25 ene 2007

La cancelación de Idomeneo en Alemania



  • Mozar resiste/Juan Ángel Vela del Campo, crítico musical

Publicado en EL PAÍS, 30/12/2006);

La música de Mozart ha sobrevivido sin inmutarse al aluvión de conciertos y homenajes que ha recibido durante 2006, año en que se ha celebrado el 250 aniversario del nacimiento del compositor. No era fácil resistir sin experimentar un sentimiento de saturación. Pero así ha sido, y el arte mozartiano puede comenzar el “año después” sin excesivas resacas. ¿Qué permanece en la memoria tras el exceso festivo? ¿Ha aportado algo sustancial el “año Mozart” o, más bien, se ha quedado en una serie de fuegos artificiales? ¿Se han enriquecido espiritualmente los debutantes y los familiarizados en Mozart, con esta mirada retrospectiva hacia el genio salzburgués?
En la recta de salida del año Mozart, Viena y Salzburgo ocuparon las posiciones de privilegio. Era natural que así fuese. La Historia se impone en ocasiones como ésta. Además, pusieron ambas ciudades, desde el principio, las cartas boca arriba sobre lo que iba a ser su filosofía a la hora de encarar sus proyectos. Se mostró más conservadora Salzburgo, y aceptó un mayor margen de riesgo Viena. Salzburgo abrió oficialmente el año Mozart el 27 de enero, fecha de nacimiento del compositor, con una gala convencional llena de estrellas dirigida por Riccardo Muti, que fue precedida por un acto solemne, con discursos y concierto incluidos, con Nikolaus Harnoncourt de jefe de ceremonias, que no es precisamente la alegría de la huerta. Viena fue más madrugadora, y en el Barrio de los Museos -con la televisión austriaca en directo- se apresuró a mostrar al mundo su aperturismo, convocando en la misma cita a una orquesta sinfónica, a la cantante egipcia Amira Selim, con su grupo de percusiones e instrumentos orientales, y a la estrella vocal de jazz Dee Dee Bridgewater, con sus acompañantes. Selim cantó un aria de la Reina de la Noche, de La flauta mágica, con un movimiento de caderas de los que quitan el hipo, heredado directamente de las danzas del vientre, pero también con una identificación excepcional con Mozart, y las dos mujeres juntas deleitaron con una selección de hits operísticos mozartianos, en el que convivían a la perfección sus estilos, y éstos con los tradicionales acompañamientos orquestales del XVIII. El contrapunto a Salzburgo y Viena, también el 27 de enero, lo ponía París. Un mozartiano declarado como Gérard Mortier no podía permanecer impasible ante las reinvenciones de Mozart, y propuso en el Palais Garnier lo que seguramente sea el montaje escénico en torno al compositor más inteligente del año: un Don Giovanni, ambientado en una oficina de una zona de rascacielos, en el debú operístico del director de cine Michael Haneke. Los campesinos reconvertidos en personal de limpieza permitían una vuelta de tuerca clarificadora a los mecanismos del poder empresarial.
A estas alturas del año nadie podría haber imaginado que la ciudad que haría correr más ríos de tinta con el nombre de Mozart durante 2006 iba a ser Berlín, y que la causa iba a ser la autocensura de la Deutsche Oper en una puesta en escena de Hans Neuenfels para Idomeneo, donde se decapitaba a Mahoma, entre otros, sin que en el libreto original ni siquiera se llegaba a cumplir la muerte de Idamante, hijo de Idomeneo, culminándose toda la historia de héroes de la tragedia griega y dioses con designios funestos en un acto de reconciliación y alabanza del amor y la inocencia. La ópera Idomeneo tiene ahora, allá donde se ponga, una demanda como nunca había tenido, y no está mal que así sea, pues su música es maravillosa, sea cual sea el montaje escénico utilizado, pero algún espectador despistado ha llegado a sentirse desconcertado ante la ausencia de Mahoma en la representación. En fin, cosas que pasan.
¿Qué va a quedar para el futuro del año Mozart? Salzburgo volvió a la carga en su Festival de Verano programando la escenificación de sus 22 óperas, completas o inacabadas, en un abanico de estéticas y planteamientos musicales y teatrales de lo más variado. La colección completa de las grabaciones ha aparecido ya en el mercado en DVD, constituyendo sin duda una de las herencias más valiosas de este año mozartiano, no tanto por la homogeneidad enlas calidades -las hay para todos los gustos- sino por el testimonio que suponen de la efemérides en un emblemático lugar, y por la integración de los medios audiovisuales en la política de festivales, con la consiguiente universalización gracias a los procesos de distribución internacional. Otro de los proyectos divulgativos más útiles del año desde Salzburgo ha sido la posibilidad de bajar las partituras gratuitamente vía Internet, gracias a la Fundación del Mozarteum.
Viena tiró la casa por la ventana desde el 14 de noviembre al 13 de diciembre con la organización del Festival New Crowned Hope, traducible por algo así como La esperanza coronada, en alusión a la logia masónica de este nombre, en la que Mozart estaba al final de su vida. Con el director de escena estadounidense Peter Sellars al frente, el planteamiento de esta curiosa manifestación consistía en una convivencia de creaciones de diferentes sectores de la cultura, inspiradas en las tres últimas obras de Mozart: el Réquiem y las óperas La flauta mágica y La clemencia de Tito, dando a partir de ellas una vuelta de tuerca a los conceptos de reconciliación, magia y transformación, y verdad, en coproducciones de algunos espectáculos con Nueva York, Londres, Berlín, Los Ángeles y otras ciudades, lo que favorecerá su conocimiento. La convocatoria ha supuesto una gran fiesta a escala geográfica mundial, pues han participado grupos artísticos y creadores de Estados Unidos, Venezuela, Indonesia, Nueva Zelanda, Francia, Austria, Irán, Irak, Paraguay, Suráfrica, Tailandia, Taiwan, Malí, Congo, Camboya, Australia, Etiopía, Líbano, México, Zimbabue y Finlandia, entre otros, con 21 producciones, 7 estrenos mundiales y 77 representaciones. En la ópera A flowering tree, de John Adams, intervino la orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, y en el “camino musical en 15 estaciones” La pasión de Simone Weil, con libro de Amin Maalouf y música de Kaija Saariaho, dirigió al Klangforum de Viena la finlandesa Susanna Mälkki. La demostración de que Mozart sigue siendo una fuente de inspiración para la creación encuentra en citas como ésta su prueba evidente.
Pero, por encima de todo, lo que pervive del año Mozart es la sensación familiar y cotidiana de su música, un tesoro sin fondo que continúa suministrando placer, compañía o consuelo, sugiriendo meditaciones y provocando sentimientos, en suma, enriqueciendo al que la escucha con sus insondables poesía y humanismo. Durante 2006 se han recuperado en grabaciones visuales montajes históricos como el de La clemencia de Tito, del matrimonio Herrmann, que demostró ya en 1982 en La Monnaie de Bruselas la posibilidad de hacer representable lo imposible. Y en el terreno literario, al lado de recuperaciones históricas como la biografía de Wolfgang Hildesheimer, se puede señalar la publicación de un libro tan desenfadado como Cenando con Mozart, de Juana Barría Aguiló. Son ejemplos variopintos de muchas, demasiadas cosas quizás, lo cual siempre es preferible a la penuria.
En España el “efecto Mozart” ha beneficiado de rebote a dos compositores a los que se suele relacionar con el salzburgués, y que este año también han estado de aniversario. Me refiero al valenciano Martín y Soler -200 años de su muerte- y al bilbaíno Arriaga -200 años del nacimiento-. La música de ambos ha sonado como nunca en 2006. Del primero, contemporáneo y citado por Mozart en su Don Giovanni, se ha realizado un importante congreso internacional en noviembre en Valencia. Del segundo, conocido por el “Mozart español” por su condición de niño prodigio en su corta vida -no llegó a cumplir los 20- se ha editado su obra completa bajo la dirección de Christophe Rousset. 2006 deja un recuerdo más que estimable.



