Una
esencial continuidad/Matías Rodríguez Inciarte es presidente de la fundación Príncipe de Asturias.
ABC
|24 de octubre de 2014
En
el primer acto de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, en 1981, el
filósofo José Ferrater Mora expresó en su discurso en el teatro Campoamor de
Oviedo la vocación de permanencia con la que nacían la Fundación y los premios:
«No es este un acto azaroso, casual, aislado, irrepetible –afirmó–. Todo lo
contrario, es un acto que va a reiterarse año tras año». Tras subrayar,
siguiendo a Eugenio d’Ors, la continuidad como uno de los valores primordiales
de la vida de un país en general y de su vida intelectual en particular,
Ferrater Mora afirmó que la Fundación no buscaba «el ramalazo súbito, el
capricho arbitrario, sino la paciente y persistente labor de velar sin tregua
por lo que el Siglo de las Luces llamaba el progreso de las ciencias y las
artes».