17 nov 2008

Más dudas que certezas

Más dudas que certezas
PATRICIA DáVILA Y RODRIGO VERA

Revista Proceso 1671 (www.proceso.com.mx), 16 de noviembre de 2008;
Más dudas que certezas arrojan las investigaciones, las declaraciones -incluidas las que de manera precipitada realizó el embajador de Estados Unidos en México- y las contradicciones de las autoridades que, como la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, han insistido desde el principio: el desplome del Learjet en el que viajaba el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, el exsubprocurador José Luis Santiago Vasconcelos y siete personas más se debió a un "accidente". Declaraciones de diversos personajes, entre ellos Germán Martínez, presidente del PAN, fortalecen las sospechas de que la mano del narco pudo haberse hallado detrás del percance aéreo: "Por tu memoria Juan Camilo (...), no vamos a permitir que el narcotráfico y la droga lleguen a nuestros niños..."
El gobierno mexicano, respaldado ahora por la embajada de Estados Unidos en México, ha reforzado su hipótesis original en el sentido de que el Learjet 45 en el que viajaba el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, se desplomó a causa de un accidente, ocasionado por la presunta impericia de los pilotos, quienes no pudieron controlar la aeronave al entrar a una zona de turbulencia.
Sin embargo, esa versión oficial sigue despertando desconfianza en los sectores aeronáutico y empresarial, en la sociedad civil y aun dentro del Partido Acción Nacional, pues se presume que el percance pudo deberse a un atentado del narcotráfico. De hecho, personajes como José Antonio Ortega Sánchez, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, e Ismael Plascencia Núñez, dirigente de la Confederación de Cámaras Industriales, piden que las pesquisas se encaminen también por la línea del sabotaje.
El problema es que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) alimenta aún más las sospechas con sus datos contradictorios. Por ejemplo, esta dependencia afirmó inicialmente que la "posición" del Learjet con respecto al avión de alto tonelaje que lo precedía era la adecuada, pero ahora sostiene que no lo era. Al jet de la Secretaría de Gobernación, afirma, sí le afectó la turbulencia de la otra aeronave, un Boeing 767-300.
Por lo demás, sigue sin aclararse por qué la turbulencia no le afectó al helicóptero que también volaba cerca y cuya identidad continúa en el misterio. Cuando, el pasado viernes 14, se le hizo esta pregunta al titular de la SCT, Luis Téllez, respondió que se investigarán las razones.
Al aparatoso despliegue mediático que sostiene la versión del accidente, se sumó el presidente Felipe Calderón, quien el pasado lunes 10 afirmó:
"Los elementos con los que se cuenta hasta este momento no permiten afirmar la existencia de otra hipótesis diferente a la de un accidente. Si se corrobora esta versión, así se dará a conocer con toda transparencia a los ciudadanos mexicanos. Y si fuera otra, también, no tendríamos ninguna razón en ocultarla."
Dos días después -el miércoles 12-, sorpresivamente el embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza, se adelantó en dar a conocer la información contenida en las cajas negras del avión que analizaron peritos de su país, con base en la cual descartó la posibilidad de un sabotaje:
Antes que lo informara la SCT -instancia que coordina las pesquisas-, Garza aseguró en un comunicado:
"He estado en contacto regular con el jefe del equipo del Comité Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) y hoy hablé con él una vez más... Me confirmó que, a la fecha, nada en la grabadora de datos de vuelo, la grabadora de voz de la cabina, o cualquier otra evidencia recuperada en la escena del trágico accidente indica que haya sido causado por sabotaje o actividad criminal."
Agregó que los investigadores realizaron inspecciones en torno a la aeronave, las operaciones de vuelo de los pilotos y el control aéreo, lo mismo que sobre las condiciones climatológicas, "para determinar la causa probable del accidente".
Molesto, el panista Gustavo Madero, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, calificó esta injerencia del embajador como "una falta de respeto" hacia México, ya que "son declaraciones anticipadas y están fuera de lugar". Puntualizó: Garza "no es el vocero adecuado, no debe ser él quien anticipe la información que debe dar la Secretaría de Comunicaciones y Transportes".
Mientras que el senador priista Francisco Labastida señaló: "Al embajador le gusta hablar de más. Habló mucho".
Finalmente, el viernes 14, Luis Téllez, titular de la SCT, confirmó lo dicho por el diplomático:
"La información científica y técnica que el equipo de investigadores ha producido hasta ahora, no muestra evidencia alguna de sabotaje o de la presencia de explosivos".
En conferencia de prensa, Téllez declaró que el piloto de la aeronave, Martín de Jesús Oliva Pérez, y el copiloto, Álvaro Sánchez y Jiménez, tuvieron "presuntas deficiencias en el proceso de capacitación y certificación" para operar el Learjet 45.
Añadió:
"La caja negra de audio muestra la falta de familiaridad del capitán Oliva con los instrumentos en cabina, al fallar repetidamente en la introducción de datos en los sistemas electrónicos. Así mismo, resulta notoria la desorientación respecto a la ubicación geográfica, al dudar si sobrevolaban Querétaro o Morelia y la refinería de Tula o la de Salamanca".
Y expuso que -de acuerdo con la grabación de voces- "el avión entró en una turbulencia que sorprendió a los tripulantes y que el piloto volando atribuyó a la estela del avión que los precedía", un Boeing 767-300, de 175 toneladas de peso.
En cuestión de segundos la situación empeoró. El copiloto Álvaro Sánchez, con mayor experiencia, intentó retomar el control de la nave, pero no pudo. Entre ellos "se dieron expresiones de angustia, impotencia y desesperación", dijo Téllez. Luego la nave se estrelló en tierra. Eran las seis de la tarde con 46 minutos del martes 4 de noviembre.
Explicó Téllez que la "turbulencia de estela" que dejaba el pesado Boeing, que venía de Buenos Aires, desestabilizó al Learjet -de 9.4 toneladas de peso-, ya que la distancia que los separaba era de 4.15 millas náuticas, cuando la "distancia mínima" debe ser de 5 millas náuticas.
En suma, la versión oficial es que el accidente fue ocasionado porque los mal capacitados pilotos de Mouriño se metieron a una zona de turbulencia en la que no pudieron maniobrar.
Muy distinta fue la versión que dieron el pasado 5 de noviembre, un día después del siniestro. Entonces, apoyándose con las imágenes de radar, el ingeniero Agustín Arellano, director de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), aseguró categórico:
"La aeronave cumplió con los reportes de posición autorizados por los Servicios de Control de Tránsito Aéreo... Las trayectorias, altitudes y velocidades de la aeronave se encuentran dentro de las normas establecidas en los procedimientos de llegada al aeropuerto de la Ciudad de México."
Además, no se ha explicado por qué motivo el piloto de ese vuelo era el capitán más inexperto, Oliva Pérez, con 3 mil 675 horas de vuelo, mientras que el copiloto era Álvaro Sánchez, con 11 mil 809 horas de vuelo y, por lo tanto, con mayor experiencia, al grado de que fue quien intentó maniobrar la nave en el último momento.
Otro enigma: ¿Cómo fue que Gobernación aceptó que la empresa contratista Centro de Servicios de Aviación Ejecutiva le asignara pilotos sin calificación?
Según Ángel Iturbe, secretario del trabajo del Sindicato Nacional de Controladores Aéreos, son muy rigurosas las evaluaciones a las que se someten los pilotos:
"En la Dirección General de Aeronáutica Civil (de la SCT) a los pilotos nos revalidan todas nuestras licencias para que podamos trabajar cada año. Ahí tienen nuestras bitácoras, horas de vuelo, antecedentes médicos, etcétera. La Secretaría de Gobernación también debió de tener el historial de sus pilotos, a quienes se les capacita en el modelo de aeronave que van a operar".
Téllez y Arellano tampoco han podido explicar cómo es que la turbulencia no desestabilizó a un helicóptero que volaba cerca del Learjet 45, casi al momento del percance. "Vamos a investigar absolutamente todos los hechos", dijo Téllez cuando se le inquirió al respecto, el viernes pasado.
Ese helicóptero aparece en las imágenes de radar que fueron dadas a conocer por la SCT. Se calcula que llevaba una diferencia de altitud de 600 metros con respecto al minijet de Mouriño. Arellano informó que despegó de un helipuerto de la empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA) y que iba rumbo a Toluca, a donde llegó a las 18 horas con 57 minutos de ese 4 de noviembre. El aparato pertenece -dijo Téllez- a la empresa Aerolíneas Ejecutivas.
El funcionario de ICA responsable de ese helipuerto, Quirico Seriñá, da más detalles a Proceso:
"Es un helicóptero Agusta 139, XA-JSL. Y la solicitud para que aterrizara en nuestro helipuerto nos la hizo Aerolíneas Ejecutivas, a las 14:35 horas de ese día".
Señala que "los capitanes" que pilotaban el helicóptero quedaron registrados como "Ortiz y Navarro"; supone que son los primeros apellidos del piloto y el copiloto, respectivamente.
Seriñá consulta su libro de registro y agrega que, la tarde de ese día, la aeronave usó dos veces el helipuerto de ICA, ubicado en Río Becerra, esquina con Avenida del Parque, en la colonia Nápoles.
A las 18:20 horas, el helicóptero aterrizó y de él descendió una persona registrada como "Alejandro Simón hijo". A las 18:27 volvió a despegar ya sin pasajeros.
Pocos minutos después, a las 18:39, regresó al helicóptero y aterrizó nuevamente ahí. Esta vez descendió una persona que quedó registrada como "Alejandro Simón padre". Luego, ya sin pasajeros otra vez, despegó a las 18:44, por lo que se cruzó en el aire con el avión de Mouriño.
Así, quizá los pilotos del helicóptero presenciaron en vuelo el desplome del Learjet 45, sin que a su ligera aeronave le haya afectado la turbulencia del Boeing.
Comenta Seriñá:
"Las procedencias y destinos de los helicópteros no los registramos, por lo que esas dos veces que aterrizó el Augusta, yo no supe de dónde venía ni a dónde iba. Suponemos que su último destino fue Toluca, porque allá tiene su base Aerolíneas Ejecutivas, una empresa que da servicio de taxi aéreo y con la que llevamos buena relación; incluso funcionarios de ICA utilizan sus servicios".
-¿Y sería efectivamente un helicóptero de esa empresa?
-Muchas veces algún empresario o político tiene un helicóptero y se lo da a una empresa para que se lo opere, se lo cuide en un hangar y le dé mantenimiento. En este caso, repito, fue Aerolíneas Ejecutivas la que nos pidió permiso para usar nuestro helipuerto.
Sin embargo, Aerolíneas Ejecutivas se deslindó totalmente de ese helicóptero Augusta 139:
"Nosotros no tenemos ninguna relación con esa aeronave. Ningún conocimiento de ella. No sabemos de quién sea", dijo a Proceso Antonieta Lozano, funcionaria de esa empresa dedicada a la venta, compra, renta, administración y mantenimiento de aeronaves.
¿Quién es el propietario de ese misterioso helicóptero? ¿Quiénes fueron sus pilotos y tripulantes el día del percance? ¿Por qué no le afectó la turbulencia del Boeing?
Lo cierto es que -según un piloto que pidió omitir su nombre-, ese helicóptero no tuvo por qué haberse cruzado con el Learjet, puesto que es otra la ruta que se toma del helipuerto de ICA a la ciudad de Toluca.
Otro dato revelador: en el aeropuerto de Toluca, Aerolíneas Ejecutivas le presta una oficina a la empresa Centro de Servicios de Aviación Ejecutiva, que es justamente la que operaba el Learjet 45 en que viajaba Mouriño
Declaraciones extrañas
Todas estas contradicciones y enigmas alimentan la sospecha de que se trató de un atentado del narcotráfico. El mismo Germán Martínez, dirigente nacional del PAN, declaró lo siguiente durante el homenaje póstumo rendido a Mouriño en la sede panista, el domingo 9:
"Por tu memoria Juan Camilo, por tu memoria de audacia y de alegría, no vamos a permitir que el narcotráfico y la droga lleguen a nuestros niños".
Y advirtió: "... por tu memoria limpia y valiente, el PAN no va a pactar con delincuentes".
Posteriormente, el martes 11, durante la comida de clausura de la Reunión Anual de Industriales 2008, que en el hotel Nikko presidió Felipe Calderón, se guardó un minuto de silencio en honor a Mouriño. Ahí, Ismael Plascencia Núñez, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales, le reclamó a Calderón en un discurso pronunciado ante los comensales:
"En los primeros días de su administración dejó muy claro, con acciones concretas, que el gobierno mexicano no dará tregua a la delincuencia y al narcotráfico, y nos dijo que esta batalla sería muy dura y costaría la vida de muchos mexicanos. Hoy vemos que este problema es mayor al pronóstico..."
Por su parte, José Antonio Ortega Sánchez, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, exige que el Ministerio Público Federal incluya al sabotaje en sus líneas de investigación:
"Nosotros no estamos asegurando que sea un atentado, porque no tenemos las pruebas. Pero existe esa posibilidad, por eso debe abrirse una línea de investigación por homicidio, que se agote y se determine si fue un homicidio intencional."
Señala que tanto Calderón, como Tony Garza y Téllez se precipitan al declarar que se trata de un accidente: "Las investigaciones aún no terminan y ellos hacen anuncios precipitados y parciales que no llevan a nada: al contrario, siembra más desconfianza".
Y en cuanto a la posibilidad de que la mano del narco esté detrás del desplome del Learjet, afirma: Los Zetas, por ejemplo, "han venido aplicando tácticas terroristas y actuando de forma cada vez más desafiante al gobierno. Además han desarrollado una campaña contra el gabinete de Felipe Calderón".
Consultado dos días antes de que Téllez descalificara a sus pilotos, Jesús Rangel, propietario de la empresa Centro de Servicios de Aviación Ejecutiva, que le proporcionaba los pilotos y el mantenimiento al Learjet, dijo defendiéndolos: "Mi gente estaba bien. Salimos bien".
-¿Fue sabotaje?
-Pues nosotros, los de la empresa, salimos bien"contestó esquivo, refiriéndose al mantenimiento que le proporcionaba al jet de Gobernación.
Abordado en el aeropuerto de Toluca, afuera de la oficina que le presta Aerolíneas Ejecutivas, Rangel se disculpó por no dar más declaraciones:
"Yo doy servicio a Gobernación. Si digo alguna cosa, puede ser en perjuicio de la gente para la que estoy trabajando."
En enero pasado, Rangel ganó la licitación SG-N-DA-41/07 por el mantenimiento integral del Learjet. El contrato ampara un monto máximo de 13 millones 650 mil pesos, cantidad casi similar a los 12 millones 621 mil 460 pesos por los que Gobernación aseguró la nave, según la licitación 00004010-018-07.

