4 abr 2010

Vicios privados

Vicios privados, perjuicios públicos/Antoni Serra Ramoneda, presidente de Tribuna Barcelona
Publicado en EL PERIÓDICO, 04/04/10
Bernard de Mandeville fue un holandés libertino que, a principios del siglo XVIII, publicó diversas obras, alguna anónima, que causaron un soberano escándalo. La tesis que en ellas defiende queda resumida en la expresión, que ha hecho fortuna, «los vicios privados son virtudes públicas». El egoísmo, la vanidad, la codicia y otros sentimientos parecidos, moralmente despreciables, son un motor imprescindible de la actividad económica. De tal manera que ni Reino ni Estado alguno puede florecer sin ellos. Y es contraproducente intentar erradicarlos: de ahí su condena de las instituciones caritativas en un discutido ensayo.
Algunos economistas han querido ver en Mandeville el padre del moderno liberalismo económico. A fin de cuentas el mercado funciona cuando los agentes que en él operan buscan el máximo lucro o la mayor utilidad. Otros lo miran con prevención por el cinismo con el que defiende los vicios privados, que por lo visto él practicaba con asiduidad. En nuestro país parece que algún político, eso sí, llevado por sus ansias de favorecer el bienestar social, ha seguido los consejos del deslenguado holandés.
Quizá porque el tema vuelve a estar de moda, recientemente, en Francia han aparecido dos libros que ahondan en él. El primero se debe a la pluma de un jovencísimo filósofo, Gaspard Koenig, y su título, Las discretas virtudes de la corrupción, lo dice todo. Con fácil pluma, viene a afirmar que si hay manos que se mantienen limpias, es porque no tocan nada. La historia solo avanza porque algunos no dudan en manchárselas. No entiende por qué se prefiere la fría asepsia de un transparente mercado a la cálida amistad que hay en un soborno. Es un texto brillante y provocador en el mejor estilo francés, que siempre tiende a épater le bourgeois. El segundo tiene como autor a Marie-Laure Susini y un título contundente, pero algo engañoso: Elogio de la corrupción. En realidad, el contenido se dedica sobre todo a analizar tres figuras históricas, que, de haber tenido la oportunidad, se habrían opuesto ferozmente a Bernard Mandeville: san Pablo, Tomás Moro y, faltaría más, Robespierre.
El Incorruptible se hacía llamar este último. Llevado por su fanático afán purificador envió a la guillotina a muchas personas, no por corruptas, sino por sospechar que eran corruptibles. Basta leer algún trozo de sus discursos ante la Convención Nacional, que el libro reproduce, para comprobar su furor moralizante y su creencia de que el mundo está repleto de corruptos en potencia. Si no me equivoco, la tesis de la autora es que una interpretación dogmática de la virtud, un afán de perfección absoluta, puede llevar, sobre todo en regímenes no democráticos, a perversiones que causan más daños que la propia corrupción. Para muestra, el reino del terror que el Incorruptible implantó.
Buena es la cautela y huir de generalizaciones. Haría mucho daño, además de ser injusta, y por ello debe combatirse, la tendencia a creer que todos los políticos si no corruptos, son cuando menos corruptibles. O que todos los sacerdotes si no pedófilos, tienen en latencia alguna desviación sexual. Pero, para evitar este peligro uno y otro colectivo tienen la obligación de ser extremadamente diligentes y evitar la presencia, y sobre todo la permanencia, en sus filas de personas que muestran claras inclinaciones a cometer esos delitos que luego erosionan gravemente su imagen pública. No vale acogerse a la presunción de inocencia que la ley concede a todo sospechoso y esperar a que haya una sentencia judicial antes de expulsarlo del grupo.
Los magistrados, cuando se les presenta un caso, parten de cero. En un lento proceso han de reunir pruebas y manifestaciones que asienten su decisión sobre bases sólidas y fehacientes. Por el contrario, con toda seguridad hay colegas del sospechoso que han tenido muchas oportunidades para detectar un comportamiento inadecuado con las normas éticas, aunque quizá no siempre legalmente obligatorias, que constituyen el ideario del grupo.
No se entiende que solo ahora una comunidad religiosa reconozca que nada menos que su fundador cometió un rosario de tropelías, desde abusar de seminaristas hasta tener varios hijos con una señora, con la que forzosamente algún tiempo tuvo que convivir.
¿Cómo es posible que sus colaboradores, con los que debía tener contactos diarios, no detectaran indicio alguno de la impostura que el citado y supuesto ejemplar fundador, cuya beatificación o canonización se había llegado a proponer, representaba? ¿Y qué decir de un político de primerísimo nivel que dedicó más tiempo, en los años que fue presidente, a desviar dinero de todos los colores a sus arcas que a gobernar? ¿Es que todos los de su partido eran ciegos y sordos y se negaban a reconocer la evidencia?

The End of History

The End of History (Books)
By Marc Aronson, the author, most recently, of If Stones Could Speak: Unlocking the Secrets of Stonehenge
THE NEW YORK TIMES, 03/04/10;
Today, Apple’s iPad goes on sale, and many see this as a Gutenberg moment, with digital multimedia moving one step closer toward replacing old-fashioned books.
Speaking as an author and editor of illustrated nonfiction, I agree that important change is afoot, but not in the way most people see it. In order for electronic books to live up to their billing, we have to fix a system that is broken: getting permission to use copyrighted material in new work. Either we change the way we deal with copyrights — or works of nonfiction in a multimedia world will become ever more dull and disappointing.
The hope of nonfiction is to connect readers to something outside the book: the past, a discovery, a social issue. To do this, authors need to draw on pre-existing words and images.
Unless we nonfiction writers are lucky and hit a public-domain mother lode, we have to pay for the right to use just about anything — from a single line of a song to any part of a poem; from the vast archives of the world’s art (now managed by gimlet-eyed venture capitalists) to the historical images that serve as profit centers for museums and academic libraries.
The amount we pay depends on where and how the material is used. In fact, the very first question a rights holder asks is “What are you going to do with my baby?” Which countries do you plan to sell in? What languages? Over what period of time? How large will the image be in your book?
Given that permission costs are already out of control for old-fashioned print, it’s fair to expect that they will rise even higher with e-books. After all, digital books will be in print forever (we assume); they can be downloaded, copied, shared and maybe even translated. We’ve all heard about the multimedia potential of the iPad, but how much will writers be charged for film clips and audio? Rights holders will demand a hefty premium for use in digital books — if they make their materials available in that format at all.
Seeing the clouds on the horizon, publishers painstakingly remove photos and even text extracts from print books as they are converted to e-books. So instead of providing a dazzling future, the e-world is forcing nonfiction to become drier, blander and denser.
Still, this logjam between technological potential and copyright hell could turn into a great opportunity — if it leads to a new model for how permission costs are calculated in e-books and even in print.
For e-books, the new model would look something like this: Instead of paying permission fees upfront based on estimated print runs, book creators would pay based on a periodic accounting of downloads. Right now, fees are laid out on a set schedule whose minimum rates are often higher than a modest book can support. The costs may be fine for textbooks or advertisers, but they punish individual authors. Since publishers can’t afford to fully cover permissions fees for print books, and cannot yet predict what they will earn from e-books, the writer has to choose between taking a loss on permissions fees or short-changing readers on content.
But if rights holders were compensated for actual downloads, there would be a perfect fit. The better a book did, the more the original rights holder would be paid. The challenge of this model is accurate accounting — but in the age of iTunes micropayments surely someone can figure out a way.
Before we even get to downloads, though, we need to fix the problem for print books. As a starting point, authors and publishers — perhaps through a joint committee of the Authors Guild and the Association of American Publishers — should create a grid of standard rates and images and text extracts keyed to print runs and prices.
Since authors and publishers have stakes on both sides of this issue, they ought to be able to come up with suggested fees that would allow creators to set reasonable budgets, and compel rights holders to conform to industry norms.
A good starting point might be a suggested scale based on the total number of images used in a book; an image that was one one-hundredth of a story would cost less than an image that was a tenth of it. Such a plan would encourage authors to use more art, which is precisely what we all want.
If rights remain as tightly controlled and as expensive as they are now, nonfiction will be the province of the entirely new or the overly familiar. Dazzling books with newly created art, text and multimedia will far outnumber works filled with historical materials. Only a few well-heeled companies will have the wherewithal to create gee-whiz multimedia book-like products that require permissions, and these projects will most likely focus on highly popular subjects. History’s outsiders and untold stories will be left behind.
We treat copyrights as individual possessions, jewels that exist entirely by themselves. I’m obviously sympathetic to that point of view. But source material also takes on another life when it’s repurposed. It becomes part of the flow, the narration, the interweaving of text and art in books and e-books. It’s essential that we take this into account as we re-imagine permissions in a digital age.
When we have a new model for permissions, we will have new media. Then all of us — authors, readers, new-media innovators, rights holders — will really see the stories that words and images can tell

