El muro de Trump abre una era hostil con México
La orden ejecutiva para construir la divisoria echa por tierra años de estabilidad y dinamita la visita de Peña Nieto a Washington
JAN MARTÍNEZ AHRENS
El País, México 25 ENE 2017
Donald Trump cumple sus promesas. A tan solo cinco días de jurar el cargo, el presidente de Estados Unidos ha firmado la orden ejecutiva para construir el muro con México. La decisión abre una inmensa fisura entre ambos países. Aunque ya exista una divisoria física de casi 1.100 kilómetros, la medida echa por tierra años de estabilidad y buena vecindad. A cambio impone una vuelta al pasado y dinamita los intentos de Enrique Peña Nieto por encauzar las relaciones con el incontenible republicano. Una era de hostilidad ha dado comienzo.
La orden va mucho más allá del problema migratorio. Este apenas existe. O al menos ya no es masivo. Desde hace años el saldo migratorio es negativo y salen más mexicanos de Estados Unidos que los que entran (140.000 más solo en 2014). Pero eso, en el contexto trumpiano, pesa poco. El muro más que una obra, es un símbolo.