No soy el 'Juanito' de AMLO.- Encinas
Afirma ex Jefe de Gobierno del DF que comparte con López Obrador su proyecto de nación
Nota de Érika Hernández
Reforma on line, Huehuetoca, Estado de México (13 enero 2011).- Alejandro Encinas afirmó que no es el "Juanito" de Andrés Manuel López Obrador, pues tiene una trayectoria propia.
Ante los calificativos que ha recibido de que es una imposición del tabasqueño y atiende a los intereses de éste, el coordinador del PRD en la Cámara de Diputados aseguró que esas voces carecen de argumentos.
El martes, el director de la Revista Voz y Voto, Jorge Alcocer, afirmó que Encinas es la nueva versión de Rafael Acosta, mejor conocido como "Juanito", pues hace lo que el tabasqueño le dice, como firmar un decálogo en su gira por la entidad mexiquense.
"López Obrador decidió convertir a Encinas en su nuevo 'Juanito', obligándolo al bochornoso espectáculo de rendirle pleitesía firmando los compromisos que el tabasqueño concibió por sí y ante sí", dijo el colaborador de REFORMA.
López Obrador y Encinas recorrieron los Municipios de Teoloyucán, Coyotepec y Huehuetoca, con plazas de entre 100 y 500 personas.
En su recorrido, Encinas afirmó que comparte con el tabasqueño su proyecto de nación, por ello decidió ser la propuesta del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para competir por la candidatura, además de que puede ser factor de unidad entre los partidos de izquierda.
"Esas declaraciones de que soy el 'Juanito' de López Obrador muestran una falta de argumentos, evidentemente no voy a entrar a un debate de esa naturaleza, tenemos acreditada nuestra propia trayectoria y seguiré asumiendo yo mis responsabilidades", argumentó.
Mientras que el ex candidato presidencial afirmó que es falso que él sea un antidemocrático, autoritario o impositor, pues el diputado federal atendió a una serie de invitaciones para que fuera el aspirante.
Además, aseveró, planearon juntos el decálogo, pues son programas que ambos crearon e impulsaron en el Distrito Federal cuando fueron funcionarios o Jefes de Gobierno.
"Muchos están ofendidos, enojadísimos, por ejemplo, eso de que es el 'Juanito' de Andrés Manuel, dicen que soy antidemocrático, autoritario, insultos, calificativos".
"Para mí es signo de que los de la mafia en el poder están nerviosos, como el tata mandón de Carlos Salinas de Gortari", argumentó.
Ante la confirmación de Luis Felipe Bravo Mena de que aspira a la Gubernatura mexiquense, Encinas afirmó que será interesante verse las caras nuevamente, cada uno como candidato de su partido, no en alianza.
"Las coaliciones se articulan cuando hay un candidato perfectamente definido, cuando no lo hay, no puede articularse una coalición.
"Los candidatos son factores de unidad y creo que lamentablemente, en este caso, no hay un candidato que pueda conciliar el apoyo de los distintos partidos", indicó.
También afirmó que si ambos se convierten en candidatos, podrían cuestionar, como en 1993, la elección inequitativa que vivieron, a fin de que los comicios se presenten en otros términos.
López Obrador calificó como doloroso que el ex dirigente del PRD en Guerrero, Guillermo Sánchez, haya sido agredido por un grupo de priistas.
"Deseo que se recupere y debe castigarse a los responsables. Nosotros no queremos la violencia, nos robaron la Presidencia de la República y este movimiento actúa de manera pacífica y no se ha roto un vidrio por parte del Movimiento Regeneración Nacional", añadió.
Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.
13 ene 2011
La matanza de Arizona
La matanza de Arizona/Javier Rupérez, embajador de España
ABC, 11/01/11;
Visiblemente alterado por los acontecimientos, el sheriff del condado donde se encuentra Tucson, en el estado de Arizona, al dar cuenta de la terrible matanza que se ha cobrado la vida de seis personas y producido graves heridas a otras dieciocho, y después de confesar que en sus cincuenta años de dedicación profesional no había visto nada parecido en el horror, descargó su iracundo sentimiento contra la atmósfera de intolerancia y odio que medios políticos y de comunicación estaban generalizando en la vida americana y en la cual, cabía deducir, se encontraban las raíces de las acciones del criminal. Estaba todavía fresca la sangre de los asesinados y en el quirófano, entre la vida y la muerte, se debatía la congresista demócrata Gabrielle Giffords cuando ya la blogosfera se lanzaba a la búsqueda de la autoría intelectuale del terrible desmán y la encontraba precisamente en el carácter brutalmente divisivo de la reciente vida política americana. Los más osados aventuraban que la responsabilidad había que buscarla en los programas ideológicos del «tea party» e incluso en algunas de las declaraciones más incendiarias de la ex gobernadora de Alaska Sarah Palin. No han faltado respetables comentaristas televisivos que se han hecho eco de tales suposiciones, arrojando con ello leña al fuego del cainismo. Que, como se puede suponer, dada la filiación política de la señora Giffords, se apunta en el debe de los republicanos. El hecho de que sea judía contribuía a reunir todos los ingredientes de la tragedia: un crimen motivado por el odio antiprogresista y antisemita. Para colmo de coincidencias, la señora Giffords se había opuesto frontalmente a la dura legislación recientemente aprobada por su estado en contra de los inmigrantes ilegales.
La noción de que la vida americana contemporánea —desde que Obama llegó al poder— ha alcanzado niveles insoportables de partidismo fratricida no resiste el más mínimo análisis histórico y comparativo. La vida americana, como muchas otras vidas políticas vividas en democracia —incluyendo, entre otras, la nuestra— puede llegar a registrar altos niveles de confrontación a lo largo de su historia, y en los Estados Unidos basta con haber seguido de cerca los diez últimos años, con republicanos y demócratas en el poder, para certificar el aserto: fueron los republicanos los que asaltaron la fortaleza Clinton con el asunto Lewinsky, y los demócratas los que se cebaron con el segundo Bush, y ahora los republicanos los que lo hacen con Obama. Como antes había ocurrido con Lincoln, Kennedy, Johnson, Truman, los dos Roosevelt, incluso en el comienzo de la existencia de la república, cuando los «padres fundadores» se guardaban rencores y alimentaban rencillas de carácter épico. Y ha habido magnicidios por medio, cierto es. Pero nadie en sus cabales, aun lamentando profundamente los excesos verbales de unos o de otros, piensa poder atribuir la responsabilidad de la autoría del crimen a otro que no fuera el autor material del asesinato o aquellos bajo cuyas órdenes, instrucciones o pago se llevó a cabo. Mantener otra cosa equivale a la aceptación de la tesis del reverendo Jeremiah Wright, el pastor afroamericano de la iglesia evangelista del sur de Chicago que solían frecuentar Obama y su familia, o la del eximio lingüista y extravagante ciudadano Noam Chomsky al mantener que los ataques terroristas contra las Torres Gemelas en Nueva York —en el fondo, cualquier ataque terrorista contra Occidente— habían sido provocado por las mismas víctimas. Todavía estremecen las palabras del flamígero pastor: «Los pollos vuelven para ser asados».
Toca ahora a los demócratas mostrar cara compungida, lamentar los excesos del lenguaje, insinuar que en ellos se encuentra la raíz del mal y exigir un drástico cambio de conducta, bordeando la delicada frontera que rodea y protege la libertad de expresión, tan profundamente arraigada en la vida democrática americana. Y es previsible que, en el inmediato futuro, parte de la ardorosa conversación pública se oriente hacia ese terreno. Seguramente sin ningún resultado porque en los Estados Unidos, y en cualquier otra sociedad democrática que se precie, el ejercicio está de antemano, y afortunadamente, condenado al fracaso. Las palabras y los pensamientos no delinquen, decían los clásicos, y si no hay incitación directa al crimen, y, a falta de mejor receta, bueno es atenerse a la fórmula, por mucho que horroricen —y horrorizan— las cosas que en los medios de comunicación americanos —y en tantos otros, incluyendo los nuestros— se escuchan sobre personas e instituciones. Esa es la diferencia que existe entre los que trabajosamente viven respetuosamente en democracia y aquellos otros que, como también acabamos de ver en Pakistán, se vanaglorian de asesinar a un político que disiente de la monstruosidad de una ley que castiga con la muerte a los blasfemos contra el islam. O de aquellos que, precisamente en el nombre del islam, en Nigeria, Irak y Egipto, asesinan a los cristianos que osan seguir los ritos de su fe.
La terrible historia de Arizona —terrible por las heridas de la congresista, pero sobre todo terrible por el carácter indiscriminado de la matanza, en la que han perecido niños y ancianos: que lo del riesgo del político va en su misma función, como algunos suficientemente sabemos, no vaya a ser que todo se traduzca en un pésame corporativo— tiene un incontestable autor material que deberá hacer frente a la responsabilidad de sus actos. Ya se encargará el abogado defensor de alegar que su cliente no estaba en posesión de sus plenas facultades mentales. La sociedad americana, en estado de choque por lo sucedido, está en período de lo que en inglés gráficamente se conoce como «soul searching», un apesadumbrado examen de conciencia para averiguar cómo y por qué ha pasado lo que ha pasado. Sería urgente que aprovechara la ocasión para resucitar lo evidente: la necesidad imperiosa de limitar de manera efectiva el comercio de armas, que en el barullo de las angustiosas horas tras el incidente apenas nadie menciona. Por demás desgraciada, fue la sentencia del Tribunal Supremo americano que hace unos meses, basándose en una peculiar interpretación de lo que la Constitución dice sobre las «milicias» dieciochescas y la posesión de armas, derogó reglamentos existentes en varias ciudades americanas para dificultar su adquisición. Porque, aun siendo imposible asegurar la desaparición de crímenes debidos a armas de fuego, si estas fueran controladas o prohibidas, es evidente que su posesión en manos de iluminados como el autor de la matanza de Tucson es la que a la postre facilita la tragedia. ¿Cuándo lo aprenderán? Y en ciertos estados de la Unión es más fácil comprar un kalasnikov que abrir una cuenta bancaria.
