2 feb 2007

Aceptación política de israelíes y palestinos

¡Ese es el quid del asunto!

  • Israelíes y Palestinos: una mirada al futuro/Sami Nair, profesor invitado de la Universidad Carlos III.
Publicado en EL PAIS; 02/02/2007);
Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia
Es importante lo que proponen André Azoulay y Hubert Védrine a propósito del conflicto palestino-israelí ("un libro Blanco para Oriente Próximo", EL PAÍS, 17/01/2007- abajo). Más importante todavía porque es la primera articulación política del diálogo de civilizaciones lanzado por el presidente (Rodríguez) Zapatero bajo los auspicios de la ONU. Sin limitarse a reafirmar el reconocimiento a priori del doble derecho, complementario y recíproco, de los protagonistas (un Estado israelí reconocido y con la seguridad plenamente garantizada, y un Estado palestino viable y democrático), la idea central del texto es que, para que el conflicto palestino-israelí quede resuelto en las conciencias, exige algo más fundamental, una labor de “verdad”, de “análisis frío y racional” de sus causas y sus efectos. Es preciso, dicen, que “Naciones Unidas impulse este ejercicio de verdad pedagógica y política sobre la historia entrecruzada de los dos pueblos, tal como ellos la han vivido en forma de un Libro Blanco (…), en cuya redacción participen personalidades israelíes y palestinas incontestables”. Todo ello “objetivamente”, porque “decir la verdad sobre la historia de los pueblos de la región es la mejor manera de reconciliarlos”.
Esta auténtica catarsis cultural sería, según los autores, la condición necesaria para desbloquear psicológicamente el conflicto; permitiría avanzar hacia un “reconocimiento” de los argumentos del Otro, lo cual favorecería la paz.
¿Por qué hay que hacer ese trabajo en estos momentos? Porque -responden los autores- los pueblos israelí y palestino, agotados por guerras constantes, reconocen hoy la necesidad de la paz sobre la base del reconocimiento mutuo. En otras palabras, el reconocimiento de las razones del Otro es la condición principal para la paz porque los protagonistas han comprendido que no pueden destruirse mutuamente.
No obstante, el razonamiento, sutil y más complejo de lo que aquí se ha resumido, suscita graves interrogantes que, a mi juicio, se resumen en dos objeciones principales.
En primer lugar, respecto al agotamiento de las dos opiniones públicas (la israelí y la palestina), es cierto que existe ya una predisposición subjetiva a la solución de paz, pero todavía no se ha explicado por qué, en los dos bandos, los electores escogen de forma sistemática gobiernos cada vez más conservadores. ¿Por qué Sharon debilitó a la OLP y favoreció el ascenso de Hamás como fuerza central en el movimiento nacional palestino? ¿Por qué Hamás puede permitirse hacer una campaña electoral basada en el no reconocimiento del derecho a la existencia de Israel y obtener una victoria tan aplastante? ¿Por qué puede Israel atacar Gaza (las bombas no distinguen entre civiles y terroristas) con el pretexto de castigar a los dirigentes de Hamás o invadir Líbano, sin que la opinión pública israelí se inmute (el debate actual sobre las responsabilidades de los jefes del ejército y el Gobierno es sobre la posibilidad de penalizarlos porque que fracasaron y perdieron su pequeña guerra, no porque la emprendieron)? Hay muchos otros datos que indican que la predisposición subjetiva a la paz en los dos bandos no implica, por desgracia, su posibilidad objetiva. En realidad, da la impresión de que todavía nos encontramos en una situación de si vis pacem, para bellum…
En segundo lugar, ¿qué significa hacer un “Libro Blanco” para “decir la verdad” sobre los sufrimientos de unos y otros? ¿Quién puede pretender elaborar hoy una historia objetiva y audible de este conflicto para los protagonistas? Los israelíes están convencidos, desde hace más de medio siglo, de la legitimidad sagrada y mística de su Estado. Para ellos, la historia concreta sirve de apoyo a esa base mística. Los palestinos han experimentado el sufrimiento de ver sus tierras expropiadas, y también ellos han construido una mística de la nación igualmente sacralizada e intransigente. Frente a la idea israelí del “regreso” que pretende instaurar la identidad política de los judíos, oponen la del regreso de los refugiados palestinos que pretenden fundar la identidad nacional palestina. ¿Es posible una relación dialógica entre estas dos visiones, simétricase idénticas tanto en su presupuesto como en su formulación? Tal vez. Es incluso deseable. Pero es una equivocación pensar que ese diálogo podría servir hoy para algo que no sea alimentar el resentimiento mutuo, sobre todo porque la materialización política del reconocimiento (la existencia de un Estado palestino y el derecho intangible a la seguridad de Israel) no está establecida.
En realidad, el diálogo del reconocimiento es imposible mientras no se encuentre una solución política aceptable para los dos protagonistas. Por eso, a la hora de la verdad, un “Libro Blanco” no puede ser hoy, en el mejor de los casos, más que un compendio de puntos de vista unilaterales de unos y otros, un doble monólogo. Sin contar con que padecería de ilegitimidad desde el principio por varios motivos: por ejemplo, que la impotencia mostrada durante lustros hace que la ONU, que supuestamente debería promoverlo, no tenga ninguna legitimidad ante las opiniones públicas de los dos pueblos, y que las “personalidades irreprochables” no serían tampoco ajenas al reproche de la otra parte. Desde luego, los historiadores, los actores del conflicto y los investigadores deben emprender un trabajo revelador que permita acabar con los mitos y restablecer la verdad sobre la historia del antagonismo entre israelíes y palestinos. Pero esa verdad no debe llevar de ninguna manera el sello de una organización internacional, del mismo modo que la historia no puede someterse a la razón de Estado.
En resumidas cuentas, ¿acaso no será ese diálogo del reconocimiento una “mala buena idea”? Dialogar es una buena idea. Pero creer que es posible extraer del diálogo una serie de “verdades” capaces de impulsar el proceso de paz es una mala buena idea.
Se podría incluso dar la vuelta al argumento: ¿no habría el riesgo de que un debate sobre las responsabilidades de unos y otros avivase las quejas, aumentase las letanías y sumiera el diálogo en un interminable conflicto de interpretaciones? Y, sobre todo, ¿no llevaría a designar culpables y víctimas? Y ése es precisamente el campo de minas que es preciso evitar. Porque todo el mundo sabe lo que allí aguarda…
Lo que necesitan estos dos pueblos, más que un debate sobre el pasado -por definición arbitrario y reconstruido-, es una concepción común del futuro, que debe partir de una aceptación política. La aceptación de la existencia segura y reconocida de dos Estados independientes; la aceptación de un futuro común porque es evidente, para cualquiera capaz de observar esta tragedia con lucidez, que los dos Estados van a necesitarse entre sí para superar sus antagonismos y, sobre todo, dominar su pasado. Será una tarea a largo plazo. Israel debe representar la mejor oportunidad para la democracia palestina, y el Estado palestino debe ser la mejor garantía de la seguridad de Israel. No existe otro remedio.
En cuanto al diálogo cultural sobre las responsabilidades de unos y otros, se producirá, pero será más serio en la medida en que surja de generaciones futuras que vivan en paz. El único diálogo que vale hoy es el relativo al futuro.
Este conflicto trágico no deja de evocar otros. Entre Francia y Alemania, la política y la construcción de un futuro común tienen todo en cuenta. Y sabemos hasta qué punto es difícil todavía hoy, por ejemplo, ponerse de acuerdo sobre las causas de las guerras de 1914 y 1940. Sin embargo, entre los dos países existe un discurso de futuro común, gracias al cual incluso nació la idea de la construcción europea. Ahora bien, el ejemplo más edificante para el conflicto palestino-israelí es el de Suráfrica: cuando De Klerk y Nelson Mandela decidieron hallar una solución política para salir del régimen del apartheid, contemplaron el futuro y tuvieron mucho cuidado de no volver de forma machacona al pasado. Y lo consiguieron, a pesar de los atentados y los odios acumulados.
Los israelíes y los palestinos necesitan un gran plan común. Si la “comunidad internacional” propugna los proyectos comunes de futuro, en contra de los extremismos, les ayudará a descubrirse y solidarizarse ante los sufrimientos del pasado.

Un Libro Blanco para Oriente Próximo/André Azoulay y Hubert Védrine. Han integrado el Grupo de Alto Nivel de la ONU sobre la Alianza de Civilizaciones.

