Un oficio peligroso/ Sergio Ramírez es escritor nicaragüense y premio Cervantes.
Ovidio fue desterrado a los confines más inhóspitos del imperio romano en el mar Negro, “allá, donde ninguna otra cosa hay, sino frío, enemigos y agua de mar que se congela en apretado hielo”, porque sus poemas, o su irreverencia, o sus opiniones, eso ya nunca llegará a saberse, ofendieron al emperador Augusto, y habría de morir lejos, afligido por las calamidades de la soledad y el ostracismo.