18 jul 2009

El Islam

¿Odian los occidentales el islam?/Alaa Al-Aswany, escritor egipcio, autor de El edificio Yacobián.
Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.
Publicado en EL PAÍS, 17/07/09;
Denny Pattyn es un sacerdote estadounidense un poco especial. En 1996 creó en Arizona un programa llamado El anillo de plata cuyo objetivo fundamental es instar a chicas y chicos a abstenerse del sexo antes de casarse y convencerlos de que el sexo fuera del matrimonio es malo y pecaminoso. Pattyn celebra actos periódicos a los que asisten cientos de jóvenes estadounidenses que leen con él la Biblia y prometen ante el Señor conservar su virginidad para sus futuros esposos. Al final de la celebración, cada joven se coloca en la mano izquierda un anillo de plata que no se quitará hasta que se case. La campaña de Pattyn, que ya tiene un gran número de adeptos en Estados Unidos, se ha marcado el objetivo de obtener las promesas de más de dos millones de seguidores de aquí al próximo año. Su movimiento ha recibido fondos del Gobierno norteamericano.
En la televisión francesa vi un largo programa sobre el reverendo Pattyn, en el que sus seguidores defendían la virginidad como prueba de virtud. Aparecía también un psicólogo francés dispuesto a discutir sus ideas y mostrarse respetuosamente en desacuerdo con ellos. Empecé a pensar: las ideas de Pattyn sobre la castidad coinciden con las de la cultura tradicional arábigo-musulmana y, sin embargo, en la televisión francesa hablan educadamente del reverendo porque es norteamericano, cristiano y blanco. Si un árabe o un musulmán hubiera dicho lo mismo, se habría enfrentado a un torrente de acusaciones -empezando por las de retrógrado, bárbaro- y lleno de desprecio por las mujeres. Como prueban numerosos ejemplos, este doble rasero de Occidente está muy extendido.
Hace poco hubo elecciones en Irán y el vencedor oficial fue el presidente Ahmadineyad. Pero los resultados se pusieron en duda y se oyeron acusaciones de manipulación. Los gobiernos occidentales se alzaron indignados e hicieron declaraciones públicas de apoyo a la democracia en Irán. Y eso me hace preguntarme: las elecciones egipcias están amañadas desde hace muchos años y el presidente Mubarak se ha afianzado en el poder a base de referendos manipulados, así que ¿por qué eso jamás ha provocado la ira de los políticos occidentales? La respuesta es que el propósito de este clamor no es promover la democracia en Irán, sino abochornar a su régimen, que es hostil a Israel y está intentando desarrollar su capacidad nuclear, o sea, que supone una amenaza para el imperialismo occidental. En cambio, el régimen egipcio, a pesar de ser despótico y corrupto, es dócil y obediente, y sus políticas sirven los intereses de Israel y EE UU, de modo que los medios occidentales pasan por alto sus faltas, por espantosas que sean.
Durante las manifestaciones recientes en Irán, la joven Neda Sultan fue abatida por un disparo de origen desconocido y su muerte ocupó los titulares de los medios de comunicación de todo el mundo. A los políticos occidentales les conmovió tanto el fallecimiento de esta joven que el propio presidente Obama, casi con lágrimas, dijo que era un hecho desgarrador. Pocas semanas después, en la ciudad alemana de Dresde, una mujer egipcia llamada Marwa el-Shirbini estaba asistiendo al juicio de un alemán que le había proferido insultos racistas porque llevaba un hiyab. Cuando el tribunal alemán multó al hombre con 2.800 euros por insultarla, el extremista saltó lleno de furia y atacó a Marwa y a su marido con un cuchillo. Marwa murió allí mismo y su marido fue llevado al hospital en estado crítico.
Sin embargo, el asesinato en Dresde de la mujer egipcia con hiyab no rompió el corazón del presidente Obama ni fue objeto de primeras planas en los medios occidentales. La razón es que el asesinato de Neda incrimina al régimen iraní, que es hostil a Occidente, mientras que el asesinato de Marwa demuestra que el terrorismo no es exclusivo de árabes y musulmanes. Un terrorista blanco alemán mata a una mujer inocente a la que no conoce y también intenta matar a su marido simplemente porque ambos son musulmanes y ella lleva hiyab, pero los medios occidentales no están interesados en transmitir esta información. Es decir, Occidente suele adoptar unos puntos de vista y unas políticas que son obviamente hostiles hacia los árabes y musulmanes.