El PAÍS, 17/01/2007);

El mundo está de acuerdo en Estados Unidos en que nada volverá a ser como antes del informe Baker-Hamilton. Aunque sus repercusiones inmediatas no están claras, ese hecho es innegable, y es de destacar que, una vez más, sean los propios recursos de la democracia estadounidense los que han actuado para que la opinión pública captara la inmensidad de la tragedia iraquí, volviera a adquirir conciencia de la urgencia y la importancia del drama palestino y propusiera un cambio de política en toda la región.
Al mismo tiempo, y pese a lo que pueda parecer, en Israel han surgido varios indicios prometedores, que se añaden a la buena disposición comprobada de la opinión pública hacia un Estado palestino. En el plazo de unas semanas, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el ministro de Defensa, Amir Peretz, se han declarado receptivos respecto a la iniciativa árabe para una paz global en la región, más conocida como Iniciativa Abdalá. Este giro en la buena dirección no ha merecido grandes titulares en la prensa occidental, pero no por ello deja de significar el regreso a la política en un terreno que los militares y los fundamentalistas de ambas partes ocupaban desde hacía demasiado tiempo. También es significativa la decisión de la ministra israelí de Educación, que ha propuesto cambiar los libros de texto para que figuren en ellos las fronteras de la “línea verde”, es decir, las anteriores a la ocupación de 1967.
A una conclusión idéntica ha llegado el Grupo de Alto Nivel creado por Kofi Annan bajo los auspicios de la ONU, a propuesta de José Luis Rodríguez Zapatero y Recep Tayyip Erdogan, con el fin de oponer a la idea del “choque de civilizaciones” el proyecto de una “Alianza de Civilizaciones”: “Un Estado palestino viable, justo, digno y democrático es una necesidad y será el auténtico garante de la permanencia y la seguridad de Israel”. En su informe final, el Grupo se mostró de acuerdo en que sus recomendaciones en materia de educación, religión y medios de comunicación, por muy útiles que fueran, acabarían en el olvido de los archivos de la ONU si, por conveniencia o por un consenso rutinario, sus miembros nos negáramos a pronunciarnos sobre los problemas políticos enraizados en todos los dramas que llevan un nombre: conflicto israelo-palestino, Israel, Irak, Afganistán, Chechenia. Y que, en el caso de Oriente Próximo y el norte de África, reflejan además las consecuencias morales, culturales e ideológicas del periodo colonial.
La paz que es preciso inventar entre Palestina e Israel ocupa el centro del proyecto de la Alianza de Civilizaciones. Obliga a poner en marcha un análisis objetivo de la situación en Oriente Próximo, que debería partir de tres realidades irrefutables:
-La realidad del movimiento nacional palestino, del que todos hemos comprendido que ni el desgaste del tiempo, ni la fuerza, ni el dinero van a acabar con su empeño de construir un Estado libre, respetado y dotado de medios para ejercer su soberanía.
-La realidad del movimiento nacional judío, que alcanzó sus objetivos en Israel, en una parte de Palestina, y del que también sabemos que ni el terrorismo, ni las guerras ni las presiones internacionales podrán acabar con él.
-Y la voluntad de todos, y fundamentalmente de la mayoría de los árabes y los palestinos, el pueblo israelí y los judíos de todo el mundo, de aceptar e impulsar una solución digna, justa y ética, que ofrezca una verdadera oportunidad para la coexistencia de los dos Estados, el palestino y el israelí, con la misma seguridad, y los mismos derechos y deberes.
Este análisis debe desembocar en una situación en la que, con tranquilidad y sin sectarismos, se construya la paz entre dos Estados legítimos. Dos Estados a los que se atribuirán, con ánimo de justicia, las mismas exigencias de viabilidad, permanencia y seguridad. Dos Estados y dos pueblos para los que esos derechos y valores tendrán que conjugarse de la misma forma.
Por último, creemos que es vital que los palestinos y los israelíes oigan pronunciar palabras que aborden de forma objetiva sus respectivas responsabilidades en la tragedia y el fracaso actuales. Es fundamental que los palestinos y el mundo árabe-musulmán entiendan que los términos de la ecuación Palestina-Israel pueden cambiar si Naciones Unidas asume la responsabilidad de explicar a la opinión internacional qué coste y qué importancia han tenido estos 60 años de incomprensión, estigmatización y verdades ocultas.
Es preciso conocer y reconocer ese sufrimiento. La superación de ese umbral psicológico e histórico puede cambiar la situación, ser el primer paso en el camino hacia la reconquista de la dignidad, llevar por fin a una paz que abra la vía a la reconciliación. El análisis frío y objetivo de estos 60 años puede ayudar a exorcizar los miedos en Israel y permitir que el pueblo israelí recupere sus valores fundacionales.
Lo que proponemos es que Naciones Unidas impulse este ejercicio de verdad “pedagógica y política” sobre la historia entrecruzada de los dos pueblos, tal como ellos la han vivido, en forma de un Libro Blanco que es preciso comenzar sin tardanza, y en cuya redacción participen personalidades israelíes y palestinas incontestables. Los únicos a los que este ejercicio pondrá a la defensiva serán los extremistas y los fundamentalistas, porque ya no serán los defensores de una causa de la que se han apoderado a falta de alternativas y de forma indebida.
Hay que confiar en que en Estados Unidos, a pesar de las dificultades, prevalezca este mismo punto de vista realista, basado en el informe Baker-Hamilton. Todos los actores de esta crisis en cualquiera de sus aspectos -las relaciones entre el islam y el mundo occidental, Irak, la paz entre palestinos e israelíes- necesitan asumir lo que han vivido y han sufrido para poder construir su futura relación sobre una base más clara y serena. Ése será el sentido de este Libro Blanco.

¿Sacerdotes Casados en Chiapas?