La noción de que la vida americana contemporánea —desde que Obama llegó al poder— ha alcanzado niveles insoportables de partidismo fratricida no resiste el más mínimo análisis histórico y comparativo. La vida americana, como muchas otras vidas políticas vividas en democracia —incluyendo, entre otras, la nuestra— puede llegar a registrar altos niveles de confrontación a lo largo de su historia, y en los Estados Unidos basta con haber seguido de cerca los diez últimos años, con republicanos y demócratas en el poder, para certificar el aserto: fueron los republicanos los que asaltaron la fortaleza Clinton con el asunto Lewinsky, y los demócratas los que se cebaron con el segundo Bush, y ahora los republicanos los que lo hacen con Obama. Como antes había ocurrido con Lincoln, Kennedy, Johnson, Truman, los dos Roosevelt, incluso en el comienzo de la existencia de la república, cuando los «padres fundadores» se guardaban rencores y alimentaban rencillas de carácter épico. Y ha habido magnicidios por medio, cierto es. Pero nadie en sus cabales, aun lamentando profundamente los excesos verbales de unos o de otros, piensa poder atribuir la responsabilidad de la autoría del crimen a otro que no fuera el autor material del asesinato o aquellos bajo cuyas órdenes, instrucciones o pago se llevó a cabo. Mantener otra cosa equivale a la aceptación de la tesis del reverendo Jeremiah Wright, el pastor afroamericano de la iglesia evangelista del sur de Chicago que solían frecuentar Obama y su familia, o la del eximio lingüista y extravagante ciudadano Noam Chomsky al mantener que los ataques terroristas contra las Torres Gemelas en Nueva York —en el fondo, cualquier ataque terrorista contra Occidente— habían sido provocado por las mismas víctimas. Todavía estremecen las palabras del flamígero pastor: «Los pollos vuelven para ser asados».
Toca ahora a los demócratas mostrar cara compungida, lamentar los excesos del lenguaje, insinuar que en ellos se encuentra la raíz del mal y exigir un drástico cambio de conducta, bordeando la delicada frontera que rodea y protege la libertad de expresión, tan profundamente arraigada en la vida democrática americana. Y es previsible que, en el inmediato futuro, parte de la ardorosa conversación pública se oriente hacia ese terreno. Seguramente sin ningún resultado porque en los Estados Unidos, y en cualquier otra sociedad democrática que se precie, el ejercicio está de antemano, y afortunadamente, condenado al fracaso. Las palabras y los pensamientos no delinquen, decían los clásicos, y si no hay incitación directa al crimen, y, a falta de mejor receta, bueno es atenerse a la fórmula, por mucho que horroricen —y horrorizan— las cosas que en los medios de comunicación americanos —y en tantos otros, incluyendo los nuestros— se escuchan sobre personas e instituciones. Esa es la diferencia que existe entre los que trabajosamente viven respetuosamente en democracia y aquellos otros que, como también acabamos de ver en Pakistán, se vanaglorian de asesinar a un político que disiente de la monstruosidad de una ley que castiga con la muerte a los blasfemos contra el islam. O de aquellos que, precisamente en el nombre del islam, en Nigeria, Irak y Egipto, asesinan a los cristianos que osan seguir los ritos de su fe.
La terrible historia de Arizona —terrible por las heridas de la congresista, pero sobre todo terrible por el carácter indiscriminado de la matanza, en la que han perecido niños y ancianos: que lo del riesgo del político va en su misma función, como algunos suficientemente sabemos, no vaya a ser que todo se traduzca en un pésame corporativo— tiene un incontestable autor material que deberá hacer frente a la responsabilidad de sus actos. Ya se encargará el abogado defensor de alegar que su cliente no estaba en posesión de sus plenas facultades mentales. La sociedad americana, en estado de choque por lo sucedido, está en período de lo que en inglés gráficamente se conoce como «soul searching», un apesadumbrado examen de conciencia para averiguar cómo y por qué ha pasado lo que ha pasado. Sería urgente que aprovechara la ocasión para resucitar lo evidente: la necesidad imperiosa de limitar de manera efectiva el comercio de armas, que en el barullo de las angustiosas horas tras el incidente apenas nadie menciona. Por demás desgraciada, fue la sentencia del Tribunal Supremo americano que hace unos meses, basándose en una peculiar interpretación de lo que la Constitución dice sobre las «milicias» dieciochescas y la posesión de armas, derogó reglamentos existentes en varias ciudades americanas para dificultar su adquisición. Porque, aun siendo imposible asegurar la desaparición de crímenes debidos a armas de fuego, si estas fueran controladas o prohibidas, es evidente que su posesión en manos de iluminados como el autor de la matanza de Tucson es la que a la postre facilita la tragedia. ¿Cuándo lo aprenderán? Y en ciertos estados de la Unión es más fácil comprar un kalasnikov que abrir una cuenta bancaria.
Diálogo por la Seguridad, segunda parte.
III intervención del Presidente Calderón en Diálogo por la Seguridad.
Gracias, señor Gallo.
Le agradezco mucho siempre la colaboración y el trabajo de México Unido Contra la Delincuencia, aunque aquí, evidentemente, le comento lo que también hemos comentado en privado.
Evidentemente, todos somos conscientes de la terrible problemática que vive el país. De hecho, por eso estamos aquí y le dedicamos el tiempo que sea necesario, como se lo hemos dedicado y todo lo que se necesite.
Estoy de acuerdo en que, evidentemente, la propia percepción y la realidad de la violencia que impera en el país obliga a reflexiones tan profundas, tan agudas, críticas como la suya.
Y como dije desde el primer día de estos Diálogos y lo sostengo, el Gobierno está perfectamente dispuesto, siempre, todos los días, diría yo, a revisar, a plantear, a ver. Nosotros quisiéramos, desde luego, como todos, que se redujeran los índices de violencia y los índices de criminalidad.
Porque creo, y estaríamos de acuerdo en que lo que se trata es de reducir la criminalidad. Si efectivamente nos concentramos sólo en reducir la violencia y decimos: Bueno, señores criminales, ahí muere, digamos, hagan lo que quieran.
A lo mejor sí reduce la violencia, y quién sabe, porque la violencia su elemento central está en una disputa entre los cárteles. Pero al contrario, los índices de criminalidad y de sumisión de la sociedad a los criminales van a crecer.
Puede haber estados o municipios con una gran paz, pero la realidad es que si uno se asoma es porque ahí Los Zetas o La Familia, o los del Pacífico dominan hasta la última instancia de Gobierno y de vida social.
Y ahí a lo mejor no hay mucha violencia, pero la gente sabe que tiene que pagarles cuota por abrir la cortina de su negocio y sabe que los han secuestrado y si alguien habló mal de ellos, se los llevó y desaparecieron.
Ahora, coincidiendo en este propósito de combatir la criminalidad y además reducir la violencia, la pregunta siempre es: Cómo. Y yo he tomado puntual nota de la suya y de todas las intervenciones, de las cosas que rescato, de propuestas específicas. Coincido totalmente.
Por ejemplo, combatir las redes financieras es más eficaz y menos violenta, es cierto, y creo que hay que hacerlo mucho más, en eso coincido totalmente, pero precisamente en ese tema va enfocada la propuesta en materia de lavado de dinero que hemos hecho y que creo que debemos impulsar.
Y la otra propuesta que recojo es que la delincuencia, es mejor atacar a la delincuencia en bloques de jefes y operadores, que de grandes cabezas. Yo creo que hay que hacerlo en todo y así lo hemos hecho.
No es sólo los líderes, los grandes capos nacionales, yo diría internacionales, que el poder que tienen a ese nivel, así ha sido en el caso de los cárteles mexicanos, sino también hay una multiplicidad de grupos operativos, muchísimo más, yo creo que son, si no decenas, cientos ya de jefes de plaza, que se capturan, que si El Canicón, que si El Gori 1, y el 2, el 3 y el 4, y El Bigotes, además, por citar los últimos, y toda una larga cantidad de jefes operativos, en el que, de eso estamos.
La verdad es que una buena parte de la violencia deriva de las nuevas maneras de operar del crimen, y todos quisiéramos que esa violencia se redujera, pero también es importante a la hora de decir, y se vale, no estoy de acuerdo con la estrategia, lo importante es decir por dónde debe ser la estrategia.
Agregaría las propuestas que usted hace, de combatir las redes financieras, hay que hacerlo. La delincuencia, combatirla, no sólo al nivel de los capos, sino a nivel de los bloques operativos. Ya lo estamos haciendo, y lo estamos haciendo intensamente.