Ahora bien, ¿son los árabes y los musulmanes meras víctimas inocentes de los prejuicios occidentales? Desde luego que no. Para empezar, no podemos utilizar Occidente como un término único. Hay millones de occidentales que no aman ni odian el islam, sencillamente porque no saben nada de él. ¿Y qué sucede con la imagen del islam que transmiten muchos de los propios musulmanes? Si un occidental decidiera descubrir el islam a través de estos musulmanes, ¿qué encontraría? A Osama Bin Laden, que le miraría, como recién salido de una cueva medieval, y anunciaría que el islam le ordena matar a todos los cruzados occidentales posibles, aunque sean civiles inocentes. O leería que el movimiento talibán ha decidido cerrar los colegios para niñas en las regiones que controla con el argumento de que el islam prohíbe la educación de las mujeres porque son deficientes desde el punto de vista intelectual y desde el religioso. Después tendría noticia de declaraciones de quienes se llaman juristas islámicos y dicen que, si un musulmán se convierte a otra fe, el islam le ofrece la elección entre arrepentirse o morir degollado. Algunos de esos juristas también afirman que el islam no reconoce la democracia y que es obligatorio obedecer a un gobernante musulmán aunque oprima y robe a sus súbditos. Dicen que está muy bien que las mujeres se cubran el rostro con el niqab para que los que las ven no se sientan empujados por el deseo sexual a acosarlas o violarlas. Y muchos aseguran que el profeta Mahoma se casó con su esposa Aísha cuando ella tenía nueve años.
El occidental leerá todo eso y no descubrirá la verdad en absoluto. No sabrá que la esposa del profeta no tenía nueve años, sino 19. No sabrá que el islam da a hombres y mujeres total igualdad de derechos y obligaciones. No sabrá que, para el islam, si alguien mata a un inocente es como si hubiera matado a todo el mundo. Y nunca se enterará de que el niqab no tiene nada que ver con el islam, sino que es una costumbre que nos llegó con el dinero del Golfo de una atrasada sociedad del desierto.
El occidental nunca se enterará de que el verdadero mensaje del islam es libertad, justicia e igualdad. Ni de que garantiza la libertad de creencias, es decir, que quienes quieren creer pueden creer y quienes no lo desean no tienen por qué hacerlo. Ni de que la democracia es esencial para el islam, porque un musulmán no puede llegar al poder sin el consentimiento y la decisión de los musulmanes. Después de todo eso, ¿podemos reprochar al occidental que considere que el islam es la religión del atraso y el terrorismo?
El año pasado, me concedieron el Premio Bruno Kreisky de Literatura en Austria y el primer ministro austriaco me entregó el galardón. Yo tenía que pronunciar un discurso con ese motivo y decidí hablar sobre la realidad del islam. Conté a los presentes que el profeta Mahoma era tan afable que, cuando se arrodillaba para rezar, sus nietos Hassan y Hussein solían saltar sobre su espalda para jugar. Él se quedaba arrodillado para no molestar a los niños hasta que terminaban de jugar, y entonces reanudaba sus oraciones. Pregunté al público: “¿Se pueden imaginar que un hombre que interrumpía sus rezos por unos niños defendería asesinar y aterrorizar a gente inocente?”. La gente escuchó la historia con interés y muchos subieron después a preguntarme dónde podían encontrar informaciones genuinas sobre el islam.
Es cierto que la política occidental nos trata como pueblos coloniales que no merecen tener los mismos derechos que los ciudadanos de Occidente, y es cierto que sus medios de comunicación están predispuestos en contra de los árabes y los musulmanes, pero también es verdad que la lectura retrógrada del islam que hacen los wahhabíes y que se ha extendido por el mundo islámico ayuda a arraigar una imagen injusta y errónea de nuestra religión. Tenemos la obligación de empezar por nosotros mismos. Debemos rescatar al islam de todas las tonterías, falsedades e ideas retrógradas que se han asociado a él sin ninguna base. La solución es la democraci
a

