1 de febrero de 2010
Posicionamientos para este periodo ordinario de sesiones en San Lázaro
El diputado Carlos Alberto Pérez Cuevas: Con su venia, señor presidente. Señoras diputadas, señores diputados, la apertura de un nuevo periodo de sesiones es un buen momento para fijarnos objetivos comunes, para coincidir en altos propósitos que trasciendan al cortoplacismo miope y que recojan el sentir de los ciudadanos.
Hoy tenemos la obligación inaplazable de consolidar una democracia socialmente útil. Nuestra democracia sólo tendrá sentido, como proyecto de vida común, cuando desde ella sea posible mejorar la vida diaria de los mexicanos, y esto sólo es posible con un México con reformas.
Es urgente e impostergable crecer con equidad y de manera incluyente. Crecer como ruta fundamental parar superar la pobreza en la que viven millones de mexicanos. Crecer de manera sostenida para que las oportunidades se multipliquen y los jóvenes tengan esperanza y aliento. Crecer sin concesiones ni prebendas.
Dejar las cosas como están sólo fortalecen privilegios de muy pocos, que laceran a la sociedad y debilitan nuestra convivencia. Para Acción Nacional el ciudadano es inicio y fin de la política. La política no es profesión de vida de unos cuantos, es el instrumento de los ciudadanos para armonizar el encuentro con otros ciudadanos.
Esa es nuestra más firme convicción desde siempre y por eso, el ciudadano es y será el centro de nuestra agenda.
Responder hoy a los ciudadanos es romper autoritarismos; es ampliar sus posibilidades para participar con poder en las decisiones del país; de que el ejercicio de gobierno sea con plena transparencia; es eliminar los márgenes de impunidad.
Garantizar una mayor seguridad es honrar de mejor manera el esfuerzo y el mérito que despliegan los mexicanos cada día. Es la hora de romper candados e inercias, de fortalecer las instituciones de nuestra nación.
Acción Nacional va a honrar el acuerdo que se tomó en esta Cámara de Diputados para construir una reforma hacendaria integral.
En el PAN vamos por esta reforma hacendaria integral que tenga como objetivo la justicia, reconociendo así la urgente tarea de cerrar las brechas de desigualdad que hoy enfrentamos y que para millones de mexicanos significa pérdida de libertad y de futuro.
Debemos de reconocer, de una vez por todas que el petróleo no va a financiar más nuestra economía y que el camino de la deuda supone regresar al pasado de crisis e incertidumbre. De ahí la importancia de una reforma que avance hacia un sistema positivo e impositivo más simple, con agilidad de operación y menos tributos, que incentive la formalidad y la legalidad, la inversión y la creación de empleos.
Es urgente modificar el proceso presupuestario para que todos los órdenes de gobierno estén sujetos al cumplimiento de resultados e indicadores de desempeño, de mayor transparencia y por supuesto, de mejor evaluación.
Una reforma que impulse un nuevo pacto federal, con menos gobiernos costosos, con menos cargas para los ciudadanos.
Nada más contrario a la democracia y a la prosperidad que imponer más cargas a los ciudadanos mientras sus gobiernos gastan de manera ineficaz, sin insuficiente transparencia y con espacios amplios de impunidad.
Seguiremos impulsando reformas que siguen en la espera de mayor voluntad y compromiso.
Se oye fuerte y más fuerte se va a oír la voz de los ciudadanos en este periodo. Así como muchos quisieran silenciar que desde esta tribuna tendremos que llegar a un acuerdo por el bien de México, los ciudadanos se encargarán de dar la voz en este Congreso.
Presentaremos iniciativas para reforzar la persecución del delito, para atender y retribuir a las víctimas, para afrontar de mejor manera los delitos contra periodistas, para frenar y castigar el secuestro, para ampliar la cultura de prevención, para fortalecer la impartición de justicia y en materia de seguridad nacional.
Desde aquí ratificamos el más amplio reconocimiento y nuestro respaldo a nuestro Ejército y Armada por su lealtad y compromiso para salvaguardar la seguridad y certeza de las familias.
