Revista Proceso # 1846, 18 de marzo de 2012
La visita a México de Benedicto XVI no será tan tersa como desearían sus organizadores. Al tiempo de su llegada saldrá a la venta el libro La voluntad de no saber, que mediante documentos del Vaticano demuestra que Juan Pablo II y su sucesor conocían el comportamiento criminal de Marcial Maciel, al que no obstante protegieron. Además, víctimas del fundador de la Legión de Cristo y de otros sacerdotes católicos pederastas hacen gestiones para plantearle al pontífice de manera personal sus exigencias de justicia. El autor de esta reseña es también autor del prólogo de la obra.
“Este Papa me tiene desilusionado, ya no creo en él”, dice José Barba, catedrático del Instituto Tecnológico Autónomo de México y una de las víctimas de Marcial Maciel. Cuando se le pregunta si accedería a tener un encuentro con Benedicto XVI en su próxima visita a México, responde categórico: “No estoy dispuesto a juegos mediáticos estériles ni a supuestos perdones cargados de retórica”.
Barba,
Alberto Athié y el investigador Fernando M. González son autores
de un libro que contiene evidencias documentales de algo que era ampliamente
sabido: el Vaticano tenía conocimiento y registro del comportamiento enfermizo
de Marcial Maciel desde los años cuarenta.
La próxima semana Random House-Mondadori pondrá en circulación el libro La
voluntad de no saber, cuyo subtítulo es elocuente: Lo que sí se conocía sobre Maciel en los archivos secretos del Vaticano
desde 1944. Los documentos incluidos en la obra muestran que la curia
romana siempre tuvo información sobre la trayectoria llena de aberraciones del
fundador de los Legionarios de Cristo… Pero el Vaticano lo toleró y protegió.