Este lunes, el gobierno del presidente Fox anunció, lo que consideró, uno de los golpes más importantes que en la historia moderna del país se le ha dado al narcotráfico.
Se detuvo a 11 personas, incluyendo a Ricardo García Urquiza, alias el Doctor, un narcotraficante de nueva generación.
Este espinoso tema tiene que ver – querámoslo o no- con la sucesión presidencial.
Los candidatos como que se resisten a entrarle abiertamente a este tema.
Vemos como estos delincuentes sin ningún problema manejan enormes cantidades de dinero: más de 660 millones de dólares al año, dijo el Procurador Cabeza de Vaca en la conferencia conjunta con el General Secretario de la Defensa, ayer en Los Pinos.
Pero, no es así, Señor Procurador no se confunda: ¡una golondrina no hace verano!
Eso es cierto, todo eso tenían los angelitos.
Pero eso no los define como nuevos narcos, o delincuentes del siglo XXI.
En México todavía no llegamos a eso.
Además, falta, se nos informe cual era la red que tenía esos ángelitos con las autoridades; porque una organización de ese tipo no trabaja sino lo hace con apoyo de las autoridades policiales.
En la conferencia de prensa de ayer el Procurador Cabeza de Vaca dijo que las lanchas rápidas Go fast, "viajaban a cerca de 200 kilómetros por hora y totalmente a ciegas, sin ver, guiados únicamente por tecnología satelital y todos estos programas."
Añadió que las “go fast” son "prácticamente indetectables puesto que por lo general estas lanchas circulan de noche. Son lanchas construidas en Colombia en una forma especial, en la cual en la parte delantera tienen un compartimiento que les cabe entre tonelada y tonelada y media de cocaína. El resto del espacio lo llevan con tambos, con barriles de gasolina para alimentar y poder circular con los tres motores 10-12 horas, suficientes para hacer un viaje de costas colombianas o de las Islas Galápagos a las costas de nuestro país. Esta es una de las lanchas decomisadas en Oaxaca."
Según datos de la DEA:
Las lanchas rápidas llamadas go fast, transportan de 500 a 4000 kilos de cocaína y utilizan entre dos y cinco motores fuera borda, eso les facilita alcanzar velocidades cercanas a los 80 kilómetros por hora. (y no 200 como dice el Procurador)
Estas lanchas están dotadas de sofisticados equipos de navegación, como GPS (sistema de posicionamiento global), sistemas de comunicación vía satélite, y disponen de lentes de visión nocturna. Tienen una gran autonomía de viaje gracias al uso de tanques adicionales y normalmente se reaprovisionan en alta mar a través de los buques nodriza, especialmente barcos pesqueros.
Generalmente son de color negro, azul o verde, lo que les permite camuflarse en el mar.
El costo: La go fast más económica cuesta entre 60,000 y 80,000 dólares, pero la última generación puede superar los 100,000 dólares.
Normalmente en cada go fast viajan entre tres y cuatro personas.
Según el semnaria colombiano Semana, un piloto, que recibe por viaje 100,000 dólares; un ayudante, que gana 50,000 dólares, y uno o dos tripulantes, que reciben 20,000 dólares cada uno. En algunas travesías, los dueños de la droga envían a una persona de confianza para vigilar que la droga llegue a su destino.
La mayoría de estas lanchas son de importación; hay otras que pueden transportar hasta seis toneladas de cocaína