Ante la insistencia de algunos medios informativos -concretamente la agencia Notimex-, según los cuales, la diócesis de San Cristóbal de las Casas, admitiría la posibilidad de ordenar sacerdotes a indígenas casados, el obispo Felipe Arizmendi Esquivel, ha salido al paso, explicando tanto la intención de la carta del Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, el cardenal Francis Arinze, como la convicción que el prelado tiene de obedecer las indicaciones del Vaticano.
Dice el texto: ¿SACERDOTES CASADOS EN CHIAPAS?
VER
Algunos medios informativos han difundido una carta que, desde septiembre pasado, me escribió el Cardenal Francis Arinze, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, y que acaba de publicar su revista oficial, Notitiae. En ella me transmite la palabra de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sobre el No. 58 de nuestro Plan Diocesano de Pastoral y sobre el Directorio para el Diaconado Permanente, que deben ser corregidos, pues contienen “graves ambigüedades doctrinales y pastorales“.
La agencia de noticias NOTIMEX, al presentar la nota, afirma: “El Vaticano canceló por ‘inadmisible’ parte del plan pastoral de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, el cual prevé la apertura a la ordenación sacerdotal de indígenas casados”.
¿En verdad alentamos la posibilidad de ordenar como sacerdotes a diáconos permanentes casados?
JUZGAR
El 1 de octubre de 2005, en la Reunión Interdicasterial que tuvimos en Roma, en presencia de varios cardenales y obispos, me preguntaron sobre el No. 58 de nuestro Plan, que decía en su versión original: “Iluminados por el Espíritu y guiados por el Magisterio de la Iglesia universal, escuchar con atención y discernir la solicitud de algunas comunidades para que diáconos indígenas casados puedan ser admitidos a la ordenación sacerdotal, previa formación conveniente, dispuestos a asumir en la fe la decisión de la Santa Sede”.
Les respondí que, desde que hicimos esta primera redacción, nunca pensamos ordenar presbíteros a hombres casados. El texto insistía en tres puntos: Primero, escuchar con atención la petición de algunas comunidades, que nos pedían dar ese paso. Esto es real y no lo podemos ocultar ni negar. Sienten la necesidad de sacerdotes, inculturados en sus pueblos. Esta petición se oye constantemente en muchos ámbitos eclesiales, también en Roma, y no sólo en nuestra diócesis. Por ejemplo, en el Sínodo mundial de Obispos, que se realizó en octubre de 2005, en presencia del Papa Benedicto XVI, varios Obispos hablaron en el mismo sentido, como consta en la Proposición 11: “La centralidad de la Eucaristía en la vida de la Iglesia hace sentir, con agudo dolor, el problema de la grave falta de clero en algunas partes del mundo. Muchos fieles se ven de esta manera privados del Pan de vida. Para salir al encuentro del hambre eucarística del pueblo de Dios, que frecuentemente y en periodos largos debe prescindir de la celebración eucarística, es necesario recurrir a iniciativas pastorales eficaces. En este contexto, los padres sinodales han afirmado la importancia del don inestimable del celibato eclesiástico en la praxis de la Iglesia Latina… Algunos han aludido a los «viri probati» [ordenación sacerdotal de varones casados de probada virtud, ndt.], pero esta hipótesis ha sido considerada como un camino que no se debe recorrer”. Los cardenales y obispos, junto con el Papa, escucharon atentamente esta alusión, aunque no la aprobaron. Lo mismo hemos hecho nosotros, pues los fieles tienen derecho a ser escuchados por sus pastores. Escuchar no equivale a aprobar.
Segundo: Nuestro No. 58 pedía discernir tal solicitud, guiados por el Magisterio de la Iglesia universal. Este discernimiento implica analizar las razones de su petición y, al mismo tiempo, confrontarla con el Evangelio y con la doctrina de la Iglesia. Al hacerlo, somos conscientes de que nuestra Iglesia, avalada por la experiencia de siglos y guiada por el Espíritu, está por el celibato como condición para el sacerdocio, aunque no se pueden negar excepciones que los mismos Papas han hecho en casos particulares. Yo estoy convencido de la bondad del celibato sacerdotal y nunca abogaría por su no obligatoriedad. Al discernir, pues, la solicitud, estábamos seguros de la negativa.
Tercero: Afirmábamos estar dispuestos a asumir en la fe la decisión de la Santa Sede, porque nada haríamos fuera de esta comunión eclesial con Pedro y bajo Pedro. Era, por tanto, otro “candado” que nosotros mismos nos poníamos. Se nos dijo en Roma que, pues su respuesta sería negativa, esta expresión hace aparecer a la Santa Sede como intransigente e incomprensiva. Para nosotros sólo quería indicar nuestra disposición a acatar siempre lo que Roma decidiera.
A pesar de las explicaciones que di sobre el sentido de este No. 58, como no satisfacían, en ese mismo momento prometí hacer una nueva redacción. Así lo cumplimos inmediatamente y quedó de la siguiente manera: “Escuchar con atención la solicitud que están haciendo algunas comunidades para que diáconos indígenas casados puedan ser admitidos a la ordenación sacerdotal, y ayudarles a discernir su petición, iluminados por el Espíritu Santo y guiados por el Magisterio de la Iglesia universal, advirtiendo con toda claridad que no hay esperanzas de que la Iglesia cambie su práctica, que viene del Evangelio y de la tradición de muchos siglos, y seguirá admitiendo al sacerdocio sólo a hombres célibes”.
Desde hace más de un año hicimos el cambio y lo enviamos a Roma; lo reenviamos en otros escritos; lo remitimos nuevamente en septiembre pasado, y esperamos el juicio que se emita al respecto. No cambiamos la primera parte del texto, porque debemos seguir escuchando a nuestro pueblo, pero insistimos en la necesidad del celibato sacerdotal.
ACTUAR
Debe quedar muy claro, y lo repito con insistencia: No alentamos la expectativa “de un diaconado permanente orientado hacia el sacerdocio uxorado (casado)”. No promovemos el sacerdocio de diáconos casados. Escuchamos peticiones de algunos fieles en ese sentido, pero no alentamos tal esperanza. Los diáconos permanentes son permanentemente diáconos, y no los encaminamos al presbiterado.
Agradecemos a la Santa Sede su preocupación por nuestra diócesis y valoramos su servicio por que se conserve la ortodoxia; pedimos sinceramente nos disculpen por los dolores de cabeza que les damos. Pero tenemos la obligación pastoral de hacerles llegar las inquietudes de nuestro pueblo, de dialogar y aclarar lo que consideramos que no corresponde a la realidad, y de proponer soluciones a las necesidades concretas de nuestras Iglesias locales.
Desde hace tiempo estamos haciendo la revisión de algunos contenidos del Directorio Diocesano para el Diaconado Permanente, elaborado por mis antecesores, para que concuerde con los respectivos Directorios Nacional y Universal.
Seguiremos fortaleciendo “la pastoral vocacional, con vistas al sacerdocio célibe”. Dios nos está regalando más vocaciones y esperamos reabrir nuestro Seminario Mayor en unos cuatro o cinco años. De 16 seminaristas que había en el año 2000 (10 en el Menor y 6 en el Mayor), ahora son 31 (8 en el Menor y 23 en el Mayor).
Reitero mi plena comunión con la Santa Sede y mi obediencia al Sucesor de Pedro, con la decisión sostenida de servir al Señor y a su Iglesia, en orden al Reino de Dios.
+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo de San Cristóbal de Las Casas
Este tema es añejo en San Cristobal de las Casas.
Una declaración mía, al periódico El Universal (13/02/2000) generó una fuerte reacción del obispo Samuel Ruiz García. El problema se ocasionó por un reportaje exclusivo para el periódico La Jornada, donde se publicó una foto en prmera plana con Don Samuel ordenando a 100 diaconos casados.
Visto en retrospectiva, la historia fue interesante. Y la publicación de la nota -en interiores y de fin de semana-, me generó una llamada teléfonica de un amigo sacerdote -muy cercano a Don Samuel- quien me reclamó amistosamente por mi declaración argumentando que le le estaba haciendo ruido innecesario y quien se beneficiaba era el gobierno de EZPL. Ese amigo común desafortunadamente ya falleció.
Mi pecado entonces fue haber opinado sobre lo que leí, ví e interprete en el reportaje. Y muchas veces lo que se ve no es.
A retrospectiva, comparto la nota de hace siete años y el comunicado de la Diócesis de San Cristobal de las Casas.
Hubo además algunas columnas que comentaron el asunto. Por ello mi interés en el tema. Ah y fue precisamente cuando se dio la salida del nuncio Don Justo Mullor. Ese fue el quid del asunto y el ruido que generó en la Curia Vaticana.
Además, modestía aparte, parece que tuve razón, no por el asunto de la ordenación de diaconisas -¡obviamente nunca se dio!-. Yo jamás dije tal cosa sino que comente que no había gustado a la Santa Sede y a gente de la CEM la ordenación de 100 diacanos indigenas casados. Además, la foto que se publicó hizo ver como que se ordenaban a mujeres -éstas nunca se separaron de sus maridos-; Don Samuel mismo lo reconoce.
Curiosamente en aquel tiempo Vlady (QEPD) pinto un cuadro que denomino precisamente: Diaconisas: Alguién lo debe tener, yo lo ví en una exposición en la casa Lamm, el mismo día que se presento el retrato que pinto Vlady de Don Samuel Ruiz.
Pero insisto,a veces, lo que se ve no es.
Estas es la nota y la respuesta.
El Universal, domingo 13 de febrero del 2000
Diaconisas, posible error del ex nuncio.
Felipe de Jesús González y Óscar Gutiérrez/Reportero y CorresponsalEl Universal
La salida de Justo Mullor como nuncio apostólico en México podría deberse a que no advirtió al Vaticano, o bien no impidió la ordenación de más de 100 diaconisas en la diócesis de San Cristóbal de las Casas de manos del obispo Samuel Ruiz García, un tema que históricamente no se ha resuelto al interior de la Iglesia.
De acuerdo con fuentes consultadas en la Iglesia, más que por presiones políticas, la remoción tuvo su base en la ordenación de diaconisas el 23 de enero en el municipio de Huixtán, y al anuncio de la diócesis de que el siguiente paso sería la ordenación de personas casadas.
Para el ex asesor de la Dirección de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Fred Álvarez Palafox, no es descartable esta posibilidad, habida cuenta de que en la Iglesia pesan mucho más las cuestiones de doctrina que las presiones de tipo político.
El derecho canónico señala que sólo el varón bautizado puede recibir válidamente la ordenación?, es decir, hay una condición sine qua non de que solamente un varón puede alcanzar este grado, si bien existe una discusión en el mundo para permitir que las mujeres puedan ser ministras de culto, como ocurre en otras iglesias.
Álvarez Palafox reconoció que además de posibles factores políticos, probablemente esa ordenación no haya gustado a la jerarquía en Roma.
Además, añadió, los obispos conservadores de México podrían haber hecho señalamientos en este sentido, porque una cosa son las cuestiones políticas y otras muy serias para la Iglesia, las cuestiones doctrinales.
Mullor García tuvo conocimiento del diaconado en pareja el 10 de diciembre de 1998, cuando junto con los obispos Ruiz García y Raúl Vera López visitaron comunidades de la zona norte de Chiapas.
En la celebración de una misa, en Bachajón, una pareja le pidió sus buenos oficios para que interviniera ante el Vaticano en la búsqueda de la aprobación de esta figura eclesiástica.
Al respecto, Mullor García dijo que la Iglesia católica no permitía este tipo de diaconado pero que estaría pendiente de esta demanda y que la turnaría al papa Juan Pablo II. (hasta ahí la nota)
¡Ese mismo día vino la respuesta!
Diocesis de San Cristobal de Las Casas, Chiapas
13 de febrero de 2000
Ante la nota periodistica que aparece hoy en el diario El Universal bajo eltitulo "Diaconizas, posible error del ex Nuncio", considero indispensablehacer los siguientes comentarios y aclaraciones:
1. -Es absolutamente falsa la informacion de la ordenacion de ciendiaconisas en la Diocesis de San Cristobal de Las Casas. Desde el Concilio Vaticano Segundo se restauro en la Iglesia el ministerio de los diaconospermanentes casados y, dadas las caracteristicas del desarrollo eclesial delas poblaciones indigenas en Chiapas, consideramos como un ministerio muyadecuado el diaconado permanente, sacramento que se confiere solo avarones, pero siempre con el acuerdo y la colaboracion de la esposa y la comunidad.
2. -Con motivo del Año'o Jubilar Diocesano tuvo lugar la ordenacion dediaconos, preparados durante años de servicio y estudio, en la comunidad de Huixtan; en la ceremonia cada ordenado fue acompañado por su esposa, pero con absoluta claridad de que la ordenacion corresponde al varon, segun las normas de la Iglesia Catolica, a las que siempre nos hemos ceñido.
3. -Es inaceptable la interpretacion que hace el señor Fred AlvarezPalafox, ex asesor de la Direccion de Asuntos Religiosos de la Secretariade Gobernacion, el asociar la falsa informacion sobre la ordenacion de diaconizas con la decision de la Santa Sede de dar una nuevaresponsabilidad a Su Excelencia al Arzobispo Justo Mullor. Desconocemos la intencion del sen'or Alvarez Palafox y de los reporteros que aluden a "fuentes consultadas de la Iglesia", pero ciertamente en la nota que nos ocupa no sirven a la verdad.
4. -El Señor Nuncio Apostolico ha cumplido su tarea respetando la vida propia de cada diocesis y acompan'ando con atencion y respeto los procesospastorales correspondientes. Tal ha sido su comportamiento hacia la Diocesis de San Cristobal de Las Casas y le estamos agradecidos por susa portes iluminadores y fraternos.
Atentamente,
+Samuel Ruiz Garcia
Obispo de San Cristobal de Las Casas