La Reforma de Obama

La reforma de Obama y los tópicos/Guillem López Casasnovas, catedrático de la UPF y presidente de la Asociación Mundial de Economía de la Salud
Publicado en EL PERIÓDICO, 03/04/10;
Leo, con sorpresa, algunas valoraciones de la reforma sanitaria del presidente Obama que pueden crear confusión. Es el caso, por ejemplo, de quienes identifican los cambios legislativos en EEUU con la universalización de los cuidados de salud; o la similitud del futuro sistema con algunos rasgos de los modelos sanitarios europeos, se trate de servicios de salud administrados públicamente o de sistemas de aseguramiento social. Nada más lejos de la realidad.
Lo que ha firmado Obama es una reforma profunda, eso sí, pero no radical. No cambia la naturaleza del sistema, que continúa anclado básicamente en el aseguramiento privado. No garantiza la cobertura universal ni ahora –apenas afectará la ley a una sexta parte de los hoy no asegurados– ni en el 2019. Se estima que en esta fecha la mitad de los hoy no asegurados continuarán sin cobertura. En total, unos 23 millones de ciudadanos, un tercio de estos, inmigrantes sin papeles.
En la reunión de la Asociación Mundial de Economía de la Salud, que presido, celebrada recientemente en Londres, varios miembros de la ejecutiva, profesores de universidades estadounidenses, mostraban su preocupación, y esperanza a la vez, por las nuevas medidas. La preocupación se debía a que la reforma tendrá un impacto en el gasto muy elevado. Así, la ampliación de cobertura (factor cantidad) se realiza sin variar el modo de provisión de la sanidad privada (factor coste unitario). Es decir, a través de una mayoría de atenciones practicadas individualmente por profesionales sanitarios poco o nada coordinados y financiados por actividad, que generan la paradoja de que cuanto peor se esté –que empeore la salud y aumenten los hipocondriacos–, más retribución perciben. Estos son los dos cánceres reales del sistema estadounidense, que dificultan cualquier mejora de equidad que se pueda presentar como sostenible.
La reforma Obama cambia muy poco, o nada, este escenario. Incluso a la vista de cómo se determinen las primas de los que se verán forzados a asegurarse, o cómo sean las penalizaciones por no hacerlo, puede acabar saliendo más rentable pagar una multa escalada según la renta declarada –entre el 1% y el 2,5%– que pagar la prima de mercado. Con lo cual las aseguradoras pueden acabar aumentando su negocio. Por otro lado, hay que calificar de generosa la opción de dar subsidios fiscales a los seguros privados para empresas de menos de 25 trabajadores y salarios medios por debajo de los 50.000 dólares. No puede sorprender, por tanto, que las cotizaciones bursátiles del entramado sanitario privado, con ánimo de lucro y que cotiza en bolsa, hayan saludado con un alza la firma de la reforma.
En cuanto a la esperanza que expresan mis colegas, deriva de que, por fin, se ha iniciado el proceso, se ha puesto cuesta abajo, y será en el momento en que los problemas de sostenibilidad financiera se agraven cuando se cambie el código genético del negocio sanitario. Se intervendrá, entonces, en los costes unitarios y se variará el modo de provisión, ya que la contención necesaria en el gasto no es previsible que incida, más bien al contrario, en reducciones de cobertura. También son importantes las medidas destinadas a dificultar la selección de riesgos por parte de las aseguradoras, tales como la proscripción de denegar cobertura a niños –y solo niños– con condiciones preexistentes, la de vincular a la afiliación de los padres la de los hijos hasta los 26 años, o la prohibición de interrumpir el seguro sanitario para quien ya esté asegurado y se agrave su condición o su enfermedad se convierta en crónica. Y para los no asegurados con condiciones de elevado riesgo, cabe valorar positivamente el que se anuncie que se van a ofrecer oportunidades de cobertura, aunque solo en el 2014 operarán en su totalidad.
La entrada de más familias pobres –con rentas hasta un tercio por encima del nivel de pobreza federal– en el sistema Medicaid –ya existente–, o el subsidio adicional para medicamentos para los mayores de 65 años cubiertos por Medicare –que ni son los pobres ni los más necesitados del país, pero sí los electoralmente más influyentes–, es un poco más de lo mismo. Finalmente, la cláusula stop loss (desembolso máximo) para quienes dispongan de un seguro de prima baja, pero con múltiples copagos que generen un dispendio anual acumulado superior a los 6.000 dólares, y los subsidios fiscales a las primas privadas, con un escalado que alcanza hasta cuatro veces la línea de pobreza, están en las antípodas de los sistemas sanitarios universales que se rigen por un pool de aseguramiento único. Y todo ello con efectos a partir del 2014, año de referencia de la mayoría de medidas.
Por lo demás, no son pocos los analistas económicos desconcertados por los múltiples arbitrajes y distorsiones implícitas en las medidas. Y también los analistas políticos, dadas las concesiones al lobi antiabortista o al decidir volcar las medidas de prevención en el programa Medicare y no en incentivos a jóvenes y adultos en mejoras de alimentación o estilos de vida.

