diputados hay confrontación permanente, porque hay todo tipo de fuerzas, como el ejército oficial, la policía, los paramilitares al servicio del Estado, bandas de delincuentes armadas por los narcotraficantes. Por eso las FARC no quisieron aventurarse a responsabilizar a ninguna fuerza de ese lamentable suceso.
-El gobierno dice que ustedes los asesinaron.
-Eso no es cierto. Es parte de la campaña mediática.
-¿Pero no hay responsabilidad en las FARC? Porque ustedes tienen la responsabilidad por la vida de los rehenes.
-Claro que hubo fallas en la seguridad. Hubo fallas de nuestra gente, que tenía la responsabilidad de cuidar a los prisioneros.
ENTREVISTA AL SEGUNDO JEFE DE LAS FARC/II PARTE :
En esta segunda parte de una extensa entrevista -la primera entrega fue publicada ayer-, Reyes también elogió los procesos políticos en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina. Sobre el presidente Néstor Kirchner dijo que "vemos en su gobierno un avance sustancial, luego de la debacle en que se encontraba ese pueblo por el neoliberalismo de Carlos Saúl Menem".
-¿Por qué las FARC no tienen en este momento un brazo político público?
-Porque la asesinan, la masacran, como hizo el Estado con la Unión Patriótica en los años 80. La UP fue creada por las FARC y ahí están los registros de cerca de 5.000 asesinados. Nosotros hoy tenemos organizaciones políticas en la clandestinidad. Es el Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia, que tiene presencia en todo el país. Y fuera de esa organización, tenemos el Partido Comunista clandestino, un partido que como su nombre lo indica, no aparece por ningún lado.
-¿Cuál es la valoración que ustedes hacen de los nuevos gobiernos de América latina?
-Nos merecen respeto y admiración por sus pueblos, porque lo que han hecho es demostrar su inconformidad con los gobiernos anteriores, con las políticas neoliberales. En el caso de Venezuela vemos a un gobierno revolucionario, que quiere llegar al socialismo, un gobierno apoyado por la inmensa mayoría, que también dispone de muchísimos recursos y que sabe administrar bien. Todavía le falta desarrollar mucho a favor de su pueblo, eso es cierto, y seguro que pensando en eso es que Chávez considera vital continuar muchos mas años dentro del gobierno. De igual modo vemos con mucha simpatía los procesos de Ecuador con Rafael Correa y de Bolivia con Evo Morales.
-¿Y cómo ven el gobierno de Kirchner en Argentina?
-Vemos también un avance sustancial, luego de la debacle en que se encontraba ese pueblo, producto de la crisis económica, producto de los desastres de gobiernos anteriores, sobre todo del señor Carlos Menem. Hoy ya se ha superado bastante esa parte, se ha logrado incursionar en la comunidad internacional, generar confianza y de alguna manera se beneficia el pueblo argentino.
-¿Siguen creyendo que pueden tomar el poder? No se ve un avance de parte de ustedes.
-Tenemos toda la confianza de que podemos llegar al poder, pero ante todo nos proponemos conseguir en Colombia una apertura que tiene que darse mediante la conformación de un nuevo gobierno que quiera la paz con justicia social. Y para eso señalamos la necesidad de un gobierno pluralista, patriótico, democrático, que se comprometa con la paz, con la defensa de la soberanía, con la independencia, que no extraditen más colombianos, que respeten la dignidad de nuestro pueblo.
-Todas esas características podrían ser las de un gobierno apenas progresista ¿Si hubiera un gobierno de esa naturaleza en Colombia las FARC dejarían de tener razón de ser?
-Nosotros exigimos la renuncia del gobierno de Uribe por ilegítimo, por corrupto, por ser el responsable de la narco-parapolítica. Y hemos pensado que debe ser reemplazado por una coalición para conformar un gobierno pluralista, patriótico y democrático, que se comprometa con la verdadera paz. Un gobierno así puede servir también en Colombia, como por ejemplo un gobierno del Polo Democrático Alternativo.
-Pero el Polo es un partido socialdemócrata.
- Sí, pero con una fuerza política de masas, de multitudes, con un programa que de verdad reivindique y dignifique al pueblo colombiano. En ese caso las FARC estarían en condiciones de contribuir en eso, porque nosotros no estamos en la guerra por la guerra. Pensamos que si con un gobierno de estos se pueden abrir espacios de participación que beneficien a la población, pues ése es uno de los objetivos que tenemos.
-¿Pero me está hablando de un gobierno socialdemócrata?
-Sí.
-Pero ustedes son marxistas-leninistas.
-Claro, pero no por ser marxistas-leninistas nos vamos a oponer a que el pueblo viva mejor, porque nosotros lo que queremos es que haya avances en ese objetivo, a sabiendas de que ésa no es la solución definitiva. Pero es un paso importante que puede conducir a soluciones definitorias que tienen que llevarnos a la construcción del socialismo.
-¿Y qué es el socialismo para las FARC?
-Debe eliminar la explotación del hombre por el hombre, poner al servicio del pueblo y de las mayorías toda su riqueza, sus medios de producción, de desarrollo, de tal manera que la población en general, pueda beneficiarse de esa construcción. El socialismo debe garantizarle a la población el derecho a la vida, al trabajo, a la salud, a la educación, a la vivienda.
-El gobierno acusa a las FARC de ser el mayor cartel de la droga de Colombia ¿Cuál es el vínculo de las FARC con el narcotráfico?
-Un gobierno como el actual no tiene ninguna autoridad para señalar de esa manera a una organización revolucionaria.
-¿Pero no tienen ningún vínculo con el narcotráfico?
-No tenemos ningún vínculo con el narcotráfico. Somos una organización revolucionaria, no delincuentes comunes ni terroristas.
-¿No les cobran "impuestos" a los narcos?
-Sí, cobramos impuestos al intermediario.
-¿Pero no es de alguna manera alimentar el negocio del narcotráfico? Ustedes le brindan protección, por ejemplo, al campesino que planta hoja de coca.
-Ninguna. Eso no es cierto. Las FARC son pueblo y contribuyen con los campesinos en organizarlos, en orientarlos. Nuestra organización no es policía para ir a perseguir a los campesinos porque siembran coca.
-Pero se dice que el dinero y las armas que ustedes disponen es producto del narcotráfico.
-Esas son las falacias de las que habla el régimen.
-¿Y cómo se financian?
-Las FARC se financian de los impuestos que cobra a los empresarios y recibimos ayudas voluntarias de muchos amigos. Pero además las FARC siembran, cultivan plátano, yuca, maíz, arroz, de todo, también tiene criaderos de cerdos, de aves, de ganado, de peces.
-¿No es extorsión el secuestro de empresarios para cobrarles?
-No, porque ellos pagan el impuesto para la guerra del Estado. Y si pagan nuestro impuesto, no los retenemos, se van a sus casas.
-Esta guerra deja miles de muertos. ¿Tienen sentido tantas víctimas por un objetivo político?
-Nosotros no iniciamos la guerra. Una elite avara y opresora nos forzó a ella. Pero el caso colombiano no es el único en el que la guerra llevó a tener sociedades más justas.
Infiltrados en la guerrilla
Infiltrados en la guerrilla
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia se han caracterizado por ser una organización difícil de infiltrar, por los rígidos mecanismos de selección que dicen tener.
-¿Y nunca han tenido infiltrados?
-Si, hemos tenido casos, pero afortunadamente no muchos. Además los descubrimos rápido, porque es muy difícil fingir. No es fácil ser buen espía.
-¿Y que pasó en esos casos?
-Y... Esto es una guerra, Usted sabe.
Atentos A lo largo de la entrevista, Raúl Reyes mira varias veces sobre mi hombro, hacia el río, siempre que pasa un bote a motor. Estoy tentado de darme vuelta, pero no lo hago. Sin embargo, en un momento, le pregunto:
Atentos A lo largo de la entrevista, Raúl Reyes mira varias veces sobre mi hombro, hacia el río, siempre que pasa un bote a motor. Estoy tentado de darme vuelta, pero no lo hago. Sin embargo, en un momento, le pregunto:
-¿Qué tan seguros estamos acá?
-(Sonríe). Estamos bien, muy seguros. Pero siempre hay que estar atentos.
-¿Puedo quedarme tranquilo, entonces?
-(Ahora se ríe con ganas). Sí, sólo preocúpese si escucha tiros.
Sin rastros Durante la entrevista, Reyes anotaba en un cuaderno las preguntas o ideas para sus respuestas. Al finalizar el diálogo, y cuando la cena estaba lista arrancó la hoja de su cuaderno y la prendió fuego. No debía quedar ningún rastro de la conversación.
Antecedentes
Sin rastros Durante la entrevista, Reyes anotaba en un cuaderno las preguntas o ideas para sus respuestas. Al finalizar el diálogo, y cuando la cena estaba lista arrancó la hoja de su cuaderno y la prendió fuego. No debía quedar ningún rastro de la conversación.
Antecedentes
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fueron creadas en 1964 por Manuel Marulanda Vélez, "Tirofijo".
Se trata de un ejército guerrillero campesino cuyos miembros se definen como marxistas-leninistas y bolivarianos. Reivindican la "Patria Grande de América latina".
Están integradas por unos 17.000 hombres armados.Tienen presencia militar en 1.000 de los 1.050 municipios del país, y mantienen activos 160 frentes de combate.
Su secretariado central, que preside Tirofijo secundado por Raúl Reyes, tiene siete miembros.
Chávez y Tirofijo
El presidente de Venezuela dijo ayer que había hecho "contactos" en busca de una respuesta del líder de las FARC, Manuel Marulanda Vélez, "Tirofijo", para que acepte su propuesta de mediación entre la guerrilla y el gobierno de Bogotá, con el objetivo de destrabar las negociaciones para un intercambio de prisioneros. "Que se acabe la guerra y que nos demos un abrazo con la Colombia hermana", pidió Chávez.
Cristina
-¿Qué chances tiene Cristina Kirchner de ganar las elecciones en Argentina? -me pregunta Reyes en la cena.
-Le diría que casi todas.
-¡¡Y con lo joven que es!!
-Bueno, sí, tiene poco más de 50 años -le digo.
-¿Sí? Yo pensé que tenía 35.
-No.
-¿Y cómo hace para verse tan guapa?
-No me lo haga decir a mí...
-(Larga una carcajada)
Ah sí..."La guerra es así
"Durante el desayuno la charla sigue siendo informal. El sol vuelve al río marrón una lengua de fuego.
-¿Si volviera a nacer sería otra vez guerrillero?
-Sí, claro. Si las condiciones sociales, políticas y económicas fueran las mismas, sería de las FARC.
-¿No se arrepiente de nada?
-No, porque la guerra es así. Además, después de 30 años en la lucha todo es más fácil aquí.
-¿Y qué fue lo más duro?
-La primera noche en la selva, lejos de mi familia, de mis cosas, de las comodidades de la vida normal.
DIARIO DE VIAJE Crónica de una noche de sueño difícil, entre monos y luciérnagas
A las seis de la tarde, el campamento transitorio en donde Raúl Reyes me recibió se prepara para la cena, con puntualidad castrense. Nos sentamos en una larga mesa de tablones de madera, al costado de una pequeña cocina a gas de dos hornallas, en donde humean los huevos revueltos, el arroz y un café oscuro, cuyo aroma flota en la humedad de la selva.
A las seis de la tarde, el campamento transitorio en donde Raúl Reyes me recibió se prepara para la cena, con puntualidad castrense. Nos sentamos en una larga mesa de tablones de madera, al costado de una pequeña cocina a gas de dos hornallas, en donde humean los huevos revueltos, el arroz y un café oscuro, cuyo aroma flota en la humedad de la selva.
En una noche cerrada y bajo una persistente llovizna, apenas distinguimos nuestras sombras, proyectadas por la luz de las linternas. Conversamos otra vez de la vida en la selva, Argentina y chanchas perdidas. A las siete en punto, es hora de dormir. Más adelante, comprobaría qué tan difícil sería.
"Camarada, lo acompaño a su sitio para dormir", me dijo una guerrillera, que no era Marilyn (la que el día anterior llevaba una desafiante musculosa blanca), sino una morena de impecable uniforme de combate. Mi cama era un "colchón" de madera de dos metros por dos apoyado en cuatro pilotes, cubierto con una pulcra sábana, debajo de un techo de lona. Pero lo que más me llamó la atención fue el cubículo en el que debía introducirme para dormir: era un mosquitero rectangular un poco más grande que un ataúd.
Me disponía a quitarme mis zapatillas embarradas, cuando un guerrillero se acercó para ponerse a mi disposición."Compañero si necesita algo, aplauda una vez, que los guardias vendrán a colaborarle. Y ahora acompáñeme, que le mostraré dónde puede hacer sus necesidades, si necesita levantarse por la noche".
Con su linterna apuntando hacia abajo -"nunca lo haga hacia arriba", me había dicho Reyes-, el guerrillero comenzó a dar largos pasos, que yo seguía como podía. A unos 20 metros de mi "cama", se detuvo. "Tenga cuidado", me dijo.
Enseguida entendí por qué me lo decía y confirmé por qué ni se me ocurriría levantarme por la noche.
Había que caminar unos 10 metros haciendo equilibrio por encima de un pequeño puente armado con tres cañas. Abajo, un pantanal de aguas verdosas en donde, aunque no lo vi, sospeché que había un enorme cocodrilo con la boca abierta.
Cumplí con mis obligaciones y volví, ahora convencido de que no volvería a pasar por ese sitio.Ya en mi "cama", mirando hacia arriba, supe por qué la noche no sería fácil: las tablas de madera castigaban mi espalda al rato de haberme acostado. Y ni qué decir cuando decidía echarme hacia un costado. Así y todo me dormí. Pero dos horas después, a las nueve, me había despertado. Ahí tomé dimensión de los ruidos. Un guerrillero que dormía a unos 5 metros roncaba con tanta fuerza que -sin verlo- imaginaba que se trataba de una jauría de rinocerontes salvajes que venían por mí. Las miles de luciérnagas que bailaban danzas extrañas se me hacían soldados que nos atacaban. El ruido de una madera que crujía era un disparo certero de AK-47. Pero lo que más me impactó fue el grito desesperado de los monos, que no tenían mejor cosa que -supe después- demostrar sus habilidades sexuales a los gritos.
Me volví a despertar a las 11 de la noche, a las 3 de la mañana y, aunque mi vejiga lo necesitaba, ni se me ocurrió ir a ver al cocodrilo imaginario. Habíamos quedado con Reyes en desayunar a las 6. Ellos se levantan a las cinco menos diez y para cuando decidí salir de mi "cama" -a las 5.30 porque mis huesos parecían dislocados- ya comenzaban a limpiar el campamento y se aprestaban para disfrutar del chocolate caliente, huevos revueltos y pan. Nos sentamos con Reyes a conversar, mientras le mentía acerca de la buena noche que había pasado, escuchábamos las noticias por radio y hablábamos -otra vez- de chanchas perdidas.
Un par de horas después estaba todo listo para mi partida.
Llegó la "camarada Marilyn" -esta vez con una maliciosa musculosa verde- y su compañero, para llevarme, otra vez por río, al punto en el que me habían recogido.
Después de los saludos de rigor con Reyes, partimos en bote. A la hora, llegamos al sitio, en donde debía esperar que algún auto me sacara de allí. Tuve suerte. Al rato, un coche nuevo venía levantando polvo. Eran dos personas que iban hacía el mismo pueblo que yo. Antes de partir miré por la ventana y vi a la chancha rosada, que movía su rabo. No pude despedirme de ella.
Pablo Biffi, ENVIADO ESPECIAL
Pablo Biffi
Nació en Lincoln, provincia de Buenos Aires, en 1966. Estudió Periodismo y Comunicación Social en la Universidad Nacional de La Plata. Desde 1992 trabaja en el diario Clarín de Argentina. Autor de Morir por todo o por nada; Ed. Planeta /seix Barral, 2006, 283 pags.
Fuente; Clarín, del 26 y 27 de agosto de 2007
Parece seria la negociación en Colombia
Portada de la revista colombiana Semana, No. 1322, 01/09/2007; (foto Chávez con la Senadora Piedad Córdoba)
La última esperanza
Si no hay intercambio humanitario con el apoyo de Hugo Chávez, será muy difícil verlo en este gobierno.
Si no hay intercambio humanitario con el apoyo de Hugo Chávez, será muy difícil verlo en este gobierno.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, llegó a Bogotá a las 9:30 de la mañana del viernes pasado en medio de una expectativa que nunca habían tenido sus anteriores encuentros con Álvaro Uribe. La esperanza de que este encuentro desbloqueara el acuerdo humanitario con las Farc le dio al encuentro una importancia que ni siquiera había tenido la cumbre Uribe-Chávez que le puso fin a la crisis generada en 2005 por la captura de Rodrigo Granda, el llamado 'canciller' de las Farc, en Caracas.
En la larga y dramática historia de anhelos y frustraciones que ha rodeado al tema del acuerdo humanitario no se habían producido tantos movimientos constructivos en muy pocos días. El anuncio del presidente Álvaro Uribe de involucrar a la senadora Piedad Córdoba en la búsqueda de contactos con las Farc para tratar de intentar la liberación de los secuestrados produjo una cadena de movimientos significativos. El primero, como era de esperarse, fue la irrupción del presidente Hugo Chávez en el proceso. Su encuentro en Caracas con los familiares de los colombianos privados de la libertad y sus constructivas declaraciones empezaron a alimentar ilusiones. Se había ganado atención y visibilidad para la causa, y se había logrado el apoyo, largamente buscado en forma infructuosa por parte de las familias, de un presidente como Chávez, cuya voz se escucha con respeto y admiración en las Farc.
La corroboración de que hay un nuevo escenario se produjo la semana pasada cuando 'Raúl Reyes', vocero del grupo guerrillero, en una entrevista para Clarín de Buenos Aires,, por primera vez se mostró dispuesto a buscar un pacto con el gobierno Uribe sin poner como requisito previo el despeje de Florida y Pradera. Aunque Reyes volvió a mencionar estos municipios, afirmó que en ellos deberían tramitarse el intercambio, pero aceptó que las conversaciones se podrían realizar previamente por fuera de Colombia.
En la larga y dramática historia de anhelos y frustraciones que ha rodeado al tema del acuerdo humanitario no se habían producido tantos movimientos constructivos en muy pocos días. El anuncio del presidente Álvaro Uribe de involucrar a la senadora Piedad Córdoba en la búsqueda de contactos con las Farc para tratar de intentar la liberación de los secuestrados produjo una cadena de movimientos significativos. El primero, como era de esperarse, fue la irrupción del presidente Hugo Chávez en el proceso. Su encuentro en Caracas con los familiares de los colombianos privados de la libertad y sus constructivas declaraciones empezaron a alimentar ilusiones. Se había ganado atención y visibilidad para la causa, y se había logrado el apoyo, largamente buscado en forma infructuosa por parte de las familias, de un presidente como Chávez, cuya voz se escucha con respeto y admiración en las Farc.
