Revista
Proceso # 1967, 12 de julio de 2014
Policía
Federal: discriminación y acoso sexual contra mujeres agentes/GLORIA
LETICIA DÍAZ
Hostigamiento
laboral, castigos gratuitos, reducción salarial, insultos y menosprecio ha
obtenido Griselda Montero por denunciar el ambiente misógino que impera en la
Policía Federal, donde labora. “Si eres una mujer agraciada, como policía
federal es lo peor que te pudo ocurrir. No falta el mando que te pida favores
sexuales”, afirma otra agente. Las denuncias de éstas y otras mujeres de la PF,
sin embargo, no hallan eco en ningún lado, ni siquiera en la Comisión Nacional
de los Derechos Humanos.
Instructora
en aplicación de juicios orales y en derechos humanos de la Policía Federal
(PF), Griselda Montero, abogada con maestría en derecho penal, está castigada:
su pago quincenal se redujo a 100 pesos. Pese a sus cinco años en la
corporación y a su expediente limpio, no ha recibido notificación oficial que
justifique el que cada quincena le descuenten 7 mil 488.80 pesos.
La
única explicación, dice, es que se trata de represalias por su respaldo a sus
colegas víctimas de acosos laborales y sexuales, así como por denunciar abusos
de autoridad, discriminación de género y el hostigamiento que ella misma ha
sufrido de sus mandos.