Religión a la carta

Religión a la carta en nuestros días/Manuel Mandianes, antropólogo del CSIC
Publicado en EL MUNDO, 02/04/10;
El cristianismo, mediante su vinculación con la antigua metafísica, avanzó hasta convertirse en una dogmática única en su género que, pese a toda la vulgar incomprensibilidad de su grado de abstracción, adquiere el rango de una religión sin fronteras y universal» (H. Blumenberg). Los dogmas y las verdades precisas de la nueva religión sólo se podían alcanzar a través de la metafísica que, con el paso de los siglos, ha hecho de la manera europea de ver el mundo el uniforme universal de la inteligencia. El cristianismo se universalizó y se hizo válido para cualquier individuo -sin importar su estatus o su procedencia-, sacando valor a los distintivos de índole espacial y temporal propios de aquí o de allí.
Descartes dijo: «Ego cogito ergo sum» (Pienso luego existo). La realidad y el fundamento de todo es el yo que nos lleva a la realidad de la cosa extensa y al alma. Dios sigue siendo el garante de todo. Luego también es el responsable del engaño. Kant dijo: «La realidad la vemos a través de las formas de la imaginación, que son el tiempo y el espacio». Por lo tanto, de la realidad que nos circunda sólo conocemos el fenómeno, la apariencia. La realidad está detrás de lo que nosotros vemos; no llegamos a ella. Como explicó Schopenhauer: «Nosotros no conocemos la realidad sino la representación que nos hacemos de ella a través de los deseos de nuestra voluntad. El fondo del mundo es voluntad, que nosotros no podremos conocer jamás». «El fundamento del mundo son dos mitades: la dionisíaca y la apolínea. La realidad última del mundo es lo monstruoso» (Nietzsche).
El nihilismo es el descubrimiento de la mentira y del carácter de juego de fuerzas que tienen los presentes valores y las pretendidas estructuras metafísicas. Implica la aparición de la voluntad de poder que disloca y subleva las relaciones jerárquicas vigentes. El hombre sale de su casa para encontrarse en un mundo vacío y desnudo donde no cabe protección. El nihilismo se hace esta pregunta: ¿Se puede decir algo? Y la imposibilidad no está en lo mucho que se calla sino en lo mucho que se habla, en la automática forma de enunciar en la que los tiempos están fijados y que eliminan el tiempo del seno de la lengua al convertir, en el fondo, todos los tiempos en presentes.
El término nihilismo, cuyo reflejo literario se resume en le frase Dios ha muerto, no entraña un significado religioso, sino que es la expresión filosófica del reconocimiento de que el mundo es suprasensible y su sentido -la concepción de un estado de la verdad- se ha devaluado; y, en consecuencia, deja de valer como tal: no es posible la referencia a un valor supremo que sirva de criterio, lo que significa que hablar de verdad, de belleza o de bien supremos resulta vacío. El nihilismo no constituye ese vacío sino que es contra lo que actúa; es el reconocimiento de que ese vacío no puede regir. Dios ha muerto tiene un sentido mucho más literal de lo que, en general, se cree.
Al no haber o no poder conocer un fundamento sólido como decía la metafísica clásica, la visión del mundo es puramente subjetiva. La libertad individual está por encima de todo puesto que, en último término, no hay ninguna ley natural y menos ninguna inspirada por ningún Ser Superior que se pueda tomar como norma universal.
No hay una respuesta única a las cuestiones humanas. No hay valores universales que alguien en nombre de Dios pueda imponer a todos, puesto que Dios ha muerto. No hay una escala de valores válida para todos; cada uno tiene la suya. La tradición que vehiculaba la escala de valores de la comunidad es hoy una antigualla propia de quien no tiene personalidad ni capacidad creativa. En el fondo, la única regla, la única escala de valores es la propia voluntad, el deseo personal. «No hay nada en el mundo sobre lo que podamos apoyarnos», viene a decir el existencialismo.
La modernidad asiste a la destrucción de las estructuras fuertes, de la supuesta perentoriedad del dato real exterior. Hace que la razón occidental regrese al diván oriental, a la conjunción goethiana de lo filosófico y lo artístico, lo religioso y lo poético, con lo lógico, empírico y funcional. Y de ahí el dicho tan moderno, aunque ya un poco caído en desuso: «La ética es estética».
Dentro de la sociedad líquida que asigna al mundo, a las personas y a todos sus demás fragmentos animados e inanimados el papel de objetos que pierden su utilidad -y por consiguiente su lustre, su atracción, su poder seductivo y su valor-, en el transcurso mismo del acto de ser usados el otro es el de la amenaza de verse relegado a los desechos. En un mundo repleto de consumidores y de objetos del consumo de éstos, la vida vacila incómoda entre las alegrías del consumo y los horrores del montón de basura.
Cuando el hecho de estarse haciendo y modificando constantemente, por ser histórico, sujeto a la temporalidad, se vive como un hecho natural, enriquece al hombre porque lo toma como la ocasión de tomar decisiones, pero cuando la persona vive los cambios como algo impuesto desde fuera contra su voluntad puede ser traumático. Dice S. Zizek: «Lo verdaderamente difícil de explicar no son los cambios sociales, sino, por el contrario, la estabilidad y la permanencia».
Hay una verdad, nada es relativo, pero esa verdad es la de la deformación de la perceptiva como tal, no la visión deformada por la visión parcial que ofrece una sola perspectiva. La diferencia primordial no se da entre las cosas en sí mismas ni tampoco entre las cosas y sus signos, sino entre la cosa y la nada de una pantalla invisible que deforma nuestra percepción de modo tal que no tomemos la cosa por la cosa misma.
El movimiento -desde las cosas a sus signos- no es un reemplazamiento de la cosa por su signo, sino el movimiento de la cosa misma que deviene en signo no de otra cosa sino de sí misma. La brecha puede ser también la que separa el sueño de la realidad. La cosa es la mejor máscara de sí misma. Si todo vale porque todo es igual y nada está sujeto a nada, entonces no hay ni se puede pedir una explicación. En el lenguaje de la Teogonía de Hesíodo estaríamos ante una situación de caos; es decir: un abismo que no precisa de ninguna localización ni de ninguna descripción de sus márgenes o de su profundidad. Un espacio opaco de donde surgen las formas.
Pero incluso para los creyentes la verdad ya no se piensa como adecuación del intelecto a la cosa sino como plausibilidad y capacidad de persuasión en el contexto de un sistema de premisas. Estamos ante un acontecimiento de debilitamiento del concepto de verdad y, en general, ante el debilitamiento de convicciones metafísicas. El ser estable, eterno, único y como orden objetivo no se da. El ser es sólo un horizonte, lo que cada vez acontece: un acontecimiento en el que estamos constantemente y siempre implicados como intérpretes y, de algún modo, en camino (el ser y nosotros). El hombre es el sujeto de los acontecimientos.
La Pasión y la resurrección de Cristo son un acontecimiento que cada creyente vive desde su situación personal, desde su interioridad y desde su creatividad. No digo que deba ser así ni que lo sea para todo el mundo, sino que es la consecuencia de la mentalidad posmoderna. La metafísica está en crisis pero el símbolo, tan en boga, remite al misterio que permanece siempre. El misterio reclama escucha, atención. Las diferentes religiones no son más que formas culturales e históricas de lo revelado del ser que se da palabra y obra en las manifestaciones religiosas. Muchos creyentes vacían su fe en otras estructuras o en la falta de estructuras.
Vivir el hecho cristiano sin estructuras aristotélicas no es lo mismo que vaciarlo de contenido. Por el contrario, quizá sea conveniente para el vaciamiento requerido para dejarse ganar por Cristo. A muchos esto les llevará a escoger del hecho cristiano aquello que más les llena prescindiendo de los dogmas. A esto algunos lo llamarán cristianismo a la carta. Para unos y para otros, viviéndolo cada uno a su manera, puede que el acontecimiento de la pasión y resurrección de Cristo sea el acontecimiento que llena y da sentido a sus vidas.