La Rota Romana

El Tribunal de la Rota Romana de la Santa Sede tiene en curso 1,181 causas de todos los continentes (687 proceden de Europa, 413 de América del Norte, del Centro y del Sur, 64 de Asia, 12 de África, 5 de Australia y Nueva Zelanda) así lo informó el polaco Antoni Stankiewicz, decano de ese Tribunal, el 27 de enero en la audiencia que mantuvo con Benedicto XVI.
La declaración de nulidad por parte de los tribunales eclesiásticos no es la disolución de un vínculo del matrimonio (divorcio), sino la constatación, de que nunca existió un verdadero matrimonio.
Según la instrucción «Dignitas Connubii», (La dignidad del matrimonio), publicada por el Consejo Pontificio para los Textos Legislativos en febrero de 2005, todos los obispos deben constituir para su propia diócesis un tribunal diocesano para juzgar estas causas.
A la fecha, existen ochocientos tribunales diocesanos o interdiocesanos de la Iglesia latina, que afrontan casi exclusivamente causas de nulidad matrimonial.
La Rota Romana juzga en segunda instancia las causas ya sentenciadas por tribunales ordinarios de primera instancia y remitidas a la Santa Sede por legítima apelación.
En este tribunal, las causas analizadas el año pasado fueron 1,679 (entre causas pendientes, nuevas causas, causas decididas y decretos del decano); el año anterior habían sido 1,637.
Las decisiones pronunciadas el año anterior fueron 262, de las cuales, 126 fueron sentencias definitivas; de estas últimas sólo 69 fueron sentencias afirmativas que reconocieron la nulidad del matrimonio (que nunca había tenido lugar).
El 67% de las causas se benefició del patrocinio gratuito.
Los países que presentaron más causas a la Rota Romana fueron Italia (128 causas presentadas en segunda instancia por tribunales diocesanos), EE UU (38), Polonia (19) y el Líbano (12).
Otros datos: El Tribunal tiene 20 magistrados: 9 italianos, 2 polacos, 2 estadounidenses, 2 libaneses, 1 español, 1 alemán, 1 francés, 1 brasileño y 1 escocés.

Suspensión "A Divinis" de Mons. Fernado Lugo Méndez

Nota y decreto de suspensión «a divinis» del obispo Mons. Fernando Lugo Méndez, S.V.D., obispo emérito de San Pedro, después de que se presentara como candidato a la Presidencia de la Republica de Paraguay.

* * *
Vaticano, 4 de enero de 2007
A su Excelencia Mons. Fernando Lugo Méndez, S.V.D.
Obispo Emérito de San Pedro
Excelencia:
El Santo Padre ha recibido su carta del 18 de diciembre de 2006, con la cual Usted exponía su intención de aceptar la candidatura a Presidente de la República de esa Nación, que le ha sido ofrecida por un movimiento formado por varios partidos políticos.
Con el fin de superar la disposición de la Constitución Republicana que inhabilita los ministros de cualquier culto a ser Presidente o Vicepresidentes de Paraguay, Vuestra Excelencia ha presentado al Santo Padre la “renuncia al ministerio eclesial”, “a los derechos, deberes y privilegios del estado clerical”, “para retornar a la condición de laico en la Iglesia”.
Usted fue nombrado Obispo por el Sumo Pontífice en 1994, y libremente aceptó el nombramiento y recibió la consagración episcopal. Como Usted bien sabe, la gracia de la consagración episcopal imprime en el Obispo el carácter sacramental que lo configura interiormente a Cristo Buen Pastor, para ser en la iglesia maestro, sacerdote y guía espiritual. El episcopado es un servicio aceptado libremente para siempre. La tarea de un Obispo es estar al lado de los fieles siguiendo en todo la suprema ley de la Iglesia que es efectivamente la salvación de las almas y no el gobierno de la comunidad política.
La colaboración del Obispo en procurar el bien de la sociedad civil debe ser desempeñada siempre en modo pastoral, actuando como padre, hermano y amigo y ayudando con su ministerio a construir caminos de justicia y de reconciliación, como está justamente subrayado por la Exhortación Apostólica “Pastores gregis”.
A la luz de tales consideraciones, usted comprende cuánto el servicio de un Obispo sea diverso de aquel de quien desempeña funciones políticas. Usted justamente observa que también la política es una forma de caridad, pero ella tiene un rol, leyes y finalidades propias, bien distintas de la misión de un Obispo, llamado a iluminar con el Evangelio todos los ámbitos de la sociedad y a formar las conciencias.
Tarea del Obispo es la de anunciar la esperanza cristiana, para defender la dignidad de cada hombre, para tutelar y proclamar con firmeza aquellos valores, que el Santo Padre ha definido “no negociables”. Durante la historia, y también hoy, numerosos Obispos han debido luchar y sufrir para conservar la propia libertad de Pastores ante toda forma de poder, para ser únicamente al servicio de Jesucristo y de su Evangelio.
Usted cita el canon 287 & 2 del Código de Derecho Canónico para poder asumir directamente el empeño político, pero la excepción a la prohibición general prevista en tal canon no es aplicable a su caso: Paraguay de hecho es una nación libre y democrática y la Iglesia – cuyos derechos se respetan – está presente con un laicado comprometido, serio y motivado, capaz de asumir las propias responsabilidades en cada sector social, incluido el de la política.
La candidatura política de un Obispo sería un motivo de confusión y de división entre los fieles, una ofensa al laicado y una “clericalización” de la misión específica de los laicos y de la misma vida política.
La Santa Sede por lo tanto no ve la existencia de una justa y razonable causa, exigida por el canon 90 para conceder la dispensa por Usted solicitada. En su carta, citando el canon 187, Vuestra Excelencia “renuncia al ministerio eclesial” para “retornar a la condición de laico en la Iglesia”. Dicho canon no es congruente con su solicitud, en cuanto se refiere a la renuncia “a un oficio eclesiástico”, que es algo muy diverso del estado de vida clerical originado en la sagrada ordenación. Usted sabe bien que la sagrada ordenación una vez recibida validamente no puede ser nunca anulada y no puede ser ni siquiera suspendida “ad tempos”, en cuanto al Sacramento del Orden imprime un carácter indeleble (canon 1008) y permanente.
La reducción jurídica al estado laical viene concedida por el Papa a los diáconos por motivos graves, a los presbíteros por motivos gravísimos (cfr. can. 290 & 3), pero nunca a los Obispos, en cuanto la plenitud del sacerdocio recibido en la ordenación episcopal obliga en grado máximo a la fidelidad a Cristo y a la Iglesia por toda la vida, como también obliga a la coherencia con las obligaciones libremente asumidas en la ordenación presbiteral, y aún más en la ordenación episcopal.
Vuestra Excelencia en su carta afirma de haber sopesado sus decisiones a la luz de su conciencia.
Precisamente a ella quiero apelar recordando que la conciencia debe ser recta e iluminada. Una decisión tan grave, que se refiere a su ser como Obispo en la Iglesia Católica no puede prescindir de las razones anteriormente expuestas.
Cumplo el deber de comunicarle que el Santo Padre no ve posible acoger la solicitud de dimisión del estado clerical presentada por Vuestra Excelencia.
Recurriendo a su sentido de responsabilidad y de obediencia al Papa, ruego por Usted, confiado en la intercesión de la Santísima Virgen María y espero que Cristo Buen Pastor lo ilumine para que pueda permanecer fiel a su vocación divina y a su misión apostólica.
Giovanni Battista Re, Prefeto
CONGREGATIO PRO EPISCOPIS SUSPENSIÓN A DIVINIS DE S.E. MONS. FERNANDO LUGO MÉNDEZ, S.V.D. OBISPO EMÉRITO DE SAN PEDRO DECRETO
El 21 de diciembre de 2006 el Nuncio Apostólico en Paraguay le ha consignado el texto de la Amonestación canónica que lo invitaba a no aceptar la candidatura a Presidente de la República de Paraguay, advirtiéndole que en caso contrario le sería impuesta –como primer paso- la pena canónica de la suspensión, que prohíbe a los ministros sagrados todos los actos de potestad de orden y de jurisdicción (can. 1333 & 1). Considerando que el 25 de diciembre de 2006, solemnidad de la Natividad del Señor, Vuestra Excelencia ha declarado públicamente ponerse a disposición de encargos políticos o institucionales y hasta ahora no ha cambiado su decisión, con sincero dolor cumplo el deber de infligir a Vuestra Excelencia, mediante el presente Decreto, la pena de la suspensión a divinis, a norma del canon 1333 & 1, con la prohibición de poner en ejecución todos los actos de potestad de orden y de gobierno y el ejercicio de todas las funciones y derechos inherentes al oficio episcopal.
Con esta sanción penal Usted permanece en el estado clerical y continúa estando obligado a los deberes a él inherentes, aunque suspendido en el ejercicio del ministerio sagrado.
Confío en que Vuestra Excelencia retirará su decisión de ser fiel a las obligaciones libremente asumidas con la consagración episcopal.
Dado en la Ciudad del Vaticano, en la sede de la Congregación para los Obispos, el 20 de enero de 2007.
+ Giovanni Battista Card. Re Prefecto + Francisco Monterisi Secretario