La corroboración de que hay un nuevo escenario se produjo la semana pasada cuando 'Raúl Reyes', vocero del grupo guerrillero, en una entrevista para Clarín de Buenos Aires,, por primera vez se mostró dispuesto a buscar un pacto con el gobierno Uribe sin poner como requisito previo el despeje de Florida y Pradera. Aunque Reyes volvió a mencionar estos municipios, afirmó que en ellos deberían tramitarse el intercambio, pero aceptó que las conversaciones se podrían realizar previamente por fuera de Colombia.
Lo anterior significa, al menos, que el nudo gordiano del despeje se puede postergar para una segunda etapa. Y que si hay una primera de conversaciones directas, se podrían explorar alternativas de salida para el impasse generado por las posiciones férreas de Uribe y de las Farc sobre el despeje. Es decir, que se podría conversar sobre la sustancia: ¿Qué piden las Farc? ¿Hay listas de canjeables? ¿Cuál sería la logística para las liberaciones? Una agenda más constructiva que la de Pradera y Florida. Que, incluso, permitiría analizar alternativas viables para el lío del despeje: ¿Lo aceptaría el gobierno Uribe, por ejemplo, si es para entregar a los secuestrados y no simplemente para dialogar? ¿Existen opciones intermedias? Alfredo Rangel considera, en reciente columna, que se podría considerar "un despeje parcial de esos dos municipios sin presencia armada de la guerrilla ni del Estado, bajo el control de veedores internacionales, según la propuesta que Francia, España y Suiza hicieron en diciembre de 2005". El solo hecho de que se consideren alternativas sugiere una situación más constructiva que la parálisis de los últimos años.
Los nuevos movimientos no se limitaron a los territorios de Colombia y Venezuela. Antes de la llegada de Chávez a Bogotá quedó reiterada la existencia de un triángulo con Francia, en los esfuerzos para recuperar a los secuestrados. El interés del presidente francés Nicolas Sarkozy por obtener la libertad de Íngrid Betancourt, ya había producido la liberación de Rodrigo Granda. La decidió Uribe por petición de Sarkozy. Y aunque la respuesta de las Farc fue, otra vez, decepcionante -insistieron en el despeje de Florida y Pradera, minimizaron el generoso gesto de Uribe y descalificaron su gobierno- lo cierto es que Granda, quien reside en La Habana, quedó habilitado para desempeñar algún papel. Es una carta disponible, que difícilmente será descartada por el gobierno Sarkozy.
Antes de su captura, el guerrillero de las Farc había tenido contactos con la embajada francesa en Caracas y había tenido conversaciones sobre Íngrid Betancourt. Y ahora, con su liberación, se incrementó el compromiso y la atención del presidente Sarkozy por recuperar aÍngrid. El propio mandatario lo ha mencionado varias veces durante sus primeros 100 días en el Palacio del Elíseo. Y esa preocupación fortalecida lo ha acercado ahora al nuevo jugador: Hugo Chávez. La semana pasada se revelaron conversaciones telefónicas entre Uribe, Chávez y Sarkozy, en los días previos a la visita del jefe de Estado venezolano a Bogotá. Hasta el momento hay más expresiones de voluntad que ideas claras. Pero es difícil imaginar que la acción de tres mandatarios fuertes, heterodoxos, arriesgados, mediáticos y populares, no cambie el letargo que traían en los últimos años las prudentes 'facilitaciones' de otros intermediarios, nacionales y extranjeros.
No es fácil determinar hasta dónde llegará la nueva dinámica. O si a ella se deben otras noticias que parecen relacionadas. Como, por ejemplo, el indulto que le dio el gobierno de Chávez a un grupo de 41 colombianos acusados de paramilitarismo en Venezuela. ¿Una señal para ganar credibilidad como un mediador equilibrado? O las declaraciones del presidente Álvaro Uribe, el jueves pasado, en las que anunció que las Farc devolverían por fin los cadáveres de los diputados del Valle, asesinados el 18 de junio. Circularon detalles: las posibles coordenadas del lugar donde se entregarían, el papel desempeñado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr), y hasta la fecha, el sábado anterior. El Cicr negó la historia, le cayeron críticas al presidente Uribe por haberse precipitado a revelarla, y el primer mandatario aceptó que "de pronto me descaché". Pero, ¿están vinculados los dos procesos: la entrega de los cuerpos de los diputados y la liberación de los secuestrados? ¿Trataron las Farc de poner sobre la mesa el tema de los cadáveres para hacerla coincidir con la visita de Chávez?
Hay más preguntas que respuestas, pero es imposible afirmar que nada ha cambiado. Por varias razones, el papel del Presidente venezolano no ha tenido la discreción ni la pasividad de los otros países que han actuado antes como facilitadores. Por su estilo, y por lo que significa su posición política para las Farc, el ingreso de Chávez en el complejo escenario del intercambio humanitario ya ha significado un revolcón. Y en su visita del viernes, luego de que el presidente Uribe le reiteró la licencia para seguir adelante con sus buenos oficios, quedó claro que se ha abierto una nueva etapa para el lamentable drama del secuestro.
También hay problemas
La visita de Chávez a Bogotá generó expectativa y esperanza, sobre todo en las familias de quienes están privados de la libertad, y abrió una nueva etapa. ¿Hasta dónde llegará?
Hay razones que obligan a mirar el panorama con cautela. La primera es la posición de las Farc. ¿Cómo interpretar las declaraciones de Reyes cuando afirma que insisten en el despeje pero que se puede dialogar por fuera de Colombia? ¿Está el vaso medio lleno o medio vacío? ¿Reflejan ya una respuesta definitiva a la nueva situación creada por la participación de Chávez en el proceso?
Ante el impasse creado por el desacuerdo sobre el despeje, convertido en un verdadero punto de honor para ambas partes, el gobierno y las Farc, no se puede negar que el presidente Uribe, hasta el momento, ha sido más audaz y ha cedido más: liberó a varios guerrilleros, soltó a Granda, involucró a Sarkozy y a Chávez, vinculó a una enemiga política como Piedad Córdoba y autorizó a otros facilitadores (los países amigos, el ex presidente Ernesto Samper, la Iglesia, el ex ministro Álvaro Leyva). Estos gestos han recibido críticas porque han sido erráticos y mal planeados. Pero a todos, sin excepción, las Farc han respondido con un portazo y con el martilleo de que lo único que importa son los municipios del Valle. Y sin un cambio en el discurso del Secretariado, ni Chávez ni nadie pueden cambiarle el rumbo a esta sinsalida.
También hay que ver cuál es la función que cumplirá Chávez. ¿Mediador imparcial? ¿Se inclinará a favor de las Farc para presionar a Uribe a que haga el despeje? ¿O se acercará más a la posición del gobierno de Colombia para alimentar la relación bilateral? Tampoco se puede perder de vista que Washington, desde el viernes pasado, tiene el ojo muy abierto para analizar lo que pasa en Colombia y Venezuela. El hecho de que las Farc tengan a tres ciudadanos estadounidenses entre el grupo de secuestrados, hace que la Casa Blanca republicana y el Congreso demócrata tengan que mirar con simpatía, o al menos con resignación, cualquier aporte que pueda lograr su archienemigo Chávez para la libertad de los plagiados. Falta ver cómo jugará el impredecible y fogoso mandatario bolivariano la valiosa carta que Uribe puso en sus manos.
Ni Chávez ni Sarkozy son expertos en la compleja realidad de la guerrilla colombiana. Desconocen mucho a las Farc. Para Francia, por momentos, parecería que todo se reduce al secuestro de Íngrid, porque es ciudadana francesa. Chávez ha tenido que hacer un curso rápido sobre la situación. El miércoles, en la preparación de su viaje, le dedicó nueve horas a hacer preguntas sobre las Farc, los antecedentes del proceso, las acciones del gobierno. El embajador Pavel Rondón y la senadora Piedad Córdoba fueron sus principales fuentes de información. ¿Será posible alinear la gestión de Sarkozy y Chávez con la visión de Álvaro Uribe?
El tire y afloje entre Bogotá y Caracas durante la planeación del viaje de Chávez es muy elocuente sobre las diferencias de criterios y de intereses que existen entre las dos partes. Chávez quería una visita larga, y siempre hizo énfasis en la importancia del nuevo encuentro con las familias de los secuestrados. En algún momento, incluso, planteó encontrarse con familiares de los guerrilleros presos. Durante sus horas en Bogotá dejó muy en claro que su atención estaba concentrada en el tema del acuerdo humanitario. Por el contrario, el gobierno Uribe quiso un encuentro más breve y sus voceros siempre enfatizaron que la cumbre no estaba dedicada a un solo tema. Que se trataba de una reunión más, normal, entre los dos presidentes, y que la agenda cubría otros asuntos de primer orden: el retorno de Venezuela a la Comunidad Andina, el gasoducto binacional y otros puntos de cooperación energética, los peajes en la frontera.
¿Cuál es el mandato que Uribe le dio a Chávez? ¿Está claramente delimitado? Es previsible que, en esta materia, Uribe quiera darle a su colega menos espacio y autonomía del que buscará Chávez, y que se genere un pulso que incluso se convierta en tensión. La insólita -y hasta caricaturesca- campaña lanzada por el ministro de Agricultura Andrés Felipe Arias contra el despeje tiene toda la apariencia de un mensaje en el sentido de que sus movimientos llegan hasta el límite fijado por el 'No al Despeje' que su ministro más leal, 'uribito', estampó en su camiseta. En la otra esquina, en cambio, los familiares de los secuestrados lo que esperan es que Chávez presione a Uribe para que no deje de hacer nada -ni siquiera el despeje de Florida y Pradera- que impida el intercambio.
La otra dificultad surge de la combinación de dos asuntos muy complicados: la agenda bilateral colombo-venezolana y el acuerdo humanitario. En los años 90, durante el gobierno de César Gaviria, los diálogos con las Farc y el ELN tuvieron que trasladarse de Caracas a Tlaxcala, México, para que no se contaminaran de los demás puntos de la relación, ni de la crítica situación por la que atravesaba el presidente Carlos Andrés Pérez, quien poco después tuvo que dejar el poder. Los lazos entre Uribe y Chávez se han fortalecido, después de varios incidentes, con un esquema pragmático, que enfatiza temas concretos y poco políticos como la energía y el comercio. El esquema ha funcionado y es práctico, pero es vulnerable. Y atravesarlo con el intercambio humanitario, complejo por naturaleza y sobre el cual hay diferencias evidentes de criterio entre Uribe y Chávez, es un riesgo.
Pero la historia apenas comienza. La cumbre de Hatogrande dejó un mensaje de prudente optimismo. Existe voluntad política, hay disposición a explorar nuevas ideas y a romper esquemas, y de alguna manera el prestigio de Uribe y de Chávez quedó comprometido por una causa común y noble: una salida humanitaria. El escenario es muy distinto al de hace unos pocos meses, con Granda en La Habana, Sarkozy empeñado en empujar una solución, y Chávez de facilitador. Las tres han sido jugadas aventuradas y hasta riesgosas. Pero ya están hechas, y lo menos que se puede esperar es que funcionen. Porque el acuerdo humanitario no es un pulso de alta política, sino una tragedia descomunal, inhumana e inaceptable, de los secuestrados y de sus familias.
Los nuevos movimientos no se limitaron a los territorios de Colombia y Venezuela. Antes de la llegada de Chávez a Bogotá quedó reiterada la existencia de un triángulo con Francia, en los esfuerzos para recuperar a los secuestrados. El interés del presidente francés Nicolas Sarkozy por obtener la libertad de Íngrid Betancourt, ya había producido la liberación de Rodrigo Granda. La decidió Uribe por petición de Sarkozy. Y aunque la respuesta de las Farc fue, otra vez, decepcionante -insistieron en el despeje de Florida y Pradera, minimizaron el generoso gesto de Uribe y descalificaron su gobierno- lo cierto es que Granda, quien reside en La Habana, quedó habilitado para desempeñar algún papel. Es una carta disponible, que difícilmente será descartada por el gobierno Sarkozy.
Antes de su captura, el guerrillero de las Farc había tenido contactos con la embajada francesa en Caracas y había tenido conversaciones sobre Íngrid Betancourt. Y ahora, con su liberación, se incrementó el compromiso y la atención del presidente Sarkozy por recuperar aÍngrid. El propio mandatario lo ha mencionado varias veces durante sus primeros 100 días en el Palacio del Elíseo. Y esa preocupación fortalecida lo ha acercado ahora al nuevo jugador: Hugo Chávez. La semana pasada se revelaron conversaciones telefónicas entre Uribe, Chávez y Sarkozy, en los días previos a la visita del jefe de Estado venezolano a Bogotá. Hasta el momento hay más expresiones de voluntad que ideas claras. Pero es difícil imaginar que la acción de tres mandatarios fuertes, heterodoxos, arriesgados, mediáticos y populares, no cambie el letargo que traían en los últimos años las prudentes 'facilitaciones' de otros intermediarios, nacionales y extranjeros.
No es fácil determinar hasta dónde llegará la nueva dinámica. O si a ella se deben otras noticias que parecen relacionadas. Como, por ejemplo, el indulto que le dio el gobierno de Chávez a un grupo de 41 colombianos acusados de paramilitarismo en Venezuela. ¿Una señal para ganar credibilidad como un mediador equilibrado? O las declaraciones del presidente Álvaro Uribe, el jueves pasado, en las que anunció que las Farc devolverían por fin los cadáveres de los diputados del Valle, asesinados el 18 de junio. Circularon detalles: las posibles coordenadas del lugar donde se entregarían, el papel desempeñado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr), y hasta la fecha, el sábado anterior. El Cicr negó la historia, le cayeron críticas al presidente Uribe por haberse precipitado a revelarla, y el primer mandatario aceptó que "de pronto me descaché". Pero, ¿están vinculados los dos procesos: la entrega de los cuerpos de los diputados y la liberación de los secuestrados? ¿Trataron las Farc de poner sobre la mesa el tema de los cadáveres para hacerla coincidir con la visita de Chávez?
Hay más preguntas que respuestas, pero es imposible afirmar que nada ha cambiado. Por varias razones, el papel del Presidente venezolano no ha tenido la discreción ni la pasividad de los otros países que han actuado antes como facilitadores. Por su estilo, y por lo que significa su posición política para las Farc, el ingreso de Chávez en el complejo escenario del intercambio humanitario ya ha significado un revolcón. Y en su visita del viernes, luego de que el presidente Uribe le reiteró la licencia para seguir adelante con sus buenos oficios, quedó claro que se ha abierto una nueva etapa para el lamentable drama del secuestro.
También hay problemas
La visita de Chávez a Bogotá generó expectativa y esperanza, sobre todo en las familias de quienes están privados de la libertad, y abrió una nueva etapa. ¿Hasta dónde llegará?
Hay razones que obligan a mirar el panorama con cautela. La primera es la posición de las Farc. ¿Cómo interpretar las declaraciones de Reyes cuando afirma que insisten en el despeje pero que se puede dialogar por fuera de Colombia? ¿Está el vaso medio lleno o medio vacío? ¿Reflejan ya una respuesta definitiva a la nueva situación creada por la participación de Chávez en el proceso?
Ante el impasse creado por el desacuerdo sobre el despeje, convertido en un verdadero punto de honor para ambas partes, el gobierno y las Farc, no se puede negar que el presidente Uribe, hasta el momento, ha sido más audaz y ha cedido más: liberó a varios guerrilleros, soltó a Granda, involucró a Sarkozy y a Chávez, vinculó a una enemiga política como Piedad Córdoba y autorizó a otros facilitadores (los países amigos, el ex presidente Ernesto Samper, la Iglesia, el ex ministro Álvaro Leyva). Estos gestos han recibido críticas porque han sido erráticos y mal planeados. Pero a todos, sin excepción, las Farc han respondido con un portazo y con el martilleo de que lo único que importa son los municipios del Valle. Y sin un cambio en el discurso del Secretariado, ni Chávez ni nadie pueden cambiarle el rumbo a esta sinsalida.
También hay que ver cuál es la función que cumplirá Chávez. ¿Mediador imparcial? ¿Se inclinará a favor de las Farc para presionar a Uribe a que haga el despeje? ¿O se acercará más a la posición del gobierno de Colombia para alimentar la relación bilateral? Tampoco se puede perder de vista que Washington, desde el viernes pasado, tiene el ojo muy abierto para analizar lo que pasa en Colombia y Venezuela. El hecho de que las Farc tengan a tres ciudadanos estadounidenses entre el grupo de secuestrados, hace que la Casa Blanca republicana y el Congreso demócrata tengan que mirar con simpatía, o al menos con resignación, cualquier aporte que pueda lograr su archienemigo Chávez para la libertad de los plagiados. Falta ver cómo jugará el impredecible y fogoso mandatario bolivariano la valiosa carta que Uribe puso en sus manos.
Ni Chávez ni Sarkozy son expertos en la compleja realidad de la guerrilla colombiana. Desconocen mucho a las Farc. Para Francia, por momentos, parecería que todo se reduce al secuestro de Íngrid, porque es ciudadana francesa. Chávez ha tenido que hacer un curso rápido sobre la situación. El miércoles, en la preparación de su viaje, le dedicó nueve horas a hacer preguntas sobre las Farc, los antecedentes del proceso, las acciones del gobierno. El embajador Pavel Rondón y la senadora Piedad Córdoba fueron sus principales fuentes de información. ¿Será posible alinear la gestión de Sarkozy y Chávez con la visión de Álvaro Uribe?
El tire y afloje entre Bogotá y Caracas durante la planeación del viaje de Chávez es muy elocuente sobre las diferencias de criterios y de intereses que existen entre las dos partes. Chávez quería una visita larga, y siempre hizo énfasis en la importancia del nuevo encuentro con las familias de los secuestrados. En algún momento, incluso, planteó encontrarse con familiares de los guerrilleros presos. Durante sus horas en Bogotá dejó muy en claro que su atención estaba concentrada en el tema del acuerdo humanitario. Por el contrario, el gobierno Uribe quiso un encuentro más breve y sus voceros siempre enfatizaron que la cumbre no estaba dedicada a un solo tema. Que se trataba de una reunión más, normal, entre los dos presidentes, y que la agenda cubría otros asuntos de primer orden: el retorno de Venezuela a la Comunidad Andina, el gasoducto binacional y otros puntos de cooperación energética, los peajes en la frontera.
¿Cuál es el mandato que Uribe le dio a Chávez? ¿Está claramente delimitado? Es previsible que, en esta materia, Uribe quiera darle a su colega menos espacio y autonomía del que buscará Chávez, y que se genere un pulso que incluso se convierta en tensión. La insólita -y hasta caricaturesca- campaña lanzada por el ministro de Agricultura Andrés Felipe Arias contra el despeje tiene toda la apariencia de un mensaje en el sentido de que sus movimientos llegan hasta el límite fijado por el 'No al Despeje' que su ministro más leal, 'uribito', estampó en su camiseta. En la otra esquina, en cambio, los familiares de los secuestrados lo que esperan es que Chávez presione a Uribe para que no deje de hacer nada -ni siquiera el despeje de Florida y Pradera- que impida el intercambio.