Hoy tenemos la obligación de construir una democracia con rentabilidad social y porque coincide plenamente con los postulados y principios democráticos que a lo largo de la historia Acción Nacional ha traído al Congreso y hoy están presentes en nuestra plataforma 2009-2012, reiteramos nuestro respaldo a la reforma política que el Ejecutivo ha enviado al Senado de la República.
La reforma política tiene como propósito fundamental dar poder al ciudadano, un poder que hasta ahora se le ha escatimado.
En México no hemos trastocado los referentes de la política y hoy tenemos en sus reglas las formales y las informales; las escritas y las no escritas; muchos más incentivos para el desacuerdo y la confrontación que para el acuerdo responsable y con apuesta de futuro. Se trata de romper autoritarismos, de que exista una clara asignación de responsabilidades, de abrir la puerta a los ciudadanos para que sean protagonistas con poder en las decisiones del país; de que la autoridad actúe con plena transparencia, rendición de cuentas y corresponsabilidad.
Hacemos nuestra la voluntad y compromiso de escuchar otras voces para enriquecer y consolidar esta propuesta. Cualquier decisión que tomemos en el Congreso debe colaborar a la construcción de puentes entre los mexicanos y a derrumbar muros de pobreza, de discriminación, de exclusión. Derrumbemos de una vez por todas estos muros para ampliar este ejercicio de libertad.
Enfrentamos hoy nuevos retos y espacios de poder que se ejercen con las reglas y actitudes de un sistema político autoritario que no termina de irse. Hay derivaciones autoritarias visibles y fáciles de identificar, hay otros mejor disimulados, pero igualmente amenazadores y costosos. En la medida en que estos espacios autoritarios amplían su esfera de poder, de control, de corrupción y enriquecimiento, se limitan las oportunidades y decisiones de miles de ciudadanos.
Sólo con reformas responsables romperemos las ataduras a un pasado que ya no alcanza para el porvenir y la prosperidad. Un México con reformas, sí lo creo, y por convicción, y Acción Nacional lo cree. Hoy vamos a dar poder al ciudadano, por supuesto que lo creemos. Un México con reformas significa abrir candados y liberar la energía. ¿Cómo queremos que los ciudadanos nos reconozcan? ¿Como agentes de cambio y motores de transformación o como anclas que frenan el progreso?
Compañeras legisladoras y compañeros legisladores, no cuenten con el PAN para la opacidad, no cuenten con nosotros para una descentralización de la política social que no sustente un federalismo eficaz y efectivamente responsable. Ya otras fuerzas han planteado con anterioridad reelección de legisladores, reducción del número de integrantes del Congreso, segunda vuelta, trámite legislativo, facultad de los ciudadanos para presentar iniciativas y de la Suprema Corte.
Ya estas ideas se han presentado y se han discutido. Superemos las otras razones que frenan el acuerdo. Los legisladores del PAN reafirmamos hoy nuestro compromiso y voluntad en el diálogo y en el debate constructivo con todas las fuerzas políticas en el Congreso.
Cuenten con nosotros para construir los acuerdos que hagan posibles las leyes que reclaman los mexicanos. Cuenten con el PAN para regresar el prestigio a la tarea de legislador, para la modernización del Poder Legislativo, para delimitar las obligaciones y derechos de los legisladores para hacer efectivo el trabajo en comisiones.
Decía Churchil que la falta de nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles sino importantes. Seamos útiles a México. Llegó el tiempo de los ciudadanos, llegó el tiempo de que el Congreso, en este Bicentenario, dé resultados por el bien de esta patria. Es cuanto, señor presidente.
El Presidente diputado Francisco Javier Ramírez Acuña: Muchas gracias, señor diputado Carlos Alberto Pérez Cuevas. Tiene la palabra el señor diputado Rubén Ignacio Moreira Valdez, del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, hasta por 10 minutos.
El diputado Rubén Ignacio Moreira Valdez: Compañeras legisladoras y compañeros legisladores, el ejercicio de un gobierno democrático entraña una actitud respetuosa, de madurez y de ponderación de todas las ideas, por diferentes que sean de las nuestras, y una convicción real de que el diálogo y la concertación son los medios fundamentales para llegar a acuerdos.