Carlos Fuentes: 80 años

El Presidente Calderón en el Homenaje a Carlos Fuentes, 80 años
Lunes, 17 de Noviembre de 2008 Discurso
Alcázar del Castillo de Chapultepec
Muy estimado maestro Carlos Fuentes.
Señoras y señores:
En este espléndido Castillo de Chapultepec, símbolo de patriotismo, expresado en quienes
ofrendaron su vida en defensa de la Nación, nos hemos reunido para celebrar los 80 años de uno de los escritores más importantes de Iberoamérica y del mundo entero, nuestro Carlos Fuentes.
Veo con satisfacción, con emoción a representantes de la comunidad intelectual y a figuras relevantes a nivel internacional, como los premios Nobel Nadine Gordimer, Gabriel García Márquez; a los excelentísimos señores Felipe González y Ricardo Lagos, ex presidentes de España y Chile, y a muchos amigos de México en el mundo.
A todos ustedes les doy la más cordial bienvenida en este Alcázar y, desde luego, a todos nos alegra el tener a Carlos Fuentes entre nosotros.
Al verlos a todos, me doy cuenta de que este homenaje es no sólo un reconocimiento a la importancia de su figura y de su obra, sino un tributo a la amistad, a las muchas ramificaciones de ese árbol que usted, don Carlos, ha sembrado durante su fecunda vida.
Y con una voluntad y una disciplina ejemplares, a lo largo de más de cinco décadas, Carlos Fuentes ha forjado una obra que es el referente indispensable para entender el México contemporáneo.
Un ejemplo del rol que desempeñan los artistas e intelectuales en el debate público y en el fortalecimiento de la democracia y, sobre todo, una obra que se inscribe de manera brillante en las letras universales.
Desde la publicación hace medio siglo de La Región más Transparente, hasta los textos más recientes de Todas las Familias Felices, o La Voluntad y la Fortuna, que acaba de aparecer hace unas semanas, pasando por textos tan importantes como La Muerte de Artemio Cruz, Terra Nostra, Aura y muchísimas otras, algunas ya citadas aquí.En los cuentos y novelas de Fuentes se ha ido configurando un retrato de la sociedad mexicana: de lo que somos, de lo que queremos ser, de nuestros logros y de nuestros anhelos, de nuestras virtudes, pretensiones, debilidades, defectos, valores, flaquezas.
Recorrer la obra de Carlos Fuentes es una de las aventuras más intensas de la literatura de la segunda mitad del XX y principios de este siglo y, sin duda, permitirá a las nuevas generaciones de lectores asomarse desde una ventana privilegiada al México que nos tocó vivir.
Fuentes ha trazado un retrato sin concesiones, que durante las últimas cinco décadas ha sido un referente indispensable y cuyos trazos han permitido a los lectores reflexionar junto con él sobre los cambios que ha vivido la sociedad mexicana, haciendo converger la realidad y la imaginación.
Como usted ha señalado: ¿No es el espejo tanto un reflejo de la realidad como un proyecto de la imaginación?Hace algunos años en Harvard, en su mensaje a la Escuela de Educación mencionó algo que ha trascendido para los mexicanos. Esa tarde dijo, palabras más, palabras menos, que no le preocupaban las invasiones culturales, porque un mexicano sabe lo que significa ser mexicano. Señaló también que el reto era pasar de la identidad a la diversidad.
Pocos escritores se han preocupado más por describir los componentes de nuestra identidad, teniendo siempre presente lo que pasa en el mundo, porque sólo se puede entender lo que nos define si somos capaces de comprender lo que sucede más allá de nosotros.
De manera paralela a su creación narrativa, Carlos Fuentes ha participado en forma relevante en el debate público nacional e internacional, ofreciendo sus argumentos con pasión, siempre en favor de las ideas y de los ideales democráticos y de los derechos de las personas.
Fuentes concibe al intelectual como un ciudadano cuya misión es reflexionar públicamente para incitar el debate y dar origen a un diálogo que siempre implique el respeto a la verdad.
Lo ha hecho no sólo sobre México e Iberoamérica, sino sobre el mundo entero. Su reflexión sobre nuestro continente con obras tan relevantes, como El Espejo Enterrado, constituye una visión imprescindible para entender a América y el legado español.
Una visión que va desde el descubrimiento hasta la celebración de los 500 años, pasando por el barroco, los procesos de Independencia y la conformación de la democracia en América Latina.
Son muchas las batallas que a lo largo de su vida usted ha librado en defensa de los principios que nos dieron origen y de los valores de la cultura occidental, lo que lo ha convertido en una de las voces americanas con más presencia y con mayor respeto en el debate intelectual mundial.
Como mexicano, quiero agradecerle su coherencia en la defensa de tales valores y sus reflexiones sobre la identidad nacional.
Los grandes escritores franceses del Siglo XVIII, Montesquieu, por ejemplo, con ese tratado fundamental para la democracia que fue El Espíritu de las Leyes; y Voltaire, a través de sus cuentos y novelas, así como de su participación en la prensa de la época, generaron un nuevo tipo de intelectual que, sin formar parte de la Iglesia, ni sometido al poder, asumió la trascendencia de generar ideas para propiciar el cambio de sus sociedades y del mundo entero.
En México tenemos la suerte de contar con una tradición similar. En el XIX, grandes mexicanos como Ignacio Manuel Altamirano, Riva Palacio o Francisco Zarco, convirtieron las ideas en armas en contra de la injusticia; a esta tradición se sumaron en el Siglo XX figuras destacadísimas de las letras como Octavio Paz, Rosario Castellanos y, por supuesto, nuestro homenajeado, Carlos Fuentes.
La coherencia política y las aportaciones de mujeres y hombres, como ellos, provenientes de todos los espectros de la política, han sido una contribución fundamental para forjar el México democrático de hoy.
Hoy quiero hacer un reconocimiento a todos los artistas e intelectuales mexicanos, sin distinción.
Estoy convencido de la importancia de sus aportaciones para el fortalecimiento de la cultura y la vida nacional, de la democracia, de la evolución de nuestras costumbres y del combate a los prejuicios.
Hoy estamos aquí para celebrar el octagésimo aniversario de Carlos Fuentes, un gran desmitificador de conciencias, un brillante eslabón de una tradición artística y literaria libre, que le ha dado a México una luminosa presencia ante el mundo. Esta tradición forma parte del patrimonio cultural de nuestra Nación.
Creo que la mejor manera de celebrar a Fuentes es leyéndolo, y por eso el Gobierno Federal prepara una serie de programas y obras con las cuales celebraremos a Carlos Fuentes a través de su lectura.
Por ejemplo, todos los estudiantes de secundaria del país harán una lectura sistemática, metódica de su obra. Estamos imprimiendo una edición que entregaré un poco más adelante a Carlos Fuentes, una edición especial de El Espejo Enterrado y, además, estamos imprimiendo una edición rústica de la misma obra para repartirlo a más de un millón de estudiantes de tercero de secundaria de todo el país.
Noviembre será el mes de Carlos Fuentes en la agenda educativa, con actividades y promociones diversas; habrá publicaciones, tertulias alrededor de la obra de Fuentes, convocatorias para realizar un periódico mural semanal a través de los temas de su biografía, de sus principales obras, de sus premios y reconocimientos, de frases célebres.
Los niños y jóvenes de las escuelas de México escribirán una carta a Carlos Fuentes sobre su vida y su obra a través de Internet. Se hace una convocatoria para las 120 mil primarias y 32 mil secundarias públicas del país para desarrollar actividades en torno a la vida y obra de Carlos Fuentes.
Se realizarán cine-debates sobre la película Gringo Viejo, por ejemplo; se montarán exposiciones temporales de fotografías, textos, imágenes sobre su vida y obra, en fin; una serie de actividades con las cuales queremos, precisamente, honrar, celebrar, mejor dicho, a Carlos Fuentes entre nosotros.
Habrá desde luego, también, una activa participación con autoridades de diversas entidades de la República y de la Ciudad de México, que tienen programas muy, muy ambiciosos para esta singular ocasión.
Sin duda la obra literaria de Carlos Fuentes ha sido testimonio y espejo de nuestra realidad, una voz respetada en el debate nacional e internacional, una mirada desde lo mexicano hacia lo universal y una mirada universal, que ha ampliado la visión de los mexicanos.
Los tres afluentes de este torrente creativo desembocan en una palabra que los une: México.
En su discurso, maestro Fuentes, al recibir el Premio Cervantes, usted señaló: México es Patria de mi sangre, pero también de mi imaginación.
México es mi herencia, mi primer pasaporte, el de ciudadano mexicano, de ciudadano de México, he debido ganarlo, no con el pesimismo del silencio, sino con el optimismo de la crítica.
No he tenido más armas para hacerlo que las del escritor, la imaginación y el lenguaje.
Al definir de esta manera su carta de identidad, usted se ha escrito en una línea que inicia, desde La Ilíada y la Odisea, de Homero; o Dante y sus Círculos infernales, o Cervantes y su Ingenioso Hidalgo, Don Quijote y muchos otros, todos aquellos que han convertido a la escritura el producto donde convergen la imaginación y las palabras en su manera de explicar al mundo.
Al hacerlo, han trazado, al mismo tiempo, como diría Montaigne, el padre del ensayo, un retrato de ellos mismos y de la época que les tocó vivir.
Querido maestro Carlos Fuentes, como uno más de sus lectores, quiero sumarme a la celebración por sus 80 años.
En 1959, cuando publicó Las Buenas Conciencias, dedicó la novela a Luis Buñuel diciendo de él que era un gran artista de nuestro tiempo, gran destructor de las conciencias tranquilas, gran creador de la esperanza humana.
Los aquí presentes estarán de acuerdo en que esas líneas pueden hoy aplicarse a usted: gran artista de nuestro tiempo, gran destructor de las conciencias tranquilas, gran creador de la esperanza humana.
Su obra es indispensable no sólo para entender a México, yo diría que es indispensable para México. Es usted un orgullo de nuestras letras y un mexicano universal.
Gracias por estar entre nosotros.
Felicidades.
****
-MODERADOR: Tiene la palabra el ciudadano maestro Sergio Vela Martínez, Presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
-MTRO. SERGIO VELA MARTÍNEZ: Señor Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Felipe Calderón; señora Secretaria de Educación Pública, muy queridos Silvia y Carlos Fuentes, maestro Gabriel García Márquez, señora Mercedes Barcha.
Maestra Nadine Gordimer, señor ex Presidente de Chile, Ricardo Lagos; señor ex Presidente del Gobierno Español, don Felipe González; señor doctor Juan Ramón de la Fuente, Presidente de la Asociación Internacional de Universidades.
Maestro don Pedro Ángel Palou, señoras y señores:
Sean todos ustedes muy bienvenidos al Castillo de Chapultepec, sede del Museo Nacional de Historia.
Pocas veces el escritor tiene la oportunidad de escribir la biografía de su cultura, ha dicho Carlos Fuentes en uno de sus libros al que llamó así, Una Biografía de mi Cultura, es decir, mi propia biografía.
En realidad, Carlos Fuentes ha escrito la biografía de su cultura, de nuestra cultura no en uno, sino en todos sus libros. Esa biografía de la cultura que también solemos llamar historia.
Por eso, es profundamente simbólico que hoy nos encontremos aquí, en este sitio que narra la de México, una raíz de la obra de Carlos Fuentes, parte esencial de su biografía para celebrar sus 80 años de vida.
Lo acompañan muchos de sus mejores amigos y de sus más fieles lectores. Un hombre de la estatura intelectual de Carlos Fuentes ha cultivado a lo largo de su vida la amistad y el reconocimiento de grandes personalidades de las artes, de las letras, de la política y de los más diversos ámbitos de la vida pública.
Hoy, nos honran este día con su presencia el Presidente de la República, Felipe Calderón; los ex presidentes de Chile y de España, los escritores Nadine Gordimer y Gabriel García Márquez y Pedro Ángel Palou, el doctor Juan Ramón de la Fuente y todos ustedes.
Muchas gracias por acompañarnos.
Con este encuentro se inaugura el Homenaje Nacional a Carlos Fuentes, un rico programa de conferencias, coloquios internacionales, mesas de diálogo, documentales, cine, música y ediciones conmemorativas que ha tenido antecedentes la semana pasada y que continuará a lo largo de ésta, y que se dedica en estos días a presentar una imagen, así sea aproximada al universo intelectual de Fuentes y su propia obra.
Numerosas instituciones culturales, públicas y privadas de educación superior, agrupaciones académicas y fundaciones se han unido para llevar a cabo esta celebración; todas ellas agradecen la participación de los intelectuales, escritores, académicos y artistas de México y del extranjero, convocados al diálogo por el nombre de Carlos Fuentes.
Reciba, también usted, maestro Carlos Fuentes, nuestro más profundo agradecimiento por aceptar este encuentro y ser una vez más el animador de la reflexión y el diálogo, como principios básicos de la civilización y del mundo contemporáneo.
Muchas gracias a todos. Enhorabuena.
-MODERADOR: A continuación, hace uso de la palabra la señora Nadine Gordimer, Premio Nobel de Literatura 1991.
(INTERPRETACIÓN AL ESPAÑOL)
-SRA. NADINE GORDIMER: Señor Presidente, distinguidos invitados.
Damas y caballeros:
Aunque los lectores no lo saben, todo lo que escribe un escritor forma, de hecho, un solo libro, un relato de su época que construye hasta donde lo permiten las palabras.
Qué lugar. Qué tarea cumple. Qué significado tiene la literatura en tanto testigo.
Para responder esto me parece, primero, debemos definir qué es un testigo, dado que no es un concepto fácil. Si consulto el Oxford English Dictionary me encuentro con que las definiciones ocupan más de una columna en letra pequeña.
Testigo: fe de un hecho, acontecimiento, declaración, testimonio o evidencia, quien está o estuvo presente y puede testificar a partir de su observación personal.
Los equipos de televisión, los fotógrafos y periodistas son testigos preeminentes en estas aceptaciones del término.
El lugar y la tarea de dar testimonio de un hecho, acontecimiento o declaración pertenecen a los medios, a ellos sigue el análisis político y sociológico según diversos esquemas ideológicos nacionales, especialistas o populistas, algunos de los cuales afirman llegar al estado escurridizo y reduccionista de la objetividad, pero no se puede llegar al significado mediante la inmediatez de la imagen.
Los métodos de análisis teóricos, la descripción de una secuencia de acontecimientos y la literatura ha de tener un sitio único, enfrentar una tarea en relación con lo que ocurre en los actos presentes de conflicto, destrucción y sus secuelas, y éstos deben buscarse y hallarse en las tensiones de la sensibilidad del escritor, en su intensa percepción de las cosas, en las antenas con que apunta a las vidas en cuya compañía experimenta la propia como materia prima de su arte.
La poesía y la narrativa son procesos relacionados con lo que el Oxford English Dictionary define como el estado del testigo, aplicado al testimonio interior, las vidas individuales de los hombres, mujeres y niños que deben conciliar en su interior la certidumbres hechas trizas y los siempre cambiantes valores humanos que son víctimas del tiempo, tanto como lo son los cuerpos que se encuentran bajo los escombros.
Según Kafka, el escritor ve entre las ruinas más cosas y más distintas que las que ven los demás, ve lo que en realidad está ocurriendo.
El libro que Carlos Fuentes ha ido construyendo a lo largo de su vida y que abarca un relato constante en más de 40 libros. Hoy tengo el honor de rendir mi ilimitada admiración y homenaje a esta obra de un gran maestro del testimonio interior.
En su osadía intelectual hizo un gran registro, por los que cada volumen sucesivo evoluciona a partir del anterior y avanza más lejos y se agrega a lo que será la obra máxima, se encuentra la profundidad que alcanza Fuentes en su exploración del misterio de la vida como la experimentan y construyen los seres humanos.
Desde La Región Más Transparente y La Muerte de Artemio Cruz, pasando por el osado esplendor de Terra Nostra, el experimento glorioso de Cristóbal Nonato, Los Años con Laura Díaz, hasta el Instinto de Inez y La Silla del Águila, la maravillosa originalidad de Carlos Fuentes, cuando reproduce el poder del testimonio interior es un avance singular en el arte literario.
Aún no he podido gozar de la continuación en su nuevo trabajo, que si es algunos poemas y una narrativa, pero pude revisarla en camino a mi viaje a México y representa una nueva revelación de las posibilidades de la palabra escrita.
