19 ene 2010

¡No hay diálogo con el PRD: Rivera Carrera!

No hay diálogo con el PRD: Arquidiócesis de México
Comunicado martes, 19 de enero de 2010
La Arquidiócesis Primada de México y el Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera no han sostenido ningún tipo de diálogo con la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática, pues no es posible el intercambio de opiniones en un ambiente en el que no impera el respeto a la persona, a su dignidad, al derecho fundamental de la libre expresión, a sus valores y a sus creencias religiosas.
El Arzobispo Primado de México siempre se ha mostrado abierto al diálogo con cualquier persona o partido político; sin embargo, con el Partido de la Revolución Democrática, este acercamiento sólo será posible cuando este instituto político cumpla con las dos condiciones innegociables que son del conocimiento de la opinión pública:
1. Una disculpa pública del diputado local Víctor Hugo Romo por la calumnia proferida contra la memoria de quien fuera Venerable Arzobispo Primado de México y dos veces presidentes de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el finado Cardenal Ernesto Corripio Ahumada.

Comunicado de la CEM, 19 de enero

CEM: Comunicado de Prensa 19 de Enero de 2010
Las realidades sociales por las que México atraviesa nos obligan a los Obispos de México a decir una palabra que ilumine la vida de los mexicanos.
En este contexto, el Magisterio de la Iglesia tiene la intención de ofrecer su propia contribución a la formación de la conciencia, no sólo de los creyentes, sino de aquellos que buscan la verdad y quieren escuchar argumentos que vienen de la fe y de la misma razón.
La fe no es un obstáculo para la libertad y la ciencia ni un conjunto de prejuicios que vician la comprensión objetiva de la realidad. Ante la actitud, que tiende a sustituir la verdad por consensos frágiles y fáciles de manipular, la fe cristiana aporta una contribución en la verdad ético-filosófica y propone perspectivas morales dentro de la cual la razón humana puede investigar y encontrar soluciones viables.
Estamos convencidos de que existe en cada ser humano una ley moral natural, y ésta, también da la bienvenida a quienes no se identifican con la fe y el pensamiento cristiano. Por eso la Iglesia no impone sus leyes morales.

Entablan diálogo PRD-CEM

Condiciona Cardenal diálogo con el PRD
EL prelado pidió al PRD retirar las demandas interpuestas en su contra ante la Segob y ante un juzgado del DF, respectivamente.
Reiteró su rechazo a quienes contradicen los valores morales de la Iglesia y del Evangelio
REFORMA / Redacción
Ciudad de México (19 enero 2010).- El Cardenal Norberto Rivera Carrera rechazó entablar diálogo alguno con el dirigente del PRD, Jesús Ortega, en tanto su asambleísta Víctor Hugo Romo no se disculpe públicamente de achacarle hijos al extinto Cardenal Ernesto Corripio Ahumada.
"No es posible el intercambio de opiniones en un ambiente en el que no impera el respeto a la persona, a su dignidad, al derecho fundamental de la libre expresión, a sus valores y a sus creencias religiosas", divulgó la Arquidiócesis Primada de México a través de un comunicado.