To Kill Al- Qaeda?

To Kill Al-Qaeda?
THE WASHINGTON POST, 18/07/09:
The Post asked intelligence and defense experts about the politics and policies of the
CIA’s assassination program. Below are contributions from Marc Thiessen, Silvestre Reyes, Jeffrey Smith, Mark Lowenthal, Kate Martin, Vicki Divoll and Lanny Davis.
Marc A. Thiessen, visiting fellow at the Hoover Institution; served in senior positions in the Pentagon and White House from 2001 to 2009, most recently as chief speechwriter to President George W. Bush.
For eight years, the CIA had a secret program to kill or capture al-Qaeda operatives. A few weeks ago, Congress was briefed on it — and now we are debating the details in op-eds and other media reports. If that is not proof that Congress cannot be trusted with highly classified information, I don’t know what is.
It speaks volumes that congressional Democrats think it is a scandal that the CIA was coming up with new ways to kill al-Qaeda terrorists — as does Leon Panetta’s wrongheaded decision to cancel this effort. Some commentators have referred to CIA “death squads” and questioned whether it is legal to “assassinate” terrorist leaders. Yet the Obama administration is reportedly “assassinating” terrorists all the time in Pakistan using Predator drones. Why is killing terrorists from 2,000 feet morally superior from doing so from two feet away?
The CIA should be leaning forward, taking risks and coming up with innovative ways to take out terrorists before they strike our country again. Unfortunately, the Democrats have declared war on the agency for taking such risks. The president has accused CIA officers of “torture.” The attorney general is talking about appointing a special prosecutor. The speaker of the House has accused the agency of lying to Congress, and now congressional Democrats are beating the war drums for new investigations.
Meanwhile, career CIA officials such as Philip Mudd have seen their nominations scuttled and careers ruined by Washington witch-hunts. And we expect these people to take risks to protect us? Ingratitude in Washington has consequences. Beating up on the CIA will make the agency increasingly risk-averse — and that increases the risk of another attack.
REP. Silvestre Reyes (D-TEX.) Chairman of the House Permanent Select Committee on Intelligence.
Regardless of the specific programmatic details of CIA Director Leon Panetta’s recent disclosures to Congress, my view of their legality would be essentially the same: I support counterterrorism methods that have the potential to disrupt terrorist attacks as long as they are legal and have been appropriately reported as the law requires.
I want our intelligence officers to have a broad and powerful array of capabilities for preventing terrorist attacks. All I ask is that those capabilities are consistent with our laws and obligations. Have they been disclosed to the relevant Justice Department officials to determine their legality? Have they been disclosed to the relevant congressional oversight committees? Were they authorized by the president?
The House Permanent Select Committee on Intelligence investigation will examine not only these important issues but also broader and longer-standing issues involving the way in which the executive branch discharges its obligations of disclosure to Congress. The program that has been in the news of late is just one symptom of a larger problem of incomplete, late or false i
nformation being provided to Congress. We intend to tackle this larger problem, with an eye toward better oversight and, consequently, a stronger intelligence community.
Jeffrey H. Smith, former general counsel of the CIA; partner at Arnold & Porter.
The CIA, under Leon Panetta, is operating aggressively and at its highest tempo against al-Qaeda. It is not credible, therefore, that he terminated the program that has been in the news of late because it violated the prohibition on assassinations. Rather, it is more likely that he terminated the program simply because it was in the planning phase and no longer made sense.
The use of lethal force against terrorist leaders such as Osama bin Laden is not assassination. The ban on assassination prohibits acts such as the attempt to kill Fidel Castro, not acts targeted against terrorists who are seeking to kill Americans.
For years presidents have authorized the use of lethal force against al-Qaeda leaders. Canceling this program doesn’t mean the CIA has been disarmed. Moreover, Congress has been repeatedly briefed on the CIA’s counterterrorism authorities, and both Panetta and the director of national intelligence, Dennis Blair, have promised to brief them on future operations. So, what’s the fuss?
Congress is rightfully concerned when lawmakers have not been briefed about a program. But the reaction of some members appears to be an indirect effort to support House Speaker Nancy Pelosi’s contention that the CIA lied to her earlier about waterboarding.
The CIA has made mistakes, but the agency should never be a political football. The nation needs to take a deep breath and let the investigations that are underway proceed in a deliberate and professional manner. The CIA works hard to not politicize intelligence analysis; Congress should work equally hard to not politicize oversight.
Mark Lowenthal, assistant director of central intelligence for analysis and production from 2002 to 2005; staff director of the House intelligence committee, 1995-97.
The irony of the imbroglio over a CIA operational concept (it seems to have been less than an actual program) and briefing to Congress is that the CIA apparently went about this task methodically and deliberately. CIA leadership and officers recognized the daunting legal, logistic and operational issues involved in eliminating al-Qaeda leaders. Rather than bull ahead, they apparently did not put the concept into operation because important questions could not be answered.