Como digo, su continuación la disfruto como una revelación de las posibilidades que tenemos nosotros los escritores de la palabra escrita.
-MODERADOR: Tiene la palabra el señor Ricardo Lagos Escobar, ex-Presidente de la República de Chile.
-SR. RICARDO LAGOS ESCOBAR: Señor Presidente de la República de México, señora, estimado amigo Carlos, Silvia, amigos y amigas:
Toma toda una vida llegar a ser un hombre universal.
Para señalar, como es el caso de Carlos Fuentes, que ese magnífico destino lo ha cumplido a cabalidad, dispongo de cinco minutos, tal vez seis.
No se busca ser un hombre universal, se llega a ello tras un largo y fecundo devenir a lo largo de su existencia. No cualquier existencia. Claro, tiene que haber habido una experiencia y existencia cosmopolita, pero cosmopolita no sólo por el hecho de haber vivido en lugares diversos, sino por alcanzar una identidad bien precisa que incluye, y no excluye, a las otras identidades.
Una identidad que es a un tiempo local y global; parte esencial del proceso que vive hoy el mundo, que no suprime las lealtades locales en nombre de una lealtad humana global, ni tampoco niega a esta última en razón de aquéllas, sino que es la suma de tales lealtades.
Así, así Carlos sumó el México indígena al México español, y ambos al México mestizo, en esa sucesión de soles que nuestro hombre ha descrito con maestrías, hasta llegar al quinto sol, el sol nuestro, aquél bajo el cual vivimos y que lleva en sí como los anteriores la advertencia de su propio fin.
Fuentes ha visto a México como nadie, pero desde temprano tendió su mirada también más allá para descubrir a América Latina y aprender, entonces, en nuestro continente, lo que ya le había enseñado su propio y singular país, la riqueza de la diversidad. Y más aún, la diversidad como base de la identidad latinoamericana.
Una América Latina que, como gusta recordarnos, bien podría llamarse Indoáfrica, Indoafroiberoamérica, para que queden nombrados todos sus elementos: porque, bien lo dice, lo que distingue a España y a la América española en sus mejores momentos, es la capacidad de incluir, no la de excluir, llamándolo por lo mismo a ser centro de inclusión, no de exclusión, puesto que ahí está la receta de un futuro para todos nuestros países.
Y si América Latina existe, nos lo dice Carlos, es gracias a la diversidad de su cultura, de sus escritores, de sus pintores, de su canto, de su música. Pero esa diversidad tiene un hilo conductor, un hálito vital que se vuelve tangible cuando Carlos Fuentes reconoce México en Buenos Aires, en Bogotá, en Santiago de Chile, gracias sobre todo a un pasado común y a una lengua compartida, la lengua cervantina, que él tanto admira y defiende.
La identidad que América Latina asienta en su propia diversidad, nos proyecta hoy como un ejemplo ante un mundo que de pronto parece querer fragmentarse a partir de distintas identidades culturales, orientales y occidentales, cristianos y musulmanes, liberales y socialistas, y se cuela de entredichos y agresiones, en nombre de estas diferencias se ponen en riesgo el desarrollo y aún la paz del planeta.
Algo parecido hace, cómo no, con el fundamentalismo de mercados que reniega tanto de las instituciones públicas, cuando tiene lugar la desigual distribución de los beneficios, pero que las llama a esas instituciones públicas en su auxilio, cuando se trata de socializar pérdidas a gran escala.
Sí, el mundo tiene de pronto dificultades para vivir con su propia diversidad, si nos enfrentamos a una cierta dificultad universal para entendernos y convivir como seres humanos.
Pero el tipo de hombre universal que es Carlos Fuentes y con él, nuestra América Latina, que aprendió a construir identidad a partir de la diversidad. Ese es el indudable aporte que hace a la obra presente.
Carlos Fuentes observa a América y descubre que todos somos inmigrantes; todos hemos llegado de alguna parte, desde el primer hombre que cruzó el Estrecho de Bering, desde el Asia, hace 30 ó 60 mil años, hasta el último trabajador que cruzó anoche la frontera entre Tijuana y San Diego, sin olvidarnos, dice, a esos ilustres inmigrantes sin visas y sin permisos de trabajo. Los puritanos ingleses que desembarcaron en Plymouth Rock 1620.
Y, entonces, nota Carlos Fuentes que las naciones de occidente se pasearon por lo que hoy llamamos el tercer mundo, imponiendo valores políticos, económicos, religiosos, culturales, en general; sin pedir permiso a nadie, y que hoy, entonces, es el momento de un gran desafío, hoy el tercer mundo regresa al primer mundo, poniendo a prueba la capacidad occidental de recibir al otro, de reconocerse en el otro, de evitar la exclusión y el enfrentamiento.
Es aquí, entonces, donde nuestro hombre universal le dice al mundo que América Latina existe y que su convivencia dentro de la diversidad prueba que ello es también posible a escala universal.
Es la libertad, entonces, la que está en juego, no sólo la de las mercancías ni la del dinero, dinero que circula rápidamente y a veces se volatiliza, sino es la libertad de las personas. Y cuando la libertad está en juego, lo está también la igualdad.
Y ahí, entonces, Carlos Fuentes adquiere otra dimensión, ha visto bien la relación de esos dos valores: libertad e igualdad, y denunciado la profunda inconsecuencia de quienes querrían sacrificar cándidamente uno de ellos en nombre del otro.
Porque así como nuestros libertadores vieron con claridad que la libertad no debía ser sacrificada en nombre del orden y a la inversa, el desafío que aún persiste en América Latina, que es el de equilibrar con sensatez y eficacia las demandas tanto de la libertad, como de la igualdad.
Haríamos bien, entonces, en insistir al respecto en que la solidaridad es el puente que debemos tender entre libertad e igualdad para que no se excluyan mutuamente.
Vivir en sociedad, entonces, nos los dice, no es sólo tener relaciones de intercambio; vivir en sociedad tampoco consiste en tener sólo relaciones de dominio como creen quienes creen que a decir de otra meta que es la hegemonía del Estado. Vivir en sociedad es tener también relaciones de colaboración y, sobre todo, solidaridad.
Por eso, hoy celebramos a un escritor, es cierto, aunque ante todo celebramos a un hombre; a un hombre universal con una tremenda sensibilidad política y social, que optó por ser escritor, quizás porque sólo allí en la escritura se hallaba el principal y más valioso de sus talentos, de los tantos que tiene.
Y lo celebramos y celebramos hoy a un maestro de las letras. Pero permítanme decirlo, creo que en el fondo de su ser es también un maestro de la política; sí, la política con mayúsculas, de la política como visión inteligente de las metas que tendríamos que proponernos y de los caminos para alcanzar esas metas.
De la política como madura experiencia de sus 80 años. Toda una vida llevada delante de la única manera en que una vida merece ser vivida; como lo ha hecho Carlos, con examen, con sentido crítico, con esperanza de que las cosas pueden ser mejores, con conciencia de que esos mundos mejores que imaginamos nunca salen de la cabeza de un solo hombre, sino tal vez de la tranquila y perseverante conversación que muchos hombres y mujeres, serenos y esperanzados mantienen todas las noches, junto al fuego, mientras pocos pasos más allá duermen los hijos que tienen derecho a un mundo mejor.
Sí, alguien dijo que América Latina es un cuento de nunca acabar. Carlos Fuentes ha escrito muchas de las mejores páginas de ese cuento y ha imaginado otras todavía por escribir. Esa es la medida de su talento y de su universalidad.
Y por eso estoy yo aquí para decir: Gracias, Carlos Fuentes, por ayudarnos a pensar nuestra América Latina y desde aquí, decirle al mundo que existimos en una coexistencia en la diversidad, gracias a gente como tú que nos explicó la gracia de nuestra identidad.
Muchas gracias.
-MODERADOR: A continuación hace uso de la palabra el señor Felipe González Márquez, ex-Presidente del Gobierno Español.
-SR. FELIPE GONZÁLEZ MÁRQUEZ: Señor Presidente de la República, querido amigo Carlos:
Solemos pensar que la democracia consiste en que cada uno diga lo que piensa, es sólo una pequeña parte de la verdad. La verdad es que, hay que decirlo, pero en el plazo limitado de cinco minutos; por tanto, la verdadera democracia también forma parte de la disciplina de decir lo que uno quiere, pero decirlo en un tiempo limitado.
Verá, señor Presidente, cuando leo a Carlos Fuentes, sea desde uno de sus múltiples artículos o cualquiera de sus novelas, o sus ensayos; cuando lo escucho en las intervenciones públicas, que siempre son perfectas en el fondo y en la forma; o cuando converso con él en privado o en círculo de proximidad yo siento a México.
Siento a México en su complejidad y en su diversidad, y siento a América Latina; percibo las raíces de su mundo originario y de los mundos sobrevenidos que se entremezclan con él, desde Grecia y Roma al mundo árabe, pasando por España y por Europa.
Esto hace de Carlos Fuentes una personalidad local y universal, al mismo tiempo, como decía Ricardo Lagos, un exponente extraordinario de la identidad de identidades que compartimos todos los presentes, un creador excelente que se expresa a través de ese vehículo de comunicación cultural que es la lengua de Cervantes.
La magia de lo que compartimos es la cultura, por eso Carlos que sabe que presidirme con lo indisciplinado que soy, es difícil y me preside en algunos foros, me ha oído decir en muchas ocasiones que en este mundo interdependiente, hoy en crisis económica y financiera sólo somos una potencia global en materia cultural, aunque no tengamos conciencia de ello.
Carlos Fuentes lo explica por sí mismo, trascendiendo nuestras fronteras en el ámbito de lo hispano para proyectarse hacia las demás culturas con su obra, es a la vez mexicano, latinoamericano y de todos.
Cumplir ocho décadas desde esa atalaya es toda una realización vital para un ser humano. Hacerlo en plena forma creativa nos hace esperar mucho más de Carlos Fuentes.
Señor Presidente, querido amigo Carlos:
He disfrutado intelectualmente con las lecturas de esta extensa producción escrita, he gozado escuchándote en muchas ocasiones en público y presentando contigo alguna de tus obras y he recibido el agasajo de tu conversación como amigo.
Gracias por todo ello, gracias por existir y gracias por ofrecernos valores permanentes en este momento de la volatilidad de los mercados de valores.
-MODERADOR: Tiene la palabra el ciudadano doctor Juan Ramón de la Fuente, Presidente de la Asociación Internacional de Universidades.
-DR. JUAN RAMÓN DE LA FUENTE: Señor Presidente de la República.
Muy queridos Carlos y Silvia.
Señoras y señores.
A sus 80 años, con una vitalidad sorprendente, en la plenitud de sus recursos creativos y narrativos, Carlos Fuentes encarna muchos de los más altos ideales de cuanto significa ser intelectual en el mundo contemporáneo.
Es el más universal de los escritores mexicanos vivos, gracias a una obra de amplios y variados registros y a la naturaleza de su curiosidad intelectual, de sus logros estéticos y de sus preocupaciones sociales.
Fuentes es México desde Los Días Enmascarados hasta La Voluntad y la Fortuna.
Fuentes es México en sus cuentos, en sus novelas, en sus escritos memoriosos, en sus conferencias y en sus ensayos.
Pero Fuentes, como aquí se ha dicho, es también universal. La influencia temprana, cariñosa y severa a la vez, de Alfonso Reyes, lo marcó para siempre.
A mi me enseñó Alfonso Reyes, dice, que la literatura mexicana era importante por ser literatura y no por ser mexicana.
Lo que más me impresiona de Carlos Fuentes es su libertad, el rigor con el que la ejerce, la autenticidad con la que la vive, nos sorprende una y otra vez con esa forma tan singular con la que intenta explicarse y explicarnos a través del lenguaje mucho de lo que somos, de lo que quisiéramos ser y de lo que no queremos ser.
Desde el reino de la imaginación libre y portentosa en el que se desarrollan sus historias, nos transmite un mundo que a veces parece éste el de todos los días, pero que en realidad es otro, el de su creatividad, el de su libertad como intelectual.
Tal es el México real e imaginario que Fuentes ha construido como nosotros, en el que todos podemos ser sus personajes, porque sus personajes piensan, sienten, sueñan, mienten y son engañados, traicionan y son traicionados, y comparten con los lectores su subjetividad, nuestra subjetividad. Por eso, todos tenemos un poco de esos personajes: hombres comunes, héroes y villanos.
Nada ilustra mejor la pasión de Fuentes que la Ciudad de México, su ciudad real e imaginaria. La Ciudad de México es un fenómeno donde caben todas las imaginaciones.
Dice: Estoy seguro que la Ciudad de Moctezuma vive latente, en conflicto y confusión perpetuos con las ciudades del Virrey Mendoza, de la Emperatriz Carlota, de Porfirio Díaz, de Uruchurtu y del terremoto del 85.
A quién puede pedírsele una sola versión ortodoxa de este espectro urbano.
Por supuesto que el México de Carlos Fuentes no se corresponde palmo a palmo con la realidad objetiva, sino con una realidad imaginaria, que no por eso deja de ser verdadera. Al contrario, es más certera, más contundente y más perenne.
Por eso sobrevive al paso del tiempo y se afianza en nuestra mente, en nuestra memoria, en nuestras emociones, como ocurre con las obras de arte.
Crítico implacable, que condena y elogia con la fuerza de su convicción y con la agudeza de su inteligencia, Fuentes incursiona en el trabajo intelectual como muy pocos han podido hacerlo. Propenso a lo integral, a lo cósmico, desafía todas las fronteras, el tiempo, el espacio, y recrea la historia de la cultura hispanoamericana en una novela sueño que Milan Kundera califica como algo difícil de escribir y, en todo caso, jamás visto en la literatura.
La persistencia en algunos de sus temas contrasta con la diversidad de sus experiencias y aventuras verbales. La indeclinable fidelidad a sus principios le ha conferido una autoridad singular; conciencia estética de América Latina, en palabras de Tomás Eloy Martínez.
En Fuentes se reconoce también a un protagonista de las más acuciantes polémicas de su tiempo, desde los años de la Guerra Fría, hasta las más recientes discusiones sobre la compleja globalización que vivimos, el peligro de los fundamentalismos, la estupidez de la guerra preventiva, la tentación del autoritarismo frente a la violencia desbordada o la necesidad de una izquierda moderna para México.
La incorruptible actitud crítica del intelectual, que es Fuentes, deja espacio, sin embargo, a la confianza en un mundo mejor, de ahí que no deja de refrendar su fe en el futuro. Un orden internacional basado en el derecho y en la cooperación es una meta que podemos alcanzar.
Cómo, se preguntan.
Mediante la diplomacia, la política, la educación, la cultura, el amor y el arte que recibimos, enriquecemos y heredamos, sin concluir jamás la tarea. Hay un… útil, cuya piedra en vez de rodar al abismo cuando alcanza la cumbre, es tomada por nuevos brazos y llevada a la cumbre siguiente, cuando los nuestros se fatigan.
Hay muchas y muy buenas razones para celebrar a Carlos Fuentes, yo me quedo con su proyecto generador de utopías, desde Ixca Cienfuegos hasta Cristóbal Nonato, desde Artemio Cruz, hasta los personajes de todas las familias felices; me quedo con ese proyecto generador de mexicanos que sepan, dicho en sus palabras, promover la riqueza con justicia y el bienestar con libertad.
Muchas gracias.
(A CONTINUACIÓN el discurso del PRESIDENTE Calderón, está al principio)
-MODERADOR: Hace uso de la palabra el ciudadano Carlos Fuentes Macías, escritor y premio Cervantes 1987.
-SR. CARLOS FUENTES: Señor Presidente, señoras y señores.
Agradezco al Presidente Felipe Calderón que encabece este acto en el Alcázar de Chapultepec.
La censura es como una hiedra venenosa que se arrastra por el suelo hasta encontrar pared y entonces sube, invade la fachada, entra por las ventanas y nos deja sin luz.
El Artículo 7º de la Constitución Mexicana declara inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquier materia. Añade, que ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura ni coartar la libertad de imprenta, que no tiene más límites que el respeto a la vida privada, a la moral y a la paz pública.
Hace poco tiempo un libro mío fue objeto de un acto de censura mínimo, mínimo, en sí mismo baladí, pero como todo acto de censura ominoso como señalo.
Quiero recordar que muchas personas se manifestaron en contra de este conato de prohibición y que una de ellas fue Felipe Calderón, entonces legislador, quien leyó en público, leyó en público pasajes del libro en cuestión, Aura. Una simple historia de amor que no le faltaba el respeto a la vida privada ni perturbaba la paz pública, aunque sí, lo admito podía perturbar la moral de las buenas conciencias.