Luisgé Martín

¡Mueran los ‘heditores’!/Luisgé Martín es escritor; su última novela es Las manos cortadas, Alfaguara
Publicado en EL PAÍS, 19/01/10;
Aristóteles distinguió hace ya muchos siglos entre la democracia, que es el gobierno del pueblo, y la oclocracia, que es el gobierno de la plebe o, si se prefiere, de la muchedumbre. En la primera, elegimos a los que creemos mejores y delegamos en ellos -bajo vigilancia crítica- para que nos dirijan. En la oclocracia, en cambio, no elegimos a nadie ni delegamos nada: todos opinamos de todo, todos hacemos todo y todos somos sabios en cualquier materia y profesión.
En estos días se repite hasta la saciedad que Internet democratiza la cultura, pero yo creo que lo que va a hacer, si nadie lo remedia, es oclocratizarla, y eso, lejos de parecerme una virtud o un beneficio social, me parece una amenaza apocalíptica.
En el artículo de Javier Calvo Por un libro universal (EL PAÍS, 24 de diciembre de 2009) se repetían algunas de esas ideas recurrentes en las que se predica, con voz epifánica, el advenimiento de una cultura liberada por fin de las cadenas de los editores. ¿Pero esas cadenas tan esclavizadoras son reales?
A las oficinas de una editorial media llegan al cabo del año casi 1.000 manuscritos. En España deben de circular durante ese tiempo más de 5.000 originales diferentes. La inmensa mayoría de ellos son impublicables, como sabe bien cualquiera que los haya ojeado, y lo primero que hace el editor (gastando dinero para ello) es separar el grano de la paja. Luego, de entre todos los granos elige aquellos que tienen más afinidad con su línea editorial: literatura de autor, best sellers, creación experimental… Mi biblioteca, como la de cualquier lector curtido, está llena de libros de las editoriales que publican el tipo de literatura que me interesa. Es decir, me he aprovechado de la labor y del saber hacer de sellos como Anagrama, Seix Barral, Alfaguara o Tusquets, y lo he hecho porque confiaba en el criterio profesional de sus editores.
Pero los editores, además, editan los libros, si se me permite decirlo de un modo tan tautológico. Es decir, les aportan valor añadido: hacen sugerencias, corrigen deslices o erratas, proponen cambios, pulen el estilo… Los autores estamos absolutamente ensimismados en lo que hemos escrito y aquellos amigos a los que pedimos opinión no son capaces siempre, aunque lo intenten, de examinarnos con distancia, de modo que los editores son los únicos que pueden enfrentarse a la obra con competencia y desapego a la vez.
Lo que se nos propone ahora es la desaparición del editor. La extensión del modelo de edición tradicional al e-book, se nos dice, es “perjudicial para el autor y el lector”. ¿Es beneficioso, entonces, que en vez de 150 novedades anuales clasificadas por sellos editoriales definidos haya en la Red 5.000 textos sin depurar? ¿Es beneficioso que José Saramago y mi prima Paqui (que es casi analfabeta pero se divierte contando historias) estén en pie de igualdad? ¿Es beneficioso que los textos tengan faltas de ortografía, incoherencias narrativas y redundancias? Y aún peor: ¿es beneficioso que desaparezcan esos libros de no ficción que impulsan las propias editoriales, encargándoselos a autores? ¿Quién se ocupará de traducir una novela a otro idioma, de adelantar el dinero que supone ese trabajo?
En la mayoría de los comentarios que predican el nuevo Edén digital se huele el incienso de la España católica: ganar dinero es malo, es pecado; el editor, avaro, insaciable, no lee novelas, sino cuentas de resultados.
Yo, en cambio, he conocido a muchos editores preocupados sólo por llegar a final de año, por mantener puestos de trabajo y por poder editar libros arriesgados aunque su rentabilidad fuera dudosa. Claro que se han hecho algunas fortunas con la edición: ¿y qué? Pero lo peor es que los mismos que abominan del editor mercader nos aseguran sin empacho que una de las soluciones para que el autor tenga ingresos es introducir publicidad en el propio libro. “Cuando una mañana Gregorio Samsa se despertó de unos sueños agitados, se encontró en su cama de Ikea convertido en un monstruoso bicho”. ¿Es de eso de lo que hablamos? ¿O de que al cambiar de capítulo en Ana Karenina salte en la pantalla del e-book un banner con un anuncio de agencias matrimoniales? No sé si es que me he hecho demasiado viejo para entender los códigos morales de la post-postmodernidad -o lo que sea esto-, pero reconozco que me escandaliza ver el desparpajo con que se mezcla la ética de Fidel Castro con la de Esperanza Aguirre. Por un lado se sataniza al editor empresario y por otro se recomienda poner un anuncio de Coca-Cola en mitad de una novela para defender así la independencia autoral y la libertad del lector. Antes había “visiones del mundo”; ahora, al parecer, sólo hay ángulos ciegos.
El otro asunto que me desconcierta es el del papel que se le asigna al autor en el nuevo mundo e-editorial. Dado que el editor debe desaparecer, se propone que el autor se comporte como un empresario de sí mismo y asuma el desarrollo informático y administrativo, la gestión comercial y la promoción de sus libros.
Es decir, que además de escribir bien, a partir de ahora para ser autor habrá que tener ánimo empresarial, adquirir conocimientos de márketing, elaborar banners y páginas web, dedicar tiempo a infectar viralmente la Red con nuestros productos, preparar performances y poseer algo de dinero para la inversión informática y los viajes promocionales. Los autores, por tanto, no sólo no cobraríamos, poco o mucho, sino que pagaríamos para escribir. Todo ello con la esperanza vaga de que se produjera un retorno de la inversión que nos permitiese al menos comer. Ese retorno no vendría del pago -barato o caro- de los lectores, que se considera impertinente, sino de algún tipo de publicidad como los ya mencionados.
¿Puede alguien imaginar a Kafka, a Dostoievsky o a Scott Fitzgerald en estas lides? Los autores, sin llegar al tópico romántico, suelen ser seres inadaptados, neuróticos y con una cierta incapacidad para las cosas terrenales. Hubo incluso que inventar la figura del agente literario para que se ocupara de sus asuntos. Y ahora pretendemos que compongan la melodía, dirijan la orquesta y toquen todos los instrumentos. A lo peor alguien como Saramago decidía abandonar la literatura, abrumado por esos deberes mundanos (no olvidemos que hay autores que no soportan ni las giras promocionales), pero mi prima Paqui, en cambio, saldría literariamente reforzada, pues es formidable en las relaciones públicas y en la promoción personal.
Saramago y mi prima Paqui pueden convivir en la Red, por supuesto, pero está en juego el tipo de literatura triunfante, el estilo de libro que queremos para el futuro. Con el e-book desaparecerá aproximadamente un 75% del coste actual del libro -papel e impresión, distribución, venta minorista y gastos de financiación de los invendidos-, de modo que el precio podría abaratarse enormemente sin empeorar la calidad y sin poner a la literatura en manos de Repsol o de Nokia. La distribución, por otra parte, sería universal y perpetua: un libro estaría disponible en Lima y en Tokio, hoy y dentro de 20 años, posibilitando así la difusión ilimitada de los autores, simplificando al máximo la logística de las editoriales y permitiendo a cualquier lector tener acceso a títulos hoy inencontrables. Y técnicas de comunicación digital como la de regalar el primer capítulo de una novela, ahora todavía en pañales, podrían suponer una nueva revolución en los costes de publicidad y una indiscutible garantía para el lector indeciso. ¿Nos parece poco paraíso?
No nos engañemos: lo que peligra con un sistema en el que no haya editores ni haya venta no son los beneficios de los accionistas ni los privilegios de unos pocos, sino la dignidad del libro y de la cultura que transmite. Oclocracia o democracia, that is the question.