Should Congress have been briefed? It is difficult to describe the concept as a “significant anticipated activity” as no activity was anticipated, ordered or in sight. There is also the broader question of whether intelligence oversight committees really want to be briefed on every nascent concept, regardless of its state of readiness. Under these terms, the number of briefings would escalate dramatically, leading to a blur of information and a declining ability on the part of Congress to tell the important programs from the dross. Moreover, it edges lawmakers closer to the line where they would be asked to give approval — tacit or explicit — for certain undertakings, something that Congress should not want and cannot carry out.
We have, most regrettably, entered an extremely partisan phase of intelligence oversight. It is difficult to avoid concluding that much of the angst expressed by Democratic members stems from a lingering defense of Speaker Nancy Pelosi and her imperfect memory of what she was briefed on and when regarding the terrorist interrogation program. (Republican members also deserve some credit for refusing to let the Pelosi issue die.) Those of us who have worked under the current oversight system for the past 33 years cannot recall a more partisan, more dysfunctional era.
Kate Martin, director of the Center for National Security Studies.
It is no surprise that the Bush administration’s CIA had plans for secret assassinations around the world that it kept from Congress at the direction of Vice President Cheney. We have known for several years that in the name of a “global war on terror” that administration repeatedly violated the laws of war and worked in secret to usurp the constitutional separation of powers.
Since the revelations, some have asked why we would ban such assassinations when the Obama administration itself is using Predator drones to attack suspected al-Qaeda and Taliban members in the mountainous border regions of Afghanistan. But there is a war in Afghanistan that has been authorized and recognized by both Congress and the international community. And, as the U.S. military has long recognized, fighting a war is not a license to murder. The Bush administration’s claim that a “global war on terror” justified kidnappings and assassination of “suspected terrorists” anywhere in the world because they are “combatants” was lawless. The Obama administration is right to end the assassination program. Properly confining the extraordinary authorities to kill and capture individuals to theaters where U.S. forces are engaged in combat restores the rule of law, thereby strengthening the United States and making the entire world more secure.
Vicki Divoll, former deputy counsel to the CIA Counterterrorist Center from 1997 to 2000; general counsel of the Senate intelligence committee from 2001 to 2003.
In evaluating whether Leon Panetta was right to cancel the program, we should look at whether the decisions to order and end the program were done in the right way and by the right officials.
We still do not know the exact nature of the “assassination” plan: Was it ordered by President Bush? Did it involve killing U.S. citizens or killing people inside the United States? Were the congressional intelligence committees properly notified — at least in a broad covert action finding — of plans to target and kill terrorists, with further notification of the operational details to come later? Would killings occur in sovereign nations without their knowledge and consent? Was the State Department consulted on the diplomatic ramifications of such a program?
As for the decision to end it, this is one for President Obama. A program ordered by a president, using his statutory and constitutional powers, should be ended by a president, not the CIA director. Presumably, Panetta consulted Obama.
Even though the program has been canceled, Democrats in Congress are exactly right to demand more information about the nature of this program: how it was formulated, whether it was legal and consistent with American values, and whether Congress was properly informed. The Framers contemplated that our elected representatives — the president and Congress together — would have to make many policy choices for us, because the best chance of making more good decisions than bad is to follow a process that is balanced and coherent.
Lanny J. Davis, special counsel to President Bill Clinton from 1996 to 1998.
The CIA assassination program should be continued under congressionally authorized legislation that makes it legal for the CIA, under military supervision, to kill identified members of al-Qaeda.
Note the words “congressionally authorized” — that means it needs to be lawful. (I know that the concept of laws enacted by the legislative branch with which the executive branch must comply may shock former vice president Dick Cheney and his acolytes.) Note “military supervision.” I believe the CIA is a great institution that this country needs to strengthen. We should not allow it to remain in the cross-fire of political scapegoating. But the CIA needs — and, indeed, should want — its assassination program to be supervised by the only institution in our democratic system of government with the legal authority and experience to kill people (other than capital offense executions).
Do I have a moral problem with a program in which we find and kill — legally and under strict supervision — identified and proven members of al-Qaeda, whose sworn purpose is to commit terrorism, meaning murdering innocent people?
Let me think about it for a second.
No.

