Este viernes 16 de septiembre, el ministro del Interior y Justicia de Colombia, Sabas Pretelt, anunció con bombo y platillos que el gobierno de Álvaro Uribe ''batió un récord mundial'', tanto en aspersión aérea como en erradicación manual de cultivos ilícitos, al fumigar 160,000 hectáreas de hoja de coca y erradicar manualmente otras 30,000 durante el último año; además de que incautó más de 180 toneladas de cocaína.
''Colombia tenía sembrada 165,000 hectáreas de coca. En este momento, vamos en menos de 70,000. Es decir, estamos sacando una tercera parte de lo que tuvo el país en el pasado. Colombia es el único país andino donde los cultivos ilegales van en disminución'', aseguró el funcionario a radio Caracol.
También este viernes concluyo su tarea como director de la Policía Antinarcóticos de Colombia, Luis Gómez Heredia, quien no coincidió por cierto en cifras a lo dicho por Pretelt; dijo que se espera concluir 2005 con 145,000 hectáreas fumigadas (no 160 mil) mientras el programa de erradicación manual ya alcanzó las 17,900 hectáreas destruidas, que superó al programa de Bolivia de 16,700 que era hasta hoy el mayor de su tipo en el mundo.
Agregó en conferencia de prensa que durante los últimos 3 años y medio los cultivos ilícitos de droga se han reducido en un 54% y el 2005 terminará con alrededor de 70,000 hectáreas sembradas en el país.
Empero, Sandro Calvanni, director de la oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito en Colombia señaló en la ceremonia en que Gómez Heredia entregó el cargo a su sucesor general Jorge Alirio Barón que "estamos preocupados por las fumigaciones masivas de los parques naturales porque ...,se daña la biodiversidad". La solución -señaló- es la erradicación manual.
Pero la respuesta de Pretelt es contundente: "no se puede erradicar manualmente porque las organizaciones narcoterroristas amenazan con asesinar" a los trabajadores. Señaló que la resistencia de la guerrilla es tan fuerte a la fumigación que durante el último año las avionetas y helicópteros recibieron 330 impactos de bala y algunos pilotos resultaron heridos.
Además, respondió a Calvanni que las fumigaciones aéreas no afectan a los parques naturales porque "los estudios de la Comisión Interamericana para el Abuso de la Droga (CICAD) de la OEA indican que el glifosato no afecta la salud humana ni el medio ambiente".
En efecto, un grupo de científicos, concluyó recientemente que el glifosato, el químico usado para la fumigación de cultivos ilícitos sólo tiene efectos "moderados" en organismos acuáticos.Este equipo realizó el estudio por una solicitud de Colombia a la CICAD y en virtud de un convenio del Gobierno con la OEA.
El trabajo de campo cubrió de septiembre de 2004 a marzo del 2005, con presencia directa de los expertos, apoyados por el llamado Grupo Técnico Permanente de Monitoreo Móvil, que asumió la toma de muestras, las cuales fueron enviadas a un laboratorio en Canadá.Formaron parte del grupo Equipo Científico de Evaluación (ECE): el experto canadiense Keith Solomon, el español Arturo Anadón, el brasileño Antonio Luiz Cerdeira, la mexicana Luz Helena Sanín y el británico E.J.P. Marshall.
Concluyeron que el glifosato y la sustancia que se le añade, conocida como "cosmo-flux", "no presentan un riesgo significativo para la salud humana, empero, admitieron que no pudieron medir de forma directa la exposición en cultivadores de cocales o amapolas.
Asimismo consideraron como conveniente un estudio profundo sobre la asociación entre la exposición al herbicida y la reproducción en humanos."En todo el ciclo de producción y erradicación de los cultivos de coca y amapola, los riesgos para la salud humana asociados a lesiones físicas durante la deforestación y la quema y el uso de plaguicidas para la protección de los cultivos ilícitos se consideraron más importantes que aquellos provenientes de la exposición al glifosato", agrega la investigación.
Los científicos subrayaron que "es importante reconocer que el impacto aquí (en Colombia) no es por el uso del glifosato, sino que el acto inicial de deforestar y quemar es la causa primaria de los efectos en el ambiente".Y en efecto, más de un millón de hectáreas boscosas han sido destruidas en el país para dedicarlas a cultivos ilícitos.
