Una nueva Cuba quiere vivir/Antonio Elorza
El País, Miércoles, 21/Jul/2021
Manifestación en Miami a favor de las protestas en Cuba contra el régimen.EVA MARIE UZCATEGUI / AFP
En la revolución cubana se repitió un fenómeno ya registrado en la rusa de 1917: sucedió a un régimen político caracterizado por una intensa represión, y en brevísimo tiempo multiplicó las cifras de muertos y encarcelados. Fue la primera llamada de atención para tantos que contemplaron (contemplamos) la posibilidad de que una revolución social conjugara la justicia para el pueblo y la libertad política. La habilidad de Fidel hizo que pasara inadvertido su golpe a la democracia de febrero de 1960, eludiendo el regreso a la Constitución de 1940, mientras él mismo organizaba el espectáculo de los fusilamientos ejemplares. Con el “paredón”, y las consiguientes explicaciones de los crímenes de los ejecutados, atendía al objetivo de airear ante el mundo la barbarie del régimen de Batista, y de paso mostraba a la sociedad cubana que se disponía a ejercer una represión implacable frente a toda oponente.