Comisión para analizar vídeo

Gobierno ecuatoriano estudiará video del Mono Jojoy
Semana on line, 18 de julio de 2009
Relaciones Exteriores El canciller de ese país, Fander Falconi, le dijo a SEMANA que una comisión integrada por cuatro funcionarios hará los estudios. Opositores piden cuentas sobre relación del gobierno de Rafael Correa con las Farc.
El gobierno ecuatoriano negó que la campaña del presidente Rafael Correa haya recibido dinero de las Farc y calificó la versión como otra maniobra mediática de Colombia en contra de Ecuador.
La oposición del vecino país, en cambio, pide una investigación sobre este hecho. El ministro de Seguridad, Miguel Carvajal, aseguró que el gobierno "no tiene ninguna relación" con esa guerrilla colombiana.
"En ninguna de las campañas el movimiento PAIS (oficialista) ha recibido dinero de las Farc. No ha tenido ni tiene nexos como para pedir ni recibir recursos", dijo el ministro en diálogo telefónico con SEMANA.
En un sentido similar se pronunció el canciller Fander Falconí: “este Gobierno jamás ha recibido un aporte de un movimiento irregular o de alguna cuenta que no esté absolutamente transparentada en términos de nuestro financiamiento como movimiento político”, manifestó al corresponsal de SEMANA en Quito.
Recalcó que una Comisión Técnica, integrada por cuatro miembros del Gobierno, analizará el video donde aparece Jorge Briceño, alias “Mono Jojoy”, diciendo que el grupo subversivo colaboró con dinero para la campaña del presidente Correa.
La Comisión estará integrada por Miguel Carvajal, ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa; Ricardo Patiño, ministro coordinador de la Política; Vinicio Alvarado, secretario de la Administración Pública y Fander Falconí.
Las imágenes del video, según Falconí, son un ataque mediático que pretende involucrar a las autoridades ecuatorianas con miembros de grupos irregulares. “Deben terminar estos planteamientos como país”.
Sobre la información que contiene la cinta, el Canciller señaló que no existen los suficientes elementos técnicos que involucren al presidente Correa con el grupo irregular. “Este video ha sido revisado algunas veces minuciosamente antes de hablar con usted y no quedan absolutamente claros los argumentos”, concluyó Falconí.
Por otra parte, Diego Ordóñez, líder de la Unión Demócrata Cristiana, recordó a SEMANA que hace más de un año, después de los episodios de Angostura donde murió el líder guerrillero Raúl Reyes, solicitó la conformación
de una comisión encargada de investigar la denuncia del presidente Álvaro Uribe en el sentido de que la campaña del presidente Correa habría recibido fondos de las Farc.
Aseguró que el presidente Rafael Correa, responsable máximo de la seguridad del Estado ecuatoriano, debe rendir cuentas al país explicando “cómo es posible que una persona vinculada y que tenía afectos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia –Farc- ocupaba el cargo de Subsecretario en el Ministerio”, refiriéndose a José Antonio Chauvín, quien dijo que se había reunido siete veces con ‘Raúl Reyes’.
En este sentido, sostuvo que el ex ministro Gustavo Larrea también debe explicarle al país muchas cosas, máxime ahora que se conoce el polémico video.
“Pedí que Correa cumpla con el ofrecimiento de formar una comisión que investigue esta alusión, no lo hizo y ahora empieza a develarse que aquella acusación tenía sustento. Es lamentable porque la imagen del Ecuador queda seriamente lacerada”, manifestó Ordóñez.

Contra la noche sin cuerpo

Contra la noche sin cuerpo/Octavio Paz
Contra la noche sin cuerpo
se desgarra y se abraza
la pena sola.
Negro pensar y encendida semilla
pena de fuego amargo y agua dulce
la pena en guerra.
Claridad de latidos secretos
planta de talle transparente
vela la pena.
Calla en el día canta en la noche
habla conmigo y habla sola
alegre pena.
Ojos de sed pechos de sal
entra en mi cama y entra en mi sueño
amarga pena.
Bebe mi sangre la pena pájaro
puebla la espera mata la noche
la pena viva.
Sortija de la ausencia
girasol de la espera y amor en vela
torre de pena.
Contra la noche la sed y la ausencia
gran puñado de vida
fuente de pena
.