Psicosis terrorista

La aviación comercial ante la psicosis terrorista/Manuel Trigo Chacón, doctor en Derecho Internacional y autor del libro Globalización y terrorismo (Ed. Visión Libros Publicado en EL MUNDO, 19/01/10;
El espectacular y sangriento ataque a las Torres Gemelas de Nueva York y al Pentágono el 11 de septiembre de 2001 con aviones comerciales motivó en Estados Unidos la urgente necesidad de revisar su política de relaciones internacionales, con la idea de adaptarse a las nuevas circunstancias. Una nueva era comenzaba, e iba a suponer un retroceso en las libertades y derechos fundamentales de los ciudadanos de todo Occidente.
Otros atentados preparados minuciosamente en Londres no llegaron a tener éxito por la intervención a tiempo de los servicios de Inteligencia. El último intento conocido de volar una aeronave en vuelo -de Amsterdam a Detroit- tuvo lugar el día de Navidad del año pasado. Ello ha sobresaltado de nuevo a la opinión pública norteamericana, y muy especialmente al mismo presidente Obama, quien a su regreso de sus vacaciones en Hawai ha tenido que responsabilizarse de los errores cometidos por sus agencias de seguridad. La decisión inmediata ha sido un estricto y riguroso control de viajeros y aeronaves mediante la aplicación de nuevas tecnologías como el escáner personal. También ha pedido a su asesor de seguridad, John Brenan, un informe completo y urgente sobre la seguridad interna de Estados Unidos, informe que deberá estar elaborado en 30 días.