Hoy vuelvo a agradecerle su defensa al Presidente Calderón y evoco en su presencia esta consideración.
En democracia se manifiestan legítimas oposiciones, debates partidistas y propuestas diversificadas.
Sin mengua de esta pluralidad, acaso sea posible considerar un grado de unidad en torno a tres fechas del año 2010: el Bicentenario de la Independencia, el Centenario de la Revolución y los 100 años de la actual Universidad.
Las tres conmemoraciones, señor Presidente, ocurrirán durante su mandato y acaso nos ofrecen a todos gobernantes y gobernados, poderes y oposiciones. La oportunidad de reflexionar sobre lo que nos une como mexicanos, sin desdeñar lo que nos diferencia como ciudadanos.
Tal es, señor Presidente Calderón, mi sincero voto en esta ocasión que nos reúne bajo el siglo de una cultura hecha por todos.
Cuando yo empecé a publicar, dos argumentos contrapuestos ocupaban al mundo literario. Uno, muy ubicado en México y en la América Latina oponía nacionalismo y universalidad, ésta, denominada con intención peyorativa cosmopolita.
El otro argumento, más europeo y radicado en las teorías de Sartre oponía el compromiso social y político al acto gratuito del arte por el arte.
La exclamación perentoria de un crítico literario de aquella época resume esta actitud: el que lee a Proust, se prostituye.
Siento que esta vieja disputa está superada y bastó la mejor novela mexicana de todos los tiempos, Pedro Páramo, de Juan Rulfo, para demostrar que un tema y unos personajes de la provincia mexicana, Comala, poseían la dimensión de la gran literatura mundial, ser destino legible.
Pero demás, la temática y los personajes de Balzac son franceses; ingleses los de Dickens; rusos los de Dostoievski; alemanes los de Mann.
Por qué trascienden estos autores sin dejar de representarlos su origen nacional y nos hablan a todos los lectores.
Por qué.
Porque nos dan imaginación y nos dan lenguaje. Y sin imaginación y lenguaje no sólo no hay literatura, no hay lectores, en el sentido radical de darle vida a lo escrito ayer, mediante la lectura hoy.
Pregunto: Por qué si la palabra y la imaginación no importan, lo primero que hace un régimen totalitario es quemar libros, encarcelar y exiliar escritores.
La otra cara de la disputa literaria de aquel medio siglo tenía que ver con la literatura como compromiso político en contra del arte por el arte.
Mi primer libro: Los Días Enmascarados, recibió ataques por ser un ejercicio gratuito de la fantasía, ajeno a los problemas sociales de México; mi segundo libro: La Región Más Transparente, recibió, en cambio, severas críticas por ser una novela en exceso política y preocupada por los problemas sociales de México.
Dios mío, exclame entonces, a los 28 años de edad. Dios mío, dónde estará la verdad.
La verdad estaba en Nadine Gordimer, empecé a leer sus novelas, muy conciente de que esta era una escritora sudafricana; es decir, ubicada en un país donde regía el racismo, la discriminación política y sexual, el abuso del poder y la negación de la libertad.
Cómo no iban a responder las novelas de Nadine a esta circunstancia. Cómo no iban a hacer una clamorosa afirmación de la igualdad de las razas, los derechos del cuerpo y el espíritu, y la libertad del ciudadano si La Hija de Burger, El Conservacionista y la Gente en Julio eran todo esto.
Una sociedad entera, recreada, retratada, pero elevada al rango literario y salvada de la mera denuncia panfletaria por la imaginación y por el lenguaje, que convertían a cada una de las obras de Nadine Gordimer en creaciones insustituibles, en novelas indispensables como literatura, primero, y sólo después, como todo lo demás.
Una literatura de la paradoja crítica. Gordimer por ejemplo, imagina el revés de la trama histórica. En una Sudáfrica futura una familia blanca huye del racismo negro y encuentra refugio en la aldea de su antiguo sirviente de color.
Y el libro más reciente de Nadine, que acaba de salir de la imprenta, nos informa que en una décimo sexta parte de su sangre, Beethoven también era negro. Es decir, en las novelas de Nadine la paradoja salva al arte para mejor servir a la ciudad.
Esta es la carne del cuerpo político, el alma de la posición ciudadana, la vida otorgada por la obra, por la palabra en la obra de Nadine Gordimer, y en Karma, Karma que es una obra maestra de la novela breve, la suma de los tiempos históricos nos indica todo lo que dejamos de hacer y todo lo que nos falta por hacer.
Cito a Nadine: soy un ser anciano que vuelve a ser niño, descubro que regreso como hombre o que regreso como mujer para continuar la experiencia humana en otro tiempo, en otro espacio, descubro que el sexo es sólo una de las formas del regreso, fin de cita.
Sí, todo esto, toda esta gran obra de la creación literaria en Nadine Gordimer y, al mismo tiempo, la más altiva conciencia ciudadana contra el racismo, contra el prejuicio, contra la discriminación por la libertad del cuerpo y del alma.
Nadine Gordimer, bienvenida a México, querida amiga.
Todas las edades son formativas, pero acaso ninguna tanto como la etapa en que se pasa de la infancia a la juventud por vía de la adolescencia.
Yo viví en la República de Chile, entre los 11 y los 15 años de edad. En Chile encontré la fraternidad de la democracia con la palabra. El Gobierno del Frente Popular impulsaba el desarrollo económico con democracia política, pero ambos, desarrollo y democracia eran inseparables en Chile de la palabra.
Como decía Pablo Neruda, lo cito: para vosotros todos, para vosotros canto, que sea repartido todo el canto en la tierra.
Repartir el canto. Cómo.
Salvador Allende y la Unidad Popular creyeron que se podía avanzar hacia una sociedad más justa, desde la institucionalidad democrática, ampliando el radio de la ley, apelando a las formas de la libertad.
Salvador Allende, un hombre, nos dice Ricardo Lagos, lo cito, que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que se respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. Fin de cita.
En mi ánimo, Chile quedó para siempre como el país donde la política y la palabra no eran enemigas, por eso cuando la dictadura militar le arrebató al pueblo chileno la libertad política y le silenció la palabra libre, yo siempre mantuve la convicción de que tarde o temprano, ahora violadas por Pinochet, política y palabra resucitarían hermanadas en Chile.
Durante la presidencia de Ricardo Lagos, la autoridad judicial se encargó de castigar el pasado, y el poder ejecutivo se encargó de construir el futuro, crecimiento con libertad.
Porque no basta el crecimiento, por sí solo no asegura mayor igualdad, hacen falta, también, políticas públicas; hacen falta políticas laborales y distributivas para disminuir la pobreza.
No se trata de empobrecer a los ricos, sino de enriquecer a los pobres.
Se requiere un esfuerzo constante para asegurar que el desarrollo económico tome en cuenta los objetivos sociales. Tal fue la política del Presidente Lagos.
Ricardo Lagos, chileno, bienvenido a México. Bienvenido.
El 20 de noviembre de 1975 era yo Embajador de México en Francia y mandé izar la bandera al frente de la Embajada, pronto llegaron las llamadas de mis colegas latinoamericanos.
Me decían: ya sabemos que México no tiene relaciones con Franco, me reclamaron, con España; pero poner la bandera a plena asta el día de la muerte de Franco, no le parece excesivo.
No, les expliqué, no se trata de Francisco Franco, sino de Francisco Madero y la Revolución Mexicana.
Ese día mi esposa y yo cenamos con André Malraux, el novelista de La Condición Humana; el combatiente de la guerra de España; El cineasta, junto con Max Aub, de L’ Espoir, el Ministro de Cultura del General De Gaulle.
Y Malraux se mostró, particularmente, pesimista ese 20 de noviembre. Franco, dijo, mantenía el orden, un orden brutal en un país anarquista, como España. Al morir Franco, España regresará a la anarquía y el desorden. La anarquía, concluyó Malraux, es la vocación de España. Por fortuna, Malraux se equivocó.
Con gran coraje y perspicacia el Rey Juan Carlos le dio representación a toda la gama de la política española, de la derecha de Fraga Iribarne, a la izquierda de Santiago Carrillo, del conservadurismo de Adolfo Suárez, al socialismo de Felipe González.
Se trataba de llegar a un pacto republicano en torno a la monarquía, como ha escrito Juan Luis Cebrián; y a una monarquía de los ciudadanos, como propuso Felipe González.
Ya en régimen de democracia y durante 13 años, Felipe González presidió el Gobierno español. Negoció el ingreso de España a la Comunidad Europea, a condición de que Europa le diese a España lo que España necesitaba para ingresar a Europa; no con ventajas, aunque sí con oportunidades: infraestructura, carreteras, escuelas modernas, hospitales, medios de comunicación; lo que debe exigir un tratado de mutua conveniencia.
Si hoy España es miembro pleno y estelar de la Comunidad Europea, en grandísima medida se le debe a Felipe González. No estatizó la economía para no sofocar las ventajas, pero fortaleció al Estado para impedir las desventajas, acertada receta para lo que sucede hoy.
González asoció a España con el occidente después de los años de hielo y oportunismo del franquismo, pero manteniendo un margen muy grande de independencia para las decisiones del Estado español.
España ha sido consecuente en lo positivo e independiente en lo negativo. No hay tropas españolas en Irak.
Y es que la acción internacional de Felipe González se guía por este principio: el mal amigo engaña y halaga; el buen amigo lo es porque dice la verdad.
Saludo y agradezco la presencia del gran amigo y estadista, Felipe González.
Yo le debo a la Universidad Nacional Autónoma de México una parte de mi ser personal y de mi vocación ciudadana. En ella aprendí a dar a conocer para conocernos, a saber para sabernos, a recordar para recordarnos.
Nadie en el pasado inmediato ha encarnado este espíritu mejor que Juan Ramón de la Fuente, rector de la UNAM entre 1999 y 2007, cuyo credo, lo cito: nos recuerda que la responsabilidad social y su evolución, los derechos civiles y su fuente de legitimación, nuestra conciencia y la visión de los ciudadanos, a los que nada puede ocultarse, definirán los temas políticos más importantes de nuestro país y en nuestro tiempo. Fin de cita.
Juan Ramón de la Fuente, el científico, el humanista, conoce de sobra estos problemas y estos logros, y por eso sabe que no hay educación válida que al cabo no se encamine a resolver los problemas y acrecentar los logros.
Y por ese motivo no puedo separar a de la Fuente el educador, el rector, del ciudadano que reclama una cultura política fuerte a la altura de la esperanza en el país que teníamos los estudiantes universitarios en 1950, y que amenaza con perderse en los oscuros laberintos del narcotráfico, el crimen organizado y la impunidad.
Doy la bienvenida y doy las gracias por su presencia a mi querido amigo, Juan Ramón de la Fuente.
Se han dado cita en este evento grandes escritores de mi generación, grandes amigos también, a los que agradezco profundamente su presencia; también asisten escritores de la nueva generación mexicana y latinoamericana.
Nos une, acaso, la exigencia crítica de la escritura. Crítica no como adversidad o negación solamente, que puede serlo, sino crítica como creación de un mundo paralelo a la realidad cotidiana.
Crítica como llamado de una realidad olvidada o potenciada. Aquí estoy, me llamo Alonso Quijano, recuérdenme, mi nombre es Hamlet, no me juzguen, soy Madame Bovary, imagínenme, soy Sophie’s Choice.
Crítica como advertencia de que hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, que las soñadas en tu filosofía.
Crítica como insatisfacción con lo dado y como interrogante de lo recibido.
Crítica como conocimiento de la realidad que desborda la experiencia o aún no la alcanza, anuncia la experiencia, denuncia, pero no renuncia.
Modesta crítica, soberbia crítica; limitada y limitante crítica, y crítica interna de la propia literatura. La literatura es autónoma o producto de la historia; la literatura es experiencia moral aún cuando se nutra del mal y lo represente, qué tan bueno es el Príncipe Mishkin que tan malo es el asesino Raskolnikov.
La literatura crea, refleja, imagina, juzga, une o separa. En todo caso, una vieja tradición indica que los viejos damos lecciones jóvenes.
Yo quisiera más bien que los jóvenes me dieran lecciones a mí. Ellos van a ver un mundo que yo ya no veré, ellos nos traen las noticias del porvenir. Nosotros, los mayores, aseguramos, sin embargo, que no se olviden las novedades del pasado.
El calendario nos engaña, distrae y conforta proponiendo un simple tiempo lineal que va del pasado, al presente, al porvenir. La literatura es una constante rebelión contra el tiempo como flecha dirigida al futuro, convirtiéndolo en mirada que le devuelve actualidad al pasado y posibilidad al porvenir, en memoria de todo lo que el pasado dejo de decir.
La literatura es la advertencia trágica de las fallas y limitaciones de toda empresa humana, es afirmación de lo que el olvido, la premura, o la tiranía del tiempo pasó por alto.
Significa el rechazo de la cómoda noción del fin de la historia, que nos invita a abandonar las armas de la esperanza crítica y aceptar amodorrados la beatitud del mundo tal como es.
Yo creo que el escritor habla del mundo que puede ser si le damos la oportunidad a nuestra potencia creadora, a nuestra insatisfacción con las demoras de la ciudad hacia la ciudad, a nuestra voluntad de abrir las puertas de la imaginación para no contentarnos con una sociedad que quiere divertirse hasta la muerte y olvidar hasta el olvido.
La literatura es el frágil baluarte de la palabra y de la imaginación contra la comodidad y la renuncia, contra la tontería, el sectarismo y la mirada estrecha, contra el rencor y la envidia.
Leo, leo a estos jóvenes escritores que nos acompañan en estas jornadas y pienso que acaso nosotros, los mayores, no hemos hecho otra cosa que escribir en honor de nuestros antepasados, pero también en honor de nuestros descendientes.
Somos acaso, como lo serán ellos, los jóvenes, fuentes entre lo que fue, lo que es y lo que puede ser, pues en la literatura quién se atrevería a pensar que es el dueño del tiempo. Esta simple reflexión le da a nuestro trabajo literario la frágil gloria de no saberse absoluto, sino apenas relativo mediador de la tradición que requiere de nueva creación para prolongarse en el tiempo.
La literatura nos dice que podemos conocer al mundo, pero sólo si somos capaces de imaginar al mundo. Y a pesar de todo, de amar al mundo.
Actos de amor al mundo son las grandes novelas de mi amigo Gabriel García Márquez. Somos camaradas desde hace más de 40, años cuando en la pelusa de un jardín en San Ángel renunciamos a toda ocupación que interrumpiera nuestra vocación.
Escribir novelas, creer en la literatura, darle forma verbal a la gran selva de lo no dicho, sobre todo en una América Latina de evasiones, retórica, buenas intenciones y malos propósitos.
Porque Gabriel demostró en Cien Años de Soledad, en El Amor en Tiempos del Cólera, que la imaginación literaria es indispensable para integrar la imaginación política y, sobre todo, para darle vuelo a la imaginación social.
Si algún día un crítico pudo decir Latinoamérica, novelas sin novelistas; hoy gracias a autores como Gabo, la realidad puede asumirse a sí misma y la literatura también.
El novelista no sustituye al político, pero el político tampoco sustituye al novelista.
Cuestión de perspectiva, cuestión de distancia. Por eso es indispensable el diálogo a todos los niveles: político, social, cultural.
La extraordinaria obra de García Márquez, y con él, la de los grandes escritores que hoy nos acompañan, nos indica que en el centro del tiempo, en el centro del tiempo el escritor recuerda que nadie tiene el poder absoluto ni la razón suficiente aunque todos nos hacemos preguntas para darle poder a la palabra e imaginación al poder.
Porque somos parte de una vasta voluntad ciudadana que es, ni más ni menos, que la de asegurar la constante resurrección del mundo.
Quiero agradecer, antes de terminar, muy especialmente, la presencia de mi queridísimo amigo, Gabriel García Márquez.
Señor Presidente, señora de Calderón.
Distinguidos participantes en estas jornadas.
Señoras y señores.
Le agradezco al Presidente Calderón su presencia en este acto.
Les agradezco a los espléndidos participantes en las 17 mesas del evento: escritores, pensadores, periodistas, artistas, editores, su talento, su entusiasmo, su aportación a la cultura viva de mi país.
Le agradezco en estos últimos años su apoyo indispensable, su amorosa contribución a mi vida y a mi trabajo, a mi esposa Silvia y a mis hijos: Cecilia, Natasha y Carlos.
A los viejos amigos, les saludo al atardecer. A los jóvenes amigos, les doy la bienvenida al amanecer.
Muchas gracias.

