Dibuja al presidente Fox, quien - dice- se encamina "hacia un final sin pena ni gloria"
Los subrayados en negritas son míos.
La Opinión ( de Los Angeles), 6 de junio del 2005
El último capítulo de Fox; Editorial
La partida del gobierno del ex secretario de Gobernación, Santiago Creel, para comenzar su carrera oficial como aspirante presidencial, es otro indicio claro de que la presidencia de Vicente Fox ya se encamina hacia un final sin pena ni gloria. Todavía falta un año y medio para terminar el sexenio pero, ante el desgaste sufrido por el mandatario panista, parecería que la única meta que puede realmente aspirar es a realizar una elección justa y una transferencia de poder ordenada. Es irónico que este pueda llegar a ser el principal legado de una presidencia que comenzó con tantas expectativas.
Vicente Fox todavía asegura mantener las esperanzas de que en los próximos 18 meses se pueda vencer la resistencia legislativa que mantiene en el congelador sus ansiadas reformas estructurales en las áreas energética, fiscal, del Estado y electoral. El fracaso de su agenda se debe en gran parte a la inflexibilidad de la oposición en el Congreso y a la falta de recursos por parte de Creel para negociar posiciones intermedias.