  • La cancelación de Idomeneo/Daniel Barenboim, pianista y director, fundador de la Orquesta East Western Divan junto con el ensayista palestino Edward W. Said.

Publicado en El País, 04/10/2006);


Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.


La cancelación de las representaciones de Idomeneo en Berlín plantea una pregunta importantísima: qué percepción tenemos del mundo musulmán, un asunto que no se ha abordado de manera satisfactoria en absoluto. La Deutsche Oper ha eliminado temporalmente de su repertorio para esta temporada este espectáculo -que no he visto y que, por tanto, no puedo comentar-, ¡porque contenía elementos que podían ofender o insultar a unas personas que no estaban obligadas a verlo! Un Gobierno tiene el deber de proteger a sus ciudadanos frente a las amenazas de violencia y terrorismo, pero ¿tiene un teatro el deber de proteger a su público de expresiones artísticas que podrían interpretarse como ofensivas? El nexo entre la expresión artística y las asociaciones de ideas que suscita no es muy diferente del que existe entre sustancia y percepción. Con demasiada frecuencia alteramos la sustancia para adaptarla a la percepción que tenemos de ella. Como es natural, no hay manera de saber con exactitud las asociaciones que evoca el arte, porque son prerrogativa de cada individuo. En la música, la diferencia entre el contenido y la percepción la ofrece la página impresa. En el teatro o la ópera, sin una partitura que organice la dirección de escena, eso es responsabilidad exclusiva del director.
La esencia del papel del teatro en la sociedad consiste precisamente en su facultad de mantener un diálogo permanente con la realidad, independientemente de su impacto sobre los hechos concretos. Esta forma de diálogo no es señal de valor ni de cobardía, sino que debe nacer de la necesidad intrínseca de expresarse de un individuo o una institución. Que una persona limite su libertad de expresión por miedo es tan ineficaz como que imponga su punto de vista mediante el uso de la fuerza militar. El arte no es moral ni inmoral; no es edificante ni ofensivo; es nuestra reacción la que hace que nos parezca una u otra cosa. Nuestra sociedad considera la controversia, cada vez más, como un atributo negativo, pero la diferencia de opiniones y la distinción entre el contenido y nuestra percepción de él constituyen la esencia de la creatividad. Si el contenido se puede manipular, la percepción todavía más. Al censurar nuestro propio arte por miedo a insultar a un grupo determinado de personas no sólo limitamos el intelecto humano en general, en lugar de ampliarlo, sino que insultamos la inteligencia de un gran número de musulmanes y les negamos la oportunidad de demostrar su madurez de pensamiento. Es todo lo contrario del diálogo y es consecuencia de no saber distinguir entre los diferentes puntos de vista existentes en el vasto mundo musulmán.
El arte no tiene nada que ver con una sociedad que rechaza lo que yo llamaría unos criterios de inteligencia públicamente reconocidos, como en la antigua Grecia, y se aferra a la solución fácil de lo políticamente correcto que, en definitiva, no se diferencia mucho del fundamentalismo en sus diversas manifestaciones. Tanto la corrección política como el fundamentalismo proporcionan respuestas, no para saber más, sino para evitar preguntas. El hecho de actuar por miedo no apacigua a los fundamentalistas, que, en cualquier caso, no tienen la menor intención de dejarse apaciguar, ni sirve de estímulo a los musulmanes ilustrados que quieren que haya progreso y diálogo. Al contrario, aísla a todos los musulmanes y les convierte en parte del problema, en vez de incorporarlos a la búsqueda de soluciones. Esta demoledora falta de diferenciación es un insulto que empobrece a nuestra sociedad, porque impide la participación fructífera de elementos importantes y permite que una semilla de miedo crezca hasta transformarse en un bosque de pánico. Al privar a nuestra sociedad de este diálogo fundamental, seguimos marginando a personas cuya cooperación pacífica es indispensable para un futuro sin violencia.
Tal vez el mundo musulmán necesita a un equivalente moderno de Spinoza que sea capaz de expresar la auténtica naturaleza del islam, del mismo modo que Spinoza expresó la auténtica naturaleza del pensamiento judeocristiano, desde fuera de él e incluso negándolo. La decisión de no representar Idomeneo representa, en última instancia, una decisión de no distinguir entre los ilustrados y los extremistas, entre los intelectuales y los dogmáticos, entre los que tienen intereses culturales y los intolerantes, de cualquier origen o religión. La negativa a dejar que se vea esta imagen es precisamente el temor que los elementos violentos del mundo musulmán querrían que tuviéramos.
Como decía al principio de este artículo, no he visto este montaje. Sólo espero que el señor Neuenfels considerara la exhibición de las cabezas cortadas de Jesús, Mahoma y Buda una necesidad absoluta dictada por la partitura de Mozart. Quizá debía haber hecho que las cabezas hablaran para rogar el reconocimiento de toda la sabiduría y la fuerza de pensamiento que, todas juntas, representan.