La otra dificultad surge de la combinación de dos asuntos muy complicados: la agenda bilateral colombo-venezolana y el acuerdo humanitario. En los años 90, durante el gobierno de César Gaviria, los diálogos con las Farc y el ELN tuvieron que trasladarse de Caracas a Tlaxcala, México, para que no se contaminaran de los demás puntos de la relación, ni de la crítica situación por la que atravesaba el presidente Carlos Andrés Pérez, quien poco después tuvo que dejar el poder. Los lazos entre Uribe y Chávez se han fortalecido, después de varios incidentes, con un esquema pragmático, que enfatiza temas concretos y poco políticos como la energía y el comercio. El esquema ha funcionado y es práctico, pero es vulnerable. Y atravesarlo con el intercambio humanitario, complejo por naturaleza y sobre el cual hay diferencias evidentes de criterio entre Uribe y Chávez, es un riesgo.
Pero la historia apenas comienza. La cumbre de Hatogrande dejó un mensaje de prudente optimismo. Existe voluntad política, hay disposición a explorar nuevas ideas y a romper esquemas, y de alguna manera el prestigio de Uribe y de Chávez quedó comprometido por una causa común y noble: una salida humanitaria. El escenario es muy distinto al de hace unos pocos meses, con Granda en La Habana, Sarkozy empeñado en empujar una solución, y Chávez de facilitador. Las tres han sido jugadas aventuradas y hasta riesgosas. Pero ya están hechas, y lo menos que se puede esperar es que funcionen. Porque el acuerdo humanitario no es un pulso de alta política, sino una tragedia descomunal, inhumana e inaceptable, de los secuestrados y de sus familias.
Sin Proyecto
- Sin proyecto/Luis Rubio, es presidente de CIDAC, institución independiente de investigación en economía política.
Entorno contencioso. Partidos alebrestados. Gobierno serio y profesional, pero sin un sentido político. Una realidad que se resume en la ausencia de una estrategia de desarrollo o de la visión que de ahí se derive. A poco más de un año del momento político más delicado en la historia moderna del país, el gobierno del presidente Calderón ha logrado estabilizar la política nacional y ha mantenido control sobre las principales variables económicas, pero no ha logrado avanzar más que en temas aislados. En lugar de contar con un proyecto amplio, claro, convincente y creíble que establezca un rumbo y sume a los partidos y a la población en un esfuerzo común -y que cambie la lógica perversa del mundito político-, el gobierno se ha dedicado meramente a mantener el bote a flote. Ese tipo de camino no lleva sino al cadalso, como ilustra patéticamente la administración anterior.
Aunque ha habido mejoría en muchos frentes, el país lleva años a la deriva. A diferencia de los setenta y ochenta, el país goza de estabilidad financiera, lo que garantiza que no habrá crisis, un valor inapreciable para millones de familias mexicanas. Sin embargo, una sociedad joven y con el perfil socioeconómico de la mexicana no se puede permitir aceptar la estabilidad económica como un fin en sí mismo. La economía mexicana requiere de una estrategia integral de desarrollo que garantice tasas elevadas de crecimiento económico, fuentes de empleo y oportunidad para toda la población. Si una lección arroja la contenciosa disputa electoral del año pasado ésa es que la población está harta de la mediocridad, de la parálisis, de la falta de oportunidades y de los privilegiados que abrevan de esta situación.
El presidente Calderón inició su gestión sin la certeza de que podría concluirla. Tan polarizado estaba el ambiente que su única opción realista y razonable al inicio era la sobrevivencia. Esa lógica le llevó a optar por una estrategia de conciliación política, combate frontal a la criminalidad y a la adopción de medidas y políticas con las que su oposición se sintiera cómoda. La estrategia fue tan exitosa que en unas cuantas semanas logró no sólo garantizar su sobrevivencia sino también cosechar un elevado apoyo y reconocimiento por parte de la población en general.
Se dice fácil, pero hace un año prácticamente nadie pronosticaba que el presidente se consolidaría con tal celeridad. El que lo haya logrado es prueba de la claridad con que él mismo comprendió el momento y supo responder a las circunstancias con excepcional liderazgo. Con la perspectiva que da el tiempo parece obvio que una población de la que se ha abusado tanto por tantos siglos supo de inmediato reconocer que lo crucial era contar con un gobierno claro de miras y efectivo en su actuar en lugar de continuar con el sainete de la legitimidad electoral. Aunque no hay duda de que trabaja intensamente, el problema es que una vez lograda su consolidación el gobierno parece haberse quedado sin proyecto.
La ausencia de una estrategia de desarrollo ha sido la constante en los últimos años. Una estrategia de desarrollo implicaría la fijación de un objetivo y la articulación de un conjunto de políticas conducentes a lograrlo. Cuando un gobierno construye una estrategia de esa naturaleza y la comunica debidamente, la población se entera de lo que el gobierno busca lograr y, de gustarle, se suma al proyecto, convirtiéndose en su principal fuente de sustento y legitimidad. Quizá más importante, cuando existe un claro sentido de dirección que es reconocido y compartido por la población, la construcción de cada escalón en el proceso se torna en un paso intermedio que adquiere sentido dentro del conjunto. En sentido contrario, la ausencia de una estrategia se traduce en batallas campales permanentes hasta por la menor nimiedad.Nada ilustra mejor la falta de una estrategia de desarrollo que la negociación fiscal de las últimas semanas. El gobierno se limitó a plantear una propuesta modesta, poco ortodoxa y estrictamente recaudatoria porque no tiene un proyecto general dentro del cual se pudiera inscribir algo más ambicioso, constructivo y congruente con el crecimiento económico de largo plazo. Incapaz de presentar el tema fiscal como un paso dentro de un proyecto integral, su propuesta acabó siendo canibalizada por todo tipo de actores: los empresarios para proteger sus intereses y los partidos políticos para intercambiarla por una escandalosa iniciativa de ley en materia electoral. De esta manera, en lugar de avanzar hacia un objetivo trascendente acabamos con un conjunto de parches en materia fiscal y con un gobierno que se asume vulnerable en su interacción con el legislativo.
El electorado mexicano está ansioso de tener claridad de visión y mando: quiere y tiene que saber hacia dónde se propone avanzar el gobierno y cómo ese objetivo se va a traducir en beneficios tangibles para la población. Independientemente del mérito o viabilidad de su propuesta, el atractivo de López Obrador residía precisamente en el hecho de que propuso una visión cautivadora de lo que el país podía ser; de no haber sido por lo insensato de su propuesta económica, estoy seguro de que hubiera arrollado en las elecciones. El gobierno del presidente Calderón tiene que construir una visión que entusiasme a la ciudadanía y obligue al congreso a sumarse a su proyecto. Más de lo mismo no es opción.Una estrategia de desarrollo aclararía el panorama no sólo para la ciudadanía. El propio gobierno, súbitamente, tendría a su alcance definiciones precisas de qué se vale y qué no; cada secretario sabría qué hacer y tendría que dejar de pretender que las cosas cambiarán por sí mismas. Resultaría inmediatamente claro quiénes son aliados potenciales y quiénes no; qué estrategia fiscal (impuestos y gasto) contribuye a avanzar su objetivo y cuál no. Sobre todo, una estrategia de desarrollo permitiría enfocarse hacia el futuro, dejando atrás los vicios, mitos y obstáculos que hoy son materia de su actuar cotidiano.
Por muchos años, el gobierno se ha dedicado a proteger la planta productiva existente, con todo lo que eso implica: sindicatos abusivos, empresarios rapaces y burócratas corruptos. Lo ha hecho, al menos en parte, porque al no haber una estrategia integral los riesgos de sacrificar lo ya existente, así como la oposición de quienes se benefician del statu quo, resultan insalvables. Pero esa manera de proceder no ha hecho sino condenar al país al conflicto, el estancamiento económico y a la frustración permanente de toda la población.Hay una mejor manera de salir avante por la que el país clama. Es tiempo de cambiar.
Mensaje del Presidente Calderón
Mensaje a la Nación del Presidente Felipe Calderón, con motivo de su Primer Informe de Gobierno; Domingo, 2 de Septiembre, Palacio Nacional.
Ciudadano Ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Senador Santiago Creel Miranda, Presidente de la Mesa Directiva de la Honorable Cámara de Senadores.
Diputado Cristian Castaño Contreras, Vicepresidente de la Mesa Directiva de la Honorable Cámara de Diputados.
Ciudadano Guillermo Ortiz Martínez, Gobernador del Banco México.
Ciudadano José Luis Soberanes Fernández, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Ciudadano Luis Carlos Ugalde, Consejero Presidente del Instituto Federal Electoral.
Señoras y señores gobernadores, señoras y señores legisladores, señoras y señores embajadores, secretarios de Estado, señoras y señores, mexicanas y mexicanos:
Ayer en cumplimiento de lo dispuesto por el Artículo 69 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, asistí al Congreso de la Unión y en una ceremonia respetuosa y sobria, acorde a los nuevos tiempos de la República, presenté por escrito un informe del estado general que guarda la Administración Pública.
Hoy comparto con los mexicanos algunos de sus aspectos más relevantes.
Ha precedido este acto una discusión que no puedo ni debo eludir, junto con muchos mexicanos, he compartido la idea de que el formato del Informe debe cambiar.
Éste debe convertirse en un diálogo entre poderes, entre el Presidente de la República y los legisladores que constitucionalmente tienen la responsabilidad de representar a los ciudadanos. En la naturaleza misma de la actividad parlamentaria está el debate y como condición indispensable de la actividad gubernamental está el diálogo.
La democracia no se entiende sin el debate de las ideas, la democracia es diálogo respetuoso, discusión franca y directa de las diferencias, y honestidad política para reconocer las coincidencias.
Por eso, el día de ayer reiteré mi disposición a las señoras y señores legisladores para que en el marco de sus responsabilidades determinen de qué manera debe ser ese diálogo democrático.
Como Titular del Ejecutivo asumí el compromiso con la ciudadanía de buscar el desarrollo humano sustentable para las mexicanas y los mexicanos.
Se trata de promover el desarrollo integral de las personas en todos sus aspectos: en lo social, en lo económico, en lo político, en lo cultural, en lo humano, en lo ambiental y hacerlo de manera tal que no se cancelen las oportunidades de bienestar para las generaciones que vienen.
Por eso, me comprometí a guiar la acción del Gobierno en cinco ejes fundamentales: primero, Estado de Derecho y Seguridad Pública; segundo, Economía Competitiva y Generadora de Empleos; tercero, Igualdad de Oportunidades; cuarto, Desarrollo Sustentable; y quinto, Democracia Efectiva y Política Exterior Activa y Responsable.
Estado de Derecho y Seguridad.
Cuando asumí la Presidencia encontré una delicada situación en materia de seguridad pública, por ello, durante el tiempo que comprende este Informe hemos emprendido una lucha frontal contra la violencia y el crimen organizado.
El objetivo fundamental de este esfuerzo ha sido garantizar el imperio de la Ley en todo el territorio nacional, no permitir que la delincuencia se apodere de lo nuestro, luchamos para que nuestras familias, nuestros hijos, las mujeres y en general todos los mexicanos transitemos sin temor por las calles, por los caminos, por los pueblos y ciudades de México.
El problema no era sólo la presencia del crimen organizado, sino también la beligerancia y la impunidad con la que varias organizaciones criminales habían tomado control territorial de diversas regiones del país.
La pretensión de la delincuencia, no la olvidemos, era y es secuestrar al futuro de México, si no hay más ley que la que emana del Congreso, el crimen organizado busca imponer su propia ley, si por definición el Estado tiene el monopolio del uso de la fuerza, estos grupos buscan imponer su propia fuerza, dominar a los ciudadanos y paralizar al Gobierno.
En pocas palabras, habían desafiado al Estado y pretendían suplantar la autoridad.
La situación había rebasado las capacidades de las autoridades locales y, en consecuencia, obligaba a la acción subsidiaria y solidaria de la Federación.
La gravedad del problema y el riesgo de que se siguiera propagando, no admitía ni indecisión ni demora, es por ello que decidimos actuar con toda la fuerza del Estado para restablecer el orden y la autoridad.
Del tamaño del desafío ha sido la respuesta de mi Gobierno, así, durante los primeros días desplegamos varios operativos, que además de la participación coordinada de la Procuraduría General de la República y de la Secretaría de Seguridad Pública, han contado con el apoyo decisivo y con la determinación de nuestras Fuerzas Armadas.
El objetivo primordial era y es recuperar para el Estado su poder indelegable e irrenunciable.
El inicio de estos operativos permitió al Gobierno retomar la iniciativa que los criminales habían arrebatado a la autoridad; la batalla contra el crimen organizado está aún lejos de concluir, sería irresponsable afirmar que esta lucha está ganada.
Es mi deber recordar a la población que ésta será una batalla larga y difícil, que tomará mucho tiempo, implicará enormes recursos económicos y, por desgracia, también costará vidas humanas.
Hago un reconocimiento muy especial a las Fuerzas Armadas del país, que con valor y patriotismo han dado grandes muestras de su lealtad y servicio a la Nación.
Especialmente rindo un homenaje a los soldados y marinos caídos en el cumplimiento de su deber; México honra su memoria y reconoce su sacrificio por el bien de la Patria.
Rindo también honores a la memoria de los policías federales, estatales y municipales que han ofrendado sus vidas en la guerra contra la delincuencia y en defensa de la seguridad de los mexicanos.
El sacrificio de estos patriotas no ha sido ni será en vano, el Ejército Mexicano, es un Ejército para la paz, precisamente la lucha contra el crimen organizado es un lucha por la paz, es una lucha por la seguridad y por la libertad de las familias mexicanas.
A fin de traducir ese reconocimiento pleno a las Fuerzas Armadas, no sólo en palabras, sino en hechos, se otorgó un incremento sustancial en los menguados salarios de soldados y marinos, incremento que había sido pospuesto durante años y que era de elemental justicia.
Los operativos realizados han permitido detener en los últimos nueve meses a casi 10 mil personas vinculadas al tráfico de drogas y han permitido también la captura de una veintena de los más importantes líderes del narcotráfico en el país, pertenecientes a diversas organizaciones criminales.
Se lograron cifras extraordinarias en cuanto a la erradicación de plantíos y decomisos de droga, así como el mayor decomiso de efectivo proveniente del crimen, no sólo en México sino en el mundo.
Además se extraditó a la mayoría de los líderes criminales más peligrosos que siguen operando la línea de mando de sus respectivas organizaciones aún desde prisión.
Los operativos puestos en marcha han obligado al crimen organizado a replegarse en algunos casos y en otros los ha forzado a cambiar de estrategia, eso ha contribuido a reducir la violencia vinculada al narcotráfico.
Comparado con la situación prevaleciente al inicio de mi Gobierno, hay una paulatina recuperación de los territorios que estaban en manos de la delincuencia y con ello el reestablecimiento del orden, ello se refleja en una mayor confianza de la ciudadanía, en el ejercicio de la autoridad frente al poder del narcotráfico.
Hace algunos meses, más del 50 por ciento de los mexicanos consideraban que la inseguridad era el principal problema del país, hoy ese porcentaje, siendo importante, se ha reducido al 30 por ciento.
En la lucha por la seguridad no podemos escatimar esfuerzos ni recursos, hoy la responsabilidad más urgente del Estado es recuperar el orden y garantizar la seguridad pública.
A la par que se desarrollan acciones policiacas y persecutorias, también estamos trabajando en una estrategia integral de prevención del delito y combate a la delincuencia.
Estamos construyendo un nuevo modelo de policía, a través del desarrollo de sistemas y procedimientos homologados con estándares internacionales para los tres niveles de Gobierno.
Para el combate a la corrupción policiaca creamos el Centro Nacional de Evaluación y Control de Confianza con la finalidad de asegurar que toda persona que colabore en una institución policial sea confiable y cubra el perfil requerido con el nuevo modelo de policía.
Además de policías honestos y capaces, hay que decir que también hacen falta ciudadanos, ciudadanos comprometidos que respalden esta acción y que permitan construir en México una nueva cultura de legalidad, una nueva cultura de no impunidad y de denuncia en el país, sólo así podremos limpiar a México de la violencia.
También hemos iniciado el Sistema Único de Información Criminalística mediante una red nacional de interconexión de voz, datos e imágenes, denominada Plataforma México. Esta plataforma permitirá generar inteligencia contra el crimen y en consecuencia, hará más eficaz la labor de investigación de nuestras policías.
Para enfatizar la parte preventiva de la estrategia pusimos en práctica Limpiemos México, Zona en Recuperación. Un programa que cuenta con cuatro componentes que son: rescate de espacios públicos que están en manos de la delincuencia, para pasarlos a los ciudadanos.
Escuela Segura, para garantizar que la droga y la violencia no llegue a nuestros hijos en los espacios escolares, prevención y tratamiento de adicciones y participación ciudadana para garantizar la seguridad.
En nuestra lucha frontal contra el crimen es inaplazable modernizar las leyes y las instituciones en la materia.
Por esa razón, también, presenté ante el Congreso de la Unión una iniciativa de reformas constitucionales en la que se propone, entre otras cosas, fortalecer las labores de investigación policíaca, establecer las premisas para crear una policía nacional más fuerte y eficaz, dotar de mejores herramientas y recursos a las instituciones encargadas de la seguridad, así como establecer y ampliar los derechos de las víctimas en todos los procesos, porque siempre resultan la parte más desprotegida.
De aprobarse estas reformas, el Estado mexicano contará con mejores instrumentos para garantizar la seguridad de los mexicanos.
El narcotráfico y el crimen organizado siguen constituyendo la principal amenaza a la paz y a la seguridad.
El que se disminuya transitoriamente su notoriedad no cancela que continúen al acecho y que busquen constantemente mediante la corrupción o la amenaza, doblegar a la autoridad, atemorizar a la población y así someterla.
No podemos ni vamos a permitirlo, la lucha contra el crimen organizado sigue adelante, unámonos todos en torno a esa lucha común.
Economía Competitiva y Generadora de Empleos.
Gracias al esfuerzo de todos los mexicanos recibí un país con estabilidad económica, hemos mantenido y consolidado esta situación favorable con bajas tasas de inflación y de interés.
Lo hemos hecho porque no estamos dispuestos a volver a vivir otra crisis económica en el país.
Mi Administración ha dado señales claras de rumbo, de firmeza y de certidumbre a los inversionistas.
En parte por ello, la confianza internacional en México ha crecido notablemente.
El riesgo-país, por ejemplo, alcanzó su punto más bajo en nuestra historia en junio de este año.
Turbulencias recientes en los mercados financieros internacionales, han obligado a los bancos centrales de otros países a inyectar cientos de miles de millones de dólares a su sistema financiero para atender problemas de solvencia.
No ha sido el caso de la economía mexicana que ha demostrado solidez en su sistema financiero y monetario.
En otros tiempos, estas turbulencias hubieran generado una crisis económica.
Las reservas del Banco de México han registrado en los últimos años cifras sin precedente.
Hoy tenemos reservas por más de 71 mil millones de dólares, que incluso son superiores al saldo total de nuestra deuda externa.
La estabilidad económica es una condición necesaria, pero sé bien que no es condición suficiente para mejorar la calidad de vida de nuestra gente.
Para ello se requiere lograr un crecimiento alto, sostenido y bien distribuido de la economía que redunde en mayores niveles de bienestar e ingreso, en especial para los mexicanos más pobres.