América Latina: ¿la región más pacífica?

A propósito del rearme y los conflictos en América Latina: "la región más pacífica del mundo".
Ayer comente en esta bitácora sobre el informe de la publicación The Military Balance (El Balance Militar) que anualmente publica el Instituto Internacional para Estudios Estratégicos; sólo el caso de Venezuela.
Pues bien, Juan Gabriel Tokatlian, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés, Argentina, aborda el asunto (La Vanguardia 2/02/2007), dice que:
"¡En el ámbito latinoamericano, el panorama es grave!
El aumento significativo de la criminalidad en ciudades como Caracas (Venezuela) en los años recientes, junto al espectro de una mayor violencia producto de la notable división social y política, coloca a Venezuela en un escenario peligroso.
Por otro lado, la región, comparativamente la más pacífica del mundo por la ausencia de guerras internacionales y graves conflictos bilaterales, está viviendo una exacerbación de roces políticos que está conduciendo a la rutinización de una diplomacia de la escaramuza en las relaciones entre distintas capitales del área: entre Caracas y Bogotá (por problemas fronterizos de diversa índole), entre Caracas y Ciudad de México (no dice porque pero es obvio)
y entre Caracas y Lima (ambos por motivos diplomáticos y personales), entre Brasilia y La Paz (en razón de los asuntos energéticos), entre Santiago y La Paz (por el reclamo boliviano de una salida al mar), entre Buenos Aires y Montevideo (por la instalación de papeleras), entre otros varios ejemplos.
Esa forma de diplomacia se caracteriza por la reiterada aparición de malentendidos insignificantes,incidentes circunstanciales,entredichos nimios y discordias manejables que aunque parecen intrascendentes, pueden conducir a disputas efectivas.
Mientras tanto, los países del área se arman con intensidad. Entre el 2005 y el 2006 Rusia cerró acuerdos de provisión de armamento (helicópteros, aviones, rifles, etcétera) a Venezuela por valor de 3,000 millones de dólares. España y Francia, conjuntamente, le vendieron submarinos, Holanda fragatas, Alemania tanques y Estados Unidos aviones y misiles a Chile. Sudáfrica le vendió misiles, Francia aviones, Estados Unidos helicópteros y torpedos y Arabia Saudí aviones a Brasil.
(Además) Entre el 2000 y el 2005 Washington desembolsó aproximadamente 3,972 millones de dólares - a colombia-, (para el 2006 se estima que la ayuda llegará a 770 millones de dólares y para el 2007 se han solicitado 763,5 millones de dólares), destinó 800 militares y 600 contratistas privados de seguridad y convirtió a Colombia en el quinto receptor mundial (después de Iraq, Afganistán, Israel y Egipto) de asistencia. Todo lo anterior está dando la sensación de que Sudamérica está en medio de una silenciosa pero reveladora concatenación de diversas carreras armamentistas....
Vale la pena leer el artículo completo en http://www.lavanguardia.es/

Iglesias Ortodoxas


Benedicto XVI recibió este jueves 1 de febrero en audiencia a los miembros de la Comisión conjunta internacional para el diálogo teológico con las siete Iglesias ortodoxas orientales.
Los recibió en el contexto de la reunión anual de la "Comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas orientales", que se celebra del 30 de enero al 3 de febrero de 2007.
La reunión tiene lugar bajo la presidencia del cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, y del metropolita Anba Bishoy, de la Iglesia copta ortodoxa.
Tras recordar que algunas de estas iglesias tienen su sede en países de Medio Oriente el Papa denunció, "que de hecho a las minorías cristianas les resulta difícil sobrevivir en medio de este panorama geopolítico inestable, y a menudo se sienten tentadas a emigrar".
En esas circunstancias -aclaró-, los cristianos de todas las tradiciones y comunidades de Oriente Medio están llamados a ser valientes y decididos con el poder del Espíritu Santo"
Recordó que la unidad entre los cristianos es una necesidad para la evangelización.
Las Iglesias ortodoxas orientales nacen al alejarse de Roma como de las Iglesias ortodoxas de Bizancio en el Concilio de Calcedonia en el año de 451; son pues Iglesias de antiquísima tradición. En todas ellas el monaquismo es fundamental, además todas ellas tienen un marcado carácter étnico (cada una forma una etnia religiosa). también hay grupos de esas tradiciones unidos a Roma.
Reconocen una sola naturaleza en Cristo (la divina). Como en el caso de los ortodoxos y católicos orientales, los sacerdotes pueden casarse, aunque los obispos son célibes.
La delegación ortodoxa que se reunió con el Papa está formada por representantes de las siete Iglesias locales, que componen la "familia" de las Iglesias orientales ortodoxas a saber: i) la Iglesia Ortodoxa Copta de Alejandría, cuyo lider es Shenouda III; ii) la Iglesia Ortodoxa Siriaca de Antioquía, cuya cabeza es su Santidad Ignatius Zakka I Was, iii) la Iglesia Apostólica Armenia, su máxima autoridad es Karekin II; iv) la Iglesia ortodoxa Copta de Etiopía, cuyo dirigente es el Patriarca Paulos III; v) la Iglesia Ortodoxa Copta de Eritrea, cuyo lider es el Patriarca de Eritrea, Filipos I; y la Iglesia ortodoxa Siriana Malankar, liderea por Baselius MarThoma.
"Vuestra reunión sobre la constitución y la misión de la Iglesia es de gran importancia para nuestro camino común hacia la restauración de la comunión plena", constató el Papa en el discurso pronunciado en inglés. Agrego "La Iglesia católica y las Iglesias orientales ortodoxas comparten un patrimonio que procede de los tiempos apostólicos y de los primeros siglos del cristianismo. Este "patrimonio de experiencia” debería modelar nuestro futuro guiando nuestro camino común hacia el restablecimiento de la comunión plena"
Por último, el Papa citó la oración de Jesús en la última cena antes de la pasión: "que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí" (Juan 17, 23).
En el pontificado de Juan Pablo II, el diálogo teológico con estas iglesias sirvió para superar los malentendidos doctrinales que habían dado origen a la separación de hace más de 1, 500 años.
Por cierto, esta semana estuvo e México Su Santidad Shenouda III, líder de una de estas Iglesias Orientales. (el de la foto de arriba).
El discurso papal.
La agencia Zentit publica como siempre el discurso que dirigió Benedicto XVI a los miembros de la Comisión conjunta internacional para el diálogo teológico con las Iglesias ortodoxas orientales.
Queridos hermanos en Cristo:
Con gran alegría os doy la bienvenida, miembros de la Comisión conjunta internacional para el diálogo teológico con las Iglesias ortodoxas orientales, con motivo de vuestra cuarta asamblea plenaria. A través vuestro, envío mi saludo fraterno a mis hermanos venerables, los pastores de las Iglesias ortodoxas orientales: Su Santidad el Papa Shenouda III, Su Santidad el Patriarca Zakka I Iwas, Su Santidad el Catolicós Karekin II, Su Santidad el Catolicós Aram I, Su Santidad el Patriarca Paulus, Su Santidad el Patriarca Antonios I Su Santidad Baselios Marthoma Dídimo I. Vuestra reunión sobre la constitución y la misión de la Iglesia es de gran importancia para nuestro camino común hacia la restauración de la comunión plena. La Iglesia católica y las Iglesias orientales ortodoxas comparten un patrimonio que procede de los tiempos apostólicos y de los primeros siglos del cristianismo. Este «patrimonio de experiencia» debería modelar nuestro futuro «guiando nuestro camino común hacia el restablecimiento de la comunión plena» (Cf. «Ut Unum Sint», 56). El Señor Jesús nos ha confiado el mandato: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación» (Marcos 16,15). Muchas personas siguen esperando que se les anuncie el Evangelio para poder conocerlo. Que su sed por la Buena Nueva fortalezca nuestra determinación por trabajar y rezar con diligencia por esa unidad, requerida por la Iglesia para ejercer su misión en el mundo, según la oración de Jesús: «para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí» (Juan 17, 23). Muchos de los vosotros venís de países de Oriente Medio. La difícil situación que los individuos y las comunidades cristianas afrontan en el área es motivo de profunda preocupación para todos nosotros. De hecho, a las minorías cristianas les resulta difícil sobrevivir en medio de este panorama geopolítico inestable, y a menudo se sienten tentadas a emigrar. En esas circunstancias, los cristianos de todas las tradiciones y comunidades de Oriente Medio están llamados a ser valientes y decididos con el poder del Espíritu Santo (Cf. Mensaje del Papa con motivo de la Navidad a los católicos que viven en Oriente Medio, 21 de diciembre de 2006). ¡Que la intercesión y el ejemplo de los muchos mártires y santos, que dieron un valiente testimonio de Cristo en esas tierras, sostenga y fortalezca a las comunidades cristianas en su fe! Gracias por vuestra presencia y por vuestro continuo compromiso en el camino del diálogo y de la unidad. Que el Espíritu Santo os acompañe en vuestras deliberaciones. Os imparto a todos vosotros mi bendición apostólica.
[Traducción del original inglés realizada por Zenit © Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]