Holocasuto y libertad de expresión

  • Negación del Holocausto y libertad de expresión/Víctor Harel, embajador de Israel en España.
Tomado de EL PAÍS, 25/01/2007);
A lo largo de toda esta semana, Madrid conmemora con solemnes actos el Día oficial de la Memoria del Holocausto. Desde el año 2005, el Gobierno español lo instituyó adoptando la fecha del 27 de enero, día de la liberación del campo de muerte de Auschwitz-Birkenau.
En España, en los últimos años ha aumentado considerablemente el interés, la sensibilidad y la solidaridad con lo acaecido en la página más horrenda de la Humanidad, cuando el nazismo extermina sistemáticamente a seis millones de judíos -hombres, mujeres, niños- inocentes de todo, excepto del “crimen imperdonable” de llevar sangre judía en sus venas.
La importancia de estos actos conmemorativos no sólo radica en saldar una deuda histórica, no sólo en su inmenso valor pedagógico, sino que sirve de advertencia ante cualquier brote potencial de antisemitismo, que lamentablemente aún se encuentra arraigado y latente en algunos círculos de Europa, España incluida.
Basta con recordar el juicio contra el editor de Librería Europa, Pedro Varela, llamado “el Führer nazi de España”, quien ha estado editando desde Barcelona basura antisemita de lo más virulenta, incluyendo por supuesto miles de ejemplares que niegan el Holocausto.
La reciente “Conferencia” en Irán (¿dónde si no ahí?) y cuyo único fin era difundir un mensaje antiisraelí y antisemita, reabrió el debate sobre la necesidad de convertir en delito la negación del Holocausto.
Alemania, que en este semestre preside la Unión Europea y que confronta su tenebroso pasado nazi con coraje digno de reconocimiento, pretende que ese delito se convierta en ley en la totalidad de los países miembros de la Unión Europea, armonizando la jurisdicción ya existente en nueve países, España incluida.
El editorial Negar el negacionismo (EL PAÍS, 17 de enero) acertadamente explica el racional que mueve a los negacionistas de la Shoá, estableciendo que esa falsedad “…en la mayor parte de los casos va vinculada al propósito de rehabilitar en todo o en parte la ideología del nazismo o cuestionar la existencia del Estado de Israel”.
Y sin embargo, aduciendo un argumento de peso -el de la libertad de expresión-, el mismo editorial duda de que “el medio más adecuado” para combatirlo sea mediante una ley. Israel, en cambio, siempre ha considerado que una ley que condene el intolerable delito de la negación del Holocausto es indispensable; la legislación israelí data del año 1986.
Si bien es cierto que una ley de tal naturaleza impone una limitación sobre la libertad de expresión, notemos que todas las leyes que condenan el racismo y la xenofobia imponen limitaciones de índole similar.
Dos argumentos fundamentales, favoreciendo la imposición del delito, podrían ser esgrimidos en el presente debate europeo:
I. Negacionistas de la catadura moral de Roger Garaudy y su Fundación en Córdoba aducen que el Holocausto nunca existió, o que “seis millones es una exagerada barbaridad”, o que toda la “historia” del Holocausto no es más que “invención judía para chantajear al mundo cristiano”, y otra sarta de falsedades más.
La libertad de expresión que permitiría el negacionismo puede acarrear actos criminales que dañarían los derechos adquiridos de otros, de las comunidades judías, perjudicando sus derechos inalienables a vivir sin temor a actos antisemitas.
La sentencia del Tribunal Constitucional del 11 de noviembre de 1991 (caso Violeta Friedman) estipula: “Ni el ejercicio de la libertad ideológica, ni la de expresión, pueden amparar expresiones destinadas a generar sentimientos de hostilidad contra determinados grupos étnicos, pues en un Estado como el español los integrantes de aquellas colectividades tienen derecho a convivir pacíficamente y a ser plenamente respetados por los demás miembros de la comunidad social”.
II. La singularidad de la Shoá, ese crimen contra la Humanidad, no es comparable a ningún otro genocidio. Fue una combinación única -y abominable- de pretextos raciales, religiosos, económicos, sociales, políticos y pseudo-científicos. El nazismo, engendrado en el corazón de la Europa de las Luces y obsesionado con su voluntad de exterminar a un pueblo, ha sido ampliamente tratado y no hay necesidad de extenderse en ello. Seis millones de argumentos hablan por sí solos, aun cuando guarden un silencio sepulcral.
A pesar de las reticencias que puedan existir, esperemos que la propuesta alemana prospere. Y así, en un futuro no lejano, en esta tierra europea tan impregnada con sangre de mi pueblo, existirá una ley específica que prohíba negar lo que todos conocemos, pero nunca terminaremos de comprender.