A los resabios personales, partidistas o de intereses particulares, quien gobierna tiene que anteponer una visión de estadista con una imagen de futuro que desea alcanzar y lo tiene que hacer a partir de las convicciones democráticas que todo hombre de Estado debe tener.
México vive una evolución del sistema presidencial al de uno de equilibrio de los Poderes del Estado. El unipersonalismo del Ejecutivo, el pluralismo del Congreso y la colegiación del Poder Judicial, nos obliga a todos a encontrar mecanismos de coordinación y colaboración con espíritu republicano.
El Poder Legislativo es un contrapeso legítimo al Ejecutivo. Por ello rechazamos el propósito de disminuir las atribuciones del Congreso de la Unión. Tampoco estamos de acuerdo con vulnerar la soberanía de los estados y debilitar su capacidad de operación. La división de poderes no significa debilitar al otro. Por el contrario, se trata de fortalecer y hacer eficiente nuestra vida institucional.
Los modos, las formas, tienen un contenido substancial que no debe abandonarse. Es insensato querer doblegar a los interlocutores con andanadas mediáticas y, con ello, pretender anular la libre expresión de sus ideas y el ejercicio de su responsabilidad pública.
El enfrentamiento y las descalificaciones conducen a la parálisis del desarrollo nacional. Hay que usar las palabras para construir, no para confundir. El jefe del Ejecutivo debe saber que estafar es sabotear deliberadamente los acuerdos. Estafar es la preeminencia de la intolerancia. Es dejar el papel que al gobernante le otorga la Constitución para convertirse en un simple vocero partidista, abandonando su responsabilidad como jefe del Estado mexicano.
La actual legislatura, la conmemorativa de la Independencia y la Revolución, nos brinda una espléndida oportunidad para reflexionar sobre nuestra responsabilidad histórica frente a los grandes rezagos nacionales y para conjurar todas las intentonas de intolerancia que replantean conflictos ya superados por los mexicanos.
Esta conmemoración demanda del jefe del Ejecutivo un discurso constructivo y tolerante, que promueva la reconciliación nacional, que honre nuestra historia. Le demanda también a él, alejarse de quienes le recomiendan la confrontación como ejercicio del poder. Las modificaciones hechas a las iniciativas enviadas por el Ejecutivo no son una afrenta, derivan del ejercicio responsable de cualquier quehacer legislativo.
Compañeros, atajemos todas las pretensiones de insistir en fundamentalismos. Por el contrario, promovamos la creatividad y la participación ciudadana. Que nada debilite a las instituciones o pretenda encaramar a poderes fácticos, mucho menos utilizando los derechos ciudadanos como ardid para ellos.
Nuestro partido, el PRI, rechaza la retórica y la publicidad oficial que pretende ocultar la realidad con arengas, discursos erráticos y acciones desarticuladas.
Hoy somos un pueblo más pobre, más desigual, con más violencia, con más injusticia. La inseguridad es una realidad que nos amenaza día a día. Ante la realidad nacional, nuestra agenda legislativa contempla la ratificación constitucional del carácter laico del Estado y la responsabilidad de los servidores públicos, los partidos y los ministros de culto de respetar y hacer respetar dicha decisión política fundamental que el pueblo mexicano resolvió hace más de 150 años.
A las fuerzas democráticas de esta soberanía les proponemos restituir la obligación del Ejecutivo de presentar personalmente su informe anual en la apertura del Congreso General. El informe presidencial es una rendición de cuentas ante el Poder Legislativo, depositario de la soberanía de la nación. No es válido, no es dable, que sea en otras instancias donde se presente.
Cumpliremos cabalmente, como lo exige la sociedad, con la obligación constitucional de dictaminar todas, todas las cuentas públicas pendientes.
Esperamos el informe respecto al cumplimiento eficaz y oportuno del compromiso que obliga al Ejecutivo federal a disminuir su gasto corriente y liberarlo oportunamente para la inversión pública.
Impulsaremos la vigilancia y sanción de los subejercicios; expediremos normas para la reasignación de dichos recursos por parte de esta Cámara, para evitar que sean funcionarios menores los que ejerzan una atribución que por su naturaleza corresponde a la soberanía popular.