En el caso del riesgo para los organismos acuáticos, el ECE explicó que las especies de aguas superficiales pueden ser las más afectadas, aunque de forma moderada. Pero admitieron que "se desconoce la frecuencia y magnitud con la que esto suceda (la fumigación), y no existen datos disponibles sobre la proximidad de las aguas superficiales a los cultivos de coca".Los expertos recomendaron la recolección de "datos adicionales durante un período más prolongado para obtener una mejor caracterización de los impactos de la producción de coca y amapola" en el medio ambiente superficial y acuático.
Pero aumenta la cocaína pese a gran fumigación
Pero pese al anuncios oficial de que el gobierno batido todos los récords en cuanto a la fumigación de cultivos ilícitos, la cantidad de cocaína y heroína incautadas demuestra también que se multiplicó su producción, coincidieron expertos, que consideran que ello no necesariamente representa un avance en la lucha mundial contra las drogas.
Sandra Vanegas, de la Universidad Nacional opinó que, según los indicadores internacionales, no se modificó el impacto de la lucha contra las drogas que se lleva a cabo en Colombia y en las otras naciones andinas (Bolivia, Ecuador y Perú) en la demanda internacional de alucinógenos.
''El que hayamos fumigado y erradicado tanto no representa que estemos ganando la guerra contra el narcotráfico, en especial porque los cultivos se están desplazando continuamente'', dijo a la agencia AFP el analista Fernando Giraldo, de la universidad Sergio Arboleda de Bogotá. ''Además, los delincuentes están tecnificando la producción y eso hace que antes sacaban dos cosechas al año y ahora están produciendo tres'', añadió el experto.
Y no le falta razón a Giraldo ya que algunos expertos han señalado que los "narcos" están ensayando nuevas variedades y tácticas de resiembra que les dan mayor productividad.
Por ello, la Policía Antinarcóticos de ese país sembrará coca en dos lotes para realizar un estudio científico donde trabajaran ingenieros agrícolas, agrónomos y forestales, además de biólogos y ambientalistas.
Con dicha iniciativa -aprobada por el Consejo Nacional de Estupefacientes-, las autoridades pretenden salirles al paso a las voces que cuestionan los efectos del glifosato.
Según el coronel Henry Gamboa, jefe del Área de Erradicación de Cultivos Ilícitos, “se trata de tener elementos científicos que permitan desvirtuar todos esos informes que lanzan sin rigor algunas entidades con intereses particulares”. Además, la Policía busca identificar cuáles serían los productos químicos que podrían ser mezclados con el glifosato para lograr mayor efectividad en la fumigación.“Se dice que los campesinos, para contrarrestar el efecto de la aspersión, vienen utilizando melaza u otras sustancias. Uno de los propósitos es verificar si eso es cierto”, asegura Gamboa. Añade que, de ser verdad, los resultados de los experimentos servirán para modificar la estrategia, desde cambiar las cantidades de glifosato asperjado hasta replantear la fórmula del herbicida.
Y el presidente Uribe en EE UU en caballo de Hacienda
Y no es casual que el presidente colombiano Álvaro Uribe haya recibido este jueves 15 en Washington D.C expresiones de respaldo de varios dirigentes del Congreso de EE UU, como el de James Kolbe, presidente de la subcomisión de la Cámara de Representantes que financia los programas al exterior y el presidente de la Cámara el republicano Dennis Hastert.
Uribe dijo que había en su país 187,000 hectáreas (¡otra cifra diferente!) dedicadas al cultivo de coca al comienzo del Plan Colombia, y que esa cifra será reducida este año a unas 80,000 hectáreas. (por cierto las cifras no coinciden con las de Pretelt ni con las de Gómez Hredia)
Ni mucho menos con las del Departamento de Estado de EE UU que indican que el número de hectáreas dedicadas al cultivo de la coca en Colombia permanecieron sin cambios entre el 2004 y el 2005, pese a los intensos esfuerzos que hacen las autoridades para su erradicación.
Eso si, Colombia recibió en el año fiscal que concluye el 30 de septiembre 563 millones de dólares; la cifra aprobada por el Senado y la Cámara para el 2006 asciende a 553 millones. Un poco menos que el 2005 por el efecto del Huracan Katrina.
Colombia, con dos décadas de lucha antinarcóticos auspiciada por EE UU es considerado por Washington como el primer productor mundial de cocaína.
¡Y por cierto, todo apunta que el presidente Uribe será reelecto!