Domingo de Pascua

Domingo de Pascua/Narcís Comadira
Publicado en EL PERIÓDICO, 04/04/10):
Hoy culmina la Semana Santa. Después del sacrificio, de la muerte del Viernes Santo, subrayada por una tiniebla radical en pleno día y por la rasgadura del velo del Templo, símbolo de que la antigua ley había acabado y de que la luz moral que provenía de ella tenía que ser sustituida por una luz nueva, llega la victoria sobre la muerte, la Resurrección que hoy se conmemora. La Iglesia católica, que hace muchos pero muchos años tuvo su momento de grandeza espiritual, organizó para celebrar esta gran fiesta, único fundamento de la fe, unas ceremonias y unos rituales muy especiales, y eligió y escribió unos textos de inspiración literaria de alto voltaje. Y sobre estos textos se compuso una música gregoriana de emotividad incomparable. Si Richard Wagner se afanó toda su vida para conseguir la obra de arte total, la Iglesia católica ya la había logrado muchos siglos antes y sin tanto alboroto. Todo el año litúrgico católico, tal como estaba concebido antes de las reformas del último concilio, era una auténtica obra de arte total, y las representaciones del denominado triduo pascual, o sea, las del Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Pascua, precedido por la incomparable Vigilia Pascual, eran su punto culminante.
Una gran parafernalia conmemorativa, con un altísimo sentido teatral, que tenía en cuenta el escenario, la luz, el vestuario, los actores, los textos y las músicas y, oh modernidad absoluta, también las materias y los perfumes. El aceite de oliva que se consagraba el Jueves Santo, el fuego nuevo, producido por la fricción de un pedernal, el agua de la pila bautismal, la cera virgen del cirio pascual, los granos de incienso que el diácono incrustaba en él durante su bendición, daban al escenario unos olores especiales reconocibles y simbólicos. Y la representación de la Vigilia Pascual jugaba incluso con lo que ahora llamaríamos efectos especiales. Cuando se prendía el fuego nuevo en el atrio de la iglesia, esta tenía que estar totalmente a oscuras, y a oscuras tenía que permanecer hasta que el diácono encendía el cirio pascual, símbolo de Cristo resucitado. Llegados a este momento, el ritual prescribía: Hic accenduntur lampades (Aquí se encienden las luces). Y, de repente, todo se iluminaba. El diácono entonaba la que seguramente es la más jubilosa, la más entusiasta, la más inspirada de todas las arias del mundo. Aquella en la que se canta como feliz el pecado de Adán –Oh felix culpa!– porque nos ha merecido tal redentor. Aquella donde también se canta: «Será la noche clara como el día, la noche iluminada por mi gozo. Y así, esta noche santa ahuyenta los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes, expulsa el odio, trae la concordia, doblega a los potentes». Esta es solo una mínima muestra del tejido verbal de la celebración de la Pascua, de una celebración profundamente artizada que era capaz de penetrar en las mentes y los corazones de la gente y conformar una comunidad trabada.
Como ven, creo en el valor configurador del arte, del arte verdadero, de aquel arte en el que la presencia real de una trascendencia se cernía sobre la obra y la hacía fértil en posibilidades. Ya sé que todo eso es muy anticuado, pero también muy moderno, seguramente demasiado para que pueda ser entendido en una sociedad nihilista como la nuestra. De las reformas que la Iglesia católica ha introducido en todas estas celebraciones, la más radical y la que ha roto el alto grado de artisticidad del conjunto ha sido la traducción de los textos latinos a las llamadas lenguas vernáculas. Ya sé que se hizo con buena intención, con una de aquellas buenas intenciones de las que el infierno está empedrado. Es un decir, por supuesto, pero la verdad es que, queriendo hacer comprensibles los textos, han diluido su belleza formal, y una vez traducidos, como evidentemente no se podían cantar con las músicas que los acompañaban en su versión original, ha habido que componer nuevas músicas, a menudo excesivamente inferiores a las antiguas. Y la pérdida de entidad artística, la pérdida de entidad formal, ha evaporado gran parte de su eficacia emotiva. Tal vez ahora los textos se entienden mejor a un nivel primario, literal, pero a mi parecer conmueven menos los espíritus.
Pero, me dirán, ¿a quién le importa todo eso, en esta época de los móviles, el Facebook y el Twitter? Hemos sustituido la comunicación por la comunicabilidad. Las comunidades reales por comunidades virtuales, los textos significativos, capaces de conmover en profundidad y de cohesionar, por simples vistazos superficiales meramente fáticos o, en el mejor de los casos, sentimentales.
Pero confío todavía en las minorías que trabajan seriamente en este país y me maravillo de cómo, por ejemplo, todavía existen jóvenes que porfían por escribir en nuestra lengua terminal y que lo hacen con la más alta de las ambiciones artísticas y con resultados admirables. Ellos son, hoy, el fundamento de mi alegría pascual laica. Vaya a ellos mi homenaje.

Krauze y Monsiváis

Ánimo, Carlos /Enrique Krauze
Publicado en Reforma, 4 de abril de 2010;
"El afecto está más allá de las diferencias", me has dicho siempre, Carlos, y al enterarme que estás en el hospital entiendo mejor tus palabras. Por mi parte, el afecto, unido al reconocimiento intelectual, proviene de los años sesenta, años de festiva e irreverente "contracultura", cuando mis amigos de ingeniería y yo sintonizábamos Radio UNAM para morirnos de la risa con el programa "El cine y la crítica". No dejabas títere con cabeza. Después del 68, te visité en tu casa de San Simón 42 en la Portales. Recuerdo la gentileza de tu mamá, tu selvática biblioteca, tus libros escolarmente forrados con vinil transparente, y alguno de tus gatos.
En 1971 me invitaste a "La cultura en México" de Siempre! Nos tocó vivir el 10 de junio y a partir de allí emprendimos lo que, a nuestros ojos, era una crítica revolucionaria de la cultura "liberal" representada por Plural, la nueva revista de Octavio Paz. Yo terminé por coincidir con Plural y dejar Siempre! Y hasta escribí un artículo bastante pesado contra todos ustedes, que tuviste el valor de publicar. Nunca, ni en los momentos más ásperos de la polémica entre Vuelta y los escritores que entonces se congregaban alrededor tuyo, dejamos de saludarnos con afecto.
Siguieron, recuerdas, los tiempos de nuestro desayuno en la YMCA de División del Norte. Aunque siempre confirmaba contigo el día anterior (contestabas el teléfono fingiendo que eras tu bisabuelita) no recuerdo un solo día en que hayas llegado puntual. A quien nos preguntaba le explicábamos: "aquí es donde Monsiváis ejerce la más secreta de sus pasiones, la natación. Su estilo predilecto es el crawl australiano". Nos veíamos para hablar de la vida cultural, los amigos y ex amigos, la historia, la literatura y la política. Los comensales del lugar se te acercaban con devoción: "A usted sí lo admiramos, maestro".
Los amigos tienen lenguajes cifrados y el nuestro -curiosamente- ha sido el Viejo Testamento. ¿Puede haber humor en los personajes de la Biblia? Se diría que no, pero tú lograbas el milagro. Otro repertorio común ha sido la cultura popular: el cine mexicano, los actores, los lejanos tiempos de la cultura radiofónica y, por supuesto, la música popular. Un día te reté a un duelo de letras de boleros: "¿Te sabes tal canción del 'Jibarito' Hernández?". Tu respuesta, como un rayo, me fulminó: "¿Cuál versión?". Y comenzaste a tararearla. Sabías hasta el extraño nombre del requinto de "Los tres diamantes".
Se dice fácil pero así pasó una década. En 1992 te invité a participar en una presentación del libro Mea Cuba, de Cabrera Infante. Aceptaste con entusiasmo porque habías perdido las ilusiones sobre la Revolución Cubana. Guillermo no pudo llegar, pero se comunicó con nosotros desde Londres. ¿Recuerdas a los provocadores en la sala? ¿Y las amenazas de que estallaría una bomba? Estábamos, que yo recuerde ahora, tú, Pepe de la Colina y yo. (Ahora que te repongas me dirás quién más). No nos amedrentaron. Mientras abordábamos aquel libro extraordinario y denunciábamos la situación de los presos y los homosexuales en Cuba, un contingente de la policía entró al recinto y comenzó a rastrear la bomba detrás y hasta debajo de nuestra mesa. La escena fue de película. Octavio se reía a carcajadas cuando se la contamos. Desde entonces has seguido escribiendo valerosamente contra esa dictadura. Y hace unas semanas fuiste tú quien me alertó primero sobre el drama actual de los presos políticos y su huelga de hambre.
Dice Cicerón en su tratado Sobre la amistad, que una causa principal de discordia entre los amigos es la política. Yo lo he comprobado en demasiadas ocasiones, pero no en tu caso. Se crea una distancia, es verdad, porque la política tiene tal impacto en la vida colectiva que las opiniones divergentes no pueden tomarse a la ligera. Pero al cabo del tiempo uno comienza a sentirse cerca de sus "adversarios", sobre todo si el debate o la polémica que entabló con ellos fue genuina y preservó un nivel de decoro y respeto. Algo así, estoy seguro, hizo que Octavio Paz mantuviera también su vínculo contigo. Desde los años sesenta saludó en ti el nacimiento de un nuevo crítico y escribió que tu Antología de la poesía mexicana del siglo XX era "un libro excepcional". Tú te acercaste a él luego de las polémicas de los setenta, y honraste su vida y obra con un pequeño libro: Adonde yo soy tú somos nosotros.
Esta ciudad, que algunos consideran la sucursal del infierno, ha tenido un cronista que la reivindica en sus detalles más íntimos, en su música y su grafiti, en su vocación para la fiesta y su sufrimiento, en su terca voluntad de seguir viva. Tus crónicas, Carlos, la han ayudado a seguir viva, y las tribus urbanas lo reconocen. Hoy, domingo de Resurrección, harán cola en tu "Museo del Estanquillo" para ver la exposición "México a través de sus causas". Yo no podré ir porque prefiero esperarme a recorrerla contigo. Te llamaré para fijar la hora. Esta vez, por favor, llega a tiempo.