Entresuelo


Entresuelo de Jaime Sabines
Un ropero, un espejo, una silla,
ninguna estrella, mi cuarto, una ventana,
la noche como siempre, y yo sin hambre,
con un chicle y un sueño, una esperanza.
Hay muchos hombres fuera, en todas partes,
y más allá la niebla, la mañana.
Hay árboles helados, tierra
seca,
peces fijos idénticos al agua,
nidos durmiendo bajo tibias palomas.
Aquí, no hay mujer. Me falta.
Mi corazón desde hace días quiere hincarse
bajo alguna caricia, una palabra.
Es áspera la noche. Contra muros, la sombra
lenta como los muertos, se arrastra.
Esa mujer y yo estuvimos pegados con agua.
Su piel sobre mis huesos
y mis ojos dentro de su mirada.
Nos hemos muerto muchas veces
al pie del alba.
Recuerdo que recuerdo su nombre,
sus labios, su transparente falda.
Tiene los pechos dulces, y de un lugar
a otro de su cuerpo hay una gran distancia:
de pezón a pezón cien labios y una hora,
de pupila a pupila un corazón, dos lágrimas.
Yo la quiero hasta el fondo de todos los abismos,
hasta el último vuelo de la última ala,
cuando la carne toda no sea carne, ni el alma
sea alma.

Es preciso querer. Yo ya lo sé. La quiero.
¡Es tan dura, tan tibia, tan clara!
Esta noche me falta.
Sube un violín desde la calle hasta mi cama.
Ayer miré dos niños que ante un escaparate
de maniquíes desnudos se peinaban.
El silbato del tren me preocupó tres años,
hoy sé que es una máquina.
Ningún adiós mejor que el de todos los días
a cada cosa, en cada instante, alta
la sangre iluminada.
Desamparada sangre, noche blanda,
tabaco del insomnio, triste cama.
Yo me voy a otra parte.
Y me llevo mi mano, que tanto escribe y habla.