Lo que muchos han insistido, una y otra vez, en la parte preventiva, en la parte de educación, de salud, de oportunidades, en el tema de reclusorios, también. Pero específicamente, cuál es la propuesta concreta, que va a hacer la diferencia de combatir la criminalidad y reduciendo los niveles de violencia.
Yo creo que el fenómeno deriva un poco de lo que la señora María Elena decía hace rato: el diagnóstico, la causa, de toda esta problemática de violencia, ella la resumió, yo diría, muy brevemente en lo que le pasó el fin de semana en Acapulco. Es decir, a sus hijos antes les ofrecían agua de coco, y ahora les ofrecen coca. Ese es el problema.
El problema es ese, que cuando entra la criminalidad a tratar de dominar un mercado doméstico, entonces la criminalidad no sólo se limita a colocar su mercancía, entre comillas, sino que disputa violentamente esos puntos de venta que, por su capacidad de ingreso, por su destino turístico, por su situación fronteriza o logística, son puntos específicamente claves para la criminalidad.
Y se asocia, también, lo que pasó en Acapulco, que mencionaba María Elena, que en esa disputa criminal por el control de una plaza rentable, llegan, precisamente, a índices y expresiones de violencia que son inaceptables. Esa es la realidad.
Y yo la pregunta, aceptando, desde luego, porque además, es absolutamente posible y de eso se trata, de que veamos cómo podemos mejorar nuestras estrategias, nuestras tácticas, aceptando la idea de que se vale decir: está mal la estrategia.
Yo insisto en preguntar, qué es lo que podemos hacer para que se corrija, pero me parece que combatir redes financieras, se hace o lo hacemos, quizá insuficientemente, hagámoslo más. Combatir grupos o bloques de operadores, creo que lo estamos haciendo.
Con eso, verdaderamente, podremos considerar que la estrategia ya se corrigió. Yo creo que es importante ver específicamente qué cosas pueden ser las verdaderamente distintas e innovadoras en esta materia.
IV y última intervención del Presidente Calderón en Diálogo por la Seguridad.
Gracias, Secretario.
Más que mensaje, en realidad son comentarios a algunos de los temas que se han presentado aquí.
Primero. Sobre los comentarios de la señora Isabel Miranda de Wallace, Premio Nacional Ciudadano. Me parece que, creo que podemos coincidir en muchos puntos.
Una es. Primero, el señalamiento a los pendientes en los compromisos tanto de la ley, como de compromisos del Acuerdo por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad. Uno muy preocupante, que es, que ella señala, que no se han conformado las Unidades Antisecuestro. Entonces, vamos a hacer una revisión y le voy a pedir al Secretario de Gobernación que impulse con los Gobernadores el que se puedan consolidar estas Unidades Antisecuestro a la brevedad y que se permita la plena participación de la sociedad civil en su verificación.
También le voy a pedir a los integrantes del Gabinete de Seguridad, que me presenten un reporte de la integración y funcionamiento de sus propias Unidades Antisecuestro, en concreto aquí, Seguridad Pública y Procuraduría General de la República, para no estar en falta de ese tema.
Y lo que señala la señora Wallace, es el tema que comentó también el licenciado Guerrero, de cómo poder poner incentivos de algún tipo, alguien más lo comentó, o sea, cómo penalizar el incumplimiento. Eso es lo que estrictamente los compromisos del Acuerdo por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad son compromisos de carácter político y moral, pero no tienen, digamos, una consecuencia, un asidero legal. Y debiera ser la consecuencia también política y social o moral, pero la verdad es que no ocurre. Esa es la verdad de lo que está ocurriendo o quizá no hay una asignación muy clara de responsabilidades. Y habrá que ver cómo lo podemos hacer. Pero reconozco que falta eso, claramente.
Los compromisos de la ley, por otra parte, sí son legales, pero la ley no contempla sanciones, que es una parte del problema. Lo que hemos hecho ahora es que en las reglas del Presupuesto de Egresos del 2011, hay una, sí se pusieron una serie de candados o de normas de que un estado, por ejemplo, no puede disponer de los recursos, a menos que cumpla la etapa previa.
Por ejemplo, no puede disponer de, no recuerdo la mecánica que establecimos, licenciado Alcántara, pero es, primero, es un 30 por ciento de los recursos a los que tiene derecho.
Ahí tiene que cumplir una etapa, tanto de los Centros de Control de Confianza, más una primera etapa del modelo policial, luego se les da acceso a otro 40 por ciento. En fin. Y a otro, finalmente, al 30 por ciento restante. A ver si así puede funcionar mejor, con un incentivo de carácter económico, con acceso a los fondos.
También la transparencia en las cifras para ver quién cumple y quién no, creo que tenemos que hacerlo. La base de datos que hoy se presenta, yo les voy a pedir que la revisen, con la dirección que se dio hace un momento, ya la estaba revisando cuando estaba hablando el doctor Poiré, estaba preocupado porque no aparecía, ciertamente. Aparece, sí, en la dirección de www.presidencia.gob.mx/voceria_seguridad, pero no aparecía el link de la página de Presidencia, la base de datos. Me dicen que ya está el link expresado. Entonces, sí vale la pena revisarla y yo les pido que nos digan qué le falta a la base de datos que pueda ser importante.
También, soy honesto, les confieso una cosa, que no podemos cerrar oportunamente, son los datos de dos temas que nos preocupan mucho, que son homicidio y secuestro.
Como bien indica el doctor Luis de la Barreda, el caso de homicidios es finalmente más fácil, porque finalmente ahí está el cadáver, una persona que ha fallecido, etcétera, pero en el caso de secuestro y extorsión hay una cifra negra enorme.
Entonces, lo que hacemos nosotros en el Sistema Nacional de Seguridad es jalar los datos de las propias entidades federativas, de las Procuradurías, de las Secretarías de Seguridad Pública, y no siempre los datos son finalmente todo lo que existe, ni todo lo denunciado; o bien, por el temor que hay de la gente, hay muchos delitos que no se denuncian.
Entonces, yo les voy a pedir a las organizaciones aquí presentes que nos ayuden a completar la cifra negra por estado; es decir, de la gente que se les acerque, un secuestro que sepan, etcétera, independientemente de que haya sido denunciado o no, o de que esté operando alguna dependencia de seguridad en la atención a la familia de ese secuestro, encontremos un mecanismo a través del Secretariado para que nos reporten ese secuestro, para que nos lo digan y entonces vayamos dando un seguimiento puntual.
Por ejemplo, si en un estado hay 10 secuestros, de los cuales sólo uno se denuncie, en la base de datos sólo va a aparecer uno, pero si ustedes nos reportan los otros 10 u ocho por lo menos, sí vamos a poder monitorear si ese estado va avanzando o no en esta materia de secuestro.
Y coincido, también, en general en el sentido de que, ir con tiento, y como decía Alejandro Martí, me adelanto un poco a su comentario, tener primero un modelo que sí funcione, de reforma penal.
Entonces, con el licenciado (Felipe) Borrego, a ver si podemos luego platicar para ver cómo podemos, o incluso en los estados que ya lo implementaron, cuál es, digamos, el conjunto de mejores prácticas para que el modelo sí funcione, y evitar, como lo han dicho ustedes, que el hipergarantismo cancele las posibilidades de justicia.
Yo creo que, incluso, no me gusta mucho usar el término garantista, porque creo que no está mal exagerar las garantías. El problema es exagerar las garantías del procesado, digamos, a grado tal que cancele las garantías de las víctimas, y de la sociedad, que es lo que está ocurriendo.
Lo que ocurrió en el caso de la señora Marisela, por desgracia, en Chihuahua, así fue. Que por un formalismo, quizá, los jueces tuvieron la oportunidad de no condenar. Y aquí también un llamado respetuoso al Poder Judicial. Yo digo que no todos, quizá ni la mayoría, pero sí hay, llega a haber jueces, que más que jueces, son verificadores de requisitos.
Es decir, hacen un check list de todas las cosas que generalmente deben de cumplir: Bueno, aquí le faltó la firma del policía, para afuera.
Aquí nos han pasado casos de, por ejemplo, algunos de los homicidas de la matanza que hubo en Ocoyoacac, en el Estado de México, terrible, que ustedes recordarán, hace un par de años, donde un juez libró del cargo a los homicidas que estaban ya detenidos, el intelectual y el material, porque como ellos se negaron a participar en la audiencia, o en el acta donde se les sorprendió, al principio sólo aparecen considerados los nombres de dos testigos y, aunque al final firman cuatro, el juez consideró que debían haber aparecido sus nombres desde el principio; y entonces, como faltaban esos dos, no salieron, porque tenían otros delitos, pero sí los exoneró de ese.
Lo digo con toda claridad, y con casos específicos, porque sí, efectivamente, duele mucho que el esfuerzo que se hace por la sociedad y Gobierno, por combatir la criminalidad, se debilite, finalmente, en la última etapa.
Ya hice algunos cometarios sobre lo dicho por el licenciado Miguel Treviño. Yo con mucho gusto tomo, reitero, el ofrecimiento de interponer o anteponer los buenos oficios del Gobierno Federal, para efectivamente, rearticular la colaboración entre los niveles municipales y estatales, y que nos permita seguir adelante en este esfuerzo, que creo que empieza a rendir frutos, coincido, en el Estado de Nuevo León.
