Antes de entrar el templo histórico, Francisco se quitó los zapatos. Ya descalzo y envuelto en un tradicional manto "jee worn", el papa escuchó atentamente las palabras del patriarca.
Y ras intercambiar regalos y antes de firmar en el Libro de Honor pronunció un breve saludo de cortesía, le dijo.
Su Santidad:
Le agradezco sus amables palabras de bienvenida. Al comienzo de mi visita a esta nación, me alegra visitar este Templo Real, símbolo de los valores y las enseñanzas que caracterizan a este amado pueblo. En las fuentes del budismo la mayoría de los tailandeses han nutrido y permeado su manera de reverenciar la vida y a sus ancianos, de llevar adelante un estilo de vida sobrio basado en la contemplación, el desapego, el trabajo duro y la disciplina (cf. S. Juan Pablo II, Exhort. ap. postsin. Ecclesia in Asia, 6); características que nutren ese distintivo tan especial vuestro: ser considerados como el pueblo de la sonrisa.