Presentaremos iniciativas para reformar la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, a fin de que las políticas de gasto público compensen las variaciones de los ciclos económicos.
Con los resultados que obtenga la Comisión de Gastos Fiscales vamos a diseñar propuestas para reordenar este tema y contribuir a una política fiscal que haga efectivos los principios constitucionales de equidad y proporcionalidad. Queremos una Hacienda Pública fuerte y justa.
Fortaleceremos el federalismo fiscal y la descentralización del gasto social para garantizar la auténtica soberanía de los estados en el ejercicio de sus recursos.
Propondremos modificaciones legislativas para adoptar una política industrial moderna, que aproveche las ventajas competitivas y comparativas del país; que impulse a los sectores estratégicos; que responda al nuevo perfil de los mercados internacionales; que integre cadenas productivas, desarrolle y proteja el mercado interno.
Promoveremos una banca de desarrollo moderna que reactive la producción y el empleo; que impulse a la inversión y promueva el desarrollo regional y que respalde a las pequeñas y medianas empresas.
Compañeros, a pesar de los cuantiosos volúmenes de los recursos públicos autorizados para el desarrollo social, los resultados son deplorables. De ello dan cuenta los más de 50 millones de pobres.
Por ello impulsaremos una iniciativa de ley que dé autonomía al Coneval, a fin de que éste rinda cuentas de la política social a esta Cámara, para que aquí se conozca y califique la eficacia de los programas sociales.
gual haremos con los programas agropecuarios. El PRI ratifica su compromiso histórico con el campo mexicano, como quedó demostrado en la aprobación del presupuesto 2010.
Propondremos normas para eliminar la discrecionalidad de las delegaciones federales que propicien el abuso de los programas asistenciales y el uso inadecuado de los padrones de beneficiarios.
La seguridad social es una responsabilidad de la que el Estado no puede sustraerse. Por ello habrá que garantizar que entidades independientes y de reconocida probidad certifiquen cualquier acto de subrogación en la prestación de los servicios.
Vamos a presentar una reforma para que el sistema nacional de seguridad pública rinda cuentas trimestrales ante esta Cámara.
Las reuniones palaciegas sirven más para el cultivo de la imagen que a la crítica demostrativa y constructiva.
El consumo de drogas no es sólo un tema de seguridad; es un problema de salud pública, por lo que proponemos la elaboración de un programa para combatir las adicciones.
Reconocemos el valor universal de los derechos humanos y la labor que tiene el Estado de apoyar sin reservas a las víctimas de la delincuencia. Advertimos, sin embargo, que el fin no justifica los medios, y si no, recuerden Michoacán?
El Presidente diputado Francisco Javier Ramírez Acuña: Pido a las compañeras y a los compañeros diputados que mantengamos el orden en esta sala, para escucharnos. Adelante, señor diputado.
El diputado Rubén Ignacio Moreira Valdez: Gracias, presidente. Advertimos, sin embargo, que el fin no justifica los medios. El fin, como digo Gandhi, está en los medios, como el árbol en la semilla. La estrategia debe ser otra, por ello impulsaremos la promulgación de las Leyes de Atención y Protección a Víctimas del Delito, y la de Prevención Social de la Delincuencia.
Señoras legisladoras y señores legisladores de todos los partidos, nuestra fracción parlamentaria estará abierta a escuchar todas las voces que se sumen al propósito de elevar la calidad de vida de los mexicanos y convocará a todos aquellos que tengan como su interés el superior destino de México.
Con espíritu democrático y republicano empecemos este periodo abriendo la oportunidad al diálogo que construye. México se lo merece. Gracias.
El Presidente diputado Francisco Javier Ramírez Acuña: Muchas gracias, señor diputado Rubén Ignacio Moreira Valdez. Pido a la Secretaría que continúe.
La Secretaria diputada María Teresa Rosaura Ochoa Mejía: Señor presidente, se han agotado todos los puntos del orden del día en cartera. Se dará lectura del orden del día de la próxima sesión.