El miedo/Antonio Elorza, catedrático de Ciencia Política
Publicado en EL PAÍS, 21/02/11):
El hoy olvidado general egipcio Suleiman no era hombre fiable, según correspondía a su pasado en los servicios secretos. Se apoyó en la neutralidad del Ejército, fomentando así la imagen del guardián de las instituciones abierto al cambio que renuncia al ejercicio de la represión sobre los ocupantes de la plaza Tahrir. Sin embargo, toleró la agresión de los matones del régimen. Luego ordenó controlar la identidad de aquellos que accedían a la plaza. Una barrera que se vio desbordada por la grandiosa movilización del martes 8. A pesar de los 300 muertos, de los miles de heridos, el pueblo egipcio perdió el miedo y sólo podía ser frenado mediante un golpe militar. Sin nuevo Tiananmen, y por seguir la broma, Horemheb desplazó al Faraón.