Comunicado del PDPR-EPR, Chiapas

Comunicado del Comité Chiapaneco del PDPR-EPR, 25(01/2007);
AL PUEBLO DE MEXICO
AL PUEBLO DE CHIAPAS
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES
A LOS ORGANISMOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS
¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!
En unos cuantos días de gobierno encabezado por calderón ha develado su verdadero carácter: un gobierno sumamente represivo que ha militarizado al país en un supuesto combate a la delincuencia organizada; un gobierno entreguista que ha estado vulnerando nuestra soberanía al plegarse a las exigencias de Washintong (Sic); un gobierno incapaz de resolver las necesidades básicas de nuestro pueblo.
La extradición de 15 presos y entregados a las autoridades norteamericanas así como el despliegue de tropas policíaco-militares en todo el país, pero sobre todo los operativos en la frontera México-Guatemala reflejan la pérdida de soberanía en tanto que lo primero es una amenaza velada para entregar en adelante a los luchadores sociales a los fascistas que dirigen Washintong y en el segundo, al hacer el trabajo sucio que sólo beneficia al gobierno norteamericano, riesgo latente de que la frontera sur de este país se recorra hasta los límites con Guatemala.
El combate a la delincuencia organizada, cruzada de Calderón para legitimarse a través del terror de Estado como era de esperarse está resultando un fracaso, el supuesto combate a la delincuencia organizada sólo ha sido un recurso esgrimido para militarizar todo el país. La violación a los derechos humanos, a los derechos constitucionales, a la Constitución es una constante y por cuanto ha sucedido en el país es un hecho que quienes dirigen al país son las fuerzas castrenses junto con los aparatos de inteligencia tienen el control del país para sostener a un gobierno sumamente autoritario.
El encarecimiento de la vida, sobre todo para el pueblo trabajador como consecuencia del aumento en productos básicos como el huevo, la leche, la carne, el azúcar, la tortilla, el aceite, el arroz, las verduras... son consecuencia directa del aumento a la gasolina y el diesel, son reflejo inocultable de la profunda crisis económica que vive el país, la cual el gobierno foxista y el de Calderón han estado ocultando con la manipulación de los índices macroeconómicos en función de garantizar la “tranquilidad” en los inversionistas y de los grandes empresarios mandando el mensaje a éstos de que él es el instrumento para garantizar sus intereses.
Mientras el ejército y las diferentes fuerzas policíacas hacen gala de su prepotencia e intimidan a la población con el derroche de fuerza represiva, para los grandes empresarios, para los políticos corruptos afines al régimen neoliberal y al fascismo, para los caciques y hombres de poder de toda laya en los grandes banquetes, en las reuniones de café, en las charlas de oficina se regocijan por el hecho de que el PAN, la ultraderecha y el gobierno de Calderón muestra el “músculo” del Estado. Regocijo de panistas y de priístas, de grandes y medianos empresarios por cuanto significa la clara defensa de sus mezquinos intereses. Para todos ellos estas medidas policíaco militares es democracia y tranquilidad, omitiendo que ello definitivamente es fascismo, es autoritarismo que significa la anulación de facto de las libertades políticas.
En Chiapas la herencia represiva de Pablo Salazar sigue presente con la puesta en marcha del operativo “barrido” encabezado por Mariano Herrán Salvati, poniendo en serio peligro los derechos humanos, ya que como en Michoacán y otros estados donde lo están aplicando solamente ha servido para reprimir a los miserables, a los inconformes, mientras que se sigue dando un reacomodo de los grupos de poder vinculados a la delincuencia organizada desde el Estado.
Es un secreto a voces que las cabezas de la delincuencia organizada cuentan con respaldo gubernamental, que en muchas veces tienen sus oficinas en diferentes niveles del gobierno o son “amigos” de funcionarios públicos, sin embargo, para éstos impunidad y protección, mientras tanto lo que realmente está haciendo con dichos operativos es aplicar el fascismo en todos los rincones del país priorizando las regiones más miserables donde pudiera haber descontento social para provocar psicosis entre la población. Esta es la verdadera esencia de los operativos policíaco-militares.
Chiapas sigue siendo un campo de experimentación de la Guerra de Baja Intensidad, con decenas de detenciones arbitrarias principalmente de los indocumentados centroamericanos, pero eso sí no cae ninguna cabeza importante porque éstos gozan de toda impunidad desde las oficinas gubernamentales donde paran sus “impuestos” como mordidas.
Es claro que con la escalada de los incrementos de precios a los productos de consumo básico como lo es la tortilla, el frijol, el huevo, la carne, la leche, etc. va traer como consecuencia mayor inconformidad popular y no bastarán los medios de comunicación ni el clero reaccionario para seguir oprimiendo y manipulando la inconformidad de nuestro pueblo.
El descontento popular es evidente y tiende a crecer en la medida que los gobiernos federal y estatales impulsan medidas antitpopulares para proteger los intereses de los grandes empresarios, mientras que al pueblo sólo se le ofrece la opción de la resignación y para quienes no lo acepten la muerte en manos de los paramilitares, la desaparición forzada o el confinamiento en cárceles de exterminio, el Amate es un claro ejemplo en donde a los luchadores sociales, a los presos políticos los mantienen como rehenes para cooptarlos o canjearlos a cambio de que abandonen sus demandas y se desmovilicen las organizaciones a las que pertenecen.
Si para la ultraderecha y la oligarquía han recurrido las medidas policíaco militares, ante sus pretensiones fascistas, ante el encarecimiento de la vida que significa mayor empobrecimiento, ante la protección de los intereses oligárquicos e imperialista la organización y la movilización política de las masas es una necesidad; ante el accionar impune de los grupos de paramilitares organizados por la ultraderecha a instrumentar la autodefensa del pueblo es una tarea ineludible; ante la criminalización de la lucha y la protesta social ¡A luchar por la defensa de las libertades políticas!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARA!
COMITÉ ESTATAL DEL PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO COMANDANCIA MILITAR DE ZONA DEL EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO PDPR-EPR
Año 43, Chiapas, a 25 de enero de 2007.

¿Un qué, perdón, un qué? ¡Un idomeneo!


De casi 26 distintas obras, conciertos y óperas realizadas en Alemania durante el 2006 en homenaje a Mozart en 250º aniversario de su natalicio, su ópera Idomeneo levantó la mayor polémica al ser autocensurada por destacar el temor a las agresiones por religiosos islámicos.
Y hoy el espirítu de Idomeneo estuvo presente en la conferencia de prensa conjunta ofrecida por el Presidente Calderón y la Canciller Angela Merkel, hoy en Alemania; 25/01/2007);
Un reportero de la Agencia EFE, preguntó a la Canciller Merkel: La conferencia que hoy tenía previsto su invitado dar en la Casa de la Economía Alemana fue cancelada ya repentinamente por razones de seguridad. Me gustaría saber si considera que esta decisión fue exagerada y si, en este caso, estamos ante un Idomeneo.
­-PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN: ¿Un qué, perdón, un qué?-PREGUNTA, Agencia EFE: Idomeneo. La pregunta va a la señora canciller.
-PRESIDENTE CALDERÓN: Pero yo también le voy a contestar, nada más quiero saber qué es eso.
-PREGUNTA, Agencia EFE: Idomeneo, fue una opera de Mozart, que fue cancelada por… fue por miedo a la amenaza integrista.