La oficina de DH de la SDN

Creciente número de denuncias por abusos de militares operativos contra el hampa
PAN y PRI dejan sin fondos para 2009 la oficina de derechos humanos de Sedena
Enrique Méndez, reportero.
La Jornada, 17/11/2008;
Constituida el 1º de enero de este año para atender quejas de abusos de militares y consolidar entre éstos “una cultura de respeto”, la Dirección General de Derechos Humanos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no contará con recursos para 2009, debido a que la mayoría del PAN y del PRI en la Cámara de Diputados se opuso a reorientar 20 millones 561 mil 845 pesos de otras partidas del Ejército para destinarlos a esa área.
En aquella fecha, la Defensa informó que entre las funciones de esa dirección está fortalecer la estructura jurídica de la secretaría, asesorarla en materia de derechos humanos y derecho internacional humanitario, así como garantizar que las misiones y actividades de las fuerzas
armadas de tierra y aire tengan ese fundamento.
Además, que colaboraría con las dependencias del Ejecutivo para el cumplimiento de los compromisos internacionales suscritos por México en derechos humanos, y hasta se informó que su sede se ubica en avenida Industria Militar número 1083, colonia Lomas de Sotelo, en la ciudad de México.
Empero, la madrugada del jueves pasado, en la discusión de los artículos reservados al decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2009, priístas y panistas se negaron a discutir una propuesta de la perredista Alma Lilia Luna Munguía para reasignar esos recursos a la Dirección General de Derechos Humanos de la Sedena.
Decisión preocupante: PRD
La decisión de ambos grupos legislativos fue calificada de preocupante por el PRD, debido a que el gobierno de Felipe Calderón ha incrementado el número de militares en las calles del país, con el argumento del combate al narcotráfico, pero que también han cometido abusos a derechos humanos de la población civil, y hasta disparado contra personas que consideraron sospechosas y murieron.
El 17 de febrero pasado, por ejemplo, militares dispararon contra dos personas que viajaban en un vehículo en Reynosa, Tamaulipas, cuando cuatro tanquetas las interceptaron. Cuando los civiles trataron de evadirlos, los soldados dispararon y mataron a Sergio Meza Varela, en tanto su acompañante, José Antonio Barbosa, ciudadano estadunidense, resultó herido.
También, por ejemplo, el 26 de marzo en Badiraguato, Sinaloa, militares dieron muerte a cuatro civiles que supuestamente no habían acatado una orden de detenerse, debido a que no existía un retén, y el caso fue asumido por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la cual concluyó que no hubo un enfrentamiento –como aseguraron los soldados–, sino una agresión directa a los tripulantes de una camioneta. En esos hechos también murieron dos militares.
Apenas el 24 de septiembre pasado, un joven murió en Matamoros al volcarse su camioneta cuando era perseguido por militares que le disparaban y que, tras el percance, huyeron.
El principal argumento para destinar una partida específica a dicha dirección se debe a que, explicó el PRD, durante 2007 y 2008 la Sedena ha recibido 35 recomendaciones de la CNDH por hechos en que militares han violado los derechos humanos de ciudadanos, la mayoría durante operativos de combate a la delincuencia organizada.
La reserva al dictamen consideró disminuir 16 millones 319 mil 543 pesos, de los excedentes de diversas unidades responsables del gasto correspondiente a la partida 1102, Haberes, que en total suman 7 mil 934 millones 50 mil 774 pesos; y 4 millones 242 mil 332 pesos de la partida 3,300, Asesorías, consultorías, servicios informativos, estudios e investigaciones y otros servicios de la unidad responsable. Dicha partida está asignada a su vez a la 1101, Jefatura del Estado Mayor de la Defensa Nacional, que cuenta con 221 millones 301 mil pesos.
En su argumentación, la diputada Munguía recordó que el PRD ha denunciado que la movilización militar en las calles, en conjunto con la Armada de México, ha provocado una “constante violación al marco constitucional en materia de las fuerzas armadas, pero también la de garantías individuales, y ha establecido un estado de excepción de facto”.

