21 may 2006

Marchan en Brasil

¡Como era de esperarse!
Miles de ciudadanos brasileños marcharon este domingo 21 de mayo, declarado Día de la Dignidad Nacional, para protestar contra la violencia desatada en las calles de Sao Paulo.
Las marchas fueron numerosas en Sao Paulo y Río de Janeiro y en ellas quedó patente el malestar de los manifestantes por el fracaso de los políticos en la lucha contra el crimen organizado.
El presidente del país, Luiz Inacio Lula da Silva, reconoció en Sao Paulo -en su primera visita tras los trágicos sucesos-, que la violencia no se erradicará únicamente aumentando la presencia policial.

Según el mandatario, los brasileños deben atacar las raíces de la violencia. "Es un problema cultural que necesita más que la actuación policial", señaló.
¿Por qué los bandidos son libres de hacer lo que quieran y nosotros no tenemos el control?
¿por qué los abogados no quieren ser registrados cuando visitan a los prisioneros?.
Tenemos que meditar más profundamente sobre eso", insistió.

¿Quién es Marcola?



Un primer intento de perfil de Marcos William Herbas Camacho, alias Marcola, principal jefe del Primeiro Comando da Capital -Primer Comando de la Capital (PCC).
De origen humilde, tiene 39 años, de los cuales ha pasado más de la mitad de su vida en la cárcel.
Su carrera criminal la inicio desde niño como carterista en los barrios pobre de Sâo Paulo.
Actualmente tiene una pena de 44 años por el asalto a un banco, se ha abierto paso en la cárcel haciendo a un lado a sus rivales; de hecho ahí termino la escuela primaria ahí.
Algunos medios lo presentan como un hombre que tiene dos carreras universitarias.
Lo que es verdad es que tiene una inteligencia excepcional. Se jacta de haber leído 3,000 libros; sus preferidos: El Arte de la Guerra de Sun Tzú, y La Divina Comedia de Dante Alighieri; además admira y ha leído a Trosky y Lenín.
Se convirtió en el jefe principal del PCC en el año 2002, luego de una guerra en la que su ex mujer, una abogada, fue asesinada a balazos por celos de integrantes del PCC.
Quienes lo conocen cuentan que es soberbio. Nunca se ensucia las manos con sangre y ordena los crímenes -siempre brutales- a otros. ¡Y obviamente todos le obedecen!
Aunque apela a la simbología (utiliza el ying yang como bandera y los números 15.3.3 como seña de reconocimiento).
Con un enorme presupuesto a su servicio -el patrimonio del PCC asciende a más de 40 millones de euros, según el diario O Globo- desde la cárcel, controla el tráfico de drogas, ordena la compra de armas, secuestros - la policía de la ciudad estima que el 70% de los secuestros que se producen en la ciudad son planificados y ordenados desde el interior de las prisiones- y organiza acciones delictivas de gran impacto, pero también contrata autobuses para que los familiares de sus miembros les visiten en la cárcel, distribuye cajas de alimentos entre presos, organiza fiestas en las cárceles y compra juguetes a los hijos de sus miembros en prisión.
Además, otorga asistencia jurídica a los reclusos, compra equipos de televisión para la cárcel -indispensables ante la proximidad del Mundial de fútbol- e incluso paga cursos de derecho para tener abogados aliados.
El PCC esta organizado de la siguiente manera: en lo más alto se encuentran los denominados Torres, seis personas subordinadas a Marcola, que forman parte de la dirección del PCC.
Sus instrucciones son transmitidas a los pilotos -que se encuentran tanto en el interior como en el exterior de las cárceles- que a su vez las replican a los soldados, también jerarquizados a su vez, encargados de ejecutarlas. E
n menos de una hora con este sistema, el PCC se ha mostrado capaz de coordinar ataques en masa contra comisarías de policía o decenas de motines por todo el Estado. Lo increíble es que para la organización delictiva Marcola no es imprescindible. El núcleo de poder está descentralizado.
El PCC se ha consolidado como una organización calificada de premafiosa por expertos como Walter Maierovitch, presidente del Instituto Brasileño Giovanni Falcone y ex zar brasileño de la lucha contra las drogas.
El PCC cuenta con casi 800 reclusos y más de 100,000 simpatizantes en las cárceles y de 8 a 10 mil afiliados en la calle. Ah y ¡todos pagan cuotas!
Un dato: los líderes del PCC tuvieron acceso el jueves 11 de mayo, 24 horas antes de la ola de violencia a las declaraciones secretas hechas por dos altos responsables policiales de Sâo Paulo ante una comisión del Congreso brasileño.
Los policías revelaron su intención de trasladar a la dirección del grupo criminal a un penal situado a más de 600 kilómetros de la capital de Säo Paulo. El técnico encargado de grabar las declaraciones ante los diputados, Arthur Vinicius Silva decidió vender los audios de la reunión por 100 dólares. Los compradores fueron abogados vinculados con los líderes del PCC.
Con esta información, el PCC sabía de antemano cuándo y como tenían que actuar .
El autor de la venta ha reconocido que sabía que los abogados a los que estaba vendiendo las grabaciones eran del PCC, pero aseguró desconocer "la inmensidad" de lo que iba a provocar. No sabía de qué se trataba el contenido. Me ofrecieron la plata y acepté: el dinero me tentó, ya que infelizmente gano poco", dijo.
Además el PCC esta metido en la política; todo apunta que va presentar un candidato -naturalmente oculto- a las elecciones legislativas de octubre, tanto al Congreso federal como al Estado de Sao Paulo.
Según los datos que maneja el Departamento de Investigaciones sobre Crimen Organizado, el grupo está invirtiendo unos 350,00 euros en la campaña.
Pero la inteligencia policiaca no sabe quienes son los candidatos.
Otro dato, Marcola sabe usar muy bien a los medios de comunicación. En medio de la crisis, el miércoles 17 a las 22 horas -horario estelar-, dos canales de televisión abierta Bandeirantes y Rede Record transmitieron en vivo una entrevista con él; la conducción del periodista Roberto Cabrini; y claro habló desde la cárcel de Presidente Bernardes, a 650 kilómetros de la capital de Sâo Paulo.
Y en horario estelar aprovechó para dar su mensaje: subrayó que el plan de crear convulsión en la mayor ciudad brasileña se planteó como una consecuencia y no como el inicio de algo. "Quisimos que nos escucharan por las buenas, pero no lo hicieron. Y entonces tuvimos que llamar la atención." "Pero ellos tomaron la iniciativa de trasladarnos y quebraron la ley, la Constitución. Fue entonces que decidimos llamar la atención por esa forma ."
No vaciló en amenazar: "Sé que lo ocurrido tuvo impacto. Pero estamos preparados para hacer mucho más; tenemos todas las condiciones".
Además se quejó de la "brutalidad" policial y advirtió: "Ellos olvidan que hay una guerra y que dejan a la sociedad a merced de ésta. Somos dos partes con poder de fuego: quien pierde es el que no está en ninguno de los dos bandos."
Su principal arma: el teléfono celular.
Por cierto. Podemos encontrar muchas similitudes de Marcola con un capo mexicano: Osiel Cárdenas, líder del cartel del golfo.