También lo que dice la licenciada Edna. Con mucho gusto. La verdad es que sí, para mí también la información es importante y coincido. La política pública, si no se construye sobre bases de información, no sirve.
Entonces, tomo nota de la fecha del 31 de marzo y le pediría, simplemente, que nos hagan llegar, digamos el requisito que hace falta para, incluso, hacer más eficaz la información que se pone adelante.
También yo había dado instrucciones, Secretario Blake, por favor auxílieme, en lo que se había señalado de la Norma Oficial de Información, que se había mencionado hace rato por alguno de los participantes en alguno de los foros.
No sé si era Arturo Guerrero, Arturo Arango, perdón, esto es una instrucción que estaba dada en el Gabinete de Seguridad, pero efectivamente coincido en la importancia de que existe esa Norma Oficial sobre la información que debe proporcionar el Gobierno.
Alguien más mencionó sobre la información que debemos dar en los Informes Presidenciales. Creo que la misma Edna, así lo mencionó y estoy totalmente de acuerdo con ello.
Respecto de la arquitecta Graciela García Bringas. Insisto, los apoyos que he anunciado esta mañana, al intervenir, implicará no sólo y bien decía el señor Gallo, no sólo los viáticos, sino también lo que posibilita a las organizaciones no gubernamentales a operar debidamente en el seguimiento de estos programas.
Pero sí quiero rescatar los datos que da la propia arquitecta Graciela y su comisión. Que es que del compromiso que teníamos todos y las entidades federativas de tener centros de control de confianza, sólo hay certificados cuatro, dos del Gobierno Federal y dos de entidades federativas, una es Baja California y creo que la otra es Guanajuato. Me parece, probablemente, una de ellas; y siete en proceso de verificación. O sea, para efectos prácticos sólo hay 11 que están más o menos avanzando.
Y sí es importante hacer un llamado de atención, porque ésta es la prefase, digamos; no es la depuración de los cuerpos policiacos, es la creación de un centro que pueda verificarlos.
Si nos tardamos dos años o más ya en crear los centros, imaginen ustedes cuánto podremos avanzar en la verificación de los policías.
La Cédula de Identidad, se comentó ampliamente. El Gobierno Federal está empeñado en hacerla avanzar rápido. Hubo ahí un atorón, yo no le vería ni siquiera un malentendido con el IFE, de que había cierta tensión en cuanto a eso, pero por lo pronto vamos avanzando, primero con los menores de 18 y ojalá lleguemos, el Secretario de Gobernación está trabajando para que vayamos de la mano y que sea un solo documento de identificación personal, como marca la Constitución, el que nos rija.
Coincido totalmente en el tema de cultura de legalidad. Y sí, efectivamente, nos falta a todos cultura de legalidad, esa es la verdad. Somos un país que se acostumbró a pasar de ladito por la ley, a no cumplirla, a saber que se puede arreglar de alguna manera. Y hoy estamos pagando la consecuencia de ello.
Será una labor educativa colosal que hay que emprender. Alguno de ustedes habló en uno de los Diálogos pasados de la importancia de tener Diálogos por la Educación, por cierto, no me he olvidado del tema y creo que habrá que impulsarlos muy, muy pronto.
Le agradezco mucho a la doctora Elena Azaola, del Centro de Investigación y Estudios en Antropología Social, por su documento. Lo estuvimos revisando aquí. Me parece muy, muy interesante.
Coincido en los temas, que la política de seguridad se centre en la persona y en el respeto a los derechos humanos, allá también se advirtió este tema. Que se incorporen mecanismos de participación y control ciudadano sobre la política de seguridad.
Cualquier sugerencia aquí es bienvenida. Es decir, cómo pueden ayudarnos a revisarnos. Lo necesitamos, y es bienvenido. Los estándares sobre información del Ejecutivo al Congreso, fue, precisamente, la señora Azaola la que lo mencionó. Ya lo he comentado.
El Fondo para la Violencia y el Centro de Prevención del Delito con un programa que cuente con los recursos necesarios, en la medida de nuestras posibilidades vamos a apoyar la creación de ese Centro.
Y las medidas para mejorar las condiciones de vida en los penales. Ya no lo comentó el licenciado García Luna. Pero nada más si me ayuda, cuántos penales finalmente se han ya asignado, autorizado. Los últimos.
-SECRETARIO GENARO GARCÍA LUNA: Señor Presidente, con su permiso.
Ya se han asignado siete nuevos penales Federales de alta seguridad. Ya inició su obra y construcción. Tenemos tres que ya están a punto de iniciar, que son los penales que estaban en los estados, que les retomamos para darles mayor nivel de seguridad, para alta seguridad, que también están a punto de despegar.
Y, señor Presidente, como usted ha instruido, también se potenció Islas Marías, que tiene hoy ya más de cuatro mil internos, en términos de locales y Federales, en control Federal.
Esto es, este año, señor Presidente, como usted instruyó, están ya en obra siete nuevos penales Federales de alta seguridad. Ya están en proceso. Uno, que está a punto de terminarse, que estaba ya en obra el año pasado, que es Cuautla, de Alta Seguridad, y tendríamos en el año que entra, si todo va en tiempos, como está previsto, ya el resguardo total de internos Federales que hoy están en penales locales, para pasar a control Federal completo, en alta seguridad y en penales Federales.
-PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Secretario, y el de secuestradores, finalmente.
-SECRETARIO GENARO GARCÍA LUNA: Señor Presidente, está pendiente. Se hizo una modificación. Fue un penal que estaba en el Estado de Sinaloa, que finalmente fue transferido, porque había problemas de tenencia de tierra con el penal, ya está la transferencia, ya está modificándose para ajustar justamente a ese esquema de seguridad, para alta seguridad en secuestros.
Ya lo comentamos con el señor Martí, el avance que hay. Y, señor Presidente, la idea es que se pueda inaugurar con la ONG respectiva, para esa parte.
-INTERVENCIÓN: Dónde está ubicado.
-SECRETARIO GENARO GARCÍA LUNA: Sinaloa. En Guasave, Sinaloa.
-INTERVENCIÓN: Para cuándo, Secretario.
-SECRETARIO GENARO GARCÍA LUNA: No podemos dar con detalle los tiempos, porque estamos viendo equipos de tecnología para que tenga también equipo técnico el penal.
-PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Procede este año. No.
-SECRETARIO GENARO GARCÍA LUNA: Sí, señor.
-PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Bueno, gracias.
De todos modos, yo creo que no es sólo un tema de infraestructura, sino también de operación de los penales, que la verdad es que tenemos que innovar ahí. Ahí también ojalá en las comisiones de estos grupos nos puedan ayudar a ver cómo podemos operarlos mejor. Hay, evidentemente, una crisis en muchos penales locales, en muchos sistemas penitenciarios, que están ya mostrando claramente su insuficiencia. Como alguno de los medios recabó hace poco, en un solo estado se han fugado casi 500 reos en los últimos dos años.
Entonces, es muy sintomático de esta situación, ciertamente no de los penales Federales. No hemos tenido, afortunadamente hasta ahora, ninguna fuga en esta Administración, pero sí evidentemente que estamos muy atentos a ese tema.
De lo que señalaba Orlando Camacho. Sé que es un ejercicio y fue un ejercicio muy importante. Y sí reconozco ahí, la verdad, pero fue sin intención, doctora, que los Diálogos por la Seguridad, ciertamente, los iniciaron ustedes, no hay ningún intento de plagio aquí, de ninguna manera.
La creación del Observatorio Nacional Ciudadano es un compromiso de los acuerdos por la seguridad, don Héctor Larios. que qué bueno que usted lo ha retomado, ustedes lo han retomado. El CIDAC, el CCE, COPARMEX, todas las organizaciones civiles participantes, las académicas: la UNAM, el Tec de Monterrey, el CIDE, el Poli, el ICESI, la UAM, etcétera, Iluminemos México, y sí, cuenten con nuestro apoyo.
Tomo nota de las tareas. Dar seguimiento al Acuerdo, y especialmente a los procesos electorales, y a los resultados; la implementación de la reforma penal, quizá en una próxima reunión que tengamos, el licenciado (Felipe) Borrego podrá darnos una actualización precisa sobre cómo van estas cosas; la exigencia en la rendición de cuentas, estamos de acuerdo.
Las recomendaciones del Observatorio van a ser totalmente bienvenidas, y la creación de los Observatorios locales también es muy, muy importante.
El alineamiento de los derechos humanos, que está contenido en el desplegado que publicaron, también es algo que no sólo debe tomarse en cuenta, porque eso suena hasta marginal, sino, como lo mencionaba hace rato la doctora Elena, hay que hacerlo un tema central.
Mencioné ya algo de lo que mencionaba el señor Marcos Fastlicht y, efectivamente, los foros, creo que deben ser encabezados por la sociedad civil y, con mucho gusto, vamos a estar en apoyo de ese tema; y con mucho gusto trataré de estar en el foro de migración y trata de personas que están organizando.
Del maestro Jaime López-Aranda, le agradezco mucho la colaboración de usted, y de otros sobre el tema de construir la base de datos. Las sugerencias y planteamientos de todos ustedes van a ser bienvenidos.