La opinión de Samuel Hadas

  • Perdido en Oriente Medio/Samuel Hadas, analista diplomático. Fue el primer embajador de Israel en España y ante la Santa Sede
Tomado de LA VANGUARDIA, 31/01/2007);
Quien trate hoy de ilustrar el estado de la diplomacia norteamericana en esta parte del mundo difícilmente encuentre más oportuna definición que la de The Washington Post, para quien se encuentra “perdida en Oriente Medio”. Lo ilustra la última visita a la región de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, que, según uno de sus allegados, “vino a escuchar, sin un plan o propuestas específicas”. Para el presidente George W. Bush, nada es más importante para Estados Unidos en este momento de su historia que tener éxito en Oriente Medio y en Iraq.
En su reciente discurso sobre el estado de la nación ante el Congreso de EE UU., no olvidó señalar los peligros representados por los extremistas islámicos de todos los colores y la amenaza para su país representada por la contagiosa violencia que aqueja a la región, limitándose a pedir una nueva oportunidad para su fallida política. Pero de poco le sirvió al presidente George W. Bush su conciliador discurso. La frialdad con que le recibió esta vez el Congreso -y los principales medios de comunicación- ha sido reflejo del declinante apoyo a su política ( “el estado de su presidencia nunca ha sido tan malo”, sentencia un periódico).
Su retórica, a diferencia de los días subsiguientes al fatídico 11 de septiembre del 2001 y a su declaración de guerra al terrorismo global islámico, ha sido poco convincente esta vez. Sus comentarios sobre la situación en Iraq no han servido para ocultar el fiasco de su política en este país. Su huida hacia delante, con el incremento del número de efectivos militares en Iraq, no podrá detener la espiral de violencia. Una mayor presencia militar norteamericana en Iraq conducirá a una nueva escalada de la violencia. Según The New York Times, Bush no ha sabido explicar cómo financiará el aumento de las fuerzas militares, lo que seguramente requerirá una reducción de los presupuestos de sus programas de armamentos. Para el periódico, esto significaría ir contra la industria armamentista y sus lobbistas, algo que Bush nunca ha querido hacer.
“¿Más de lo mismo?”, ha sido la escéptica reacción en Oriente Medio, en un momento en que el fanático régimen clerical iraní sigue desafiando a la comunidad internacional, prosiguiendo su imparable carrera nuclear mientras implementa sus designios hegemónicos regionales; el conflicto sectario iraquí es prácticamente una guerra civil; las crecientes tensiones sectarias conducen a Líbano a otra guerra fratricida; los palestinos celebran el primer aniversario del ascenso de Hamas al poder en batallas campales que han costado decenas de muertos y centenares de heridos; en Sudán prosigue el olvidado genocidio (y su autor principal, el presidente de Sudán, se apunta a la presidencia de la Unión de Estados Africanos); Israel vive una difícil crisis política que paraliza su diplomacia y la diplomacia internacional no pasa de la etapa de la profunda preocupación por la situación.
Gobiernos árabes aliados de EE UU como los de Egipto, Arabia Saudí, Jordania y los países del Golfo, que se encuentran a la defensiva, impotentes ante la carrera por la hegemonía en la región del régimen iraní, consideran que la llave para la paz en Iraq es un compromiso entre los chiíes y suníes y un compromiso paralelo con los países vecinos de Iraq, Siria e Irán. El temor a un poderoso y agresivo bloque chií manejado por Teherán es tema prioritario en las agendas de los gobiernos de aquellos países, que temen que una derrota norteamericana pueda crear un nuevo foco de terror que amenazaría a los regímenes moderados de Oriente Próximo. La alternativa concebida en Washington de crear un eje moderado antichií no ha sido considerada seriamente hasta ahora por sus gobiernos, aunque Washington y Teherán intentan crear alianzas regionales: Washington, con Israel, Arabia Saudí, Egipto, Jordania, los países del Golfo y el presidente palestino Mahmud Abas, frente a los clientes de Teherán, Siria, Hizbulah y Hamas, por el otro. Además, parecería que para Bush es de nuevo más importante la estabilidad a expensas de la democracia en la región, tolerando regímenes autoritarios.
Todos están a la espera de que Washington, que aún debe aprender que hay un límite a su poder, modifique su fallida política en Oriente Medio. El fracaso de la política de los neocons en Iraq dejó a EE UU con pocas opciones estratégicas, como observa el historiador Paul Kennedy. El departamento de Estado intenta convencer a la Casa Blanca de que los intereses de su país exigen una renovada acción diplomática en la región, sobre todo en el conflicto palestino-israelí. La Unión Europea, por su parte, aspira a desempeñar un papel más activo en la zona. La presidencia alemana de la UE promete una mayor implicación de la diplomacia europea, que hasta ahora ha ido a remolque de la norteamericana, en la búsqueda de soluciones a los problemas candentes de Oriente Medio (¿podrá la UE superar la diversidad de enfoques de las diplomacias de sus miembros y asumir un papel más significativo?). El intento de resucitar una agónica hoja de ruta en la reunión del Cuarteto para Oriente Medio que tendrá lugar en Washington este próximo viernes, por iniciativa de Rice, quizás constituya un nuevo punto de partida. Si lo que se quiere es crear nuevos horizontes políticos, la comunidad internacional, conducida -quiérase o no- por Estados Unidos, debería de una vez por todas plantearse la adopción de una estrategia regional, implicarse directamente en la búsqueda de marcos adecuados para enfrentar los problemas más candentes, en forma rigurosa y sistemática, sin marginaciones ni exclusiones. Pero sin olvidar que el meollo del problema es el conflicto entre moderados pragmáticos y fanáticos extremistas.