El vídeo de El Mono Jojoy

El Comercio de Quito, 18 de julio de 2009;
Redacción Judicial judicial@elcomercio.com
El Gobierno desestimó la denuncia de un supuesto aporte económico de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El ‘Mono Jojoy’Jorge Briceño, alias ‘Mono Jojoy’, nació el 5 de febrero de 1953 en Cabrera (Cundinamarca). Es parte del Secretariado de las FARC . Se vinculó a la guerrilla en 1975 como guerrillero raso y en forma progresiva fue ocupando los cargos de comandante de escuadra, de compañía y otros, hasta llegar a ser parte de la dirigencia de las FARC.
El ‘Mono Jojoy’ es considerado uno de los guerrilleros más radicales del grupo subversivo. Maneja el ala militar de las FARC.
Ayer, varios medios de comunicación e incluso el portal YouTube difundieron un video obtenido por la agencia Associated Press (AP), que muestra al número dos de las FARC, Jorge Briceño, alias ‘Mono Jojoy’, hablando frente a un grupo de guerrilleros, mientras descansan en la selva.
Se observa que lee un texto en una computadora portátil color plata. La imagen se corta abruptamente y Briceño vuelve a aparecer. Bebe líquido de una botella y dice: “(...) Ayuda en dólares a la campaña de Correa y posteriores conversaciones con sus emisarios, incluidos algunos acuerdos, según documentos en poder de todos nosotros, los cuales resultan muy comprometedores en nuestros nexos con los amigos”. El video, que está editado, no precisa el contexto en el cual se hizo la declaración. Por ejemplo, no está de corrido el mensaje previo que diera ‘Mono Jojoy’ antes de beber de la botella.
“Documentos comprometedores que relacionan a Correa con las FARC”, tituló ayer la revista Semana, de Colombia, en su portal, refiriéndose al presidente de la República, Rafael Correa. Además, publicó: “Lo secretos de las FARC se han perdido totalmente”, dice el ‘Mono Jojoy’. “Autoridades colombianas analizan este video y otros documentos encontrados a alias ‘Camila’, capturada hace dos meses”.
La Fiscalía de Colombia informó a Reuters que tiene un reporte de la Policía Judicial, donde da cuenta del contenido y la existencia del video. La cinta fue obtenida en el allanamiento al apartamento de ‘Camila’, una guerrillera colombiana detenida hace un par de meses en Bogotá. El ministro de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal, resaltó que el Gobierno no tiene vínculos con la guerrilla. “Este Régimen es de intolerancia a los grupos subversivos y en especial a las FARC. Hemos destruido 180 campamentos ilegales de las FARC en 2008 y más de 44 en 2007. Eso es muestra de nuestro trabajo”, dijo a EL COMERCIO. “Hay que verificar si el video es real y no un montaje. Si es verdadero, habrá que preguntarles a las FARC los nombres de a quiénes dieron el dinero, porque País y el Gobierno no han pedido ni recibido dinero de las FARC”.Anoche, el canciller Fander Falconí anunció que el Gobierno creó una comisión para investigar los elementos técnicos del video. El equipo fue integrado por Carvajal; Falconí; el ministro de Coordinación Política, Ricardo Patiño, y el secretario de la Administración, Vinicio Alvarado.
“Nosotros como Movimiento País jamás hemos recibido un aporte de grupo irregular alguno”, insistió Falconí, en rueda de prensa en Carondelet. “Todo se trata de un ataque mediático que debe cesar. Hay que estar claros en que no es una postura del Gobierno de Colombia ni un video del Gobierno colombiano, sino de un medio de comunicación”.
Pero Carvajal tiene dudas de una posible acción política del vecino país. “Esto es parte de una campaña propagandística de Colombia, que luego del ataque a Angostura ha tratado de vincular a este Gobierno con las FARC”.
El video se hizo público en el peor momento de la relación diplomática entre Quito y Bogotá. La tensión estalló el pasado 29 de junio, cuando el juez primero de lo Penal de Sucumbíos, Daniel Méndez, ordenara la prisión preventiva del ex ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, por las 25 muertes, tras el bombardeo a Angostura.
Anteayer, esa orden de prisión fue ratificada por la Primera Sala Penal de la Corte de Sucumbíos.
***
Documentos comprometedores que relacionan a Correa con las Farc
Revista Semana on line,
“Los secretos de las Farc se han perdido totalmente”, dice el 'Mono Jojoy'. Autoridades colombianas analizan este video y otros documentos encontrados a alias 'Camila', capturada hace dos meses.
Frank Bajak, AP
BOGOTA (AP) — La Fiscalía General investiga unos documentos decomisados por la Policía a una presunta guerrillera de las Farc, entre los que figura un video en el que Jorge Briceño Suárez, alias el ‘Mono Jojoy’, menciona los aportes que esta organización insurgente hizo en dólares a la primera campaña electoral del presidente de Ecuador, Rafael Correa. Hermes Ardila, jefe de los fiscales de la unidad antiterrorismo de la Fiscalía General, confirmó a la AP que su despacho lleva el caso de una guerrillera detenida el pasado mayo en Bogotá, y a quien le fueron incautados tres computadores, uno de ellos con un video de al menos una hora. En la filmación se ve al ‘Mono Jojoy’, uno de los siete miembros del secretariado de las Farc, mencionando que entre otras informaciones de la guerrilla que han quedado al descubierto, debido a operativos de las autoridades colombianas, están los aportes dados por los insurgentes a la campaña de Correa en 2006. “Los secretos de las Farc se han perdido totalmente”, aseguró el líder rebelde. “Veamos, en los documentos incautados había referencias de compra de armas de varios calibres y quiénes las moverían y con sentido a quiénes" iban dirigidas, se escucha decir a Briceño al comenzar a enumerar la serie de documentos y datos que habían caído en poder de las autoridades.