Creo que él apunta un tema muy importante. Cuáles son los indicadores, cuáles son los indicadores de avance o retroceso en este esfuerzo. Y obviamente, el que es más del interés de la opinión pública mediática es el indicador de homicidios.
Pero me parece que, en términos de lo que nos hemos propuesto para remediar estructuralmente este problema, debemos buscar, también, otros indicadores. Uno es el que ha puesto aquí Poiré, que, efectivamente, es el número de líderes que han sido neutralizados.
Otro para mí, muy importante, son los compromisos. Creo que para mí el más importante es el avance institucional. Concretamente cuántos Centros de Control de Confianza hay, y no sólo eso, cuántos policías realmente han sido verificados. O sea, cuándo podemos decir: Aquí ya hay una policía confiable, honesta, capaz, que esté operando en un municipio. Ese es un indicador vital.
Porque como han dicho varios de ustedes, y coincido: el tener policías confiables en las 32 entidades federativas, es una condición sin la cual no podemos avanzar en materia de seguridad.
O dicho en otras palabras, en sentido positivo es: el día que tengamos esas 32 policías confiables, honestas y preparadas, ese día, para mí, habremos avanzado una buena parte, o habremos incluso, yo diría que ganado una buena parte de la batalla contra la criminalidad.
Y dicho en sentido contrario: si no hay 32 policías estatales confiables, honestas y eficaces, no vamos a avanzar en la lucha por la seguridad pública del país. A mí me parece así de claro cómo debemos plantearlo. Ese es otro indicador.
Otro indicador debe ser también el movimiento de los delitos que más afectan a la ciudadanía en las entidades, etcétera.
De la señora Laura Elena Herrejón, ya he comentado. A mí me parece muy importante ese ejemplo, del origen de lo que está pasando en la violencia del crimen organizado.
Crece un mercado, en este caso hasta la playa donde suele vacacionar con sus hijos, un mercado que busca, una criminalidad que busca afanosamente un mercado creciente y en la disputa por el control territorial de ese mercado viene un choque violento, como también lo estamos contemplando en Acapulco.
Ahora bien, cuando una banda criminal se apodera del control fáctico de una plaza, como ellos la llaman, en esa medida, esa banda criminal se empieza a meter en la vida de los ciudadanos, aunque no sea un tema de drogas.
En esa medida, la banda empieza a cobrar el piso, que se siente que es dueña de ese piso, entonces, lo cobra. En esa medida extorsionan, en esa medida también secuestran.
Coincido en que estamos enfocados en ocho temas. Tiene usted razón, probablemente no sean todos, pero sí creo que son los que más han coincidido estas y otras mesas en enfatizar, y que en cualquier caso debemos subrayarlo.
Agradezco mucho la aportación de la licenciada Bazbaz, sobre la cuestión comunitaria. Y con mucho gusto sí le pediría a Cohesión Comunitaria e Innovación Social, si nos sugieren o nos dan propuestas de política pública para incorporar en los programas de Gobierno los indicadores de cohesión social. Van a ser muy, muy importantes también para nosotros.
Y comparto el criterio de la integralidad, ya he hablado de la transversalidad, más bien, que todas políticas públicas tengan el criterio de inclusión social.
De Gloria Alcocer Olmos. Coincido sobre el tema de política para jóvenes. Es cierto, hay una gran participación activa y pasiva de los jóvenes, por desgracia, en el asunto criminal.
De hecho, una de las cosas, espero que aparezca ahí, doctor Poiré, en la base de datos, es, cómo hemos visto poco a poco, digamos, si fueran gráficas de barras de edad, de víctimas o detenidos, cómo se van desplazando las barras hacia abajo en materia de edad; es decir, cada vez son más jóvenes las víctimas, desde confrontaciones entre criminales hasta víctimas inocentes. Pero cada vez son más jóvenes las víctimas, las personas ejecutadas, etcétera, etcétera; y cada vez son más jóvenes los detenidos.
En el caso, por ejemplo, de los migrantes asesinados en Tamaulipas, algo trágico para México y para el mundo.
De las personas que finalmente fueron, puedo decir, detenidas, había un muchacho de 17 años y otros de 14 años que habían, de alguna manera, participado en los hechos, entonces, sí nos refleja un tema enorme. Hay un pendiente de todos, creo que es regular el tema de la situación jurídica o la de imputabilidad, como se dice técnicamente, de los menores de 18 años.
Es un tema que yo los invito, también, a que lo discutamos porque, efectivamente, hay agresores muy violentos, secuestradores muy violentos que legalmente no lo son en tanto que no tienen 18 años, pero las consecuencias de sus actos son importantes.
Coincido en que no se debe criminalizar a los jóvenes, pero sí es un dato muy importante para nosotros, doña Gloria. Los niños y los adolescentes, especialmente, sí son muchísimo más vulnerables que alguien que puede tomar decisiones por sí sólo respecto del uso de droga.
Es decir, un niño, un adolescente, un joven, un niño, sobre todo, no está, quizá, en la capacidad intelectual y en su madurez de vida como para poder optar por una decisión tan importante como es la adicción o no, no tiene plena conciencia de ello.
Por supuesto que para el Gobierno es vital alejar a los niños de esos espacios de adicción, es vital alejar a todos, pero, finalmente, alguien que ya es mayor de edad, cualquier de nosotros, sabe perfectamente qué decisión tomar respecto de tener una adicción a drogas o alcohol. Coincido, como usted señala. Pero en el caso de un niño sí ameritan especialmente la protección de todos y, desde luego, del Gobierno.
Coincido. Ni criminalizar a los jóvenes, ni tampoco el hecho de que alguien tenga 20, 22 años, que sea un factor de exoneración, tampoco. Creo que es asunto de responsabilidad colectiva.
Creo que las bases de datos nos van a ayudar muchísimo para tener información sobre el impacto de este fenómeno en la juventud. Y tomo nota. Sí requerimos políticas públicas al respecto.
Hemos hecho un esfuerzo, sé que dada la problemática de México es insuficiente, pero, finalmente, aún con el crecimiento poblacional que tenemos a la edad de los 18 a los 22; en la pirámide poblacional, en estos cuatro años hemos aumentado, incluso, la cobertura universitaria, del 24 al 30 por ciento. Es un esfuerzo realmente sin precedentes.
Hay 75 universidades nuevas, hemos ampliado los campus en otras 35; hemos llevado la cobertura de prepa, más de 400 prepas, más de 100 por año en esta Administración. Y aunque falta mucho más, porque tenemos 66 por ciento de cobertura, creo que esa es la directriz que debemos de seguir, independientemente de cualquier sugerencia para una política específica sectorial de jóvenes, también bienvenida, sin dejar de reconocer las deficiencias que hay en las áreas específicamente creadas para ello en el Gobierno Federal.
De Alejandro Martí, de su ejemplo y de su testimonio, todos tenemos mucho que aprender y agradezco sus palabras. Yo tomo nota, Alejandro, de usted y de muchos, del tema de la colaboración.
Efectivamente, independientemente de que sí es importante revisar quién avanza, quién no, quién tiene responsabilidad y quién la elude, independientemente, no podemos desistir al esfuerzo de colaborar y construir juntos, con estados, con legisladores, con Poder Judicial.
Sí creo que es importante desatorar, usando la palabra que usted emplea, algunos proyectos que están en el Congreso. Sí es importante legislar con sentido de urgencia estos temas de seguridad.
Segundo. Sí es importante llamar la atención e invitar respetuosamente al Poder Judicial a que revise su propio rol en este tema. Creo que tenemos mucho hablando de policías y tenemos mucho hablando de sociedad y gobiernos, pero poco hablamos de jueces y creo que tienen mucho que decir en esta materia.
Coincido en la preocupación del hipergarantismo y el hipertecnicismo, que sea verdaderamente una reforma que lleve a procesos justos y legales, transparentes, y no una reforma que sea o amplíe los caminos de la impunidad, que ya de suyo son bastante anchos.
Ya he hablado del sistema penitenciario. Y de la reforma política no puedo estar más de acuerdo, desgraciadamente ha habido otras prioridades en el Congreso.
Verónica Baz, del Centro de Investigación para el Desarrollo. Este tema que comentó también el doctor Gallo me parece muy interesante. Cómo, a la vez de que se combate el crimen, cómo podemos reducir índices de violencia. Eso me parece muy específico.
Cómo abordaremos la Administración los próximos dos años. Tendremos que seguir siendo consistentes en lo que yo diría que son los ejes principales:
Enfrentamiento y contención de la presencia criminal, que es muy agresiva y muy poderosa; al mismo tiempo, fortalecimiento institucional, particularmente policías, Ministerios Públicos, jueces; y, al mismo tiempo, prevención social y ampliación de oportunidades sociales. Eso es lo que vamos a hacer.
Qué pasará después.
Creo que depende de lo que decía el señor Gallo. Más que una estrategia de este Gobierno del Presidente tiene que ser una política que se quede ahí, amarada y que siga para que, efectivamente, México todo el tiempo, el tramo que tenga que recorrer en materia de tiempo para lograr su seguridad, lo pueda recorrer sin el riesgo de que esto se interrumpa.
El combate a la impunidad y el homicidio, estoy de acuerdo. Cuando hay una cantidad de miles de homicidios como 15 mil que tuvimos el año pasado, parece que es imposible andar persiguiendo uno por uno, pero si cada autoridad hace su tarea, sí se puede, sí se puede avanzar en reconstruir la escena del crimen, en preservarla, en recolectar las evidencias, etcétera, etcétera.