Climate Change

The Long Consensus On Climate Change/Naomi Oreskes, a professor of science history at the University of California at San Diego
THE WASHINGTON POST, 01/02/07);
With the release of the new report by the Intergovernmental Panel on Climate Change tomorrow, the fourth since the organization’s founding in 1988, many will be looking for what’s new. How have estimates of sea-level rise changed? How soon will we achieve a doubling of carbon dioxide levels?
Scientists and journalists focus on novelty, because both are largely about discovery. But from a policy perspective, what matters is not what’s new but what’s old. What matters are not the details that may have shifted since the last report, or that may shift again in the next one, but that the broad framework is established beyond a reasonable doubt. Although few people realize it, this framework has been in place for nearly half a century, and scientists have been trying to alert us to its importance for almost that long.
Scientific research on carbon dioxide and climate dates to the 19th century, when Irish scientist John Tyndall established that CO2is a greenhouse gas — meaning that it traps heat and keeps it from escaping to outer space. In the 19th century, this was understood as a fact about our planet, one that made it hospitable to life, but did not have any political implications.
That began to change in the early 20th century, when Swedish geochemist Svante Arrhenius deduced from Tyndall’s work that CO2released to the atmosphere by burning fossil fuels could alter Earth’s climate. By the 1930s British engineer Guy Callendar had compiled empirical evidence that this effect was already discernible.
Callendar’s concern was pursued in the 1950s by numerous American scientists, including oceanographer Roger Revelle, a one-time commander in the U.S. Navy Hydrographic Office, who helped his colleague Charles David Keeling find funds to implement a systematic monitoring program. By the 1960s, Keeling’s assiduous measurements at Mauna Loa Observatory in Hawaii demonstrated conclusively that atmospheric carbon dioxide was, indeed, steadily rising. (For this work, President Bush
awarded Keeling the National Medal of Science in 2002.) Although these scientists may not be household names, they are well known in the scientific community. However, even most scientists don’t know that they — and others — have been communicating concerns about global warming to presidents of both parties since the 1960s.
One early warning that we “will modify the heat balance of the atmosphere to such an extent that marked changes in climate . . . could occur” came in 1965 from the Environmental Pollution Board of the President’s Science Advisory Committee. While the Bush administration has been loath to accept this reality, an earlier administration accepted it as a statement of scientific fact. In a special message to Congress in February 1965, President Lyndon B. Johnson noted: “This generation has altered the composition of the atmosphere on a global scale through . . . a steady increase in carbon dioxide from the burning of fossil fuels.”
A second warning came in 1966 from the U.S. National Academy of Sciences Panel on Weather and Climate Modification, headed by geophysicist Gordon MacDonald, who later served on President Richard Nixon’s Council on Environmental Quality. While examining the question of deliberate weather modification, MacDonald’s committee concluded that increased carbon dioxide might also lead to “inadvertent weather modification.”
In 1974, in the wake of the Arab oil embargo, Alvin Weinberg, director of the Oak Ridge National Laboratory, realized that climatological impacts might limit oil production before geology did. In 1978, Robert M. White, the first administrator of the National Oceanic and Atmospheric Administration and later president of the National Academy of Engineering, put it this way:
“We now understand that industrial wastes, such as carbon dioxide released during the burning of fossil fuels, can have consequences for climate that pose a considerable threat to future society.”
In 1979 the subject was addressed by the JASON Committee, the reclusive group of scientists with high-level security clearances who gather annually to advise the U.S. government; its members have included some of the most brilliant scientists of our era.
The JASON scientists predicted that atmospheric carbon dioxide might double by 2035, resulting in mean global temperature increases of 2 to 3 degrees Celsius and polar warming of as much as 10 to 12 degrees. This report reached the Carter White House, where science adviser Frank Press asked the National Academy of Sciences for a second opinion. An academy committee, headed by MIT meteorologist Jule Charney, affirmed the JASON conclusion: “If carbon dioxide continues to increase, [we] find no reason to doubt that climate changes will result, and no reason to believe that these changes will be negligible.”
It was these concerns that led to the establishment of the Intergovernmental Panel on Climate Change and, in 1992, to the United Nations Framework Convention on Climate Change, which called for immediate action to reverse the trend of mounting greenhouse gas emissions. One early signatory was President George H.W. Bush, who called on world leaders to translate the written document into “concrete action to protect the planet.” Three months later, the treaty was unanimously ratified by the Senate.
Since then, scientists around the world have worked assiduously to flesh out the details of this broadly affirmed picture. Many details have been adjusted, but the basic parameters have not changed. Well, one thing has. In 1965, the concern that greenhouse gases would lead to global warming was a prediction. Today, it is an established scientific fact.

Frente al cambio climático

Cinco prioridades frente al cambio climático/Jeremy Rifkin, autor de La economía del hidrógeno
Tomado de EL PAÍS, 01/02/07):
El esperado informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU se presenta mañana en París. Los hallazgos son desalentadores. El informe dice que es probable que la temperatura global aumente tres grados en este siglo, un nivel térmico que no se ha visto en la Tierra desde la era del Plioceno, hace tres millones de años. Los científicos advierten que un cambio climático provocado por el hombre de esta magnitud amenaza el futuro del planeta y de la civilización. La pregunta que todo el mundo tiene en mente es qué se puede hacer.
Existen cinco pilares que debemos colocar para afrontar el desafío del calentamiento global y apuntalar los cimientos de la era posterior a la energía del carbono: maximizar el ahorro de energía en el consumo de combustibles fósiles; reducir las emisiones de gases que provocan el calentamiento global; optimizar la introducción comercial de energías renovables; introducir una tecnología de pilas de combustible de hidrógeno para almacenar energía renovable, y crear redes inteligentes para distribuir la energía por los continentes. Juntos, estos cinco pilares son el marco para una tercera revolución industrial.
A corto plazo, el medio más rápido para abordar el calentamiento global es reducir el consumo de combustibles fósiles al menos en un 20%, introduciendo nuevas tecnologías para ahorrar energía y mejores prácticas en hogares y empresas.
En segundo lugar, los gobiernos deben imponer límites al carbono y establecer un mecanismo aplicable que obligue a reducir de aquí al 2020 en un 30% (con respecto a los niveles de 1990) las emisiones de CO2 y otros gases que contribuyen al calentamiento global. Y esto es un mínimo.
En tercer lugar, todos los países poseen un gran potencial de energías renovables en forma de energía solar, eólica, hidrológica, geotérmica, biomasa o energía de las olas. Los gobiernos deberían establecer un parámetro aplicable para la producción a partir de fuentes energéticas renovables de un 33% de la electricidad de cada país y de un 25% de su energía total en 2020.
En cuarto lugar, todos los países deberían asumir un compromiso a largo plazo para realizar la transición a una era del hidrógeno, que es el elemento más ligero y abundante del universo, y que, cuando se utiliza como fuente de energía, sólo tiene como subproductos el agua pura y el calor. El hidrógeno es la última fase que nos llevará a una era posterior al carbono.
¿Por qué el hidrógeno? Porque es el mejor medio para almacenar energía renovable, tanto para la red eléctrica como para el transporte. Es importante subrayar que una sociedad de la energía renovable es imposible a menos que la energía pueda almacenarse en forma de hidrógeno. Ello se debe a que la energía renovable es intermitente. El sol no brilla siempre, el viento no sopla constantemente, el agua no siempre fluye cuando hay sequía, el rendimiento agrícola varía. Las pilas de combustible alimentadas con hidrógeno ofrecen un medio para almacenar energía renovable y garantizar un suministro fiable para la red eléctrica y el transporte.
En quinto lugar, debemos reconfigurar las redes eléctricas de cada país. Podrían utilizarse los mismos principios de diseño y las mismas tecnologías inteligentes que hicieron posible Internet: una red amplia y descentralizada de comunicación global para reacondicionar la red eléctrica de una nación, lo cual permitiría a las empresas, los propietarios de viviendas y otros consumir energía de manera más eficiente, crear más facilmente su propia energía renovable y revender su excedente eléctrico a la red.
Algunos analistas del sector energético proponen añadir a la red una nueva generación de centrales eléctricas de “carbón limpio”. El sector afirma que tal vez sería posible capturar el dióxido de carbono de las centrales de carbón y almacenarlo bajo tierra o en las profundidades del océano. Pero muchos científicos sostienen que no es seguro que la tecnología de captura y almacenamiento de carbono sea comercialmente viable en las próximas décadas.
Otros abogan por un mayor uso de la energía nuclear, pero ello aumentaría enormemente la cantidad de residuos radioactivos peligrosos, plantearía graves amenazas para la seguridad en una era de terrorismo e incrementaría en gran medida el coste que contribuyentes y consumidores han de pagar por su energía. Aun así, no podrían incorporarse a la red centenares de nuevas centrales nucleares hasta 2025 o 2030, tarde para abordar el aumento de emisiones de dióxido de carbono.
La creación de un régimen de energía renovable, una tecnología de pilas de combustible de hidrógeno y redes eléctricas inteligentes abre la puerta a una tercera revolución industrial y debería tener un efecto económico multiplicador tan fuerte en el siglo XXI como la introducción de las tecnologías del carbón y el vapor en el siglo XIX, y el petróleo y el motor de combustión interna en el siglo XX.
Con las primeras pilas de combustible portátiles, que se prevé estarán en el mercado en 2007, los consumidores podrán cargar sus teléfonos móviles, ordenadores portátiles, cámaras digitales, reproductores de Mp3 y PDA entre ocho y trenta y cinco horas con un solo cartucho. Los principales fabricantes de automóviles han invertido miles de millones de euros en el desarrollo de coches, autobuses y camiones que funcionen con hidrógeno. Se están probando autobuses y camiones alimentados por hidrógeno en carreteras de toda Europa, y se espera que los primeros vehículos producidos en masa lleguen a los salones de exposición entre 2012 y 2014. California, la sexta economía más importante del mundo, trabaja activamente por un futuro dominado por el hidrógeno, al igual que otras regiones de todo el planeta.
Los combustibles fósiles y la energía nuclear son energías de élite que representan el viejo planteamiento verticalista y centralizado para la gestión de recursos que fue tan representativo de los siglos XIX y XX. Como sólo se encuentran en algunos lugares, el carbón, el petróleo, el gas natural y el uranio han requerido enormes inversiones militares para garantizar su seguridad y unos desembolsos de capital elevados para procesarlos y comercializarlos. El resultado ha sido un desequilibrio cada vez mayor entre quienes poseen y producen energía y los que carecen de energía en un sentido literal y figurado.
Sin embargo, hay energía renovable por toda la Tierra. Es fácil acceder al caudal solar, a la energía eólica, hidrológica y geotérmica, a los residuos agrícolas y forestales… y a la basura municipal en todo el mundo. Si se reúne y almacena en forma de hidrógeno y se disemina a través de redes eléctricas inteligentes, la energía renovable tiene potencial para ser compartida de igual a igual y de manera repartida como ahora compartimos información y comunicación en Internet. Una economía verde y sostenible basada en el hidrógeno significa “poder para el pueblo” en el siglo XXI.