Enfrentamientos en Beirut


Los enfrentamientos, con piedras y palos, de estudiantes pro y anti gubernamentales que han estallado este jueves en la Universidad Árabe de Beirut, han tenido un saldo de al menos cuatro muertos -dos de ellos estudiantes-, y entre 25 y 35 heridos.
La violencia se ha extendido a varios barrios de la capital. Varios coches y autobuses han sido quemados y columnas de humo se levantan desde los lugares de los enfrentamientos.
A última hora de la tarde, el Ejército ha establecido un toque de queda.
Los medios locales aseguran que los enfrentamientos se han extendido a otras zonas y han llegado ya al barrio comercial de Mar Elías, a Zokat el Blat y a Talat Chjadi, pese a los llamamientos a la calma realizados por los grupos chiíes Hizbulá y Amal, opositores, y el suní Corriente de Futuro, progubernamental.
Según la cadena New TV, el Ejército ha cortado la ruta que une la ciudad con el aeropuerto internacional de Beirut para impedir que los incidentes lleguen hasta allí.
Las televisoras han mostrado imágenes de estudiantes lanzándose piedras junto a la Universidad Árabe ante la mirada de numerosos soldados que intentan sin demasiada convicción interponerse entre ambas facciones.
El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, y dirigente del grupo chií opositor Amal, ha advertido de que si la situación continúa así en el Líbano podrían "perder el país". En un llamamiento retransmitido por el canal de televisión NBN, Berri ha pedido a todos que "regresen a sus trabajos" y ha subrayado que "es necesario el diálogo y que estemos tomados de la mano".
Fuente: agencias

El asesinato de Hrant Dink y la cuestión armenia

  • La tragedia armenia en Turquía/Hugh Pope, escritor y periodista residente en Estambul. Su último libro es Sons of the Conquerors: the Rise of the Turkic World.

Tomado de El País, 23/01/2007);

Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia

¿Existe una maldición permanente sobre los turcos? Cada vez que las cosas van bien en Turquía, surge alguna cosa que provoca un tropiezo. En esta ocasión es el asesinato, el viernes pasado, de Hrant Dink, periodista, pacifista y uno de los más destacados armenios del Estado turco. El país está tratando de reaccionar ante el reto. Las emisoras de radio se llenan de voces que denuncian el asesinato, procedentes del Gobierno, los dirigentes islámicos y el Ejército. Miles de turcos se manifestaron por las calles horas después del asesinato entre gritos de “todos somos armenios, todos somos Hrant Dink”.
Está en juego la credibilidad de Turquía como futuro miembro de la UE. Han detenido a un hombre que ha confesado haber apretado el gatillo -un nacionalista, al parecer-, pero no debe quedar ni sombra de duda sobre la gente y los cerebros responsables del asesinato. No sólo es que Hrant Dink no estuviera protegido por la policía. Es que unas leyes perniciosas, unos procesamientos malintencionados y una histeria nacionalista cada vez mayor crearon la atmósfera de linchamiento que convirtió a alguien tan encantador como Dink en el enemigo público número uno.
En otras palabras, lo que mató a Dink es la incapacidad de la república turca para abordar la cuestión armenia, la acusación de que el Estado que la precedió, el Imperio Otomano, mató a 1,5 millones de hombres, mujeres y niños armenios en el genocidio de 1915. La Turquía oficial sigue empeñada en negarlo. Los esfuerzos para abrir los archivos y “dejarlo en manos de los historiadores” acaban en callejones sin salida, en parte por la intransigencia de la diáspora armenia pero también debido a las leyes turcas contra la libertad de expresión, todavía presentes en el artículo 301 del Código Penal, con sus castigos omnipresentes por “denigrar el carácter turco”. Hablar de las grandes omisiones en la educación pública de Turquía sigue siendo tabú. Incluso un político tan moderado como el ministro de Exteriores, Abdalá Gulangrily, se niega a reconocer que Turquía tenga que pedir perdón.
La razón es que los turcos también tienen motivos para sentirse víctimas. Las potencias cristianas no piden demasiadas disculpas por la limpieza étnica realizada hasta 1923, cien años en los que hicieron retroceder las fronteras del Imperio Otomano. El historiador estadounidense Justin McCarthy calcula que murieron cinco millones de musulmanes. En 1915, la Primera Guerra Mundial estaba en su apogeo. Turquía sufría ataques de Rusia en la parte oriental y de Gran Bretaña y Francia en la parte occidental. Los dirigentes armenios se aliaron descaradamente con los enemigos de Turquía, formaron milicias anti-otomanas y exigieron un Estado propio en tierras otomanas.