En el caso, por ejemplo del homicidio del ex Gobernador de Colima, Silverio Cavazos, ha habido una gran colaboración entre PGR y la Procuraduría local. Mucha presión también, que hemos dado.
Y finalmente, ya sabemos, por los retratos hablados, ya sabemos por los testigos, ya sabemos por otras informaciones, evidencias ahí recolectadas, habrá que decirlo, tenemos una idea muy clara de la identidad de los criminales.
Y yo creo que el Procurador General de la República en coordinación con la Procuraduría local podrá avanzar. Pero sí puede no sólo investigar crímenes notorios de homicidios, sino, si esto se hiciera en cada uno de los casos, la recolección de evidencia sistemática y ordenada, creo que podemos avanzar mucho.
Y nos ayuda, por ejemplo, ahí la Plataforma México, que nos ha dado también huellas digitales que no estaban registradas hace tiempo y que ahora están registradas gracias a Plataforma, y que nos permite avanzar en ello.
La agradezco al Padre Manuel Corral sus comentarios. Sí me acuerdo mucho de esa sesión, hubo otro comentario que a lo mejor usted omitió ahí, pero sí, probablemente iba en riesgo la vida de muchos, incluida la nuestra propia, es la verdad.
Pero me parece que hay que enfrentar esos riesgo si es que, verdaderamente, queremos que México cambié.
Muchas veces al evadir los riesgos, lo único que hemos hecho es incrementarlos. Al evadir un riesgo personal, lo único que hemos hecho es que crezca el riesgo social para todos, incluyendo, al final del día, nuestro propio riesgo. Y me parece que hay que enfrentarlos.
Coincido en que hay una crisis de legalidad, una crisis familiar, una crisis de tejido social, una crisis de valores, que ahí el Estado tiene una responsabilidad; pero en la medida en que las iglesias y las organizaciones civiles participan, podremos irlas superando.
De don Leonardo Guerrero, y le agradezco mucho sus grandes aportaciones académicas al análisis de esta problemática, recojo también el tema de la colaboración entre estados y Federación. Sí nos falta.
La coordinación, incluso, entre nuestras propias dependencias de seguridad, que hay que profundizarla y coordinar. La coordinación en los operativos conjuntos, son buenos ejemplos los que menciona. Yo creo que en los operativos que han tenido más éxito, sí, efectivamente, se asocia a qué tan amarrados y qué tan cooperantes hemos estado unos con otros.
Cuando la Federación va y no hay cooperación o por alguna manera no estamos en coordinación, en parte porque, como dice también la señora Wallace, hay veces a donde vamos, y más bien nos vamos cuidando; cuando sabemos que puede haber fugas de información entre nuestros interlocutores o abajo de ellos más bien, sí tenemos que ser muy cuidadosos con nuestra propia información.
Pero lo que usted señala es cierto. Cuando hay, en ese sentido, confianza y coordinación, funcionan los operativos. Efectivamente, en aquel tiempo con el entonces Gobernador Lázaro Cárdenas hubo mucha coordinación, funcionó, sí se redujo la violencia mucho tiempo, termino el operativo y repuntó después. Pero sí se requiere coordinación.
En el caso de Baja California, por ejemplo, también ha habido mucha coordinación, en el caso de Chihuahua, Juárez, sobre todo el año pasado, antepasado, no hubo mucha coordinación, no hubo mucha cooperación. Ahora se está viendo un poco más.
En el caso de Nuevo León, sobre todo al principio, no hubo, luego sí ha mejorado notablemente y creo que vamos avanzando. En fin.
Pero el tema de coordinación sí es un detonante, yo creo, del éxito o del fracaso de los operativos.
El tercer tema que menciona es el cómo mejorar. Y, efectivamente, cualquier sugerencia de las páginas de PGR, Seguridad Pública o Gobierno Federal, es bienvenida. A mí me interesa que las páginas sean manejables y que sean accesibles.
De Elena ya comenté. Ya se están revolviendo aquí las hojas. Perdón.
Faltó el señor Gallo, que con mucho gusto platicamos en el Grupo Técnico. A mí me interesa, de veras, don Eduardo, cómo podemos mejorar, cómo podemos mejorar la eficacia en el combate al crimen y, al mismo tiempo, bajar indicadores de violencia.
Insisto. Hay temas que están pendientes por debatir. Debatámoslos, con mucho gusto. Sé que, desde luego, el esfuerzo de ustedes de ninguna manera ha planteado que se retire el Gobierno, pero creo que a la hora de plantear alternativas, en eso coincidimos, a la hora de plantear alternativas creo que podemos, creo que debe haberlas, yo estoy convencido que debe haberlas, yo sé que podemos mejorar las cosas; pero la ayuda que pido de la sociedad es las propuestas y sugerencias para hacerlo.
Finalmente. De don Bernardo González-Aréchiga, es muy interesante el tema de protocolos de coordinación. Algo se ha avanzado, por ejemplo, en preservación de la escena el crimen ya hay algunas normas, no recuerdo exactamente cómo se llaman, pero ya hay una regla, algunas vienen en la ley, otras vienen en el reglamento, Procurador, cuáles son. La cadena de custodia, que ese tipo de protocolos deben multiplicarse a todas las fases del proceso de investigación y percepción de delitos.
Que se evalúe la política social. Estoy de acuerdo, incluyendo el tema educativo. Me parece vital ello. Y el tema de espacios públicos. Yo, incluso, tengo ahorita mismo a gente del Gobierno Federal revisando los espacios públicos que hemos rescatado.
Ya hemos ayudado a municipios a limpiar, a reconstruir como tres mil espacios, placitas, canchas de básquet, etcétera. Pero yo tengo la preocupación: Bueno, y cómo están. Entonces, evaluemos lo que estamos haciendo y viendo sí funciona o no funciona.
Y, finalmente, qué tanto impacta la seguridad de las personas. En fin. También.
Amigas, amigos:
Yo quiero agradecerles esta reunión. Quiero proponerles también que sigamos con ellas. Yo creo que, a nosotros nos presiona su presencia, esa es la verdad. Al presionarnos, su presencia nos obliga también a actuar más rápido y más a tiempo.
Creo que eso debe traducirse a distintos órdenes de Gobierno, pero por lo que a mí respecta, el Gobierno Federal a mi cargo tiene prisa, yo tengo prisa en el tema. Sí tiene que ver con que restan poco menos de dos años y no quiero dejar las cosas a medias.
Tampoco quiero decir que todo lo que hay que hacer en materia de seguridad se pueda a hacer en este plazo, porque es un camino de largo aliento, pero sí quiero que todo lo que esté en mis manos por hacer, lo podamos hacer.
Y para eso pido su ayuda, su presencia, su impulso, su exigencia también, que son muy útiles para poder cumplir con este enorme desafío que tenemos todos los gobiernos y todos los mexicanos.
Así que, muchas gracias y nos vemos en los próximos Diálogos por la Seguridad.
Condena Congreso mexicano los hechos en Tucsón
El Senador Luis Alberto Villarreal García presentó proposición con punto de acuerdo para que la Comisión Permanente exhorte y condene enérgicamente los hechos acaecidos el 8 de enero en la ciudad de Tucson, Arizona, en el cual 19 personas fueron alcanzadas por disparos y seis fallecieron, entre ellas el juez federal John Roll.
El senador Luis Alberto Villarreal García: Gracias, presidente. Efectivamente, con gran desconcierto conocimos el pasado 8 de enero que en la ciudad de Tucson, Arizona, en los Estados Unidos, un poco después de las 10:00 horas locales, en el marco de un programa llamado El Congreso en tu esquina se suscitó un tiroteo, en el cual 19 personas fueron heridas y lamentablemente seis de ellas perdieron la vida.
Para todas las familias y para todo el pueblo de esa ciudad, de ese Estado y de la Unión Americana nuestra más solidaria y sensible condolencia.
Entre las personas que fallecieron se encuentra una niña de nueve años y también el juez federal John Roll que casualmente iba caminando por la zona donde se llevó a cabo el atroz incidente, en donde además quedó herida de gravedad la congresista Gabrielle Giffords, que siempre ha sido amiga y ha participado en las distintas interparlamentarias de México con Estados Unidos, para ella nuestro más sincero abrazo y esperamos que pronto podamos volver a participar y a seguir trabajando con ella en causas comunes como la de los migrantes.
En este sentido, es que la Comisión Permanente del Honorable Congreso de la Unión, debe de reafirmar el compromiso del Poder Legislativo Mexicano de combatir la intolerancia, los actos de violencia en todas sus formas y en todas las manifestaciones, independientemente del lugar en que se produzcan y de quienes la cometan.
Por lo anteriormente expuesto me permito someter a la presente soberanía, la siguiente proposición con punto de acuerdo y quisiera solicitar que pudiese ser, independientemente de que no estaba así anunciada en el orden del día, como de obvia y urgente resolución.
Único. La Comisión Permanente del Honorable Congreso de la Unión condena enérgicamente el lamentable incidente acaecido el pasado 8 de enero en la ciudad de Tucson, Arizona, Estados Unidos, en el cual 19 personas fueron alcanzadas por disparos; seis fallecieron, entre ellas el juez federal John M. Roll.