Angelo Sodano

El cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio, en la felicitación por la Pascua que dirigió a Benedicto XVI este Domingo de Resurrección, aseguró que la Iglesia se encuentra particularmente cerca del Santo Padre, en medio de las críticas que han publicado medios de comunicación.
Al inicio de la misa que el Papa presidió en la plaza de San Pedro del Vaticano, el antiguo secretario de Estado, sorprendió con un momento particularmente emotivo al asegurar: "Nos unimos para arroparle".
"Estamos profundamente agradecidos por la fortaleza de espíritu y la valentía apostólica con la que anuncia el Evangelio de Cristo", afirmó.
"Está con usted el pueblo de Dios que no se deja impresionar por las murmuraciones del momento, por las pruebas que en ocasiones golpean a la comunidad de los creyentes", subrayó.
"Están con usted los cardenales, sus colaboradores de la Curia Romana. Están con usted los hermanos obispos, esparcidos por el mundo, que guían las tres mil circunscripciones eclesiásticas del planeta. En particular, están con usted en estos días los cuatrocientos mil sacerdotes que están al servicio generoso el pueblo de Dios, en las parroquias, en las escuelas, en los hospitales, en otros michos lugares, así como en las misiones y en las partes más remotas del mundo".
El cardenal Sodano recordó que el Papa, el Jueves Santo, en la santa misa de la bendición de los santos óleos, recordó que Pedro describe así la actitud de Cristo en la Pasión: "Cuando lo insultaban, no devolvía el insulto; en su pasión no profería amenazas; al contrario, se ponía en manos del que juzga justamente".
En esta solemnidad pascual, concluyó el purpurado italiano, "nosotros rezamos por usted para que el Señor, Buen Pastor, siga apoyándole en su misión al servicio de la Iglesia y del mundo".

El padre Cantalamessa

El predicador del Papa, Raniero Cantalamessa OFM, no tenía la intención de herir la sensibilidad de judíos en la predicación del Viernes Santo en la Basílica Vaticana y, si así ha sido, con humildad pide perdón.
El fraile capuchino, en la celebración de la Pasión del Señor, ante Benedicto XVI, había leído un pasaje de una carta que le había enviado un amigo judío, que ve en los ataques que los medios de comunicación han desencadenado en esta últimas semanas contra el Papa y la Iglesia algunos de los aspectos "más vergonzosos del antisemitismo".
Medios de información presentaron la predicación con el título "Contra el Papa y la Iglesia, campaña de odio como el antisemitismo", suscitando duras críticas de exponentes judíos.
En respuesta a estas declaraciones, el padre Cantalamessa ha afirmado: "Si contra mis intenciones, he herido la sensibilidad de los judíos y de las víctimas de la pederastia, me siento profundamente apenado y pido perdón, reafirmando mi solidaridad a unos y otros".
"Tengo que aclarar un aspecto -añade el predicador de la Casa Pontificia-: el Papa no sólo no ha inspirado esta cita, sino que al igual que todos los demás, ha escuchado por primera vez mis palabras durante la liturgia en la basílica de San Pedro. En el Vaticano nadie ha pedido leer con anticipación el texto de mis predicaciones, algo que considero como un acto de confianza en mí y en los medios de comunicación".
El fraile capuchino, explica en una entrevista concedida al diario italiano "Corriere della Sera" sus verdaderas intenciones que le llevaron a leer el pasaje de la carta de su amigo: "Este año la Pascua judía cae en la misma semana de la cristiana. Antes incluso de haber recibido la carta de mi amigo judío, por este motivo tenía el deseo de hacerles llegar un saludo por parte de los cristianos, precisamente en el contexto del Viernes Santo, que ha sido siempre, por desgracia, una oportunidad ocasión de solidaridad al Papa tan duramente atacado en estos momentos. Mi intención era de amigo, no tenía nada de hostil", añade.
"E amigo judío, un italiano muy ligado a su religión, en su carta me autorizaba a revelar su nombre. Yo no he considerado oportuno involucrarlo directamente, y lo considero mucho menos oportuno ahora", añade.
Este Viernes Santo, tras la predicación, el director de la Sala de Información del Vaticano, el padre Federico Lombardi S.I., aclaró que "unir los ataques al Papa con motivo del escándalo de la pederastia y el antisemitismo no es la línea seguida por la Santa Sede".
"El padre Cantalamessa -afirma el portavoz vaticano-- sólo ha querido hacer pública la solidaridad del pontífice expresada por un judío, a la luz de la particular experiencia de dolor sufrida por su pueblo. Pero ha sido una cita que podía dar pie malentendidos".

Una boda cuestionada por el Mayo

Recuerdo de una boda...
Revista Proceso edición #1744, 4 de abril de 2010
En la última semana de agosto de 2007, la reportera Patricia Dávila viajó al pueblo de Canelas, Durango, localizado en el corazón de lo que se conoce como el Triángulo Dorado de la droga –en los límites de los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango–, para recabar información y contar los pormenores de la boda de Joaquín El Chapo Guzmán Loera y Emma Coronel Aispuro, los cuales fueron publicados en la edición 1609 de Proceso.
La ceremonia se realizó en La Angostura, una de las localidades más alejadas de Canelas, la cabecera municipal. En época de lluvias, el acceso a esa región toma tres horas y media en motoneta.
Con testimonios documentales, como el del periódico local El Correo de la Montaña, mensajes por internet de testigos y hasta versiones de autoridades que pidieron no ser identificadas, Proceso dio cuenta de cómo se fue preparando la boda desde cinco meses antes, a partir de un baile celebrado el 6 de enero de ese año.
De acuerdo con esos testimonios, la ceremonia en La Angostura se realizó el 2 de julio, aunque se había divulgado que se llevaría a cabo al día siguiente. A diferencia del tumultuoso baile del Día de Reyes, en esta ocasión sólo estuvieron presentes familiares de la novia y personas muy allegadas a El Chapo. Un día después de la boda, La Angostura fue ocupada por soldados.

El poder de "El Mayo"

El poder de “El Mayo”
Jorge Carrasco Araizaga
Revista Proceso edición #1744, 4 de abril de 2010
Aunque al hablar del cártel de Sinaloa se piensa de inmediato en El Chapo Guzmán, es Ismael Zambada García, El Mayo, el estratega del grupo de narcotráfico que un estudio de inteligencia estadunidense califica como el “dominante” en México. Otro análisis, de autoría mexicana, no sólo se refiere a los maestros de El Mayo y a su gran capacidad de infiltración y corrupción en las instituciones que lo buscan, sino también a la presunta sociedad que desde hace años mantiene con uno de los precandidatos del PRI al gobierno del estado de Sinaloa, el alcalde de Culiacán con licencia Jesús Vizcarra Calderón…
En los gobiernos del PAN, el cártel de Sinaloa se ha consolidado como la organización más importante del narcotráfico en México. Los reflectores se concentran en Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, pero los alcances del grupo delictivo no se explican sin Ismael Zambada García, El Mayo.
A El Chapo se le caracteriza como la cabeza de la organización, y a Zambada como su socio. Pero en realidad el cártel de Sinaloa es una red con varios liderazgos en la que destaca El Mayo como estratega del grupo.
El más mediático de los líderes del cártel es El Chapo, lo que aleja la atención sobre El Mayo, Ignacio Nacho Coronel y Juan José Esparragoza Moreno El Azul, quienes por años, junto con Guzmán, han ejercido el control de esa organización.
Con ellos operan los hermanos Cázares Salazar, señalados como los encargados de “blanquear” los recursos y entre los cuales se menciona a Blanca Margarita Cázares Salazar, La Emperatriz.
Cada uno con su propia estructura, estos personajes han hecho de la organización “la más formidable y dominante en México”, traficando drogas desde América del Sur hacia América del Norte, y armas a México, según un análisis de la firma privada de inteligencia estadunidense Stratfor, elaborado en diciembre pasado.
A diferencia de El Chapo, que se ha enfrascado en costosas batallas personales con los Carrillo y los Beltrán –antiguos aliados del cártel, principalmente en Sinaloa y Chihuahua–, El Mayo se mantiene como pieza clave en la operación del grupo, por su capacidad de penetración institucional –incluido el Ejército–, sus cuantiosas actividades financieras y su aptitud logística para mover droga, dinero y armas.