Ayuda a Haiti: CEM

Emergencia en Haití
A los Sres. Cardenales, Arzobispos y Obispos
A los animadores de la Pastoral Social - Caritas
A todos los Hermanos católicos
Estimados hermanos:
Un saludo fraterno, deseando la paz de Cristo, El Señor de la vida.
Es conocido el devastador terremoto que golpeó a nuestro hermano país de Haití, este martes 12 de enero, por la tarde, así como un número importante de réplicas que aún se registran, causando daños masivos y sobre todo graves pérdidas en vidas humanas, en ellas sentimos la muerte de S.E. Mons. Serge Miot, Arzobispo de Puerto Príncipe. Es en estos momentos de emergencia que nos unimos en la oración, suplicando a Dios consuele el sufrimiento del pueblo haitiano, por las víctimas, por los heridos, para que en su amor y misericordia dé alivio a los que lloran.
El mundo ha vuelto la mirada a Haití, ya de por sí vulnerable por la extrema situación de pobreza y el azote de anteriores fenómenos meteorológicos. Ante estos lamentables hechos, la caridad de Cristo nos urge a actuar. Su Santidad Benedicto XVI, también nos convoca a la oración y solidaridad concreta y es a través de Caritas Internationalis como la Iglesia responderá organizadamente para atender las necesidades más inmediatas de la población afectada.
Es la hora para que la Iglesia de México se haga presente y ayude materialmente a estos hermanos, y que seamos, particularmente nosotros los Obispos, los promotores de las acciones que hagan efectivo este llamado. Es muy oportuno señalar que la mejor forma de ayudar será enviando aportaciones económicas de acuerdo a la solicitud de la Cáritas Internationalis. Un equipo de respuesta está viajando a Haití para valorar los daños y la capacidad local y para proporcionar ayuda a los sobrevivientes y apoyar al equipo de Caritas Haití.
La ayuda económica se puede recaudar por alguna colecta, o bien por el medio que vean más oportuno en su propia Iglesia Particular. Para enviar lo destinado a este fin pueden depositarlo, a la mayor brevedad, en la cuenta de la Federación Nacional de Cáritas Mexicana:
Nombre: Cáritas Mexicana, I.A.P.
Banco: Banamex
Cuenta: 100
Sucursal: 746
Agradezco su atención y respuesta solidaria a este llamado. Aprovecho la ocasión para reiterarles mi aprecio fraterno y asegurarles mi plegaria ante nuestro Buen Pastor.
+ Carlos Aguiar Retes
Arzobispo de Tlalnepantla
Presidente de la CEM

A la derecha!