Además, Turquía tiene miedo de que una petición de perdón pudiera provocar reclamaciones de tierras o bienes armenios confiscados. Los turcos no pueden creer en la sinceridad de los parlamentos extranjeros que, en general mal informados sobre la situación, se dejan convencer por la diáspora armenia cuando ésta presiona para que haya declaraciones sobre el genocidio. Una de esas propuestas tiene grandes probabilidades de ser aprobada por el Congreso de Estados Unidos en abril. Da la impresión de que la política, muchas veces, puede más que la historia. ¿Habría declarado el Parlamento francés, el año pasado, que es delito negar el “genocidio” de los armenios si no hubiera dominado, por otra parte, el deseo de mantener a Turquía fuera de la UE? El propio Hrant Dink criticó las exageraciones de algunos armenios sobre la maldad turca. En una ocasión escribió que los armenios de la diáspora debían dedicar sus energías a apoyar a una Armenia independiente y no “dejar que el odio a los turcos les envenene la sangre”.
Pero también Turquía tiene que cambiar de actitud. Es estúpido que fuera precisamente esa columna de Dink la que hizo que le procesaran por infringir el artículo 301, con el pretexto de que había dicho que los turcos eran venenosos. ¿Cómo es posible que, de todos los escritores turcos acusados de delitos contra dicho artículo, Dink fuera el único condenado a la cárcel (seis meses, con suspensión de condena)? Hace tres años, según contaba Dink, le dijeron: “Te va a pasar algo si continúas”; se lo anunciaron funcionarios del mismo gobernador de Estambul que ahora sugiere, engreído, que habría que premiar a la policía por la velocidad con la que han aprehendido al asesino. (La oficina del gobernador niega haber proferido ninguna amenaza). Los comentaristas están eludiendo sutilmente su responsabilidad diciendo que el asesinato es una “provocación” o culpando a “fuerzas externas”. Muchos han expresado su pesar porque los armenios eran un “bien confiado” a la protección de Turquía. Ha tenido que ser uno de los asesores del primer ministro Erdogan, Omer Celik, el que señalara que no son invitados y que “son tan dueños de este país como los turcos”.
Ni los turcos ni los armenios pueden seguir así. El primer ministro Erdogan -cuyo Gobierno fue el primero que concedió a Dink la simple petición de tener un pasaporte turco- podría intentar hacer un gesto significativo. Podría abrir la frontera con Armenia, cerrada desde principios de los noventa. Podría propulsar una conferencia internacional en la que Turquía podría defender su tesis de que no ha existido ningún intento centralizado de eliminar a los armenios. Al fin y al cabo, Turquía ya ha reconocido oficialmente que murieron 300.000 personas. En los últimos años ha habido además en el país valientes novelas, películas, exposiciones y conferencias académicas que han abordado la tremenda pérdida que representó para la sociedad turca la desaparición de los armenios. Y lo mejor que podría hacer Erdogan es abolir el artículo 301, que ha convertido en dianas a todos los intelectuales como Dink. ¿Qué debate puede existir si el Estado lleva a cualquiera que se aparte de la postura oficial a los tribunales?
Sin embargo, no parece probable que vaya a ocurrir ninguna de estas cosas. Turquía celebra elecciones presidenciales y parlamentarias este año, y los ultranacionalistas son el principal rival del partido centrista y pro-islámico de Erdogan, el partido AK. Europa -cuyo apoyo es fundamental para que el régimen turco se sienta seguro y crea que puede emprender reformas- no parece dispuesta a conceder más crédito político a Turquía.
Por consiguiente, el abismo entre Turquía y Europa volverá a ensancharse. Las ideas confusas y el nacionalismo ensimismado volverán a afligir al país, y no sólo en su forma de afrontar el problema armenio. El asesinato de Dink es el síntoma, y no la causa, de unas corrientes negativas persistentes. Y ésa es la razón, por supuesto, de que la maldición de Turquía vuelva a golpear una y otra vez trágicamente y con tanta facilidad.