Nota de Milenio

La empresa llevaba menos de un año licitando servicios de tripulación
Los pilotos, de lo que hasta 2007 fue sólo un taller
Rojas trabajó desde 2001 hasta el año pasado y dio servicio al avión accidentado. En los últimos meses la empresa ha pujado para trabajar con artistas y empresas.
Milenio, 17-Noviembre-08;
La empresa que proporcionó pilotos y tripulación a la Secretaría de Gobernación hasta la muerte de su titular, Juan Camilo Mouriño, se dedicaba hasta hace un año sólo a labores de taller mecánico y carecía de experiencia comprobada en navegación aérea.
Así lo reveló a MILENIO Martín Santiago Rojas, ex jefe de taller de la empresa Centro de Servicios de Aviación Ejecutiva, quien hasta el año de 2007 dirigió las operaciones mecánicas de la compañía, dedicada hasta ese entonces a la reparación y mantenimiento de aeronaves, no a la contratación de aviadores.
“¡No dábamos servicios de pilotos! Nosotros éramos un taller mecánico que daba servicios a aviones. No teníamos pilotos ni nos metíamos en eso”, aseguró Rojas, quien dijo desconocer a los dos aviadores que comandaban el Learjet 45 en el que pereció Mouriño.
Ambos pilotos, Martín Oliva y Álvaro Sánchez, tenía menos de un año de trabajar para la Secretaría de Gobernación: la licitación con la que fueron contratados fue asignada apenas en diciembre de 2007, lo que los llevó a que acumularan menos de seis días de experiencia y horas vuelo al mando de dicha aeronave, en la que se desplazaba el hombre más importante de la política interior de México.
Rojas trabajó en el taller de la empresa de 2001 a 2007, tiempo en el que el avión Learjet accidentado recibió su servicio de mantenimiento por personal bajo sus órdenes directas en varias ocasiones.
“Ahora que vi a los pilotos que murieron, debo decir que los desconozco. Yo estaba en la época en que volaba el señor Carlos María Abascal (ex secretario de Gobernación) y jamás los conocí”, dijo.
En ese sentido, el ex subsecretario de Gobernación durante el sexenio foxista, Felipe González reveló el sábado pasado que Bucareli nunca contrató pilotos privados bajo la anterior administración y que siempre se confió la transportación del titular de la dependencia a la Secretaría de la Defensa Nacional, lo que cambió al relevo de gobierno.
Ahora contratado para otra empresa y profesor en una escuela del Estado de México, Rojas insistió en que durante su estancia en la empresa nunca escuchó que se dieran servicios de pilotos, como ahora se hizo, al poner a disposición de Bucareli una tripulación con virtual experiencia nula en Learjets 45.
“En todo el tiempo que estuve, el servicio era única y exclusivamente de un taller. Hasta la razón social es la de un taller. No sé si luego empezaron a meterle a que ofrecieran sobrecargos, pilotos, pero hasta donde yo sé éramos un simple taller y ante la Dirección General de Aeronáutica Civil estábamos autorizados como taller únicamente”, dijo.
Con n la venia de la Secretaría de Gobernación, la empresa ganó la licitación 00004010-020-07, tasada en más de 11 millones de pesos y mediante la cual se permitió a la empresa no sólo dar mantenimiento al Learjet 45 matrícula XC-VMC, si no se le pidió proporcionar a su tripulación completa.
MILENIO informó este sábado que Gobernación aprobó la licitación sin exigir alta experiencia a los pilotos que transportarían, regularmente, a Mouriño y a otros funcionarios importantes para la seguridad nacional del país.
“No sé si después empezaron a ofrecer pilotos, pero este negocio es de cuates, en el medio aéreo nos conocemos mucha gente. A veces una empresa pide prestados pilotos a otra empresa”, agregó Rojas, quien indicó que, infructuosamente, la empresa pujó en los últimos años para proporcionar servicios de mantenimiento a clientes como la familia de Vicente Fernández, Grupo Chedraoui, Pepsico y un diario de circulación nacional basado en la Ciudad de México.
El mecánico, especializado en ingeniería aeronáutica, señaló que en las ocasiones que llegó a revisar el XC-VMC jamás encontró un solo desperfecto en los sistemas internos de la aeronave.
“No recuerdo una sola avería o un solo problema. Le hicimos el check de motores, recuerdo haberle hecho el listado, el presupuesto y todo estaba bien. Lo que yo hacía era encargarme del estampado, firmaba cuando venía que todo estaba donde debía estar. Yo tenía la autoridad de decir ‘este avión sale o no sale’ y por eso nunca me dí el lujo detener un problema con ese avión”, agregó.
México • Víctor Hugo Michel

Falta mucho

Las respuestas que hacen falta/Editorial, El Universal, 17 de noviembre de 2008;
En los días que han sucedido a la caída del jet en que viajaba Juan Camilo Mouriño el gobierno federal —a través del secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez— ha realizado un esfuerzo de comunicación transparente y oportuno. Se espera lo mismo respecto de las preguntas que surgen hoy, cuando la responsabilidad apunta hacia quienes permitieron a pilotos faltos de experiencia conducir la aeronave del secretario de Gobernación.
La grabación de las conversaciones en la cabina del Learjet 45 entre piloto y copiloto parecen reforzar la hipótesis de que la turbulencia del avión que precedía al jet y la impericia de los tripulantes determinaron el desplome.
Habrá que esperar el resto de las investigaciones —que tardarán meses en concluirse— pero por el momento el gobierno tiene evidencias, más acequibles a la población no especializada, para hacer a un lado versiones de atentados y sabotajes.
Sin embargo, surgen con esas pruebas presuntas deficiencias en el proceso de certificación de piloto y copiloto. Aunque tenían 3 mil 675 y 11 mil 809 horas de vuelo, respectivamente, el primero contaba con sólo 2% del total mínimo para tripular un Learjet 45, mientras el segundo tenía menos del .5% de lo requerido. El mismo audio previo a la tragedia muestra, en palabras del titular de la SCT, “la falta de familiaridad con los instrumentos en cabina, al fallar repetidamente en la introducción de datos en los sistemas electrónicos”.
Se suman a lo anterior posibles errores desde tierra, pues el despachador que hizo el plan de vuelo introdujo datos erróneos a la computadora, mientras que el controlador no advirtió a la tripulación del peligro que representaba la cercanía entre la aeronave del secretario de Gobernación y el Boeing 767 que ocasionó la turbulencia.
Ante esto, y más allá de posibles errores humanos individuales, quedan dudas sobre la responsabilidad gubernamental. ¿Es recomendable dejar que sean empresas las encargadas de la integridad de los altos funcionarios en vuelos oficiales y no personal de seguridad del Estado mexicano? ¿Realizaba el mismo procedimiento el gobierno para todos los vuelos de sus secretarios de Estado?

¿No existen protocolos de seguridad que impidan que varios funcionarios de alto nivel viajen en un mismo vuelo a menos que éste tenga supervisión extraodinaria? Hoy sabemos que Mouriño invitó a formar parte de los pasajeros al secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y la comisionada del Instituto Nacional de Migración Cecilia Romero. Por fortuna, ellos tenían otros planes.
Aun si no hubo anomalías en la licitación para que una empresa diera mantenimiento y pilotos al Learjet 45, ¿el Estado Mayor Presidencial investigó al personal asignado para esas tareas? ¿No está acaso encargado de la seguridad del llamado staff presidencial?
¿Hay responsabilidad en la SCT por permitir que pilotos sin la adecuada certificación vuelen aeronaves que requieren especial adiestramiento? ¿Ejerce controles suficientes para garantizar que eso no vuelva a ocurrir?
Acertadamente, el gobierno federal ha actuado con transparencia y prontitud para difundir los datalles de esta tragedia. Para que continúe con ese camino deberá responder a las preguntas surgidas sobre su propia responsabilidad.

Eso pudo haber sucedido al Learjet

Columna Scaner/Jaime Ramírez Yañez,
Milenio (www.milenio.com) 12/11/2008;
Un spoiler trabado, el del lado derecho, puedo ser la causa de que el avión en el que viajaba el secretario de gobernación Juan Camilo Mouriño Terrazo se accidentara. En esto coinciden varias opiniones de pilotos experimentados que no encuentran otra razón del agresivo viraje de casi 180 grados que generó que el aparto cayera casi en ángulo recto, a más de 500 kilómetros por hora, y se estrellara en la confluencia de la avenida Reforma y el Periférico.
La pregunta sería ¿porqué, cómo y en qué momento se trabó el spoiler del LearJet 45 10C en el que viajaba el político hispano campechano? Para contestar esta interrogante hay que retomar, paso a paso, el análisis de la secuencia de radar que presentó el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte, Luis Téllez Kuenzler, un día después del suceso.
1. Desde su despegue del aeropuerto Ponciano Arriaga de San Luis Potosí, el avión de Mouriño no reportó ninguna falla. El vuelo de crucero se efectuó en forma normal y a tiempo. Por lo menos no hay datos de que los pilotos del XC-VMC —Extra Coca Víctor Mike Charly, en el alfabeto fonético aéreo— hubiese reportado alguna anormalidad.
2. La maniobra de aproximación, inicial, final y el aterrizaje de cualquier avión en el aeropuerto Benito Juárez en la ciudad de México son operaciones particularmente difíciles, ya que la capital mexicana se encuentra en un hondonada por lo que los descensos suelen ser muy drásticos y rápidos. Otro problema que tienen los pilotos para arribar a la ciudad es que deben volar a velocidades superiores —en descenso— para dejar libres, primero, las aerovías y ya en tierra desalojar las pistas rápidamente.
En este contexto volaba el avión de Mouriño y hasta el VOR —radioayuda a la navegación que utilizan las aeronaves para seguir en vuelo una ruta preestablecida— denominado San Mateo, todo iba perfectamente bien.
El LearJet se encontraba en franco descenso, con los flaps desplegados al 20 por ciento —este tipo de aparatos tienen cuatro posiciones: 0, 8, 20 y 40 por ciento—, en el momento que desde la torre de radar recibieron la orden de cambiar a la frecuencia radial 118.10 y conectarse con la torre de control MW —siglas para identificar el aeropuerto de destino— en la ciudad de México.
3. Lo que sucede dentro de la cabina de los pilotos después de recibir la autorización de transferencia a la torre de control de destino y recibir las instrucciones de aproximación final y aterrizaje es un protocolo usual y sencillo. El capitán cambia la frecuencia de radio mientras el copiloto presiona el botón para bajar el tren de aterrizaje. En ese preciso momento cambió el estatus de avión drásticamente.
4. Como ya habían recibido la orden de aminorar la velocidad para la aproximación final, a 180 nudos, el siguiente paso fue desplegar los spoilers, que son dos alas pequeñas que van sobre el ala y que sirven como un freno aerodinámico. El piloto mantuvo el porcentaje de flaps a 20 grados. En este punto es muy probable que una alarma denominada “warm” comenzara a sonar incesantemente. Entonces los pilotos retrajeron los spoilers. Uno de ellos, el derecho, se quedó trabado. La punta del avión bajó en forma agresiva. El capitán intentó nivelar el avión. Aplicó la potencia de las turbinas hasta el 92 por ciento para intentar elevar el aparato y controlarlo. En este estado de cosas las turbinas expulsan ráfagas de un fuego rojo candente.
La alarma seguía sonando. El LearJet dio un giro brusco hacia la derecha, de casi 180 grados. Después se desplomó a 500 kilómetros por hora y casi en línea recta. Una caída de 700 metros en diez segundos. Para los pilotos lo único que quedaba era poner las manos en el timón, esperar el impacto y la muerte.
5. ¿Qué fue lo que activó la alarma y por qué los pilotos no tuvieron comunicación? En la página 141 del manual de vuelo del LearJet 45 10C, fabricado por la empresa canadiense Bombardier, aparece el esquema eléctrico e hidráulico del aparato. En él se puede apreciar que hay un acumulador maestro que se encarga de la operación eléctrica y fluido de aceite tanto para el tren de aterrizaje como los flaps, los spoilers y del sistema de frenado en reversa.
La hipótesis es que al bajar el tren de aterrizaje del avión y al desplegar los spoilers, estas dos operaciones requirieron de una carga eléctrica extra que pudo haber inhabilitado el acumulador y por eso el spoiler derecho ya no regresó a su lugar. El de lado izquierdo sí, porque en este tipo de aviones los sistemas son bilaterales, lo que explica que el otro acumulador —el izquierdo— no se dañó, pues el spoiler sí pudo regresar a su posición. Otra consideración importante es que para este tipo de aparatos el manual recomienda que los spoilers no sean utilizados como speed breaks en vuelo, es decir, como frenos momentáneos sino hasta el aterrizaje junto con las turbinas en reversa para detener el aparato.
Hasta este punto, la teoría de que la turbulencia que generaron las turbinas de un Boeing 767 de Mexicana que venía de Buenos Aires puedo haber derribado el avión queda anulada, ya que sí cumplía con los parámetros de distancia que son 4.5 millas entre uno y otro.
Finalmente, los pilotos nunca pudieron comunicar su situación, ya que tenían que atender las maniobras primero y tratar de salvar a los pasajeros. Es una regla.