EDITORIAL El País: 19 de enero de 2009
Chile vira a la derecha
La elección del presidente Piñera no debe alterar sustancialmente el rumbo del país
Chile es un país alentadoramente inusual en Latinoamérica. Tan infrecuente como para que el candidato derrotado en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el centroizquierdista Eduardo Frei, felicite inmediatamente al triunfador, el empresario Sebastián Piñera, y éste, a su vez, le asegure que contará con su partido en un Gobierno de unidad. Algo mucho más allá de la cortesía política para uso de la televisión.
Esta soterrada unidad de propósito sobre los destinos del país ha permitido, además de unas elecciones modélicas, que Chile haya aprovechado las dos décadas de gobierno de coalición de la Concertación para ponerse claramente por delante de sus vecinos en solidez económica y gobernación. En líneas generales, la madurez ciudadana y de los políticos han permitido al país andino recortar su pobreza y afianzar a la vez su sistema democrático tras el escarnio de la era Pinochet, aquel experimento de terror acabado en 1990.
La derecha chilena no había ganado una elección presidencial desde 1958. Le han facilitado la tarea las disensiones izquierdistas derivadas del desgaste y de la afición al poder, además de un cierto hartazgo, especialmente entre los jóvenes, con una vieja guardia que ha dominado la política demasiado tiempo. La popularidad de la presidenta Bachelet, que probablemente habría revalidado el cargo de permitírselo la Constitución, ha camuflado los problemas de la coalición gobernante. El mayor mérito de Piñera es haber sido capaz de convencer a los chilenos de que la derecha, que apoyó la dictadura militar, ha recobrado credibilidad suficiente para gobernar.
El reto del cambio es grande para el dirigente conservador en sus cuatro años de mandato. Chile es un país lanzado, que sólo en 2009 ha conocido su primera recesión en una década y que por sus logros ha sido admitido en el club de ricos de la OCDE. El presidente electo promete mayor eficiencia en el sentido empresarial del término y un millón de puestos de trabajo. También reformar un sistema político anquilosado y un Gobierno de unidad nacional. Algunas cosas serán más difíciles que otras, porque Piñera tendrá que legislar con un Parlamento dividido. Pero ni Gobierno ni oposición van a cuestionar los pilares del sistema de mercado ni una política macroeconómica que ha dado buenos resultados. Igualmente improbable resulta que el nuevo mandatario desarbole los programas sociales de su predecesora Bachelet.
Las dificultades para el magnate Piñera pueden venir de otros frentes. Uno, el de su enorme riqueza personal, con inevitables conflictos de intereses potenciales. Otro, el de mantener a raya a una parte de sus aliados políticos. El presidente electo es un moderado, pero algunos de los socios que le han llevado a la victoria reflejan los puntos de vista más socialmente ultramontanos del país andino. También en este terreno Piñera debe ofrecer a los chilenos el cambio prometido.


Igleisas y poder


Columna Itinerario político/ Ricardo Alemán
Publicado en El Universal, 13 de enero de 2010;
Iglesia y poder: doble moral
Como no ocurría en años —acaso desde 1986 cuando la jerarquía despotricó contra el PRI debido al fraude patriótico cometido al PAN en Chihuahua—, la Iglesia católica enfrenta a uno de los hijos de esa madre amorosa que es la partidocracia mexicana: al PRD. Y hoy el motivo del choque no es menor.
Y es que juntos, Ejecutivo y Legislativo del Distrito Federal —acompañados por PRD y PT—, no sólo aprobaron los matrimonios de personas del mismo sexo, sino que esas parejas pudieran adoptar hijos. Pero esa no fue toda la razón del enojo. El problema creció a causa de un engaño político. Se había pactado aprobar dichos matrimonios, pero al final los amarillos sacaron de la chistera la adopción, lo que enfureció a Acción Nacional y a los católicos.
La nueva legislación y el engaño desataron una violenta reacción de la Iglesia católica y del PAN —contra el PRD y la llamada izquierda—, al extremo que la jerarquía amenazó con llamar a no votar por la izquierda, en tanto los amarillos amagaron con pedir una sanción política y legal contra los católicos, por meterse en política. Llamó la atención que el único político y gobernante que dijo a las cosas por su nombre fue el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, quien apeló al estado laico. ¿Y el PRI? No habló de las bodas gay.
Lo curioso del debate —igual que en la promoción a las leyes antiaborto en 17 entidades del país—, es que salvo Marcelo Ebrard, guardaron silencio el resto de presidenciables de todos los partidos y tendencias. ¿Quién, de entre Enrique Peña, Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes, Andrés Manuel López Obrador… salieron a defender el Estado laico? Nadie. Y no lo hicieron ni lo harán, porque lo políticamente correcto —durante un proceso presidencial, como el actual—, es caminar de la mano de la Iglesia católica.
El Estado laico hoy importa un pito a los presidenciables, los partidos y los líderes políticos. Parece que la doble moral es lo que cuenta. Y sobran los ejemplos. Como parte de su precampaña presidencial —en diciembre pasado—, el gobernador Enrique Peña Nieto acudió a la sede del Vaticano a postrarse frente al Papa Benedicto XVI, para anunciar la buena nueva de su boda. Y claro, de su campaña presidencial.
Beatriz Paredes y Manlio Fabio Beltrones cabildearon durante 2009 —entre los gobernadores del PRI—, para impulsar las reformas antiaborto en los congresos locales. AMLO se reúne con obispos de todo el país —en sus periplos por el territorio—, además que como jefe de gobierno regaló a la Iglesia católica —en 2003—, valiosos terrenos de la Basílica de Guadalupe. ¿A quién le importa el Estado laico? Está claro que a nadie. Sólo importa congraciarse con la Iglesia católica, palanca fundamental para llegar a Los Pinos. Al tiempo.