Poderes absolutos en ¡Nombre de Dios!


El presidente Hugo Chávez promulgó este jueves 1 de febrero la ley que le otorga poderes especiales para legislar por 18 meses y se volvio a poner los guantes con el presidente Bush y con el presidente Calderón.
La ley Habilitante entró en vigencia este viernes tras su publicación en la Gaceta Oficial.
''Aquí está la Ley Habilitante, sencilla, cuatro páginas, cuatro artículos. Vamos a promulgarla con rojo rojito y a partir de hoy saldrá en vigencia: en el nombre de Dios y de la revolución'', dijo Chávez en rueda de prensa.
Anunció que serán nacionalizadas empresas del sector eléctrico, la mayor empresa telefónica y las cuatro asociaciones de la faja oriental del Orinoco. Además, los 11 ámbitos en las que podrá legislar Chavez son: Transformación del Estado, participación popular, ejercicio de la función pública, seguridad ciudadana y justicia, ordenación territorial, seguridad y defensa, infraestructura, transporte y servicios, económico y social, financiero y tributario, ciencia y tecnología y energético.

El glisofato nuevamente a debate


Colombia pretende destruir este año al menos 210,000 hectáreas de hoja de coca; 160,000 a través de fumigaciones aéreas con glisofato y 50,000 a ras de suelo. Según las autoridades colombianas el 2006 fueron destruidas un total de 214,000 hectáreas de cocales: ¡una cifra récord!
Pero, de acuerdo con cifras de con cifras de la Organización de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) y el Departamento de Estado, Colombia es el principal productor de cocaína. Prové el 90% de la cocaína que consume EE UU; por su parte Afganistán es el mayor proveedor mundial de heroína, aunque su mercado es Europa y Asia.
Según ONUDD las cifras en ese país asiático se han incrementado considerablemente en el ultimo año; Hay ¡165,000 hectáreas de amapola, un aumento del 59 por ciento en el último año!
Coincidencias en Colombia y Afganistán: las ganancias que genera el narcotráfico en ambos países sirve para financiar grupos armados (guerrillas y paramilitares y fundamentalistas talibán), que Washington considera terroristas. Y además, en ambos países se erradican los cultivos ilícitos con el apoyo de EE UU y con glisofato.
El uso del glisofato es el conflicto con Ecuador.
El lunes 11 de diciembre del 2007, Colombia (después de una suspensión de un año) reanudó la fumigación con glisofato en el área fronteriza con Ecuador. Ello reavivo el conflicto entre ambos países. El argumento colombiano en voz del general Jorge Barón, comandante de la policía antinarcóticos de ese país es que ese territorio fue utilizado por los narcotraficantes y la guerrilla de las FARC para sembrar cocales.
Afirmo en un charla con periodistas, que la suspensión de las fumigaciones fue aprovechada por la guerrilla (las FARC) para ''sembrar..., más de 10,000 hectáreas''.
La respuesta del entonces presidente electo del Ecuador Rafael Correa fue que adoptaría ''una posición firme, de rechazo a esta situación". El argumento es que el glisofato provoca severos daños a la población, fauna y flora. Amenazo incluso con recurrir a las instancias internacionales; como a la Corte de la Haya. Demanda que no se atrevió a presentar el expresidente Alfredo Palacio quien solo acudió a la OEA.
Un día después, el 12 de diciembre, la Cancillería colombiana emitió un comunicado donde argumenta que el glisofato no hace daño y que según ellos "cuenta(N) con argumentos científicos y técnicos respecto de los efectos inocuos en la salud humana y el medio ambiente de la mezcla utilizada por el Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos Mediante Aspersión Aérea con Glifosato (PECIG) que ha adelantado en diferentes regiones del país, incluida la zona de frontera con el Ecuador. Dichos argumentos están sustentados en múltiples estudios nacionales e internacionales, entre los que se destaca el publicado por la Comisión Interamericana contra el Abuso de Drogas (CICAD-OEA) en abril de 2005."
Pero ello no calmó los ánimos, sino hasta que ambos presidentes alcanzaron un acuerdo para poner fin a la crisis desatada.
Se reunieron en Managua, en la toma de posesión del presidente Ortega y acordaron formar una comisión tripartita -Ecuador, Colombia y un delegado de la OEA- para verificar no se use glifosato del lado ecuatoriano.
Hasta ahí las cosas aprentemente iban bien, incluso no afecto mucho la muere en un accidente de la la Ministra de la defensa del Ecuador.
Pero, con la información recientemente dada a conocer de que Afganistán se niega a usar glisofato, seguramente el asunto dará argumentos al gobierno de Ecuador para negarse a las fumigaciones.
Éste jueves 1 de febrero, un editorial del periódico El Tiempo, es contundente, dice que Colombia se queda sola con el glisofato.
Señala el editorial
"En momentos en que se encuentra en Colombia una nutrida misión de alto nivel de Estados Unidos, encabezada por el subsecretario de Estado, Tom Shannon, y la subsecretaria del mismo despacho para Asuntos de Narcóticos y ex embajadora en Colombia, Anne Patterson, se conoce la noticia de que el gobierno de Afganistán se negó a fumigar con glifosato los cultivos de amapola de ese país, por considerar que esto ocasionaría daños al medio ambiente, a los cultivos y a los pobladores de las zonas afectadas."
Agrega que "Las razones esgrimidas por Afganistán son las mismas que alega el gobierno ecuatoriano para quejarse de las aspersiones realizadas por Colombia sobre los cultivos de coca en la zona fronteriza."
Concluye que "La decisión tomada por el gobierno de Afganistán, que enfrenta un problema de terrorismo y narcotráfico comparable al de Colombia, introduce un nuevo elemento de reflexión en el tema de las fumigaciones aéreas como estrategia eficaz contra la economía de la droga. Además de que le servirá al Ecuador en sus argumentos en contra del herbicida que E.U. promueve tercamente como el medio más recomendable para erradicar los cultivos ilícitos."
Seguramente habrá reacciones.

Pueblo en vilo: PML




  • Pueblo en vilo/Porfirio Muñoz Ledo

Publicado en EL PAÍS, 30/01/07);

Hace cuatro décadas, el historiador mexicano Luis González y González conmovió con la publicación de un libro que narra los avatares del acontecer nacional vividos desde un pequeño poblado, San José de Gracia. Por ese afamado trabajo, llamado Pueblo en vilo, se le conoce como el fundador de la “microhistoria”.
El título de esa obra refleja fielmente la situación en la que México se encuentra tras veinte años de políticas erráticas, la deserción de Vicente Fox y la insolente manipulación del proceso electoral de 2006. Se trata, literalmente, de un pueblo en vilo, esto es, “suspendido, sin el fundamento o apoyo necesario; sin estabilidad”; o bien, “con indecisión, inquietud y zozobra”, según el diccionario de la Real Academia.