La seguridad nacional ha obligado a poner en aeropuertos a detectores humanos de mentiras.
Autoridades de la Agencia de Seguridad en el Transporte (TSA) de EU han lanzado en por lo menos 40 aeropuertos un programa de detección de pasajeros sospechosos.
Se trata de aeropuertos que tienen una gran actividad, en un país donde hay 7,000 vuelos comerciales internos diarios.
Es algo aparentemente sencillo pero eficaz para la oficina de Michel Chertoff.
Pues bien ahora además de registrar aleatoriamente a los pasajeros cuando atraviesan los detectores de metales previos a los vuelos, ahora los inspectores han comenzado a acercarse a ellos aleatoriamente mientras esperan en las filas de embarque e inician una conversación informal que, a la larga, puede resultar reveladora.
''Si alguien tiene algo que ocultar, por lo general se pone nervioso, puede sudar, no mirar a los ojos, cambiar su lenguaje corporal'', dice Lauren Stover, una portavoz de la TSA.