Asimismo expresa sus condolencias a los familiares de las víctimas, al Congreso, al igual que al pueblo estadounidense y desea la pronta recuperación de las personas heridas, así como de la congresista Gabrielle Giffords. Es cuanto, señor presidente.
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: Muchas gracias, señor senador. No voy a poder obsequiar su solicitud de la urgente resolución, toda vez que no fue presentado así, tampoco fue anunciado así en la sesión de la Mesa Directiva y otro grupo parlamentario inscribió como de urgente resolución un tema relacionado sobre el mismo y tendríamos que desahogar ese tema en primer lugar, por urgente resolución. Se turna a la Segunda Comisión de Trabajo.
(...)
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: Muchas gracias, senador Legorreta. Su proposición se turna a la Tercera Comisión. Tiene la palabra el senador Ricardo Monreal Ávila para...
El diputado José Ramón Martel López (desde la curul): No, presidente. Me corresponde...
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: No diputado Martel, siga usted su orden del día. Estamos en el punto de acuerdo 20.
El diputado José Ramón Martel López (desde la curul): Eso estamos haciendo, presidente.
El diputado José Ramón Martel López: Honorable asamblea. Indudablemente lo que venimos a tratar a esta tribuna tiene puntos de coincidencia con lo expresado por el senador Villarreal. Sin embargo, la propuesta que venimos a hacer ante esta soberanía para que se manifieste de urgente y obvia resolución, queremos razonarla conjuntamente con ustedes.
Los grupos parlamentarios del PRI, del Partido de la Revolución Democrática, del Partido Verde Ecologista, del Partido del Trabajo y de Convergencia, y esperamos en unos minutos más se pueda sumar también el Partido Acción Nacional, condena de manera enérgica los hechos criminales acontecidos el pasado 8 de enero en Tucson, Arizona, como resultado de los cuales fue asesinado -como ya se dijo- un juez federal de apellido Roll, junto con otras cuatro personas y lamentablemente una niña, una menor, Cristina Taylor Green, de sólo nueve años de edad.
En el que además, como ya sabemos todos, ha resultado herida una representante del Partido Demócrata, Gabrielle Giffords y otros tres ciudadanos norteamericanos. También expresamos nosotros nuestras más sentidas condolencias a los familiares de las víctimas y hacemos votos para la pronta y total recuperación de la congresista Gabrielle Giffords y los heridos en este lamentable suceso.
Jamás, y ése es el tema, en el debate de las ideas y de las propuestas políticas, la violencia será el mecanismo para lograr lo que la capacidad de convencimiento y la construcción de consensos sea incapaz de lograr. Es cierto que el mundo en su conjunto vive severas presiones económicas que llevan al análisis y debate de los fenómenos migratorios, llegando un punto en el cual las posiciones se radicalizan de manera preocupante, pero ello no justifica actos criminales dirigidos a quienes se esfuerzan de manera destacada en la defensa y promoción de los derechos sociales y humanos.
Los grupos parlamentarios, el nuestro en lo particular, ha dado seguimiento a los planteamientos que en materia de política migratoria se han realizado en los últimos meses en Estados Unidos de América y es por ello que destacamos la labor de la congresista Gabrielle Giffords a favor de las libertades y derechos sociales, y en especial su alta sensibilidad para con el tema de las minorías y los fenómenos migratorios.
Ciertamente, su conocimiento y sensibilidad no son ajenos a su estancia académica de varios años en el estado de Chihuahua y de su amplio conocimiento de la América Latina. En consecuencia, acudimos ante esta soberanía para presentar el siguiente pronunciamiento de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con los hechos ocurridos en el pasado 1 de enero en la ciudad de Tucson, Arizona.
La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos:
Primero. Expresa al gobierno de Estados Unidos de Norteamérica, a la Cámara de Representantes y al Poder Judicial de aquella nación, sus más profundas condolencias y solidaridad con las familias de las víctimas del ataque ocurrido en el estado de Arizona el pasado 8 de enero.
Segundo. Lamenta el fallecimiento del Juez Federal Roll, la menor Christina Taylor y otros cuatro ciudadanos norteamericanos.
Tercero. Manifiesta su más amplia solidaridad y reconocimiento a la representante Gabriel Giffords, por su labor legislativa y trabajo para con las minorías migrantes deseándole una pronta recuperación.
Cuarto. Expresa su más profunda preocupación ante el incremento de actitudes violentas, racistas y xenofóbicas que afectan los esfuerzos por lograr avances sustanciales en la atención de problemas de la agenda binacional entre México y Estados Unidos, particularmente el fenómeno migratorio y que han comenzado a manifestarse de forma violenta en contra de legisladores, funcionarios y ciudadanos estadounidenses que conociendo el tema lo han tratado de abordar para encontrar soluciones.
Quinto. Se exhorta respetuosamente a la Secretaría de Relaciones Exteriores a garantizar el cuidado, protección y asesoría legal y humanitaria a nuestros connacionales y a ejercer a cabalidad los instrumentos diplomáticos necesarios para promover un clima de respeto que garantice sus garantías individuales a través de una sólida acción consular y una más dinámica acción consular.
Intensificar los esfuerzos con el gobierno de Estados Unidos a efecto de lograr una mayor comprensión del fenómeno migratorio en la sociedad norteamericana desde una perspectiva amplia y equilibrada que considere adecuadamente la diversa y compleja realidad económica, social y cultural que la origina, procurando reducir y atemperar las actitudes y visiones racistas, xenofóbicas e intolerantes de grupos extremistas que dificultan la posibilidad de una solución amplia, comprensiva e integral sobre el tema.
Dado en Palacio Legislativo de San Lázaro por las fracciones parlamentarias del PRD, René Arce; del Grupo Parlamentario del Verde, Alberto Cinta; del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, Ricardo Monreal; de Convergencia Luis Maldonado y por el Grupo Parlamentario del PRI, su servidor.
Reitero, esperamos este punto de urgente u obvia resolución que será puesto a su consideración, se sume también el partido en el gobierno. Es cuanto.
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: Consulte la Secretaría si se considera de urgente resolución.
El Secretario senador Luis Alberto Villarreal García: En votación económica se pregunta a la asamblea, con fundamento en el artículo 59 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, si se considera de urgente resolución la proposición. Los legisladores que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo (votación). Los legisladores que estén por la negativa sírvanse manifestarlo (votación). Señor presidente, hay dos terceras partes por la afirmativa, es mayoría calificada.
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: Por favor, secretario, resalte usted la unanimidad de la votación.
El Secretario senador Luis Alberto Villarreal García: Hay unanimidad, pero la ley...
El diputado José Ramón Martel López (desde la curul): Señor diputado, al menos de Acción Nacional, por eso es importante.
El Secretario senador Luis Alberto Villarreal García: Por supuesto.
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: Gracias.
El Secretario senador Luis Alberto Villarreal García: Hay más de dos terceras partes, por haber unanimidad. Consecuentemente, se considera.
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: Se considera de urgente resolución. Por lo tanto, está a discusión. Están inscritos el senador Ricardo Monreal y el senador Luis Alberto Villarreal. Pregunto a la asamblea si hay algún otro orador que quiera hacer uso de la palabra.
El senador René Arce (desde la curul): Presidente, René Arce.
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: El senador René Arce, el diputado Sebastián Lerdo. Tiene la palabra el senador Ricardo Monreal.
El senador Ricardo Monreal Ávila: Ciudadano presidente, ciudadanos legisladores, soy uno de los suscribientes, de los que suscriben este punto de acuerdo de obvia y urgente resolución y creo que la motivación expresada por el diputado Martel y por el senador Villarreal son atendibles: se complementan.
La indignación que escuché en voz del senador Villarreal me parece justificada, y la actitud del diputado Martel me parece razonable. Sin embargo, no dejo de pensar en que muchos de los que nos escuchan o nos ven pudieran calificarnos como candil de la calle, obscuridad de la casa.
Nos indignamos y lo hacemos con razón por el asesinato de personas en los Estados Unidos; un congresista herido, un juez, una menor de edad.
Nadie levanta la voz por los cientos de muertos que diario se registran en México. ¿Quién ha levantado la voz por los 28 muertos, 15 decapitados en Guerrero? ¿Quién levanta la voz por Susana o por Maricela? ¿Qué voz oficial lamenta y qué voz oficial exige se actúe de inmediato frente al asesinato, la masacre, el baño de sangre, el océano de sangre que vive el país?
No sólo los 31 mil muertos, hablo de los casi 8 mil desaparecidos. Y se atreve el secretario de Gobernación y el Ejecutivo de Seguridad Pública a decir no son ciertas las cifras, vamos ganando la batalla.
En el mundo ya nos ubican en el barómetro de conflictos del 2010 en el sexto lugar de los países más violentos del planeta, según la Universidad Heidelberg, con niveles de inseguridad similares a Somalia, Sudán, Irak, Afganistán y Pakistán, y a pesar del silencio del Congreso, a pesar del silencio de los legisladores, ya hay protestas en la calle.
Hay protestas en Juárez, en Tamaulipas, en Monterrey. Hay protestas en Sinaloa. Hay protestas de intelectuales, de caricaturistas. Hay protestas de la sociedad civil que no es escuchada dentro de las paredes y de los muros del Congreso mexicano.