Gober, el potro salvaje

Gobernación, el potro salvaje del gabinete/Reportaje
Elia Baltazar
, reportera.
Excélsior (http://www.exonline.com.mx/) 16/11/2008;
De aquella secretaría que todo lo controlaba, antesala de aspiraciones presidenciales, poco o nada ha quedado. Para fortuna del país, coinciden sus funcionarios del pasado y sus críticos del presente.
Sin embargo, en el camino del cambio político en México, que transitó de la época de partido único al pluripartidismo y el trato de iguales entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, la Secretaría de Gobernación (Segob) vio diluirse su identidad: perdió peso, evadió responsabilidades o las compartió con otras oficinas de gabinete. Y de hijo favorito pasó a tercero, por detrás de Hacienda.
El país cambió, la alternancia en el poder se inauguró, el Palacio de Covián incluso se amplió y remozó, pero la institución envejeció. O, al menos, no emprendió transformaciones de fondo para hacerse de herramientas más efectivas frente a los retos de la política actual y la seguridad nacional.
Ex secretarios, como Santiago Creel, Francisco Labastida y Manuel Bartlett, y ex subsecretarios, como Arturo Núñez, ofrecen pistas sobre las necesidades de cambio en la Segob, al cabo de uno de los momentos más urgentes en materia de coordinación para el combate al crimen organizado y el narcotráfico, y en medio del relevo de su titular.
De ahí la urgencia de emprender esta tarea, dicen, inconclusa siempre en la reforma del Estado y sus instituciones.
Nacida en 1853 con el nombre de Secretaría de Relaciones Interiores, Justicia, Negocios Eclesiásticos e Instrucción Pública, la Segob recorrió un largo tramo como pilar de la seguridad interna, a través de organismos “de infausta memoria” dice Manuel Bartlett—, como la Dirección Federal de Seguridad (DFS). Ocurrió en los tiempos monolíticos del partido único, cuando el PRI ejerció todo el poder y el control sobre el Estado.
“Gobernación no se ve ni se oye, pero se siente”, decía la clase política en los años en que el comunismo era amenaza, la guerrilla una realidad, y la represión política una práctica.
“Su forma de operar correspondió a un momento de la historia del mundo y de México, en la lógica de la Guerra Fría, la seguridad interior y el reto comunista. El partido hegemónico (el PRI), que ganaba de todas, todas, debía tener los controles hacia adentro, porque la esencia del proceso político pasaba en su interior y al margen estaban otros actores sobre los que había que estar vigilantes, que eran o los hacían antisistema.”
Lo dice Arturo Núñez, hoy senador del PRD y miembro del Frente Amplio Progresista, pero en el pasado, director general de Desarrollo Político de la Segob y dos veces subsecretario en la misma dependencia.
En su primera parada en el Palacio de Covián, Núñez se desempeñó bajo las órdenes de Fernando Gutiérrez Barrios, militar y leyenda de la política mexicana, controversial personaje cuya biografía política caminó de la mano de los servicios de inteligencia y policía política del país, entre los años 60 y 70, cuando se desempeñó como titular de la DFS y, luego, como subsecretario de Seguridad.
Todo en el ámbito de la seguridad nacional a cargo de la Segob, que dejó por unos años de paréntesis administrativo como secretario de Caminos y Puentes Federales y gobernador de Veracruz. Sin embargo volvió. Esta vez como secretario de Gobernación de Carlos Salinas de Gortari, quien lo llamó para hacer frente a la crisis política desatada por el proceso electoral de 1988.
Allí conoció a Arturo Núñez, quien se hizo cargo de las tareas de la reforma electoral, obligadas por las circunstancias, y luego se convirtió en subsecretario de Gobernación.
“El primer día que me llamó a acuerdo (que no es otra cosa que una reunión), un par de consejos me dio don Fernando (así le llaman todos aún): en la Secretaría de Gobernación hay que honrar la palabra y estar informados.”
Núñez recuerda el diálogo íntegro de aquel día, cuando Gutiérrez Barrios le dijo: “En esta Secretaría, nuestro instrumento fundamental de trabajo es la palabra, y hay que honrarla. Le pido que no la dé para ganar tiempo, para darle la vuelta a un problema ni tener margen de maniobra. El día que perdemos la confianza en la palabra de la Secretaría de Gobernación, habremos perdido los más de nuestros instrumentos de trabajo”.
Luego completó la lección: “Aquí tenemos mucha información, pero no toda. Siempre hay una pieza del rompecabezas que falta. Róbele un rato al sueño y desayune con periodistas, ellos son profesionales de la información y muchas veces tienen la pieza que nos hace falta”.
Sus consejos siguen siendo válidos para el presente de la Segob, considera Núñez, que otras cosas aprendió en aquellos años. Entre ellas, que la Segob “es un potro salvaje que puede tumbar hasta al mejor jinete, y si éste no es experimentado, con más facilidad”, dice.
Será por ello que de 1988 a la fecha han caído de la silla de Gobernación diez titulares (sin contar a Juan Camilo Mouriño), los mismos que la ocuparon durante casi siete sexenios (42 años), contados desde el gobierno de Miguel Alemán hasta el de Miguel de la Madrid.
Desde el gobierno de Salinas, dicen en los corrillos de la política, la titularidad de la Segob dejó de ser un cargo permanente para convertirse en transitorio, lo que evidencia la falta de rumbo y capitán al frente de la nave.
El mismo Núñez permaneció sólo 48 horas como encargado de despacho, en el tránsito de la renuncia de Esteban Moctezuma Barragán y la llegada de Emilio Chuayffet Chemor. Esto, durante el sexenio de Ernesto Zedillo, el último presidente de la dinastía priista.
“Todo ocurría entonces en el ámbito del Ejecutivo, pero en la medida en que la situación cambió, la agenda de la seguridad se desplazó hacia otros temas, en el país afloró con plenitud la diversidad y su pluralidad se tradujo en pluripartidismo, y ya no hubo más partido hegemónico, pues el bastión de control del Ejecutivo (la Segob) se vio afectado y erosionado por todos lados. Por dentro y por fuera”, afirma Núñez.
Ahora, en cambio, el Legislativo se habla de tú con el Ejecutivo, la negociación política y de presupuesto de los estados pasa por el Congreso y las responsabilidades de la seguridad se han desplazado.
Es precisamente en esta materia donde más fallas encuentra el senador en las responsabilidades de la Segob. “La capacidad del crimen para infiltrar los instrumentos del Estado ha sido pavorosa.” No obstante, recomienda no volver la vista atrás en el diseño de nuevas herramientas para sus funciones. “La fama de Gobernación se sostenía en una sentencia: destierro, encierro o entierro. Eso no puede ni debe volver al país. Hay necesidad de replantearla a fondo, sin duda, pero no necesariamente para ser lo que fue”.
Su propuesta: separar la política de la seguridad. “Creo que debería haber fronteras muy claras y, en este momento, me parece, están mezcladas”, bajo el argumento de que el narcotráfico ha invadido el ámbito político. Pero “de eso no hay evidencias claras hasta el momento”.
Pero para Núñez, más urgente que reformar la Segob es resolver el diseño de un nuevo régimen, en el marco de la actual relación entre el Ejecutivo y el Legislativo.
En el opuesto político, el senador del PAN, Santiago Creel, coincide con Núñez en la necesidad de separar lo político de lo policiaco, precisamente por la experiencia de la policía política del pasado.
Primer secretario de Gobernación de la alternancia, de 2000 a 2005, Santiago Creel admite que ha llegado el momento de pasar revista a las facultades y poderes de la oficina que encabezó, pues en el contexto actual se impone como prioridad la seguridad pública.
Han cambiado las circunstancias, dice, pero no necesariamente las facultades y atribuciones de la Segob. Y ésta requiere de una revisión, porque las circunstancias determinan en buena medida el trabajo de las instituciones.
“Hace algunas décadas explica—, la tarea política de la secretaría se manejaba de manera distinta. Había un partido que concentraba a los sectores y a través de éstos hacía la operación política fundamental del país. El titular de Gobernación era auténticamente el jefe político del Presidente y sus instrucciones eran atendidas de manera vertical.”
Hoy, en cambio, el secretario de Gobernación requiere de mucho tiempo para la conciliación política, que es la base de la gobernabilidad. “La pluralidad requiere mucho mayor esfuerzo, dedicación y tiempo para atender al Congreso, a los partidos, a los gobiernos locales. Y también se requiere renovar esfuerzos de interlocución con las iglesias, y subrayo el plural.”
Pero por encima de la tarea política de la Segob, se impone el tema de la seguridad, “que es un problema mayúsculo, quizá el más importante del país”.
Para afrontar este reto, Creel apuesta por la figura del ministerio del interior, pues se trata de la institución que concentra las funciones de la policía, del sistema de readaptación social, de protección civil y de inteligencia civil en lo que se refiere a migración, aduanas, investigaciones del crimen organizado en la modalidad del narcotráfico y lavado de dinero.
“Ese es un camino muy conveniente a seguir en lo que puede ser la concentración de funciones y facultades que hoy están dispersas, y que generan traslapes y descoordinación en materia de seguridad”, dice el ahora senador del PAN.
Para lo político, propone alguna instancia que pueda ser “primo entre pares”. La figura que surgió a partir de las discusiones de la reforma del Estado fue la jefatura de gabinete. “Pero dejamos de ver la otra parte, fundamental, que es el ordenamiento de una instancia para asegurar la seguridad pública del país y aquí el punto es que la dispersión de las funciones de seguridad, aduanas, policía, sistema de readaptación social, genera un esfuerzo de coordinación mayúsculo. Por ello, la concentración en estas áreas se vuelve prioritaria”.
Aunque opuestos en lo político, Creel y Francisco Labastida, un año secretario de Gobernación, convergen en sus opiniones sobre la necesidad de colocar la seguridad a la cabeza de las prioridades de la Secretaría de Gobernación y concebirla como un ministerio del interior.
No obstante, lejos de pensar en la separación de sus facultades, políticas y de seguridad, hacia futuro mira una Segob con más instrumentos y atribuciones para cumplir con su tarea como coordinadora de las relaciones con el Legislativo y con los gobiernos de los estados y municipios, así como para enfrentar el reto de la seguridad del país.
“Me tocó crear el primer plan de seguridad pública, me tocó crear la AFI y estaban dentro de la Secretaría de Gobernación, porque yo concibo a la Secretaría de Gobernación más como un ministerio del interior que requiere instrumentos de este tipo y también los relacionados con los medios de comunicación. Además, necesita una relación muy fluida con el secretario de Hacienda, con el fin de influir en las asignaciones presupuestales. Yo lo hacía, por lo menos.”
—¿No sería volver a la supersecretaría del pasado?
—Y qué miedo tenemos de hacer cosas que funcionen. Si queremos que funcione, tenemos que darle los instrumentos para que funcione. No le pueden dar la responsabilidad, la encomienda de que haga algo, sin dar los instrumentos correspondientes.
Apresurado en sus tareas como senador del PRI, el ex titular de Gobernación, primer candidato del PRI en perder la Presidencia, abre fuego sin blanco definido.
A la Segob, asegura, le diluyeron las facultades y los instrumentos, le quitaron poder. “Necesitamos una Secretaría de Gobernación y un titular con capacidad de coordinar, de negociar.
—¿Es un asunto de la persona o de la institución?
—Es un asunto de la institución. Obviamente, como las tijeras, se necesita las dos hojas para que corte. Requerimos de las funciones y de un secretario de Gobernación que tenga independencia de opinión y que tenga la delegación de responsabilidad para que su palabra valga. La política es un negocio de hombres y de palabra.
Ahora, aprovecha la suya para felicitar la designación de Fernando Gómez Mont al frente de la Segob. “Veo bien que asumiera el cargo un abogado penalista de prestigio, porque ninguno de los otros dos encargados de la seguridad pública es abogado penalista, y hace bien la entrada de uno, por el conocimiento de los detalles de la ley.”
“¡Pamplinas!”, dice Manuel Bartlett, último secretario de Gobernación que permaneció en el cargo un sexenio completo, en el gobierno de De la Madrid. “La Segob es una gran secretaría de Estado, de enorme importancia para el país”.
Pero como en todo, dice, “hay grandes secretarías y grandes secretarios, grandes secretarios y pequeñas secretarías o grandes secretarías y pequeños secretarios. Si la persona que está en la institución tiene peso, experiencia, capacidad, es una conjunción feliz. Pero que no me vengan con pretextos a decir que no cumplen sus funciones porque no tienen instrumentos. Si no existe y se diluye, es porque no hay quien la maneje”.
Su diagnóstico: a la Segob le falta secretario. “Esta Secretaría está en el centro de los problemas del país y el secretario tenía una función importantísima: resolver conflictos en su mesa. Pero que Creel no le eche la culpa de su mal desempeño a una secretaría manca. O Mouriño, que no tenía idea de lo que era el país. Cómo iba a tenerla si se educó en Madrid y luego estuvo en Tampa. No puedes conducir, sin saber. Al secretario de Gobernación le llega información todos los días por toneladas. Todo el tiempo. Pero para tomar decisiones se necesita conocimiento y dominio político del país.”