Hoy le digo a los mexicanos que la única vía para crecer y generar empleos es la inversión: inversión pública, inversión privada, inversión nacional o global, inversión que detone el crecimiento y permita generar los empleos que tanto necesitamos.
Necesitamos que la gente invierta en México, que instale fábricas, talleres, invernaderos, hoteles, oficinas.
En materia de inversión vamos por el camino correcto, prueba de la confianza generada en nuestro país es que hemos recibido inversión productiva en cantidades también inéditas.
En el primer semestre del año hemos recibido nuevas inversiones por más de 13 mil 200 millones de dólares, la cifra más alta alcanzada por México en un primer semestre.
Precisamente gracias a la inversión, México ha logrado sostener importantes tasas de crecimiento del empleo a pesar del bajo crecimiento de la economía de Estados Unidos que ha limitado la expansión de nuestra propia economía.
A principios del 2007; de este año, la expectativa del sector privado era que en todo el año, cuando mucho, se generarían 600 mil empleos, hoy puedo informar a los mexicanos que de acuerdo con los registros de trabajadores afiliados al Seguro Social, trabajadores nuevos, desde el 1 de enero pasado al día de ayer se han generado más de 618 mil nuevos empleos formales en nuestro México.
Esto significa que tan sólo en ocho meses alcanzamos la cifra más optimista prevista para todo el año, hoy 618 mil nuevos trabajadores con nombre, apellido, se han sumado al trabajo formal.
También el número de trabajadores registrados en el IMSS llegó a una cifra récord.
Yo sé mexicanas y mexicanos que esto no es suficiente para abatir el enorme rezago acumulado durante décadas en materia de empleos, sin embargo, es una cifra positiva, tenemos que perseverar unas políticas que permitan acelerar la inversión, el crecimiento y la creación de empleos.
Nos queda muy claro que el crecimiento económico de México es insuficiente.
Qué requerimos para que nuestra economía tenga un crecimiento sólido y sostenido, necesitamos transformar de fondo la estructura productiva del país, convertir a México en uno de los mejores destinos de inversión en el mundo y elevar la competitividad de todos los sectores productivos.
Producir en México no debe ser más caro ni más difícil que producir en cualquiera de las economías con las que estamos compitiendo, un factor clave para el desarrollo económico con justicia es la inversión en infraestructura.
Por ello, presenté a los mexicanos el Programa Nacional de Infraestructura, el cual tiene dos grandes propósitos: el primero es contribuir a nivelar las oportunidades de desarrollo de los mexicanos, especialmente de los que menos tienen, llevándoles servicios tan básicos como el agua o el drenaje o la electricidad.
El segundo, es construir la infraestructura necesaria para elevar la competitividad de la economía nacional, el programa incluye proyectos en materia de carretas, puertos, aeropuertos, corredores multimodales, que nos permitirían convertir a México en una plataforma logística, integrada a los mercados mundiales y economías más importantes del planeta.
En coordinación con el sector productivo, también estamos promoviendo una agenda de competitividad para reducir las barreras administrativas que enfrentan los emprendedores al abrir un negocio.
Reorganizamos y ampliamos los créditos y los apoyos a las pequeñas y medianas empresas a través de NAFINSA y el Fondo PyMES.
También creamos PROMÉXICO, un organismo que servirá para promover nuestros productos en el extranjero y atraer más inversión al país.
Dentro de esta agenda de competitividad es fundamental que abordemos con claridad las condiciones de competencia en el país y las circunstancias que la limitan, México requiere mercados plenamente competitivos en todos los sectores, donde sea la libertad de los consumidores lo que decida en función del precio y la calidad.
Uno de los nuevos sectores con mayor rezago es el campo, para elevar su competitividad y, sobre todo, para mejorar las condiciones de vida de quienes en él viven, mi Gobierno está invirtiendo este año más de 176 mil millones de pesos a través del Programa Especial Concurrente Para el Campo.
Es la cifra más alta que se ha destinado en la historia, hemos dado un apoyo especial a los productores de maíz, de fríjol, de caña de azúcar, de leche, para fortalecerlos ante la inminente apertura comercial de sus productos.
A principios del año el precio del maíz en el mercado internacional se duplicó, esto obviamente amenazó con impactar de manera terrible la economía de las familias mexicanas que tienen al maíz y a la tortilla como principal alimento, gracias a un acuerdo entre productores, distribuidores, comercializadores y consumidores, logramos estabilizar el precio de la tortilla y garantizar el abasto del maíz.
Más allá de estas medidas, para crecer con equidad, para crecer con justicia, necesitamos avanzar en las reformas que el país necesita.
Reformar al sistema tributario, para fortalecer la capacidad del Estado para invertir en educación, en salud, en infraestructura, en servicios básicos.
Reformar las relaciones laborales para hacerlas más productivas y benéficas, tanto a trabajadores como a productores, reformar el sector energético para contar con insumos productivos de calidad y a precios competitivos.
Reformar la educación para que nuestros niños y jóvenes adquieran el conocimiento y las habilidades que les permitan, no sólo competir, sino ganar en un mundo que les compite.
Reformas a las telecomunicaciones que nos permitan poner a México a la vanguardia tecnológica y hacer la tecnología más accesible a la gente más pobre.
Sé de la enorme dificultad que implica alcanzar tales reformas, pero también estoy convencido de que podemos ponernos de acuerdo.
Ejemplo de ello es la Reforma a la Ley de ISSSTE, con la cual el Congreso resolvió un grave problema que ponía en riesgo la viabilidad financiera del país.
Los trabajadores en activo y los jubilados corrían el riesgo de que no fuese posible pagarles sus pensiones en el futuro, por la situación de quiebra que enfrentaba la institución, era necesario tomar acciones inmediatas para cambiar esa situación y así lo hicimos, los trabajadores, los sindicatos responsables y, sobre todo el Congreso de la Unión actuaron con responsabilidad, con una gran visión de futuro; esto permitió salvar al ISSSTE de la insolvencia financiera con todas sus consecuencias y comenzar a revertir el deterioro de sus servicios.
Hoy las cosas están cambiando, en 90 días se realizaron decenas de miles de intervenciones quirúrgicas, de estudios, de consultas que estaban aplazadas por meses, en algunos casos por años, se abatió el rezago en lista de espera para las guarderías de los hijos de los beneficiarios y por primera vez, se dieron créditos hipotecarios a trabajadores jubilados.
La reforma nos permitirá invertir, en los próximos tres años, más de ocho mil millones de pesos en el mejoramiento de la institución, en suma, con esta reforma habrá un nuevo ISSSTE en beneficio de todos.
Esta Reforma dará viabilidad a las finanzas públicas en el largo plazo, sin embargo, en materia de finanzas públicas aún subsisten problemas serios y que es urgente resolver.
Igualdad de Oportunidades.
México no puede dejar de invertir en infraestructura y en desarrollo social; más del 40 por ciento de los mexicanos viven en la pobreza, de ellos, más de 14 millones en pobreza extrema, 10 millones todavía no tienen agua potable y muchos más todavía no tienen drenaje.
Es urgente revertir las terribles condiciones de desigualdad que se viven en el país y cerrar la brecha entre los pobres y los ricos; a la luz de esta realidad queda claro que tenemos los mexicanos una enorme deuda con los más pobres, México no puede esperar más, llegó la hora de pagar la deuda social con los que menos tienen.
Ello no será posible si el Estado no invierte más y mejor en servicios de salud y en educación de calidad; en agua potable y alcantarillado, en caminos, en infraestructura, en ciencia, en tecnología que posibilite el desarrollo de todos.
Todos sabemos que los recursos que tiene el Estado no alcanzan, son insuficientes para atender estas demandas; por eso es necesario que aportemos todos, cada quien en la medida de su capacidad, que aportemos todos y en especial quienes más han recibido.
Además en esta materia de finanzas públicas éstas están severamente amenazadas por un nuevo factor: la declinación de nuestra producción de petróleo.
Por décadas hemos disfrutado de esta riqueza, que hasta el año pasado representó más del 40 por ciento de los ingresos de todos los gobiernos, sin embargo, nuestras reservas de petróleo se han venido reduciendo constantemente, esto hay que decirlo.
Ahora tenemos reservas probadas, tan sólo para los próximos nueve años, más grave aún, en tan sólo dos años la producción diaria promedio de petróleo se ha reducido en más de 200 mil barriles, de continuar esta tendencia habrá un duro golpe a las finanzas públicas, es urgente que el gasto público reduzca la enorme dependencia que tiene de los ingresos petroleros.
Por eso he presentado al Congreso de la Unión una reforma hacendaria por los que menos tienen, porque México no puede seguir siendo un país tan desigual, porque es necesario que todos seamos solidarios, porque sólo con finanzas públicas fortalecidas podemos hacer frente al enorme desafío que representa terminar con la miseria, terminar con la miseria en la que viven millones de mexicanos.
El tiempo se agota, de aprobarse la reforma habremos dado un paso enorme para cumplir los más urgentes compromisos sociales del Estado mexicano.
Sé que reducir la desigualdad es el reto más importante de nuestra generación. Precisamente, con miras a cerrar esa desigualdad, mi Gobierno ha centrado su estrategia social en el objetivo de igualar oportunidades.
En esencia, lo que buscamos es que las oportunidades no sean diferentes para quien nace en la ciudad y para quien nace en el campo, que no sean diferentes para el indígena y el no indígena, que no sean diferentes para los hombres y para las mujeres.
Igualar oportunidades nos obliga a una evaluación rigurosa de las políticas públicas, una evaluación para eliminar, con sinceridad, aquellas que no han cumplido su propósito social y reforzar las que verdaderamente contribuyan a mejorar la calidad de vida de la gente.
Aún con sus limitaciones, los programas sociales establecidos hace más de una década, programas que están orientados a fortalecer educación y salud, por un lado; y por otro, a darle un ingreso directo a las familias más pobres, es decir, programas orientados a fortalecer la capacidad de las personas, como el Programa Oportunidades, estos han demostrado su eficacia.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el CONEVAL, la población en situación de pobreza alimentaria, es decir, la población en pobreza extrema se redujo de 34 millones y medio de mexicanos en 1996, a 14 millones y medio en el año 2006, 20 millones menos, incluyendo los incrementos en el tamaño de la población.
Sé que estas cifras generan controversia, pero más allá de su verificación, de corroborarse esta tendencia, significa que las políticas públicas han sido las correctas.
Por lo mismo, no sólo deben mantenerse, sino que deben fortalecerse, con ese criterio hemos actuado.
En mi Gobierno, Oportunidades se ha consolidado como el programa de combate a la pobreza más importante del país, hoy atiende a más de cinco millones de familias, lo que significa que beneficia a uno de cada cuatro mexicanos.
A los apoyos que reciben estos hogares, en educación, en salud, en nutrición, a partir de enero agregamos una nueva ayuda económica para respaldar el gasto que consumen en luz y en gas.
Este año, el apoyo para cada familia es ocho por ciento más que en el año pasado.
Estamos trabajando también intensamente para que la pobreza deje de ser el destino obligado de indígenas y de campesinos que viven en comunidades rurales alejadas.
Para avanzar más rápido en esa dirección, pusimos en marcha la estrategia Cien por Cien.
Cien acciones dirigidas a los cien municipios más pobres de México. A la fecha le hemos comprometido cuatro mil 700 millones de pesos para introducir ahí servicios básicos, entre ellos agua potable, caminos de acceso, vivienda digna, piso firme, educación y atención médica.
Hay que destacar que casi la totalidad de los cien municipios más pobres son municipios indígenas.
Igualdad de oportunidades significa también ampliar el acceso a la educación.
Es por esta razón que estamos dando un sólido impulso a la cobertura en Educación Media Superior y Superior, que es donde tenemos la mayor demanda.
En el ciclo escolar que comenzó hace unos días, mi Gobierno apoya con becas a un millón 85 mil estudiantes de Educación Media Superior.
De qué tamaño es el incremento que hemos dado de becas.
Significa que uno, uno de cada dos alumnos de Bachillerato en escuelas públicas hoy cuentan con una beca para continuar sus estudios.
A esto se suman 347 mil becas para estudios superiores, de las cuales 290 mil se otorgan a estudiantes en situación de desventaja económica.
A pesar de este esfuerzo, los retos que tiene el país en materia educativa siguen siendo abrumadores, hoy, por desgracia, tres de cada cuatro jóvenes en edad universitaria, tres de cada cuatro no tienen un espacio en el Sistema Educativo Nacional.
A la par de la cobertura, la calidad de la enseñanza representa un enorme desafío, en la evaluación educativa más reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, México quedó en los últimos lugares en materias fundamentales como lectura de comprensión y matemáticas.
La situación es muy preocupante ya que es en la educación donde México se juega la calidad de su futuro, nuestros jóvenes hoy tienen que estar más preparados que nunca para enfrentar la enorme competencia internacional y conseguir un trabajo bien pagado al terminar sus estudios.
Por otra parte, también hay que congratularnos de que jóvenes mexicanos a base de tesón, de esfuerzo y a pesar de la adversidad, destacan como los mejores del mundo, es el caso de quienes han ganado recientemente certámenes internacionales en geografía y en tecnología del agua.
Estoy consciente de que necesitamos una reforma educativa que impulse la calidad y la equidad en la enseñanza, sin dejar de velar por la modernización de la infraestructura escolar, el acceso a las tecnologías pedagógicas de vanguardia y, desde luego, a la capacitación adecuada y al reconocimiento social a los maestros.
El acceso a los bienes culturales también forma parte de la política social que crea Oportunidades, por ello, hemos realizado más de 200 mil actividades de fomento a la lectura para beneficio de dos millones 600 mil niños, jóvenes y adultos.
Queremos que la cultura llegue a todos los mexicanos, en estos meses se han realizado más de 33 mil diversas actividades de difusión cultural con la asistencia a ellas de 20 millones de personas.
Quiero destacar que tan sólo en la exposición Frida Kahlo 1907-2007 asistieron casi medio millón de personas, una cifra récord para una exposición que, además, fue todo un éxito.
Igualdad de oportunidades significa también garantizar el acceso a servicios de salud, a medicinas y a tratamientos, hoy el rezago en atención médica es un reflejo de la desigualdad y la miseria que tiene México.
Hay ofensivos contrastes, por ejemplo, en las tasas de mortalidad infantil; mientras que en San Pedro Garza García, Nuevo León o aquí en la Delegación Benito Juárez en la Ciudad de México, mueren tres niños de cada mil, antes de un año de edad; en Batopilas, Chihuahua, mueren 78 niños de cada mil.
Reducir esa enorme desigualdad y proveer mejores condiciones de atención médica para todos, especialmente para quienes integran grupos vulnerables: indígenas, mujeres, niños, adultos mayores, personas con discapacidad, es un compromiso de elemental justicia.
El 1 de diciembre me comprometí a garantizar que toda niña y que todo niño que naciera durante mi Administración, tendría acceso a servicios de salud y a un seguro médico eficaz para su vida.
Por eso pusimos en marcha el Seguro Médico para una Nueva Generación, a la fecha, 430 mil recién nacidos han sido afiliados. Este programa genera un efecto multiplicador ya que incorpora también a los papás y a los hermanos de los recién nacidos.
Por ello los beneficios se han extendido a más de un millón 400 mil mexicanos.
El Seguro Médico para una Nueva Generación es una apuesta social mayor de mi Gobierno para que nuestros hijos sean el día de mañana personas de provecho con la fuerza y capacidad para cumplir sus metas.
En este programa avanzamos también en un elemento clave del desarrollo humano sustentable, alcanzar, esperemos que pronto, la cobertura universal de salud.
Como parte de ese gran esfuerzo, y gracias al Congreso, hemos fortalecido el Seguro Popular con un aumento en su presupuesto del 50 por ciento.
Esto nos ha permitido afiliar a un millón 260 mil familias más en estos últimos nueve meses.
El Seguro Popular es la garantía social más clara de la igualdad de oportunidades en materia de salud. Y para quienes viven en las zonas más aisladas donde no hay clínicas ni hospitales, pusimos en marcha las Caravanas de la Salud. A través de las unidades móviles han sido atendidas 650 mil personas en coordinación con los gobiernos de 17 estados de la República.
Por otra parte, para igualar oportunidades también pusimos en marcha el programa 70 y Más. Un programa acordado por el Congreso en el cual los adultos mayores que viven la mayor marginación, es decir, quienes son marginados por su edad y quienes además son marginados por la lejanía de las comunidades en las que viven, recibieron un apoyo económico y a partir del 1 de enero son apoyados con 500 pesos mensuales por la Administración.
Una gran preocupación de las jefas de familia es el cuidado y la atención de los hijos. También para igualar oportunidades para las mujeres, en especial para las mujeres que trabajan y sus hijos, pusimos en marcha el Programa de Estancias Infantiles para madres trabajadoras.
Tan sólo en este año, de que arrancó el programa a la fecha, hemos abierto más de tres mil 500 nuevas estancias, en esos lugares atendemos a más de 63 mil niños, con lo que hemos rebasado en agosto la meta que habíamos previsto para todo el año.
Con este respaldo fortalecemos la capacidad de ingreso de las mujeres, en especial de las madres y muy especialmente de las madres solteras, porque ahora pueden trabajar con la seguridad de que sus hijos están bien cuidados.
Además, por otro lado, las estancias generan trabajo e ingreso a las mujeres que de otra manera difícilmente lo obtendrían.
Para igualar oportunidades también es necesario que la gente tenga un lugar digno donde vivir.
Al inicio del Gobierno encontré un programa de vivienda exitoso y en marcha, pero de difícil acceso para familias de bajos recursos, por eso hemos fortalecido y enfocado el esfuerzo del Gobierno en apoyar a los mexicanos que ganan menos de cuatro salarios mínimos, es decir, menos de 200 pesos al día, pagándoles el anticipo de su vivienda, y otorgándoles programas de crédito acordes a su nivel de ingreso.
En lo que va de la Administración, en la totalidad del Programa de Vivienda, se han otorgado casi medio millón de créditos hipotecarios, tanto por el sector público como por el privado.
El principio que guía la política del sector, es que quienes tienen los menores ingresos, son los que deben recibir los apoyos.
Para la igualdad de oportunidades falta un largo camino por recorrer, nuestra generación tiene la responsabilidad histórica de reducir sustancialmente las desigualdades, eliminar la pobreza extrema, la pobreza alimentaria y construir un país donde todos vivamos mejor.
Desarrollo sustentable. La clave del desarrollo humano sustentable es que la ampliación de capacidades de quienes vivimos ahora no destruya las oportunidades de las generaciones futuras.
Por ello, toda política pública en mi Gobierno debe estar y está vinculada al desarrollo sustentable y a la preservación natural.
Por desgracia el medio ambiente y los recursos naturales se deterioran a una velocidad alarmante, al año perdemos más de 300 mil hectáreas forestales, principalmente por efecto de la acción del hombre, ahí hay que aumentar los daños causados por la naturaleza, tan sólo el huracán Dean, que tuvimos recientemente, afectó más de dos millones de hectáreas forestales.
Desde el inicio de mi Gobierno instruí al Gabinete a hacer de lado el concepto tradicional de considerar el tema ambiental como de mero trámite, casi de ornato.
Por eso hemos tomado acciones decididas, decisivas, para reparar el daño que infringimos a la naturaleza.