La caída de Peña Nieto: Ricardo Alemán

Columna Itinerario político/ Ricardo Alemán
Publicado en El Universal, 18 de enero de 2010;
Peña Nieto: la caída
La popularidad e intención del voto que atesoró desde el inicio de su mandato el gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, ya rebasó todos los límites posibles de crecimiento; llegó al techo.
Es decir, ya no sólo es el más popular, no sólo es el más votado de todos los presidenciables, e incluso ya no sólo es el fugado al que todos pretenden derribar. No, el techo presidenciable al que ha llegado Peña Nieto hoy es motivo, incluso, de las más descabelladas alianzas electorales; como las de Oaxaca, Hidalgo, Puebla, Sinaloa y Durango; más las que se acumulen de aquí a julio próximo.
Y es que la potencial candidatura presidencial de Peña Nieto, y un eventual triunfo del PRI en julio de 2012, han reeditado entre toda la clase política mexicana el llamado Tucom que se enderezó en los previos de 2006 contra Roberto Madrazo. Hoy la moderna versión del cuento se podría llamar “Todos Unidos Contra Peña Nieto”.
El PAN de Germán Martínez —primero—, y luego el de César Nava, colocaron al mandatario mexiquense como blanco de todos los ataques azules. El objetivo del partido en el gobierno era —y es— tirar a Peña Nieto. El PRD de Jesús Ortega, el FAP de AMLO y el DIA de Manuel Camacho y de Marcelo Ebrard, tienen como objetivo único —alianzas contranatura de por medio—, tirar a Peña Nieto. Intramuros del PRI, todos aquellos que no son parte de los grupos dominantes, también contribuyen a tirar a Peña Nieto.
¿Por qué todos intentan derribar al gobernador? ¿Por qué el reflejo compulsivo de verlo caer? La razón parece elemental. Si Peña cae del elevado nivel de voto y popularidad que atesora, todos —incluso la chiquillería— entran al rango de aspirantes con posibilidades. Más claro. Hoy es tanta la ventaja de Peña Nieto ante el resto, que de seguir esa tendencia pocos tendrían posibilidades reales en 2012. Si Peña queda fuera, desaparece esa distancia y cualquiera pudiera ganar.
Pero son muchos los indicios de que la conspiración también sale del equipo de Peña Nieto. Pareciera que entre los estrategas del mandatario nadie se ha percatado que desde hoy y hasta antes de arrancar la etapa de proselitismo legal —marzo de 2012—, la popularidad y voto de Peña ya no van a crecer de manera significativa. Como llegaron al techo y al límite, más bien tienden a bajar. Por eso resultaron contraproducentes y ofensivas estrategias como anunciar la boda del gobernador en Roma, ante Benedicto XVI, y excesos como las monografías en donde aparece como seguro presidenciable al 2012. La verdad, guste o no a los tricolores, asistimos a la caída de Peña. Al tiempo.