Miedo a la extradición... o a la ejecución/JESUSA
CERVANTES Y JORGE CARRASCO ARAIZAGA
Revista Proceso # 2022, 1 de agosto de 2015
LA
FUGA
Joaquín
Archivaldo Guzmán Loera, El Chapo, se le fugó al secretario de Gobernación,
Miguel Ángel Osorio Chong, y además aventaja a la procuradora general de la
República, Arely Gómez González, en el proceso de extradición.
El
mismo día en que Gómez anunció que un juez federal le había otorgado “la orden
de detención con fines de extradición”, El Chapo recibió de otro juzgado la
llamada “suspensión de plano” para que nadie lo pueda sacar en lo inmediato del
país, aun cuando sea reaprehendido.
Los
recursos de su defensa le permitieron al capo no ser extraditado de manera
expedita a Estados Unidos. Antes, el gobierno de México deberá vencerlo
judicialmente, lo cual podría ocurrir pasada la administración de Enrique Peña
Nieto. Sólo entonces la solicitud oficial de extradición se podrá conocer
públicamente, pues la Secretaría de Relaciones Exteriores la reservó “por tres
años”, revela en entrevista Juan Pablo Badillo Soto, abogado del Chapo.
Badillo
Soto fue contratado por Guzmán hace 22 años, cuando éste estaba preso en Puente
Grande, Jalisco; el defensor, dice él mismo, lo libró esa vez de cuatro cargos
penales.
Hoy
tiene como principal tarea evitar la entrega del capo a Estados Unidos, lo
cual, según el abogado, es su principal temor… o el de ser “abatido”, como ha
ocurrido con otros jefes del narcotráfico.
–¿Cuándo
lo vio por última vez?
–Hace
cuatro o seis meses.
–¿Estaba
asustado?
–No.
–¿Triste?
–No.
–¿Enojado?
–
No. Más bien temeroso de ser extraditado o abatido.