"Ayuda en dólares a la campaña de Correa y posteriores conversaciones con sus emisarios, incluidos algunos acuerdos, según documentos en poder de todos nosotros, los cuales resultan muy comprometedores en nuestros nexos con los amigos", agrega Briceño, de pie frente a un computador portátil del que lee en medio de un selvático paraje. Fue la primera vez que se escuchó de viva voz a un alto miembro de las Farc mencionar tales aportes, de los cuales ya habían circulado versiones en 2008. El gobierno de Correa siempre los ha negado. El video fue entregado a la AP a condición de no revelar su origen. Al ser consultado sobre el video, el ministro de Seguridad de Ecuador, Miguel Carvajal, dijo a la AP que primero debía ver las imágenes, comprobar su veracidad, pero que tenía la “absoluta convicción y fuerza que el gobierno del presidente Correa ni ha tenido en la campaña ni tiene ninguna relación ni aportes de grupos como las FARC y mucho menos ningún tipo de acuerdo". "Si es que algún miembro de las FARC, en el supuesto de que ese video sea verificada su autenticidad, afirma haber entregado recursos como se dice, a emisarios, tendrían que decir quiénes son esos emisarios que se han tomado el nombre del presidente o quiénes son esos emisarios que a nombre de la campaña electoral han establecido esos vínculos", aseguró.
En el video no se escucha a Briceño dar detalles sobre el monto entregado o la fecha de ese aporte. El año pasado, cinco documentos divulgados o filtrados por el gobierno a los medios mencionaban comunicaciones en las que jefes rebeldes discutían un aporte de 100.000 dólares hecho por las Farc a la campaña de Correa a fines del 2006. El gobierno de Colombia dijo que tales documentos eran de un computador de un jefe de las Farc. Ni en el video ni en los documentos hay mención a un contacto directo de miembros de las Farc con Correa o que el entonces candidato supiera del aporte de esos dineros rebeldes.
El video seguramente atizará las discordias entre Quito y Bogotá, sin relaciones diplomáticas desde el 3 de marzo del 2008. Briceño aparece hablando delante de al menos unos 250 guerrilleros sentados o recostados a los árboles con sus armas al hombro, caras largas o agarrándose la cabeza porque entre otras noticias leídas por Briceño está la confirmación de la muerte de un infarto el 26 de marzo del 2008 de Manuel Marulanda o "Tirofijo", líder fundador de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en los años 60.
Al leer apartes de un mensaje dejado por Marulanda a sus rebeldes, se escucha a Briceño hacer una breve pausa para preguntar: "¿qué sonó?, ¿una bomba?" y, tras recibir una respuesta negativa, sigue leyendo. El material de los tres computadores, marca Sony Vaio, estaba total o parcialmente encriptado y técnicos de la policía lograron tener acceso a todo el material, incluyendo el video, sólo hasta el pasado 10 de julio y se los entregaron a fiscales. Las autoridades dieron con los equipos al detener a Adela Pérez, alias "Camila", de 36 años, quien lideraba una red urbana de las Farc en Bogotá. Las autoridades capturaron a la guerrillera gracias a un informante y la mujer fue detenida por la policía en una casa de la barriada de Suba, al noroeste de la capital, el 30 de mayo del 2009. Al día siguiente a "Camila" le fueron formulados cargos por concierto para delinquir, terrorismo y reclutamiento. Actualmente está detenida en una cárcel de Bogotá.
Los nuevos datos en manos de la Fiscalía General parecieron ratificar versiones surgidas en marzo del 2008, que en parte provenían de comunicaciones y correos electrónicos encontrados en computadores decomisados por el ejército en un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano en una incursión militar no autorizada por Quito.
En el ataque en suelo ecuatoriano al puesto rebelde, murió Raúl Reyes, otro de los miembros del secretariado de las Farc y uno de sus más importantes voceros internacionales y negociador. Ecuador ha negado la existencia de los computadores de Reyes y duda de la veracidad de la información que Bogotá dice haber obtenido de ellos.
En el ataque murieron Reyes y otras 25 personas, pero sobrevivieron dos colombianas y una mexicana. De acuerdo con las autoridades, el video de Briceño fue grabado probablemente en la región de La Macarena, al sur del país --tradicional bastión del líder rebelde--, entre el 27 de marzo y el 2 de julio del 2008 porque en las imágenes el jefe insurgente se refiere a las muertes de Marulanda, ocurrida el 26 de marzo del 2008 y a la de Reyes. Briceño no menciona la "Operación Jaque", el rescate militar de 15 rehenes en poder de las Farc el 2 de julio del 2008.
El vídeo tomado de Semana.

Mañanera del lunes 18 de marzoi de 2024

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