La sustentabilidad ambiental es uno de los cinco ejes de mi Gobierno y para mí es una cuestión de seguridad nacional.
Superar la pobreza y cuidar la naturaleza deben ir de la mano.
Una parte importante de la depredación de nuestros recursos, está asociada a la miseria.
Quienes más sufren el deterioro de la naturaleza, por ejemplo, o la escasez de agua, son también los mexicanos más pobres.
A la vez, la miseria obliga a quienes viven en ella a explotar de forma desesperada e ineficiente los recursos naturales.
Por eso hemos puesto en marcha programas como PROÁRBOL, un sistema novedoso de pago de servicios ambientales mediante el cual apoyamos a las comunidades que viven en bosques y selvas del país para que a la vez que cuidan nuestros recursos naturales, también tengan un ingreso digno.
Otro componente de PROÁRBOL es la reforestación. Este año con silvicultores, con ejidatarios, con comuneros, con pequeños propietarios, con los gobiernos locales, hemos comenzado a plantar 250 millones de árboles, la cuarta parte de la meta de las Naciones Unidas.
Este esfuerzo sin precedente ubica a México como el principal reforestador del planeta en la actualidad.
Uno de los desafíos globales más importantes que enfrenta la humanidad es el calentamiento global.
Por eso mi Gobierno presentó una estrategia nacional de cambio climático, la cual identifica posibilidades para reducir la emisión de gases de efecto invernadero e incluye planes de energía a partir de fuentes alternativas a los combustibles fósiles, como son la hidráulica, la eólica, la solar o la biomasa.
Hemos puesto en marcha importantes obras para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
Inauguramos la primera planta de energía eólica en el Estado de Oaxaca, y para aprovechar el potencial hidráulico concluimos e inauguramos la Presa de El Cajón, y ya licitamos la construcción de la Presa de La Yesca, en Nayarit.
Otro reto fundamental es la protección del agua. Las aguas residuales contaminan los mantos acuíferos, la mayoría de los acuíferos en zonas urbanas están sobreexplotados.
Al inicio de mi Administración, la cobertura de tratamiento de agua era de 36 por ciento, en los primeros meses hemos puesto en marcha 49 plantas de tratamiento nuevas o que estaban sin funcionar.
La meta a alcanzar para el 2012 es una cobertura de tratamiento de aguas residuales de por lo menos el 60 por ciento y poder estar en condición de alcanzar para la próxima década una cobertura de tratamiento del 100 por ciento de aguas residuales.
En áreas naturales protegidas también hemos superado la meta. Hoy las áreas naturales que teníamos previstas para todo el año ya han sido decretadas y representan el 12 por ciento del territorio nacional.
También a nuestra generación le toca el reto de labrar su presente sin destruir el futuro de las generaciones que vienen.
Convoco a los mexicanos, pero muy especialmente a los jóvenes, para que impulsemos con decisión la defensa y la recuperación del medio ambiente.
Democracia efectiva.
Una democracia fuerte es condición indispensable para promover y alcanzar el desarrollo humano sustentable.
Por eso, durante mi Gobierno hemos puesto especial atención a fortalecer nuestra vida institucional y democrática.
Hemos querido darle a la política su verdadero significado, una herramienta que produce acuerdos, que respeta las diferencias y que genera bien común.
Durante este periodo, los poderes públicos han trabajado respetuosamente en el ámbito de sus competencias.
El Congreso de la Unión trabaja y ha aprobado importantes reformas como la del Artículo 6º de la Constitución que amplía los derechos políticos de los ciudadanos, puesto que asegura la rendición de cuentas y el acceso a la información, ya no sólo para el Gobierno Federal, sino para todos los órdenes de Gobierno.
Aprobó la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, aprobó las reformas ya comentadas a la Ley del ISSSTE y discute con responsabilidad las reformas del Estado, electoral y en materia de seguridad y justicia, entre otras.
La comparecencia constitucional de secretarios de despacho y otros servidores públicos ha sido recurrente y como titular del Ejecutivo he sostenido reuniones frecuentes con grupos parlamentarios e integrantes de diversas comisiones de ambas cámaras legislativas.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación se ha fortalecido como tribunal constitucional y de legalidad y se ha ganado a pulso el respeto de los ciudadanos, el acatamiento de sus fallos por parte de los otros poderes contribuye a una formación de una verdadera visión de Estado.
La relación y el diálogo con los gobernadores de los estados ha sido una fuente permanente de corresponsabilidad, colaboración y entendimiento respetuoso del marco Federal.
En estos nueve meses de gestión las demandas sociales se han manifestado con absoluta libertad, las demandas laborales se procesan de manera pacífica y las partes llegan a acuerdos relevantes como es el caso de la industria azucarera que mediante el diálogo entre productores y trabajadores pudo reformarse el Contrato Ley que durante 71 años no había sido modificado; la excepción es el conflicto en el sector minero por desgracia.
Ante la falta de acuerdo el Estado seguirá promoviendo la conciliación y garantizará en todo caso la justicia mediante la estricta aplicación de la ley.
En materia de derechos humanos mi Gobierno ha mantenido una posición de total apertura, por ello hemos sostenido reuniones con el comisionado de derechos humanos, así como con organismos internacionales en los que mi Gobierno ha escuchado y atendido diversas observaciones, mi propósito es que se despeje cualquier sombra de duda respecto de nuestro pleno compromiso con los derechos humanos y que se sancione toda conducta de autoridad que atente contra éstos.
Mi Gobierno tiene una profunda preocupación por los atentados de personas o grupos que recurren a la violencia para pretender hacer valer sus ideas y convicciones.
Es vital para todos los que creemos en la democracia que reiteremos nuestro compromiso con ella y con sus instituciones siempre en el marco de la ley, que nadie imponga por la fuerza a los demás sus propias ideas.
Es evidente que nuestra democracia debe perfeccionarse, el diseño institucional debe adecuarse a los nuevos tiempos, pero sobre todo a los anhelos de los mexicanos.
Por eso considero imprescindible pasar del sufragio efectivo a la democracia efectiva, es decir, reducir la distancia que existe entre los ciudadanos y sus representantes, fomentando la rendición de cuentas, la transparencia y la gobernabilidad.
Para lograr una democracia efectiva se requieren gobernantes responsables, se requieren actores políticos dispuestos a negociar, voluntad política para construir, funcionarios públicos de todos los niveles de Gobierno sujetos a controles de transparencia y de rendición de cuentas.
Medios de comunicación responsables e instituciones sólidas que fomenten la participación y regulen el proceso de toma de decisiones, pero, sobre todo, se requieren ciudadanos comprometidos y participativos.
En México hemos logrado con mucho esfuerzo construir una democracia electoral, la reforma electoral del 96 y la creación del Instituto Federal Electoral ciudadano contribuyó de manera decisiva a consolidar esta democracia.
Por diversas circunstancias personales, he sido testigo de esta transición pacífica a la democracia, por lo mismo, sé que los procesos electorales son perfectibles y que requieren de la solidez de los procedimientos acordados y de las instituciones que los regulan.
He sido y seré siempre respetuoso de las autoridades electorales, cualquier esfuerzo por mejorar la fortaleza y la credibilidad de los procesos requerirá guardar un sano equilibrio entre el grado de consenso respecto de los procesos y las autoridades, y el continuo fortalecimiento de la autonomía y la capacidad de acción de tales órganos.
Como Presidente he seguido con atención y respeto el diálogo en el Congreso de la Unión respecto de una eventual reforma electoral, soy partidario de que se fortalezcan las facultades de fiscalización de las autoridades, de que se regulen las precampañas, de que las campañas sean más cortas y menos costosas, de que se garantice la equidad entre los contendientes y que todos los actores sin excepción rindan cuentas.
Seré respetuoso de lo que los partidos resuelvan y de lo que el Congreso decida.
Como Presidente de la República actuaré siempre conforme a lo que la ley disponga y hago votos para que la imparcialidad exigida al Presidente y que asumo a plenitud, sea igualmente exigida y respetada por todas las autoridades en los diversos órdenes de Gobierno.
Hoy requerimos propuestas de diseño institucional que a la vez que preserven los logros democráticos alcanzados, permitan construir mecanismos institucionales que faciliten la gobernabilidad, que otorguen una democracia que le dé sentido a los ciudadanos.
Que les permita percibir en su vida cotidiana los beneficios de la democracia, para ello, es importante revisar el marco jurídico e institucional.
Debemos evitar que el equilibrio de poderes corra el riesgo de traducirse en parálisis y en bloqueo permanente entre los mismos, la división de poderes, más que la que cancelación que un poder realiza sobre las atribuciones de otro, implica colaboración, equilibrio, y sobre todo funcionalidad capaz de generar bienes públicos para los ciudadanos.
En otros momentos he dicho que el país no puede estar permanentemente en estado de transición y reforma política, por eso considero que ha llegado el momento de consolidar nuestra democracia y de hacerlo impulsando los aplazados cambios de fondo que necesita la organización y distribución del poder en México.
Hacerlo implicará darle cauce a la responsabilidad política y abrir las amplias avenidas del diálogo.
El Congreso de la Unión realiza un importante trabajo para reformar al Estado. Como Presidente estaré siempre a favor de aquellos acuerdos que permitan que los ciudadanos, más que los políticos, sean los verdaderos beneficiarios de la democracia, siempre impulsaré aquellas reformas que fortalezcan los mecanismos democráticos de rendición de cuentas.
Política exterior responsable.
El mundo ha cambiado y lo que ocurre en él impacta a todos los mexicanos, de la manera en que nos adaptemos con éxito a esos cambios dependerá nuestra capacidad para conducir nuestro destino en el Siglo XXI.
Hoy, la información, las telecomunicaciones, el conocimiento, la cultura y la tecnología rebasan los límites de la frontera, influyen en todos los hogares y de nosotros depende que esa incidencia pueda orientarse a promover el desarrollo integral de las personas y el desarrollo humano sustentable del país.
Hoy nuestros jóvenes compiten con otros jóvenes de su edad, en otros países por los mismos puestos de trabajo debido a la enorme movilidad de la inversión y la competencia global.
En este mundo que nos compite he dicho y reitero, que los mexicanos debemos construir un México ganador, fuerte y seguro de sí mismo, el reto de México es ser capaz de fortalecer su posición internacional y ejercer una política exterior responsable y activa que nos permita traducir nuestra interacción global en beneficio de los mexicanos.
Por eso hemos desplegado en estos meses una intensa actividad internacional, que busca asumir de manera responsable y cabal el peso de nuestro México en el mundo.
He instruido al Servicio Exterior y a la Secretaría de Relaciones Exteriores, a ejercer la diplomacia bajo la premisa de tener más mundo en México y más México en el mundo.
Más mundo en México, porque requerimos aquí, inversión para generar empleos, más mundo en México que nos permita acceso a la vanguardia del conocimiento, de la medicina, de la tecnología, del arte, de la cultura, de las telecomunicaciones.
Y más México en el mundo, porque debemos reasumir el liderazgo que nos corresponde en los foros multilaterales y en todas las regiones, empezando por América Latina.
Impulsamos una política exterior, definida y activa, que trasciende del acuerdo comercial con Norteamérica y que pugna por abrir nuevos mercados a los productos mexicanos en todos los continentes y coloque a nuestro país como uno de los mejores destinos de inversión en el mundo.
Por ello llevé al Foro Económico Mundial y a los principales países europeos, la certeza de que México es una Nación moderna, dinámica, abierta al comercio, un destino seguro y sólido para invertir y a la vez una Nación comprometida con la democracia, los derechos humanos y el medio ambiente.
Impulsamos una política exterior activa, que permita que México sea un protagonista y no un mero espectador de lo que ocurre en el mundo.
Por eso hemos reforzado la postulación de México como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
México ha entrado a una nueva dinámica en estos meses en sus relaciones con las naciones hermanas de América Latina.
Más allá de nuestras diferencias, sabemos que lazos indestructibles unen a México con Latinoamérica.
En los primeros meses hemos recompuesto y fortalecido nuestra relación con todos los países latinoamericanos sin excepción, México debe ejercer a plenitud la responsabilidad de liderazgo que le corresponde por historia, cultura, economía y posición geográfica en el Continente.
En el fortalecimiento de nuestros lazos con todo el mundo hemos recibido aquí, en este Palacio Nacional, la visita de los jefes de Estado de España, Chile, Estados Unidos, Argentina, Brasil y Nicaragua; además de los jefes de Estado asistentes a la toma de protesta constitucional.
También hemos recibido la visita en Campeche de los jefes de Estado de Centroamérica en el marco de la Cumbre Puebla-Panamá, con quienes hemos redoblado nuestro compromiso de cooperación en todos los órdenes.
En el caso de Norteamérica y con motivo de la Cumbre de Líderes de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte, reiteré mi convicción de que como región no hemos desarrollado el enorme potencial que tenemos y que debemos evitar que la competitividad de otras regiones del mundo cancele nuestras oportunidades.
Entre México, Canadá y Estados Unidos tenemos que ser capaces de aprovechar nuestra ventajas regionales sin vulnerar la soberanía de capa país y resolviendo los temas de migración, crimen organizado e inversión.
Finalmente he dicho que México no termina en su frontera, que donde quiera que haya un mexicano, ahí está México, por eso la acción del Gobierno en favor de nuestros paisanos migrantes se guía por principios, por la defensa y protección de sus derechos, por la prevención para detectar medidas que puedan afectar a nuestra gente y por el profesionalismo que debemos brindar a nuestros connacionales.
Por esta razón ya estamos destinando la totalidad de los recursos captados en la red consular en beneficio de los mexicanos en el extranjero.
A nombre del Gobierno de México, nuevamente externo una enérgica protesta por las medidas unilaterales tomadas por el Congreso y el Gobierno de Estados Unidos que exacerba la persecución y el trato vejatorio en contra de los trabajadores mexicanos no documentados.
La insensibilidad mostrada hacia ellos que mucho aportan a la economía y a la sociedad estadounidense ha sido un aliciente para redoblar la lucha por el reconocimiento de su enorme aporte a la economía de ambas naciones y por la defensa de sus derechos.
Por eso, el Gobierno de México seguirá insistiendo firmemente ante la sociedad y el Gobierno de ambos países en la necesidad de una reforma migratoria integral y en el rechazo categórico a la construcción de un muro en nuestra frontera común.
Mexicanas y mexicanos:
México enfrenta muy diversos desafíos, algunos de ellos, los más graves son problemas estructurales, de raíces profundas y soluciones complejas, costosas y de largo plazo.
Frente a la tentación de evadirlos y, evitar los costos y los riesgos que implicaba el enfrentarlos, claramente decidimos, desde el primer día de Gobierno, hacerle frente a los problemas y a orientar la acción a generar soluciones de fondo.
Es el caso de la inseguridad pública y de la lucha contra el crimen organizado, no tiene solución inmediata, exige un trabajo continuo y una estrategia integral y perseverante de largo plazo y tiene costos difíciles para el país.
Hoy los mexicanos enfrentamos una decisión fundamental, o cerramos los ojos a la realidad, y por temor o irresponsabilidad dejamos que la delincuencia siga imponiendo su ley en las calles de México, o nos decidimos a enfrentar y derrotar a la delincuencia con todos los riesgos y costos que ello implica.
El Gobierno Federal ya tomó una decisión: vamos a enfrentar con todo a la delincuencia porque lo que está en juego es el futuro de los niños y los jóvenes de México; porque tenemos con qué hacerle frente a quienes envenenan el cuerpo y el alma de nuestros muchachos; porque México debe ser y será un país seguro y libre, por eso seguiremos actuando con toda la fuerza del Estado.
Convoco a los mexicanos a respaldar sin titubeos esta lucha, a no cerrar los ojos a la realidad y a vencer el temor que permite a la delincuencia seguir imponiendo su ley. Enfrentar los problemas y no evadirlos también implica hacerle frente a la crónica debilidad de las finanzas públicas.
Es cierto, hasta ahora podemos cumplir con las obligaciones del presente pero si no los corregimos será imposible hacerle frente a las obligaciones del mañana. La estrategia ha sido enfrentar de manera responsable los problemas de largo plazo y no sólo los de coyuntura; se trata en otras palabras, de construir los cimientos de ciertas partes del edificio nacional, pues de no hacerlo tarde o temprano terminarían por derruirse y los daños serían inmensos.
Es un trabajo cuyos resultados no se perciben de manera fácil, pero que es indispensable hacer. Estamos decididos a que futuras generaciones no tengan que cargar con las funestas consecuencias de nuestras omisiones y que les estallen a ellas en las manos los problemas ocultos que impiden el avance del país.
Por lo mismo, estamos trabajando por resolver el problema de fondo que es la insuficiencia estructural de la capacidad de recaudación del Estado. De aprobarse la reforma hacendaria podremos comenzar a pagar la deuda social con los que menos tienen, invertir en la infraestructura que el país necesita y al mismo tiempo reducir la enorme dependencia que tenemos de los ingresos del petróleo.
En pocas palabras, estamos enfrentando, y no eludiendo los problemas más graves del país y así lo seguiremos haciendo. Por eso enfrentamos el crimen organizado y la inseguridad, por eso enfrentamos y resolvimos el problema de las pensiones de los empleados públicos, por eso estamos enfrentando el problema tributario del país.
La estrategia tiene un segundo componente: el darle continuidad y profundizar las políticas que han mostrado su eficacia en la solución de problemas; continuar con la estabilidad macroeconómica si, pero al mismo tiempo buscar crecimiento sano, sostenido y distribuido.
Seguir con los programas de vivienda pero enfocarlos a los más pobres; seguir con el Seguro Popular pero empezar a generalizarlo con el Seguro Médico para una Nueva Generación.
Fortalecer los programas más eficaces contra la pobreza pero al mismo tiempo enfocarlos directamente a las comunidades más marginadas; mantener lo que está bien y cambiar e innovar lo que debemos cambiar.
Sé que particularmente en materia social tenemos que ir mucho más aprisa de lo que hemos ido hasta ahora.
El tercer elemento de la estrategia del Gobierno consiste en cambiar las condiciones económicas del país para procurar un crecimiento económico con mejor distribución de la riqueza.
Ello requiere reformas profundas como lo están siendo las de pensiones o la fiscal, requiere una agenda de competitividad para el aparato productivo, cambios regulatorios que eliminen privilegios y promuevan verdaderamente la competencia en los mercados, políticas generadoras de estímulos a la inversión productiva y generadoras de empleo.
Requiere ejecutar la infraestructura que tenemos programada para el desarrollo regional, de un sector energético más eficiente y competitivo, capaz de proporcionarle a los mexicanos consumidores o productores: luz, gas y otros energéticos a precios verdaderamente accesibles.
Se trata de generar más riqueza, y al mismo tiempo, de distribuirla mejor.
El objetivo central de mi Gobierno es transformar a México, y a ello convoco a los mexicanos, transformar a México de ser un país con casi la mitad de su población en la pobreza, a ser un país próspero y donde hayamos erradicado totalmente la miseria.
Transformar a México de un país incapaz de generar empleo para los suyos que llegan a la edad de trabajar, en un México con crecimiento económico alto, capaz de brindar a cada una y a cada uno de sus hijos la oportunidad de trabajar y de salir adelante, y sacar adelante a su familia con su propio esfuerzo.