  • El alcance de un asesinato/Michel Wieviorka, presidente de la Asociación Internacional de Sociología. Director de estudios de la EHESS y director del CADIS 54 (París).
Tomado de La Vanguardia, 24/01/2007);

Traducción: José María Puig de la Bellacasa

En seguida se ha dado con la identidad del adolescente que asesinó a Hrant Dink, periodista turco de origen armenio muerto a tiros el pasado 19 de enero en Estambul a la puerta del semanario Agos, que él dirigía. El asesino, de una familia de Trebisonda, frecuentaba al parecer círculos nacionalistas de filiación ilustrativa sobre los móviles del crimen. Pero los medios de comunicación occidentales no acaban de dar cumplida explicación de la significación y trascendencia de su gesto al infravalorar o descuidar determinados aspectos de la batalla que de hecho libraba Dink ni de su propia personalidad.
El drama que constituye su muerte, aparte de sus dimensiones personales y familiares, concierne efectivamente a Turquía, pero no de forma exclusiva: atañe e interesa a la conciencia universal y, de modo especial, a Europa.
Turquía es una democracia, circunstancia única en tierra islámica. Sin embargo, su democracia no deja por ello de verse constreñida por tres ideologías extremadamente activas y poderosas. La primera es el republicanismo en una versión estricta y rígida de la idea republicana, reductor de las libertades en nombre del kemalismo (según el nombre del fundador de la Turquía moderna, Mustafa Kemal Ataturk) y revestido de un talante represivo, casi militar, nota distintiva de un Estado que sigue enarbolando su condición laica y marcando distancias respecto del islam incluso después de que un partido musulmán, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), accediera al poder tras las elecciones del 2002. La segunda ideología que ejerce notable influencia en Turquía es el nacionalismo, asociado a menudo -aunque no necesariamente- al republicanismo. El nacionalismo turco prohíbe celosamente la evocación de los yerros históricos, empezando por el genocidio de los armenios (1915), y no cesa de apelar al repliegue del país sobre sí mismo, sobre todo con relación a Europa. Los recelos y desconfianzas relativos a la entrada de Turquía en la Unión Europea alimentan las pulsiones nacionalistas, que encuentran en ello la ocasión perfecta de responder a un desafío como también la prueba de que la nación turca debe afirmarse fuera de y frente a una Europa que la rechaza y menosprecia. Por añadidura, el islamismo radical aspira a que el Gobierno actual, que invoca a la vez el islam y la democracia, se aleje de esta última en favor de una omnipresencia de lo religioso en la vida política.
Hrant Dink representaba una síntesis de los ideales de una resistencia democrática frente a estos tres peligros. Encarnaba una idea de la república tolerante y no represiva con las minorías, no sólo la armenia, sino también, por ejemplo, la kurda; amaba a su patria, a la que pedía que reconociera los crímenes del pasado, cosa que ciertamente le cuesta a cualquier país: normalmente el discurso nacional olvida los actos de violencia a cuyo socaire incluso se crea, impone o refuerza a veces un Estado. Dink promovía asimismo una identidad armenia que era todo lo contrario del comunitarismo: aludía, sobre todo, a los armenios que en Turquía habían logrado sobrevivir a la amnesia, al silencio e incluso a la ignorancia sobre su propia historia personal y colectiva, a sus vicisitudes bajo el imperio otomano.
Valeroso animador de un foro público de debate, Hrant Dink no vacilaba a la hora de expresar clara y abiertamente sus ideas y convicciones. Había sido condenado a una pena de cárcel no efectiva por haberse referido al genocidio de los armenios en sus escritos: la ley turca lo considera un atentado inadmisible contra la nación turca. Dink había sido amenazado desde hace meses y, pese a sus reticencias de pedir protección a los servicios de seguridad turcos, lo cierto es que pocos días antes de su muerte había mostrado una inclinación positiva en este sentido. Se suele criticar a los medios de comunicación por su condición - pretendida o cierta- de constituir un cuarto poder o por sus defectos y fallos a la hora de informar, pero la muerte de Hrant Dink nos recuerda que los periodistas, cuando ponen su profesión al servicio de la información, pueden pagar con su vida su aportación a la verdad. Evidentemente afrontamos aquí algo inadmisible, un atentado a la conciencia universal y a la libertad de expresión que ha conmocionado a la opinión pública en todo el mundo, mucho más allá de las fronteras de Turquía.
Pero el caso es que nosotros, en calidad de europeos, estamos también implicados. Hrant Dink hizo su propia aportación, e incluso en mayor medida que otros, a lo que Laurence Ritter denomina “la larga marcha de los armenios” en su reciente obra (Robert Laffont). La diáspora armenia en Europa y sobre todo en Francia, Estados Unidos, Canadá, Chipre y Rusia, como asimismo el Estado independiente que es Armenia desde la caída de la URSS, son escenario de un despertar de la comunidad armenia que se moviliza para que se reconozca su drama histórico, el genocidio de 1915, pero también para proyectarse hacia el futuro afirmando su identidad cultural. Yen tal cuestión, Turquía desempeña evidentemente un papel singular y propio, pues se calcula que aún viven en el planeta unos 60,000 armenios. Hrant Dink desempeñaba un papel esencial en la toma de conciencia de los armenios turcos sobre su propia existencia y en la de Turquía sobre el significado de su presencia en el pasado: sobre las circunstancias en que se había producido su aniquilamiento y sobre el futuro que los armenios podían vislumbrar en el ámbito turco. Dicho esto, debe añadirse que Hrant Dink no distinguía su compromiso a favor de la causa armenia de una lucha y esfuerzo común por la democracia. Sus posturas con respecto a esta cuestión son precisamente las que deben aquí ser recordadas, ya que dan cuenta de al menos una parte del odio que le profesaban quienes, indirectamente, han inspirado su asesinato.
Dink deseaba, en efecto, que Turquía se incluyera entre los países del bloque democrático que conforma la Unión Europea. Veía en tal iniciativa la garantía de mayor nivel de libertad y justicia para su país, así como una barrera de contención frente a la deriva hacia el nacionalismo o el islamismo radicales. La causa armenia, a su juicio, sólo saldría beneficiada ante tal eventualidad: una Turquía fuerte y consolidada desde el punto de vista de la democracia debía ser capaz de mirar de frente a su propio pasado, por violento y mortífero que hubiera sido. Para Dink, el reconocimiento del genocidio armenio por parte de Turquía no debía constituir una condición previa a su admisión en el seno de la UE, sino por el contrario una consecuencia que debía resultar, sin dificultad, de esta admisión. Dink no consideraba el reconocimiento del genocidio en 1915 por parte de Turquía un requisito ineludible. Por otra parte, consideraba asimismo el hecho de la posible entrada de Turquía en la UE la mejor respuesta que oponer al riesgo del choque de civilizaciones profetizado por el politólogo norteamericano Samuel Huntington: una Turquía musulmana y al mismo tiempo más democrática en la medida en que es europea constituye un puente entre el islam y Occidente y evita su choque. En una palabra: Dink nos invitaba a considerar la cuestión de la admisión de Turquía en el seno de la UE desde la perspectiva de los valores de la democracia y de una visión geopolítica mundial.
Por último, Hrant Dink, figura clave de la causa armenia en Turquía, había expresado su postura contraria a la ley francesa sobre el reconocimiento del genocidio de 1915 votada recientemente por la Asamblea Nacional francesa, que debe superar el trámite del Senado. Apreciaba en ello un estímulo y aliento al nacionalismo turco y a una radicalización generalizada de su país; un obstáculo, también, a su ingreso en la Unión Europea.
El asesinato de Hrant Dink ilustra de forma dramática sus propios análisis, que deberían figurar bien presentes en nuestros debates actuales sobre el lugar de Turquía en Europa.