Ésa es la paradoja. Destinamos más tiempo en la discusión, logramos más acuerdos. Aquí, por unanimidad, decía el presidente, se resalta; y el presidente lo dijo, insistiendo: registre secretario que es por unanimidad.
Y afuera, en nuestro país, dónde está la unanimidad en este Congreso, para condenar el baño de sangre, la guerra unilateral que desde nuestro punto de vista, desde hace cuatro años, hemos insistido es un fracaso.
Dónde está la exigencia del Congreso mexicano, para rectificar la estrategia fallida contra el crimen organizado. Dónde están las voces enérgicas de este Congreso, para condenar los asesinatos diarios, diarios, diarios, mañana 30, pasado 80, 50, 20, 30 que importan los que sean, el número que sean.
Lo que nos importa es condenar que en Estados Unidos han fallecido por ataques arteros y cobardes un grupo de personas...
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: Concluya, senador.
El senador Ricardo Moneral Ávila: Concluyo, presidente. No hay duda: candil de la calle, obscuridad de la casa.
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: Tiene la palabra el senador René Arce.
El senador René Arce: Compañeras legisladoras y compañeros legisladores, suscribimos por supuesto este punto de acuerdo, porque nos parece importante que los legisladores mexicanos podamos rechazar este atentado que se comete contra una colega legisladora norteamericana y que causa víctimas en algunas personas que estaban cerca de ella.
Pero, el problema de fondo es qué es lo que provoca que se empiece a golpear, a atacar de esta manera a quienes de alguna u otra forma han estado ligadas a la lucha del derecho de los migrantes.
El asunto tiene que ver, fundamentalmente, con toda una ola conservadora que recorre a Estados Unidos y que recientemente acaba de darle el triunfo a un partido en cuyo seno se enquista una ola muy conservadora y que hizo de su campaña un eje fundamental: fuera migrantes de Estados Unidos.
No podemos dejar de lado la ley que recientemente se ve aprobada, impulsada por una gobernadora. Ni tampoco toda campaña hecha por una de las líderes, fundamentalmente, de una nueva corriente que se ha gestado al interior del Partido Republicano y que hace precisamente de la lucha contra los migrantes, una de las cuestiones que llaman de la población a sacar lo peor que el ser humano puede tener a su interior, que es precisamente evitarle al otro la posibilidad de tener una oportunidad de ganarse de manera honesta una manera de vivir, y eso es lo que está sucediendo en los Estados Unidos hoy y eso que a veces se traduce en palabras, en discursos, en acciones, termina atrayendo a sectores de la población que plantean que entonces lo correspondiente es eliminar a todos aquellos que se oponen a este tipo de políticas.
Esto ya lo hemos vivido, lo hemos vivido en la lucha que dieron los pueblos por su independencia en el mundo en contra del colonialismo, en contra del apartheid, en contra de una serie de cuestiones que lesionaban sobre todo a la naturaleza humana. Y en Estados Unidos eso es lo que estamos hoy viendo; que esta corriente va ganando cada vez más adeptos entre la sociedad, a la cual le dicen: la culpa de que nuestra economía no se desarrolle, no crezca, de que tú no tengas empleo, es porque te vienen a quitar su lugar esos mexicanos, esos guatemaltecos, esos salvadoreños que vienen aquí a quitarte el espacio que a ti te corresponde. Por lo tanto hagamos de una política expulsarlos del país.
Por lo tanto, aquellos que se atrevan a defenderlo, hay que castigarlos. A unos castiguémoslos no dándoles votos porque tienen una política blanda, pero a otros se les puede castigar de otra manera. Y éste es el problema fundamentalmente que estamos viviendo quienes desde diferentes trincheras defendemos el derecho que tienen los migrantes a tener un empleo en un país como los Estados Unidos.
Efectivamente, como se decía aquí, la mejor manera de hacer esta protesta es nosotros, en nuestro país, tener una actitud diferente con los migrantes que pasan por nuestro país o que llegan a nuestro país a buscar también una oportunidad.
Recientemente el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos dio una cifra sobre el número de migrantes que han sido secuestrados en nuestro país, y en lugar de que los encargados de brindar la seguridad a estos migrantes actuaran de una manera tranquila diciendo; vamos a investigar qué está sucediendo con esos migrantes, se refuta al presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos sobre los datos que ha dado.
Eso me parece delicado, me parece grave porque entonces difícilmente podríamos entender cómo reclamarles a los norteamericanos que atacan a los migrantes, si fácilmente nos pueden contestar; pero ustedes en su país hacen cosas que a cualquiera avergonzarían. Entonces por eso creo que una muestra de ser aquí, y fuera de nuestro país, congruentes es, sí, exigiendo que se respete el derecho de los migrantes en los Estados Unidos, condenando la agresión a esta legisladora...
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: Concluya, senador.
El senador René Arce: ...pero también en nuestro país, tratando adecuadamente a los migrantes, exigiendo respeto a sus derechos y castigando a aquellos que se han atrevido a violarlos en lo más importante que puede tener una persona, que son sus derechos humanos. Muchas gracias.
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: Gracias, senador. Tiene la palabra el senador Luis Alberto Villarreal García.
El senador Luis Alberto Villarreal García: Muchas gracias, presidente. Por supuesto que para el Partido de Acción Nacional ésta es una propuesta que celebramos y que acompañamos.
La celebramos y la acompañamos, porque el fondo va más allá de los propios resolutivos. Es básicamente lo que decía el senador Arce, lo que se ha empezado a construir en la sociedad norteamericana es más allá de una descomposición, un retroceso para un país que se jacta de ser democrático.
Un principio básico y pilar de la democracia es la tolerancia. En una sociedad donde no hay tolerancia, donde el discurso de los políticos se basa en la descalificación, en el odio que promueve el racismo, la xenofobia, el voto mentiroso, la propuesta electorera, es precisamente lo que lleva, entre muchas otras cosas, a consecuencias como las que se llevaron a cabo el 8 de enero en Tucson.
Promoción de leyes como la SB1070, discursos incendiarios como los que promueve la ex candidata a la vicepresidencia del Partido Republicano y otros que todos los días siembran odio y rencor, lo que empiezan a cosechar es precisamente violencia y actos sangrientos y detestables como los que se vivieron ahí.
Nosotros, por supuesto, creemos que es tarea no solamente de la Secretaría de Relaciones Exteriores promover políticas para la comprensión del fenómeno migratorio, debe de ser parte del espíritu de este Congreso de la Unión promoverlas en el país para que haya comprensión al fenómeno, para que no corramos el riesgo de que se siembre el odio y el rencor que se ha sembrado en otras comunidades.
Paradójicamente ha sido el hijo de un migrante mexicano el que, hasta el día de hoy, tiene con vida a la congresista Gabrielle Giffords, Daniel Hernández, hijo de un mexicano del estado de Sonora, migrante, parte importante de un país que en su composición social se funda básicamente de la migración de diferentes lugares del mundo, es el que puso su vida y su cuerpo de por medio y dio la atención inmediata a nuestra colega legisladora federal de Tucson, Arizona.
El PAN reitera sus condolencias a todos los habitantes de nuestro vecino país de los Estados Unidos, porque todos son víctimas cuando suceden actos barbáricos como los que allá se vivieron el 8 de enero.
Promovemos y reiteramos nuestra solidaridad con los familiares de quienes perdieron la vida en este atroz acontecimiento y por supuesto también con quienes están aún luchando por mantenerse con vida.
Reiteramos nuestro abrazo y nuestros votos por la pronta recuperación de quienes siguen heridos. Es cuanto, señor presidente.
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: Muchas gracias, señor senador. Al terminar la intervención del diputado Sebastián Lerdo de Tejada Covarrubias, preguntaremos si está suficientemente discutido. Tiene usted a palabra, señor diputado. Desde su lugar, diputado.
El diputado Sebastián Lerdo de Tejada Covarrubias (desde la curul): Gracias, señor presidente. En virtud de que el partido del gobierno se ha sumado a la propuesta que el diputado Martel ha dado a conocer a la asamblea, declino mi participación y reconocemos a la fracción de Acción Nacional.
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: Muchas gracias. Por lo tanto pregunte la Secretaría si se encuentra suficientemente discutido.
La Secretaria diputada Paula Ángélica Hernández Olmos: En votación económica se pregunta a la asamblea si se considera suficientemente discutida la proposición. Los legisladores que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo (votación). Los legisladores que estén por la negativa, sírvanse manifestarlo (votación). Señor presidente, unanimidad por la afirmativa.
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: Tome usted el sentido de la votación de los señores legisladores.
La Secretaria diputada Paula Angélica Hernández Olmos: En votación económica se pregunta si se aprueba la proposición. Los legisladores que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo (votación). Los legisladores que estén por la negativa, sírvanse manifestarlo (votación). Señor presidente, unanimidad por la afirmativa.
El senador Luis Alberto Villarreal García (desde la curul): Quisiera, presidente, solicitar, como promovente del turno anterior respecto al tema de Arizona, que el mismo se retire y quede sin efecto, toda vez que básicamente los resolutivos están en el mismo sentido, me parecería ocioso para la Segunda Comisión de trabajo, tener que revisar un tema que ha sido ya votado por la asamblea de la Comisión Permanente.
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: Se retira del registro y le agradecemos al señor senador su consideración.
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