Transformar a México de un país que pierde a lo mejor de su gente a través de la migración, en un México que es capaz de generar oportunidades de ingreso a los mexicanos aquí en su tierra.
De un México marcado por la irresponsabilidad en el manejo de sus recursos naturales, en un México limpio que recupere sus bosques, sus selvas, sus lagos y sus ríos.
De un México amenazado por la criminalidad y la violencia, a un México en paz, un México libre, un México donde nuestros hijos puedan caminar, jugar, estudiar, crecer y vivir en paz y con dignidad.
Pienso en ese México y me aferro firmemente a la idea de que es posible tenerlo.
Hoy, nueve meses después de haber asumido el cargo de Presidente de la República tengo más arraigada que nunca la convicción de que es posible transformar a México.
Es posible transformar a México porque su gente está inconforme con su situación, es posible transformarlo porque veo en sus jóvenes una mirada distinta y una actitud, y una decisión renovadora y vigorosa.
Es posible transformar a México porque tiene en sus raíces y en su historia una sólida identidad que lo fortalece en un mundo que impone paso a paso una cultura global.
Es posible transformar a México porque veo en sus mujeres una absoluta determinación de sacar adelante a sus hijos por encima de cualquier adversidad.
Sí es posible transformar a México, para lograrlo, hay que pasar de los acuerdos políticos probables, a los hechos comprobados; podemos y debemos dar cauce a nuestras diferencias, pero no tendremos el país que queremos para el futuro si no nos esforzamos para alcanzar los acuerdos que se requieren en el presente.
Por eso, convoco a todos los actores políticos del país sin excepción, a construir los acuerdos que nos permitan transformar a México.
La superación de nuestros problemas no es sólo tarea del Ejecutivo Federal, es una labor que compromete al Congreso, al Poder Judicial, a los gobiernos estatales y municipales, a los partidos políticos, al sector privado, a la academia, a los sindicatos, a las organizaciones sociales y a todos los ciudadanos.
La responsabilidad es compartida y nadie, absolutamente nadie puede eludir esa responsabilidad.
Hoy debemos preguntarnos: qué cuentas vamos a rendir a nuestros hijos acerca de lo que hicimos o dejamos de hacer por México en estos años que nos ha tocado vivir.
Es posible transformar a México, y aunque no es tarea de un día ni de un año
ni de un Gobierno, estoy decidido a encabezar un Gobierno que asuma a cabalidad el reto que implica conducir a este gran país a un futuro distinto y mejor.
A pesar de los problemas, a pesar de errores e insuficiencias del Gobierno, cuya responsabilidad asumo plenamente, hoy México tiene rumbo claro y firme, está en marcha un proceso de cambio que no se debe detener hasta lograr el México que queremos.
Por eso invito a las fuerzas políticas del país a seguir un proceso de reformas que nos permita cambiar de fondo la estructura productiva y acelerar las políticas que corrijan la enorme desigualdad entre los mexicanos.
Sí es posible transformar a México, pero esto no se puede hacer por decreto, requerimos de disposición al diálogo y de voluntad política.
Nuestra generación está llamada a transformar a México con visión y con audacia, la meta es lograr un país seguro para todos, un país con una economía que crece y genera empleos, un México con oportunidades de desarrollo para su gente, un México limpio que protege y cuida sus recursos naturales, un México con democracia efectiva centrada en las necesidades de los ciudadanos, un México respetado en el mundo.
La democracia nos da hoy la oportunidad de construir una Nación donde todos vivamos mejor.
Construyamos juntos un México a la altura de nuestra historia, a la altura de nuestro tiempo, de nuestros desafíos, a la altura de nuestros sueños, un México a la altura de nuestra dignidad.
Sí es posible transformar a México, con la fuerza de lo mucho que nos une, con la fuerza de nuestras coincidencias, tomemos las riendas de nuestro destino y juntos conduzcamos a México al futuro.
¡Viva México!
Fuente: Presidencia de la República.
Ciudadano Ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Senador Santiago Creel Miranda, Presidente de la Mesa Directiva de la Honorable Cámara de Senadores.
Diputado Cristian Castaño Contreras, Vicepresidente de la Mesa Directiva de la Honorable Cámara de Diputados.
Ciudadano Guillermo Ortiz Martínez, Gobernador del Banco México.
Ciudadano José Luis Soberanes Fernández, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Ciudadano Luis Carlos Ugalde, Consejero Presidente del Instituto Federal Electoral.
Señoras y señores gobernadores, señoras y señores legisladores, señoras y señores embajadores, secretarios de Estado, señoras y señores, mexicanas y mexicanos:
Ayer en cumplimiento de lo dispuesto por el Artículo 69 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, asistí al Congreso de la Unión y en una ceremonia respetuosa y sobria, acorde a los nuevos tiempos de la República, presenté por escrito un informe del estado general que guarda la Administración Pública.
Hoy comparto con los mexicanos algunos de sus aspectos más relevantes.
Ha precedido este acto una discusión que no puedo ni debo eludir, junto con muchos mexicanos, he compartido la idea de que el formato del Informe debe cambiar.
Éste debe convertirse en un diálogo entre poderes, entre el Presidente de la República y los legisladores que constitucionalmente tienen la responsabilidad de representar a los ciudadanos. En la naturaleza misma de la actividad parlamentaria está el debate y como condición indispensable de la actividad gubernamental está el diálogo.
La democracia no se entiende sin el debate de las ideas, la democracia es diálogo respetuoso, discusión franca y directa de las diferencias, y honestidad política para reconocer las coincidencias.
Por eso, el día de ayer reiteré mi disposición a las señoras y señores legisladores para que en el marco de sus responsabilidades determinen de qué manera debe ser ese diálogo democrático.
Como Titular del Ejecutivo asumí el compromiso con la ciudadanía de buscar el desarrollo humano sustentable para las mexicanas y los mexicanos.
Se trata de promover el desarrollo integral de las personas en todos sus aspectos: en lo social, en lo económico, en lo político, en lo cultural, en lo humano, en lo ambiental y hacerlo de manera tal que no se cancelen las oportunidades de bienestar para las generaciones que vienen.
Por eso, me comprometí a guiar la acción del Gobierno en cinco ejes fundamentales: primero, Estado de Derecho y Seguridad Pública; segundo, Economía Competitiva y Generadora de Empleos; tercero, Igualdad de Oportunidades; cuarto, Desarrollo Sustentable; y quinto, Democracia Efectiva y Política Exterior Activa y Responsable.
Estado de Derecho y Seguridad.
Cuando asumí la Presidencia encontré una delicada situación en materia de seguridad pública, por ello, durante el tiempo que comprende este Informe hemos emprendido una lucha frontal contra la violencia y el crimen organizado.
El objetivo fundamental de este esfuerzo ha sido garantizar el imperio de la Ley en todo el territorio nacional, no permitir que la delincuencia se apodere de lo nuestro, luchamos para que nuestras familias, nuestros hijos, las mujeres y en general todos los mexicanos transitemos sin temor por las calles, por los caminos, por los pueblos y ciudades de México.
El problema no era sólo la presencia del crimen organizado, sino también la beligerancia y la impunidad con la que varias organizaciones criminales habían tomado control territorial de diversas regiones del país.
La pretensión de la delincuencia, no la olvidemos, era y es secuestrar al futuro de México, si no hay más ley que la que emana del Congreso, el crimen organizado busca imponer su propia ley, si por definición el Estado tiene el monopolio del uso de la fuerza, estos grupos buscan imponer su propia fuerza, dominar a los ciudadanos y paralizar al Gobierno.
En pocas palabras, habían desafiado al Estado y pretendían suplantar la autoridad.
La situación había rebasado las capacidades de las autoridades locales y, en consecuencia, obligaba a la acción subsidiaria y solidaria de la Federación.
La gravedad del problema y el riesgo de que se siguiera propagando, no admitía ni indecisión ni demora, es por ello que decidimos actuar con toda la fuerza del Estado para restablecer el orden y la autoridad.
Del tamaño del desafío ha sido la respuesta de mi Gobierno, así, durante los primeros días desplegamos varios operativos, que además de la participación coordinada de la Procuraduría General de la República y de la Secretaría de Seguridad Pública, han contado con el apoyo decisivo y con la determinación de nuestras Fuerzas Armadas.
El objetivo primordial era y es recuperar para el Estado su poder indelegable e irrenunciable.
El inicio de estos operativos permitió al Gobierno retomar la iniciativa que los criminales habían arrebatado a la autoridad; la batalla contra el crimen organizado está aún lejos de concluir, sería irresponsable afirmar que esta lucha está ganada.
Es mi deber recordar a la población que ésta será una batalla larga y difícil, que tomará mucho tiempo, implicará enormes recursos económicos y, por desgracia, también costará vidas humanas.
Hago un reconocimiento muy especial a las Fuerzas Armadas del país, que con valor y patriotismo han dado grandes muestras de su lealtad y servicio a la Nación.
Especialmente rindo un homenaje a los soldados y marinos caídos en el cumplimiento de su deber; México honra su memoria y reconoce su sacrificio por el bien de la Patria.
Rindo también honores a la memoria de los policías federales, estatales y municipales que han ofrendado sus vidas en la guerra contra la delincuencia y en defensa de la seguridad de los mexicanos.
El sacrificio de estos patriotas no ha sido ni será en vano, el Ejército Mexicano, es un Ejército para la paz, precisamente la lucha contra el crimen organizado es un lucha por la paz, es una lucha por la seguridad y por la libertad de las familias mexicanas.
A fin de traducir ese reconocimiento pleno a las Fuerzas Armadas, no sólo en palabras, sino en hechos, se otorgó un incremento sustancial en los menguados salarios de soldados y marinos, incremento que había sido pospuesto durante años y que era de elemental justicia.
Los operativos realizados han permitido detener en los últimos nueve meses a casi 10 mil personas vinculadas al tráfico de drogas y han permitido también la captura de una veintena de los más importantes líderes del narcotráfico en el país, pertenecientes a diversas organizaciones criminales.
Se lograron cifras extraordinarias en cuanto a la erradicación de plantíos y decomisos de droga, así como el mayor decomiso de efectivo proveniente del crimen, no sólo en México sino en el mundo.
Además se extraditó a la mayoría de los líderes criminales más peligrosos que siguen operando la línea de mando de sus respectivas organizaciones aún desde prisión.
Los operativos puestos en marcha han obligado al crimen organizado a replegarse en algunos casos y en otros los ha forzado a cambiar de estrategia, eso ha contribuido a reducir la violencia vinculada al narcotráfico.
Comparado con la situación prevaleciente al inicio de mi Gobierno, hay una paulatina recuperación de los territorios que estaban en manos de la delincuencia y con ello el reestablecimiento del orden, ello se refleja en una mayor confianza de la ciudadanía, en el ejercicio de la autoridad frente al poder del narcotráfico.
Hace algunos meses, más del 50 por ciento de los mexicanos consideraban que la inseguridad era el principal problema del país, hoy ese porcentaje, siendo importante, se ha reducido al 30 por ciento.
En la lucha por la seguridad no podemos escatimar esfuerzos ni recursos, hoy la responsabilidad más urgente del Estado es recuperar el orden y garantizar la seguridad pública.
A la par que se desarrollan acciones policiacas y persecutorias, también estamos trabajando en una estrategia integral de prevención del delito y combate a la delincuencia.
Estamos construyendo un nuevo modelo de policía, a través del desarrollo de sistemas y procedimientos homologados con estándares internacionales para los tres niveles de Gobierno.
Para el combate a la corrupción policiaca creamos el Centro Nacional de Evaluación y Control de Confianza con la finalidad de asegurar que toda persona que colabore en una institución policial sea confiable y cubra el perfil requerido con el nuevo modelo de policía.
Además de policías honestos y capaces, hay que decir que también hacen falta ciudadanos, ciudadanos comprometidos que respalden esta acción y que permitan construir en México una nueva cultura de legalidad, una nueva cultura de no impunidad y de denuncia en el país, sólo así podremos limpiar a México de la violencia.
También hemos iniciado el Sistema Único de Información Criminalística mediante una red nacional de interconexión de voz, datos e imágenes, denominada Plataforma México. Esta plataforma permitirá generar inteligencia contra el crimen y en consecuencia, hará más eficaz la labor de investigación de nuestras policías.
Para enfatizar la parte preventiva de la estrategia pusimos en práctica Limpiemos México, Zona en Recuperación. Un programa que cuenta con cuatro componentes que son: rescate de espacios públicos que están en manos de la delincuencia, para pasarlos a los ciudadanos.
Escuela Segura, para garantizar que la droga y la violencia no llegue a nuestros hijos en los espacios escolares, prevención y tratamiento de adicciones y participación ciudadana para garantizar la seguridad.
En nuestra lucha frontal contra el crimen es inaplazable modernizar las leyes y las instituciones en la materia.
Por esa razón, también, presenté ante el Congreso de la Unión una iniciativa de reformas constitucionales en la que se propone, entre otras cosas, fortalecer las labores de investigación policíaca, establecer las premisas para crear una policía nacional más fuerte y eficaz, dotar de mejores herramientas y recursos a las instituciones encargadas de la seguridad, así como establecer y ampliar los derechos de las víctimas en todos los procesos, porque siempre resultan la parte más desprotegida.
De aprobarse estas reformas, el Estado mexicano contará con mejores instrumentos para garantizar la seguridad de los mexicanos.
El narcotráfico y el crimen organizado siguen constituyendo la principal amenaza a la paz y a la seguridad.
El que se disminuya transitoriamente su notoriedad no cancela que continúen al acecho y que busquen constantemente mediante la corrupción o la amenaza, doblegar a la autoridad, atemorizar a la población y así someterla.
No podemos ni vamos a permitirlo, la lucha contra el crimen organizado sigue adelante, unámonos todos en torno a esa lucha común.
Economía Competitiva y Generadora de Empleos.
Gracias al esfuerzo de todos los mexicanos recibí un país con estabilidad económica, hemos mantenido y consolidado esta situación favorable con bajas tasas de inflación y de interés.
Lo hemos hecho porque no estamos dispuestos a volver a vivir otra crisis económica en el país.
Mi Administración ha dado señales claras de rumbo, de firmeza y de certidumbre a los inversionistas.
En parte por ello, la confianza internacional en México ha crecido notablemente.
El riesgo-país, por ejemplo, alcanzó su punto más bajo en nuestra historia en junio de este año.
Turbulencias recientes en los mercados financieros internacionales, han obligado a los bancos centrales de otros países a inyectar cientos de miles de millones de dólares a su sistema financiero para atender problemas de solvencia.
No ha sido el caso de la economía mexicana que ha demostrado solidez en su sistema financiero y monetario.
En otros tiempos, estas turbulencias hubieran generado una crisis económica.
Las reservas del Banco de México han registrado en los últimos años cifras sin precedente.
Hoy tenemos reservas por más de 71 mil millones de dólares, que incluso son superiores al saldo total de nuestra deuda externa.
La estabilidad económica es una condición necesaria, pero sé bien que no es condición suficiente para mejorar la calidad de vida de nuestra gente.
Para ello se requiere lograr un crecimiento alto, sostenido y bien distribuido de la economía que redunde en mayores niveles de bienestar e ingreso, en especial para los mexicanos más pobres.
Hoy le digo a los mexicanos que la única vía para crecer y generar empleos es la inversión: inversión pública, inversión privada, inversión nacional o global, inversión que detone el crecimiento y permita generar los empleos que tanto necesitamos.
Necesitamos que la gente invierta en México, que instale fábricas, talleres, invernaderos, hoteles, oficinas.
En materia de inversión vamos por el camino correcto, prueba de la confianza generada en nuestro país es que hemos recibido inversión productiva en cantidades también inéditas.
En el primer semestre del año hemos recibido nuevas inversiones por más de 13 mil 200 millones de dólares, la cifra más alta alcanzada por México en un primer semestre.
Precisamente gracias a la inversión, México ha logrado sostener importantes tasas de crecimiento del empleo a pesar del bajo crecimiento de la economía de Estados Unidos que ha limitado la expansión de nuestra propia economía.
A principios del 2007; de este año, la expectativa del sector privado era que en todo el año, cuando mucho, se generarían 600 mil empleos, hoy puedo informar a los mexicanos que de acuerdo con los registros de trabajadores afiliados al Seguro Social, trabajadores nuevos, desde el 1 de enero pasado al día de ayer se han generado más de 618 mil nuevos empleos formales en nuestro México.
Esto significa que tan sólo en ocho meses alcanzamos la cifra más optimista prevista para todo el año, hoy 618 mil nuevos trabajadores con nombre, apellido, se han sumado al trabajo formal.
También el número de trabajadores registrados en el IMSS llegó a una cifra récord.
Yo sé mexicanas y mexicanos que esto no es suficiente para abatir el enorme rezago acumulado durante décadas en materia de empleos, sin embargo, es una cifra positiva, tenemos que perseverar unas políticas que permitan acelerar la inversión, el crecimiento y la creación de empleos.
Nos queda muy claro que el crecimiento económico de México es insuficiente.
Qué requerimos para que nuestra economía tenga un crecimiento sólido y sostenido, necesitamos transformar de fondo la estructura productiva del país, convertir a México en uno de los mejores destinos de inversión en el mundo y elevar la competitividad de todos los sectores productivos.
Producir en México no debe ser más caro ni más difícil que producir en cualquiera de las economías con las que estamos compitiendo, un factor clave para el desarrollo económico con justicia es la inversión en infraestructura.
Por ello, presenté a los mexicanos el Programa Nacional de Infraestructura, el cual tiene dos grandes propósitos: el primero es contribuir a nivelar las oportunidades de desarrollo de los mexicanos, especialmente de los que menos tienen, llevándoles servicios tan básicos como el agua o el drenaje o la electricidad.
El segundo, es construir la infraestructura necesaria para elevar la competitividad de la economía nacional, el programa incluye proyectos en materia de carretas, puertos, aeropuertos, corredores multimodales, que nos permitirían convertir a México en una plataforma logística, integrada a los mercados mundiales y economías más importantes del planeta.
En coordinación con el sector productivo, también estamos promoviendo una agenda de competitividad para reducir las barreras administrativas que enfrentan los emprendedores al abrir un negocio.
Reorganizamos y ampliamos los créditos y los apoyos a las pequeñas y medianas empresas a través de NAFINSA y el Fondo PyMES.
También creamos PROMÉXICO, un organismo que servirá para promover nuestros productos en el extranjero y atraer más inversión al país.
Dentro de esta agenda de competitividad es fundamental que abordemos con claridad las condiciones de competencia en el país y las circunstancias que la limitan, México requiere mercados plenamente competitivos en todos los sectores, donde sea la libertad de los consumidores lo que decida en función del precio y la calidad.
Uno de los nuevos sectores con mayor rezago es el campo, para elevar su competitividad y, sobre todo, para mejorar las condiciones de vida de quienes en él viven, mi Gobierno está invirtiendo este año más de 176 mil millones de pesos a través del Programa Especial Concurrente Para el Campo.
Es la cifra más alta que se ha destinado en la historia, hemos dado un apoyo especial a los productores de maíz, de fríjol, de caña de azúcar, de leche, para fortalecerlos ante la inminente apertura comercial de sus productos.