Trágico accidente militar en Ecuador




La terrible muerte en un choque de helicópteros de la ministra de Defensa de Ecuador, Guadalupe Larriva, ha causado gran consternación.
Este jueves 25 de enero , varios gobiernos han expresado su pesar por la sorpresiva muerte de la ministra, y algunos como Chile y EE UU, ofrecieron su ayuda para las tareas de investigación del accidente en el que perecieron otras seis personas, incluida su hija Claudia de 17 años.
El accidente aéreo ocurrió la noche del miércoles 24 de enero en la ciudad portuaria de Manta cuando colisionaron dos helicópteros tras ejercicios militares, con ocasión de la celebración de los 53 años de la aviación del ejército.
Además de la ministra -quien apenas llevaba nueve días en funciones- y su hija, murieron el coronel Marco Gortaire, comandante del Grupo de Helicópteros número 43; los capitanes Hugo Acosta, Byron Zurita y Richard Jurado, y el teniente Luis Herrera.
Varios medios comentan que no se conoce las razones por las que la ministra estaba acompañada de su hija, aunque las dos iban en diferentes aparatos, cada uno con su respectiva tripulación.
El general Héctor Camacho, jefe del Comando Conjunto, en declaraciones a radio Quito sobre las posibles causas de la tragedia señaló que "no conocemos con exactitud el motivo del accidente, presumimos que los dos helicópteros se toparon en el aire".
informes preliminares de la Fuerza Aérea citados por el vicepresidente de Ecuador, Lenin Moreno, señalan que aparentemente hubo "una mala maniobra" e indican que las aspas de los helicópteros rozaron durante el vuelo en el que las dos aeronaves "Gacela" realizaban pruebas de equipos de visión nocturna. (agencia EFE).
Este jueves el presidente Rafael Correa anunció una profunda investigación para establecer las causas del accidente y comentó que pidió ayuda a países amigos para investigar el siniestro. La comisión estaría integrada por franceses -de la empresa Eurocop, fábricante de helicópteros Gazzelle-, técnico brasileños e
investigadores de la Fuerza Aérea de Chile. Además se ha ordenado cercar el lugar del accidente, está estrictamente prohibido el ingreso.
Antes, el ministro de Gobierno de Ecuador, Gustavo Larrea, en declaraciones a la emisora de televisión Ecuavisa, mostró su extrañeza por el hecho de que dos helicópteros de la Fuerza Terrestre, con la ministra a bordo, volaran juntos de noche sin adoptar las debidas medidas de seguridad.
Ello generó reacciones de miembros del partido Socialista.
Leonardo Espinosa, presidente del Partido Socialista en Cuenca, exigió una exhaustiva investigación para descartar que se trate de un atentado. Espinosa recalcó que era extraño que el hecho se produjera junto a la Base Aérea de Manta*, donde EE UU tiene modernos equipos para el control del narcotráfico. Misma posición ha planteado Víctor Granda, dirigente socialista.
En tanto, el gobierno del presidente Bush externó sus condolencias por el deceso de la ministra y ofreció sus oficios para ayudar en la investigación. "Estamos profundamente entristecidos por la muerte de la ministra de Defensa, Guadalupe Larriva, y su hija Claudia Avilam y cinco miembros de las fuerzas armadas", expresó el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack el día de hoy. Agregó "si nos lo piden, estamos listos a cooperar en la investigación de la causa del accidente. Nuestros pensamientos y plegarias están con las familias y el pueblo de Ecuador".
El gobierno mexicano hizo lo propio "expresa a su similar de Ecuador sus mas sentidas condolencias por el lamentable accidente aéreo."
Honores militares
Con honores militares y el saludo de cientos de ecuatorianos en las calles se cumplió el jueves en Quito el emotivo funeral de la ministra. El presidente Rafael Correa decretó tres días de luto nacional y expresó su consternación por la tragedia tras asistir a un servicio religioso de honras fúnebres.
La tarde de este jueves los restos de Larriva y su hija fueron trasladados a su ciudad natal Cuenca, al sur del Ecuador, donde serán enterrados.
Hasta el momento el gobierno no ha designado al posible reemplazante.
Considero que la investigación debe ser profunda para no dejar ninguna duda. Y es que en ese país todavía anda presente el "fantasma" de Jaime Roldós, el presidente que murio en 1981 en un accidente aéreo; también han perecido en otros accidentes aéreos otros dos ministros de Defensa, dos comandantes del Ejército y dos comandantes de la Fuerza Aérea ecuatorianas.
¡Descanse en paz, la Primera Ministra de la Defensa en Ecuador!
Condolencias al pueblo ecuatoriano, al presidente y a sus hijos Rodrigo y Priscila, y a sus compañeros del Partido Socialista Ecuatoriano.
Desde que el 27 de diciembre el presidente electo anunció su nombramiento, en lo personal me causó agradable sorpresa, y puse la noticia en este Blog. Entonces no sabía que ese nombramiento era hecho sin precedentes es ese país.
"Para nosotros es muy importante romper la 'tradición' que ha existido, de poner un ex militar al mando del ministerio de Defensa y poner un civil ... y si era posible, poner una mujer", dijo entonces el Presidente Correa en una entrevista.
Guadalupe Larriva era una civil que incursionó -por muy pocos días-, a ser le jefa del ministerio de Defensa ecuatoriano. Era ante todo una mujer metida a la política;
profesora universitaria; había quedado viuda desde hacía nueve años, por tanto era cabeza de familia con tres hijos; Claudia(+), Rodrigo, y Priscila.
Antes de asumir sus funciones como Ministra se desempeñaba como diputada y presidenta del partido Socialista Ecuatoriano .
Consultada a fines de diciembre sobre un posible rechazo del alto mando militar a su designación, Larriva señaló que "no he tenido ningún (pronunciamiento) en ese sentido". "Sé que hay expectativa, hay hasta cierto punto curiosidad por ver cómo una mujer se desempeña en ese papel pero estamos seguras que con la responsabilidad enorme que tenemos ... lo haremos correctamente".
El coronel retirado del ejército y analista militar Luis Hernández en una declaración a la agencia AP consideró entonces como "un paso positivo y demuestra que la sociedad civil tiene que estar presente en todos los estamentos de un Estado democrático". "Las fuerzas armadas tienen que estar tranquilas y prestas a colaborar".

La Base de Manta
Es prácticamente un espacio de Ecuador cedido a EE UU -mediante un acuerdo- para su lucha contra el narcotráfico, y también contra el terrorismo y las guerrillas.
Mediante el este acuerdo, signado en 1999 por 10 años Ecuador autoriza a las aeronaves operadas por el Comando Sur de EE UU sobrevolar el territorio del país. Otorga a las naves estadounidenses, en todos los puertos marítimos ecuatorianos, el mismo trato que a las naves de la Armada Nacional del Ecuador.
Autoriza el establecimiento de una estación satelital para la recepción y emisión de todo tipo de telecomunicaciones, exentas de inspecciones, licencias, regulaciones, derechos, impuestos y tarifas.
Establece una condición jurídica de excepción al personal que opere en el convenio y a sus familiares, otorgándoles inmunidad y la misma condición jurídica del personal técnico y administrativo de la Embajada de EE UU.
Además todo el personal no permanente podrá ingresar y salir no sólo de la Base, sino de la República con la identificación estadounidense, sin pasaportes ni visas y está exento de impuestos de entrada y salida, así como de impuestos sobre las rentas recibidas, propiedad, posesión, uso o cesión, sobre los bienes que se encuentren en el Ecuador, relacionados con su presencia.
En Manta se permite la presencia de hasta 475 militares de EE UU.
El convenio que cedió la Base de Manta al Comando Sur fue firmado por el ex presidente Jamil Mahuad. Se firmó el 12 de noviembre de 1999, por un período inicial de 10 años, "que puede ser renovado por períodos adicionales de cinco años, previo acuerdo entre las partes".
En la campaña por la presidencia del Ecuador, la permanencia de base de Manta estuvo en el debate político electoral; mientras que Álvaro Noboa decía que mantendría la base, Rafael Correa (presidente actual) prometió que, si resultaba electo, no renovaría el contracto de alquiler
que vence en el 2009.


La foto es de la página del Ministerio de Defensa de Ecuador.