Bartlett afirma que la información es privilegio de Gobernación, su principal herramienta. No la policía, dice, que nunca ha estado bajo su responsabilidad.
Responsable, entre otros temas, de bajar la cortina de la DFS y dejar adentro su historia negra, Bartlett creó el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, tan cuestionado. No podía ser de otra manera, dice, si lo han convertido “en una oficina para los cuates”.
Lo dice porque al frente del Cisen está Guillermo Valdés Castellanos, a quien identifican como amigo cercano de Calderón, su “confidente” desde el tiempo en que buscaba la presidencia de su partido.
“Me tocó desparecer a la DFS, procesar a sus comandantes hoy muertos en esta guerra de narcos— y crear el Cisen, diseñado para la inteligencia del Estado, ésa que se refiere al conocimiento exacto de las realidades de un país para actuar sobre ellas. Su función es analizar todos los temas que tienen un efecto sobre la gobernabilidad y no requiere de policías sino de analistas, especialistas en diferentes temas. De policía no tiene nada. Es el análisis lo que vale del Cisen para conducir la política en relación con los grandes problemas. La seguridad nacional no son las armas, sino la información y el sistema de inteligencia tiene que dar la información necesaria para actuar políticamente”.
Bartlett también estuvo al frente de la Segob en un momento definitivo de cambio en la historia política del país: la caída del sistema en las elecciones de 1988, antesala de la reforma política que despojó al titular de Gobernación de la autoridad sobre el manejo de las elecciones, uno de los instrumentos más efectivos de control sobre los opositores al régimen.
“A Gobernación le quitaron las elecciones y el Cisen, que ahora está bajo control del Presidente, pero eso no quiere decir que la Secretaría no tenga inteligencia y que la información no llegue al secretario de Gobernación. No es una justificación decir: yo no mando en el Cisen. Si funciona, el secretario debe tener esa información a través de sus conexiones diarias. Qué más información valiosa quiere, que la que obtiene de la relación con los partidos y el Congreso, con las iglesias y los gobernadores. Podría decir que la Segob, en mucho, es la oficina del secretario, su antesala y sus teléfonos. ¿Quién tiene esos instrumentos? Nadie, ninguna secretaría de Estado”.
Por eso Bartlett rechaza que la Segob se deba reformar y revisar sus funciones: “¡Pamplinas! Quieren inventar un primer ministro, un no sé qué, un régimen semiparlamentario, cuando lo cierto es que el presidencialismo nunca se ha ido. El PAN, Fox, llegó a la Presidencia criticándola, pero se sentó allí y le encantó. Ya no quiso cambiar nada. Todo sigue concentrado en la Presidencia imperial priista.
De allí, dice, los fracasos de la reforma del Estado, que reaparece cada seis años y nunca llega a ningún lado. “El ministerio del interior es el francés y básicamente concentra política y policía. Es decir, el ministro del interior es el secretario de Gobernación.
“Lo que tienen que hacer es dejar de crear otras secretarías que no se coordinan entre sí, como la SSP, y todo lo que han hecho en seguridad que es un pastel que no funciona.”
Además, dice, hay que entender que la policía es un instrumento, no un mando; el Ejército mismo no es un mando. El mando es la política, el poder civil. La política prima sobre todo lo demás, afirma.
Lo que pasó, explica, es que desde el sexenio de Salinas el poder se trasladó hacia la Secretaría de Hacienda. “La tecnocracia jaló hacia el sector económico y financiero. Pero ese desplazamiento es muy grave, sobre todo si ese titular de Hacienda obedece lo que diga el secretario del Tesoro de EU.”
Hacienda, afirma, incluso manda sobre el Presidente y ahí hay un problema que no tiene que ver con un primer ministro o no. “Si no hay un secretario de Gobernación, el de Hacienda se enseñorea. Pero eso no es cuestión de instituciones, sino de decisiones políticas.”
Sus funciones
-Presentar ante el Congreso de la Unión las iniciativas de ley o decretos del Ejecutivo.
-Publicar las leyes y decretos del Congreso de la Unión, alguna de las dos Cámaras o la Comisión Permanente y los reglamentos que expida el Presidente de la República, en términos de lo dispuesto en la fracción primera del artículo 89 constitucional, así como las resoluciones y disposiciones que por ley deban publicarse en el Diario Oficial de la Federación.
-Administrar y publicar el Diario Oficial de la Federación.
-Manejar el servicio nacional de identificación personal.
-Tramitar lo relativo a la aplicación del artículo 33 de la Constitución.
-Administrar las islas de jurisdicción federal, salvo aquellas cuya administración corresponda, por disposición de la ley, a otra dependencia o entidad de la administración pública federal.
-Conducir la política interior que competa al Ejecutivo y no se atribuya expresamente a otra dependencia.
-Vigilar el cumplimiento de los preceptos constitucionales por parte de las autoridades del país, especialmente en lo que se refiere a las garantías individuales y dictar las medidas administrativas necesarias para tal efecto.
-Conducir, siempre que no esté conferida esta facultad a otra secretaría, las relaciones del Poder Ejecutivo con los demás Poderes de la Unión, con los órganos constitucionales autónomos, con los gobiernos de las entidades federativas y de los municipios y con las demás autoridades federales y locales, así como rendir las informaciones oficiales del Ejecutivo Federal.
-Conducir, en el ámbito de su competencia, las relaciones políticas del Poder Ejecutivo con los partidos y agrupaciones políticos nacionales, con las organizaciones sociales, con las asociaciones religiosas y demás instituciones sociales.
-Fomentar el desarrollo político, contribuir al fortalecimiento de las instituciones democráticas; promover la activa participación ciudadana y favorecer las condiciones que permitan la construcción de acuerdos políticos y consensos sociales para que, en los términos de la Constitución y de las leyes, se mantengan las condiciones de gobernabilidad democrática.
-Vigilar el cumplimiento de las disposiciones constitucionales y legales en materia de culto público, iglesias, agrupaciones y asociaciones religiosas.
-Administrar el Archivo General de la Nación, así como vigilar el cumplimiento de las disposiciones legales en materia de información de interés público.
-Vigilar que las publicaciones impresas y las transmisiones de radio y televisión, así como las películas cinematográficas, se mantengan dentro de los límites del respeto a la vida privada, a la paz y moral pública y a la dignidad personal, y no ataquen los derechos de terceros, ni provoquen la comisión de algún delito o perturben el orden público.
-Regular, autorizar y vigilar el juego, las apuestas, las loterías y rifas, en los términos de las leyes relativas.
-Conducir y poner en ejecución, en coordinación con las autoridades de los gobiernos de los estados, del Distrito Federal, con los gobiernos municipales, y con las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, las políticas y programas de protección civil del Ejecutivo, en el marco del Sistema Nacional de Protección Civil para la prevención, auxilio, recuperación y apoyo a la población en situaciones de desastre y concertar con instituciones y organismos de los sectores privado y social, las acciones conducentes al mismo objetivo.
-Establecer y operar un sistema de investigación e información, que contribuya a preservar la integridad, estabilidad y permanencia del Estado mexicano.
-Contribuir en lo que corresponda al Ejecutivo de la Unión, a dar sustento a la unidad nacional, a preservar la cohesión social y a fortalecer las instituciones de gobierno.
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Experto asegura que facultades de Bucareli ya dejaron de pesar
Nota de Elia Baltazar
Los políticos coinciden: la prioridad en las tareas de la Secretaría de Gobernación es la coordinación en materia de seguridad. Algunos aceptan separar de ésta sus responsabilidades políticas y avanzar hacia la creación de una jefatura de gobierno y, en paralelo, hacia un ministerio del interior.
Hay propuestas —en el ámbito de los trabajos de la reforma del Estado— para la reforma del régimen y, por lo tanto, de la redistribución y redefinición de las tareas que hoy concentra la Segob. Pero parece que falta voluntad. ¿Por qué? Francisco Valdés Ugalde, investigador de la UNAM, presidente del Consejo Superior de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y especialista en materia política, lanza una respuesta: “Nadie quiere sacrificar la Presidencia.”
Todos los actores políticos, dice, siguen pensando en términos de la Presidencia, aun cuando ésta ya no tiene el poder de antaño. “Pero los esquemas del pasado a veces perduran muchas generaciones sin cambiar y sin dar lugar a una transformación que se ajuste a los nuevos tiempos.” Y el caso de México es ejemplar en este sentido, explica. “Hay una lógica perversa, una combinación entre un sistema electoral y partidario plural, que al mismo tiempo tiene una cúspide de poder que es el Presidente de la República, el cual sigue alimentando la tentación de que algún partido pueda obtener la mayoría y hegemonía, si bien no como la que tuvo el PRI en el pasado, sí una réplica. Esas son las expectativas para 2009 y 2012.”
Especialista en el estudio de las instituciones, Valdés Ugalde descubre el discurso político ante los ojos de la realidad: la Secretaría de Gobernación ya no juega un papel definitivo ni en seguridad ni en materia de acuerdos políticos.
“Es más una especie de enlace con el Congreso y los partidos, que un conducto para tratar los temas de seguridad del Estado. Y aun en el caso de la relación con los actores políticos, desde el año 2000, no juega un papel significativo. Hoy no puede satisfacer las necesidades de concertación del gobierno, porque no tiene la capacidad ni las facultades para atraer a otros actores hacia los acuerdos que se requieren”.
Sucede así, explica, porque el Congreso tiene actores suficientemente fuertes para tener una política por cuenta propia, que no responde a las orientaciones del gobierno. Aun el PAN, sigue, tiene su propio funcionamiento en las cámaras, que no se coordina directamente con las Segob.
“Esto es una herencia del foxismo y del secretario Creel, que dejó las cosas en ese estado y no tuvo la visión para cambiar el panorama y los mecanismos de funcionamiento de la Segob hacia otra dirección. Aunque en última instancia el responsable de eso ha sido el jefe del Estado y la forma en que ha encarado el funcionamiento de esa secretaría.”
Investigador especialista en temas como la reforma del Estado, las reformas constitucionales y el conflicto político, Valdés Ugalde considera que el problema de la pérdida de protagonismo de la Segob va más allá de ésta y para resoverlo es necesario mirar y analizar al régimen en su conjunto.
“Cuando tenemos un sistema plural, en el cual no hay un solo partido con mayoría en el Congreso ni en las entidades, tenemos una situación en la cual el propio gobierno tiene necedad de concertación. Pero la Segob, tal y como existe hoy, no puede satisfacer ésta. No tiene la capacidad ni las facultades para atraer a los actores políticos hacia el tipo de acuerdos que se requieren en función de una gobernanza democrática. Justamente porque hay que ver la cuestión en términos de conjunto.”
Pero aquello que los actores políticos miran como una meta de la reforma política, el investigador la observa como “una reforma mínima, pequeña, incluso mezquina”. Esto es, resolver la operatividad política del régimen sólo a partir de la creación de un gobierno de gabinete o de la figura de jefe de gobierno en un régimen presidencial, cuando lo ideal sería avanzar, si se quiere, hacia una parlamentarización del sistema presidencial. “De modo tal que en una instancia de gobierno equivalente a la Secretaría de Gobernación o ministerio del interior pudieran estar concentradas completas las funciones de concertación con los actores políticos”.
Pero hoy no existe eso, dice. “No existe por mandato. La Segob no es ya la jefatura de gabinete y tampoco concentra las funciones de gobierno en el sentido del control de la seguridad del Estado. Entonces, hay que repensar tres funciones: concertación con los actores, seguridad del Estado y organización del conjunto del gobierno o instancia intermedia entre el Presidente y el conjunto del gobierno que permita a la Segob jugar ese papel”.
Esto, sin embargo, requiere de una reforma mayor, que no depende sólo del Ejecutivo, sino del Congreso. Y no se trata de colonizar el viejo sistema, afirma, sino de cambiarlo. “Pero no hay ningún actor que esté convencido de que hay que cambiar de sistema. Los actores fundamentales, al contrario, están convencidos de que lo que hay que hacer es colonizar el viejo sistema, tratar de conseguir una especie de minihegemonía lo más cercana posible a la del PRI, para que el sistema pueda ser funcional en las circunstancias actuales.”