A principios del año el precio del maíz en el mercado internacional se duplicó, esto obviamente amenazó con impactar de manera terrible la economía de las familias mexicanas que tienen al maíz y a la tortilla como principal alimento, gracias a un acuerdo entre productores, distribuidores, comercializadores y consumidores, logramos estabilizar el precio de la tortilla y garantizar el abasto del maíz.
Más allá de estas medidas, para crecer con equidad, para crecer con justicia, necesitamos avanzar en las reformas que el país necesita.
Reformar al sistema tributario, para fortalecer la capacidad del Estado para invertir en educación, en salud, en infraestructura, en servicios básicos.
Reformar las relaciones laborales para hacerlas más productivas y benéficas, tanto a trabajadores como a productores, reformar el sector energético para contar con insumos productivos de calidad y a precios competitivos.
Reformar la educación para que nuestros niños y jóvenes adquieran el conocimiento y las habilidades que les permitan, no sólo competir, sino ganar en un mundo que les compite.
Reformas a las telecomunicaciones que nos permitan poner a México a la vanguardia tecnológica y hacer la tecnología más accesible a la gente más pobre.
Sé de la enorme dificultad que implica alcanzar tales reformas, pero también estoy convencido de que podemos ponernos de acuerdo.
Ejemplo de ello es la Reforma a la Ley de ISSSTE, con la cual el Congreso resolvió un grave problema que ponía en riesgo la viabilidad financiera del país.
Los trabajadores en activo y los jubilados corrían el riesgo de que no fuese posible pagarles sus pensiones en el futuro, por la situación de quiebra que enfrentaba la institución, era necesario tomar acciones inmediatas para cambiar esa situación y así lo hicimos, los trabajadores, los sindicatos responsables y, sobre todo el Congreso de la Unión actuaron con responsabilidad, con una gran visión de futuro; esto permitió salvar al ISSSTE de la insolvencia financiera con todas sus consecuencias y comenzar a revertir el deterioro de sus servicios.
Hoy las cosas están cambiando, en 90 días se realizaron decenas de miles de intervenciones quirúrgicas, de estudios, de consultas que estaban aplazadas por meses, en algunos casos por años, se abatió el rezago en lista de espera para las guarderías de los hijos de los beneficiarios y por primera vez, se dieron créditos hipotecarios a trabajadores jubilados.
La reforma nos permitirá invertir, en los próximos tres años, más de ocho mil millones de pesos en el mejoramiento de la institución, en suma, con esta reforma habrá un nuevo ISSSTE en beneficio de todos.
Esta Reforma dará viabilidad a las finanzas públicas en el largo plazo, sin embargo, en materia de finanzas públicas aún subsisten problemas serios y que es urgente resolver.
Igualdad de Oportunidades.
México no puede dejar de invertir en infraestructura y en desarrollo social; más del 40 por ciento de los mexicanos viven en la pobreza, de ellos, más de 14 millones en pobreza extrema, 10 millones todavía no tienen agua potable y muchos más todavía no tienen drenaje.
Es urgente revertir las terribles condiciones de desigualdad que se viven en el país y cerrar la brecha entre los pobres y los ricos; a la luz de esta realidad queda claro que tenemos los mexicanos una enorme deuda con los más pobres, México no puede esperar más, llegó la hora de pagar la deuda social con los que menos tienen.
Ello no será posible si el Estado no invierte más y mejor en servicios de salud y en educación de calidad; en agua potable y alcantarillado, en caminos, en infraestructura, en ciencia, en tecnología que posibilite el desarrollo de todos.
Todos sabemos que los recursos que tiene el Estado no alcanzan, son insuficientes para atender estas demandas; por eso es necesario que aportemos todos, cada quien en la medida de su capacidad, que aportemos todos y en especial quienes más han recibido.
Además en esta materia de finanzas públicas éstas están severamente amenazadas por un nuevo factor: la declinación de nuestra producción de petróleo.
Por décadas hemos disfrutado de esta riqueza, que hasta el año pasado representó más del 40 por ciento de los ingresos de todos los gobiernos, sin embargo, nuestras reservas de petróleo se han venido reduciendo constantemente, esto hay que decirlo.
Ahora tenemos reservas probadas, tan sólo para los próximos nueve años, más grave aún, en tan sólo dos años la producción diaria promedio de petróleo se ha reducido en más de 200 mil barriles, de continuar esta tendencia habrá un duro golpe a las finanzas públicas, es urgente que el gasto público reduzca la enorme dependencia que tiene de los ingresos petroleros.
Por eso he presentado al Congreso de la Unión una reforma hacendaria por los que menos tienen, porque México no puede seguir siendo un país tan desigual, porque es necesario que todos seamos solidarios, porque sólo con finanzas públicas fortalecidas podemos hacer frente al enorme desafío que representa terminar con la miseria, terminar con la miseria en la que viven millones de mexicanos.
El tiempo se agota, de aprobarse la reforma habremos dado un paso enorme para cumplir los más urgentes compromisos sociales del Estado mexicano.
Sé que reducir la desigualdad es el reto más importante de nuestra generación. Precisamente, con miras a cerrar esa desigualdad, mi Gobierno ha centrado su estrategia social en el objetivo de igualar oportunidades.
En esencia, lo que buscamos es que las oportunidades no sean diferentes para quien nace en la ciudad y para quien nace en el campo, que no sean diferentes para el indígena y el no indígena, que no sean diferentes para los hombres y para las mujeres.
Igualar oportunidades nos obliga a una evaluación rigurosa de las políticas públicas, una evaluación para eliminar, con sinceridad, aquellas que no han cumplido su propósito social y reforzar las que verdaderamente contribuyan a mejorar la calidad de vida de la gente.
Aún con sus limitaciones, los programas sociales establecidos hace más de una década, programas que están orientados a fortalecer educación y salud, por un lado; y por otro, a darle un ingreso directo a las familias más pobres, es decir, programas orientados a fortalecer la capacidad de las personas, como el Programa Oportunidades, estos han demostrado su eficacia.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el CONEVAL, la población en situación de pobreza alimentaria, es decir, la población en pobreza extrema se redujo de 34 millones y medio de mexicanos en 1996, a 14 millones y medio en el año 2006, 20 millones menos, incluyendo los incrementos en el tamaño de la población.
Sé que estas cifras generan controversia, pero más allá de su verificación, de corroborarse esta tendencia, significa que las políticas públicas han sido las correctas.
Por lo mismo, no sólo deben mantenerse, sino que deben fortalecerse, con ese criterio hemos actuado.
En mi Gobierno, Oportunidades se ha consolidado como el programa de combate a la pobreza más importante del país, hoy atiende a más de cinco millones de familias, lo que significa que beneficia a uno de cada cuatro mexicanos.
A los apoyos que reciben estos hogares, en educación, en salud, en nutrición, a partir de enero agregamos una nueva ayuda económica para respaldar el gasto que consumen en luz y en gas.
Este año, el apoyo para cada familia es ocho por ciento más que en el año pasado.
Estamos trabajando también intensamente para que la pobreza deje de ser el destino obligado de indígenas y de campesinos que viven en comunidades rurales alejadas.
Para avanzar más rápido en esa dirección, pusimos en marcha la estrategia Cien por Cien.
Cien acciones dirigidas a los cien municipios más pobres de México. A la fecha le hemos comprometido cuatro mil 700 millones de pesos para introducir ahí servicios básicos, entre ellos agua potable, caminos de acceso, vivienda digna, piso firme, educación y atención médica.
Hay que destacar que casi la totalidad de los cien municipios más pobres son municipios indígenas.
Igualdad de oportunidades significa también ampliar el acceso a la educación.
Es por esta razón que estamos dando un sólido impulso a la cobertura en Educación Media Superior y Superior, que es donde tenemos la mayor demanda.
En el ciclo escolar que comenzó hace unos días, mi Gobierno apoya con becas a un millón 85 mil estudiantes de Educación Media Superior.
De qué tamaño es el incremento que hemos dado de becas.
Significa que uno, uno de cada dos alumnos de Bachillerato en escuelas públicas hoy cuentan con una beca para continuar sus estudios.
A esto se suman 347 mil becas para estudios superiores, de las cuales 290 mil se otorgan a estudiantes en situación de desventaja económica.
A pesar de este esfuerzo, los retos que tiene el país en materia educativa siguen siendo abrumadores, hoy, por desgracia, tres de cada cuatro jóvenes en edad universitaria, tres de cada cuatro no tienen un espacio en el Sistema Educativo Nacional.
A la par de la cobertura, la calidad de la enseñanza representa un enorme desafío, en la evaluación educativa más reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, México quedó en los últimos lugares en materias fundamentales como lectura de comprensión y matemáticas.
La situación es muy preocupante ya que es en la educación donde México se juega la calidad de su futuro, nuestros jóvenes hoy tienen que estar más preparados que nunca para enfrentar la enorme competencia internacional y conseguir un trabajo bien pagado al terminar sus estudios.
Por otra parte, también hay que congratularnos de que jóvenes mexicanos a base de tesón, de esfuerzo y a pesar de la adversidad, destacan como los mejores del mundo, es el caso de quienes han ganado recientemente certámenes internacionales en geografía y en tecnología del agua.
Estoy consciente de que necesitamos una reforma educativa que impulse la calidad y la equidad en la enseñanza, sin dejar de velar por la modernización de la infraestructura escolar, el acceso a las tecnologías pedagógicas de vanguardia y, desde luego, a la capacitación adecuada y al reconocimiento social a los maestros.
El acceso a los bienes culturales también forma parte de la política social que crea Oportunidades, por ello, hemos realizado más de 200 mil actividades de fomento a la lectura para beneficio de dos millones 600 mil niños, jóvenes y adultos.
Queremos que la cultura llegue a todos los mexicanos, en estos meses se han realizado más de 33 mil diversas actividades de difusión cultural con la asistencia a ellas de 20 millones de personas.
Quiero destacar que tan sólo en la exposición Frida Kahlo 1907-2007 asistieron casi medio millón de personas, una cifra récord para una exposición que, además, fue todo un éxito.
Igualdad de oportunidades significa también garantizar el acceso a servicios de salud, a medicinas y a tratamientos, hoy el rezago en atención médica es un reflejo de la desigualdad y la miseria que tiene México.
Hay ofensivos contrastes, por ejemplo, en las tasas de mortalidad infantil; mientras que en San Pedro Garza García, Nuevo León o aquí en la Delegación Benito Juárez en la Ciudad de México, mueren tres niños de cada mil, antes de un año de edad; en Batopilas, Chihuahua, mueren 78 niños de cada mil.
Reducir esa enorme desigualdad y proveer mejores condiciones de atención médica para todos, especialmente para quienes integran grupos vulnerables: indígenas, mujeres, niños, adultos mayores, personas con discapacidad, es un compromiso de elemental justicia.
El 1 de diciembre me comprometí a garantizar que toda niña y que todo niño que naciera durante mi Administración, tendría acceso a servicios de salud y a un seguro médico eficaz para su vida.
Por eso pusimos en marcha el Seguro Médico para una Nueva Generación, a la fecha, 430 mil recién nacidos han sido afiliados. Este programa genera un efecto multiplicador ya que incorpora también a los papás y a los hermanos de los recién nacidos.
Por ello los beneficios se han extendido a más de un millón 400 mil mexicanos.
El Seguro Médico para una Nueva Generación es una apuesta social mayor de mi Gobierno para que nuestros hijos sean el día de mañana personas de provecho con la fuerza y capacidad para cumplir sus metas.
En este programa avanzamos también en un elemento clave del desarrollo humano sustentable, alcanzar, esperemos que pronto, la cobertura universal de salud.
Como parte de ese gran esfuerzo, y gracias al Congreso, hemos fortalecido el Seguro Popular con un aumento en su presupuesto del 50 por ciento.
Esto nos ha permitido afiliar a un millón 260 mil familias más en estos últimos nueve meses.
El Seguro Popular es la garantía social más clara de la igualdad de oportunidades en materia de salud. Y para quienes viven en las zonas más aisladas donde no hay clínicas ni hospitales, pusimos en marcha las Caravanas de la Salud. A través de las unidades móviles han sido atendidas 650 mil personas en coordinación con los gobiernos de 17 estados de la República.
Por otra parte, para igualar oportunidades también pusimos en marcha el programa 70 y Más. Un programa acordado por el Congreso en el cual los adultos mayores que viven la mayor marginación, es decir, quienes son marginados por su edad y quienes además son marginados por la lejanía de las comunidades en las que viven, recibieron un apoyo económico y a partir del 1 de enero son apoyados con 500 pesos mensuales por la Administración.
Una gran preocupación de las jefas de familia es el cuidado y la atención de los hijos. También para igualar oportunidades para las mujeres, en especial para las mujeres que trabajan y sus hijos, pusimos en marcha el Programa de Estancias Infantiles para madres trabajadoras.
Tan sólo en este año, de que arrancó el programa a la fecha, hemos abierto más de tres mil 500 nuevas estancias, en esos lugares atendemos a más de 63 mil niños, con lo que hemos rebasado en agosto la meta que habíamos previsto para todo el año.
Con este respaldo fortalecemos la capacidad de ingreso de las mujeres, en especial de las madres y muy especialmente de las madres solteras, porque ahora pueden trabajar con la seguridad de que sus hijos están bien cuidados.
Además, por otro lado, las estancias generan trabajo e ingreso a las mujeres que de otra manera difícilmente lo obtendrían.
Para igualar oportunidades también es necesario que la gente tenga un lugar digno donde vivir.
Al inicio del Gobierno encontré un programa de vivienda exitoso y en marcha, pero de difícil acceso para familias de bajos recursos, por eso hemos fortalecido y enfocado el esfuerzo del Gobierno en apoyar a los mexicanos que ganan menos de cuatro salarios mínimos, es decir, menos de 200 pesos al día, pagándoles el anticipo de su vivienda, y otorgándoles programas de crédito acordes a su nivel de ingreso.
En lo que va de la Administración, en la totalidad del Programa de Vivienda, se han otorgado casi medio millón de créditos hipotecarios, tanto por el sector público como por el privado.
El principio que guía la política del sector, es que quienes tienen los menores ingresos, son los que deben recibir los apoyos.
Para la igualdad de oportunidades falta un largo camino por recorrer, nuestra generación tiene la responsabilidad histórica de reducir sustancialmente las desigualdades, eliminar la pobreza extrema, la pobreza alimentaria y construir un país donde todos vivamos mejor.
Desarrollo sustentable. La clave del desarrollo humano sustentable es que la ampliación de capacidades de quienes vivimos ahora no destruya las oportunidades de las generaciones futuras.
Por ello, toda política pública en mi Gobierno debe estar y está vinculada al desarrollo sustentable y a la preservación natural.
Por desgracia el medio ambiente y los recursos naturales se deterioran a una velocidad alarmante, al año perdemos más de 300 mil hectáreas forestales, principalmente por efecto de la acción del hombre, ahí hay que aumentar los daños causados por la naturaleza, tan sólo el huracán Dean, que tuvimos recientemente, afectó más de dos millones de hectáreas forestales.
Desde el inicio de mi Gobierno instruí al Gabinete a hacer de lado el concepto tradicional de considerar el tema ambiental como de mero trámite, casi de ornato.
Por eso hemos tomado acciones decididas, decisivas, para reparar el daño que infringimos a la naturaleza.
La sustentabilidad ambiental es uno de los cinco ejes de mi Gobierno y para mí es una cuestión de seguridad nacional.
Superar la pobreza y cuidar la naturaleza deben ir de la mano.
Una parte importante de la depredación de nuestros recursos, está asociada a la miseria.
Quienes más sufren el deterioro de la naturaleza, por ejemplo, o la escasez de agua, son también los mexicanos más pobres.
A la vez, la miseria obliga a quienes viven en ella a explotar de forma desesperada e ineficiente los recursos naturales.
Por eso hemos puesto en marcha programas como PROÁRBOL, un sistema novedoso de pago de servicios ambientales mediante el cual apoyamos a las comunidades que viven en bosques y selvas del país para que a la vez que cuidan nuestros recursos naturales, también tengan un ingreso digno.
Otro componente de PROÁRBOL es la reforestación. Este año con silvicultores, con ejidatarios, con comuneros, con pequeños propietarios, con los gobiernos locales, hemos comenzado a plantar 250 millones de árboles, la cuarta parte de la meta de las Naciones Unidas.
Este esfuerzo sin precedente ubica a México como el principal reforestador del planeta en la actualidad.
Uno de los desafíos globales más importantes que enfrenta la humanidad es el calentamiento global.
Por eso mi Gobierno presentó una estrategia nacional de cambio climático, la cual identifica posibilidades para reducir la emisión de gases de efecto invernadero e incluye planes de energía a partir de fuentes alternativas a los combustibles fósiles, como son la hidráulica, la eólica, la solar o la biomasa.
Hemos puesto en marcha importantes obras para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
Inauguramos la primera planta de energía eólica en el Estado de Oaxaca, y para aprovechar el potencial hidráulico concluimos e inauguramos la Presa de El Cajón, y ya licitamos la construcción de la Presa de La Yesca, en Nayarit.
Otro reto fundamental es la protección del agua. Las aguas residuales contaminan los mantos acuíferos, la mayoría de los acuíferos en zonas urbanas están sobreexplotados.
Al inicio de mi Administración, la cobertura de tratamiento de agua era de 36 por ciento, en los primeros meses hemos puesto en marcha 49 plantas de tratamiento nuevas o que estaban sin funcionar.
La meta a alcanzar para el 2012 es una cobertura de tratamiento de aguas residuales de por lo menos el 60 por ciento y poder estar en condición de alcanzar para la próxima década una cobertura de tratamiento del 100 por ciento de aguas residuales.
En áreas naturales protegidas también hemos superado la meta. Hoy las áreas naturales que teníamos previstas para todo el año ya han sido decretadas y representan el 12 por ciento del territorio nacional.
También a nuestra generación le toca el reto de labrar su presente sin destruir el futuro de las generaciones que vienen.
Convoco a los mexicanos, pero muy especialmente a los jóvenes, para que impulsemos con decisión la defensa y la recuperación del medio ambiente.
Democracia efectiva.
Una democracia fuerte es condición indispensable para promover y alcanzar el desarrollo humano sustentable.
Por eso, durante mi Gobierno hemos puesto especial atención a fortalecer nuestra vida institucional y democrática.
Hemos querido darle a la política su verdadero significado, una herramienta que produce acuerdos, que respeta las diferencias y que genera bien común.
Durante este periodo, los poderes públicos han trabajado respetuosamente en el ámbito de sus competencias.
El Congreso de la Unión trabaja y ha aprobado importantes reformas como la del Artículo 6º de la Constitución que amplía los derechos políticos de los ciudadanos, puesto que asegura la rendición de cuentas y el acceso a la información, ya no sólo para el Gobierno Federal, sino para todos los órdenes de Gobierno.
Aprobó la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, aprobó las reformas ya comentadas a la Ley del ISSSTE y discute con responsabilidad las reformas del Estado, electoral y en materia de seguridad y justicia, entre otras.