La Procuraduría General de la República (PGR) ha documentado en diversas averiguaciones previas esas actividades atribuidas a El Mayo. La justicia estadunidense también. Desde 2003, está acusado en la Corte federal para el distrito de Columbia, en Washington, de conspirar con el fin de importar y distribuir en Estados Unidos “cinco kilos o más” de cocaína.
Junto con él fueron acusados por el Departamento de Justicia estadunidense su hijo Vicente Zambada Niebla, El Niño o El Mayito, y Javier Torres, El JT. Su hijo y su operador ya fueron extraditados a Estados Unidos, en febrero de 2010 y en noviembre de 2006, respectivamente.
Como parte de las investigaciones, en 2007 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos congeló y confiscó los bienes de su familia. Entre ellos los de Zambada Niebla, de 35 años.
De acuerdo con Stratfor, el grupo de El Mayo “experimentó un retroceso cuando su hijo (…) fue detenido en la Ciudad de México. Zambada Niebla era clave en el lavado de dinero y en las finanzas de la organización, además de que tuvo un importante rol logístico cuando era necesario. Su ausencia, sin embargo, no parece haber afectado significativamente las operaciones” del propio Ismael Zambada García.
La capacidad de operación de Ismael se mantiene a pesar de otros golpes recibidos, como el decomiso, en septiembre de 2008, de 26 millones de dólares en una residencia de Culiacán, donde operaban los hermanos Jesús Alfredo y José Lamberto Verdugo Calderón.
José Lamberto, muerto por el Ejército en enero de 2009, “era el prestanombres de El Mayo en varios ranchos ganaderos, entre ellos Los Mezquites y Potrero del Aguaje, así como el motel Monteverde”, al sur de Culiacán, entre otros negocios, según un reporte de los servicios de inteligencia mexicanos.
Pocas semanas después del decomiso, El Mayo tuvo otro revés. La detención de su hermano Jesús Zambada García, a quien se conocía como El Rey Zambada. Capturado en la Ciudad de México, en octubre de 2008, El Rey tenía el control del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. De esa manera, Ismael Zambada aseguraba la importación de cocaína y de precursores químicos para producir metanfetaminas.
Maestros y socios
El Mayo Zambada, de 60 años, fue iniciado en el narcotráfico por José Inés Calderón Quintero, quien entre los años setenta y los ochenta fue uno de los principales jefes del narcotráfico en Sinaloa y en el país, dice el mencionado reporte de los servicios de inteligencia mexicanos, que aborda las actividades empresariales y políticas del precandidato del PRI al gobierno del estado, Jesús Vizcarra Calderón.
En la investigación sobre el alcalde de Culiacán con licencia se asegura también que, desde los ochenta, El Mayo ha sido socio de Vizcarra Calderón, quien busca el gobierno de Sinaloa para el periodo 2011-2016.
En esa época, Ismael Zambada aprendió a operar en el narcotráfico no sólo por las enseñanzas de Calderón Quintero, sino también de narcotraficantes como Rafael Caro Quintero, Baltasar Díaz Vega, Ernesto Fonseca Carrillo Don Neto y Manuel Salcido Uzueta El Cochiloco.
Nacido en El Álamo, población del municipio Salvador Alvarado, Zambada García creció después a la sombra de Vicente Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, muerto en una cirugía plástica en 1997.
En 2001, El Mayo fue uno de los que protegió a El Chapo cuando se fugó del penal de máxima seguridad de Puente Grande, en febrero de ese año, a la llegada de Vicente Fox a la Presidencia de la República.
De su capacidad para corromper autoridades civiles y militares hay dos referentes: la infiltración del Centro de Inteligencia Antinarcóticos (Cian) del Ejército, en 2002, y la Operación Limpieza de la PGR, dada a conocer en noviembre de 2008.
No ha sido la de 2002 la única vez en que Zambada ha infiltrado al Ejército. En junio de 2009, la PGR informó del arraigo de nueve militares que la Secretaría de la Defensa Nacional entregó al Ministerio Público Federal por su presunta relación con El Mayo.
En el caso de la Operación Limpieza, se demostró que El Mayo y los Beltrán Leyva, entonces aliados, penetraron esa institución y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
La PGR investigó a dos hombres cercanos del titular de la SSP, Genaro García Luna, por sus presuntas relaciones con Ismael Zambada: Luis Cárdenas Palomino, brazo derecho de García Luna, y Gerardo Garay Cadena, excomisionado de la entonces Policía Federal Preventiva, hoy Policía Federal.
Según las investigaciones, El Mayo pagaba a más de 35 agentes del Ministerio Público Federal entre 350 y 400 mil dólares para que lo mantuvieran informado sobre las acciones de la PGR contra su organización y cualquiera de sus miembros.
Los elementos de las dependencias infiltradas acabaron también divididos con las pugnas al interior del cártel, iniciadas en 2004, cuando El Chapo Guzmán ordenó el asesinato de Rodolfo Carrillo Fuentes, y agudizadas en 2008, cuando los hermanos Beltrán Leyva acusaron a Guzmán Loera de haber entregado a su hermano Alfredo, El Mochomo.
El Mayo tomó partido por El Chapo y ahora también está metido en la confrontación con las dos familias para expulsarlas de Sinaloa. A pesar de sus funciones de estratega, también cuenta con un fuerte brazo operativo. Sus hombres más conocidos por su capacidad de violencia son El Chino Ántrax, El Macho Prieto y El Ondiado. En las canciones de los jefes de sicarios de El Mayo se refieren a Ismael Zambada como El Padrino, Su Majestad o El M y La Z.
Los hombres de Zambada actúan ahora junto a sicarios del cártel del Golfo y de La Familia michoacana, organizaciones con las que El Chapo y El Mayo se han aliado en su confrontación con los Carrillo Fuentes, los Beltrán Leyva y Los Zetas.

