Ucrania,
ante otra clase de “dilema del prisionero”/Anders Åslund is a senior fellow at the Peterson Institute for International Economics in Washington, DC, and the author of How Capitalism Was Built.
Traducción: Esteban Flamini.
Project
Syndicate | 31 de octubre de 2013
La
decisión más importante que aguarda a la Unión Europea en este momento es la de
firmar o no un acuerdo de asociación con Ucrania en la cumbre de la UE en
Vilnius que tendrá lugar los días 28 y 29 de noviembre. La cuestión depende de
que el presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, cumpla una condición esencial:
conceder indulto a la ex primera ministra y hoy presa política Yulia
Timoshenko.
El
acuerdo de asociación, que abarca unas 1200 páginas, supondría la eliminación
de casi todos los aranceles que aplica la UE a los productos ucranianos, hecho
que, según se estima, puede suponer un incremento del 12% en el PIB del país a
largo plazo. También daría inicio a un plan de reformas políticas, económicas y
jurídicas en Ucrania, con el apoyo de unos sesenta organismos públicos de los
países miembros de la UE.
Si
bien el acuerdo de asociación no implica pertenencia automática a la Unión
Europea, es un paso importante en esa dirección. Según el Tratado de Roma,
Ucrania, al ser un país europeo, puede pedir su incorporación a la Unión. Pero
antes, debe satisfacer los “Criterios de Copenhague”, establecidos en 1993, que
estipulan las condiciones básicas de ingreso.