La comparecencia constitucional de secretarios de despacho y otros servidores públicos ha sido recurrente y como titular del Ejecutivo he sostenido reuniones frecuentes con grupos parlamentarios e integrantes de diversas comisiones de ambas cámaras legislativas.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación se ha fortalecido como tribunal constitucional y de legalidad y se ha ganado a pulso el respeto de los ciudadanos, el acatamiento de sus fallos por parte de los otros poderes contribuye a una formación de una verdadera visión de Estado.
La relación y el diálogo con los gobernadores de los estados ha sido una fuente permanente de corresponsabilidad, colaboración y entendimiento respetuoso del marco Federal.
En estos nueve meses de gestión las demandas sociales se han manifestado con absoluta libertad, las demandas laborales se procesan de manera pacífica y las partes llegan a acuerdos relevantes como es el caso de la industria azucarera que mediante el diálogo entre productores y trabajadores pudo reformarse el Contrato Ley que durante 71 años no había sido modificado; la excepción es el conflicto en el sector minero por desgracia.
Ante la falta de acuerdo el Estado seguirá promoviendo la conciliación y garantizará en todo caso la justicia mediante la estricta aplicación de la ley.
En materia de derechos humanos mi Gobierno ha mantenido una posición de total apertura, por ello hemos sostenido reuniones con el comisionado de derechos humanos, así como con organismos internacionales en los que mi Gobierno ha escuchado y atendido diversas observaciones, mi propósito es que se despeje cualquier sombra de duda respecto de nuestro pleno compromiso con los derechos humanos y que se sancione toda conducta de autoridad que atente contra éstos.
Mi Gobierno tiene una profunda preocupación por los atentados de personas o grupos que recurren a la violencia para pretender hacer valer sus ideas y convicciones.
Es vital para todos los que creemos en la democracia que reiteremos nuestro compromiso con ella y con sus instituciones siempre en el marco de la ley, que nadie imponga por la fuerza a los demás sus propias ideas.
Es evidente que nuestra democracia debe perfeccionarse, el diseño institucional debe adecuarse a los nuevos tiempos, pero sobre todo a los anhelos de los mexicanos.
Por eso considero imprescindible pasar del sufragio efectivo a la democracia efectiva, es decir, reducir la distancia que existe entre los ciudadanos y sus representantes, fomentando la rendición de cuentas, la transparencia y la gobernabilidad.
Para lograr una democracia efectiva se requieren gobernantes responsables, se requieren actores políticos dispuestos a negociar, voluntad política para construir, funcionarios públicos de todos los niveles de Gobierno sujetos a controles de transparencia y de rendición de cuentas.
Medios de comunicación responsables e instituciones sólidas que fomenten la participación y regulen el proceso de toma de decisiones, pero, sobre todo, se requieren ciudadanos comprometidos y participativos.
En México hemos logrado con mucho esfuerzo construir una democracia electoral, la reforma electoral del 96 y la creación del Instituto Federal Electoral ciudadano contribuyó de manera decisiva a consolidar esta democracia.
Por diversas circunstancias personales, he sido testigo de esta transición pacífica a la democracia, por lo mismo, sé que los procesos electorales son perfectibles y que requieren de la solidez de los procedimientos acordados y de las instituciones que los regulan.
He sido y seré siempre respetuoso de las autoridades electorales, cualquier esfuerzo por mejorar la fortaleza y la credibilidad de los procesos requerirá guardar un sano equilibrio entre el grado de consenso respecto de los procesos y las autoridades, y el continuo fortalecimiento de la autonomía y la capacidad de acción de tales órganos.
Como Presidente he seguido con atención y respeto el diálogo en el Congreso de la Unión respecto de una eventual reforma electoral, soy partidario de que se fortalezcan las facultades de fiscalización de las autoridades, de que se regulen las precampañas, de que las campañas sean más cortas y menos costosas, de que se garantice la equidad entre los contendientes y que todos los actores sin excepción rindan cuentas.
Seré respetuoso de lo que los partidos resuelvan y de lo que el Congreso decida.
Como Presidente de la República actuaré siempre conforme a lo que la ley disponga y hago votos para que la imparcialidad exigida al Presidente y que asumo a plenitud, sea igualmente exigida y respetada por todas las autoridades en los diversos órdenes de Gobierno.
Hoy requerimos propuestas de diseño institucional que a la vez que preserven los logros democráticos alcanzados, permitan construir mecanismos institucionales que faciliten la gobernabilidad, que otorguen una democracia que le dé sentido a los ciudadanos.
Que les permita percibir en su vida cotidiana los beneficios de la democracia, para ello, es importante revisar el marco jurídico e institucional.
Debemos evitar que el equilibrio de poderes corra el riesgo de traducirse en parálisis y en bloqueo permanente entre los mismos, la división de poderes, más que la que cancelación que un poder realiza sobre las atribuciones de otro, implica colaboración, equilibrio, y sobre todo funcionalidad capaz de generar bienes públicos para los ciudadanos.
En otros momentos he dicho que el país no puede estar permanentemente en estado de transición y reforma política, por eso considero que ha llegado el momento de consolidar nuestra democracia y de hacerlo impulsando los aplazados cambios de fondo que necesita la organización y distribución del poder en México.
Hacerlo implicará darle cauce a la responsabilidad política y abrir las amplias avenidas del diálogo.
El Congreso de la Unión realiza un importante trabajo para reformar al Estado. Como Presidente estaré siempre a favor de aquellos acuerdos que permitan que los ciudadanos, más que los políticos, sean los verdaderos beneficiarios de la democracia, siempre impulsaré aquellas reformas que fortalezcan los mecanismos democráticos de rendición de cuentas.
Política exterior responsable.
El mundo ha cambiado y lo que ocurre en él impacta a todos los mexicanos, de la manera en que nos adaptemos con éxito a esos cambios dependerá nuestra capacidad para conducir nuestro destino en el Siglo XXI.
Hoy, la información, las telecomunicaciones, el conocimiento, la cultura y la tecnología rebasan los límites de la frontera, influyen en todos los hogares y de nosotros depende que esa incidencia pueda orientarse a promover el desarrollo integral de las personas y el desarrollo humano sustentable del país.
Hoy nuestros jóvenes compiten con otros jóvenes de su edad, en otros países por los mismos puestos de trabajo debido a la enorme movilidad de la inversión y la competencia global.
En este mundo que nos compite he dicho y reitero, que los mexicanos debemos construir un México ganador, fuerte y seguro de sí mismo, el reto de México es ser capaz de fortalecer su posición internacional y ejercer una política exterior responsable y activa que nos permita traducir nuestra interacción global en beneficio de los mexicanos.
Por eso hemos desplegado en estos meses una intensa actividad internacional, que busca asumir de manera responsable y cabal el peso de nuestro México en el mundo.
He instruido al Servicio Exterior y a la Secretaría de Relaciones Exteriores, a ejercer la diplomacia bajo la premisa de tener más mundo en México y más México en el mundo.
Más mundo en México, porque requerimos aquí, inversión para generar empleos, más mundo en México que nos permita acceso a la vanguardia del conocimiento, de la medicina, de la tecnología, del arte, de la cultura, de las telecomunicaciones.
Y más México en el mundo, porque debemos reasumir el liderazgo que nos corresponde en los foros multilaterales y en todas las regiones, empezando por América Latina.
Impulsamos una política exterior, definida y activa, que trasciende del acuerdo comercial con Norteamérica y que pugna por abrir nuevos mercados a los productos mexicanos en todos los continentes y coloque a nuestro país como uno de los mejores destinos de inversión en el mundo.
Por ello llevé al Foro Económico Mundial y a los principales países europeos, la certeza de que México es una Nación moderna, dinámica, abierta al comercio, un destino seguro y sólido para invertir y a la vez una Nación comprometida con la democracia, los derechos humanos y el medio ambiente.
Impulsamos una política exterior activa, que permita que México sea un protagonista y no un mero espectador de lo que ocurre en el mundo.
Por eso hemos reforzado la postulación de México como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
México ha entrado a una nueva dinámica en estos meses en sus relaciones con las naciones hermanas de América Latina.
Más allá de nuestras diferencias, sabemos que lazos indestructibles unen a México con Latinoamérica.
En los primeros meses hemos recompuesto y fortalecido nuestra relación con todos los países latinoamericanos sin excepción, México debe ejercer a plenitud la responsabilidad de liderazgo que le corresponde por historia, cultura, economía y posición geográfica en el Continente.
En el fortalecimiento de nuestros lazos con todo el mundo hemos recibido aquí, en este Palacio Nacional, la visita de los jefes de Estado de España, Chile, Estados Unidos, Argentina, Brasil y Nicaragua; además de los jefes de Estado asistentes a la toma de protesta constitucional.
También hemos recibido la visita en Campeche de los jefes de Estado de Centroamérica en el marco de la Cumbre Puebla-Panamá, con quienes hemos redoblado nuestro compromiso de cooperación en todos los órdenes.
En el caso de Norteamérica y con motivo de la Cumbre de Líderes de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte, reiteré mi convicción de que como región no hemos desarrollado el enorme potencial que tenemos y que debemos evitar que la competitividad de otras regiones del mundo cancele nuestras oportunidades.
Entre México, Canadá y Estados Unidos tenemos que ser capaces de aprovechar nuestra ventajas regionales sin vulnerar la soberanía de capa país y resolviendo los temas de migración, crimen organizado e inversión.
Finalmente he dicho que México no termina en su frontera, que donde quiera que haya un mexicano, ahí está México, por eso la acción del Gobierno en favor de nuestros paisanos migrantes se guía por principios, por la defensa y protección de sus derechos, por la prevención para detectar medidas que puedan afectar a nuestra gente y por el profesionalismo que debemos brindar a nuestros connacionales.
Por esta razón ya estamos destinando la totalidad de los recursos captados en la red consular en beneficio de los mexicanos en el extranjero.
A nombre del Gobierno de México, nuevamente externo una enérgica protesta por las medidas unilaterales tomadas por el Congreso y el Gobierno de Estados Unidos que exacerba la persecución y el trato vejatorio en contra de los trabajadores mexicanos no documentados.
La insensibilidad mostrada hacia ellos que mucho aportan a la economía y a la sociedad estadounidense ha sido un aliciente para redoblar la lucha por el reconocimiento de su enorme aporte a la economía de ambas naciones y por la defensa de sus derechos.
Por eso, el Gobierno de México seguirá insistiendo firmemente ante la sociedad y el Gobierno de ambos países en la necesidad de una reforma migratoria integral y en el rechazo categórico a la construcción de un muro en nuestra frontera común.
Mexicanas y mexicanos:
México enfrenta muy diversos desafíos, algunos de ellos, los más graves son problemas estructurales, de raíces profundas y soluciones complejas, costosas y de largo plazo.
Frente a la tentación de evadirlos y, evitar los costos y los riesgos que implicaba el enfrentarlos, claramente decidimos, desde el primer día de Gobierno, hacerle frente a los problemas y a orientar la acción a generar soluciones de fondo.
Es el caso de la inseguridad pública y de la lucha contra el crimen organizado, no tiene solución inmediata, exige un trabajo continuo y una estrategia integral y perseverante de largo plazo y tiene costos difíciles para el país.
Hoy los mexicanos enfrentamos una decisión fundamental, o cerramos los ojos a la realidad, y por temor o irresponsabilidad dejamos que la delincuencia siga imponiendo su ley en las calles de México, o nos decidimos a enfrentar y derrotar a la delincuencia con todos los riesgos y costos que ello implica.
El Gobierno Federal ya tomó una decisión: vamos a enfrentar con todo a la delincuencia porque lo que está en juego es el futuro de los niños y los jóvenes de México; porque tenemos con qué hacerle frente a quienes envenenan el cuerpo y el alma de nuestros muchachos; porque México debe ser y será un país seguro y libre, por eso seguiremos actuando con toda la fuerza del Estado.
Convoco a los mexicanos a respaldar sin titubeos esta lucha, a no cerrar los ojos a la realidad y a vencer el temor que permite a la delincuencia seguir imponiendo su ley. Enfrentar los problemas y no evadirlos también implica hacerle frente a la crónica debilidad de las finanzas públicas.
Es cierto, hasta ahora podemos cumplir con las obligaciones del presente pero si no los corregimos será imposible hacerle frente a las obligaciones del mañana. La estrategia ha sido enfrentar de manera responsable los problemas de largo plazo y no sólo los de coyuntura; se trata en otras palabras, de construir los cimientos de ciertas partes del edificio nacional, pues de no hacerlo tarde o temprano terminarían por derruirse y los daños serían inmensos.
Es un trabajo cuyos resultados no se perciben de manera fácil, pero que es indispensable hacer. Estamos decididos a que futuras generaciones no tengan que cargar con las funestas consecuencias de nuestras omisiones y que les estallen a ellas en las manos los problemas ocultos que impiden el avance del país.
Por lo mismo, estamos trabajando por resolver el problema de fondo que es la insuficiencia estructural de la capacidad de recaudación del Estado. De aprobarse la reforma hacendaria podremos comenzar a pagar la deuda social con los que menos tienen, invertir en la infraestructura que el país necesita y al mismo tiempo reducir la enorme dependencia que tenemos de los ingresos del petróleo.
En pocas palabras, estamos enfrentando, y no eludiendo los problemas más graves del país y así lo seguiremos haciendo. Por eso enfrentamos el crimen organizado y la inseguridad, por eso enfrentamos y resolvimos el problema de las pensiones de los empleados públicos, por eso estamos enfrentando el problema tributario del país.
La estrategia tiene un segundo componente: el darle continuidad y profundizar las políticas que han mostrado su eficacia en la solución de problemas; continuar con la estabilidad macroeconómica si, pero al mismo tiempo buscar crecimiento sano, sostenido y distribuido.
Seguir con los programas de vivienda pero enfocarlos a los más pobres; seguir con el Seguro Popular pero empezar a generalizarlo con el Seguro Médico para una Nueva Generación.
Fortalecer los programas más eficaces contra la pobreza pero al mismo tiempo enfocarlos directamente a las comunidades más marginadas; mantener lo que está bien y cambiar e innovar lo que debemos cambiar.
Sé que particularmente en materia social tenemos que ir mucho más aprisa de lo que hemos ido hasta ahora.
El tercer elemento de la estrategia del Gobierno consiste en cambiar las condiciones económicas del país para procurar un crecimiento económico con mejor distribución de la riqueza.
Ello requiere reformas profundas como lo están siendo las de pensiones o la fiscal, requiere una agenda de competitividad para el aparato productivo, cambios regulatorios que eliminen privilegios y promuevan verdaderamente la competencia en los mercados, políticas generadoras de estímulos a la inversión productiva y generadoras de empleo.
Requiere ejecutar la infraestructura que tenemos programada para el desarrollo regional, de un sector energético más eficiente y competitivo, capaz de proporcionarle a los mexicanos consumidores o productores: luz, gas y otros energéticos a precios verdaderamente accesibles.
Se trata de generar más riqueza, y al mismo tiempo, de distribuirla mejor.
El objetivo central de mi Gobierno es transformar a México, y a ello convoco a los mexicanos, transformar a México de ser un país con casi la mitad de su población en la pobreza, a ser un país próspero y donde hayamos erradicado totalmente la miseria.
Transformar a México de un país incapaz de generar empleo para los suyos que llegan a la edad de trabajar, en un México con crecimiento económico alto, capaz de brindar a cada una y a cada uno de sus hijos la oportunidad de trabajar y de salir adelante, y sacar adelante a su familia con su propio esfuerzo.
Transformar a México de un país que pierde a lo mejor de su gente a través de la migración, en un México que es capaz de generar oportunidades de ingreso a los mexicanos aquí en su tierra.
De un México marcado por la irresponsabilidad en el manejo de sus recursos naturales, en un México limpio que recupere sus bosques, sus selvas, sus lagos y sus ríos.
De un México amenazado por la criminalidad y la violencia, a un México en paz, un México libre, un México donde nuestros hijos puedan caminar, jugar, estudiar, crecer y vivir en paz y con dignidad.
Pienso en ese México y me aferro firmemente a la idea de que es posible tenerlo.
Hoy, nueve meses después de haber asumido el cargo de Presidente de la República tengo más arraigada que nunca la convicción de que es posible transformar a México.
Es posible transformar a México porque su gente está inconforme con su situación, es posible transformarlo porque veo en sus jóvenes una mirada distinta y una actitud, y una decisión renovadora y vigorosa.
Es posible transformar a México porque tiene en sus raíces y en su historia una sólida identidad que lo fortalece en un mundo que impone paso a paso una cultura global.
Es posible transformar a México porque veo en sus mujeres una absoluta determinación de sacar adelante a sus hijos por encima de cualquier adversidad.
Sí es posible transformar a México, para lograrlo, hay que pasar de los acuerdos políticos probables, a los hechos comprobados; podemos y debemos dar cauce a nuestras diferencias, pero no tendremos el país que queremos para el futuro si no nos esforzamos para alcanzar los acuerdos que se requieren en el presente.
Por eso, convoco a todos los actores políticos del país sin excepción, a construir los acuerdos que nos permitan transformar a México.
La superación de nuestros problemas no es sólo tarea del Ejecutivo Federal, es una labor que compromete al Congreso, al Poder Judicial, a los gobiernos estatales y municipales, a los partidos políticos, al sector privado, a la academia, a los sindicatos, a las organizaciones sociales y a todos los ciudadanos.
La responsabilidad es compartida y nadie, absolutamente nadie puede eludir esa responsabilidad.
Hoy debemos preguntarnos: qué cuentas vamos a rendir a nuestros hijos acerca de lo que hicimos o dejamos de hacer por México en estos años que nos ha tocado vivir.
Es posible transformar a México, y aunque no es tarea de un día ni de un año
ni de un Gobierno, estoy decidido a encabezar un Gobierno que asuma a cabalidad el reto que implica conducir a este gran país a un futuro distinto y mejor.
A pesar de los problemas, a pesar de errores e insuficiencias del Gobierno, cuya responsabilidad asumo plenamente, hoy México tiene rumbo claro y firme, está en marcha un proceso de cambio que no se debe detener hasta lograr el México que queremos.
Por eso invito a las fuerzas políticas del país a seguir un proceso de reformas que nos permita cambiar de fondo la estructura productiva y acelerar las políticas que corrijan la enorme desigualdad entre los mexicanos.
Sí es posible transformar a México, pero esto no se puede hacer por decreto, requerimos de disposición al diálogo y de voluntad política.
Nuestra generación está llamada a transformar a México con visión y con audacia, la meta es lograr un país seguro para todos, un país con una economía que crece y genera empleos, un México con oportunidades de desarrollo para su gente, un México limpio que protege y cuida sus recursos naturales, un México con democracia efectiva centrada en las necesidades de los ciudadanos, un México respetado en el mundo.
La democracia nos da hoy la oportunidad de construir una Nación donde todos vivamos mejor.
Construyamos juntos un México a la altura de nuestra historia, a la altura de nuestro tiempo, de nuestros desafíos, a la altura de nuestros sueños, un México a la altura de nuestra dignidad.
Sí es posible transformar a México, con la fuerza de lo mucho que nos une, con la fuerza de nuestras coincidencias, tomemos las riendas de nuestro destino y juntos conduzcamos a México al futuro.
¡Viva México!
Fuente: Presidencia de la República.
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