Narcopolítica en Sinaloa

Asoma la narcopolítica
Jorge Carrasco Araizaga, reportero 
Revista Proceso, edición #1744, 4 de abril de 2010
El Cisen ha dado seguimiento a las empresas del precandidato priista al gobierno de Sinaloa, Jesús Vizcarra Calderón, y lo vincula con algunos de los principales capos de la droga desde hace más de 20 años. Identificado con Enrique Peña Nieto y Elba Esther Gordillo, paradójicamente su carrera política ha sido cobijada por Vicente Fox y el exsecretario de Agricultura Javier Usabiaga. Ahora defiende la guerra de Felipe Calderón y avala la militarización del combate al crimen organizado, pero aclara que no mete las manos por nadie que no sea él mismo.
CULIACÁN, SIN.- Empresario antes que político, el precandidato del PRI al gobierno de Sinaloa, Jesús Vizcarra Calderón, está en la mira de los servicios de inteligencia del gobierno federal desde hace varios años. El motivo: los negocios que presuntamente ha realizado durante más de dos décadas con uno de los barones sinaloenses de la droga, Ismael El Mayo Zambada.
Alcalde de Culiacán con licencia, Chuy Vizcarra, como se le conoce en el estado, no sólo ha acumulado poder económico: en menos de una década ha dispuesto del suficiente capital político para ser diputado federal y presidente municipal. Hoy aspira a ocupar el palacio del gobierno de Sinaloa a partir de 2011.
Claro candidato de su socio, el gobernador Jesús Aguilar Padilla, Vizcarra cuenta también con el respaldo del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto; la jefa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, y la clase empresarial del estado, en especial de miembros de las influyentes familias Coppel y Ley.
Relaciones comprometedoras
La publicación, en diciembre pasado, de una fotografía de los años ochenta en la que aparece en un oficio religioso junto a varios narcotraficantes, entre ellos su primo lejano José Inés Calderón Quintero y El Mayo Zambada, es apenas una muestra de la información que los servicios de inteligencia del gobierno federal han recolectado sobre el aspirante a gobernador en las elecciones del 4 de julio próximo.
Su origen y crecimiento como empresario está en el centro de las investigaciones. La historia que Chuy Vizcarra cuenta de sí mismo como comerciante desde niño en la escuela y en el mercado municipal Garmendia es muy distinta de lo que registra su ficha elaborada por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
La fortuna de Vizcarra se originó y desarrolló en su empresa emblema, el Grupo Viz/Sukarne, dedicado a la producción, comercialización y exportación de carne, con ventas superiores a los 11 mil millones de pesos al 30 de septiembre de 2009, de acuerdo con su información corporativa.
Según la investigación federal, la compañía empezó a operar a mediados de los ochenta, aunque desde la década anterior Vizcarra se dedicaba a la compra y venta de ganado como una de sus primeras actividades para “blanquear los cuantiosos recursos” ilegales de Calderón Quintero, quien “entre 1976 y 1988 se convirtió en uno de los narcotraficantes más fuertes de Sinaloa y del país”.
Si de un lado tenía a Vizcarra para lavar dinero, dice el documento del Cisen, del otro Calderón Quintero formó a importantes operadores: apadrinó en el narcotráfico a El Mayo Zambada y operó con su sobrino, Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carrillo (Don Neto), Baltasar Díaz Vega y Manuel Salcido Uzueta El Cochiloco. De todos ellos, el único activo es El Mayo, convertido en uno de los principales narcotraficantes del país.
El reporte establece vínculos familiares entre Calderón Quintero y Chuy Vizcarra: eran primos lejanos. El narcotraficante, abatido en 1988 por la entonces Policía Judicial Federal (PJF), era hijo de Inés Calderón Godoy, primo de la madre del candidato a gobernador, María del Rosario Calderón López.
Inés y María del Rosario Calderón nacieron en Tamazula, Durango, en el llamado Triángulo Dorado de la droga en México, formado entre Sinaloa, Durango y Chihuahua. Debido a su condición precaria, la madre del ahora candidato y su esposo, José Isabel Vizcarra Rodríguez, que tuvieron 10 hijos, emigraron a Culiacán. El padre se dedicó a vender gallinas hasta que entraron en contacto con Inés Calderón Godoy, quien se dedicaba al narcotráfico junto con su hijo José Inés.
Empleados de Calderón Quintero, los Vizcarra se iniciaron en la compra de ganado en distintas partes del estado para los ranchos El Ensueño y San Francisco, propiedad del narcotraficante. Más tarde, en 1984, crearon la empresa Alimentos Balanceados Inekal.
Ese mismo año, el negocio le fue decomisado a Calderón Quintero y utilizado como pensión de vehículos blindados bajo la custodia del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE).
Hace un año, en enero de 2009, un comando armado robó 10 de esas unidades en un hecho que removió la alegada relación del entonces presidente municipal con el narcotraficante y que se interpretó como el inicio de la “guerra sucia” contra Vizcarra de cara a la elección gubernamental.
De acuerdo con el informe del Cisen, Chuy Vizcarra y su padre constituyeron Grupo Viz con dinero de Calderón Quintero. En 1985, cuando tenía 25 años, el ahora aspirante al gobierno asumió la dirección del grupo. “Fue en esa época cuando Jesús Vizcarra conoció a El Mayo, con quien estableció una relación de negocios y de amistad, que perdura hasta la fecha”.
Calderón Quintero murió acribillado en su casa, en el fraccionamiento Las Quintas, durante un enfrentamiento con la PJF –hoy Policía Federal Ministerial–, en un operativo que estuvo a cargo del comandante Guillermo González Calderoni.
Para los servicios de inteligencia, el asesinato de Calderón Quintero favoreció a Jesús Vizcarra y su familia: se quedaron “con los recursos que ese narcotraficante les había facilitado para la creación del Grupo Viz y de otras empresas, así como otras inversiones financieras y negocios que los Vizcarra le manejaban a su pariente”.
A finales de los ochenta, tras la muerte de su supuesto mentor, El Mayo se asoció con Vizcarra en el Grupo Viz y en otros negocios ganaderos y agrícolas, “inyectando fuertes sumas de dinero que propiciaron un repunte notable de este grupo empresarial”, y compraron ranchos ganaderos en Sinaloa, Michoacán y Veracruz.
Las inversiones de El Mayo se le adjudican a su prestanombres José Lamberto Verdugo Calderón, muerto por el Ejército en enero de 2009 en la comunidad de El Carrizalejo, en el municipio de Culiacán.
La información también relaciona a Vizcarra con Gonzalo Araujo Payán, El Chalo, quien fue uno de los jefes de sicarios de El Mayo y de Joaquín El Chapo Guzmán. Araujo, asesinado en su casa en octubre de 2006, en el fraccionamiento Infonavit Humaya de esta capital, fue uno de los encargados de la protección de Vizcarra y su familia.
Las otras empresas de Vizcarra son Agrofinanciera y Agrovizion Integradora, dedicada a la producción, comercialización y exportación de productos agrícolas. Además, “tiene fuertes inversiones financieras y en el negocio inmobiliario”.
La narcopolítica
Grupo Viz, la empresa insignia de Jesús Vizcarra, ha estado siempre en la polémica. El periódico El Noroeste dio a conocer que, además de él, los socios mayoritarios de la empresa son su esposa Alma Angelina Avendaño, su mamá y sus hermanos Fernando y Luis Armando, quienes hacia 2005 poseían 51% de las acciones.
Como socios minoritarios tiene al gobernador Jesús Aguilar Padilla; su esposa Juliana Rosalía Camacho Rojas, y su hijo Jesús Aguilar Camacho. También están Óscar Lara Aréchiga, actual diputado federal del PRI por Culiacán. Vizcarra Calderón y Lara Aréchiga fueron empleados de Aguilar Padilla, el primero como secretario de Desarrollo Económico y el segundo como secretario de Finanzas y Administración.
Otro socio minoritario de grupo Viz es Benjamín Sepúlveda Lugo, tesorero del ayuntamiento de Culiacán durante la presidencia municipal de Vizcarra. Según el reporte del Cisen, el empresario Enrique Coppel Luken también fue socio de la empresa y después vendió sus acciones a Vizcarra.
Los nombres de los socios aparecen en el acta de la asamblea extraordinaria del Grupo Viz del 25 de abril de 2005, que éste entregó a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) en 2007, cuando anunció que cotizaría en el mercado bursátil para convertirse en una empresa pública. Finalmente, Vizcarra no dio ese paso, según la información de la BMV.
Ese mismo año, en pleno proceso electoral para la alcaldía de Culiacán, desde las computadoras de funcionarios de delegaciones federales en Sinaloa se hizo circular un correo electrónico para rechazar a Vizcarra por sus supuestas relaciones con el narcotráfico.
“¿Cómo cree usted, señor gobernador, que los sinaloenses lo vamos a perpetuar a usted en la persona del popular narcotraficante y lavadinero Jesús Vizcarra Calderón? No, señor, sería hundirnos en la desolación. No podemos en Sinaloa continuar con el proceso de narcotización de la política y, con ello, con la desintegración de la sociedad. Sería poner un AK-47 entre ceja y ceja a cada sinaloense. Sería vejarnos la dignidad”. A pesar de eso, Vizcarra arrasó en los comicios con 153 mil de los 221 mil votos emitidos.
Su exsocio, Enrique Coppel, es ahora uno de los promotores de su candidatura al gobierno. El 16 de marzo pasado firmó un desplegado de la comunidad empresarial sinaloense que no sólo salió en defensa del alcalde con licencia, sino que lo respaldó para sustituir a Aguilar Padilla.
“Jesús Vizcarra se ha distinguido como empresario exitoso, destacando además su larga trayectoria como dirigente empresarial local y nacional, así como en el ámbito de la asistencia social y en el servicio público”, dice el desplegado que se publicó en medios de circulación nacional y que fue firmado también, entre otros, por Juan Manuel Ley López, empresario departamental.
Con una argumentación similar sobre el crecimiento de su empresa y sus tareas de dirigente empresarial y de asistencia social, Vizcarra ha respondido a las acusaciones. Pero nada ha explicado sobre el surgimiento y desarrollo de su empresa entre los años ochenta.
Incluso tardó más de un mes en responder acerca de la fotografía publicada en el periódico Reforma de la Ciudad de México en la que aparece junto a El Mayo, Inés Calderón Godoy, Bernardo Quintana y Javier Díaz, hijo de Baltasar Díaz, uno de los narcotraficantes señalados en el informe.
En una carta pública dada a conocer el 22 de enero de este año, además de recordar que ha sido dirigente empresarial estatal y nacional, y que ha presidido el Consejo Nacional Agropecuario, se menciona su paso por la Cámara de Diputados entre 2003 y 2005. En esa época, sus lealtades estaban divididas entre el PRI y el foxismo. Vizcarra apostó por la jefa del SNTE cuando el entonces presidente del PRI, Roberto Madrazo, disputaba el control de los votos del partido en la Cámara de Diputados con la entonces secretaria general y coordinadora de la bancada priista, Elba Esther Gordillo.
Identificado claramente como uno de los diputados elbistas, el empresario y político sinaloense apoyó la reforma fiscal de Vicente Fox. El respaldo no fue gratuito: Vizcarra fue nombrado presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos con el apoyo del PAN. Incluso, el propio Fox y su secretario de Agricultura, Javier Usabiaga –productor agropecuario y ahora diputado federal por Guanajuato– promovieron su llegada a San Lázaro, con el aval de Juan Millán Lizárraga, entonces gobernador de Sinaloa.
El apoyo de Millán fue circunstancial. Ahora impulsor de Mario López Valdez como principal contrincante de Vizcarra en las elecciones para gobernador, el exgobernador reveló que Usabiaga y Fox le hicieron saber su interés en que Vizcarra llegara a la Cámara de Diputados, según publicó el periódico El Noroeste en noviembre de 2009.
Millán justificó el apoyo que le dio a Vizcarra porque Usabiaga y Fox le dijeron que eran “muy amigos” del político ahora bajo sospecha. De paso, comenta, le dijeron que los diputados panistas garantizaban la presidencia de la Comisión de Recursos Hidráulicos para Vizcarra.
Un año antes de que acabara la LIX Legislatura federal, Vizcarra abandonó la Cámara de Diputados para irse al gobierno de Jesús Aguilar Padilla. De ahí saltó a la alcaldía y ahora busca el gobierno del estado.

