Viaje al centro de la leyenda de José Alfredo Jiménez
Cuando se cumplen 50 años de la muerte del rey de las rancheras, su figura se disputa entre las luces de un músico brillante y las sombras de un hombre consumido por el alcohol y acusado de maltrato. EL PAÍS viaja a los orígenes del cantante para intentar descifrar el mito y conocer a la persona
Alejandro Santos Cid
EL PAIS, Dolores Hidalgo / México - 22 NOV 2023
Es la década de los sesenta y en una habitación preadolescente del Distrito Federal suena el primer disco de los Beatles. El vinilo gira bajo la aguja de un pequeño tocadiscos, uno de esos que al cerrarse se convierte en una maletita. Esta es de color rosa, un regalo que José Alfredo Jiménez ha traído para su hija Paloma desde Los Ángeles, probablemente tras una de sus últimas giras. Se lo compró a su amigo Larry, que tiene una tienda de electrodomésticos en la ciudad de Hollywood. Padre e hija suelen pasar las tardes escuchando música juntos, tumbados en la cama de Paloma. Son los años en los que el rock and roll empieza a poner patas arriba la industria musical y el cantante, el rey sin trono de la música ranchera, mira con curiosidad y recelo el avance imparable de esa corriente de guitarras eléctricas y tipos estrafalarios.