Deslinde
Chuy Vizcarra vive otra paradoja como priista que sale en defensa del gobierno del PAN. Ante las acusaciones en su contra, se cobija en la administración de Felipe Calderón, que se ha dedicado a recabar información sobre sus actividades empresariales y sus supuestos vínculos con el narcotráfico.
Vizcarra aboga abiertamente por “la estrategia” antinarco del gobierno federal en Sinaloa y rechaza las severas críticas del diputado del PAN Manuel Clouthier, quien en entrevista con Proceso (1737) acusó a Calderón de haber sido omiso y negligente para enfrentar el narcotráfico en Sinaloa, lo que consolidó al estado como modelo de “narcopolítica” en México.
En entrevista con Proceso, realizada en marzo pasado en Culiacán unos días antes de su registro como precandidato del PRI, Vizcarra negó que exista “narcopolítica” en Sinaloa: “No, definitivamente eso no es así. Aquí hay que ver quién tiene responsabilidad y a quién hay que exigirle”.
–¿Se equivoca entonces el diputado Clouthier?
–Depende de qué sea. A quién y qué le reclama.
–Le reclama a Calderón no actuar en Sinaloa.
–Yo creo que el presidente está haciendo un esfuerzo muy importante a nivel nacional. Ningún presidente en los últimos sexenios se había decidido a entrar. Podrá haber muchas opiniones, pero él ha estado trabajando mucho para enfrentar a la delincuencia. El Ejército ha estado trabajando intensamente. La Policía Federal también. Un problema de décadas no se va a resolver en un año.

–Pero en el caso del operativo en Sinaloa ya son casi tres años y la violencia se ha incrementado. Por eso se habla de un fracaso de la “estrategia”.
–Yo no lo mediría así. Si la pregunta es si ha habido más muertos, sí. Si la pregunta es si está incidiendo en mermar las fuerzas de la gente que está en el narcotráfico, yo creo que sí ha ayudado la estrategia federal.
Sinaloa padece desde finales del año pasado una oleada de violencia por las disputas entre los exsocios de la llamada Federación sinaloense encabezada por El Mayo y El Chapo, quienes buscan expulsar del estado a las organizaciones de los Carrillo Fuentes y los Beltrán Leyva. Este enfrentamiento ha causado 600 muertes tan sólo entre enero y marzo pasados.
“Lo único que sé sobre eso es lo que leo en los diarios”, dice Vizcarra, quien rechaza cualquier relación con El Mayo, su alegado socio: “Aquí, la mayoría de los sinaloenses pudo haber conocido a gente en la escuela, el deporte o en la colonia, que pudieron haber tomado el mal camino. Lo que respondí, respondo y responderé es que jamás he cometido hecho ilícito alguno.”
–Pero usted estuvo en aquella reunión con él y otras personas acusadas de narcotráfico.
–Pude haber estado. Pero desde que tenía ocho años de edad estoy trabajando. Y no en el lugar que estoy. Mi empresa no nació en el nivel que está. Pude haber estado en algunos lugares donde pudo haber estado gente que pudo tener un diferente comportamiento. Pero yo jamás he tenido contacto con ese tipo de actividades ni tengo ni tendré, ni con gente que se dedica a actividades ilegales.
–¿Nunca ha estado en contacto con estos grupos?
–Yo jamás he tenido nada que ver en nada ilegal en mi vida. De eso puede estar seguro todo el mundo.
–¿Que opina de El Chapo?
–Yo respeto a las demás personas. Esa es mi premisa. Podemos no estar de acuerdo en muchas cosas, con las actividades ilegales; pero entiendo las circunstancias que puede tener cada persona y en cada tiempo. Yo no voy a estar a favor de la ilegalidad, jamás; pero entiendo circunstancias y respeto a la gente.
–¿El narcotráfico ya es una forma de ser en Sinaloa?
–Hoy tiene una enorme influencia en algunos círculos.
–Productivos, sociales…
–Sí, en algunos de ellos.
–¿Políticos?
–Creo que no. Creo que no. Sin embargo… yo creo que no. Sinceramente, esa circunstancia pienso que no se ha dado en Sinaloa… Sin embargo, yo sólo metería las manos por mí, indudablemente.